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entrevista VIcEMINIstRO
from UN 290123
apartir de la orden ejecutiva emitida por el gobierno de Barack Obama en el año 2015, en la que se señala a Venezuela de ser una amenaza inusual y extraordinaria para los intereses y seguridad de los Estados Unidos, se impone el “argumento jurídico” para dictar 927 sanciones contra Venezuela que, entre otros detalles, le suprimen de percibir 99% de sus ingresos al hacerle perder 308.000 millones de dólares durante 7 años, aislada de las operaciones comerciales con el mundo.
El saqueo de los recursos financieros y no financieros de la República se ve legitimado por una tramoya jurídica llamada “gobierno interino”, que ejecuta la más criminal operación contra el país en su historia republicana y avala el bloqueo impuesto por Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados, que disminuye la calidad de vida de los habitantes de Venezuela y merma toda construcción de futuro.
Y es que a decir de los especialistas, el bloqueo, más allá de la retórica que lo justifica, va directamente contra el pueblo, los hombres y mujeres que trabajan, los adultos mayores que requieren atención médica y social, los niños, niñas y adolescentes que se ven desdibujados en un futuro que se desvanece. El bloqueo es contra la gente, como bien explica William Castillo, viceministro de Políticas Antibloqueo y director del Observatorio Venezolano Antibloqueo.
¿Qué son las sanciones y cuál es su finalidad?
—Las sanciones son la expresión de la política exterior de los Estados Unidos, una práctica de agresión y devastación económica con la que se busca, según los propios teóricos estadounidenses, destruir la economía de un país para no invadirlo. Existen treinta países que tienen medidas coercitivas unilaterales, como las llama la Organización de las Naciones Unidas, y representan el 28% de la población del mundo y 72% del territorio del planeta. Es decir, es un problema global que Venezuela sufre desde 2015, con más de 928 sanciones directas y medidas indirectas de agresión económica.
¿Son las sanciones entonces una guerra sin pólvora?
—Una guerra sin pólvora, pero una guerra terrible contra la población civil. Hay estudios en varias universidades del mundo que establecen que son peores que una guerra convencional, porque en éstas se enfrentan dos ejércitos y se supone que la población civil debe ser protegida. En una guerra económica, en una política de sanciones, no hay corredores humanitarios. Se afecta la salud, la educación, la movilidad, el transporte, el acceso a los alimentos. Venezuela ha sufrido esa guerra multiforme, cruel e inhumana, calificada por las Naciones Unidas como crimen de lesa humanidad, y ese proceso de devastación económica ha afectado la vida de