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4.6.2. La norma ISO y la Agenda 2030

La norma ISO 9004:2018 resalta que el éxito sostenido solo se puede lograr con un equilibrio entre los intereses económico-financieros de una organización y aquellos del ambiente social y ecológico, e insiste en la necesidad de trabajar con todas las partes interesadas relevantes y de satisfacer sus necesidades y expectativas. Asimismo, facilita una herramienta para la autoevaluación que permiten a la organización identificar y revisar el nivel de madurez de su sistema de gestión en relación con las directrices de la norma. Para cada apartado de la norma ISO 9004, se establece una matriz de evaluación, con cinco niveles de madurez. La organización debería revisar su desempeño comparándolo con los escenarios que se presentan en la tabla, marcando el nivel conseguido, identificando sus fortalezas y áreas de mejora, así como las acciones que emprender para poder lograr niveles de madurez más altos, diseñando un plan de mejora. De este modo, la ISO 9004 trata de ampliar sus principios incorporando la sostenibilidad y es un intento de acercarse a un modelo más global como es el Modelo EFQM. Sin embargo, las recomendaciones para llevar a cabo la mejora y la sostenibilidad que recoge la norma ISO 9004 no están ampliamente difundidas en el ámbito empresarial, con lo cual las empresas que quieren ir más allá de la certificación, buscando el camino hacia la excelencia, están utilizando las bases que proporciona el Modelo EFQM, que será objeto del siguiente capítulo.

4 .6 .2 Las normas ISO y la Agenda 2030

En septiembre de 2015, las Naciones Unidas adoptaron, en asamblea general, 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) como parte integral de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Una definición aceptada respecto al desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones en satisfacer sus propias necesidades (Naciones Unidas 2015). Los objetivos de esta Agenda 2030, adoptados por 193 estados miembros de la ONU, se encaminan hacia la integración económica y el desarrollo social dentro de un entorno sostenible, que abordan aspectos críticos como el agua, la energía, el clima y los océanos, el transporte, la ciencia y la tecnología, entre otros.

Es evidente que, para lograr los objetivos planteados en esta búsqueda de transformación social, el papel y compromiso de las organizaciones con estos objetivos es sumamente crítico, ya que, a través de su actividad diaria, impactan en el desarrollo económico de las naciones, la sociedad y en el consumo y transformación de los recursos naturales. Mediante la adopción de los estándares ISO (véase tabla 4.4), las organizaciones tienen a su alcance herramientas o plataformas que tienen el potencial de contribuir en los objetivos ODS (Zhao, Castka y Searcy 2020).

Objetivos ODS Norma ISO Objetivos ODS Norma ISO

1. Fin de la pobreza ISO 20400 (compras sostenibles) 10. Reducción de las desigualdades ISO 12812 (servicios financieros móviles)

2. Hambre cero Familia ISO 22000 Gestión de la inocuidad de los alimentos 11. Ciudades y comunidades sostenibles ISO 37120 (indicadores urbanos)

3. Salud y bienestar

4. Educación de calidad

5. Igualdad de género

6. Agua limpia y saneamiento ISO 13485 (dispositivos médicos) ISO 21001 (sistemas de gestión para organizaciones educativas) ISO 26000 (responsabilidad social) ISO 24516-1 (redes de distribución de agua potable) 12. Producción y consumo responsables

13. Acción por el clima

14. Vida submarina

15. Vida de ecosistemas terrestres

7. Energía asequible y no contaminante

8. Trabajo decente y crecimiento económico

9. Industria, innovación e infraestructura ISO 50001 (gestión de la energía) ISO 45001 (seguridad y salud en el trabajo) ISO 50501 (gestión de la innovación) 16. Paz, justicia e instituciones sólidas

17. Alianzas para lograr los objetivos

Fuente: Elaboración propia a partir de Gasiorowski-Denis (2018a) Serie ISO 14020 (etiquetado ambiental) ISO 14080 (metodologías sobre acciones climáticas) ISO 21070 (protección del entorno marítimo) ISO 14055-1 (combatir la degradación y desertificación del suelo) ISO 37001 (gestión contra el soborno) ISO 44001 (relaciones comerciales colaborativas)

Las organizaciones comprometidas con los ODS, dependiendo de su actividad principal, tenderán a integrar en su modelo organizativo unas normas internacionales por encima de otras. Por ejemplo, aquellas organizaciones comprometidas que tengan una actividad marítima, como buques mercantes, tratarán de integrar,

por ejemplo, la norma ISO 21070 (protección del entorno marítimo). En cambio, otras organizaciones cuya actividad esté vinculada a la educación, tenderán a integrar la norma ISO 21001 (sistemas de gestión para organizaciones educativas). No obstante, la base de todo ello debe partir de un SGC bien implementado, en base a la norma ISO 9001. De acuerdo con AENOR (2015b), en su apartado de generalidades, la adopción de un SGC es una decisión estratégica que puede ayudar a una organización a mejorar su desempeño global y proporcionar una base sólida para el desarrollo de iniciativas sostenibles. Por ello, a partir de la adopción de la norma ISO 9001:2015, las organizaciones pueden paulatinamente integrar otras normas con estructuras similares, como la ISO 14001 que ayuda a las organizaciones a lograr objetivos medioambientales y económicos, y operar de una manera más amigable con el entorno (Fonseca y Carvalho 2019). También podrían integrar la norma ISO 45001:2018 de seguridad y salud en el trabajo, buscando reducir costes, por ejemplo, al impedir que se den situaciones perjudiciales en la salud de los trabajadores que supongan pérdidas de días de trabajo, pagos por parte de los seguros y, en general, pérdida de la calidad del producto (Albrechtsen, Solberg y Svensli 2019). El desarrollo e integración de esas normas se desarrolla en el capítulo siete.

En resumen, es posible con la integración de algunas de las normas ISO, generar situaciones positivas o de (win-win) y de valor, tanto para la organización como para los grupos de interés. Es decir, con la integración de algunas de las normas ISO vistas en la tabla 4.4 la organización es capaz de alcanzar desempeños sostenibles en el tiempo mediante el incremento de eficiencia y eficacia en sus procesos, la promoción de un entorno seguro y de un clima laboral positivo, generando relaciones duraderas con los clientes y otros grupos de interés, mejorando su imagen de marca, etc. A su vez, este esfuerzo repercute positivamente en la sociedad, y, en definitiva, en aquellos ODS establecidos en la Agenda 2030. A continuación, en la ilustración 4.16 vemos un ejemplo en la cadena de hoteles Hilton, que integran la ISO 50001 (gestión de la energía) con la norma ISO 9001 e ISO 14001, y a su vez, establecen planes integrales con los ODS.

Maxime Verstraete, vicepresidente de Responsabilidad Corporativa y Cumplimiento de ADA en Hilton.

La energía suele ser el segundo costo operativo más grande de un hotel, tras la mano de obra; Hilton tiene una larga historia en la gestión cuidadosa del consumo energético en toda su gama mundial, desde la redacción de los manuales de gestión de la energía de Hilton en la década de 1970. Siempre pusimos un gran énfasis en la reducción de nuestro consumo de recursos, y en 2008 desarrollamos LightStay, nuestra propia plataforma de medición de la responsabilidad corporativa. LightStay permite a cada uno de los 5.400 hoteles de Hilton controlar su huella ambiental en más de doscientos parámetros asociados a la sostenibilidad. [...]

El apoyo desde las máximas instancias siempre ha sido vital en nuestra gestión de la energía y nuestro desempeño. La publicación ISO 50001:2011 suscitó en la dirección el interés de aprovechar el sistema de gestión de LightStay para obtener la certificación. Ya teníamos las certificaciones ISO 9001 (gestión de calidad) e ISO 14001 (gestión ambiental), de modo que conocíamos bien los beneficios que nos podía aportar una nueva norma ISO. Tras la remodelación de LightStay, logramos en 2014 la certificación ISO 50001 para toda la oferta. [...] ISO 50001 nos ha ayudado sin duda a garantizar un planteamiento de gestión de la energía uniforme en todos los establecimientos. Los ahorros han sido considerables: hemos recortado la intensidad de energía en un 20,6 % y la intensidad de carbono en un 30,0 % respecto de 2008. También estimamos que hemos ahorrado el equivalente de mil millones de dólares por operar con más sostenibilidad. [...] En mayo de 2018, nos marcamos la ambiciosa meta de doblar nuestro impacto social y recordar a la mitad nuestra huella ambiental en 2030 dentro de nuestro programa de responsabilidad corporativa, Travel with Purpose. Un gran componente de este compromiso son nuestras metas de carbono de base científica, alineados con los niveles de reducción del carbono estipulados en el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Tenemos la satisfacción de ser la primera gran marca hotelera en tener metas de gases de efecto invernadero homologados por la Science Based Targets initiative (SBTi), un organismo independiente que fomenta estas metas de base científica como forma potente de impulsar la ventaja competitiva de las empresas en la transición a una economía de bajo carbono.

Ilustración 4.16. Hilton se apunta al verde. Fuente: Elaboración propia a partir de Gasiorowski-Denis (2018a)