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Control biológico de enfermedades de plantas

Ing. Agr. Gabriela Caballero Mairesse Analista. La Clínica Vegetal USC
No todos los hongos, ácaros, bacterias, nematodos, virus e insectos son perjudiciales para los cultivos agrícolas. Realmente, algunos de ellos son tan benéficos que demostraron ser muy convenientes al ser adicionados en los planes de manejo de integrado, pues mejoran la sanidad del cultivo, ayudando a reducir costos con vistas a la sustentabilidad de la producción.
El control biológico es un fenómeno que ocurre espontáneamente en la naturaleza, en el que las diferentes poblaciones de seres vivos se reducen a causa de otros organismos, denominados enemigos naturales. Hoy en día, esta interacción es una técnica válida y eficaz en las producciones agrícolas, ya que puede ser utilizada exclusivamente en producciones orgánicas o mismo, integrándose al plan de manejo complementando a las técnicas convencionales, este caso va ganando espacio gracias al desarrollo de nuevas tecnologías e investigaciones.
Sin embargo, las técnicas empleadas en la actualidad son resultado de series de observaciones de situaciones que ocurrían naturalmente y por consiguiente, experimentaciones. En cuanto a las enfermedades de plantas controladas por agentes biológicos, los reportes se remontan a inicios del siglo XIX, pues se inició como ciencia gracias a Carl von Tubeuf, padre de la Fitopatología en Europa, quien publicó en 1914 el libro Control biológico de las enfermedades fúngicas de las plantas, utilizando por primera vez el término ¨control biológico¨ (Maloy & Lang, 2003). Luego, Sanford (1926), comprobó que técnicas que mejoraban las condiciones del suelo para estimular a microorganismos saprófitos controlaron a patógenos, como el caso de la sarna de la papa causada por la bacteria Streptomyces scabies. Como otros relatos de experimentos que involucran a la esterilización del suelo, y la adición del patógeno y del agente saprófito. Por otra parte, Weindling (1934) relató el parasitismo ejercido por Trichoderma spp. sobre hongos de suelo, experimentando sobre el control de Rhizoctonia solani, entre otros patógenos. De esta forma, el control biológico se afianzó a medida que las investigaciones con hongos, bacterias, virus, etc., prosperaban a lo largo del tiempo, y tanto fue así que actualmente, es común tener a disposición productos de origen biológico incluso de renombradas empresas, algunos muy comunes son los a base de Bacillus y Trichoderma.
Ahora bien, es importante entender la forma en la se dan las interacciones biocontrolador-patógeno. Toda acción de un agente biológico proviene de interacciones directas o indirectas entre los organismos benéficos y los fitopatógenos. Los diversos mecanismos de biocontrol son complejos, y son constantemente influenciados por las condiciones ambientales como también, por la presencia de otros microorganismos. El biocontrolador puede entrar en contacto con el fitopatógeno de forma física, mediante una interacción directa o antagonismo directo o mismo, involucrar la síntesis de compuestos antimicrobianos, así como también la competencia por agua, luz, espacio y nutrientes. En cuanto que, la interacción indirecta puede ocurrir mediante la resistencia inducida en la planta hospedera o mismo por la adición de materia orgánica en el suelo para estimular la actividad antagonista contra el patógeno. Cabe destacar que, un antagonista es un microorganismo con potencial para interferir

Pruebas invitro para control biológico de patógenos en plantas ph: Ing. Gabriela Mairesse