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11-5-2020 Bécquer Rima VII, Del salón en el
Quísolo Dios y fue: ¡gloria a su nombre! Todo se terminó, recobro aliento: ¡Ángel de las venganzas!, ya eres hombre… ni amor ni miedo al contemplarte siento. Cayó tu cetro, se embotó tu espada… Mas, ¡ay!, cuán triste libertad respiro… Hice un mundo de ti, que hoy se anonada y en honda y vasta soledad me miro. ¡Vive dichoso tú! Si en algún día ves este adiós que te dirijo eterno, sabe que aún tienes en el alma mía generoso perdón, cariño tierno. Gertrudis (Tula) Gómez de Avellaneda, (1814-1873)
De Poesías, 1850
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Para oir el poema musicado por Vicente Monera, pulsar aquí
Lunes, 11 de mayo de 2020
Bécquer: Rima VII, Del salón en el...
Bécquer ha tenido la mala suerte de que le leyeran adolescentes cursis que proyectaban en él su cursilería, pero es un gran poeta; el primer poeta moderno de España. Hay un concepto básico del Romanticismo que aparece en esta rima y que se emplea actualmente sin darnos cuenta de su origen: EL GENIO. El artista es único, original, obedece solo a su subjetividad y disputa a Dios la capacidad de crear. No imita, retrata o descubre la realidad, sino que la crea. La inspiración romántica es la voz de los dioses que se expresa a través del genio. Como todo gran poema, puede ser interpretado en una clave más actual. Por ejemplo, a Julio Anguita le gustaba mucho esta rima porque interpretaba que igual que en un arpa duerme una música infinita, en cada persona hay infinitas capacidades que esperan la mano de nieve que sepa arrancarlas. Explicaba que por eso se dedicó a la enseñanza y a la política..