1 minute read

19-3-2020 Miguel d'Ors Pequeño testamento

y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno.

Te toco con la punta de mi seno y con mi soledad desamparada; y acaso sin estar enamorada; me desordeno, amor, me desordeno.

Advertisement

Y mi suerte de fruta respetada arde en tu mano lúbrica y turbada como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada, cuando voy en tu boca, demorada, me desordeno, amor, me desordeno.

Carilda Oliver Labra

Jueves, 19 de marzo de 2020

Miguel d'Ors: Pequeño testamento

Puede suceder, ¡ojalá!, que la crisis del coronavirus cambie nuestro sistema de valores y coloque lo humano por delante del beneficio.

El siguiente poema es un ejemplo de la herencia que me gustaría dejar a las generaciones venideras

Pequeño testamento

Os dejo el río Almofrey, dormido entre zarzas con mirlos, las hayas de Zuriza, el azul guaraní de las orquídeas, los rinocerontes, que son como carros de combate, los flamencos como claves de sol de la corriente, las avispas, esos tigres condensados, las fresas vagabundas, los farallones de Maine, el Annapurna, las cataratas del Niágara con su pose de rubia platino, los edelweiss prohibidos de Ordesa, las hormigas minuciosas,

This article is from: