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23-5-2020 Antonio Machado Es una tarde cenicienta y mustia

Estaba todo aquello que se debía hacer... Dicen que silenciosas las mujeres han sido De mi casa materna... Ah, bien pudiera ser... A veces a mi madre apuntaron antojos De liberarse, pero se le subió a los ojos Una honda amargura, y en la sombra lloró. Y todo eso mordiente, vencido, mutilado Todo eso que se hallaba en su alma encerrado, Pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

Para oir el poema en la voz de Elba, pulsar aquí Alfonsina Storni (1892-1938)

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De Irremediablemente, 1919

Sábado, 23 de mayo de 2020

Antonio Machado: Es una tarde cenicienta y mustia

El Romanticismo había descubierto que el paisaje sirve para expresar el estado de ánimo. Machado siente predilección por elementos del paisaje que se relacionan con la angustia existencial: "aquí la tarde cenicienta y mustia", en otros poemas: las hojas secas, lo otoñal, lo crepuscular... etc. El poema presenta dos momentos de una reflexión íntima sobre un malestar, una angustia que ha acompañado al poeta desde niño y que tiene dos causas: la "nostalgia de la vida buena" y la "soledad". Las dos comparaciones: "Como perro..." Como el niño perdido..." son muy machadianas... y muy originales en su sencillez. La razón de la soledad se aclara en el último verso: "Siempre buscando a Dios entre la niebla". Es muy curioso que la católica España ha sido incapaz de producir una literatura religiosa de calidad si no es entre sus heterodoxos.

Es una tarde cenicienta y mustia…

Es una tarde cenicienta y mustia, destartalada, como el alma mía; y es esta vieja angustia que habita mi usual hipocondría. La causa de esta angustia no consigo

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