Recopilatorio 29 de septiembre

Page 1

CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 29 de septiembre 2021



Sep - 27 - 2021

HAY UNA MUJER. Contra la destrucción de la Naturaleza. Austria, Viena

PALABRAS DE LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS EN OCASIÓN DE LA MARCHA CONTRALA DESTRUCCIÓN DE LA NATURALEZA. En Viena, Austria. En voz de la compañera Libertad, el día 24 de septiembre del 2021. Buenas tardes. Ésta es nuestra pequeña palabra en una pequeña historia:

Hay una mujer. No importa el color de su piel, porque tiene todos los colores. No importa su idioma, porque escucha todas las lenguas. No importa su raza y su cultura, porque en ella habitan todos los modos. No importa su tamaño, porque es grande y sin embargo cabe en una mano. Todos los días y a todas horas esa mujer es violentada, golpeada, herida, violada, burlada, despreciada. Un macho ejerce sobre ella su poder. Todos los días y a todas horas, ella viene a nosotras, nosotros, nosotroas. Nos muestra sus heridas, sus dolores, sus penas. Y sólo le damos palabras de consuelo, de lástima. O la ignoramos. Tal vez como limosna le damos algo para que cure sus heridas. Pero el macho sigue su violencia.


Nosotras y ustedes sabemos en qué terminará eso. Ella será asesinada y con su muerte morirá todo. Podemos seguir dándole sólo palabras de aliento y medicinas para sus males. O podemos decirle la verdad: la única medicina que puede curarla y sanarla por completo, es que enf rente y destruya a quien la violenta. Y podemos también, y en consecuencia, unirnos a ella y pelear a su lado. A esa mujer nosotros los pueblos zapatistas la llamamos: “madre tierra”. Al macho que la oprime y la humilla, pónganle el nombre, el rostro y la f igura que ustedes quieran. Nosotros los pueblos zapatistas llamamos a ese macho asesino con un nombre: capitalismo. Y hemos llegado hasta estas geografías para preguntar, para preguntarles. ¿Vamos a seguir pensando que con pomadas y calmantes se solucionan los golpes de hoy, aunque sabemos que mañana será más grande y profunda la herida? ¿O vamos a pelear junto con ella? Nosotras las comunidades zapatistas hemos decidido luchar junto a ella, por ella y para ella. Es todo lo que podemos decirles. Muchas gracias por escucharnos. Viena, Austria, Europa, Planeta Tierra. 24 de septiembre del 2021.


Vacunas transgénicas: experimento masivo en favor de trasnacionales Silvia Ribeiro* - La Jornada 25 de septiembre de 2021

La vacunación contra el SARS-CoV-2, causante del Covid-19, alcanzó en septiembre de 2021 un promedio de 44 por ciento de la población mundial. En realidad sólo una veintena de países ha vacunado de 60 a 80 por ciento de su población, mientras en África no llega a 3 por ciento. Un apartheid de vacunas, le llaman organizaciones sociales y gobiernos. Refleja una situación de desigualdad sistémica, ya que las trasnacionales farmacéuticas, con el apoyo de sus gobiernos sede, principalmente en Europa y Estados Unidos, han causado la escasez de vacunas para mantener mercado, altos precios y poder de negociación (https://tinyurl.com/3pcdz88k). Hay otros aspectos también muy preocupantes. La mayoría de las vacunas aplicadas son transgénicas, con procesos de elaboración nóveles, que nunca se habían usado en seres humanos. Por ejemplo las que usan ARN modificado (Pfizer-BioNTech y Moderna) o ADN vectorizado por adenovirus modificados (AstraZeneca, Janssen, Sputnik V y CanSino). Otras vacunas aplicadas en América Latina son Sinovac y Sinopharm (chinas, públicas). Esas usan métodos convencionales probados por décadas. Son nuevas para Covid y tienen algunos efectos secundarios, pero no conllevan los altos riesgos e incertidumbres de las vacunas transgénicas. Las vacunas producidas en Cuba (en instituciones públicas) usan métodos biotecnológicos, pero no son transgénicas, sino basadas en métodos probados por más de 15 años. Desde el principio de la pandemia, las trasnancionales farmacéuticas afirmaron que sus nuevas vacunas genéticas serían más efectivas y estarían disponibles mucho más rápido que otras. Sin 3


embargo, a medida que avanzó el experimento sin precedente de inocular a cientos de millones de personas con vacunas corporativas transgénicas, varias empresas, ya con su mercado establecido, reconocieron que sus porcentajes de efectividad son menores que los alegados. Incluso algunas vacunas transgénicas podrían tener menor nivel de efectividad que las convencionales. Por otro lado, la “gran diferencia de tiempo” para disponer de vacunas convencionales, que en diciembre 2020 se argumentó “esencial” para iniciar la vacunación “prometiendo a la gente que sería el boleto de salida de la pandemia”, apenas fue de un par de meses. Resumiendo, no existió ninguna razón objetiva, salvo afirmaciones vacuas e intereses comerciales, para exponer a millones de personas a los riesgos e incertidumbres de vacunas transgénicas: se podrían haber desarrollado vacunas con métodos convencionales, tanto públicas como privadas. Algo que habría facilitado que muchos más países e instituciones nacionales pudieran producir y distribuir vacunas más ágilmente. Sobre los riesgos de las vacunas transgénicas, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza en América Latina (UCCSNAL) acaba de publicar un pronunciamiento y un extenso artículo científico de revisión bibliográfica que plantea elementos que se deben tener en cuenta para la evaluación de riesgos de las nuevas vacunas de ARN modificado y/o adenovirus recombinantes contra SARS-CoV-2 (https:// tinyurl.com/3b5xcsym). Entre otros aspectos, el artículo plantea los impactos potenciales a corto y largo plazos de las vacunas transgénicas. Se basa en un centenar de artículos científicos y en el análisis de los efectos adversos a vacunas reportados en Estados Unidos y otros países. Uno de los efectos graves con vacunas de ADN vectorizadas son coagulopatías y trombosis, a los que se ha agregado el síndrome

4


de Guillain-Barré (parálisis) y el aumento del riesgo de contraer VIH. Las vacunas de ARN se han asociado, entre otros, a riesgos de efectos inflamatorios multisistémicos y miocarditis. En el caso de la Pfizer, puede haber también reacciones posteriores causadas por el uso de nanolípidos como vectores, que al ser nanopartículas, no son reconocidas por el sistema inmunológico y se pueden acumular en diferentes órganos. Estudios científicos han mostrado en ratones de laboratorio la presencia de ARN modificado en múltiples órganos y no sólo en el lugar de inoculación. Los reportes de efectos adversos, incluyen varios miles de muertes que podrían estar relacionadas a vacunas transgénicas, cuya vinculación causa-efecto es difícil de establecer, aunque se considera probable si ocurre dentro de los 3 días posteriores a la vacunación y en relación a los efectos antes mencionados. Si bien es cierto que el porcentaje de efectos adversos graves reportados es un porcentaje mínimo en relación con cientos de millones de personas vacunadas, existiendo alternativas vacunales y otros tratamientos posibles, no se debería haber expuesto a nadie, mucho menos a miles de personas, a esos riesgos. Las estadísticas indican que la vacunación ha reducido la mortalidad y hospitalización, pero también las vacunas con metodologías convencionales. Tampoco está claro cuánto dura la inmunidad con las vacunas, por lo que de todos modos es un enfoque limitado, que se ha impuesto a despecho de considerar seriamente tratamientos más integrales y fuera del control de las empresas. A dos años de la debacle múltiple que ha provocado esta pandemia, es hora de un debate mucho más amplio sobre todos sus aspectos, incluso sus causas y qué ciencia y otros enfoques necesitamos para fortalecer nuestros sistemas inmunológicos personales, como comunidades y sociedades. * Investigadora del Grupo ETC

5


Guerra y caos arriba; resistencia y dignidad abajo

Raúl Zibechi - La Jornada - 24 de septiembre de 2021 Desde la distancia no se pueden aportar análisis tan precisos y ajustados como los que aparecen en el comunicado del EZLN, del 19 de setiembre, “Chiapas al borde de la guerra civil” (https://bit.ly/3krmlH6). Tampoco un bordado de datos como los que integran el artículo de Luis Hernández Navarro, “El infierno chiapaneco” (https://bit.ly/3ksil9l). Sólo quisiera enmarcar la agresión a las bases de apoyo zapatistas, en particular, y a los pueblos originarios de Chiapas y de otras geografías, en general, en la estrategia de “guerra perpetua” definida por el Pentágono, que se despliega en estos momentos con una tremenda capacidad destructiva. La contrainsurgencia ha mutado tanto como la guerra. En Vietnam, el Pentágono creó las “aldeas estratégicas”, donde encarceló a 8.5 millones de campesinos, 55 por ciento de la población total de Vietnam del Sur (https://bit.ly/3kwjmxm). Era la forma de aislar a la guerrilla para evitar que se moviera como “pez en el agua”, según el aserto de Mao. En las guerras actuales no se trata de “quitarle el agua al pez”, como se hizo hasta la derrota de Estados Unidos en el sudeste asiático, sino de enturbiar y envenenar el agua, para que nadie pueda vivir en paz, y así el capital sigue destruyendo “creativamente”, territorios y pueblos, para seguir acumulando. Lo primero a tener en cuenta es que la guerra dejó de ser un medio para convertirse en un fin. Antes las guerras pretendían derrotar enemigos para instalar una paz que permitiera la continuidad y fluidez de la acumulación de capital. Ahora la guerra es el fin, porque el capital acumula despojando, robando, destruyendo. Los ingenieros de la guerra, los que tienen una visión más clara y 6


descarnada de las necesidades del capital y del imperio, para seguir siendo el poder dominante, no andan con vueltas. El teniente coronel Ralph Peters, en un texto diáfano como “Constant conflict” (Conflicto constante), publicado en la revista militar Parameters en 1997, enseña la brutalidad conceptual del Pentágono (https://bit.ly/39pEHBY ). La democracia es apenas “esa hábil forma liberal de imperialismo”. Peters recomienda la guerra sucia para mantener la dominación, y destaca que “no habrá paz”, ya que “durante el resto de nuestras vidas habrá múltiples conflictos en formas mutantes en todo el mundo”. La “guerra perpetua” del Pentágono busca “mantener el mundo seguro para nuestra economía y abierto a nuestro asalto cultural”, con un ejército bien informado capaz de “negar ventajas militares a nuestros oponentes”. Es evidente que cuando el capitalismo se convirtió en sinónimo de guerra, el pensamiento militar es el que define los modos de actuar y los pasos a seguir. No se le puede negar precisión y lucidez a estos análisis, por más que resulten repugnantes. La “guerra perpetua” busca eliminar porciones enteras de la población, a la que consideran sobrante, como ha sido analizado por el subcomandante Marcos, en el texto “¿Cuáles son las características fundamentales de la IV Guerra Mundial?”, hace ya más de dos décadas (https://bit.ly/3hSKwfS). Que la guerra se haya convertido en el fin del sistema, cambia las cosas de raíz. El mejor escenario para comprender la “guerra perpetua” es Siria, donde no hay potencias mejores ni peores, ni regímenes o gobiernos aceptables; donde las milicias kurdas defienden a su pueblo de un amplio espectro de enemigos: desde los ejércitos de Turquía y Siria hasta las bandas del Estado Islámico y otros grupos terroristas. Como en Chiapas, estos grupos no surgieron espontáneamente, sino arropados por el Estado, sostenidos por los más diversos gobiernos, incluso por los que se denominan progresistas. Senci7


llamente, porque son formas sistémicas de dominación, o sea los modos de mantener a los capitalistas en el lugar de mandones. Asumir que la guerra será para un largo periodo histórico, plagado de tormentas sistémicas, supone decidir el tipo de organización y las formas de lucha adecuadas a esta nueva situación. Si la guerra busca instalar el caos, debemos ser principio de orden y claridad en nuestros territorios. Si quieren instalar la muerte de pueblos y de geografías, defendamos la vida en todo tiempo y lugar. Por supuesto que los gobiernos progresistas no comprenden el peligro, porque sueñan con poder gobernar a las mafias narcoparamilitares. No perciben que esas mafias están dispuestas a enfilar sus armas contra esos mismos gobiernos que miran para otro lado, mientras disparan contra los pueblos. Cuando adviertan el error, será demasiado tarde. Entre los de abajo, lo primero es la cohesión comunitaria y el apego a los territorios en resistencia. Aunque elegimos transitar el camino de la lucha pacífica, no somos pacifistas, no renunciamos a defendernos. En cierto momento hace falta un “tatequieto”, un ya basta colectivo que ponga las cosas en su sitio. El potente comunicado del EZLN nos alerta de la cercanía de esos momentos. Cada quien, en su geografía, estamos alertados.

Carta a mamá sobre mi encuentro con los perpetradores de su desaparición

Alicia De Los Ríos Merino - La Jornada - 22 de septiembre de 2021 Jefita: hoy, 22 de septiembre, es tu cumpleaños. De pequeña, al soplar las velas del pastel, rogaba poder abrazarte. Te pensaba estudiando lejos, hasta que me confesaron que eras presa política. No comprendí qué era. Te imaginé prisionera en una cárcel como las de las películas, en la que los policías no tenían cara. 8


La esperanza de visitarte duró hasta mi adolescencia, pero nunca te trasladaron a una cárcel normal ni te liberaron ni te conocí. Desde que fuiste detenida y desaparecida el 5 de enero de 1978 por pertenecer a la Liga Comunista 23 de Septiembre, mi tía Martha y mi abuela te buscaron de manera errática. Estudié derecho para hallarte. En 2002, tu madre Alicia, tu hermana Martha y yo, acompañadas por el Centro Prodh, denunciamos penalmente tu desaparición ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp). Durante los siguientes años revisamos una y otra vez el fondo documental de la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Lloramos al ver tu fotografía detenida. Leímos tu interrogatorio en el Campo Militar número 1, imaginándote herida. Nos aprendimos las declaraciones de tus compañeros Mario Álvaro Cartagena López, Amanda Arciniega Cano y Alfredo Medina Vizcaíno, quienes te vieron o escucharon en sedes militares entre 1978 y 1980. Insistimos a la Femospp que rindieran cuentas quienes te detuvieron, te torturaron y te han mantenido desaparecida. Pero el Estado no estuvo a la altura y prevaleció la amnistía de facto. Los encuentros con posibles responsables de tu desaparición y la de tus compañeros han ocurrido por la búsqueda de nuestras familias. Así conocí a dos militares que parecían buenos, pero que participaron en la contrainsurgencia. Traté al general Luis Montiel López, encargado de la quinta Zona Militar en Chihuahua hasta 1994. Años después me enteré de que colaboró con Mario Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo en Guerrero. ¿Por qué no lo supe entonces, para preguntarle sobre tu traslado a la base aérea de Pie de la Cuesta en mayo de 1978? El otro militar fue el médico Juan Altamirano Pérez, quien declaró a la CNDH que atendió un parto tuyo en la prisión de Santa Martha Acatitla después de 1978. Platiqué con él en 2002 y concluí que mentía. No hay indicios de que hayas permanecido en una prisión pública ni de que estuvieras embarazada. Luego 9


supimos que trabajó para Arturo Durazo Moreno y lo llamaban Doctor Muerte. Sus declaraciones pueden haber sido una estrategia de distracción. Lamento que en esos encuentros no supiera quiénes eran mis interlocutores. Por ello estudié historia, intentando comprender el rompecabezas en que se convirtió nuestra vida. A 19 años de la denuncia hemos localizado a agentes involucrados en tu detención, interrogatorios y traslados. Pese a sus esfuerzos para permanecer en las sombras, logramos que la FGR los cite a declarar. El primero fue citado el 22 de julio. El ex agente –estatura y complexión regular, setenta y tantos años, ropa de marca– estaba sentado con ojos de desconcierto. Como en mis fantasías, parecía no tener rostro. Al verlo, la Lichita que deseó visitarte en la cárcel me tomó la mano, nerviosa. La consolé: “es una cita impostergable con uno de los que posiblemente se llevaron a mamá”. Estuvimos cara a cara ocho horas. Agradecí su asistencia y pedí colaboración para esclarecer tu paradero. En el interrogatorio, estalló defendiendo el honor de su institución, cuestionando por qué les consideramos “culpables de todo”. ¿Cómo no pensarlo?, respondí, cuando en informes con sus firmas comunicaron a sus superiores cuando detenían, interrogaban o ejecutaban a alguno de ustedes, jefita. ¿Cómo no pensar que saben su paradero? Sigue pensándose patriota e impune. No toleraba que nos refiriéramos a ustedes como víctimas de graves violaciones a derechos humanos. El ex agente rompió el juramento de conducirse con la verdad: negó sus funciones en la DFS e insistió en que nada supo de la guerra sucia. Lo que desconocía, jefita, es que, aunque mienta, nos sobra perseverancia. 10


Pese al ocaso de la DFS, los pac­t os de silencio persisten, pero in­ sistiremos en que rindan cuentas. Es posible, como en otros países, que la proximidad de su muerte, la conciencia del daño causado en la reserva de mínima humanidad que tengan o el mensaje que generan medidas como la decisión de revisar el periodo con una comisión de la verdad influyan en que algún perpetrador rompa el silencio. Es nuestra obligación intentarlo y no cejaremos. Hoy celebraremos tus 69 años. Pediré el deseo de siempre: encontrarte. Por ti y por la Lichita que te esperó siempre. *Hija, abogada e historiadora; investiga sobre juventudes, insurgencias y comunidades de víctimas de desaparición forzada

Cambio climático: la urgencia de una agenda relegada

Mario Patrón - La Jornada - 23 de septiembre de 2021 Diversos acontecimientos meteorológicos han marcado la agenda mediática en las últimas semanas. Las inundaciones por los desbordes del río Tula, en Hidalgo, y el río Lerma, en el estado de México; el desborde de la presa Zimapán, que amenaza a los estados de Querétaro, Hidalgo, San Luis Potosí y Veracruz; las inundaciones en Aguascalientes; las afectaciones del huracán Grace en Veracruz, y al mismo tiempo, los mínimos históricos de captación de agua del sistema Cutzamala, encargado de proporcionar agua al valle de México, que este año ha registrado una captación aproximadamente 20 por ciento menor que el promedio histórico, no obstante las intensas lluvias registradas. La escasez de agua pluvial es una pauta que se viene arrastrando desde años anteriores, pues en 2020 se registró uno de los años con menores precipitaciones, cuya continuación derivó en la sequía histórica que vivimos durante el primer semestre de 2021 a escala 11


nacional, que se ha convertido en la más grave de las últimas tres décadas, según las mediciones. Además, 2020 fue el segundo año más caluroso desde que se tiene registro en México, lo que llevó a constatar, con base en cifras de la Conagua, que México es uno de los países más afectados por el calentamiento global, pues aquí se ha observado un aumento promedio en la temperatura de 1.4 grados, cifra superior al aumento medio global en 2020. El panorama mundial no es menos desolador. Recientemente, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, externaba su preocupación a través de un informe de seguimiento a los Acuerdos de París, firmados por 191 países, pues mientras en ellos se pactó actuar para una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en 13 por ciento hacia 2030 con respecto de 2015, la previsión actual, de acuerdo con el comportamiento de emisiones, apunta a que éstas, por el contrario, se incrementarán 16 por ciento hacia 2030. Esta semana, Guterres subrayó, durante su intervención en la apertura de la Asamblea General, el estado de emergencia por el que atraviesa el mundo, al asegurar que “nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestra vida”, de entre las cuales la socioambiental ocupa un lugar preponderante. Con el cambio climático sucede lo mismo que con la pandemia: no bastan las acciones individuales para contrarrestar una problemática de carácter global, transversal y estructural. La economista alemana Maja Göpel ha señalado en reiteradas ocasiones la importancia de poner en el centro el cuestionamiento sistémico del modelo desarrollista que promulga una mayor explotación y extractivismo como fuente de riqueza y desarrollo para los países, reproduciendo así una lógica depredadora sobre los bienes comunes, que alteran significativamente el equilibrio ecológico. Göpel señala que el énfasis actual de la agenda ecologista se ha centrado en pequeños ajustes al modelo económico y las formas de consumo, pero hace falta un enfoque de transformación sistémica que interrelacione y armonice las dimensiones sociales, económicas y ecológicas mediante una política global activa, pro12


positiva y preventiva; no una reaccionaria, como ella califica a las políticas actuales sobre esta problemática. Visto así, el enfoque sobre cambio climático ha sido un cúmulo de buenas intenciones en la agenda global, pero se ha mantenido subordinado a las políticas económicas cortoplacistas que procuran religiosamente el crecimiento económico a costa de la destrucción del territorio y patrimonio natural. Esta mirada minimiza los efectos desgarradores de un cambio climático provocado por las potencias y las élites, pero que es padecido por el planeta entero, y principalmente por los más vulnerables. El Banco Mundial, conspicuo promotor, por cierto, del modelo desarrollista, advirtió en un reciente informe que, hacia 2050, 17 millones de latinoamericanos habrán tenido que emigrar por los efectos del cambio climático. Las sequías y las devastadoras temporadas de lluvias volverán cada vez más rentable abandonar el campo en búsqueda de trabajo en la ciudad, provocando la pérdida de la soberanía alimentaria, la inflación de la canasta básica, y la pérdida de autonomía de los pueblos sobre sus tierras. Con 30 defensores ambientales asesinados en 2020, y un aumento de 67 por ciento de la violencia contra las personas defensoras de la tierra y el ambiente respecto de 2019, México se ha vuelto el segundo país más peligroso del mundo para estos activistas. Frente a ello, resulta aún más contrastante la apuesta del actual gobierno en favor de proyectos desarrollistas basados en las energías fósiles, que lucen como una expresión anacrónica que reincide en considerar al cambio climático y la depredación ambiental como un mal necesario, dando la espalda a las evidencias que demuestran que es una de las principales causas estructurales del incremento de la desigualdad, la pobreza, las pérdidas agropecuarias del norte y centro del país, el incremento de la violencia y conflictos territoriales en el sureste mexicano, e incluso, el aumento del flujo migratorio por el país. No basta la generación de acuerdos globales. La reducción de emisiones y la transición a energías limpias son ciertamente necesarias, pero reducir la agenda climática a estos puntos equivale a no 13


reconocer los efectos de un modelo desarrollista que nos acerca cada vez más a un punto sin retorno. Es urgente emprender acciones radicales, de alcance estructural, ya no para alentar la narrativa en favor de un crecimiento y desarrollo insostenibles de las economías emergentes, sino para impulsar la sostenibilidad en todos las dimensiones y niveles de nuestra vida como humanidad; ello implica dejar de considerar a las sequías e inundaciones que azotan con más frecuencia a nuestro país como “desastres naturales”, sino entenderlos como desastres socioambientales provocados por el modelo hegemónico desarrollista, que ha permitido la acumulación de poder económico exorbitante en muy pocas manos y ha generado desigualdades sociales escandalosas e inadmisibles.

La guerra contra las drogas es una guerra contra las mujeres pobres y racializadas Alicia Alonso Merino - Desinformemonos - Ventanas 27 septiembre 2021

Desde que en el año 1971 el presidente norteamericano Richard Nixon proclamara la “guerra contra las drogas”, las políticas prohibicionistas basadas en la represión de la producción, el tráfico y la distribución, así como la criminalización del consumo de ciertas drogas, nunca han producido los resultados esperados. Ni se ha acabado con la oferta, ni con el tráfico, ni con la demanda. Además, las consecuencias de esta “guerra” han sido desastrosas: produce 111 veces más muertes que las que se producen por el consumo de todas las sustancias prohibidas juntas a nivel mundial. En América Latina, la guerra contra las drogas y, por consecuencia, el fortalecimiento de los mercados ilegales, ha tenido como correlato el aumento de la violencia por el control de los territorios, la inestabilidad y la corrupción. Los grupos criminales organizados no sólo se dedican al narcotráfico, sino que monopolizan el tráfico de migrantes, la trata de personas, el fraude fiscal, lavado de capitales y los delitos contra la propiedad. 14


La respuesta penal para resolver el problema de salud pública que suponen las drogas, se ha demostrado ineficaz en todas las partes, y ha producido un incremento masivo de las personas encarceladas a nivel mundial. Desde el año 2000, esta población se ha acrecentado en un 20% en todo el mundo. Pero este crecimiento es todavía mayor entre las mujeres, ya que mientras el total de la población reclusa masculina se incrementaba en un 18%, la femenina aumentaba en un 50%. A la mayoría de las mujeres encarceladas se les aplican sólo dos grandes tipos penales de los más de 500 que recogen los Códigos Penales occidentales: aquellos vinculados con la propiedad privada y aquellos contra la salud pública. Gran parte de ellas están presas por delitos no violentos vinculados al tráfico de drogas ilegalizadas, castigados por leyes extremadamente punitivas y con penas desproporcionadas. Por ejemplo, en Argentina, Brasil, Costa Rica o Perú más del 60% de las presas lo están por delitos relacionados con las drogas. Por lo tanto, el uso de la cárcel como respuesta frente a las drogas está afectando de forma selectiva a las mujeres. Por otro lado, existen algunos grupos más propensos a ser objeto de criminalización, como son las mujeres extranjeras, indígenas, afrodescendientes y personas de orientación sexual, identidad o expresión de género diversas, que están sobrerrepresentados en las prisiones. ¿Porqué las mujeres se incorporan al mercado ilegalizado de drogas? Entre otras razones, debido a la condición de precariedad y mayor dificultad de acceso al empleo que enfrentan. Este representa un nicho de trabajo relativamente fácil, aunque también arriesgado de obtener recursos. En este mercado, ellas se encargan de dos tareas fundamentales: la venta al menudeo/microtráfico en las grandes ciudades y hacer de correo o transportistas de pequeñas cantidades. Como resulta imposible perseguir todos los delitos que recoge el Código Penal, las policías ejercen un poder selectivo sobre las personas y criminalizan a quienes tienen más a mano, son más fáciles de atrapar y ponen menos reparos en su captura. Los prejuicios 15


sexistas, racistas, clasistas y xenófobos, van configurando en el imaginario colectivo una fisonomía de las personas que delinquen que se ve reforzado por las agencias de comunicación y al que las policías obedecen. De esta manera, las mujeres con menores oportunidades laborales y que, a pesar de todo, permanecen en sus casas reproduciendo sus mandatos de género, son un objetivo fácil de captura y flagrancia cuando se dedican a la venta al menudeo en sus hogares. Aquellas que se dedican a transportar la droga introducida en su cuerpo, también son fácilmente presas en flagrancia, por hechos que requieren poca investigación policial. Todas estas detenciones son muy útiles para incrementar las estadísticas de aprensión de las policías. Otra cuestión a tener en cuenta es que estas mujeres no forman parte de la dirección de las organizaciones de tráfico, ni se encuentran entre las líderes de estos grupos, sino que forman parte del último y más precario eslabón de la cadena del tráfico, cuya mano de obra es altamente descartable y reemplazable. Su encarcelamiento tiene una incidencia nula en la cadena de la comercialización. Cuando una mujer es detenida, al día siguiente hay otra realizando su mismo trabajo. Dentro de esta economía informal e ilegal, ellas continúan siendo explotadas por el “mercado”. El encarcelamiento y la estigmatización que supone, afectan de forma diferente a las personas recluidas por delitos de drogas, según criterios como el sexo, la identidad sexual, la condición étnica o la situación socioeconómica6. Además, las consecuencias del encarcelamiento se extienden más allá de la prisión y de la condena misma, ya que el paso por la cárcel empobrece y genera mayor exclusión social. En el caso de las mujeres que son madres y cuidadoras- como es la situación de la mayoría de ellas-, las consecuencias sociales se multiplican al afectar a toda las personas cuidadas y a la comunidad donde habitan. La política de drogas prohibicionista y represiva, unida a una selectividad penal sexista, clasista y racista ha hecho que sean las mujeres en situaciones de exclusión y empobrecimiento las más afectadas 16


por esta guerra. Ellas pagan con su cuerpo la cuota de encarcelamiento comprometida por los países en los acuerdos internacionales, convirtiendo, como decía la criminóloga feminista Chesney-Lind, la guerra contra las drogas en una guerra contra las mujeres. Precisando sus palabras, contra las mujeres pobres y racializadas. Para acabar con esta situación es necesario cuestionarse el paradigma prohibicionista y cambiar el enfoque de la política de drogas. Necesitamos opciones y alternativas que tengan en cuenta las consecuencias desastrosas de esta ofensiva. Necesitamos igualmente planteamientos viables sobre la descriminalización de todas las drogas a nivel internacional, su regulación a nivel estatal, el derecho al auto-cultivo, la promoción de los usos tradicionales de las plantas prohibidas y el impulso de programas de reducción de daños. Acabemos con todas las guerras, incluida la de las drogas.

Los desechos del Estado

Javier Sicilia - Proceso - 24 de septiembre de 2021 Tanto potencialmente para los ciudadanos de este país como para los "desplazados" y los "migrantes", el estado de excepción –que esencialmente era una suspensión temporal del orden jurídico y de los derechos de los ciudadanos y de los seres humanos– es una realidad de la vida en México Para Rodrigo Morales Vázquez, uno más de los cientos de miles. En su intento por descifrar al Estado, Giorgio Agamben habla de una figura del derecho romano arcaico llamada homo sacer (“El hombre sagrado”), un ser que, abandonado de la protección del Estado, cualquiera podía matar impunemente. Al ser expulsado de su contexto social, político y cultural, ese “hombre”, dice Agamben, se volvía una vida nuda, una vida al margen. 17


Más acá del profundo análisis de Agamben sobre esta figura en la historia de Occidente, es posible decir que en México todos los seres humanos nos hemos vuelto “hombres sagrados” en potencia. Pese a tener legalmente nuestros derechos humanos preservados en la Constitución, hoy en día cualquiera puede extorsionarnos, secuestrarnos, torturarnos, destazarnos, desaparecernos, y el crimen quedará impune. Para el Estado mexicano no somos, como ciertas fracciones de seres humanos lo fueron para el nazismo, objetos de experimentación o, para el sovietismo, parte de una tarea histórica o, para el llamado neoliberalismo, residuos. Somos simplemente desechos potenciales en la apresurada marcha de esa cosa amorfa llamada Cuarta Transformación. Para saberlo no es necesario reiterar la existencia de miles de fosas clandestinas, de miles de kilos de masa humana enterrados en muchos predios del país, de decenas de masacres, de centenas de miles de homicidios, feminicidios y desapariciones, de territorios tomados por poderes fácticos a lo largo de estos últimos 15 años. Hay que ver simplemente el cinismo con el que, por ejemplo, el poder soberano de nuestros gobernantes escatima medicinas para el cáncer y envía a nuestros niños a hacinarse en esas celdas carcelaria llamadas eufemísticamente “aulas”, mientras les niega su derecho a ser vacunados contra el covid-19 porque “no son población de riesgo”. No importa que cerca de mil niños hayan muerto a causa de la pandemia y 70 mil hayan contraído el virus. La legalidad del poder del Estado dicta sobre la vida nuda de los niños. Hay, sin embargo, otros seres que expresan de forma más cruda esa condición: los “desplazados” y los “migrantes”. Los primeros, a diferencia de los niños o de ciertas víctimas de la violencia, al menos tienen la posibilidad de manifestar su enojo e intentar revertir su condición de vida nuda mediante vericuetos jurídicos; éstos se encuentran en una indefensión mayor. Despojados de cualquier posibilidad de ser protegidos por el Estado, tienen que abandonar sus tierras presionados o perseguidos por poderes fácticos que el Estado consiente o forman ya parte de él. Según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos hay, desde 2006 18


a la fecha, más de 400 mil de ellos, muchos de los cuales deambulan como perros por los territorios de la nación. Los segundos, los “migrantes”, son en toda la extensión del sentido vida nuda. Huyendo de sus países donde, como cualquier “hombre sagrado”, han sido abandonados a la violencia, en el nuestro se vuelven “ilegales”, gente “fuera de la ley”. Con ellos, el Estado no sólo abdica de protegerlos, se permite, bajo el eufemismo de la “contención”, ejercer todo tipo de violencias, desde insultos, golpes y patadas, como vimos recientemente en los noticiarios, hasta violaciones, extorsiones, despojos, que ocultan la ausencia de un sistemático seguimiento por parte de los medios de comunicación. Muchos de esos “hombres sagrados”, tratando de evitar la violencia del Estado, entran a territorio mexicano a través de rutas clandestinas dominadas por el crimen organizado, donde serán sometidos a la extorsión, a la esclavitud o a la desaparición sin que a nadie importe. Tanto potencialmente para los ciudadanos de este país, como, de una manera más radical, para los “desplazados” y los “migrantes”, el estado de excepción –que esencialmente era una suspensión temporal del orden jurídico y de los derechos de los ciudadanos y de los seres humanos– es una realidad de la vida política y social en México. Despojados de los derechos, que sólo están inscritos de manera inoperante en los ciudadanos, unos y otros nos encontramos fuera de la protección del Estado. Somos, cuando la desgracia nos cae encima, los que “se lo buscaron”, las “bajas colaterales”, los “jodidos”, los “indeseados”, los desechos humanos que sólo importan al Estado cuando alcanzan a ser mediáticamente focalizados, y no precisamente para ser tratados como sujetos de derecho, sino para controlar los daños que la develación de su presencia causa al Estado. Llegados allí, a lo único a lo que un ser humano puede aspirar es a errar, como un personaje de Kafka, de ventanilla en ventanilla, en busca de una justicia imposible, a sobrevivir en las márgenes como lo hacen la mayoría de los desplazados o, en el caso de los “migrantes”, a ser deportados o encerrados en campos de concentración con la falsa promesa de que algún día se les dará un papel que los reconozca como seres susceptible de derechos que en situaciones límite se volverán derechos inoperantes. 19


Quizá con la 4T el Estado mexicano llegó al límite de sus contradicciones. Será necesario replantear todo poniendo en el centro al ser humano. De no hacerlo, lo que vendrá será siempre peor. Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a todos los presos políticos, hacer justicia a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales, esclarecer el asesinato de Samir Flores, la masacre de los LeBarón, detener los megaproyectos y devolverle la gobernabilidad a México.

Organizarse para no morir de la covid-19 Kau Sirenio - Pie de Página - Voz de Lluvia - Tatyi Savi 22 septiembre, 2021

La pandemia de covid-19 recordó a las comunidades indígenas que sólo les queda organizarse para cuidarse por sí solas, porque del Estado mexicano no se puede esperar nada Cuando el gobierno federal anunció la puesta en marcha de la fase 2 de la contingencia de la covid-19, las comunidades indígenas acordaron en asambleas comunitarias medidas de seguridad sanitaria para protegerse de la pandemia. La desconfianza de las comunidades indígenas hacia instancias de gobierno los llevó a crear sus medidas de contención. No fue fácil, porque la pobreza y la migración lograron romper el cerco sanitario. En las comunidades ñuu savi del municipio de San Luis Acatlán, se realizaron asambleas comunitarias para tomar acuerdos con respeto a las medidas sanitarias que se dictaron desde el centro del país sin información en lenguas indígenas. Ante la imposición gubernamental se organizaron por su cuenta para cuidarse ante el abandono del Estado mexicano. No había de otra para las comunidades ante la pandemia que amenazaba a la población indígena, resistir o morir por la co20


vid-19. Así que los asambleístas cerraron sus fronteras y ordenaron que los visitantes y estudiantes que viven en Chilpancingo, Acapulco, Guadalajara, Puebla y Ciudad de México tomaran las medidas antes de llegar con sus familiares. Las medidas consistían en chequeo médico en el centro de salud, además los visitantes tuvieron que aislarse en cuarentena para no contagiar a los adultos mayores, los que estaban en peligro. Los sabios de la comunidad, los ancianos que sirvieron a su pueblo estaban ante el peligro de la pandemia. Con una población de 3 mil 700 habitantes, Cuanacaxtitlán cerró sus accesos con guardia comunitaria y estableció las medidas para contener el contagio. En esta comunidad se dedican a la agricultura y en pequeña escala a la ganadería. La mayoría vive gracias a las remesa de más de 2 mil paisanos que emigraron a los Estados Unidos, mientras que los demás se encuentran en los campos agrícolas de Sinaloa, Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Nuevo León, Sonora, Baja California, Baja California Sur; y en menor medida a la zona urbana de Estado de México y Ciudad de México. Mientras que en la carretera Marquelia-Tlapa que bordea la montaña de Guerrero se instalaron puestos de revisión y sanitización. Las medidas de cuidado ante la pandemia se tomaron en cada asamblea comunitaria. Así las cosas, las comunidades indígenas han sobrevivido a múltiples epidemias producto de la invasión española en México. Casi en todos esos casos en la historia de México, las mujeres jugaron un papel medular en el cuidado y combate de las enfermedades. Sin embargo, la medicina tradicional que las mujeres practican pocas veces se les reconoce: sin dinero ni estudios universitarios, las mujeres se han enfrentado a las olas de contagios que les permitieron perfeccionar el cuidado de los enfermos desde la herbolaria. Pero, no todas corrieron con suerte, varias de ellas cayeron en el combate de la epidemia. 21


Un día platiqué con mi mamá, María Pioquinto, para saber un poco más de la epidemia que ella vivió en la comunidad donde nací. En esa conversación me aseguró que años atrás no sabía de qué se morían los de Cuana (así le decimos de cariño a Cuanacaxtitlán): “En 1976 murieron alrededor de 50 niños por la epidemia de sarampión, un año después pasó la tosferina a rematar a los pocos sobrevivientes que quedaban de sarampión” me contó. De 70 años, María habla de otro ataque epidemiológico en Cuana: “En 1990, murieron muchas personas en el pueblo, creo que fue por el cólera que atacó a señores de edad, recuerdo que esa vez el centro de salud no daba abasto, porque eran muchos los enfermos, diario había campanada de luto”. Esta comunidad ñuu savi sobrevivió a las plagas: de langostino en 1930; la de nigua (Afecta principalmente la piel de los pies) en 1940; y la de piojillo blanco en 1960. Pero, tuvieron que palear el hambre comiendo raíces de árboles, porque no había comida, la escasez de maíz fue más brutal que la de covid-19. “En ese entonces –agrega María Pioquinto–, no había forma de contener las enfermedades o las plagas; al sarampión lo atacaban con mezcal y aceite de oliva, a la tosferina con sangre de iguana; pero a las plagas como la de nigua y piojillo sólo con el agua caliente y cal. Hasta que en 1978 tuvimos el centro de salud, sólo así pudimos acabar con estos males”, recuerda. Con el cierre de los caminos intercomunitarios y las vigilancias permanentes por los miembros de la Policía Comunitaria, las comunidades quedaron incomunicadas, pero lograron sobrevivir a la primera oleada de la pandemia gracias a las remesas que recibieron de sus familiares que viven en los Estados Unidos. Así la historia, a las comunidades sólo les queda organizarse para cuidarse por sí solas, porque del Estado mexicano no se puede esperar nada. Ni siquiera información clara en lengua materna de las poblaciones indígenas. 22


Adiós al comodín de la ‘objeción de conciencia’ Celia Guerrero - Pie de Página - 22 septiembre, 2021

Al plantear que la ley no establece límites ni lineamientos para que la objeción de conciencia pueda ser ejercida “sin poner en riesgo los derechos humanos de otras personas”, la SCJN reconoce e invalida una carta comodín que ha sido utilizada mañosamente para negarnos derechos A estas alturas, la decisión de la Suprema Corte de Justicia mexicana que declaró inconstitucional la penalización del aborto en los estados de Coahuila y Sinaloa, más las implicaciones a nivel nacional de la sentencia, ya no es noticia sino historia. El asunto ha sido sobre analizado por mejores periodistas que yo, así que si son de las pocas personas que apenas se enteran y quieren acercarse más al tema, o simplemente quieren escuchar un análisis profundo y preciso de la importancia del hecho, les recomiendo el episodio de El hilo en el que entrevistan a Lucía Lagunes. Después de esta votación los ministros se siguieron con la discusión de Ley General de Salud, en específico de la llamada ‘objeción de conciencia’ del personal médico y de enfermería. Era necesario que lo hicieran si consideramos que la amplitud del término —más la moral enferma de ciertos médicos— ha derivado en la negación de derechos, sobre todo, a niñas y mujeres. En concreto, lo que se analizó en la Suprema fue el artículo 10 bis, adicionado a la Ley General de Salud en mayo de 2018, donde textualmente se establece que el personal podrá “excusarse de participar en la prestación de servicios”. Por ‘servicios’ podrían entenderse muchos, cualquiera del personal médico y de enfermería en la ley, pero la objeción de conciencia se vincula directamente al tema del aborto porque en la práctica es uno de los argumentos más utilizados por quienes no solo se ‘excusan’ de prestar atención médica, sino que al rehusarse a la interrupción de embarazos niegan el derecho a la salud de niñas y mujeres. 23


Historias de menores de 15 años embarazadas, víctimas de violación, a quienes ilegalmente les han negado el derecho a interrumpir sus embarazos como está establecido en la ley federal, abundan en los estados conservadores, donde la objeción de conciencia ha sido un arma de misóginos escudados en la supuesta protección de la vida —no la de las niñas, queda claro. En marzo de 2019, en Xalapa, Veracruz, la organización Equifonía acompañó el caso de una menor de 13 años, embarazada a raíz de la violación por un hombre de su familia, a la que se le negó el acceso a un aborto primero en una clínica y luego en el Centro de Atención Especializada. A pesar de que los papás de la niña denunciaron la violación, el hospital determinó —según sus propios criterios— que el embarazo excedía las 12 semanas en los que podían practicar legalmente el aborto, señalaron que tenía 13 semanas, y la familia tuvo que trasladarse a la Ciudad de México, con apoyo de la organización, para realizarlo en una clínica privada. La historia la documentó la reportera Georgina Zerega y en su texto señala algo aún más indignante y cínico: los convenios de la Secretaría de Salud estatal con albergues católicos a los que envían a las niñas y jóvenes embarazadas después de obstaculizarles el acceso a un aborto. Veracruz es uno de los —hasta ahora— cuatro estados del país en los que se despenalizó la interrupción del embarazo a la semana de embarazo 12. Recién, en julio de 2021, el Congreso local derogó y reformó los artículos del Código Penal para que dejara de ser un delito en el estado. Sin embargo, aún cuando el aborto deja de ser un delito bajo ciertas circunstancias, no significa que los derechos de las niñas y mujeres estén asegurados. El uso a conveniencia de la objeción de conciencia es un claro ejemplo. Así que, al plantear que la ley no establece límites ni lineamientos para que la objeción de conciencia pueda ser ejercida “sin poner 24


en riesgo los derechos humanos de otras personas” e invalidar el dichoso artículo, el tribunal reconoce e invalida una carta comodín que ha sido utilizada mañosamente para negarnos derechos. Ahora es el Congreso de la Unión quien deberá reformar la Ley General de Salud y asegurar una partida realmente justa.

Libertad y justicia para sobrevivientes de la masacre de Aguas Blancas Zósimo Camacho - Revista Contralínea - 24 Sep 2021

Este viernes, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recibió en sus manos una carta firmada por la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y familiares de cuatro sobrevivientes de la masacre de Aguas Blancas. El documento, del cual esta columna posee copia, expone brevemente los casos de Antonio Barragán Carrasco, Gilberto Aguirre Bahena, Orlando Ávila Mesino y Gerónimo Hernández Refugio, quienes sobrevivieron a la matanza pero siguieron siendo perseguidos y, desde hace 20 años, recluidos en diferentes cárceles bajo acusaciones fabricadas. Al mismo tiempo, de manera respetuosa, el documento advierte al presidente del grave riesgo de que –usando las propias palabras del titular del Ejecutivo– la burocracia de los tres Poderes y los tres niveles de gobierno, ese “elefante mañoso y anquilosado”, haga naufragar una política de justicia, bandera de la 4T: la liberación de los injustamente presos. Como se recordará, la masacre se perpetró el 28 de junio de 1995 en el vado del río Aguas Blancas, Guerrero. México y el mundo se horrorizaron, primero, al conocerse el saldo de 17 muertos y decenas de heridos; y, luego, al darse a conocer un video que mostró cómo se suscitaron los hechos. 25


El crimen de Estado ocurrió cuando, en tres camionetas, integrantes de la OCSS se dirigían a un mitin a Coyuca de Catalán. En el trayecto, de terracería y junto al río, fue detenida la primera camioneta con unos 60 campesinos. Los elementos policiacos que cerraron el paso obligaron a las personas a bajar del vehículo y tirarse bocabajo. También detuvieron a la segunda camioneta y ordenaron apearse a los ocupantes. En ese momento abrieron fuego contra los campesinos inermes. La tercera camioneta frenó su marcha al escucharse la balacera. Los autores de la matanza, elementos de las policías Motorizada y Judicial del estado de Guerrero, reportaron “un enfrentamiento” con integrantes de la OCSS; colocaron armas junto a los cuerpos, y aseguraron que la agresión había sido iniciada por los campesinos. La difusión de un video que mostró cómo ocurrieron realmente los hechos echó abajo esa primera versión oficial. Desde entonces, el crimen cometido bajo el gobierno estatal de Rubén Figueroa Alcocer y del federal de Ernesto Zedillo Ponce de León, está impune. Un año después, en ese mismo lugar, haría su presentación pública el Ejército Popular Revolucionario (EPR). La persecución continuó contra la OCSS. Quienes sobrevivieron a la masacre fueron perseguidos, acosados y, en muchos casos, obligados al destierro. Otros fueron ejecutados extrajudicialmente. Decenas de familias tuvieron que desplazarse de manera forzada. Y también a algunos más se les encarceló con delitos fabricados y confesiones obtenidas por medio de tortura. Son los casos de Antonio, Gilberto, Orlando y Gerónimo. Que los cuatro fueron sometidos a salvaje tomento ha sido ya acreditado por organizaciones defensoras de derechos humanos. Por ello, solicitan que formalmente se les aplique el Protocolo de Estambul sobre tortura, castigos y tratamientos crueles, inhumanos o degradantes para demostrar que sus “confesiones” fueron obtenidas bajo suplicio. 26


La persecución contra la OCSS fue dirigida personalmente por Genaro García Luna, entonces coordinador de Inteligencia para la Prevención, una sección de la Policía Federal Preventiva creada con cuadros, como él, formados en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). La obsesión de García Luna con la OCSS inició en este organismo de inteligencia civil del Estado mexicano, al que ingresó en 1989 y donde se desempeñó como responsable de Contrainteligencia y Terrorismo. Su fanatismo contra todo lo que significara organización popular o campesina, y que él inmediatamente consideraba “insurgencia”, se mantuvo a su paso por la PFP y luego lo llevó a la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), cuando se convirtió en su primer titular. Sus “investigaciones” contra estos cuatro luchadores sociales se basaron en la tortura no sólo de ellos sino, incluso, de quienes los acusaron. El decreto por el que el gobierno federal promueve la liberación de los injustamente presos podría quedar en meras buenas intenciones y liberar apenas a algunas personas. La mayoría están acusados de delitos graves y les han fabricado numerosas “pruebas”. Tales condiciones los descartarían para ponerlos en libertad. Las víctimas de la masacre de Aguas Blancas, la OCSS y el campesinado mexicano aún aguardan justicia por ese crimen de Estado continuado desde 1995. Podría empezarse por liberar a Gilberto, Antonio, Orlando y Gerónimo, injustamente presos. Estaremos pendiente a la respuesta que el presidente dé a la carta. Fragmentos Ojalá la advertencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) encuentre oído atento en el gobierno federal. La disputa por el poder en 2024 ya ha iniciado y Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, juega claramente a incendiar el estado. El “fuego amigo” al interior del propio partido del presidente podría desencadenar hechos irreparables. Los zapatistas han apostado por la paz desde el fin de los combates en 1994. Todas sus 27


iniciativas han estado encaminadas en encontrar alternativas a la violencia. Las agresiones, incentivadas desde el gobierno estatal y que incluyen asesinatos y secuestros contra dirigentes y bases de apoyo zapatistas desde hace meses, han llegado al límite. El reinicio de la guerra en Chiapas sería el fin de sexenio y de la 4T.

Un verano con l@s zapatistas [en Slumil kajlemk’op]

Rocío Martínez Ts’ujul - Comunizar - Escuchar y aprender Una montaña en alta mar partió en barco desde México con una delegación zapatista que desembarcó en el viejo continente el mes de junio 2021. Desde entonces se multiplican los encuentros con los actores y las actoras de las luchas en Europa. Una travesía por la vida, ha sido el modo de nombrar una improbable aventura iniciada con desembarque en Vigo el 22 de junio pasado por el escuadrón 421con cuatro compañeras: Lupita, Carolina, Ximena y Yuli, dos hombres Bernal y Felipe, una companeroa, Marijose(1). Tod@s, Zapatistas de raíz maya, no solo declararon a través de la voz de Marijose, a este continente Slumil kajlemk’op (Su Tierra Rebelde, que no claudica, ni se rinde), sino que vinieron a realizar lo que en la modernidad y el desarrollo cada vez es menos recurrente: ESCUCHAR y APRENDER. Esperando la llegada en Europa de la grande Delegación de 177 zapatistas (que llega en septiembre por pequeños grupos y en distintos lugares), el Escuadrón 421 ha llevado la presencia y la escucha colectivas de los pueblos zapatistas a distintos actos en los que ha participado este verano en el viejo continente. El 24 de julio por ejemplo, participó en la marcha por el derecho a la vivienda de las personas “sin papeles” en el barrio de Montreuil (Sein-Saint-Denis), en los suburbios de París. Este 28


fue un acto de hermanamiento con l@s migrantes donde a ritmo de tambores se improvisaron cantos que reunieron las consignas de zapatistas y migrantes cantando junt@s: “les zapatistes avec les sans papiers, les sans papiers avec les zapatistes”, durante el trayecto que se realizó, haciendo presencia en los lugares donde vive la gente en peligro de desalojo. Así la delegación zapatista pudo decirles tanto a ell@s como a tod@s los que luchan abajo y a la izquierda que no estan sol@s para enfrentar la enfermedad mas peligrosa del mundo contemporáneo: el capitalismo. En este mismo espíritu, la comitiva femenina del Escuadrón 421 con Lupita, Carolina, Ximena, Yuli y Marijose participó a finales de julio en el Encuentro Europeo de mujeres, personas trans, inter y no binarias: Muchas luchas para vivir un corazón para luchar, en la ZAD de Notre Dame des Landes (2). Las cinco zapatistas del Escuadrón femenino fueron invitadas para descubrir la ZAD- NDDL, su historia de lucha, sus proyectos, sus lugares de cultivo. (3) Después, en cada mesa: de la palabra, de cine, de talleres, de teatro, de coros de voces, de movimientos, espacios sonoros, en el ritual de Ixchel (diosa de la medicina, tejedora y curandera) . Ahí escucharon a quienes llevaron, ponencias, denuncias, quejas, desacuerdos, frustraciones, testimonios de luchas en distintas geografías. Todo grabaron con sus celulares en imágenes y sonidos para poder compartir “con nuestros pueblos”, según dijeron, pero también para “aprender”. Su participación al final del encuentro, fue un acto desconcertante de silencio prolongado, esa fue su palabra, con la que dio conclusión su presencia en el evento como una invitación a escuchar. Otro punto culminante de esta «invasión» zapatista fue el 13 de agosto, en Madrid, donde el Escuadrón 421 llego para afirmar: “no nos conquistaron» – 500 años después de la toma de México- Tenochtitlan por Hernán Cortés. Una marcha partía de la Puerta del Sol donde los siete miembros del Escuadrón tenían lugar a bordo de una embarcación (sobre ruedas) prestada por una cofradía de los barrios madrileños participantes de la organi29


zación del viaje por la vida. Múltiples contingentes de diferentes países acompañaron este momento histórico, que terminó con la lectura a siete voces del comunicado titulado «Apenas 500 años después», abriendo el inicio de una historia al revés: Porque, después de tantos años, hemos aprendido que en cada disidencia, en cada rebeldía, en cada resistencia, hay un grito por la vida. Y, según nosotros los pueblos zapatistas, de eso se trata todo: de la vida. Y, cuando un día cualquiera, alguien les pregunte “¿a que vinieron los zapatistas?”, juntos podremos responder, sin pena para ustedes y sin vergüenza para nosotras, “vinieron a aprender”. 500 años después, las comunidades zapatistas vinieron a escucharnos.

Ayotzinapa. ¡Nos faltan 43!

Rocío Moreno - Desinformémonos Historias de vida en las luchas de México - 24 septiembre 2021 Para el próximo domingo 26 de septiembre, serán siete años de la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. ¡Cuánto dolor! Y, sobre todo, ¡cuánta Rabia! Desde aquella noche de septiembre en 2014, estos jóvenes nos han mostrado un escenario de horror, uno donde el ejército, el Estado y el crimen organizado trabajaron juntos. La necropolítica que inunda a nuestro querido México lo vemos en todos los espacios y rincones del país. 43 43 43 43

estudiantes familias sueños desapariciones

Si tuviéramos que caracterizar a Ayotzinapa, tendríamos que decir que es rural; que existe una escuela normalista, donde se pre30


paran cientos de jóvenes para ser los futuros maestros que van hacia las comunidades lejanas, pobres de México; En sus paredes están dibujadas los rostros de Lucio Cabañas, Emiliano Zapata, Marx y cuantos más pensadores y activistas que han desafiado lo impuesto; Además de prepararse para trabajar en el mundo rural, hacen comunidad; saben de la importancia y el poder del pueblo. Después de la desaparición de los 43 estudiantes, parece que más jóvenes han buscado este espacio para fortalecerlo y caminarlo como lo estrían haciendo los 43 estudiantes. ¿Qué nos está enseñando Ayotzinapa? A organizarnos: Ante la desaparición de los jóvenes normalistas, comenzaron a organizarse cientos de marchas masivas en todos los estados de México. La indignación y dolor que se sentía, movilizo a millones de personas en México. Estas marchas tumbaron fronteras y hubo también movilizaciones en Estados Unidos, Europa, América Latina. La indignación y la organización se extendió. A denunciar y exigir: Estas marchas contienen consignas claras “F UE EL ESTADO”, “VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS”. La razón por lo que no hay forma de no exigir justicia para Ayotzinapa es por que quien se llevó a los jóvenes, fueron uniformados de gobierno que los subieron a vehículos oficiales, no se trataba de la historia donde llega un auto sin placas con gente encapuchada ¡No!, ahora veíamos en un video como eran patrullas oficiales los que tenían a los 43 jóvenes. Es por eso, que la única petición ha sido que los regresen con vida, ya que así se los llevaron. A romper el silencio y la indiferencia: El largo recorrido que han hecho las familias de los 43 estudiantes para comunicar los hechos que hizo el Estado, el ejercito y el crimen organizado a sus hijos, ha sido fundamental para eliminar la indiferencia que nos paraliza como sociedad. Después de siete años, ellos siguen hablando y denunciando este crimen. Este recorrido lo han logrado con la ayuda de cientos de personas y colectivos que saben que es importante que el silencio y la indiferencia se derribe. 31


A sembrar: En estas reuniones que han sido desde un auditorio de alguna universidad, hasta la plaza publica de una comunidad pequeña, es que han salido las voces de personas que están en la búsqueda de sus familiares. Las familias de Ayotzinapa han cobijado y han sido voz de cientos de familias anónimas que no sabia nombrar la ausencia de sus seres queridos. Las familias de Ayotzinapa son sembradores de la digna rabia. A trasformar el dolor en digna rabia: Las marchas, foros, reuniones, plantones por la aparición de los 43 normalista, han sido dolorosas. Las lagrimas de las madres, padres, abuelos, hermanos, familia son inevitables. No solo las familias lloran, llegue a presenciar marchas y auditorios donde los que escuchábamos llorábamos junto a ellxs. El dolor y llanto colectivo están ahí siempre, aún después de siete años. Pero también esas familias nos enseñaron que el dolor lo tenemos que cargar y utilizar para encontrarlos y buscar la justicia que necesitamos. ¡Que digno es Ayotzinapa! Lo mínimo que podemos hacer, es no olvidar las lecciones que nos están dando estas familias y sumarnos a la exigencia de la aparición de los 43 estudiantes. ¡Nos faltan 43!

32



RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 29 de Septiembre


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.