Recopilatorio 17 de noviembre

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CAMINOS DE LA AU TONOMÍA BAJO LA TORMENTA 17 de noviembre



Gallinas

del anarquista Rafael Barrett, Paraguay, 1910. "Mientras no poseí más que mi catre y mis libros, fui feliz. Ahora poseo nueve gallinas y un gallo, y mi alma está perturbada. La propiedad me ha hecho cruel. Siempre que compraba una gallina la ataba dos días a un árbol, para imponerle mi domicilio, destruyendo en su memoria frágil el amor a su antigua residencia. Remendé el cerco de mi patio, con el fin de evitar la evasión de mis aves, y la invasión de zorros de cuatro y dos pies. Me aislé, fortifiqué la frontera, tracé una línea diabólica entre mi prójimo y yo. Dividí la humanidad en dos categorías; yo, dueño de mis gallinas, y los demás que podían quitármelas. Definí el delito. El mundo se llenó para mí de presuntos ladrones, y por primera vez lancé del otro lado del cerco una mirada hostil. Mi gallo era demasiado joven. El gallo del vecino saltó el cerco y se puso a hacer la corte a mis gallinas y a amargar la existencia de mi gallo. Despedí a pedradas al intruso, pero saltaban el cerco y aovaron en la casa del vecino. Reclamé los huevos y mi vecino me aborreció. Desde entonces vi su cara sobre el cerco, su mirada inquisidora y hostil, idéntica a la mía. Sus pollos pasaban el cerco, y devoraban el maíz mojado que consagraba a los míos. Los pollos ajenos me parecieron criminales. Los perseguí, y cegado por la rabia maté a uno. El vecino atribuyó una importancia enorme al atentado. No quiso aceptar una indemnización pecuniaria. Retiró gravemente el cadáver de su pollo, y en lugar de comérselo, se lo mostró a sus amigos, con lo cual empezó a circular por el pueblo la leyenda de mi brutalidad imperialista. Tuve que reforzar el cerco, aumentar la vigilancia, elevar, en una palabra, mi presupuesto de guerra. El vecino dispone de un perro decidido a todo; yo pienso adquirir un revólver. ¿Dónde está mi vieja tranquilidad? Estoy envenenado por la desconfianza y por el odio. El espíritu del mal se ha apoderado de mí. Antes era un hombre. Ahora soy un propietario".


El gran viraje

Gustavo Esteva - La Jornada - 15 de noviembre de 2021 “No más bla bla bla”, dijo Greta Thunberg hace una semana en la Conferencia COP26 en Glasgow. “No más explotación de la gente, la naturaleza y el planeta.” En lo que significó un viraje fundamental en su campaña, advirtió que el cambio no vendrá de gobiernos y corporaciones, sino de la propia gente. Greta tenía ocho años cuando dejó de comer y de hablar y perdió 10 kilos en unos días. No podía resistir el silencio e indiferencia de todo mundo ante la cuestión climática que le había comenzado a obsesionar. Le diagnosticaron una forma de autismo y empezó su campaña solitaria ante el parlamento sueco. Continuó por meses y años con gestos e iniciativas que inspiraron impresionantes movilizaciones, las cuales ejercieron múltiples presiones sobre gobiernos e instituciones internacionales. En ese proceso, a lo largo de una década, Greta aprendió, como millones de personas, que los gobiernos saben bien cómo ignorar las exigencias populares para continuar su camino de destrucción al servicio del capital, profundizando las desigualdades que combaten sólo en la retórica. Finalmente, Greta dejó de ver hacia arriba. Está ya en otra cosa. Como se vio claramente en Glasgow, Greta no está sola en su rebelión. Los activistas no fueron a la Conferencia a presentar demandas a los gobiernos o a los políticos. Fueron para escucharse entre sí y para tejer acuerdos de acción. En nombre de la organización Futuros Indígenas, por ejemplo, 15 brillantes mujeres estuvieron muy activas en Glasgow. Su mensaje era claro. “Los que están adentro de la conferencia deberían aprender a callar y a escuchar a las mujeres indígenas. Deberían poner fin a la simulación. No necesitamos el desarrollo. Sabemos cómo vivir en nuestros territorios.” Como Greta, Re Cabrera empezó desde la primaria su activismo sobre género y clima. En 2019 participó en la organización de la Tercera Huelga Climática Mundial. Ahora, a los 19 años, llegó a 2


Glasgow a continuar su lucha, que combina la cuestión ecológica con acciones contra el racismo y el patriarcado. Le parece indispensable entrelazar la lucha climática con la social. “No vinimos a hablar con los poderosos”, subrayó Mitzi Violeta Cortés, una mixteca de 22 años, “sino a articularnos con otras luchas”. Insistió en que “el cambio vendrá de abajo, no de arriba, de los llamados líderes del mundo”. Con otros muchos jóvenes describió lo que pueden hacer y cómo mucha gente está realizando ya lo que se necesita. “No hay límites a lo que pueden hacer las mujeres”, subrayó Georgina Cortés, que trajo a Glasgow los 200 tejidos en que su organización, Zurciendo el Planeta, había zurcido árboles. “Nunca pensamos que algo no sea posible” (www.zurciendoelplaneta.org). El colapso climático e institucional tiene ya manifestaciones de extrema gravedad: hambrunas de 45 millones de personas; niveles de desnutrición, obesidad y diabetes, que no tienen precedente; agravamiento de la sindemia –enfermedades concurrentes en su contexto social–… La vida cotidiana de toda la gente está afectada por condiciones climáticas radicalmente nuevas, mientras se extingue el clima que teníamos y no se sabe ya si la especie humana podrá sobrevivir. La increíble irresponsabilidad e ineptitud de los gobiernos en la COP26 hizo evidente la profundidad del colapso institucional que padecemos. Aunque genera preocupación y ansiedad en muchas personas, e incluso desesperación, fortaleció un viraje de enorme importancia. Que jóvenes y mujeres hayan tomado el asunto en sus manos y nada esperen ya de sus gobiernos tiene enorme importancia. “Si el mundo espera que la COP solucione sus problemas estamos perdidos”, subrayó Daya Bai, de India. Bajo la convicción de que en la COP26 se seguía cometiendo un terricidio, miles de activistas mostraron el camino que han abierto, en el que participan ya millones de personas. 3


Para reforestar territorios y corazones, las mujeres indígenas organizaron en Glasgow un evento muy especial: “A cura da Terra” (https://curadaterra.org/).Gobiernos y corporaciones, señalaron, “quieren recetar como medicina la misma enfermedad: capitalismo verde, colonialismo incluyente, desarrollo sustentable, extractivismo reciclado”. Saben que ellas, al curar el territorio y el espíritu, “son soluciones vivas a la crisis climática”. Asumieron “la responsabilidad de seguir respirando la vida, de seguir tejiendo entre mujeres indígenas, de seguir existiendo y creando espacios de cura para acabar con la desigualdad estructural que es la raíz de la crisis”. “La supervivencia de la raza humana depende de redescubrir la esperanza como fuerza social”, señaló Iván Illich hace 50 años. Las calles de Glasgow ilustraron en estos días ese redescubrimiento, pero quizá nada lo muestre con tanta claridad como La Travesía de los zapatistas. En cada punto de la Tierra Insumisa, como rebautizaron al viejo continente, se manifiesta cuando llegan la fuerza social de una nueva esperanza, formulada desde abajo por quienes están construyendo un mundo nuevo y se ríen cada vez más del bla bla bla que arriba continúa. gustavoesteva@gmail.com

Nas’uuk. Comerse el mundo

Yásnaya Elena A. Gil - El Pais - 14 Nov 2021 Pocas cosas nos dicen tanto de la diversidad cultural como el complejo entramado que se ha construido en torno de comer Nos incorporamos el mundo. Los vegetales, los animales, las algas, los hongos, las bacterias y los minerales entran a nuestro cuerpo al comer y, en algunos casos, mediante la respiración también; de algún modo, todo eso se transforma en lo que somos. Nuestra vida se convierte en un continuo proceso de ingestión del mundo que nos rodea. Este acto de ingerir elementos 4


del medio ambiente del cual también somos parte está mediado por una amplia gama de rituales culturales y también, específicamente, de rituales lingüísticos. Uno de mis pasatiempos favoritos, cuando tengo oportunidad de viajar a otras geografías, es observar con atención todo lo que se construye alrededor del acto de ingerir los alimentos; pocas cosas nos dicen tanto de la diversidad cultural como el complejo entramado que se ha construido en torno de comer. El verbo mismo que describe el acto de ingerir alimentos se va transformando en las distintas lenguas del mundo. Existen verbos específicos según el momento en el que se toman los alimentos: desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar se ordenan, por ejemplo, de manera cronológica a lo largo del día. Pero esto también va variando aunque se trate del mismo idioma, supe en Colombia que almorzar allá corresponde al acto que en la Ciudad de México correspondería a la comida más copiosa del día. Cuando me mudé a esa misma ciudad me di cuenta que comer huevos es propio del desayuno y que las personas se sorprenden si los comes como cena, cosa que para mí era algo posible y cotidiano. En mixe, mi lengua materna, los verbos cambian según el tipo de comida que se ingiere, además de uuk que se usa para ingerir bebidas, tenemos kay que se utiliza si los alimentos a ingerir son tortillas o pan, jë'kx se usa para comer frutas y verduras, tsu’uts para comer carne, tojkx para alimentos caldosos y pajkx para alimentos que son crujientes. El acto de comer se clasifica según el tipo de alimentos a ingerir y hay que elegir el verbo adecuado en cada situación, los niños pequeños que comienzan a hablar se equivocan a menudo de verbo provocando situaciones hilarantes. Existen también en cada cultura, fórmulas lingüísticas y frases específicas para marcar el inicio y el término del acto de comer. El “provecho” del español mexicano es uno de los más icónicos y tal vez de mis preferidos. Hace algunos años me aconsejaron en cierta ocasión que decirlo en diminutivo, provechito, era un marcador de clase y que debía evitarlo porque se consideraba de mal gusto por lo que decidí usarlo a la menor provocación. 5


Además de la mediación lingüística, el ordenamiento de los platillos es un elemento importante a considerar. El hecho de que la comida se sirviera por tiempos fue una de las sorpresas iniciales que más recuerdo en mis primeras experiencias en la vida urbana, pensé que la sopa era el único plato que se serviría así que traté de comer más pan para no quedarme con hambre aunque después quedé más que satisfecha cuando fueron apareciendo la ensalada, el arroz y un plato, que después me explicaron que era el principal, seguido del postre y el café. Según la tradición culinaria de mi comunidad, también se sirve un plato principal pero los alimentos que lo acompañan no van apareciendo en secuencia sino se colocan al mismo tiempo al alcance del comensal, a estos platos satélites se les llama takä'äny. Cuando leí la descripción de Bernal Díaz del Castillo sobre los hábitos alimenticios de Moctezuma me sentí identificada, platillos principales rodeados de otros alimentos que acompañan en un mismo momento al principal y que se van tomando según la voluntad de cada persona; claro está que la cantidad de platillos satélite de mi casa en nada se podía comparar con la impresionante variedad de los takä'äny que servían a Moctezuma según la versión de Díaz del Castillo. En el nuevo contexto al que me mudé después de salir de mi comunidad, fui aprendiendo que el número de tiempos que tiene una comida puede ser leído como un signo de elegancia. No soy de las personas que rechaza una buena comida pero saber que se servirían muchos tiempos (qué genial que cada platillo en secuencia se llame así) se fue volviendo un motivo de angustia porque eso significaba también la presencia de un gran número de cubiertos que, confieso, aun no termino de entender cómo usar, así que en estas situaciones siempre he tratado de imitar a mis vecinos en la mesa. En este punto, se vuelve también muy relevante el tipo de instrumentos que se utiliza en cada cultura para mediar entre los recipientes y las personas. Algunas semanas atrás leí, en algún espacio que no puedo recordar, que el uso de objetos de fierro para meterse comida a la boca era una costumbre más bien extraña si nos deteníamos a pensarlo un 6


poco. Sufrí también cuando Naomi, una amiga de ascendencia japonesa que conocí en la universidad, intentó, con relativo pero tardío éxito, enseñarme a usar palillos para comer deliciosa comida de Japón. Prometí, a cambio, enseñarle a comer mole oaxaqueño usando pequeños trozos de tortilla como intermediarios entre el plato y la boca o comer mä'ätsy usando solamente los dedos sin quemarse. En la comida tradicional mixe hay también algunos alimentos que precisan el uso de un palito, se busca que sea de árboles y arbustos que no amarguen la comida, y se usa para ingerir guisos que contengan bolitas de masa cocida; son más gruesos y cortos que los palillos orientales así que haberlos utilizado en mi comunidad no me sirvió en absoluto en mis intentos por tomar lonjas de pescado crudo con palillos para remojarlas después en esa deliciosa salsa de soya propia de la comida oriental y luego llevarlas de ahí a mi ansiosa boca. Tiempo después, en un viaje a un pueblo mixteco descubrí con asombro que, para comer, se utiliza una parte específica de una planta que yo conocía como päät, Dasylirion acrotrichum, en su nombre científico. Además de las secuencias en las que se sirven los alimentos, los espacios también son distintos. Antes de la popularidad de las mesas, antaño usábamos tejidos de palma (petates) para sentarnos en el suelo en donde los platillos se servían sobre piedras o tejas exclusivas para ello. Aun ahora, en platillos rituales mixes, la comida no se sirve en la altura de una mesa, más bien hay que colocar el cuerpo cerca del suelo para tomar de ahí los alimentos colocados sobre el fuego que los mantiene muy calientes. La secuencia de los alimentos, el lugar y la disposición en donde se les coloca y el mundo de los objetos que median entre los recipientes y nuestras bocas — metales, palillos, plantas o las propias manos— evidencian la diversidad cultural que atraviesa esa actividad vital que transforma cotidianamente elementos del mundo en cuerpo humano: comer. Sin embargo, además del asombroso despliegue ritual que acompaña esta actividad, se 7


atraviesan otros sistemas, como el racismo, que jerarquizan los hábitos culinarios en deseables, elegantes o despreciables. No niego que usar adecuadamente una gran cantidad de cubiertos de metal sea signo de distinción en algunos círculos sociales pero nadie puede negar tampoco la extrema elegancia y el gran refinamiento de una persona que puede comer mole con las manos sin mancharse la boca, ni la ropa ni las orillas del plato. Yo, por lo pronto, confieso mi incapacidad para ser elegante en ninguna de las tradiciones culinarias que conozco, aunque sigo intentándolo en todas. Mientras lo logro, provechito.

La simulación de la verdad

Javier Sicilia - Revista Proceso - 2 de noviembre de 2021 La simulación es asunto de corruptos, cobardes y traidores. La mal llamada 4T pertenece a ellos, que han hecho que la verdad, la justicia y la paz permanezcan enterradas con los muertos. Durante los procesos electorales que llevaron a AMLO a la Presidencia de la República, Jacobo Dayán y yo nos sentamos con el propio López Obrador en las oficinas de Alfonso Romo. El tema de la reunión era hablar del estado de violencia e impunidad que sufre la nación y proponerle que, de ganar la Presidencia, creara una política de Estado basada en la justicia transicional, que estaba ya en el espíritu de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV ), que el gobierno de Peña Nieto, quien la creó, había abandonado. Se trataba, frente a la inoperancia y los vínculos del Estado con el crimen organizado, de crear, con apoyo internacional, un mecanismo extraordinario de verdad y otro de justicia, para esclarecer los crímenes desde la Guerra Sucia hasta nuestros días, con el fin de transitar de un Estado capturado por el crimen a uno de derechos. AMLO respondió: “Sé cómo abordar los temas urgentes del país, pero de esto no sé nada. Ayúdenme”. “Por supuesto –respondimos–. 8


Si llegas a ganar, con el consenso de las víctimas ponemos a tu disposición un buen grupo de expertos en la materia para crearla”. Con esa agenda, el 8 de mayo de 2018 realizamos, con los candidatos a la Presidencia, el primero de los Diálogos por la Verdad, la Justicia y la Paz, la agenda fundamental en el Museo Memoria y Tolerancia. Con esa misma agenda, el 14 de septiembre de ese mismo año se llevó a cabo, ya con López Obrador como presidente electo, el segundo Diálogo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco. Con esa misma agenda, y como prometimos, un grupo de expertos comenzó a trabajar con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Segob. Pero los documentos surgidos de esas reuniones se archivaron. Como si la tragedia humanitaria que padece México se redujera a los 43 muchachos de Ayotzinapa, sólo se hizo una Comisión de la Verdad –que hasta ahora ha sido inoperante– para atender ese caso. En enero de 2020, a raíz de la masacre de la familia LeBarón, las víctimas marchamos al Zócalo de la Ciudad de México con esos documentos, para exigirle a AMLO que asumiera sus compromisos. La respuesta fue el insulto, el desprecio y la violencia. Ahora que su errática política de verdad, justicia y paz, que se resume en un país militarizado y en un estúpido eslogan: “Abrazos, no balazos”, lo único que ha generado es más horror y muerte, el pasado 6 de octubre la Segob creó la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos de 1965 a 1990. Bajo ese pomposo nombre, que quiere pasar como justicia transicional, se oculta, sin embargo, la misma burda simulación, el mismo fingimiento que AMLO y la Segob no han dejado de manifestar desde que Dayán y yo nos sentamos con AMLO en las oficinas de Romo. Como ya lo han mostrado José Ramón Cossío (El País, 11/10), el propio Dayán (Animal Político, 13/10) y Santiago Corcuera (El Universal, 16/10) –tres expertos en estos asuntos–, dicha Comisión es una pifia que formulo en preguntas: ¿Por qué la 9


arbitraria fecha de esclarecer y juzgar crímenes de 1965 a 1990? ¿Después de esa fecha no los hay? ¿Dónde quedan la verdad y la justicia para los 350 mil asesinatos, las más de 90 mil desapariciones, los más de 30 mil casos de tortura de 2006 a la fecha? ¿Por qué esa Comisión termina sus funciones en 2024? ¿Realmente creen que en tres años van a esclarecer 25 años de crímenes enterrados en el galimatías de la historia y la corrupción política? ¿Qué resultados pueden esperarse de una Comisión de la Verdad donde cinco de sus seis representantes con voto son funcionarios del Estado, es decir del aparato responsable de la violación de los derechos humanos, una Comisión que es juez y parte de los crímenes que pretende esclarecer? ¿Cómo puede funcionar una Comisión cuyo financiamiento es impreciso y en la que cinco personas con carácter independiente, que carecen de voto pero que forman parte “honorífica” de la Comisión, no recibirán “retribución” alguna? Dada la complejidad de la tarea, una Comisión de este tipo requeriría no sólo una política de Estado transexenal, sino el involucramiento permanente de largo plazo de sus miembros y, como señala Dayán, la “participación de cientos de personas que analicen documentos, realicen cientos y cientos de entrevistas para recolectar testimonios; equipos periciales sólidos y de procesamiento de grandes cantidades de información, y equipos de redacción y de revisión, entre otros”. Frente a tales incongruencias, lo único que puede decirse es: “¡No mamen!”. Lo que saldrá de ello es algo semejante a lo que produjo la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado que creó Vicente Fox durante su administración, o la CEAV diseñada bajo la administración de Calderón, creada bajo la de Peña Nieto y desfigurada por la de AMLO, es decir, nada. Sólo una burla más del Estado a las víctimas y al sufrimiento de la nación, una simulación más de la ya larga colusión del Estado con el crimen organizado. La simulación es asunto de corruptos, cobardes y traidores. La mal llamada 4T pertenece a ellos, que han hecho que la verdad, la justicia y la paz permanezcan enterradas con los muertos. 10


Racismo de Estado y guerra contra los pueblos en Chiapas

Gilberto López y Rivas - La Jornada - 12 de noviembre de 2021 El 4 de noviembre pasado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) publicó en su página la acción urgente 10, que da cuenta del desplazamiento forzado de más de 3 mil personas del municipio de Aldama, Chiapas, cuya población registrada no pasa de 5 mil habitantes. En la nota se contabilizan 47 ataques recientes con armas de fuego de alto poder contra 10 comunidades, por un grupo paramilitar que opera desde Santa Martha, municipio de Chenalhó, y se denuncia la permanente ausencia y complicidad del gobierno mexicano para atender esta grave situación de violencia extrema, también revelada desde hace varios meses por otras organizaciones sociales, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas y el propio EZLN, que en comunicado del 19 de septiembre, “Chiapas al borde de la guerra civil”, constata que “las alianzas del gobierno de Rutilio Escandón con el narcotráfico provocan que las comunidades originarias se vean obligadas a formar grupos de autodefensa, porque el gobierno nada hace para preservar la vida, libertad y bienes de los pobladores. El gobierno de Chiapas no sólo solapa a las bandas de narcotraficantes, también alienta, promueve y financia a grupos paramilitares, como los que atacan continuamente comunidades en Aldama y Santa Martha”. De manera reiterada, el Frayba ha puesto de manifiesto que la ineficacia y simulación de las acciones del Estado mexicano siguen favoreciendo un ambiente de violencia y terror contra las comunidades de Aldama, que desde el 28 de marzo de 2018 presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una solicitud de medidas cautelares, “frente al riesgo a la vida e integridad física y sicológica por los constantes ataques de arma de fuego que estaban –y continúan– recibiendo por parte de grupos armados de corte paramilitar con acción en el municipio de Chenalhó, Chiapas, que ocasionan despla11


zamiento de personas”. Tres años después de esta solicitud y de múltiples comunicaciones enviadas por el Frayba y del Estado mexicano, finalmente, el 23 de abril de 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), bajo la resolución 35/2021, decidió otorgar medidas cautelares, registradas con el número MC-284-18.” A pesar de la adopción de estas medidas, se han contabilizado más de un centenar de agresiones, que han causado la pérdida de la vida de siete personas y otras 22 han resultado heridas, provocándose un ambiente de inseguridad total que ha trastocado la vida comunitaria. El EZLN en su comunicado evidencia las acciones de la Orcao, a la que caracteriza como organización político-militar de corte paramilitar que tiene “uniformes, equipos, armas y parque obtenidos con el dinero que reciben de los programas sociales. Se quedan con una parte y la otra la dan a los funcionarios para que publiquen que se está cumpliendo con el asistencialismo. Con esas armas disparan todas las noches contra la comunidad zapatista de Moisés y Gandhi”. En este contexto, es muy preocupante que los mayas zapatistas adviertan: “Ante la acción y omisión de las autoridades estatales y federales frente al crimen actual y los anteriores, tomaremos las medidas pertinentes para que se aplique la justicia a los criminales de la Orcao y funcionarios que los apadrinan […] Para otra ocasión ya no habrá comunicado. O sea, no habrá palabras sino hechos”. ¿No parece evidente que estamos ante un escenario similar al que precedió a la masacre de Acteal? Con recomendaciones de una instancia internacional, como la CIDH, hacia el Estado mexicano, sus representantes no se percatan de la gravedad de los hechos en la entidad federativa que concentra el mayor número de personal militar en todo el territorio nacional. ¿Será que los altos mandos de la Sedena no están informados por su sección segunda de la existencia de estos grupos paramilitares que han asolado Chiapas desde 1994 hasta la fecha? ¿Su comandante en jefe, ocupado como está en otorgar aumentos presupuestales considerables, misiones, tareas, funciones, responsabilidades y prebendas a las fuerzas armadas, al margen de la Constitución, 12


va a seguir manteniendo la vieja tesis de los “conflictos comunitarios”, para evadir su responsabilidad sobre una situación que está llegando a los límites? El racismo histórico del Estado mexicano, que desprecia a los pueblos indígenas, considerados objetos pasivos de sus políticas y acciones de gobierno, continúa en Chiapas, con las múltiples violencias que conlleva la estrategia de contrainsurgencia que se está siguiendo, con la complicidad de la clase política local, a través de la saturación del teatro de la guerra con soldados, cercos de penetración, grupos paramilitares y crimen organizado, pese a los riesgos y costos políticos y sociales evidentes. Por omisión o comisión, será el Estado mexicano el que deberá responder por otra tragedia humanitaria anunciada.

En busca de la activista Irma Galindo Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo 13 de noviembre de 2021

En 2018, la defensora ñuu savi Irma Galindo Barrios denunció la existencia de un aserradero que destruía el bosque de su comunidad, en la Mixteca oaxaqueña, con los permisos de autoridades federales y la aceptación de las autoridades locales y comunitarias. En 2019 interpuso la querella por el hostigamiento y persecución en su contra por parte del presidente municipal Heriberto Nicanor Álvaro Galindo y del comisariado Crescenciano Sandoval Quiroz. En noviembre de ese mismo año su casa fue incendiada. Hoy, ella está desaparecida. El 27 de octubre pasado fue la última vez que la ambientalista fue vista en la comunidad de Mier y Terán, municipio de San Esteban Atatlahuca. Dos días antes, junto a otros pobladores, acudió a la puerta del Palacio Nacional, en la Ciudad de México, para exigir audiencia con el Presidente, pero no fueron recibidos 13


e Irma escribió lo siguiente en su cuenta de Facebook: “Entendí más bien que cada quien hace lo que quiere y más con los indígenas. Creo que no entienden que en Oaxaca preparan el campo para desaparecernos a todos. “Entonces, ¿qué sigue? La tristeza ya no cabe dentro de mí, me alegro de ver a mis vecinos defensores natos de naturaleza y gritar la consigna ‘El bosque no se vende, se ama y se defiende’. Hasta la victoria siempre.” Días antes de su desaparición, personas no identificadas perpetraron un ataque armado en el que hubo varias víctimas perdieron la vida, 25 casas incendiadas y más de 300 personas desplazadas de las comunidades Ndoyonoyuji, Guerrero Grande, Mier y Terán, todas del municipio de San Esteban Atatlahuca, Tlaxiaco, de acuerdo con información del Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas. El día 29 de octubre Galindo debía asistir a la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en la Ciudad de México, pero nunca llegó. “Sólo les creen sus mentiras al presidente municipal, les envían recursos que usan para comprar armas y matarnos y si hay organizaciones o colectivos que quieren ayudarnos también los criminalizan, los amenazan, los hostigan y los condicionan”, acusó Galindo, de 41 años, el último día que fue vista. www.desinformémonos.org losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Reforma eléctrica e injerencia estadunidense Luis Hernández Navarro - La Jornada - 9 de noviembre de 2021

Hace casi 90 años, el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, impulsor del New Deal, decía sobre las compañías eléctricas de su país: “Ha habido en los últimos años ... 14


una campaña sistemática, sutil, deliberada y sin principios de desinformación, de propaganda y, si se me permite usar las palabras, de mentiras y falsedades”. Pero no sólo enfrentó a los grandes empresarios de la industria, sino que, en mayo de 1933, creó compañías estatales para generar energía eléctrica y controlar las riadas, como la Autoridad del Valle del Tennessee (TVA, por sus siglas en inglés). Prácticamente sin regulación, el sector privado controlaba 94 por ciento del sector y cometía múltiples abusos. Los consorcios eléctricos montaron en cólera, y se volvieron acérrimos enemigos de Roosevelt. Pero, gracias a la TVA, los consumidores de energía regionales tuvieron electricidad barata y mejoría económica. La agencia aún existe. Es la mayor empresa pública de energía de Estados Unidos, beneficiando a la población con fluido eléctrico del más bajo costo generado por 28 hidroeléctricas. La experiencia de la TVA dista de ser una excepción en Estados Unidos. Alrededor de 2 mil empresas públicas de ese país abastecen a 49 millones de personas en 49 estados. Muchas de ellas son municipales y generan y comercializan el fluido en grandes ciudades como Austin, Nash­v ille, Seattle y Los Ángeles. Pese a la ofensiva neoliberal contra los consorcios eléctricos estatales y la privatización de muchos, lo mismo sucede, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en muchos países desarrollados. Sin ir más lejos, 32 de las 50 mayores empresas del sector eléctrico a escala mundial tienen participación pública. Es el caso, entre muchas más, de Vattenfall, en Suecia; Electrobras, en Brasil; EDF, en Francia; Tepco, en Japón; Synergy, en Australia. Según el organismo, está bajo control privado sólo 38 por ciento de la potencia eléctrica instalada o en construcción (https://bit.ly/3mVqGDX). La participación estatal en el sector no es una moda. El sector eléctrico es clave para la seguridad nacional. La especificidad de su mercado hace que naturalmente tienda a conformar un 15


monopolio. De entrada porque es absurdo duplicar las redes de transmisión y de distribución. Para minimizar pérdidas, la red de transmisión, a alto voltaje, une centrales generadoras y subestaciones, desde las que se distribuye el fluido a bajo voltaje (para seguridad de los usuarios y porque las distancias son cortas) por las redes de distribución. El mantenimiento y operación de estas redes representa gastos, tanto por las pérdidas como por la energía de soporte necesaria para su operación. Hay que inyectar energía reactiva en las líneas para mantener voltaje, frecuencia, factor de potencia, la que también debe generarse, pero, en ciertos casos, no se cobra. Esto no es problema si sólo hay una compañía eléctrica, pero si la propietaria de la red es distinta de las generadoras, surgen conflictos frecuentes. Por ello, la industria tiende también naturalmente a la concentración. La presencia del Estado en la generación eléctrica, según la OCDE, responde a diferentes eventualidades. Por ejemplo, la de “países en desarrollo donde hay partes significativas de la población que todavía no tienen acceso a la electricidad”. O, también, como una forma en que los gobiernos pueden utilizar estas empresas “como forma de controlar cadenas de suministro energético estratégicamente sensible” y obtener “importantes ingresos”. La reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador no elimina la participación privada en la generación del fluido. Más aún, le garantiza 46 por ciento del valor del sistema eléctrico nacional, equivalente, según datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), a 145 mil millones de dólares. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostiene que el monto de la inversión comprometida en la generación de electricidad por el sector privado es de 44 mil millones de dólares. De ser esto cierto, con 30 por ciento del valor del sistema eléctrico nacional, ellos tendrían acceso a una participación de 46 por ciento. 16


Sin embargo, más allá de lo declarado por el CCE, según la comisión, más de dos tercios de las fuentes de financiamiento de las centrales eléctricas de los privados provienen de los ahorros del pueblo de México: crédito sindicado de bancos comerciales y fondos de pensiones, 40 por ciento; banca de desarrollo, 35 por ciento; fondos de inversión internacionales, 20 ciento, y, capital privado, 5-10 por ciento. Esto significa que estarían recibiendo un mercado que vale 145 mil millones con una inversión de sólo 4 mil millones de dólares, equivalentes a 3.25 por ciento del valor del sistema eléctrico. En un tuit, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, informó: “Sostuve hoy importantes reuniones con @GobiernoMX para hablar sobre reforma energética. Quiero aprender más sobre el ímpetu de esta reforma constitucional. Expresé serias preocupaciones de #EEUU. Nos comprometimos a continuar el diálogo sobre este crítico asunto los próximos días”. Sería bueno que, al expresar sus preocupaciones sobre un asunto que compete a los mexicanos, el embajador Salazar recordara las palabras del presidente Roosevelt sobre las compañías eléctricas de su país. Aunque, claro, eso es mucho pedirle al representante de los intereses imperiales. Twitter: @lhan55

La Conquista y los imaginarios del Amor María Teresa Juárez - Pie de Página - 12 noviembre, 2021

En un mundo donde el lenguaje bélico se nos ha metido hasta la cama, resulta urgente desprenderlo de todos los significados del placer y del amor. Urge poner en el centro la importancia de la ética de los placeres, la responsabilidad afectiva, la relevancia de la ternura y los cuidados como enormes actos de revolución cultural, sexual, amorosa 17


¿Es la metáfora de la Conquista un relato vigente para entender el amor, la sexualidad y el erotismo? ¿Será que aún nos mueve el pensamiento colonial? Aun después de 500 años persiste la analogía entre el dominio sobre el cuerpo de las mujeres y el territorio sometido, expoliado, conquistado. El lenguaje bélico como una visión del mundo que se extiende a varios ámbitos como la medicina, la filantropía, la industria “de la belleza” y por supuesto… el amor. Desde la salud hemos oído frases como: “La guerra contra la covid”, “un ejército de soldados buenos para combatir tal o cual enfermedad” o “ganó la batalla contra el cáncer”. Y qué tal los mensajes de la industria cosmética: “Combate los signos de la edad”. Desde el discurso amoroso es frecuente escuchar frases como: “en la guerra y en el amor, todo se vale” o “el arte de la conquista”. De acuerdo con la definición de la Real Academia de la Lengua Española, una de las definiciones de Conquista es: Ganar, mediante operación de guerra, un territorio, población, posición. Lograr el amor de alguien, cautivar su ánimo. Persona cuyo amor se logra. Cosa conquistada. Hemos escuchado cientos de veces historias acerca de “los conquistadores” y el arquetipo de Don Juan como el eterno “picaflor”. Pensadoras feministas como Coral Herrera, Rita Segato y Marcela Lagarde han profundizado en el intrincado ámbito de las subjetividades amorosas y su relación con el poder. Si bien es cierto hay considerables matices respecto a la mirada de estas tres autoras, hoy sabemos que la influencia de los códigos patriarcales ha determinado nuestras prácticas sexuales y amorosas. En la conferencia Colonialidad del poder dictada por Rita Segato en el año 2018, la antropóloga feminista asegura que durante la Conquista se trazó un relato dominante, con una masculinidad 18


jerárquica que concibe a las mujeres como objeto. Y va aún más allá, asegura que este periodo histórico se fundó en la cultura de la violencia y la violación. En el año de 2019 en el marco de la conferencia Colonialidad y violencia en la América de hoy, Rita Segato nuevamente hace una revisión crítica de la Conquista y es en este espacio donde refiere uno de sus conceptos clave: la cultura de la violación, la violencia sexualizada como una estrategia de dominio hacia los pueblos sometidos. Ser dueños de la tierra, el territorio, los cuerpos de los pueblos conquistados y la sexualidad de las mujeres. A esto le llama “dueñidad”. Svetlana Alexievich también hace mención a la guerra como un espacio donde las mujeres ocupan un lugar específico en las narrativas sobre el poder, la familia, la sexualidad y el amor. Durante siglos se han construido dispositivos para el control parcial o total de nuestros cuerpos. Han usado cinturones de castidad, aparatos de tortura, corsés, fajas, mutilación genital, matrimonio infantil y confinamiento. En épocas recientes medicamentos psiquiátricos, porno venganza, extorsión sexual, vientres de alquiler, esclavitud sexual, ataques con ácido, tortura sexual, violencia digital y esterilización forzada. En el siglo XXI, una vertiente del movimiento feminista asegura que la misoginia ha obligado a millones de mujeres a castigar sus cuerpos con dietas, cirugías y toda clase de aditamentos para mantener a raya la libertad de nuestras carnes. En respuesta a estos métodos de control mujeres y grupos de la disidencia sexual han logrado cuestionar y revertir estos mecanismos de poder y control. Mujeres de la clase trabajadora, sufragistas, parteras, campesinas, indígenas, afrodescendientes, personas no binarias, mestizas con mirada crítica resquebrajando poco a poco el pacto patriarcal. 19


De ahí la urgente necesidad de resignificar y dignificar nuestros espacios amorosos. Poner en el centro la importancia de la ética de los placeres, la responsabilidad afectiva, la relevancia de la ternura y los cuidados como enormes actos de revolución cultural, sexual, amorosa. Es en este punto cuando emergen movimientos por la disidencia sexual, la emancipación y la lucha por los derechos sexuales y reproductivos. En este punto la perspectiva del placer, la dimensión lúdica y la ética son ingredientes indispensables para el entendimiento de nuevas formas de relación. Uno de los ejes de trabajo de los feminismos y las disidencias sexuales es la construcción de otras formas de relaciones sexuales y/o afectivas. En un mundo donde el lenguaje bélico se nos ha metido hasta la cama, resulta urgente desprenderlo de todos los significados del placer y del amor. Apartar el lenguaje de la guerra del lenguaje del amor, desprenderlo como una costra que nos ha lastimado durante siglos.

Las comunidades indígenas y el uso de la tecnología

Kau Sirenio - Pie de Página Voz de Lluvia - Tatyi Savi - 11 noviembre, 2021 Tenemos que repensar nuestra forma de entender la inclusión de los otros para revertir las deserciones escolares en las comunidades indígenas. Replantear los derechos humanos a partir de la solidaridad, para caminar juntos con los niños y jóvenes indígenas que esperan una computadora en sus escuelas para continuar con sus estudios 20


Durante la pandemia de la covid-19, los niños y jóvenes indígenas se vieron afectados por falta de equipos de cómputo y celulares para acceder a sus clases virtuales. Muchos de ellos se vieron obligados a dejar sus estudios para insertarse al campo laboral ante la falta de condiciones para continuar con su formación académica. Las carencias que los estudiantes indígenas enfrentaron no solo fueron las de equipos de cómputos y celulares, sino que les hizo falta el internet, telefonía celular, energía eléctrica y transporte para llegar a las comunidades más cercanas para recibir las clases. Pese al llamado de auxilio de los jóvenes indígenas a los municipios, estados y federación para que les dotaran de tecnología, no hubo respuestas. Los estudiantes que lograron terminar el ciclo escolar fueron pocos, porque la deserción escolar llegó a 50 por ciento en algunas comunidades indígenas. En enero de este año hice un reportaje en varias comunidades indígenas de la Costa Chica de Guerrero, para Pie de página. En ese viaje platiqué con el profesor Arnulfo Rómulo Evangelista quien trabaja con los niños na savi de Cuanacaxtitlán, municipio de San Luis Acatlán, Guerrero. El maestro rural contó en ese encuentro, los problemas que tienen los niños en la comprensión de lectura. Además, no hay acceso a internet. “Aunque tuviéramos internet en el pueblo, eso no garantiza que los niños puedan tener clase como debe de ser, porque muchos de los padres de familia tienen su propia tarea en la casa. El papá está apurado con la cosecha de maíz, mientras que la mamá tiene que preparar la comida para los peones que están trabajando en el campo” compartió Arnulfo Rómulo. En la comunidad donde trabaja Rómulo Evangelista hay tres preescolares, cuatro primarias, una secundaria técnica y un Colegio de Bachilleres por Cooperación, sin embargo, aquí no hay 21


internet ni espació donde los niños y jóvenes puedan trabajar. Hace falta computadoras, tabletas y celulares con capacidad para clase en línea.Para hacer su tarea, los estudiantes tienen que pagar ficha de internet que va de diez a cien pesos, caso contrario no podrán ser evaluados por sus profesores, y como consecuencia viene la deserción escolar como ha ocurrido casi en todas las comunidades indígenas. En otro extremo de Guerrero una madre de familia habla del conflicto que sus hijos enfrentan en ante la falta de herramienta para las clases virtuales: “Aquí el maestro, solo viene a dejar tarea y se va. Dejó un número de celular para estar en contacto con él, pero no contesta cuando le marco para que me ayude a resolver las dudas que tengo con la matemática, porque yo no sé leer y menos le entiendo a los números”. En Jicayán de Tovar, municipio de Tlacoachistlahuaca, en los límites de Guerrero con Oaxaca, los niños juegan en el patio de la casa de María Palacio, una madre de familia que se las ha ingeniado para ayudar a sus hijos con el trabajo escolar. Aquí, como en otras comunidades indígenas, el problema que enfrentan los niños y jóvenes indígenas es el mismo. A pesar que nuestra carta magna se reformó para incluir a poblaciones minoritarias al mismo parámetro de derecho con las zonas urbanas, la barrera cultural es bastante amplia para las comunidades rurales, háblese de pueblos indígenas o afromexicanos, las desigualdades son un abismo que tenemos que superar. Ante esta situación tenemos que empezar a repensar nuestra forma de entender la inclusión de los otros a nuestros espacios para revertir las deserciones escolares en las comunidades indígenas. Replantear los derechos humanos a partir de la solidaridad, para caminar juntos con los niños y jóvenes indígenas que ahora esperan una computadora en sus escuelas para continuar con sus estudios. 22


Los derechos de todo lo que está vivo Daliri Oropeza - Pie de Página - Microfilme Postal 10 noviembre, 2021

No es un absurdo luchar por los derechos de las bacterias y de todos los seres vivos. Hay movimientos que han luchado por los derechos de la naturaleza y por la ética ambiental. Son ahora los movimientos indígenas quienes colocan el discurso de la cura de la Tierra en el centro del debate con un evento convocado por mujeres en la COP26 Me atrapa la fluorescencia. Veo y me veo caminar en la orilla de una bacteria, al imaginar. De inmediato viene a mi mente el recuerdo de ser niña y observar a través de un microscópio, como si me conectara a través de ese tubo, las muestras de laboratorio de mi padre y el cuidado de mi madre que me permiten hacerlo. Hasta recuerdo que me querían poner de nombre mitocondria y me lo decían. Llegué al mejor lugar sin planearlo*, solo por salir a caminar en el barrio del Raval. Sucede a la entrada de la exposición llamada Ciència Fricció (en catalán). Caminar entre seres invertebrados, hongos y fósiles. La exhibición me hace explorar en mi propia curiosidad por las vidas. La física y filósofa de la India, Vandana Shiva explica que poner al ser humano en el centro fomentó la idea occidental de su superioridad sobre la naturaleza, lo cual habilitó el capitalismo extractivo. Esa dominación de la naturaleza se replica en las mujeres. Las mujeres indígenas en la COP 26 la profunda idea sobre la vida de todo lo que es, y el respeto a la Tierra como creadora de vida ya que todo es en armonía con ella. Y cómo son los pueblos indígenas quienes tienen la brújula de la memoria de cómo relacionarnos con armonía con ella: Cura da Terra.

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Aparecen una y otra vez en el recorrido, la idea de la simbiosis, postulada como punto de partida de la exhibición, conjugada con la del holobionte. Los postulados de la bióloga Lynn Margulis son la introducción a la exposición: “Animales, plantas, hongos, todos descendemos de las bacterias. Pero, además, según la visión de Lynn Margulis, nuestro origen bacteriano y toda la historia de la vida en la Tierra se fundamentan en la simbiosis, principal motor de la evolución. Con la teoría endosimbiótica, Margulis elabora un relato integrador que conectan las historias de la más pequeña —las bacterias y su linaje— con la Gran Historia del Planeta. En la hipótesis de Gaia desarrollada por James Lovelock, defiende que sus primitivos organismos son también los creadores de la atmósfera tal y como la conocemos. Según esta teoría, la Tierra es simbiosis vista desde el espacio. Un sistema vivo creado y mantenido en equilibrio por los organismos que lo habitan. En otras palabras, somos simbiontes en un planeta simbiótico”. Esta sensación de longitud prevalece en toda la exposición. La pintura, animación, dibujo, documentales, instalaciones, mapas interactivos, bordado, fotografía, realidad virtual, fanzines, y la conjugación con fósiles que donó Margulis, los restos de estromatolitos (parecidos a los de Cuatrociéngas) que descubrió, hongos y otras especies cedidas por el Museo de Ciencias naturales de Barcelona. Desafían al linealidad del tiempo, al mostrar sensorialmente la conexión entre todo. Se trata de algo que los pueblos indígenas han dicho, que las mismas zapatistas denunciaron en la huelga climática en Viena, y que en esta ocasión indican el camino de cómo llegan los movimientos sociales a posicionarse y construir por los derechos de la naturaleza y de todo lo que está vivo porque es parte de uno. En la búsqueda de horizontes, la exposición muestra un video de superposiciones de naturaleza con escenas catastróficas de bom24


bas. Un trabajo experimental de la videasta Dominique Kosh: la Sociedad del Holobionte. Retoma la propuesta de Donna Haraway que postula en el Manifiesto de las especies de compañía. Invita a imaginar la idea de una sociedad de holobiontes, unidos por relaciones de interdependencia, en contraste así con la guerra perpetua propiciada por el capitalismo y la globalización neoliberal. Convoca a involucrarse en la procuración del mundo para que no se extinga. Movimientos por los derechos de la naturaleza Los movimientos sociales por los derechos de la naturaleza, la defensa del ambiente, no son nuevos. Sin embargo, tardaron en ver la importancia de los pueblos indígenas para detener la destrucción de la Tierra. Su historia va ligada también a la aparición de ciertos temas en medios de comunicación. La exposición me lleva a repasar, reflexionar y complementar esta historia que muestra, sus huecos y horizontes. Por ejemplo, muestran el documento encontrado en una revista de Uruguay llamada Caras y caretas Revista Ilustrada. en la cual aseguran que nos hemos dicho que el ser humano inventó la línea recta que todo es curvo en la naturaleza. Quizá por ello imaginamos así nuestra vida el tiempo En 1948, por primera vez en la portada de la revista LIFE publicaron la historia de Aldo Leopold, un ecologista y ambientalista enfocado en la ética de la tierra, ética ambiental y restauración ecológica, cuyos postulados inspiraron al movimiento de conservación de la naturaleza, a través de la Consciencia Ecológica rumbo a un estado de armonía. Otro impulso a los movimientos occidentales por la tierra lo dio la bióloga marina Rachel Carson en 1962, al publicar Silent Spring, un libro sobre el uso indiscriminado de pesticidas y la desinformación provocada por las industrias. Este mensaje resonó en medios como el New York Times. 25


Rumbo a 1964, publican el primer libro sobre especies en riesgo de extinción llamado Protege Nuestra Diversidad. Comenzaron a haber superhéroes de la naturaleza en cómics y libros sobre el reino animal. Los postulados de Lovecraft ya estaban presentes en las reflexiones de Donna Haraway, quien rumbo a la década de los 70, investiga sobre las repercusiones del patriarcado en la naturaleza. En 1973 se da a conocer el término Ecología Profunda, basada en el valor intrínseco de todos los seres de la naturaleza. Un año después Lynn Margulis y James Lovelock publican un primer artículo llamado “Homeostasis atmosférica por y para la biosfera: La hipótesis de Gaia”. En el 76, la Unesco crea una Red Mundial de Reservas de la Biósfera y hasta 1977, la ONU tuvo como tema el medio ambiente en la conferencia de Estocolmo. Ahí reconoce el derecho a una ley internacional del medio ambiente. El movimiento indígena logró en Bolivia sumar a la legislación 11 derechos básicos a la naturaleza, equivalentes a los derechos humanos. En 1982, La ONU adopta la Carta Mundial de la Naturaleza donde proclama los 5 principios de la conservación. Ese mismo año, la lucha comunitaria contra los vertederos de deshechos tóxicos marca el inicio de la búsqueda de la justicia ambiental, brecha creada por la pobreza, la discriminación de raza y la contaminación. En Estados Unidos, publicaron una historia sobre la población afrodescendiente que se reveló contra un vertedero de deshechos tóxicos en sus tierras. En los 80 nació el movimiento por los derechos de los animales. En 1992, la ONU realiza la Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo con 27 principios. Las curadoras de la exposición muestran la copia de un periódico en San Paulo, Brasil que resaltan que por primera vez se reconoce a las comu26


nidades indígenas que “desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y prácticas tradicionales”. Casi 30 años después la COP 26 parece omitir su misma declaratoria, al cerrar las puertas a este tipo de voces que salieron a escuchar para ser escuchadas, pues no las incluyen en las reuniones en Glasgow. Es ahí donde la Convocatoria de las mujeres indígenas en Glasgow toma potencia y sentido. En el 94, el levantamiento zapatista dio un impulso a los movimientos indígenas, muchos de los cuales hacen de la tierra su principal lucha. Para 1995 se creó el Frente Comunitario de Defensa Legal Ambiental., organización activa en la defensa de los derechos de la naturaleza. Al final de la década, los activistas pintaron de verde la bandera comunista y la hoz y el martillo de amarillo. La Unesco aprobó la Carta de la Tierra en el año 2000, donde afirma que hay una interdependencia ente el medio ambiente y los derechos humanos. Algo por lo cual han pugnado siempre los pueblos indígenas. En el 2001, La revista Vogue publica en su portada el Manifiesto ecosocialista. NatGeo que publica en portada una historia sobre ver el mundo desde los ojos de una mariposa en 2001. Esto amplia la visión de la ecología desde la filosofía y más campos sociales. A lo largo de la década vemos manifiestos por la justicia para la Tierra, y ahora los medios se plantean ver el mundo desde los insectos. En 2008, Ecuador aprobó la primera constitución biocéntrica, con el derecho al respeto integral de su existencia. Vandana Shiva publica con otros autores el libro Derechos de la Naturaleza en 2009. Ese año, la ONU declara en plenaria que la humanidad ha de vivir en armonía con la naturaleza. 27


Ese 2009, el Estado Plurinacional de Bolivia declara ante la ONU, el 22 de abril como el Día de la Madre Tierra. En 2010 en Cochabamba, realizan la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, con el cual impulsan el reconocimiento de la declaración universal de sus derechos. Con ello, alista lo que en 2011 logró colocar su la legislación gracias al movimiento indígena: 11 derechos básicos a la naturaleza equivalentes a los derechos humanos. Este año se crea la red Alianza Global de Derechos de la Naturaleza, y en 2013 ganan frente al Tribunal Internacional de los derechos de la Naturaleza el poner atención especial sobe los pueblos indígenas. Este año también sale en la portada de la revista TIME, la historia de un líder nativo américano: Thathanka Iyothanka. Los pueblos originarios siempre han tenido un papel fundamental en el cuidado, la preservación y procuración de la naturaleza, protegen el 80% de la biodiversidad del planeta. Son los medios quienes tardaron en notarlo y visibilizarlo, cuestión que abonó el movimiento por los derechos de la naturaleza. En 2018, el Centro de Leyes de la Tierra publicó La Declaración Universal de los Derechos de los Ríos. En 2020, se publica la Declaración por la protección de los lugares naturales sagrados, y en el 21, Juristas internacionales se reúnen para analizar y redactar la definición de ecocidio. La COP26 pone en exhibición el colonialismo ambiental, que los países ricos hacen poco para frenar el calentamiento global aunque digan que van a invertir más de 130 billones de dólares para frenar el cambio climático, y que aunque poco volteen a ver a los pueblos indígenas, que son quienes tienen horizontes a futuro por mirarse en su memoria presente, como el conversatorio Cura da Terra. Por eso le llaman Ciencia Fricción a la exhibición. *Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. 28


Imagen del muro en facebook de Reise für das Leben / Gira por la vida / Austria


RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AU TONOMÍA BAJO LA TORMENTA 17 de noviembre


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