Recopilatorio 27 de enero de 2021

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 27 de enero de 2021



Escucharnos

Gustavo Esteva - La Jornada - Lunes 25 de enero de 2021 No podemos entendernos, pero quizá podríamos escucharnos. Hablábamos de una crisis civilizatoria y mucha gente, en el mundo entero, se movilizaba contra el régimen dominante, patriarcal y capitalista, encarnado en estados-nación supuestamente democráticos. Pero llegó el Covid. Ocupó toda la atención y se usó para legitimar formas del estado de excepción que han estado organizando los comportamientos colectivos ante la “pandemia”. La diversidad ante políticas y medidas de los gobiernos se profundizó a lo largo de 2020 y empezamos 2021 con una gran polarización. Hay todavía quienes niegan la existencia del virus o se oponen a las medidas tomadas en nombre de derechos individuales. En general, forman parte de corrientes políticas de derecha. Son muy visibles en países como Estados Unidos. Personas comunes, sesudos analistas y prominentes intelectuales aceptan las políticas adoptadas y hasta las celebran. Reconozcan o no que la información y el conocimiento sobre el virus son muy deficientes, les parece que confinamiento, cubrebocas, prohibición de concentraciones y paralización económica son medidas sensatas y adecuadas para reducir el contagio. Hay que apegarse a esas normas por uno mismo y por los demás. Descalifican abiertamente a quienes reconocemos la amenaza, pero consideramos que casi todas las medidas tomadas no sólo son inadecuadas, sino contraproductivas, que han causado más muertes que las atribuidas al virus. Practicamos organizadamente y proponemos actitudes, prácticas y medidas que están demostrando buenos resultados para lidiar con el virus, sobre todo en comunidades en que es posible hacerlo en libertad y sin demasiado conflicto con las autoridades.

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El debate entre estos bandos es casi inexistente y cuando llega a darse parece diálogo de sordos. No hay intercambio de argumentos o datos duros, sino mutua descalificación. Nos clasificamos unos a otros en diversas categorías que intentan ser descriptivas y humillantes a la vez. Agamben se ha vuelto blanco favorito de muchos analistas, que llaman terraplanistas a quienes compartimos sus puntos de vista. Trump y Bolsonaro se mencionan frecuentemente como ejemplos de irresponsabilidad, por negarse al manejo profesional del asunto. Se descartan argumentos sensatos, como la antigua idea médica de que el remedio no debe ser peor que la enfermedad, sólo porque alguno de ellos la sostuvo. La ciencia es fuente de desacuerdo. La afirmación del presidente Joe Biden, “se basa en la ciencia, no en la política”, es ampliamente compartida. Para nosotros, en cambio, la ciencia médica no ha logrado caracterizar con precisión la enfermedad atribuida al virus y ha sido incapaz de proponer fórmulas confiables para la prevención o el tratamiento. El confinamiento o el cubrebocas carecen de todo fundamento científico. No creemos que sea legítimo seguir usando la ciencia para esconder bajo su manto decisiones morales incorrectas tomadas por razones políticas. El lenguaje dominante es bélico. Se trata de “derrotar a la pandemia”, como indicó Biden. Se piensa ganar esa guerra con las normas prescritas y con la vacuna, la cual ahondará las diferencias, porque nuestras reservas sobre ella se ven ya como dogmatismo irresponsable. Además, tardará mucho en llegar a 70 por ciento de la población, que es el mínimo necesario para lograr la inmunidad colectiva que se busca con ella. La obscena contabilidad de cuerpos individuales, propia de toda guerra, sirve para confundir y mantener el miedo. Se infla el número de “casos” con pruebas inexactas y se sabe que la mayoría de los infectados no tendrá síntoma alguno o se recuperará sin dificultad. Se hacen referencias equívocas al pasado. Por la “peste negra” murió la mitad de los europeos. Los virus que trajeron los españoles mataron a 90 por ciento de quienes vivían por acá. Con la “gripe española” murieron 3 por ciento de los humanos de entonces. Los 2


“casos” de la “pandemia” actual son menos de 3 por ciento de la población mundial; los muertos que se le atribuyen no llegan a la tercera parte de uno por ciento... Necesitamos recuperar sentido de la proporción y tener claras las prioridades. Los porcentajes de infectados y muertos son más altos en ciertos grupos: los que padecen hambre, desnutrición, debilitamiento de sus defensas, enfermedades crónicas. Mueren más personas de enfermedades virales por falta de acceso al agua potable que del coronavirus. De todo eso deberíamos estarnos ocupando. De prohibir, por ejemplo, la comida chatarra, que mata más personas que el virus… Señala Biden que su política, ajustada al patrón convencional, “se basa en la verdad, no en la negación”. Pero cada grupo considera como “verdad” cosas muy distintas. Por eso es diálogo de sordos. Y las diferencias no sólo implican confrontación. Derivan también en violencia. ¿Cómo evitar que se ahonden todavía más? No estamos hablando de enemigos irreconciliables. Esta polarización aparece incluso entre quienes comparten el compromiso con la lucha antipatriarcal y anticapitalista. ¿Para qué mantener la distancia entre nosotros? ¿No es hora de escucharnos? gustavoesteva@gmail.com

Sembrando Vida: a ras de tierra

Ana De Ita* - La Jornada - Jueves 21 de enero de 2021 El gobierno actual decretó el fin del neoliberalismo pero Sembrando Vida, su principal programa contra la pobreza, mantiene los subsidios focalizados y condicionados que caracterizaron a los gobiernos anteriores. Pronasol durante el sexenio salinista, eliminó los subsidios generalizados al ingreso o al consumo y los asignó sólo a los individuos más necesitados de acuerdo con sus mediciones. 3


Sembrando Vida para 2021 tiene un presupuesto de casi 29 mil millones de pesos, muy por arriba de otros programas que llegan al campo. Así, la pregunta recurrente de los campesinos de distintas regiones, es cómo decide el gobierno quién puede entrar al programa. Las reglas de operación de este año definen como población objetivo a quienes habiten en localidades rurales en municipios con niveles de rezago social. Se desconocen las razones para dejar fuera 12 estados en los que también hay localidades con rezago social. El programa tiene un claro sesgo político, ya que, a pesar del discurso que habla de sujetos de derecho, es utilizado abiertamente para la compra de voluntades. Así, las reglas de operación 2021 determinan que los 79 municipios afectados por el Corredor Transístmico participen en el programa. Varios de estos municipios tienen grados de rezago social menores que otros que han sido dejados fuera. Por ejemplo, comunidades chinantecas con alto grado de marginación (según los criterios del gobierno) han visto mermados sustancialmente sus ingresos por subsidios, pues el programa Prospera fue eliminado, las becas a los niños fueron reducidas y no fueron incluidos en Sembrando Vida. A escala de la comunidad, el programa provoca una fuerte diferenciación social, de ahí que las comunidades oaxaqueñas lo hayan bautizado como Sembrando Envidia. El programa se destina a algunos miembros de la comunidad, pero no a todos. Por ejemplo, en una comunidad de la Huasteca veracruzana, de 200 comuneros pudieron participar 25; en la Montaña de Guerrero de 600 comuneros se incluyeron a 60. En Chiapas participan grupos de cinco o 10 personas por comunidad. Quienes participan en Sembrando Vida reciben 60 mil pesos anuales, mientras Producción para el Bienestar entrega 4 mil pesos al año a campesinos que tienen una superficie igual, de 2.5 héctareas. Este subsidio al ser otorgado de manera individual se destina al consumo y no se invierte en obras o servicios que mejoren la calidad de vida de la comunidad. Se ha documentado el aumento del alcoholismo, los pleitos y la violencia contra las mujeres. 4


Sin duda, el efecto más perjudicial del programa es la destrucción del tejido comunitario y de las estructuras organizativas de toma de decisiones. Las comunidades indígenas y campesinas en México tienen una amplia tradición de gestión colectiva del territorio, apoyada en la propiedad social de la tierra y en la asamblea como máxima autoridad. El programa Sembrando Vida está socavando intencionalmente estas estructuras que permiten cierto grado de autonomía a las comunidades. Las llamadas Comunidades de Aprendizaje Campesinas que incluyen a 25 integrantes del programa, y tienen como tutores a los técnicos sociales y productivos son las encargadas de transmitir información y definir la agenda de los temas importantes a tratar en las comunidades. Los campesinos que participan en Sembrando Vida tienen dificultades de tiempo para participar en las asambleas o comités de su propia comunidad, ya que deben responder a las exigencias del programa. No hay ninguna rendición de cuentas de los participantes frente a la Asamblea Ejidal o Comunitaria, aunque sean integrantes de los ejidos o comunidades, y a pesar de que el ejido o la comunidad les haya prestado la tierra para poder participar. Los integrantes de las Comunidades de Aprendizaje Campesino van obteniendo posiciones de poder frente a las instituciones y en los hechos pueden tomar la representatividad de las comunidades para hablar en su nombre. El programa busca formar una estructura de organización paralela a la organización comunitaria que responda a sus intereses. Una vez que el presidente López Obrador ha calificado de corruptas a todas las organizaciones campesinas, el programa pretende crear cooperativas. Es difícil que los integrantes de estos grupos participen en movimientos de resistencia social, por ejemplo frente a los megaproyectos del gobierno, o los intereses extractivos de las empresas. De ahí la coincidencia entre los nuevos trazos del Tren Maya y las localidades con Sembrando Vida, y la instrucción expresa de incluir a los municipios del Corredor Transístmico. 5


La opción que proponen varias comunidades y organizaciones es que el programa se dirija a las comunidades y no a los individuos, y que busque fortalecer las estructuras autónomas. Sin embargo, dejaría de cumplir los objetivos clientelares y de control político que parecen ser los prioritarios para el gobierno. * Directora del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano

EU y el terrorismo global de Estado

Gilberto López y Rivas - La Jornada - 22 de enero de 2021 Es significativo que entre las últimas acciones de gobierno de Donald Trump, acusado formalmente de instigar un ataque violento al Capitolio por una multitud enardecida de sus seguidores, reintegrase a Cuba en la lista de Estados “patrocinadores del terrorismo”. Recordemos que Trump frenó el proceso de normalizaciones de relaciones diplomáticas cubano-estadunidenses, iniciado en 2014, por Barack Obama y Raúl Castro, y profundizó el criminal embargo con medidas punitivas contra personas y países que participen en intercambios comerciales y financieros con la mayor de las Antillas e, incluso, prohibió que sus ciudadanos se hospeden en hoteles cubanos, además de activar, por primera vez, el apartado III de la Ley Helms-Burton (1996), que permite a ciudadanos estadunidenses entablar demandas contra entidades o personas de terceros países que utilicen propiedades que les fueron nacionalizadas por el Estado cubano, conforme a derecho, tras el triunfo revolucionario. Resulta paradójico que el país que ha apoyado innumerables golpes de Estado para imponer cruentas dictaduras en América Latina y otras regiones del mundo, que ha utilizado el terrorismo en repetidas ocasiones en la salvaguarda de sus intereses geoestratégicos, y brindado protección e impunidad a terroristas confesos, como Luis Posadas Carriles, considere a Cuba como culpable de ese crimen de lesa humanidad. 6


Ya hace más de tres décadas, el colega A. Grachiov, a partir de un recuento de las operaciones militares abiertas y encubiertas realizadas por Estados Unidos, país que entre 1945 y 1975 empleó la fuerza en 215 casos, designó estas acciones como “terrorismo global de Estado, más criminal aún porque se apoya en el gigantesco poderío bélico y el aparato subversivo ramificado del más grande Estado capitalista.” (pág. 109) Grachiov consideró que Estados Unidos había elevado el terrorismo al rango de política de Estado, señalando a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como el órgano fundamental del gobierno para “tareas sucias”: “organizar y realizar acciones subversivas y de saboteo contra otras naciones, atentar contra estadistas extranjeros, preparar fraudes y divulgar calumnias. De este modo cumple la función de terrorista profesional al servicio de la Casa Blanca […] A las operaciones secretas de responsabilidad directa de la CIA, cabe añadir su estrecha cooperación con otros servicios secretos de regímenes reaccionarios, […] de modo que Estados Unidos es tácito cómplice de operaciones de los servicios terroristas secretos de otros estados”. ( Bajo el signo del terror. Moscú: Editorial Progreso, 1986) Ciertamente, la CIA, desde su fundación, en 1947, ha sido el órgano fundamental para la “guerra sucia”, aunque no el único, que no puede ser caracterizada más que como “terrorismo“, si tomamos la definición del propio Buró Federal de Investigaciones (FBI) como “el uso ilegal de la fuerza o la violencia contra personas o propiedades para intimidar o coaccionar a gobiernos, a la población civil o un segmento de la misma, en la persecución de objetivos sociales o políticos”. Retomando a Grachiov, y a partir del análisis de la contrainsurgencia planetaria de Estados Unidos durante las respectivas administraciones presidenciales, republicanas y demócratas, he propuesto el concepto de “terrorismo global de Estado” para definir esta política de violencia perpetrada por aparatos estatales imperialistas en el ámbito mundial contra pueblos y gobiernos con el propósito de infundir terror y en violación de las normas del derecho nacional e internacional. En el estudio y análisis del terrorismo se ha enfatizado el terrorismo individual y el de gru7


pos clandestinos de todo el espectro político, obviando y dejando a un lado el papel del imperialismo estadounidense y los estados capitalistas en la organización del terrorismo interno y en el ámbito internacional. El terrorismo global de Estado violenta los marcos ideológicos y políticos de la represión “legal” (la justificada por el marco jurídico nacional e internacional), y apela a “métodos no convencionales”, extensivos e intensivos, para aniquilar la oposición política, la protesta social y la insurgencia a escala mundial, así como agredir a gobiernos, que, como el de Cuba, no se someten a los designios de Estados Unidos y sus aliados. ( ttps://vocesenlucha.com/wp-content/uploads/2020/12/GILBERTO-LOPEZ-Y-RIVAS.-ESTUDIANDO-LA-CONTRAINSURGENCIA-DE-EEUU.pdf ). Por su parte, el Capítulo México de la Red en Defensa de la Humanidad expresó su más enérgico rechazo a la ilegítima e ilegal inclusión de Cuba como país promotor del terrorismo, destacando que es el terrorismo de Estado, fomentado por el gobierno estadounidense, el que debiera ser condenado por la comunidad internacional, y no Cuba, que promueve la paz y la solidaridad con el envío de médicos a decenas de países para colaborar en la lucha contra la pandemia de Covid-19.

¿Quién auspicia agresiones contra los zapatistas?

Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo Sábado 23 de enero de 2021 En más de 27 años ha sido una constante que cada vez que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) lanza una iniciativa política y pacífica, nacional o internacional, se recrudecen las agresiones de grupos paramilitares en contra de los pueblos habitados por sus bases de apoyo. Y en esta ocasión, no es la excepción.

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Mientras los zapatistas organizan el recorrido internacional que iniciarán en Europa en el mes de julio, integrantes de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), denunciados como paramilitares, abren fuego contra la comunidad Moisés Gandhi, del municipio autónomo Lucio Cabañas. La Junta de Buen Gobierno Pa-tria Nueva, Caracol 10, Floreciendo la semilla rebelde, denunció que el 18 de enero las casas de la comunidad recibieron “alrededor de 170 disparos de calibres grandes y 80 de pequeños”. El 20 y el 21 hubo más agresiones, todas atribuidas a integrantes de la Orcao de las comunidades San Antonio, Cuxuljá, San Francisco y 7 de febrero, del municipio de Ocosingo. Como se recordará, el 22 de agosto de 2020, los zapatis-tas denunciaron el saqueo e incendio de la bodega de café ubicada en el Centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoíris en el crucero de Cuxuljá. Y el 8 de noviembre de 2020, el secuestro de Félix López Hernández, base de apoyo zapatista de la misma comunidad, quien debido a la presión fue liberado cuatros días después. Las agresiones de la Orcao iniciaron en 2001, cuando esta agrupación abandonó la resistencia zapatista para adherirse a los programas de regularización de los gobiernos en turno, y exigieron la posesión de las tierras recuperadas con el levantamiento armado de 1994. Ahora, en el contexto de la gira internacional del EZLN, piden la presencia de la Guardia Nacional y hasta el desarme de los zapatistas. Los gobiernos priístas y panistas tuvieron que aprender que, aun con todo en contra, no pudieron detener las iniciativas de los insurgentes. El actual gobierno federal también lo sabe. Entonces, ¿a quién le conviene que hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas vivan a salto de mata? ¿Por qué no detienen a los agresores? ¿Quién auspicia la contrainsurgencia? desinformémonos.org - losylasdeabajo@yahoo.com.mx 9


Brasil, entre el caos y la tragedia

Eric Nepomuceno - La Jornada - Domingo 24 de enero de 2021 Entre el 14 y el 20 de enero, al menos 78 personas murieron literalmente sofocadas en los norteños estados brasileños de Amazonas y Pará por falta de oxígeno en las unidades de terapia intensiva. Otras casi mil murieron en la región, afectadas por el colapso de los hospitales de la región. Las escenas de médicos tratando de-sesperadamente de ayudar sus pacientes a respirar coincidieron con la huida de docenas de internados que prefieron morir en casa a seguir padeciendo la agonía de ver gente sofocándose y falleciendo a su lado. Seis días antes, el 8 de enero, el general Eduardo Pazuello, instalado por el ultraderechista Jair Bolsonaro en el sillón de ministro de Salud y supuestamente especializado en logística, fue informado, con carácter de urgente, que en Manaos, capital del estado, el servivio de oxígeno destinado a los internados estaba colapsando. Tres días después, Pazuello se rodeó de un grupo de médicos y zarpó rumbo a la ciudad. Esto es, que no dio al llamado carácter de emergencia, no le importó que los hospitales estuvieran desbordados; la misión del grupo fue imponer a los agentes sanitarios de la ciudad la aplicación del “tratamiento precoz” de combate al coronavirus, una mescolanza de medicamentos que incluye, más allá de la cloroquina –fetiche de Bolsonaro–, vermífugos y hasta un líquido de combate a los piojos. Además no les importó que no hay ninguna prueba de eficacia de la cloroquina, pero sí de que su uso puede tener efectos colaterales muy graves, como provocar arritmia cardiaca. Sobran advertencias de médicos e investigadores altamente calificados: la tragedia vivida en Manaos puede propagarse por el país. Además, los hospitales, tanto los públicos como los privados, de varios estados brasileños, entre ellos los tres principales: São Paulo, 10


Río de Janeiro y Minas Gerais, están colapsados o al borde de ello. Las medidas de aislamiento, tan duramente combatidas por Bolsonaro son decretadas a medias por gobernadores y alcaldes y rigurosamente ignoradas por gran parte de la población. Digo “a medias” porque la fiscalización es ínfima y la irresponsabilidad de la gente, infinita. De las naciones con cierto peso en el escenario global, Brasil es la única que ha sido rigurosamente incapaz de buscar una coordinación para enfrentar la más mortal de las pandemias en los últimos 100 años. Ahora, empiezan a aparecer datos concretos indicando que más allá de ineptitud, el gobierno militarizado, encabezado por Bolsonaro, actuó de manera directa para sabotear medidas que podrían haber atenuado la tragedia. En abril del año pasado, Brasil fue formalmente invitado a integrar una alianza mundial de vacunas, que pretendía reunir 155 países para asegurar inmunizantes contra el Covid-19. Se trata del Covax, y por las reglas del grupo, el país podría haber encargado más de 200 millones de dosis del biológico, cantidad suficiente para la mitad de su población (considerándose dos dosis por habitante), porque gracias al volumen de su población, Brasil estaría entre los cinco primeros en recibir los biológicos. Jair Bolsonaro se negó a sumarse al grupo. En agosto, Pfizer entró en contacto con su gobierno ofreciendo 70 millones de dosis de su vacuna, mismas que estarían disponibles en diciembre. Nunca hubo una respuesta formal del Ministerio de Salud, encabezado por un general activo del Ejército, cuya única función visible es obedecer de manera ciega a un capitán retirado. La secuencia de absurdos es larga, muy larga y mortal, asesina, genocida. 11


Bolsonaro se vanagloria de haber logrado importar 2 millones de dosis de biológicos de India, pero se olvida de dos cosas: sigue negando la eficacia de vacunarse y continúa difundiendo informaciones ridículamente absurdas, por un lado, y 2 millones de dosis no representan nada en un país de poco más de 210 millones de habitantes, por otro. Ah, y una tercera: tanto tardó para moverse, que Brasil pagó por cada dosis de esa vacuna poco más del doble de lo que pagaron países europeos mucho más ricos, pero que tuvieron la prudencia de encargarla a mediados del año pasado. La legislación brasileña define lo que son “crímenes de responsabilidad”, suficientes para destituir a mandatarios irresponsables. Jair Bolsonaro cometió al menos cuatro docenas de ellos. En días recientes, crecen de manera sensible las presiones para que tanto el Congreso, en especial la Cámara de Diputados y las instancias superiores de justicia, promuevan un juicio fulminante al presidente genocida. Los sondeos de opinión pública muestran que la aprobación de su gobierno se derrite como una paleta helada al sol. Si ya era minoritaria desde hace mucho, ahora se hace mínima. Pero persiste el caos, sigue la tragedia, continúa en el poder el peor presidente de la historia de Brasil, peor que los dictadores que se turnaron entre 1964 y 1985 –tan admirados por el mandatario–, con sus torturadores sanguinarios, pero que no lograron producir semejante devastación como la que Bolsonaro impuso e inflinge a este pobre país.

Yalalag: educación y autodeterminación

Jesús Martín Del Campo - La Jornada - 24 de enero de 2021 En 1969, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz asestó un duro golpe a las normales rurales al decretar el cierre de 14 de las 29 que entonces existían. Argumentó, para justificar la medida, que dichas escuelas eran “semilleros de agitadores”. Una de las que cerraron fue la de Reyes Mantecón, Oaxaca. Ahí estudiaba Aristarco Aquino y tuvo que terminar sus estudios en Chiapas. En la misma época, también en las normales urbanas se ejercía un fuerte control 12


político para que no creciera la disidencia estudiantil; Joel Aquino estudiaba en la de Oaxaca, y al no poder terminar sus estudios allá lo hizo en la Ciudad de México. Ambos, originarios de Yalalag; ambos, profesores. A Joel lo conocí porque éramos parte de la Liga Espartaco. Él nos planteaba la necesidad de que la izquierda mirara hacia las comunidades indígenas y llevara a cabo un trabajo que potenciara su transformación democrática, tratando de generar proyectos comunitarios. Fue así que me invitó a su comunidad para colaborar dando clases en una secundaria por cooperación, a cambio de alimentación y alojamiento. Decidí aceptar, así lo ameritaban nuestras convicciones. Después de muchas horas de camino llegamos a la población. Me alojaría con doña Hilaria y el compañero Plutarco me indicó dónde me darían mis alimentos. Y ahí me quedé, tenía todo por aprender y mucho por hacer para contribuir con el esfuerzo de quienes integrarían más adelante un Comité Campesino, simiente de un proceso que continúa hasta nuestros días. Además de dar clases de historia, pude conocer los barrios de la población y las veredas que conducían a otras comunidades. Conocí a los maestros de la escuela primaria, al párroco, a los artesanos que producían huaraches, a los músicos de la banda municipal y a varias personas de las que hacían el famoso traje yalalteco de las mujeres. También anduve por las parcelas de siembra en las laderas y conocí el río Cajonos, cuya corriente va a dar al Papaloapan. Estuve al tanto de la migración de yalaltecos a otras partes del país: de las más antiguas en Jojutla, Ciudad de México y la capital del estado, y la más cercana, la de quienes se han ido a Estados Unidos. Estaba aprendiendo un vocabulario zapoteca básico. En esa mi inmersión total todo sucedía muy rápido. No puedo dejar de comentar que por costumbres de la izquierda post-68 me presenté con el seudónimo de Alfredo. En 1970, año electoral, se desarrollaba la campaña de Luis Echeverría para la Presidencia de la República y hasta Yalalag llegó una comitiva de priístas para hacer proselitismo por sus candidatos. Pocas personas la recibieron y a la entrada del pueblo apareció sobre la superficie de una piedra muy grande una frase escrita con gis 13


“fuera el PRI”. La aparente quietud política comenzaba a cambiar. Pronto surgieron los rumores de que quizá yo no sólo quería ayudar como voluntario sino que tendría el fin de desestabilizar a la comunidad. Varios meses después se presentó un grupo de agentes disfrazados de trabajadores de la CFE para capturarme y llevarme a la capital del estado. Me llevaron a la penitenciaría estatal y luego me trasladaron a la Ciudad de México. Me dijeron que no regresara a Oaxaca porque correría riesgos. Regresé y el proyecto de autodeterminación comunitaria siguió avanzando. El Comité Campesino luchó por poner en la presidencia municipal a personas comprometidas con la comunidad y también promovió la introducción de nuevos cultivos, la reactivación de la siembra de maíz y la organización de un albergue para los estudiantes de la secundaria que venían de comunidades lejanas; por sus gestiones se logró la federalización de dicha escuela. Durante las décadas de los 70 y 80, las elecciones en los municipios indígenas eran todavía por partidos, el Comité Campesino se propuso rescatar la Presidencia en la que se imponía el grupo caciquil. La ganaron dos veces, en 1974 y 1977, pero no les reconocieron sus triunfos. Avanzaron en una estrategia regional y generaron la creación de la Asamblea de Autoridades de la Sierra Norte de Oaxaca en 1982. En todo ese trayecto jugaron un papel importante los maestros, quienes democratizaron su sección sindical en 1980 y la convirtieron en bastión principal de la CNTE, Aristarco Aquino llegó a ser su secretario general. Un aspecto muy relevante es que se fundó la Unión de Mujeres Yalaltecas. logrando la participación de ellas en actividades antes reservadas a los hombres: el tequio y las asambleas. Otra cuestión significativa es que Yalalag se convirtió en una especie de laboratorio de la organización comunitaria, por lo que llegaron en momentos sucesivos, para solidarizarse con el proceso, campesinos jaramillistas, para ayudar en la ampliación de cultivos; antropólogos, para ser partícipes de la reorganización comunitaria; médicos y enfermeras, para hacer campañas de salud. Muy a tono con la izquierda social, con el afán de servir al pueblo y potenciar sus luchas. 14


La lucha tenaz de los yalaltecos y la de muchas otras comunidades de ­O axaca que se aliaron para impulsar sus exigencias comunes fructificó en la Ley de Usos y Costumbres de 1995, mejorada en 1998 y 2013, cuando se agregó el reconocimiento de las comunidades afrodescendientes del estado. Los yalaltecos saben que los maestros formados en las normales tienen una inclinación social y comunitaria. Así lo confirman las trayectorias de Aristarco, quien ya falleció, y de Joel, que sigue impulsando la organización de su comunidad en la cual no hay infectados por Covid-19.

El general Cienfuegos y la noche de Iguala Carlos Fazio - La Jornada - Lunes 25 de enero de 2021

Subsumida en la diarrea de placer provocada por el regreso a la Casa Blanca de la mancuerna Obama-Biden en los principales exponentes de la comentocracia hegemónica local, el “refrito” periodístico de la declaración de un testigo protegido de la Fiscalía General de la República (FGR) por un diario capitalino ha vuelto a poner en la ­agenda pública el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa detenidos-desaparecidos en Iguala los días 26 y 27 de septiembre de 2014. En particular, la probable responsabilidad en el hecho de elementos castrenses que prestaban servicio en los batallones 27 y 41 de Infantería que compartían cuartel en Iguala y la cadena de mando que, por línea ascendente, llegaba hasta el entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos. A la sazón, en su doble condición de héroe/villano, traidor a la patria/mártir (estigmatización vs. idealización), Cienfuegos está atrapado en la coyuntura en el escándalo político que enfrenta al presidente Andrés Manuel López Obrador, al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y al Ejército como institución, con el Departamento de Justicia y la agencia antidrogas (DEA) de Estados Unidos, a raíz de la desaseada decisión exprés 15


del titular de la FGR del no ejercicio de la acción penal contra el ex secretario de Defensa, acusado ante un tribunal de Nueva York de traficar miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana y de blanquear dinero del narcotráfico, con base en evidencias que, según el jefe del Ejecutivo mexicano, fueron “fabricadas”. Como dice John B. Thompson, “los escándalos políticos no se limitan a ‘suceder’: son traídos al mundo”. Y encarnan, sobre todo, luchas por el poder simbólico que la confianza y la reputación dan o quitan a personajes o instituciones públicas. En el caso de marras, la pugna entre la DEA y AMLO en torno a la revelación de lo que en el caso Cienfuegos se quiso o no ocultar y las estrategias para tratar de cubrirlo o exhibirlo, se volvieron parte integral del drama. Los escándalos son político-mediáticos y se los puede comprender como una manifestación del poder de los medios. Además, son fenómenos polisémicos, es decir, no tienen una interpretación uniforme: ésta depende de los intereses defendidos por cada casa editorial. Los discursos asociados con el escándalo pueden ser legitimadores del sistema dominante o el gobierno de turno, o cuestionar al poder del momento y en ese sentido actuar como elementos desestructurantes de una hegemonía. Pero pueden también funcionar como elementos importantes para activar la memoria colectiva de la sociedad. Un nuevo escándalo quita al anterior. El despliegue en primera plana del diario Reforma el 20 de enero, de una filtración publicada en Proceso el 12 de julio de 2020 –lo que Edison Lanza denomina “la prescripción de una primicia”: la publicación con bombo y platillo de una primicia anterior con algún retoque narrativo o aporte extra− se planteó en el terreno del poder y de la lucha por la opinión pública. El objetivo del periódico opositor pudo ser mantener al Ejército y a Cienfuegos en la agenda pública, pero enfocados ahora al crimen de Ayotzinapa/Iguala, lo que podría tener la intención de debilitar aún más a la institución 16


castrense, en la que se ha venido apoyando López Obrador para sus programas gubernamentales, para obstruir y/o minar la nueva hegemonía en gestación, en vísperas de los comicios de este año. No obstante, desde la perspectiva de las víctimas y la reivindicación de la verdad jurídica y la memoria histórica, el testimonio ministerial de “Juan”, presunto líder del grupo criminal Guerreros Unidos (citado por ambos medios), abona la idea de una operación conjunta de militares, policías y narcotraficantes en los sucesos de Iguala, y en particular, sobre la actuación del capitán José Martínez Crespo (detenido en noviembre pasado), el teniente Joel Chávez, el soldado Eduardo Mota y otros 15 elementos de los batallones 27 y 41 de infantería, en la detención-desaparición de un número indeterminado de normalistas de Ayotzinapa −incluida la eventual muerte en los “interrogatorios” de algunos de ellos−, todos los cuales habrían sido entregados a una célula del grupo criminal conocida como Los Tilos, que los habría destazado, incinerado y disuelto en ácido. El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, validó de hecho los dichos del testigo “Juan”, al anunciar una denuncia penal por la “filtración” de sus declaraciones a Reforma. A su vez, el titular de la Sedena, general Luis Cresencio Sandoval, señaló que si en el cumplimiento de sus misiones “alguno de nuestros elementos […] comete errores”, deberá “responder” por ellos, lo que parecería ser una tácita aceptación de la culpabilidad de un grupo de soldados, oficiales y sus mandos superiores en los hechos de Iguala. Sólo que la tortura y la detención-desaparición de personas no son “errores”, sino que constituyen delitos de lesa humanidad. Crímenes de Estado. Se desmorona la “verdad histórica” del ex procurador Jesús Murillo Karam, fabricada con el torturador y prófugo de la justicia Tomás Zerón, con ficha roja de la Interpol y protegido por Israel; pero queda saber si finalmente la justicia alcanzará a los militares protegidos por el ex secretario de Defensa Salvador Cienfuegos –“no permitiré que gente desconocida interrogue a mis soldados”, 17


Noticieros Televisa, 5/10/15−, incluidos sus mandos de entonces, el ahora general José Rodríguez Pérez y el superior de éste la noche de Iguala, general Alejandro Saavedra Hernández.

Cuidar

Celia Guerrero - Pié de Página - Igualada 27 Enero, 2021 Del feminismo he aprendido que los cuidados posibilitan la sostenibilidad de la vida. Pero también que su distribución injusta imposibilita la vida digna y plena de las mujeres, en quienes recae la carga social histórica de cuidar de los demás Mi abuela aún era niña cuando ya era la encargada de cuidar a una de sus hermanas, una bebé recién nacida que al cabo de un par de meses murió. No recuerda la fecha ni la edad exacta que tenía entonces, calcula que debió tener 7 u 8 años. Lo que sí recuerda es que cuidaba de la bebé porque sus papás trabajaban, dentro y fuera de casa, y ella era la hija —mujer— mayor. Describe que un día su hermanita se puso morada y murió de lo que un médico de pueblo diagnosticó como aire con alferecía. Cuando mi abuela me contó esta historia destacó el hecho de que a ella, desde muy niña, le tocó cuidar. Atribuyó la muerte de su hermana a su inexperiencia: no estaba lista para cuidar, ella era quien debía ser cuidada. Quiero escribir sobre cuidados y pienso que la manera más sensata de hacerlo es partir de mi experiencia y la de otras mujeres cercanas. Por eso cuento la historia del inicio de la vida de cuidados de mi abuela. Porque su vivencia desde entonces y a través de los años ha girado en torno a cuidar de otras y otros: hermanas, padres, parejas, suegras, hijos, nietas, bisnietos y también de personas sin parentesco. Siempre una máquina de cuidados, siempre al pendiente del desarrollo de los demás. Y no paró de cuidarnos 18


hasta hace unos años, cuando su movilidad comenzó a disminuir y, resignada, poco a poco está aprendiendo a que seamos las otras y los otros quienes cuiden de ella. Partir de la experiencia de mi abuela, quien por cierto también me cuidó durante mi niñez, me deja muchas reflexiones/dudas: desde cómo se ha modificado de generación en generación la noción de cuidar; hasta cuáles son las posibilidades reales de construir redes de cuidados justas en sociedades plagadas de desigualdades; pasando por la urgencia de politizar los cuidados en medio de una pandemia, con un presidente que considera la familia «la institución de seguridad social más importante del país”. Del feminismo he aprendido que los cuidados posibilitan la sostenibilidad de la vida. Pero también que su distribución injusta imposibilita la vida digna y plena de las mujeres, en quienes recae la carga social histórica de cuidar de los demás. Lo anterior es tan contradictorio como es absurdo y demente que el valor de las labores domésticas y de cuidados no remuneradas —realizadas en un 89 por ciento por mujeres— represente casi un 23 por ciento del Producto Interno Bruto de México. Para comparar, este mismo valor en otros países de Latinoamérica va desde el 15 por ciento. en Ecuador, al 25 por ciento en Costa Rica. Si estas últimas cifras reflejan la distribución injusta y la dimensión económica del trabajo de cuidados antes de la pandemia, con la suspensión de clases presenciales en México que mantiene a 25.5 millones de personas en edad de ser cuidadas en casa durante el confinamiento, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, es tan solo obvio el incremento de las labores domésticas y de cuidados no remuneradas, en su enorme mayoría realizadas por mujeres. En noviembre de 2020 la Cámara de Diputados aprobó una reforma constitucional que plantea que el Estado debe garantizar el derecho al cuidado digno, así como la creación del Sistema Nacional de Cuidados. Pero, se encargaron de que naciera sin presupuesto. 19


Con todo y ello, feministas que durante años han impulsado el tema lo consideran un hito en el avance de los derechos de las mujeres, infancias, adultos mayores y personas con discapacidad. El paso siguiente es crear la ley general para su aplicación y le corresponde al Senado. Aunque la historia de vida de cuidados de mi abuela pueda parecerme lejana, para muchas niñas y mujeres es su presente. Por eso, cuando hablemos de cuidados y de la necesidad de cuidar y ser cuidados, no olvidemos el papel del Estado y del mercado que se beneficia del trabajo no remunerado. Y atentas en el avance para la creación del Sistema Nacional de Cuidados.

Pueblos indígenas: narrativa en disputa este 2021

Daliri Oropeza - Pié de Página - Microf ilme Postal 20 enero, 2021 ¿Memorar la caída de Tenochtitlán? Qué sucedió hace 500 años con los cientos de pueblos que habitaban este territorio. Muchos nunca fueron colonizados, como describe el EZLN. En parajes coloniales actuales como los megaproyectos, ¿cabe exigir disculpas a otras naciones? Cada día hay un río fluyendo… “A donde fueres, hacé lo que vieres”, me decía mi abuela. Me miraba seria, exigiendo el comportamiento recto de una niña. Nunca lo he logrado pero con ella al menos lo intentaba. Es el mejor consejo que me pudieron dar como periodista. Gracias a ello he podido corresponder a los pueblos que me han recibido en este caminar para acompañar, atestiguar, documentar y así aprender de sus modos de ser en el mundo, con sus reglas, lenguas y señas. 20


Estas cosmoexistencias, con sus propias matrices normativas, se conforman de sistemas de justicia (por ejemplo) como describe Paulina Fernández en Justicia Autónoma Zapatista Tseltal o como investiga el maestro en Comunicación para el Cambio Social, Eliel Sánchez, quien estudia los sistemas normativos del pueblo nahua (o maseual) de San Miguel Tzinacapan, y muestra el epistemicidio que provocó el choque con lo colonial o el derecho positivo. Modos de organización propia que contemplan la salud del tejido social. Estos modos de proceder en colectividad, de las personas que viven día con día su cultura propia, no tienen nada que ver con el funcionamiento del Estado Nación mexicano (que exonera a Cienfuegos) o incluso con la norma colonial. Qué decir de los modos de gobernar, o de los modos de curar de cada pueblo indígena. Pienso en la Utopística, como la propone Immanuel Wallerstein. Reconocer estas cosmoexistencias no es suficiente. Adornar con ellas los discursos, tampoco. ¿Pedir perdón?, apenitas… Dicen que fue el 13 de agosto de 1521, cuando el tlatoani mexica Cuauhtémoc “cayó rendido ante los conquistadores”, secuestrado por los invasores de la península Ibérica. En adelante la historia que cuentan es de saqueo y ultrajo. Qué dice la historia del poderío logrado después de constituir lo extraído de “sus” territorios “descubiertos”. Mismas son las ahora “potencias mundiales”. ¿Acaso hay que memorar que, ipsofacto, Hernán Cortés y su comitiva destruyeron la ciudad de Tenochtitlán, comenzando por el acueducto? ¿Que desecaron el gran lago? ¿Hay que memorar el inicio del periodo de saqueo llamado Colonia? ¿Por qué omiten u “olvidan” la participación de miles de indígenas en las empresas de colonización e invasión? Hay pueblos indígenas que tardaron siglos en siquiera ser descubiertos, mucho más en saber de la “colonización”. Los Guarijíos, 21


por ejemplo, son de los últimos pueblos registrados por el Estado Mexicano y eso data de 1976. Quién diría que tan solo 40 años después les impondrían una presa que hoy deja abajo del agua su territorio y sus mitos. El gobierno autonombrado 4T en voz de AMLO anunció un programa de conmemoraciones que incluye desfiles, actividades culturales, conmemoraciones y la “reivindicación con los pueblos originarios”. Suman una serie de eventos a su año 2021: los 700 años de la fundación lunar de México-Tenochtitlan, los 500 años de la toma de México-Tenochtitlan y los 200 años de la Consumación de la Independencia. Esto se enmarca en las cartas que envió desde 2019 el presidente al rey de España y al Papa Francisco exigiendo pidan perdón. En la última, de octubre 20202, le insistió al Papa: “Tanto en la Iglesia Católica, la Monarquía Española y el Estado Mexicano debemos ofrecer una disculpa pública a los pueblos originarios que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos, desde la conquista de 1521 hasta el pasado reciente”, dice en su carta. En ese tenor, AMLO ha anunciado varias veces desde su conferencia mañanera que pedirá perdón a los pueblos Yaquis y Mayas por el “exterminio” del que fueron víctimas. Y como si fuera la reiteración de una ocurrencia, la Lotería Nacional emitirá billetes todo este año con imágenes de 32 zonas arqueológicas. Así es, de las majestuosas ruinas. Ruinas. Después de citar el poema de Sitalin Sánchez, desde el punto de vista de la doctora en sociología María Eugenia Sánchez Díaz, esto es hipocresía, ya que no puedes imponer los megaproyectos en los territorios indígenas por un lado, hacer rituales folklóricos; y por el otro lado pedir perdón. “AMLO vive del racismo cordial”. Para la doctora Sánchez Díaz el pedir perdón sirve para visibilizar todos los atropellos coloniales, el racismo, la desindigeni22


zación, el despojo de territorios, de modos de existir, esto que llama “una herida dolorosa”. Sin embargo, “la mirada colonial está más vigente que nunca”. María Eugenia advierte: “el perdón no es complacencia”. La clave está en cómo refuncionalizan a los pueblos a favor del Estado, el indio permitido a través del folclor. “El perdón solo sirve cuando es algo imperdonable, diría Derridá. El perdón está en el centro de vivificar la dignidad humana. El asunto es, los pueblos piden que no lo utilicen para exigir perdón. ¿Cómo pedir disculpas si les avientas el Tren Maya, la termoeléctrica y el proyecto Integral Morelos, y lo inauguras con un ritual que ni era Maya? Entonces me parece como muy indignante”. Claramente el gobierno actual no habla de los megaproyectos en territorios indígenas. AMLO siempre dice que hay que decidir entre inconvenientes. Y entre todas estas capas de cortinas, el EZLN corta las telas y las convierte en velas de barcos y anuncia una gira a por lo menos cinco continentes. “Iremos a decirle al pueblo de España dos cosas sencillas: Uno: Que no nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y rebeldía. Dos: Que no tienen por qué pedir que les perdonemos nada. Ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso: el asesinato de luchadores sociales, como el hermano Samir Flores Soberanes; los genocidios escondidos detrás de megaproyectos, concebidos y realizados para contento del poderoso -el mismo que flagela todos los rincones del planeta-; el aliento monetario y de impunidad para los paramilitares; la compra de conciencias y dignidades con 30 monedas. Nosotros, nosotras, nosotroas, zapatistas NO queremos volver a ese pasado, ni solos, ni mucho menos de la mano de quien quiere sembrar el rencor racial y pretende alimentar su nacionalismo trasnochado con el supuesto esplendor de un imperio, el azteca, 23


que creció a costa de la sangre de sus semejantes, y que nos quiere convencer de que, con la caída de ese imperio, los pueblos originarios de estas tierras fuimos derrotados. Ni el Estado Español ni la Iglesia Católica tienen que pedirnos perdón de nada. No nos haremos eco de los farsantes que se montan sobre nuestra sangre y así esconden que tienen las manos manchadas de ella”. El presente de los pueblos indígenas es el camino de una epistemología por la vida. Aprendemos de sus modos de supervivencia, de danzar y de resistir. Lo que nos toca a las personas desindigenizadas es caminar rumbo a un pensamiento poscolonial, como propone Achille Mbembe : “El pensamiento poscolonial hace hincapié en el porvenir de la humanidad, en esa que habrá de emerger una vez que se hayan suprimido las figuras coloniales del ser inhumano y de la diferencia racial”. Toca no caer en las narrativas hegemónicas. Crear las propias.

Cuando la costumbre se hace justiciapara las mujeres

Kau Sirenio - Pié de Página Voz De Lluvia - Tatyi Savi. 22 enero, 2021 Desde 1995, inició el ascenso de las mujeres indígenas en el proceso reivindicativo por los derechos sociales, políticos, culturales, ambientales, económicos y sexuales. Esto, de la mano de la creación de las Policía Comunitaria. Con la creación de la policía comunitaria el 15 de septiembre de 1995, en Cuanacaxtitlán, municipio de San Luis Acatlán, Guerrero, empezó el proceso de empoderamiento de las mujeres en esa comu24


nidad. De hecho, fueron las mujeres que conformaron el primer comité de apoyo a los voluntarios del cuerpo de seguridad comunitaria. Las mujeres que estuvieron involucradas son: María Aldama García, Elsa Aldama Garzón, Micaela Emiliano Justo y María Pioquinto Ortega, quienes formaron la primera brigada de apoyo a la comunidad, después vinieron otras más. Desde esa fecha el ascenso de las mujeres indígenas en el proceso reivindicativo por los derechos sociales, políticos, culturales, ambientales, económicos y sexuales fueron las banderas de lucha de las ña’á savi (mujer de la lluvia), ocupando así un espacio que antes les era negado por su condición de mujer. Ante esta crisis de violencia en Cuanacaxtitlán, se registraron en cinco años seis feminicidios. Además de las que murieron por falta de médicos que las atendieran durante el parto, llegando así a una situación más complicada para las mujeres de esta región. Durante la construcción de la policía comunitaria las esposas de los policías, comandantes, coordinadores, consejeros y las propias mujeres fundadoras vivieron con sus esposos el costo económico y emocional que implica tener a un integrante de la familia dentro de la policía comunitaria, siempre con la certeza de que es en beneficio de la comunidad. En 2009 se publicó un folleto titulado “Mirada desde las mujeres”, coordinado por la antropóloga Teresa Sierra, donde se relata la vivencia de las mujeres durante el proceso comunitario. El folleto contiene entrevistas con esposas de los comandantes y policías, así como mujeres fundadoras de la CRAC. Los primeros años de lucha de las mujeres en San Luis Acatlán fueron invisibles para muchos hombres y organizaciones sociales que acompañaron este proceso comunitario. Las mujeres que lideraron sus comunidades fueron mal vistas por los hombres y varios se empeñaron a no permitir que una mujer ocupara un cargo de importancia. 25


Sin embargo, otras mujeres, al grito de basta, salieron de sus casas, recorrieron montañas, ríos y laderas para comunicarse con otras mujeres para impulsar una organización de mujeres indígenas en el territorio comunitario. Elsa Aldama Garzón fue la primera mujer que fue electa en una asamblea comunitaria para comisario suplente. En 2014 ante la crisis poselectoral comunitaria, la comunidad eligió a Gloria Adama para coordinar los trabajos comunitarios, en un hecho insólito, los señores de señores principales le pidieron que fuera la autoridad, así se abrió el proceso para las mujeres. En 2018 Hildeberta Salinas Ricardo obtuvo la confianza de los asambleístas para convertirse comisaria suplente; este 15 de enero, Eugenia Francisco Rufino tomó protesta como comisaria suplente, así se convirtió en la cuarta mujer en ocupar con cargo que durante muchos años era solo para hombres. Sin embargo, Asunción Ponce Ramos fue la primera coordinadora de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Cuanacaxtitlán es la comunidad indígena donde la inclusión de las mujeres en el sistema de cargo es más recurrente.

La escuela que viene

Daniela Pastrana - Pié de Página - Miralejos 25 enero, 2021 Así como nuestro presente se posa en el personal médico, nuestra posibilidad de futuro está sostenida por esos atlantes que se enfrentan a la desesperanza y al resquebrajamiento de los tejidos sociales que dejará tras de sí la pandemia: los maestros y las maestras La pandemia de covid-19 detuvo el paso acelerado del mundo que conocíamos. La emergencia sanitaria nos obliga a convivir con otras reglas, sobre todo en lo más próximo y cotidiano. Repe26


timos todos los días que, después de esta pandemia, el mundo no será como antes. Pero nadie puede predecir cómo será. Los duelos son muchos. Las muertes sin despedidas. Las discapacidades permanentes de una enfermedad que nadie termina de entender. La prohibición interminable de tocarnos y de abrazarnos. Los días y los meses confinados en una prisión obligada o autoinfligida. El trabajo. Los planes de futuro. La fortaleza que creíamos tener. Entre todas esas pérdidas, una de las más dolorosas es la escuela. La escuela no es sólo el lugar donde los estudiantes adquieren conocimientos, que pueden hacerlo en la educación a distancia o en esquemas autodidactas. La escuela tiene también una función social fundamental. Es el punto de encuentro con los otros. El lugar donde crecemos y donde forjamos una forma de entender el mundo. El espacio de sociabilidad y de afectos elegidos. También es el último reducto de confianza y construcción de la personalidad cuando el hogar y la comunidad nos violentan. Los años de la escuela dejan una experiencia decisiva, por todo lo que ahí se aprende, pero también por las amistades que se forjan, que muchas veces durarán toda la vida. Por aquellas personas en las que nos reconocemos o que vemos como ejemplo. Para muchos jóvenes, sobre todo de las ciudades, la escuela también puede ser un ejercicio de libertad. Y sobre todo para las jóvenes, una oportunidad de romper con la inequidad y el machismo. Por eso, la escuela cerrada es una herida para toda la sociedad. Por eso, también, es tan importante recuperar la experiencia de quienes, a pesar de la emergencia, han imaginado una y muchas formas de mantenerla vigente. Porque así como nuestro presente se posa en el personal médico, nuestra posibilidad de futuro está sostenida por esos atlantes que se enfrentan a la desesperanza y al resquebrajamiento de los tejidos sociales que dejará tras de sí la pandemia: los maestros y las maestras. 27


A ellos les toca coser, reconstruir las heridas de guerra, ponerle brújula al navío. Hacer de esta experiencia traumática una oportunidad de aprendizaje y crecimiento de una sociedad que será distinta a la que conocemos. Y que puede ser mejor o peor, pero que será otra. Esa es la importancia de contar estas historias y dejar el registro de los protagonistas de la epopeya que viene. *Nota introductoria del libro Docentes de a Pie, enseñar en la Pandemia, que recopila los reportajes de Daliri Oropeza en Pie de Página sobre la epopeya de maestras y maestros mexicanos para seguir dando clases en medio de una pandemia. El libro fue editado por la brigada Para Leer en Libertad con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo y se puede descargar de manera gratuita en este enlace.

Canciones que cambiaron al mundo: Strange Fruit

María Teresa Juárez - Pié de Página - 22 enero, 2021 Strange Fruit es una canción emblemática de la lucha por los derechos de las comunidades afrodescendientes. Ha sido interpretada por Billie Holiday, Nina Simone, Annie Lennox, Cassandra Wilson y Susie and the Banxies. ¿Será que el siglo veintiuno se convertirá en una época en la que finalmente lograremos superar siglos de racismo y desigualdad? Un rasgo particular de la cultura norteamericana ha sido su capacidad de crear narrativas, historias conmovedoras, héroes, relatos… La literatura, el teatro y por supuesto la industria del cine forman parte de esta narrativa, dominada durante siglos por el relato blanco.

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Este 20 de enero presenciamos un giro, al menos en el discurso: la fastuosa ceremonia del cambio de gobierno en Estados Unidos con Lady Gaga, Jennifer Lopez y, por supuesto, la participación de la joven poeta Amanda Gorman: quien ha escrito acerca de la segregación, la opresión y la diáspora africana en aquel país. El racismo sistémico, sin embargo, está más vivo que nunca. Donald Trump avivó este fuego y lo ha dejado encendido. Hace 82 años una mujer… Hace 82 años, en la primavera de 1939, una mujer negra interpretaría por primera vez una canción, creando pequeñas fisuras que más tarde se convertirían en hilos de luz, que con el tiempo resquebrajarían viejas ideas sobre el color de piel. Es así como una mujer negra con un linaje marcado por la esclavitud interpretaría una de las canciones que hizo historia en la cultura popular estadounidense: Strange Fruit. Junto a Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald, Billie Holiday es una de las tres cantantes más influyentes en la historia del jazz. Su vida, como la de muchos artistas afroamericanos, estuvo marcada por la pobreza, la segregación y eventos dolorosos que marcaron su trayectoria artística. Originaria de Philadelphia, Pennsylvania; Eleanora Fagan Gough, mejor conocida como Billie Holiday, nace en una época dominada por la segregación racial y la hegemonía del relato blanco en todas sus variantes y formas: económica, educativa, filosófica, política, cultural… Su madre era una niña de 13 años cuando la tuvo, su padre tenía 15 y se alejó de ambas en cuanto ella nació. Luego de vivir toda clase de abusos: como encarcelamiento, explotación sexual y tra29


bajo forzado, Billie Holiday logra hacerse de un nombre en la escena musical del jazz a los 18 años. Como muchas de las grandes voces de su generación, esta hermosa mezzosoprano se formaría a la luz de los clubes de jazz más destacados de la escena musical afroamericana. El jazz como movimiento cultural El historiador musical Frank Tirro afirma que el año 1917 fue clave para la historia del Jazz. Este año saldría al mercado el primer disco con la palabra Jazz en la portada. A partir de este momento, quedaría grabado en la memoria colectiva como uno de los géneros musicales más trascendentes del siglo veinte. Su origen se remonta a las comunidades afrodescendientes del sur de Estados Unidos durante el siglo dieciocho. Pero es hasta mediados del siglo veinte que se transformaría en un movimiento musical con implicaciones estéticas y culturales. Pronto, este género se expandió más allá de los clubes de jazz de Nueva Orleans y llegó hasta las salas de concierto de músicos blancos… Fascinados por el virtuosismo de artistas como Mails Deivis, Ella Fitzgerald, Sara Vaughan o Charlie Parker, rápidamente incorporaron este género a las altas esferas de la música. Esto no se tradujo en igualdad de condiciones para artistas de la talla de Charlie Parker, Miles Davis, Thelonious Monk, Ella Fitzgerald, John Coltrane, Nina Simone y por supuesto: Billie Holiday. Café Society: una la leyenda Hasta 1938 se abrió el primer club de jazz interracial en Nueva York. Se trata del Café Society, creado por Bernie Josephson. 30


Apasionado del jazz, Bernie funda este centro nocturno y convoca a lo mejor de la escena musical de la época. Se trata de la versión estadounidense de los cabarets que había visitado en Europa durante los años previos. No está demás mencionar que el concepto del Cabaret en Europa retomó una posición política ligada al antifascismo y a los movimientos de izquierda. D urante los momentos más cruentos del periodo de entre guerras -que algunos historiadores ubican desde el final de la Primera Guerra Mundial en noviembre de 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939- los cabarets se transformaron en lugares de resistencia hasta que el fascismo logró destruirlos hasta los cimientos. Es así como Josephson elige este nombre desafiando a la gente de la alta sociedad, conocida como: “beautiful people” o Café Society. En un momento histórico marcado por el racismo, este lugar sería el epicentro del jazz. Algunas veces, durante el día, abría sus puertas para el encuentro de obreros, movimientos sociales y artistas emergentes. Y durante la noche, se prepararía para recibir a mujeres y hombres de todas las clases sociales y grupos culturales. En este lugar también se interpretaría por primera vez una de las canciones que movió la conciencia de la sociedad norteamericana: Strange Fruit. Es en este momento -1939- que Josephson y Holiday cruzan sus caminos dando lugar a una historia legendaria. En los años treinta Billie Holiday comenzó una carrera hacia el éxito cantando en afamados clubes nocturnos. 31


Pero es hasta que llega al Café Society cuando se consagra como una de las mejores artistas de todos los tiempos. En este lugar interpretó por primera vez: Strange Fruit. Strange Fruit es una canción emblemática de la lucha por los derechos de las comunidades afrodescendientes. La primera vez que la interpretó en el famoso Café Society de Nueva York nadie aplaudió. Aquella primavera de 1939, los asistentes se quedaron estupefactos, mientras ella temblaba de miedo y emoción al mismo tiempo. Compuesta por Abel Meeropol, el tema hace mención «al fruto extraño que cuelga de los árboles del sur». Es una cruda referencia histórica al ahorcamiento y linchamiento que vivieron los pueblos afrodescendientes en aquel país. Meeropol la compuso al ver la foto del ahorcamiento de dos obreros afroamericanos en el verano de 1930. La canción, habla del cuerpo de un hombre colgando de un árbol: De los árboles del sur cuelga una fruta extraña. Sangre en las hojas, y sangre en la raíz. Cuerpos negros balanceándose en la brisa sureña. Extraña fruta cuelga de los álamos. Escena pastoral del valiente sur. Los ojos saltones y la boca retorcida. Aroma de las magnolias, dulce y fresco. Y el repentino olor a carne quemada. Aquí está la fruta para que la arranquen los cuervos. Para que la lluvia la tome, para que el viento la aspire, para que el sol la pudra, para que los árboles lo dejen caer. Esta es una extraña y amarga cosecha. 32


Al igual que Joséphine Baker, Nina Simone, Louis Armstrong, Miles Davis y muchos otros artistas de la época, Holiday vivió el racismo en carne propia. A pesar de enfrentar oposición de amplios sectores, abrazó este tema como un himno. Años después afirmaría que al interpretar Strange Fruit sentía una profunda tristeza y un gran sentido de orgullo y dignidad. Actualmente Strange Fruit es considerada una de las 10 canciones más influyentes de la historia. Por su parte, Abel Meeropol, compositor y poeta estadounidense de origen ruso-judío, se posicionaría como un narrador de la cultura popular norteamericana. Y es así como esta canción compuesta hace 82 años ha sido interpretada por Billie Holiday, la gran Nina Simone, Annie Lennox, Cassandra Wilson y Susie and the Banxies. Actualmente un grupo de hip-hop lleva por nombre: Strange Fruit Project, demostrando que seguirá en la memoria viva de las músicas del mundo. ¿Será que el siglo veintiuno se convertirá en una época en la que finalmente lograremos superar siglos de racismo y desigualdad? Este 2021 se cumplen 500 años del relato colonizador, en el resto del continente hay miles de historias que aguardan su momento para ser contadas, hacer fisuras, tejer hilos de luz y resquebrajar viejas y anquilosadas ideas sobre el color de la piel. Celebremos la diversidad y su belleza.

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RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 27 de enero 2021


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