Recopilatorio 21 de Julio

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CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 21 de julio 2021



Jul - 16 - 2021

La Extemporánea y una Iniciativa Nacional COMISIÓN SEXTA ZAPATISTA. México. Julio del 2021. A l@s adherentes a La Declaración por la Vida: A la Europa de Abajo y a la Izquierda: A la Sexta Nacional e Internacional: Al Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno: A las Redes en Resistencia y Rebeldía: Al Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos”: Del: Subcomandante Insurgente Moisés. Compañeras, compañeroas, compañeros: Hermanas, hermanoas, y hermanos: Les saludo a nombre de los niños, mujeres, otroas, ancianos y hombres de las comunidades zapatistas, y les comunico lo siguiente: Primero.- Ya tenemos lista una compañía zapatista aerotransportada fuerte en 177 zapatistas. Está integrada en su totalidad por originarios de raíz maya, de las lenguas cho´ol, tzotzil, tzeltal, tojolabal y castilla. Somos nacidos en la geografía que llaman México. Nuestros ancestros nacieron y murieron en estas tierras. Como el Estado Mexicano no reconoce nuestra identidad y origen, y nos dice que somos “extemporáneos” (así dice la Secretaría de Relaciones Exteriores, que somos mexicanos “extemporáneos”), hemos decidido bautizar a esta unidad de Escucha y Palabra como “La Extemporánea”. Según vimos en los diccionarios, “extemporáneo” quiere decir “que es inoportuno, inconveniente”, o “que es impropio del tiempo en que sucede”. O sea que somos inoportunos, inconvenientes e impropios. 1


Nunca antes nos habían definido tan adecuadamente. Estamos felices de que al fin el Estado Mexicano reconozca que así es como considera a los pueblos originarios de esta geografía llamada México. Creo que así es como lamenta el que no nos haya aniquilado… todavía; y que nuestra existencia contradiga el discurso oficial sobre la “conquista”. Ahora se entiende que la demanda del gobierno de México al de España, exigiéndole que pida perdón, es por no habernos exterminado. De l@s 177 delegad@s, 62 de nosotr@s no tenemos aún el pasaporte. La Secretaría de Relaciones Exteriores está trincada en la “inconveniencia” que representamos. A pesar de que hemos demostrado identidad y origen, sigue exigiendo más y más papeles. Sólo falta que pida que los gobiernos de Centroamérica digan que no somos ciudadanos de esos países. 2.- La compañía aerotransportada “La Extemporánea”, conmigo al frente, ha estado preparándose desde octubre del 2020 y llevamos casi un mes en cuarentena. Está compuesta de: •

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Varios grupos de “Escucha y Palabra”. Zapatistas indígenas cuya existencia y memoria cubre la historia de nuestra lucha desde los años previos al alzamiento hasta el inicio de la Travesía por la Vida. Un equipo femenil de fútbol. Lo conforman 36 milicianas (que también son “Escucha y Palabra”) que han tomado el nombre y ejemplo de la finada Comandanta Ramona, la primera zapatista en salir de Chiapas, y se identifican como “Ixchel Ramona” y así saldrán a los campos deportivos de Europa. El autodenominado “Comando Palomitas”. Son 6 niñas y niños que son del grupo “Juego y Travesura”.Como tod@s nosotr@s, se han estado preparando. El grupo coordinador de la invasión. Son quienes se encargarán de organizar y, en su caso, reforzar los grupos de “Escucha y Palabra” que se distribuirán en las 5 zonas en las que hemos dividido el continente Europeo. Además


atenderán a los medios de comunicación libres y de paga, participarán en mesas redondas, conferencias y actos públicos; y evaluarán el desarrollo de la invasión. Con el Escuadrón 421 completaremos la primera oleada zapatista e iniciaremos las visitas a quienes nos invitaron y, con atención y respeto, les escucharemos. Si así lo piden, les platicaremos de nuestra pequeña historia de resistencia y rebeldía. 3.- Con nosotr@s viajará una delegación del Congreso Nacional Indígena-CIG, fuerte en 10 indígenas de las lenguas: Maya originaria, Popoluca, Binizá, Purhépecha, Raramuri, Otomí, Naayeri/ Wixarika y Nahua; así como 3 herman@s del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Tlaxcala, Puebla y Morelos. En total 13. 4.- En razón de que a mí me toca lo de la Travesía por la Vida-Capítulo Europa, he encomendado al Subcomandante Insurgente Galeano que tome el mando en México y que inicie, a la brevedad posible, contactos con el Congreso Nacional Indígena-CIG, con la Sexta Nacional, con las Redes en Resistencia y Rebeldía, con Organizaciones No Gubernamentales de defensa de los Derechos Humanos, con colectivos de Víctimas de la violencia, familiares de desaparecid@s y afines, así como con artistas, científicos e intelectuales, con el objetivo de hacerles saber de una nueva iniciativa nacional e invitarles a organizarse para ella. Y así abrir un frente de lucha por la Vida en nuestro país. 5.- En unos días más, que les comunicaremos en su oportunidad, iniciaremos nuestro viaje. Ahora estamos tratando de vacunarnos tod@s para no llevarles problemas de salud, y esperando a que baje un poco la llamada “tercera ola” de contagios en México. Después iremos al caracol Jacinto Canek, en San Cristóbal de Las Casas, y ahí nos concentraremos. De ahí nos trasladaremos a la Ciudad de México donde iremos l@s 177 delegad@s a las oficinas de la SRE a que nos diga, de frente y en público, que no 3


tenemos derechos por ser “extemporáneos”, y que su “aspiracionismo” le obliga a delegar su responsabilidad en burócratas racistas e ignorantes. Después, tal vez, París, Francia. Las fechas precisas les diremos después, porque parece que, para el gobierno francés, también somos inoportunos; además, claro, de la nueva ola mundial de COVID 19. Ni modos, debe ser la globalización. 6.- Estamos un poco nerviosos pero contentos -porque no es la primera vez que haremos algo sin saber qué nos espera-. Agradecemos desde ya a la Europa de Abajo, a la Sexta Nacional, las Redes en Resistencia y Rebeldía, las ONG´s solidarias de este y el otro lado del océano, y al colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos” el apoyo económico y en especie que permitirá realizar el viaje aéreo. El costo del viaje marítimo y el de los pasaportes (entre 10 mil y 15 mil pesos cada uno, por los viajes continuos ida y vuelta a nuestros pueblos para cumplir los ridículos requisitos del Estado Mexicano por ser “extemporáneos”), fue cubierto íntegramente por el EZLN y nos dejó sin fondo de reserva. Pero no representó, para ningun@ de l@s delegad@s, gasto personal alguno. 7.- De la iniciativa nacional –de la que queda encargado el SupGaleano-, sólo les adelanto que arrancará con nuestro llamado a participar en la así llamada “Consulta Popular” del 1 de agosto, y a responder “Sí” a la pregunta sobre si se debe o no hacer algo para cumplir con el derecho a la verdad y la justicia de quienes han sido víctimas por acciones y omisiones del Estado Mexicano (que eso, y no otra cosa, es lo que señala la pregunta que elaboró la Suprema Corte de Justicia de la Nación del país que se llama México). Quienes allá arriba, en los partidos de “oposición”, se resisten a la consulta, no sólo temen lo que de ella se siga; también les aterra que las víctimas recuperen sus demandas del uso ruin y perverso que la ultraderecha hace de su dolor. Porque el dolor no debe ser negocio electoral, y menos para fines tan mierdas como que regresen al gobierno quienes son algunos de los principales responsables de la violencia y que antes sólo se dedicaron a acumular paga y cinismo. Por eso el INE, que también nos considera 4


a los indígenas como “extemporáneos” y nos niega la credencial, está haciendo lo posible para que la consulta fracase, porque sabe que también le toca su parte del delito por su política exclusiva para la piel clara y urbana. Hay que entrarle, no viendo hacia arriba, sino mirando a las víctimas. Hay que convertir la consulta en una consulta “extemporánea”. Esto con el fin de que así arranque, independiente de los de arriba, una movilización por una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas, o como quiera que se llame. Porque no puede haber vida sin verdad y justicia. Es todo por ahora. Desde la Montañas del Sureste Mexicano. Por los zapatistas extemporáneos. Subcomandante Insurgente Moisés. Todavía en México, Julio del 2021. «Bella Ciao» versión trombones, Germán El Trombón & El Clan del Solar

El exterminio, la verdad y la justicia

Jacobo Dayán - Animal Político - Nunca más - 20 de julio, 2021 Hace unos días se hizo público otro episodio del horror. La Bartolina, predio de 600 m2 en el que se han recuperado cerca de 800 kg de restos óseos en tan solo un puñado de metros cuadrados. El resto del predio no ha sido inspeccionado por falta de recursos y voluntad por parte de las autoridades. Con cerca de 90 mil personas desaparecidas y no localizadas, el Estado mexicanos solo ha podido/querido emitir 35 sentencias. Estamos ante impunidad sistémica como forma de gobierno. Los pocos casos que se resuelven se quedan en las más bajas responsabilidades 5


materiales, jamás se toca la estructura criminal, ni la de protección política y menos la red económica. Todas ellas entrelazadas. La Bartolina no es un hecho aislado, varias zonas de exterminio han sido documentadas por todo el país. Fundamental ha sido el trabajo de colectivos y periodismo independiente. Cuántos predios como La Bartolina ha encontrado el Estado y los ha mantenido en silencio mientras familiares siguen buscando. En el caso de La Bartolina fueron 5 años de silencio hasta que los colectivos levantaron la voz. El presidente ha afirmado varias veces que las personas desaparecidas son su prioridad número uno. Nada más lejano a la realidad. Lo que sigue ya lo conocemos. La Bartolina pasará al olvido y se hará referencia a este predio hasta que la próxima zona de exterminio sea dada a conocer. Los restos encontrados se sumarán a los cientos y cientos y cientos de kilogramos de restos en espera de ser identificados y a los más de 40 mil cuerpos que se encuentran en la misma situación. Habrá un número reducido de identificaciones. El predio será examinado lentamente. No habrá explicación alguna de lo ocurrido allí, del contexto, de las motivaciones. La verdad no se buscará y menos se sabrá. No habrá justicia. La reparación a las víctimas seguirá siendo insuficiente y caótica. Sobrarán quienes continúen respaldando a gobiernos omisos y criminales. Al final, la lucha de los colectivos y el olvido social y gubernamental. En días recientes el EZLN ha lanzado una iniciativa que debe ser tomada en cuenta y entendida a profundidad. La propuesta está en la misma línea que otras lanzadas desde colectivos de víctimas y organizaciones de la sociedad civil. Se trata de un “llamado a participar en la así llamada ‘Consulta Popular’ del 1 de agosto, y a responder ‘Sí’ a la pregunta sobre si se debe o no hacer algo para cumplir con el derecho a la verdad y la justicia de quienes han sido víctimas por acciones y omisiones del Estado Mexicano… Hay que entrarle, no viendo hacia arriba, sino mirando a las víctimas. Hay que convertir la consulta en una consulta ‘extemporánea’. Esto con el fin de que así arranque, 6


independiente de los de arriba, una movilización por una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas, o como quiera que se llame. Porque no puede haber vida sin verdad y justicia”. El llamado es al inicio de una movilización desde abajo a la izquierda. De ninguna manera es una adhesión a los intereses y prácticas partidistas. Este posicionamiento ha sido mal interpretado por tirios y troyanos. Resulta muy importante este llamado ya que muchos analistas y especialistas han escrito contra la consulta ya que se ve como parte del pleito político de arriba y a la derecha y se deja de ver a las víctimas. Solo con esa articulación de víctimas de las múltiples violencias, del movimiento feminista, los pueblos indígenas y la sociedad comprometida es que se logrará iniciar la construcción de paz partiendo de la verdad y la justicia. Sin esa movilización, que arranca simbólicamente con la consulta, seguiremos hundiéndonos en el horror, la muerte, el olvido y la impunidad.

La consulta

Javier Sicilia - Revista Proceso - 14 de julio de 2021 A la memoria de Antonio Helguera A los periodistas vilipendiados en las “mañaneras” Aunque el texto de la consulta dice otra cosa, su espíritu apunta a algo con lo que López Obrador se comprometió y no ha dejado de traicionar: una agenda profunda de justicia transicional. En una de sus múltiples ocurrencias, López Obrador hará que el 1 de agosto de este año se lleve a cabo una consulta popular para –según él y muchos que le han comprado el argumento– saber si esa abstracción llamada “pueblo” está de acuerdo en que se juzgue a los expresidentes. Aunque el texto de la consulta dice otra cosa (“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de 7


esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”), su espíritu apunta a algo con lo que López Obrador se comprometió y no ha dejado de traicionar: una agenda profunda de justicia transicional. En este sentido la pregunta, como señaló Jacobo Dayán (“Respondiendo a la pregunta del presidente”, Animal Político 1/06/2021), debería obligar a Andrés Manuel a cumplir sus compromisos públicos con las víctimas y crear una gran Comisión de la Verdad y un Mecanismo Extraordinario de Justicia acompañados por la comunidad internacional. Desde hace mucho el Estado mexicano y sus partidos –lo sabe perfectamente López Obrador– están gravemente capturados por el crimen organizado y, por lo mismo, incapacitados para iluminar la verdad y hacer la justicia que clama el país. Lo dijeron claramente las urnas llenas de sangre del pasado 6 de junio. Lo dicen las masacres, desapariciones, secuestros, extorsiones y fosas que sexenio tras sexenio aumentan. Lo gritan el 35% del territorio nacional ocupado por grupos criminales, los casi absolutos niveles de impunidad y el ascenso a algunas gobernaturas, como la de San Luis Potosí, de gente claramente vinculada e identificada con esos grupos. Lo señalan la ausencia de registros confiables en relación con los desaparecidos, la falta de una base de datos nacional que contenga toda la información necesaria para su búsqueda, la incapacidad forense para enfrentar la dimensión del horror, la negativa de la Fiscalía General de la República a colaborar con la Comisión Nacional de Búsqueda y a entregar, como se le ha pedido mil veces, el censo de las fosas clandestinas y de cuerpos en espera de ser identificados. Lo reiteran el desmantelamiento de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas que permanece acéfala desde hace meses y el caos que la eliminación del Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral ha generado en el sistema de reparación. La experiencia internacional –señala Dayán, quien no sólo fue, junto conmigo y Sergio Aguayo, testigo directo de los compromi8


sos públicos de Andrés Manuel con la justicia transicional, sino que, al lado de la actual Secretaría de Gobernación, se encargó de reunir las mesas de trabajo para crear los documentos que la hicieran posible– muestra que para acabar con la impunidad y descapturar al Estado de las células criminales que lo tienen sometido se requieren investigaciones independientes que aborden no casos –como pretende hacerlo AMLO al interpretar la pregunta de la consulta como un juicio a los expresidentes–, sino fenómenos en los que evidentemente están involucrados expresidentes, pero también gobernadores, presidentes municipales, policías y Fuerzas Armadas de las anteriores y de estas administraciones. Si tomáramos en serio el espíritu de la pregunta de la consulta en relación con los compromisos públicos hechos por Andrés Manuel con las víctimas; si la prensa, en lugar de discutir la pertinencia de la consulta, la orientara hacia allá, podría ejercerse una presión para que la agenda de la justicia transicional se volviera prioritaria y empezara a construirse una verdadera política pública encaminada a descapturar al Estado, revertir la impunidad y hacer descender los índices de violencia. La justicia transicional no es fácil ni sus resultados inmediatos. Está hecha de largos y profundos procesos que cuestan vidas, pero que tienen una dirección clara, un sentido de dignidad política, social y humana, y, según los países en los que se ha aplicado, un alto grado de efectividad. De no orientar la pregunta de la consulta del 1 de agosto hacia allá y obligar con ello a Andrés Manuel a recuperar la memoria y retomar la propuesta ciudadana que pactó con las víctimas y que decidió abandonar sin explicación alguna, pero sí con insultos y descalificaciones cuando fuimos con esos documentos en la mano hasta Palacio Nacional en busca de esa explicación, la consulta no sólo será un show más en el circo mediático en el que Andrés Manuel suele manchar su investidura. Nosotros mismos seremos parte de él y habremos perdido una gran oportunidad de salvar al país de la impunidad, la corrupción y la violencia que impone la lógica criminal. 9


No es el erratismo político de López Obrador el que debe marcar la agenda nacional. Somos nosotros quienes debemos recordarle y hacer valer los compromisos que durante su campaña asumió con la nación. Más allá de la idiotez que la produjo, la consulta del 1 de agosto es de esa índole, siempre y cuando seamos capaces de entender y orientar lo que en ella se juega en el orden de la verdad, la justicia y la paz. Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, detener la guerra, liberar a todos los presos políticos, hacer justicia a las víctimas de la violencia, juzgar a gobernadores y funcionarios criminales, esclarecer el asesinato de Samir Flores, la masacre de los LeBarón, detener los megaproyectos y devolverle la gobernabilidad a México.

Los zapatistas vuelven a incomodar Gloria Muñoz Ramírez - La Jornada - Los de abajo 17 de julio de 2021

Impropio del tiempo en que sucede, eso es el zapatismo, y eso ha sido desde el momento de su primera aparición pública protagonizada por miles de indígenas que declararon la guerra al Estado mexicano entonces comandando por Carlos Salinas de Gortari. Anacrónico y fuera de lugar también lo es. Por qué no unirse al festejo que ponía al país en el primer mundo en los albores de los 90. Por qué aguar la celebración neoliberal, por qué adelantar que todo reventaría como un globo. Por qué no conformarse con las limosnas del Estado distribuidas través de programas como Solidaridad (o el Sembrando Vida actual). Por qué no dejarse morir o sólo luchar por mejoras para ellos y ya. ¿Por qué? Para colmo, además de inadecuado e inconveniente, el zapatismo se atreve a ser opción. No sólo visibiliza las contradicciones extremas del capitalismo, sino que se atreve a construir relaciones basadas en la colectividad y horizontalidad, en una propuesta integral que, en su tiempo y espacio, resignifica la política. 10


Qué más inoportuno que recorrer el viejo continente en momentos en que está prohibido, literal, el movimiento. Si algo ha dejado en claro la pandemia es la profunda desigualdad, la pobreza más descarnada y el nivel de violencia institucional en cada lugar. Y, en muchos casos, la desesperación y desesperanza. Y de pronto el zapatismo viene a incomodar de nuevo, a mover el tablero, a convocar a luchar por la vida. Y su mensaje es leído lo mismo por unas adolescentes en San Petersburgo que por los chalecos amarillos en París; el movimiento de mujeres en Barcelona; los guardianes de un bosque en Alemania, o por quienes luchan contra un tren de alta velocidad en Italia, entre cientos de colectividades que se activan no sólo para recibirlos, sino para continuar y unir sus luchas. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional anuncia que son 177 zapatistas quienes integran su delegación aerotransportada, a la que se suman los siete zapatistas que llegaron por mar, y 13 integrantes del Congreso Nacional Indígena, 197 indígenas en total. La disputa por la historia es lo que viene y ésa sí no es extemporánea. desinformemonos.org losylasdeabajo@yahoo.com.mx

Disputa por las dimensiones de ingobernabilidad e impunidad

Magdalena Gómez - La Jornada - Martes 20 de julio de 2021 En la complejidad de la crisis nacional en torno a los frentes de violencia, destaca la necesidad de atender a sus dimensiones e incluso a su localización e impacto. Todo depende de dónde nos coloquemos y ciertamente de que no generalicemos. Distinción que resulta muy difícil si la mirada va desde los pueblos y comunidades indígenas, así no seamos parte de ellos, pero el respeto a sus derechos es inherente al mundo al que aspiramos. 11


La narrativa es prácticamente opuesta si desde el poder se asume que los hechos cotidianos y demostrables de agresión, despojo y criminalidad, exacerbados en una determinada región, no son significativos para el país, pues en éste hay paz y gobernabilidad, se dice, suponiendo con ello estabilidad y control. Detrás de una postura semejante está la convicción de que si se reconoce que algo va mal lleva implícita la acusación de que todo está mal y aún peor que antes. En esta polarización nos encontramos si acercamos el lente a la situación de emergencia que se está viviendo en diversas regiones del país. Sólo un ejemplo dramático y presente es el de Pantelhó, Chiapas (además Simojovel, Chenalhó, Aldama, entre otros en la misma entidad). Ante las evidencias del crimen, el pasado 5 de julio, de Simón Pedro Pérez López, defensor de derechos humanos, catequista y ex presidente del grupo Las Abejas de Acteal; las incursiones armadas en contextos de enfrentamiento con la Guardia Nacional de grupos de la delincuencia organizada, cuyos líderes están identificados y ligados también a expresiones partidistas, con las que se han hecho del control electoral de los municipios, algunos provienen del paramilitarismo y gozan de impunidad ante la inacción y o complicidad de las instancias responsables de garantizar la seguridad (véase el análisis certero de Luis Hernández Navarro en La Jornada, 11/7/21). Con el saldo del desplazamiento más reciente : la huida para salvar sus vidas, de alrededor de 2 mil habitantes indígenas, que se encuentran desprovistos de todo tipo de protección. Ante ello, en su conferencia mañanera del 15 de julio, el Presidente de la República afirmó que “el problema es muy focalizado, pero no es una situación generalizada en México; afortunadamente hay paz y tranquilidad hay gobernabilidad”, al asegurar que se está trabajando de manera conjunta con el gobierno de Chiapas para regresar la seguridad a la región y frenar los brotes de violencia. Indicó –sin explicarlo– que no se trata de conflictos que vienen de tiempo atrás que son cosas nuevas. Lo nuevo es la presentación pública el pasado 7 de julio del grupo de autodefensa El Machete, que denunció la ausencia del aparato de procuración e impartición de justicia en 12


ese rincón de los Altos de Chiapas, donde durante casi 20 años quedaron en la impunidad los asesinatos y despojos. Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas ha enviado mensajes de alerta al considerar que la estrategia de militarización del Estado mexicano en los territorios de Chenalhó y Pantelhó pone en riesgo la libertad e integridad personal, garantías judiciales y el libre tránsito de la población tzotzil y tzeltal, además, les profundiza el miedo y el terror que los llevó a la actual situación de desplazamiento forzado interno . A este clima de violencia no escapa la provocación al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). El pasado 11 de julio un grupo llamado “Guardianes de la Reserva Huitepec Alcanfores” incursionó en la zona de Huitepec, en San Cristóbal de las Casas, donde habitan desde hace 15 años bases de apoyo del (EZLN). Pretenden tomar posesión de 102 hectáreas del sitio, bajo el argumento de que va a proteger el ecosistema, aun cuando desde hace 15 años las comunidades zapatistas las tienen como áreas de conservación. El promotor de la incursión será por tercera ocasión presidente municipal de San Cristóbal de las Casas y ha sido un activo antizapatista desde 1994. Ciertamente el actual gobierno, autodenominado de la 4T, tiene una pesada herencia de impunidad por parte de los grupos de delincuencia organizada y las complicidades desde los sectores oficiales; sin embargo a tres años, la estrategia de seguridad, con sus escasos resultados, no se compadece de la grave situación que se vive en algunas regiones del país. Bien se haría en analizar las fundadas evidencias que el Centro Pro de Derechos Humanos ha colocado en su informe titulado Poder militar: la Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense, donde alerta sobre las implicaciones de la renuncia en los hechos a hacer de la Guardia Nacional una fuerza civil. Pareció señal de conciencia, no a la defensiva, la afirmación del Presidente de la República el pasado 15 de julio: “Si no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro gobierno”. ¿Será? 13


Pueblos indígenas, narcoviolencia y paramilitarismo

R. Aída Hernández Castillo* - La Jornada - 18 de julio de 2021 En los pasados dos meses, el movimiento indígena de México ha perdido a dos de sus más lúcidos y comprometidos defensores del territorio y de los derechos de los pueblos, el líder yaqui Tomás Rojo y el activista tsotsil, Simón Pedro Pérez López. Sus muertes han sido parte de un continuum de violencias ejercidas sobre sus territorios, que han incluido el desplazamiento forzado, la desaparición, el feminicidio y el uso de fosas clandestinas como parte de una “pedagogía del terror” ejercida por actores armados integrantes del crimen organizado, de grupos paramilitares, con la participación directa o indirecta de fuerzas de seguridad. La manera en que la narcoviolencia ha afectado a los pueblos indígenas ha sido poco documentada por las ciencias sociales, y silenciada por los informes oficiales sobre los impactos de las violencias extremas en el país. Los riesgos que implica la investigación de campo en torno a estos temas y las perspectivas culturalistas sobre los pueblos originarios han impedido que existan análisis profundos sobre la manera en que los tejidos comunitarios se han visto afectados por estas múltiples violencias. En otros textos me he referido a estos silenciamientos, como las “múltiples ausencias” de los indígenas desaparecidos o asesinados (https://adondevanlosdesaparecidos.org/2019/04/25/las-multiples-ausencias-de-los-indigenas-desaparecidos-en-mexico/). Tanto la ejecución de Simón Pedro, integrante de la Asociación Las Abejas de Acteal, y del Congreso Nacional Indígena (CNI), el 5 de julio pasado, como la desaparición forzada y asesinato de Tomás Rojo, un mes antes, fueron precedidos por décadas de represión y paramilitarización en sus comunidades, en las que el Estado mexicano ha tenido una responsabilidad directa. En el caso del líder tsotsil, la masacre de Acteal acaecida el 22 de 14


diciembre de 1997 fue un antecedente que puso en evidencia la responsabilidad estatal en la formación de grupos paramilitares en la región. En aquel entonces confrontamos las versiones que intentaban presentar el asesinato de 32 mujeres y 13 hombres, como “producto de pugnas intracomunitarias” reconstruyendo la historia política de la región y mostrando la responsabilidad estatal en la formación de cacicazgos indígenas y en la capacitación de grupos paramilitares (http://www.rosalvaaidahernandez.com/ wp-content/uploads/2019/12/1998-LIBROS-La-Otra-PalabraPDF.pdf ). En este contexto, denunciamos la existencia de una cultura trasnacional militarista de muerte, que cruza fronteras junto con armas de alto poder, las estrategias de tortura y las técnicas de mutilación corporal. Sobre este contexto, ya de por si complejo, se han montado ahora las redes globales del narcotráfico. La previa capacitación que han recibido jóvenes paramilitares ha sido de gran utilidad a los cárteles de las drogas que ahora se incrustan en estructuras de poder locales. La existencia del cártel Chamula, no podría entenderse sin la previa formación de la “Comunidad Revolucionaria Institucional”, ampliamente analizada por Jan Rus, quien ha documentado la historia de cacicazgos indígenas que se han valido de las violencias extremas para expulsar, asesinar y violar a quienes se oponían a sus poderes. De la misma manera, el asesinato de Tomás Rojo y previamente de su compañero de lucha Luis Urbano, han sido precedidos por múltiples violencias hacia la población yaqui que se ha opuesto al despojo de sus recursos acuíferos con la construcción del acueducto Independencia. La desaparición de jóvenes yaquis, reclutados a la fuerza por el crimen organizado, quienes muchas veces terminan en fosas clandestinas, ha sido también parte de las estrategias de control territorial usadas por los actores armados, con el apoyo directo o indirecto de las fuerzas de seguridad. A todo lo largo y ancho del país, el crimen organizado vinculado a la industria global armamentista se ha incrustado en comu15


nidades indígenas, secuestrado física o culturalmente a una generación de jóvenes, cuyos cuerpos muchas veces terminan convirtiéndose en marcadores del control territorial de los cárteles. Frente a esta política de muerte, las resistencias indígenas se han movilizado para defender el territorio y denunciar a escala nacional e internacional este genocidio indígena. La “Travesía por la Vida” iniciada por integrantes del EZLN y el CNI en Europa se propone confrontar la cultura militarista de muerte, con la articulación de luchas por la vida (https://www.caminoalandar.org/ post/viaje-zapatista-por-la-vida-al-encuentro-de-los-pueblosen-lucha). Las estrategias de despojo y muerte son globales, por lo que globales deben ser las resistencias. * Doctora en antropología, investigadora del Ciesas

La venganza de los virus

Raúl Zibechi - La Jornada - 16 de julio de 2021 Uno de los problemas que aquejan al pensamiento crítico en este periodo de casos sistémicos, se relaciona con el tiempo y, de modo particular, con cierta fijación en las coyunturas y en los acontecimientos, o en el tiempo corto, según el historiador Fernand Braudel. Como si lo decisivo fuera el último discurso del candidato, la nueva ley aprobada o la genial iniciativa de algún dirigente. Para el historiador, los acontecimiento son polvo, sucesos que se los lleva el viento y que no dejan más que vagos recuerdos; si los dejan. Braudel no desestimó ninguno de los tres tiempos que estudió, pero siempre se mostró fascinado por la larga duración, el tiempo largo, el de las estructuras y las continuidades, al que llegó a definir como “el tiempo de los sabios”. De algún modo, es el tiempo de los pueblos originarios. Mayores se refieren casi siempre a los cinco siglos con los que nombran el inicio de una nueva era, plagada de desastres. Raras veces se enfocan en las coyunturas, a las que suelen abordar, casi, como meras anécdotas. 16


En 1995, Immanuel Wallerstein que se decía inspirado por Braudel, escribió un texto que hoy tiene rabiosa actualidad: “Así como hace 25 años al parecer alcanzamos un pico en el fortalecimiento de las estructuras estatales, es posible que también hayamos alcanzado un pico en el ataque mundial, que ya duraba dos siglos, contra las enfermedades infecciosas y contagiosas. Es posible que la arrogante utilización de soluciones dramáticas haya dañado algunos mecanismos ecológicos de protección, posibilitando la aparición de enfermedades epidémicas terribles antes desconocidas”*. Una cita que daría para un seminario. En efecto, en esas dos frases aparecen varios conceptos fuertes. Sabemos que dos siglos de ataque a virus y bacterias, incluyendo la sobreutilización de antibióticos y el consumo masivo de comida chatarra, han dañado las defensas del organismo humano, de los no humanos y del planeta Tierra. Wallerstein se refiere a dos siglos que coinciden con la aparición de las primeras vacunas y del comienzo del ataque sistemático, equiparable a bombardeos, contra virus y bacterias. Lo más notable, desde mi punto de vista, es su capacidad de emparejar el devenir de los estados con el del combate a las enfermedades, lo que evidentemente sugiere que estamos ante dos facetas ineludiblemente entrelazadas. Existe un solo planeta y lo que suceda con una de las variables se relaciona, inevitablemente, con las demás. Esta realidad sólo la podemos aquilatar si la miramos con los lentes de la larga duración, que disuelve los compartimentos estancos que está reproduciendo el pensamiento crítico. El segundo aspecto que me parece necesario destacar, es el que menciona como “soluciones dramáticas” que, a la larga, no solucionan nada. ¿Qué conclusiones podemos sacar de estos dos siglos de guerra contra los virus? Una fundamental es que los virus vuelven, retornan porque pueden mutar pero, sobre todo, porque son parte de la vida, esa que no se puede eliminar sin provocar algo así como el suicidio de la especie. 17


En este punto entran las vacunas, que empiezan a ser obligatorias en algunos países y que se proponen como la solución única a la pandemia. Debo aclarar que quien esto escribe está vacunado de dos dosis, de modo que no milito entre los antivacunas, aunque tenga dudas sobre su eficiencia y su conveniencia. El punto es otro. Administrar vacunas masivamente puede ser un modo de atajar la pandemia, puntual y coyuntural, pero que no elimina las futuras pandemias y, como señala Wallerstein, puede estar agravando el daño a los “mecanismos ecológicos de protección”. Aquí aparecen dos cuestiones. Una, que si no se abordan las causas profundas de la pandemia, como la deforestación y los gigantescos criaderos de animales para el consumo de carne, los virus volverán y serán más dañinos. Dos, que al parecer no hemos aprendido nada de estos dos siglos: el bombardeo sistemático a virus y bacterias para combatir infecciones y enfermedades ha dañado nuestro sistema inmunitario, quizá de forma irremediable. Pero seguimos insistiendo en la misma receta, sin hacer balance de lo que nos puede enseñar la larga duración. La arrogancia de la humanidad, profundizada por gobernantes ególatras (de derecha y de izquierda), atontada con la zanahoria del consumo, utilizada y fomentada por el capital, hace muy difícil desandar el camino de la autodestrucción. Sólo pueblos originarios enseñan caminos diferentes, precisamente porque no han abandonado la cultura de la larga duración. Se vacunan pero además cultivan sin agrotóxicos, por poner un ejemplo. Por último, confiar en los estados es tan ingenuo como confiar la salud colectiva a las multinacionales farmacéuticas, que sólo piensan en ganancias gigantes por su control monopólico del mercado. Una salud autónoma que se construya a contrapelo del mercado y del Estado, es tan posible como urgente. * En Después del liberalismo, Siglo XXI, pp. 69 y 70. 18


La verdadera Guelaguetza

Silvia Ribeiro* - La Jornada - 17 de julio de 2021 Estamos en tiempos de Guelaguetza, días de celebración de los pueblos de Oaxaca, que para muchos que vemos desde afuera, parece una fiesta para disfrutar danzas y comida tradicional. En realidad es mucho más que eso. Desde el corazón de los pueblos, el Espacio estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca recuerda su verdadero significado: es una afirmación de la comunidad y la ayuda mutua. Ahora amenazadas por la entrada de agrotóxicos y semillas de empresas trasnacionales, por proyectos y políticas que desolan sus territorios y debilitan las bases de la vida comunitaria. “La palabra guelaguetza ha sido utilizada por los gobiernos en turno para mostrar hacia afuera una cara bonita de Oaxaca, pero hacia adentro niega la diversidad cultural existente en los pueblos indígenas y trata de deslegitimar el verdadero significado de la palabra, que trasciende la fiesta y en realidad se trata de una forma distinta de ver el mundo, en donde la solidaridad y el intercambio de esfuerzos están por encima de la ganancia” comparten en la Declaración por el futuro del maíz, el campo indígena y el planeta. La fiesta oficial ha pervertido el significado profundo de esta tradición: “No necesitamos dinero para hacerla, tampoco es un momento para mostrar lo bonito. Guelaguetza es compromiso de ayuda mutua durante toda la vida que fortalece lazos de amistad entre familias y comunidades, entre otros significados; es hacer milpa colectivamente para garantizar el alimento de todas las familias que participan en su ejercicio”. El Espacio estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca se formó como tal en 2012, y en él convergen 25 organizaciones, comunidades e instituciones educativas de todo el estado por la defensa del maíz y sus pueblos. Varias organizaciones son a su vez uniones de comunidades, algunas trabajan en esta defensa desde que se reveló la contaminación transgénica del maíz nativo en 2001. 19


Denuncian que empresas trasnacionales han despojado a las comunidades de sus semillas, incluso intentando patentarlas, como el caso del maíz oaxaqueño Olotón, único en el mundo, que fija nitrógeno para autofertilizarse. (https://tinyurl.com/ym98fx87). La entrada de semillas híbridas y agrotóxicos, promovidas por empresas y programas oficiales en varios sexenios, ha devastado el campo, la salud de las y los comuneros y acelerado la migración y el despojo. “La falta de apoyo al campo que se profundizó durante los últimos 40 años ha dejado un campo sin campesinos o con campesinos de la tercera edad, la misión de esas políticas no ha sido otra que la de expulsar a los jóvenes de sus comunidades para convertirlos en mano de obra asalariada que tiene que comprar su comida, al mismo tiempo que mina la resistencia para defender los territorios frente a los proyectos que hoy ofrecen desarrollo y prosperidad. Resultado de las políticas hacia el campo ha sido la pérdida de soberanía alimentaria y como consecuencia estemos consumiendo alimentos procesados que nos enferman y que son causa de las pandemias más peligrosas que actualmente afectan a la humanidad.” Hacen por ello un llamado a indígenas y campesinos a seguir sembrabdo semillas nativas y criollas, a no dejarse convencer por empresas y gobiernos a sembrar otras semillas. “No necesitamos bancos de germoplasma para conservarlas en vitrinas. Sembremos nuestras semillas para conservarlas vivas. La diversidad genética de semillas que conservamos en Oaxaca y en los territorios indígenas del mundo es garantía de nuestra sobrevivencia y la de la humanidad, sembrar diversidad como en la milpa es garantía de vida, hacerlo con nuestros sistemas tradicionales de cultivo o con formas agroecológicas es fomentar la vida. No caigamos en el engaño de ahorrar trabajo con el uso de herbicidas u otros agrotóxicos, esos productos sólo traen destrucción. El futuro será sin agrotóxicos o no será”. 20


Invitan a la gente de la ciudad “a procurar alimentos sanos a sus mesas, a investigar de donde viene su comida y cómo se produce, de esa manera se ayudarán a prevenir la enorme cantidad de enfermedades que los aquejan, es mejor consumir un alimento sano que tener que entrar enfermo al mejor hospital del mundo”. A buscar y consumir alimentos producidos por campesinos y a sembrar alimentos en nuestros espacios, en lo que tengamos por poco que sea, porque “devolverán vitalidad y la posibilidad de hacer comunidad”. Para honrar la verdadera Guelaguetza, llaman a “solidarizarse con los pueblos indígenas y campesinos en una campaña nacional e internacional en defensa de la milpa, la comunalidad y la vida”. Una defensa de la raíz, que apoye las resistencias de pueblos indígenas en México y el mundo contra los despojos y asesinatos que sufren. Que no es un acto de solidaridad solamente, es una forma de fortalecer la salud de la gente y el planeta y las bases para la alimentación sana que todas y todos necesitamos. * Investigadora de Grupo ETC

Combate a la violencia: nuevas narrativas, viejas prácticas Mario Patrón - La Jornada - 15 de julio de 2021

La violencia en México no cesa y, al parecer, el entorno electoral y poselectoral no ha hecho más que empeorar esa dinámica que, lamentablemente, se ha convertido en una presencia cotidiana en numerosas poblaciones del país. Violencia y corrupción fueron los dos principales problemas del país que heredó Andrés Manuel López Obrador hace tres años cuando asumió la Presidencia, y sobre ellas fundamentó buena parte de la narrativa de su campaña así como los primeros signos de su gobierno. “Abrazos, no balazos”, prometía AMLO; pero hoy, a tres años de aquellos días, la violencia no cesa y la pacificación se ha vuelto sinónimo de militarización. 21


Repasemos algunos de los más recientes hechos de violencia. El 19 de junio civiles armados abrieron fuego en las calles de cuatro colonias de Reynosa, Tamaulipas. El saldo oficial fue de 19 fallecidos por impactos de bala; 15, ciudadanos de a pie que transitaban por la zona. Los ataques no fueron una confrontación entre grupos criminales, sino fuego abierto contra la ciudadanía, ante el cual la policía y el Ejército reaccionaron horas después, a pesar de efectuar rondines cerca de la zona. El miércoles 7 de julio, pobladores de los municipios chiapanecos de Che­n a­lhó y Pantelhó se vieron directamente amenazados por grupos paramilitares y del crimen organizado, que acabaron con la vida de Simón Pedro López, ex presidente de Las Abejas de Acteal, y provocaron el desplazamiento de al menos 2 mil personas, según estimaciones del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. A este recuento le precede la violencia política generalizada durante las campañas y las balaceras poselectorales ocurridas en Zacatecas. Cómo ignorar el caso emblemático de Aguililla, Michoacán, cuyos pobladores han sufrido largos meses sitiados por integrantes del crimen organizado que se disputan entre balaceras frecuentes el territorio y han mantenido un bloqueo carretero, no obstante que el Ejército ha instalado un cuartel en el lugar. El Estado se ha visto superado e indudablemente hay instituciones públicas coludidas en la generación de los entornos de violencia. México, hoy cuenta con parcelas territoriales enteras, donde la presencia de las instituciones del Estado es inexistente, o en su defecto existe pero para fortalecer los intereses de bandas criminales. En este entorno de macrocriminalidad, la estrategia de “abrazos, no balazos” es insuficiente. En noviembre de 2018 López Obrador presentó su Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, que consideraba ocho estrategias para la pacificación del país que, articuladas, constituían una política integral para la atención de la violencia. No obstante, el 22


plan, que incluía programas sociales, la reconstrucción de tejidos sociales, la dignificación del sistema penitenciario, un enfoque de justicia transicional, entre otras medidas sumamente pertinentes, terminó por diluirse en la creación de una Guardia Nacional militarizada, medida que era sólo la última de las estrategias. Es decir, tenemos una nueva narrativa presidencial en el ámbito público –abrazos, no balazos–, pero la misma estrategia de combate a la violencia, basada en la militarización de la seguridad. Conviene hablar del reciente informe del Centro Prodh titulado Poder militar: la Guardia Nacional y los riesgos del renovado protagonismo castrense. Según el reporte, las condiciones están dadas para que se recaiga en los abusos a derechos humanos del pasado, cometidos por las fuerzas armadas. El documento es contundente: “La experiencia mexicana muestra que incluso, en determinadas circunstancias, el despliegue militar puede ser en sí mismo causa de que la violencia aumente”. Se habla de al menos 27 tareas nuevas encomendadas al Ejército y Marina en este sexenio, bajo el riesgo de que la militarización de funciones civiles, genere la politización de las fuerzas armadas en detrimento de la transparencia y rendición de cuentas de las instituciones castrenses. El Presidente ha repetido que recibió un país con una espiral de violencia ascendente y ha defendido su estrategia al señalar que ha logrado que los homicidios no continúen la tendencia ascendente que registraban hace tres años. Ambas cosas son ciertas, basándonos solamente en el número de homicidios por año, se ha establecido una meseta en las cifras de este indicador; el problema es que se trata de una meseta sumamente alta sin tendencia alguna a la baja durante muchos meses. Otro argumento reiterado desde Palacio Nacional es que ya no es el Estado el que violenta; sin embargo, esta afirmación resulta cuestionable ante la evidente permisividad de la violencia en eventos como los de Tamaulipas y Michoacán. No olvidemos que, en todo caso, es ante el propio Estado que debe darse la exigibilidad del derecho a la seguridad y a la inte23


gridad, sin importar quién incurra en graves violaciones. Mientras las nuevas narrativas minimizan, invisibilizan y dan seguimiento a la violencia como meros sucesos coyunturales, las viejas prácticas se sostienen al militarizar no sólo la seguridad pública sino la gestión de políticas públicas en materia de salud, educación e incluso infraestructura. Los riesgos son claros y la historia nos recuerda que la militarización, en nombre del orden y la paz, por lo menos durante los últimos 14 años no ha resultado.

Sherlyn Mariel Pérez Carabarin

Celia Guerrero - Pie de Página - Igualada - 14 julio, 2021 Volvió a ser 13 de julio. Pasó un año del feminicidio de Sherlyn Mariel Pérez Carabarin. Hay un feminicida, Jesús Antonio Olivares Flores, que pagará el crimen con 40 años de su vida en prisión. “Como quiera, mi hija ya no está”, me dijo la señora Guadalupe. Y no encontré ni me atrevería a dar un solo argumento para intentar consola, para intentar consolarnos Me pesa escribir estas líneas porque me toca hacerlo en medio de un sentimiento de absoluta desesperanza que no quisiera contagiar. Pero es lo que es, mejor sacarlo. De repente he dejado de divisar opciones efectivas para hacer frente a la violencia machista y feminicida. Me cuesta ver las posibilidades de justicia mínima frente a los actos criminales en contra de niñas y mujeres en este país. Estoy ofuscada, desconsolada. Todo comenzó con la llamada a una madre de una víctima de feminicidio, la señora Guadalupe Carabarin, mamá de Sherlyn Mariel Pérez Carabarin, un día antes de que se cumpliera un año del crimen. Pero para entender el porqué de mi desconsuelo tengo que relatar lo que considero momentos clave de la historia del feminicidio. La tarde del 13 de julio de 2020, Mariel, de 17 años, estudiante de Bachilleres, estaba lavando ropa en su casa en Ecatepec, Estado de 24


México. Su mamá, Guadalupe, contó que al salir de su domicilio con su esposo encontraron a Jesús Antonio Olivares Flores, a quien conocía porque era ex novio de Mariel. Ella sabía que su hija había terminado con Jesús semanas atrás porque era controlador y violento. El joven de 19 años estaba ahí para intentar convencer a su ex de volver con él. Los papás de Mariel conversaron con Jesús, le pidieron que se retirara y, creyendo que su hija estaría segura dentro de su casa, la dejaron con su hermana menor y una prima. Hay un video en el que se puede observar a un hombre trepar por un árbol continuo a una cornisa de una casa. El hombre llega hasta un tubo que le sirve de escalón para brincar la barda y así logra ingresar. Es Jesús Antonio, el feminicida de Mariel y así fue como entró a su domicilio y la asesinó de dos disparos en la cabeza frente a su hermana de 6 y su prima de 20 años. Pienso que los detalles de este relato siguen siendo necesarios. ¿De qué otra manera podríamos imaginar la descomposición social en la que nos encontramos si no los consideramos? 17 y 19 años. Un noviazgo violento, de esos que ahora son calificados bajo el eufemismo de “relaciones tóxicas”. La saña. La absoluta falta de empatía. La violencia extrema. El trauma. Pienso también que la tan terriblemente común violencia contra niñas y mujeres ya no sorprende, ya no pesa. ¿Ya no indigna? Pero, cómo, ¿cuándo lo permitimos? ¿En medio de tanta parafernalia discursiva sobre los derechos de las mujeres y sus luchas y los feminismos y los techos de cristal rotos y los protocolos de denuncia de violencia de género y las cientas de manifestaciones y las colectivas y que la rabia y que la ternura y blablabla bla? Aunque el feminicida de Mariel huyó y estuvo prófugo varios meses, finalmente fue arrestado y en junio de 2021, casi un año después del feminicidio, un juez lo encontró culpable y lo sentenció a 40 años en prisión. En este país, un caso excepcional dentro del universo de feminicidios que rara vez se investigan, menos llegan a orden de aprehensión y aún menos a sentencia. 25


Con todo, a pesar de que podría considerarse un caso en el que se hizo “justicia”, la madre de Mariel, dice no estar satisfecha. Aún después de una sentencia condenatoria, la señora Guadalupe considera que no existe una “justicia posible” ante la pérdida irreparable de la vida de su hija. Y ahí es cuando cualquier discurso de supuesta victoria, de reivindicación de los procesos de justicia dentro de la institucionalidad, se desvanece. Volvió a ser 13 de julio. Pasó un año del feminicidio de Sherlyn Mariel Pérez Carabarin. Hay un feminicida, Jesús Antonio Olivares Flores, que pagará el crimen con 40 años de su vida en prisión. “Como quiera, mi hija ya no está”, me dijo la señora Guadalupe. Y no encontré ni me atrevería a dar un solo argumento para intentar consola, para intentar consolarnos.

Remunicipalizar los municipios indígenas Kau Sirenio - Pie de Página - Voz de Lluvia - Tatyi Savi 15 julio, 2021

Retomar la remunicipalización indígena y la elección por el sistema normativo de usos y costumbres cobra mayor fuerza, después de que los actores políticos ningunearon a los pueblos y comunidades indígenas Los partidos políticos hicieron trampas para usurpar las candidaturas indígenas en los municipios y distritos electorales federales y locales donde está el mayor asentamiento de pueblos y comunidades indígenas. Mientras tanto las instituciones electorales se valieron de los acuerdos cupulares partidistas para lavarse las manos cuando los indígenas denunciaron que fueron desplazados personajes ajenos a sus comunidades como candidatos a puesto de elección popular. Estos hechos mostraron la decadencia del sistema político mexicano que se vale de todo para desplazar a los que tienen que quitar en su camino. Y no hay instituciones confiables que hagan 26


valer los derechos de pueblos y comunidades indígenas. Los poderes ejecutivo, legislativo y judicial no observan que estos derechos se cimienten en el país. Los derechos colectivos de los pueblos indígenas son una asignatura pendiente porque no solo no hay conocimiento generado en torno a los derechos colectivos, sino que no hay personal en la materia. Mientras que las instituciones no toman en cuenta a los indígenas en la solución de problemas a pesar de las constituciones estatales y la comisión nacional de derechos humanos en la materia, aún hay una lectura occidental de los derechos humanos y políticos de las comunidades indígenas. También hay que señalar que hubo casos donde las propias autoridades comunitarias indígenas traicionaron a sus comunidades al entregar acta de radicación a los políticos no indígenas para acreditarse como indígena ante órganos electorales, y así obtener la candidatura. En el territorio de la policía comunitaria y jurisdicción de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRACPC), el presidente del comisariado ejidal de la comunidad de Yoloxóchitl, municipio de San Luis Acatlán, Guerrero, certificó que el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para la alcaldía de esa demarcación que es indígena y hace trabajo comunitario y gestoría en la comunidad. Otro candidato que usurpó una candidatura indígena es Alfredo Sánchez Esquivel actual diputado por Morena. En el proceso electoral de junio, Sánchez Esquivel buscó la reelección como me’phaa del municipio de Ayutla de los Libres -dónde por cierto el ayuntamiento se elige por usos y costumbres-, gracias por el espíritu santo del secretario de Asuntos Indígenas y Afromexicanos del gobierno de Guerrero. Lo mismo sucedió en el quinto distrito federal electoral de la montaña de Guerrero, donde el candidato natural por Morena, Taurino Rojas Hernández fue desplazado por Víctor Wences del Real del Partido de Trabajo (PT), gracias al acuerdo establecieron los 27


dirigentes de Morena, PT y partido Verde Ecologista de México (PVEM) para repartirse los distritos electorales de Guerrero. Ahora que los partidos políticos mostraron su talante autoritario, las comunidades indígenas tienen que reorganizarse para plantear la forma en que van a participar en el proceso electoral de 2024. En San Luis Acatlán los líderes comunitarios han planteado elección por usos y costumbres, de hecho, le pidieron al Instituto Electoral y Participación Ciudadana de Guerrero (IEPCGro.) en 2013, pero no lograron porque los partidos políticos boicotearon la consulta que el órgano electoral realizó en 2014, solo así lograron detener una de las demandas más sentida de los pueblos indígenas de ese municipio. Retomar la remunicipalización indígena y la elección por el sistema normativo de usos y costumbres ahora cobra mayor fuerza, después de que los actores políticos ningunearon a los pueblos y comunidades indígenas, si esto no sucede, no hay paso para la democratización del país. Una cosa es ser indígena y otra es pensar como indígenas, mientras no suceda lo segundo será cada vez más complicado construir un espacio más humano y diverso.

La Comuna de París: “madre de todas las rebeldías”

Daliri Oropeza - Pie de Página - 17 julio, 2021 A 150 años de la Comuna de París, descendientes de los comuneros aseguran que esa experiencia sigue vigente en los movimientos sociales contemporáneos y en las juventudes parisinas. Fieles a esta herencia y convicción, participan en la organización europea que recibe a las delegaciones zapatistas Al llegar al muro de las comuneras de París, en el cementerio más importante de Francia: el Perè Lachaise, Nathalie lo mira 28


con seriedad y recuerda que ahí fusilaron masivamente a 20 mil personas, de diez en diez. Guarda silencio. Se acerca. Recuerda a las mujeres obreras y a las petroleras. Las tropas de la Guardia Nacional dispararon contra todos por igual: obreros, campesinas, niñas, comerciantes, ancianos… De este autogobierno ejercido por el pueblo, en 1871, bautizado así como homenaje a la forma de gobierno que gobernó París durante la Revolución Francesa de 1789, poco se habla en las escuelas de Francia. Tal vez sea un apunte en un capítulo de la clase de historia, no mucho más, dice Nathalie, quien se considera anarquista. Ella sabe más de esta otra historia por las narraciones familiares sobre su tatarabuelo. “Perseguían a los obreros. Mi abuelo era uno de ellos. En ese año, nació su hijo. Todavía no era la ‘Semana Sangrante’, pero ya se incrementaba la represión ante la fuerte organización de los distritos creados por la Comuna. Para ir a conocerlo al hospital cuando nació, se lavó las manos. Tenía que cruzar parte de la ciudad y los guardias revisaban las manos, si estaban sucias te identificaban como obrero, y te fusilaban. Así logró conocer a su hijo y acompañar a mi tatarabuela”, cuenta la joven de 33 años. La Comuna de París nació en un momento de debilidad para Francia. Esta nación perdió la guerra contra los Prusianos y cayó Napoleón III después de que sitiaran la ciudad de París por cuatro meses. Desde Versalles, Adolphe Thiers presidió un gobierno provisional y aprovechó para ello las expresiones de descontento de los obreros en rebelión. Era la mayor oposición a la monarquía. La Comuna se convirtió en la mayor oposición para la burguesía. Cuando este político les quiso quitar las armas, orcas, palos, fusiles y cañones a quienes las habían conseguido para defender París, La Comuna se rebeló y se negó a entregarlas. Los integrantes de la guardia nacional tuvieron que elegir entre el poder y el pueblo. Muchos se salieron de la institución y se levantaron con La Comuna. Luego, las y los comuneros se apropiaron de las elec29


ciones y formaron su propio gobierno. Crearon la organización territorial de 20 distritos, que sigue vigente en París. Cada uno de los 20 distritos eligió consejeros por sufragio universal. Juntos, formaron el Consejo de La Comuna de París. Con esta experiencia cambió, sobre todo, la participación política de la mujer, tanto combatiendo como en las votaciones. También arrebató a la iglesia el papel de la educación, expulsó a los sacerdotes y la volvió laica, con ejemplos como el de la maestra y comunera Louise Michel. “La Comuna es el modelo de lucha por el cambio social más profundo que existe. Es una lucha que se ganó por un cambio radical, por eso es símbolo de las resistencias. Es una lucha que se ganó, aunque haya sido solamente por los dos meses que duró. Unió a comunistas y anarquistas. Es ejemplo de revolución profunda. Ahora, la idea es revivir ese espíritu de lucha, a 150 años de distancia y con la llegada de las zapatistas”, asegura Nathalie, quien es parte de colectivos antifascistas y defiende a las personas inmigrantes. La conmemoración de los 150 Para celebrar la fecha, los colectivos anarquistas abrieron una biblioteca con libros sobre la Comuna y temas relacionados con ella, además de repartir folletos y de montar una exposición de fotos históricas sobre la experiencia en la Plaza de la República. Cuando la multitud estuvo lista, salieron en marcha interpretando canciones y coreando consignas a gritos, rumbo al cementerio Perè Lachaise. Atravesaron la parte Este de la ciudad, por uno de los distritos más rebeldes: Belleville. Una de las canciones más emblemáticas sobre esta experiencia, que cantaron al entrar al cementerio, dice: “Excepto soplones y guardias, solo vemos en los caminos, ancianos tristes con lágrimas, viudas y huerfanos. “París transpira miseria, 30


los de arriba incluso están temblando, llegó el tiempo de los juicios de guerra, los adoquines están llenos de sangre. “Sí, pero la rabia crece. Los malos días acabarán y cuidado con la venganza cuando todos los pobres se levanten”. Ella formó parte de la coordinación que organizó la conmemoración. Se siente orgullosa, pues su abuela también está enterrada en este cementerio, que tiene más de 217 años. Aquí también le hicieron una monumental tumba a Adolphe Thiers. Es tradición de su familia pasar a escupirle. Que, quienes se asumen hoy en día como anarquistas reivindiquen la tradición comunera no es una casualidad. Mijaíl Bakunin, uno de los grandes fundadores de esta escuela de pensamiento-acción, reflexionó en La Comuna de París y la noción de Estado, sobre esta experiencia: “Soy un partidario de la Comuna de París —señaló—, que, por haber sido aplastada, sofocada en sangre por los verdugos de la reacción monárquica y clerical, no por eso ha dejado de hacerse más vivaz, más poderosa en la imaginación y en el corazón del proletariado en Europa; soy partidario de ella mayormente porque ha sido una negación audaz, bien pronunciada del Estado”. Aunque la organización de la conmemoración estuvo a cargo mayormente de personas de edad, “guardianas de la memoria histórica”, Nathalie destaca la participación de las juventudes que asistieron a la marcha y asegura que eran la mayoría. “El cementerio estaba lleno, no cabíamos, fuimos más de 5 mil personas”, calcula Nathalie. La manta que ella cargaba decía “Al assault du ciel” —o Al cielo por asalto—, la frase con la que Karl 31


Marx, describió en una carta a su amigo L. Kugelmann, el intento heroico de los comuneros de crear su propio gobierno. Cree que la mejor manera de denominar este hecho es como ‘comunista libertario’, cuestión que han dialogado entre activistas. Marx escribió en el mismo 1871 un libro sobre esta experiencia de autonomía en el libro La Guerra Civil en Francia: “En su manifiesto del 18 de marzo, en medio de los fracasos y traiciones de las clases dominantes, entendieron que había llegado el momento de salvar la situación tomando la dirección de los asuntos públicos con sus manos… El proletariado… comprendió que era su deber imperativo y su derecho absoluto tomar su destino en las manos y asegurar su triunfo tomando el poder”. Como lo recuerda el comunero Eliseo Reclus, “la Comuna (…) preparó para el futuro, no mediante sus gobernantes sino sus defensores, un ideal superior al de todas las revoluciones (….), una nueva sociedad en la que no hay maestros por nacimiento, título o riqueza, y no hay esclavos por origen, casta o salario. En todas partes la palabra ‘comuna’ se entendía en el sentido más amplio, como referencia a una nueva humanidad, formada por compañeros libres e iguales, ajena a la existencia de antiguos límites, basada en la ayuda mutua y pacífica de unos a otros desde un extremo del mundo al otro”. Vladimir, un activista que porta una playera negra con la imagen de Ángela Davis estampada y en su brazo izquierdo tiene un tatuaje con el símbolo comunista de la hoz y el martillo, recuerda en entrevista que las y los comuneros también tomaron fábricas que los patrones abandonaron por la guerra. Marx explicó que en “la Comuna debía ser la forma política incluso de las aldeas más pequeñas del campo y que en las zonas rurales el ejército permanente debía ser reemplazado por una milicia popular con tiempos de servicio extremadamente cortos. Las comunas rurales de cada departamento debían administrar sus 32


asuntos comunes mediante una asamblea de delegados en la ciudad principal del departamento, y estas asambleas departamentales debían a su vez enviar diputados a la delegación nacional en París; los delegados debían ser revocables en todo momento y estar sujetos al mandato vinculante de sus electores”. “La Comuna de París es la madre de las rebeldías. Marx ya escribió que fue el primer gobierno de la clase obrera. En todas las luchas anticapitalistas está presente la comuna, es la base si quieres ir al principio de la rebelión. Todos los problemas nacen por las diferencias entre ricos y pobres. Esa fue la forma insurreccional de la Comuna”, asegura Vladimir, quien estudia filosofía por su cuenta. Ve ahí reflejado al zapatismo. “Esta es la historia de los obreros, de los pobres, por eso no te la enseñan pero ésta, al conmemorar, es también una lucha por la historia”, finaliza Vladimir.

“A los muertos de la Comuna de París” Visita al muro en su honor con anarquistas y comunistas ubicado en el cementerio Perè Lachaise. Foto: Daliri Oropeza 33


RECOPILATORIO CAMINOS DE LA AUTONOMÍA BAJO LA TORMENTA 21 de julio 2021


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