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El aprendizaje de calidad centra los debates de la Conferencia Internacional del Trabajo

La Organización Internacional del Trabajo celebró en el mes de junio su 111ª Conferencia anual en Ginebra en la que se abordaron temas relacionados con la transición justa hacia economías sostenibles e inclusivas, aprendizajes de calidad y protección laboral.

La Conferencia Internacional del Trabajo es el principal órgano decisorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este año, en su 111ª edición ha reunido en Ginebra, Suiza, a delegados de trabajadores, empleadores y gobiernos de los 187 Estados miembros de la OIT entre los días 5 y 16 de junio.

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Recomendación sobre aprendizaje de calidad

Entre los principales resultados de la Conferencia destaca la adopción de una nueva recomendación sobre aprendizaje de calidad que alienta a los Estados miembros a incorporar y promover los aprendizajes de calidad en las políticas pertinentes de educación, formación profesional, aprendizaje permanente y empleo con el objetivo de «apoyar las oportunidades de las personas de todas las edades para cualificarse, recualificarse y perfeccionarse continuamente en unos mercados de trabajo en rápida evolución». La nueva norma laboral entiende por aprendizaje aquella «forma de educación y de formación que se rige por un contrato de aprendizaje, que permite a un aprendiz adquirir las competencias requeridas para ejercer una ocupación mediante una formación estructurada con una remuneración u otra compensación financiera, en el trabajo y fuera del trabajo, y que conduce a la obtención de una cualificación reconocida». A partir de ahí, se establecen las normas a las que se aspira para un aprendizaje de calidad, incluidos los derechos y la protección de los aprendices.

Justicia social, protección laboral e igualdad

Tal y como informa la OIT en nota de prensa, durante la Conferencia también se adoptaron las conclusiones del Comité de Debate General sobre una Transición Justa en las que se subraya la necesidad imperiosa de avanzar hacia una transición para lograr la justicia social, erradicar la pobreza y apoyar el trabajo decente. Los delegados aprobaron las Directrices de la OIT para una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles como base para la acción y referencia central para la elaboración de políticas.

‘Justicia social para todos’ fue, precisamente, el lema de la Cumbre Mundial de Trabajo de alto nivel que se celebró en el contexto de la Conferencia y en la que, entre otras cuestiones, se debatió sobre la propuesta de creación de una Coalición Mundial por la Justicia Social. Durante la Cumbre se llevaron a cabo paneles de alto nivel en los que se analizaron las desigualdades y la informalidad, la creación de igualdad de oportunidades, el aprendizaje permanente y el desarrollo de competencias, la protección social y las formas de impulsar el comercio, el desarrollo sostenible y los derechos humanos y laborales.

En estrecha conexión con esta materia, la Conferencia adoptó una resolución sobre protección laboral que traza el camino a seguir hacia una protección laboral más inclusiva, adecuada y eficaz para todas y todos los trabajadores, y sienta las bases para desarrollar un plan de acción. En sesión plenaria, se trató sobre la igualdad de género en el trabajo, destacándose la urgente necesidad de eliminar todas las formas de discriminación en el empleo y la ocupación, garantizar una protección plena y efectiva de la maternidad y asegurar el derecho de las y los trabajadores con responsabilidades familiares a ejercer de manera efectiva un empleo.

Además, en esta conferencia se registraron trece ratificaciones de convenios internacionales del trabajo, principalmente en relación con el convenio recientemente adoptado contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo (C190) y los convenios relativos a la seguridad y la salud en el trabajo.

Las profesiones deben contribuir al avance de una Europa más cohesionada en términos de política internacional y de seguridad, más autónoma y sostenible en las políticas energéticas, más innovadora y creativa en el desarrollo económico, pero también más inclusiva, solidaria y justa. Ese fue el mensaje unánime de las profesiones reunidas en el Consejo Europeo de las Profesiones Liberales (CEPLIS) durante la celebración de su Asamblea General y Comité Permanente, el pasado 7 de junio en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas.

Tal y como sostuvo el presidente de la organización, Gaetano Stella, «las profesiones liberales siempre han sido protagonistas de innovaciones y transformaciones, basadas en las oportunidades que ofrecen la ciencia y la tecnología y las nuevas demandas planteadas por la sociedad». Por ello, la Asamblea General se centró en el debate sobre cómo las profesiones pueden afrontar los desafíos de una Europa en guerra y ante una crisis energética y económica que empeora cada día. Una Europa que avanza, al mismo tiempo, hacia ambiciosos objetivos medioambientales, digitales y sociales. La formación, el Desarrollo Profesional Continuo, la promoción de los jóvenes y el intercambio de experiencias en base a la, siempre constante, capacidad de resiliencia, adaptación, mejora y actualización de las profesiones, se convino como esencial en este camino. Precisamente, sobre Desarrollo Profesional Continuo e Inteligencia Artificial, se trató ampliamente durante el Comité Permanente, órgano presidido por la presidenta de Unión Profesional, Victoria Ortega, que contó con las expertas Catherine Fitzgerald (Centro Europeo de Excelencia para la Investigación y el Desarrollo Profesional Continuo de Irlanda) y Michaela Jamelska – Fundadora y CEO de NOVA y asesora de Derechos Humanos en el Global Women Hub).

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