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Profesiones: Horizonte

Terapia Ocupacional: Próximos desafíos

Alba Vila, Lorena Castelo, Sofía Puente y Patricia Pazos. Terapeutas ocupacionales

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Durante todo el ciclo vital, la Terapia Ocupacional (TO) aporta a las personas beneficios significativos en la promoción de su salud, participación y funcionalidad. En un futuro próximo, esta disciplina tendrá un papel decisivo en diferentes sectores aportando una gran rentabilidad y eficiencia en diferentes recursos públicos y privados.

El impacto de la TO en la eficiencia de los sistemas sanitarios y socio-sanitarios puede marcar una diferencia en la inversión económica en materia de salud. Por ello, la inclusión en los equipos de Atención Primaria es una acción imprescindible. La prevención, detección y atención temprana desde esta disciplina resulta una medida útil para reestructurar el coste destinado a las ayudas a la dependencia.

Así mismo, los nuevos sectores económicos que demandarán servicios de TO serán el sector empresarial y la educación. En los últimos años, la disciplina se ha introducido en áreas como la prevención de riesgos laborales, peritaje judicial o formación a profesionales en materia de salud, accesibilidad y ergonomía.

Transformación, formación y habilidades

Actualmente los mayores retos de transformación residen en las funciones de los recursos de salud mental y de atención a la diversidad, gestionados en su mayoría por asociaciones de colectivos que desempeñan una labor bajo un paradigma médico-asistencial con una mirada reiterada de la promoción de la salud. Por otro lado, la presencia en instituciones penitenciarias, centros de reforma psicosocial, o en el sistema educativo y órganos municipales pueden ser el siguiente gran reto que debe afrontar esta disciplina.

El núcleo central del desempeño profesional se centra en tres ejes: formación continua, apuesta por la investigación y habilidades para la autogestión. La formación continua y conocimiento de los tratamientos de vanguardia en el campo de la TO garantizan y ofrecen un tratamiento efectivo y seguro a los pacientes. Esto incluye, además, el conocimiento de los estándares de práctica y la legislación vigente en materia de salud, de políticas sociales y educativas.

En lo que respecta a la investigación, este es el reto que tiene España para los terapeutas ocupacionales, ya que la profesionalización y la práctica clínica sólo pueden avanzar si la disciplina investiga y demuestra lo que puede ofrecer de valor a la sociedad. Si bien es cierto que se están haciendo estudios de alta calidad en nuestro país, se evidencia una ausencia de apoyo político para transferir y plasmar los resultados en la población.

Finalmente, como profesionales del área de la salud, estar capacitados y en formación constante en habilidades socioemocionales, de gestión laboral y de cuidado de la salud mental propia son necesarias ya que la repercusión final y el beneficiario será el paciente.

Tecnología y valor añadido personal

El uso de la tecnología representa un valor añadido al desarrollo de la profesión y se debe tener en cuenta los beneficios que aporta en la prestación de servicios. Al uso ya normalizado de las TICs, como productos de apoyo a la autonomía personal, debe incorporarse el empleo de herramientas que amplíen las posibilidades en la intervención.

La realidad virtual y la robótica en la actualidad ya permiten realizar tratamientos de neurorrehabilitación enfocados a recuperar la movilidad funcional.

A pesar de los beneficios, las TICs también presentan algunos desafíos, como el costo de implementar y mantener estas herramientas, la complejidad de su utilización o la seguridad y uso ético de los datos de los pacientes.

El rol de los colegios profesionales

Los colegios profesionales desempeñarán un papel importante en el futuro. Con un planteamiento a medio largo plazo, deben estar equipados con herramientas y estrategias que ayudarán a las/los profesionales a mejorar sus habilidades de liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. Estas estrategias incluirán la investigación, el intercambio de conocimientos y la colaboración con otros profesionales. Debemos de seguir los fines estatutarios de un colegio profesional, una institución que represente y defienda los intereses, desempeñe la representación del ejercicio de la profesión, contribuya en la sociedad en la promoción del derecho a la salud, vele por una asistencia de mayor calidad tanto sanitaria como otros ámbitos y proteja a las personas beneficiarias de sus servicios.

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