LA TECNOLOGÍA DIGITAL Y SUS EFECTOS Dr. Marino Latorre Ariño Universidad Marcelino Champagnat, Marzo del 2019
La neurocientífica inglesa Susan Greenfield alerta sobre los efectos que tiene la tecnología, el uso excesivo de internet, las redes sociales y los videojuegos en la mente humana. Esta autora, es profesora de la Universidad de Oxford y fue la primera mujer que presidió la Royal Institution de Londres, que es el centro de investigación más antiguo del mundo. La autora sostiene que “las computadoras, las tablets, smartphones y los dispositivos interactivos, si se los usan de forma excesiva, dejan la mente en un estado de confusión sobre el aquí y el ahora, muy parecido a los efectos del Alzheimer. Las personas, en ese estado, pierden momentáneamente la noción de pasado, presente o futuro. Alguien inmerso en ese universo virtual está siempre alerta de contestar rápido cada mail o mensaje de chat. Esa disponibilidad instantánea a los reclamos digitales interactivos, dominada por los sentidos y no por la cognición, deja la mente en un estado semejante al que provoca el Alzheimer o el mismo autismo. Aún no hay pruebas de que un cerebro sometido a esos estímulos sufrirá transformaciones fisiológicas permanentes. Sin embargo, es una hipótesis que habrá que considerar seriamente a largo plazo” (Costa, 2013)1. Al preguntarle Costa cuánto tiempo deberíamos estar ante una pantalla, responde: Con los datos de que disponemos hoy, no somos capaces de definir ese límite. La cuestión no es el tiempo que se pasa conectado. El problema es dejar de realizar, a causa de internet, otras actividades esenciales para el desarrollo pleno del cerebro y para el mantenimiento de la salud mental. Pasar cinco horas seguidas jugando videojuegos o en Facebook puede ser estimulante, pero son cinco horas menos para abrazar a alguien, caminar por la playa o el campo, conversar cara a cara con un amigo, etc. El cerebro de un bebé es un recipiente vacío de sensaciones, que gradualmente se empieza a organizar a partir de las informaciones que recibe. La diversidad y frecuencia de esas interacciones son esenciales para la construcción de la individualidad, no solo en la primera infancia, sino durante toda la vida. Los chicos se forman trepando a un árbol, sintiendo el calor de la luz solar en el rostro, corriendo y jugando con los de amigos en un parque… El peligro es satisfacerse con un simulacro digital en lugar de las sensaciones reales.
1 Costa, S. (2013). El lado oscuro de la tecnología. Recuperado de http://noticias.perfil.com/2013/01/25/el-lado-oscuro-de-la-tecnologia/
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