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La dialéctica del espacio interior y

Exterior

Una forma de interpretar la formación programática de los edificios del centro de Guayaquil.

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La evolución secular del sector exportador ecuatoriano se ha caracterizado por su pronunciada inestabilidad entre 1860 y 1980, dando paso a etapas de estancamiento de los procesos económicos (Larrea, 1987). Hablar sobre el crecimiento de Guayaquil para mediados del siglo XX es vincular la ciudad rápidamente a los procesos económicos regionales de ese período y cómo estos influenciaron la adopción de nuevos conceptos funcionales en las edificaciones.

Al respecto, Paneari (1986) menciona que “Comprender la manzana es estudiarla en tanto que es el espacio estructurado que forma una parte del territorio urbano, basado en una relación dialéctica entre la calle, los edificios y las parcelas construidas que lo constituyen” (Citado en Bock, 1992:48).

Esta relación tiene como antecedentes de formación principal los ejes limitados por el Malecón Simón Bolívar y la Av. 9 de Octubre, que según Bock,S. Marie.,(1992) describe que para el periodo comprendido entre 1900 – 1940 las actividades predominantes se caracterizaban por comercios al por menor (grandes almacenes y bancos más algunas residencias, residencias de la burguesía más comercio de barrio (tiendas, artesanías), comercio al por mayor: importación – exportación más algunas residencias y por ultimo actividades portuarias, además de un efecto de transición que pone en evidencia la disminución de los edificios destinados a servicios alimenticios o servicios exclusivos.

GRAF. 1. Estas características del área explican el emplazamiento funcional de la época en el centro de la ciudad de Guayaquil y la influencia que recibían las edificaciones en base a su entorno.

En base a este gráfico, extraído de la obra de Marie S. Bock, en la actualidad los referentes programáticos funcionales instaurados hace 70 años trascienden en minoría y sufren desplazamientos hacia manzanas donde la “actividad comercial al por menor” es menos intensa y donde la actividad residencial aumenta.

GRAF. 2. su influencia, así como el comercio de barrio y actividades de barrio.

Al respecto, Paneari (1986) menciona que “Comprender la manzana es estudiarla en tanto que es el espacio estructurado que forma una parte del territorio urbano, basado en una relación dialéctica entre la calle, los edificios y las parcelas construidas que lo constituyen” (Citado en Bock, 1992:48). Esta relación tiene como antecedentes de formación principal los ejes limitados por el Malecón Simón Bolívar y la Av. 9 de Octubre, que según Bock,S. Marie.,(1992) describe que para el periodo comprendido entre 1900 – 1940 las actividades predominantes se caracterizaban por comercios al por menor (grandes almacenes y bancos más algunas residencias, residencias de la burguesía más comercio de barrio (tiendas, artesanías), comercio al por mayor: importación – exportación más algunas residencias y por ultimo actividades portuarias, además de un efecto de transición que pone en evidencia la disminución de los edificios destinados a servicios alimenticios o servicios exclusivos.

GRAF. 1. Estas características del área explican el emplazamiento funcional de la época en el centro de la ciudad de Guayaquil y la influencia que recibían las edificaciones en base a su entorno.

En base a este gráfico, extraído de la obra de Marie S. Bock, en la actualidad los referentes programáticos funcionales instaurados hace 70 años trascienden en minoría y sufren desplazamientos hacia manzanas donde la “actividad comercial al por menor” es menos intensa y donde la actividad residencial aumenta. GRAF. 2. su influencia, así como el comercio de barrio y actividades de barrio.

A partir de cambios importantes en las manzanas más cercanas al Malecón Simón Bolívar, producto del desplazamiento de las actividades y nuevas infraestructuras en la ciudad, se da paso al desarrollo de actividades administrativas intensas y actividades recreacionales. El aumento de los espacios públicos de infraestructura mayor, como el Malecón 2000, provocó el descenso del área correspondiente al Malecón Simón Bolívar. Este conjunto de manzanas que antes se caracterizaba por una gradiente de este a oeste en la disminución de las actividades de comercio o servicios exclusivos, restaura parte su esquema funcional con la diferencia de que en la actualidad la transición se genera de noreste a suroeste; rotando su eje para vincularse con las actividades de vivienda.

1.Contextualización Contenido

Gráf. 1. 1. Figura 6: Jerarquización de los testimonios arquitectónicos en función de su asignación. (Parroquias Bolívar y Rocafuerte)

Fuentes: Bock,M., (1992) Lee, P.; Compte, F., 1987.

Elaboración: M. S. Bock.

A partir de cambios importantes en las manzanas más cercanas al Malecón Simón Bolívar, producto del desplazamiento de las actividades y nuevas infraestructuras en la ciudad, se da paso al desarrollo de actividades administrativas intensas y actividades recreacionales.

El aumento de los espacios públicos de infraestructura mayor, como el Malecón 2000.

Finalmente, se plantea la vivienda de la “burguesía” como una fracción desplazada totalmente del conjunto de manzanas del casco central urbano hacia otros sectores de la ciudad, la vivienda rezagada cambia de estatus económico y disminuye su influencia, así como también ocurre con el comercio y actividades de barrio. Hasta este punto la descripción de los cambios, utilizando como herramienta un breve análisis comparativo entre la “jerarquización de los testimonios arquitectónicos en función de su asignación” y el estado actual del conjunto reinterpretando la composición de las actividades al 2017, deja notar variaciones en la programación de las funciones en consecuencia a la implementación de infraestructuras masivas con rangos de acción a nivel de ciudad. Como ya se revisó, otros esquemas de función de esa parte de la ciudad recogen la programación del espacio y su diálogo con el entorno, sin embargo, un análisis volumétrico y por densidad de actividades rebasaría esos esquemas.

Mencionar la “función” en el plano urbano explica las conexiones viales y los espacios abiertos, pero deja a un lado las apreciaciones acerca de los volúmenes urbanos, por lo tanto, es impreciso expresar el total de las funciones de un conjunto urbano contando solo con dos dimensiones; más aún cuando las manifestaciones económicas hacen requerimientos de edificaciones que alberguen la mayor cantidad de funciones en el mínimo de área. El Edificio Teófilo Bucaram, construido en 1955, para esta época, exterioriza sus funciones en el volumen; información que se puede apreciar rápidamente en sus fachadas motivo por el cual un análisis multidimensional es necesario para el ideal del conjunto donde se emplaza.

Gráf. 1. 2. Figura 6: Jerarquización de los testimonios arquitectónicos en función de su asignación. (Parroquias Bolívar y Rocafuerte)

Fuentes: Bock,M., (1992)

Lee, P.; Compte, F., 1987.

Elaboración: M. S. Bock.

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