Alma lúcida

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RECOPILACIÓN DE LAS NUEVAS PROMESAS

ALMA LÚCIDA

RECOPILACIÓN DE LAS NUEVAS PROMESAS

Alma Lúcida Recopilación de las nuevas promesas.

Colaboradores:

Ángel Domínguez

Itzel Escalona

Jonatan Mendoza

Andrea Torres

Fabiola Beltrán Rios

Spencer Bautista

Daniela Reséndiz Minos

© Editorial Tonalle, 2024 Todos los derechos reservados.

Primera Edición, 2024 Impreso y hecho en México

ISBN: 978-607-99555-9-5

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización expresa de la Editorial Tonalle, S.A.

ALMA LÚCIDA

RECOPILACIÓN DE LAS NUEVAS PROMESAS

A todos nuestros queridos lectores y colaboradores, extendemos nuestro más grande agradecimiento por creer en el proyecto “alma lúcida”, una recopilación de textos, poemas y prosas que dejaron al descubierto la marea tan grande de sentimientos que el alma es capaz de sentir, cada escrito aquí presentado fue inspirado por sentimientos que al ser compartidos se transforman y cobran un nuevo sentido.

A los sentimientos que fueron fuente de inspiración, a las personas que forman parte de los recuerdos que quedan plasmados en la piel como una obra de arte que no se borra, que permanece, crece y evoluciona, a nuestros queridos lectores, colaboradores y equipo de trabajo; ¡Gracias!

“Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos”.

Amoroso recuerdo

Amaría que me llames y que me cuentes; Si has logrado amar, sí aún me piensas, te vi en un sueño, nada había, me sonreías.

No estaba, nada sentía. Te debates:

Qué la distancia hace que más te ausentes,

Qué la nostalgia engaña las promesas,

Qué la suposición mata nuestros días,

Que la solución sea... ser amantes.

No quiero que creas que lo he pensado,

Que amaría estar contigo ya olvidando,

Muchas cicatrices cierran con tiempo.

Lo cierto es que sí estás leyendo ésto, te he pensado más de lo supuesto,

Solo te pido que entiendas mi duelo.

Ángel Domínguez

Serendipia

Eres luz en la oscuridad y calor en mis días fríos,

eres el abrazo que más anhelo y el cuerpo que más extraño.

Eres la calma de mis tormentas, eres paz y serenidad cuando estás cerca, eres hogar y refugio de mi alma, eres la alegría de mi corazón y el motivo de mis sonrisas.

Eres amor, cariño y pasión en mis brazos, eres ternura, fuego y locura en mis labios, eres el brillo en mis ojos y perfecta en mi piel.

Eres la dueña de mi corazón y la mujer de mi vida,

eres el ser más bonito de la tierra y el planeta más hermoso, eres mi galaxia y la constelación entera.

Andrea Torres

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La muerte de la dialéctica

Al fin duermo sabiendo que la vida, siempre fue una suerte de triste duelo: el péndulo ¿Qué tanto quería créemelo?

Sin filosofía. Es inspiración ida.

Quizá interrumpiré la idea inadvertida que tanto tiempo guarde; mi anhelo, nace en lo que fui; a quién quería confiárselo, yace inconsciente. La verdad perdida. Por mucho que me pierda en el camino, que trate de olvidar el rumbo, es dañino el continuar con ideas que no son mías.

Sin tesis, sin síntesis, sin antítesis, me condenó a la duda, a una necrosis, que extirpará los conceptos que creía.

La muerte de la dialéctica

Ángel Domínguez

El dilema del artista

En el rincón de mi alma, el arte reposa, una llama encendida que ilumina mi prosa. Amor profundo, pasión sin medida, pero el miedo me acecha, como sombra prohibida.

El mundo dicta normas, caminos trazados, trabajo “serio”, sueños aparcados.

Temor a la incertidumbre, al fracaso inevitable, me lleva a reprimirme, a lo “seguro” e insaciable.

¿Qué sería de mi si me lanzara al vacío, persiguiendo mis sueños, aunque el temor sea frío?

Quizás encontraría la plenitud deseada, en las alas del arte, mi alma liberada.

Pero el peso de la responsabilidad me frena, y en la seguridad mundana mi esencia se amedrenta.

¿Qué será de mi pasión, si la dejo marchitar, por el miedo al fracaso, por no arriesgar?

Entonces, en este dilema, me encuentro perdida,

entre el amor al arte y el miedo encendido.

¿Qué camino tomar, cuál será mi elección?

¿Vivir en la seguridad o abrazar la pasión?

Fabiola Beltrán Rios

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Una sola

No hay grandes sueños en nosotros, en el pasado busco una referencia, algo. Un sueño de inventor, una ciencia, que rompa con todos los preconceptos. Las limitantes; base de sus sueños, que, sin objeto, ni lugar, ensucia: engranajes que viven por inercia, notando la individualidad de ellos.

Como máquina se detendrán un día, como vida, morirán con malicia, con la conciencia de funcionalidad.

No busco en el pasado con más intención que encontrar el proceso de la ficción que reza: “razona una sola verdad”.

Ángel Domínguez

Alma mía

Y así esperaré yo a la muerte el día que mi alma no se encuentre presente.

La recibiré como a una vieja amiga amiga que estuvo en mis mejores y peores.

Amiga que sin darme cuenta toda mi vida me acompañó.

Amiga que aún después de que mi alma mi cuerpo abandonó, ella seguía a mi lado. Ella jamás me dejó.

Minos

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Preconcepto

Pensé que el pasado me consumiría

Me vi en un presente donde no paso por las sombras que mi piel, mi alma abrazo.

Fui tiempo; la vida me la arrebataría.

Mí recurrente adicción me mataría,

Sé que en ella el camino no se atrasó lo recorro y solo deseo un ocaso, ¡Ay! Mí amor; el celaje me delataría.

Ahora sin esperanza presiento un nuevo amanecer y desmiento toda ilusión que sostenía la lejanía.

Confundiendo al ser; resignificando lo que en mis sueños andaba buscando; siluetas distantes llenas de agonía.

Ángel Domínguez

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Duelo

No sueño contigo, no ansío hacerlo, Recordar me hace sentir lo fácil, qué mueren los detalles... Es inútil. Con el tiempo solo vive lo bello. Invocó a nuestro amor, voy a explorarlo. Trataré de hallar porque fui débil, ante el tiempo no soy mejor, soy hostil, permití la muerte de todo aquello.

Ya olvidé todo lo que permitiste, ahora el fuego es como te sentiste, Y lo creo, creó para no recordar.

Porque al final (que es presente) revivo, sin memoria, ni detalles, lo nuevo: me ilusiona, me trata de enamorar.

Ángel Domínguez

Me gusta creer que nuestras manos nunca se van a separar y que si eso llegara a pasar, en algún punto se van a reencontrar.

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Infinidad

Solo contigo

Me obsequiaste una nueva forma de ver, olvidaste lo que creíamos como verdad que sólo conducía a la oscuridad.

Dándote cuenta que significa ser cuestionando por necedad de poseer abriendo un mundo donde tú eternidad es lo que nos brinda la seguridad de que tu celaje tiñe al amanecer. Mi paciencia se halla comprometida, atesora el momento en que el tiempo pierda todo sentido de espera y que, en tu creencia:

Se encuentre la ilusión de que lo nuestro no cambiaría porque tendremos un futuro dónde tu esperanza ya no sea solo mía.

Ángel Domínguez

Delirio

Me asusta que mi mirada te vuelva a buscar, que mi corazón te reconozca. No comulgo con la causalidad, tampoco con los accidentes; mucho menos creo que seas tú quien está a tan pocos suspiros de mí. Retrocede, mi alma retrocede y se pasea por tu recuerdo, al igual que lo hacían tus dedos por mi cabello; brotan de nuevo las huellas que dejaste al pasar por el sendero de mi cuerpo. El paseo se nubla por el estruendo de tus palabras, la amargura de tu caminar descalzo y la tibieza de tu boca. Soy rehén de los sollozos, presa de la ira, cómplice de los lamentos y fiel amante del olvido; porque presiento que éste podrá quererme más que tú.

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Itzel Escalona

Sin lugar

Ha dejado de ser está y tantas noches, buscando por los lugares infinitos, la mirada que deposité en mí, tus años.

Sin ser del todo yo, de nuevo amaneces.

Justo al filo del todo, donde al fin eres, aquello que has dejado de buscar en mis ojos, lo que te ilusionó, lo que deseaste, los sueños que permanecían curiosos en la cama, pendientes.

Ya que nunca fueron usados para abrigarte en los fríos infernales donde la ausencia desviste

al amor que sentimos, que nos une, es así que solos.

El brillo en los ojos se apaga, sin razón de ser más que el recuerdo de lo que se acaba de perder, otra vez despiertos nos buscándonos ahí: donde somos.

Ángel Domínguez

En vano el abril

Llegando el albor de mis pensamientos, sonrisas apagadas, estrellas mías. Siento aún a ti, temblor, me consumías porque rendía yo ante él, mis sentimientos. Así escucho su nombre resonar, más impetuoso que un veloz estruendo; frágil cual hoja otoñal cayendo, así él me tiene, injusto pesar. Oh pedazo de vida, mi querido; hasta la lluvia lloraba conmigo, te ensimismaste en ser mi latido.

En tus ojos, voz y alma, consigo el dolor que me ancla a ti al haberte ido, me da vida, de este amor es testigo.

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Dos verdades

No es el miedo por la página en blanco, tampoco por no ser lo suficiente, pienso que el escritor, esencialmente, se dedica a diseñar un atraco.

Se trata entonces de caer al barranco, la vista desde la caída se siente, nos dejamos tan amorosamente, en el papel, la tinta, en el tabaco.

Y no me mal entienda; hay que vivir, que sonreír, para ser experto en mentir.

La vida nunca es gloriosa o mística.

La gloria, lo místico, son desecho, entre tanto, nada se vuelve hecho, al tiempo; morirá sin épica.

Ángel Domínguez

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Madrugada

Mis pies sobre la amarga madrugada, trazan un camino de cuatro paredes, sentando en el piso; preso de la nada, pendiente de no ser observado. Prometes. Recorro mi alma, incompleta, infeliz, cansada:

empiezo a comprender todo lo que no fue, una triste colilla agoniza; arma consumida, poco a poco aparto lo que sentí. Prometes. Está noche no será recordada en años, no recuerdo ningún día que no digas adiós, las horas que te vi parecías feliz. Temes. No encontrar un lugar que poder llamar hogar, sobre la madrugada nos ofrezco cambiar, y es tu miedo tan mío, que con amor prometes.

Ángel Domínguez

Susurros al corazón

El silencio cuando cae la noche es un susurro al alma para que haga aquello que no se ha atrevido a hacer.

Llegan pequeñas reflexiones, amores o tristezas que inundan nuestros pensamientos y en ellos solo permanece la verdad.

Andrea Torres

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El nacimiento de las realidades

Los lomos de los libros en mi cuarto, mueren en vano; autores y títulos. Se encuentran suspendidos en limbos

¿Sus hojas terminarían con mi arrebato?

Conforme pasan los días en mi cuarto, este limbo se convierte en mis miedos; están en el oscuro de mis ojos.

Conciliamos la idea que no aceptó: Un cementerio de significantes palabras que transforman a las ausentes promesas atrapadas en los libros que esperan al alma enferma de absurdo, dispuesta a sacrificar su mundo, creyendo que el mensaje son más limbos.

Ángel Domínguez

Sueños brillantes

En el vasto cielo de nuestra existencia, cada color brilla con su propia esencia. Rojo de pasiones, luchas y el amor ardiente, naranja, un abrazo cálido, constante, presente. Amarrillo, risas que en la bruma resplandecen,

verde de los campos donde libertades crecen. Azul, sereno como un alma que comprende, violeta, el espíritu que en su variedad se extiende.

Juntos, tejemos un manto de sueños infinitos, cada hilo una historia, un mundo reescrito. Danza las vidas, diversas, en armonía, en este tapiz que desafía la sombría. No más sombras que oculten quien eres, en cada paso, en cada gusto floreces. Porque en este arcoiris, en esta unión se halla. la promesa eterna de paz, para uno, para todos, sin falla.

Que el amor sea siempre nuestra guía, un puente sobre el miedo, la oscuridad fría. Por un mundo donde podamos todos brillar, en nuestra más pura verdad, sin duda, sin temblar.

Jonatan Mendoza

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De otro, no mía

Los La vida está en otro tiempo, esperando quizá que todo acabe y que nosotros solo heridas y cicatrices seamos: cuerpo bendito, pero no sagrado. Deambulando en lo que existe, que es pasado encarándose con rostros ajenos que nada tienen que dar a los tiempos, siendo parte de lo eternamente incómodo. En un último momento consciente, hemos de volver a mirar lo ausente, tomando lo inconsciente para dar fe.

De lo que nos resulta extraño en mí, en ti siendo incapaz de vivir, pero sentí algo como un suspiro que es sin fe.

Ángel Domínguez

útil

A esta hora llega la calma, cuando las luces se apagan, cuando la luna se asoma por la ventana, cuando el silencio logra aparecer.

A esta hora solo existo yo, fluyo con mis pensamientos,conecto conmigo,

lloro si lo necesito y abrazo todo aquello que me afecta.

Sé que puedo dormir con la tranquilidad de que estoy bien, que mañana irá mejor y que el ayer ya se fue.

Andrea Torres

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Vida

El fin

Terminado la vida verás el fin de la existencia, cara a cara con los momentos que disfrutaste: recuerdos, que ahora se asoman como arlequín. Tan solo es el argumento del jardín dónde plantaste la paz; los sollozos, tierra podrida que consume sueños pero antes has de escuchar al serafín. Que, entre él y las risas, ahora lo son todo: la existencia, los sueños, el recuerdo. Llegan tarde o temprano a presentar otra broma sin gracia de una vida que se busca así misma en la absurda conclusión de que solo queda esperar.

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Ángel Domínguez

Lamento

Deseamos una pequeña historia, ingenuamente la escribimos con amor.

Las páginas se rayaron con furor, ¿Creías que la libreta nos consumiría?

La tristeza indiferente nos vacía, lo único que nos llenaba era el amor, un amor que será como el anterior, Entonces... ¿Porqué tanta melancolía?

Finalmente ni un sueño se completó; cada lágrima y cada lamento borran las palabras de la libreta y así he de mirarte, tú mi pasado, con esto eres la dueña de todo, y todo lo que soy es poesía imperfecta.

Ángel Domínguez

Yo sé que te amé

Sé que te ame y me enamoré por primera vez.

Sé que me ilusioné sin razón, pero tus manos y las mías tenían un punto de conexión

Sé que encontré en ti un amor genuino, un amor puro y sincero, un amor incondicional y permanente, un amor confiable y sin límites, un amor con símbolo de amistad, un amor sin fecha de caducidad pero con sello de transformación, un amor ciego y no correspondido. Un amor mal etiquetado…

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Me enternecería caer por fin en sueño, no es -por suerte- cansancio o necesidad, se preguntarán: ¿Por qué mi necedad? de está urgencia: el inconsciente se adueñó.

Quizá dormido me sienta querido, ¿sabrá intuir lo mucho que he perdido? quisiera ser finalmente solo uno.

En plena conciencia no soy ninguno, sueño o lucidez, todo lo que reúno, quisiera ser todo lo que yo he sido.

Ángel Domínguez

Amor y prejuicio

Oscuridad en su mirada, de la noche será heredada, destila aroma fatal de figura erótica. El muerto vivo soy, víctima de su sensualidad hipnótica.

Vino en sus labios, besos embriagantes

¿Me volveré adicto a sus palabras errantes? Hoy estoy sediento de su amor, amante de la resaca que me dejó.

La vida en sobriedad no es vida, en su habitación soy un joven añejo. Pálido lienzo para pintar caricias y colocar tus mejillas, ¿Valdrá la pena recorrer mil y una pesadillas? Calidad, plenitud, magnitud en mi pecho y desde su regazo tengo mi helecho. No encuentro resina para este corazón roto ¿Detrás de su beta hallante mi antídoto?

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Cansancio

Vendida mi alma está, en aquel altar te he de contemplar, esperando piedad a Lucifer, pues podría de mi sueño hacerme despertar, Afrodita eres de mi griego, Deposita las lágrimas de otro, te lo ruego. Amanecer en seca almohada, voltear y verla sonrojada. Que nos encuentre el sol entre sábanas, y que la luna busque con hambrientas ganas, lo que encontré en sus alas de demonio y son de otoño, pasión y deseo, un regalo con moño.

Minos

Esta es solo otra noche fallida.

Ni siquiera recuerdo el son de tu voz, ¿tu caminar? suspendido en la nada, poco a poco olvido tu mirada. La misma que me dejó enamorado, la misma que ya es parte del pasado. Yo sé que es culpa mía que no entienda la distancia es un mártir de cada día, con lágrimas creo nuestras heridas; entiende, amo a una desconocida.

Ángel Domínguez

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Mujercita

Las flores del mal: Asesino de recuerdos.

“¿Cuando empezó esto que ahora va a terminar con mi asaesinato?”

-Ernesto Sabato (sobre héroes y tumbas).

Camino por las calles solitarias, esperando a que ninguno de ellos me vea.

Estoy preparando el contraataque, el zarpazo sorpresa como un tigre en la selva, como el león entre la maleza.

Ando silencioso, sin hacer algún ruido, cronometrando mi respiración y contando cada gota de sudor que cae en el frío asfalto.

Las gafas no me hacen ver más inteligente si no más bien más cauteloso, me ayudan a ver dónde nadie más ve y a mirar lo inadvertido.

Entonces saco el arma que brilla en la oscuridad, apunto con certeza, jalo el gatillo y la bala viaja a través de la gravedad y listo, uno más ha caído esta madrugada, otro más ha sido borrado, un dolor menos a la conciencia.

Y así voy pintando la noche de escarlata, mientras el mundo duerme, mientras tú lees esto, caen como moscas a mis pies, un trabajo fácil para un tipo práctico. Basta con dilucidar una sonrisa antigua, una carcajada olvidada, un lugar específico, donde los otros yo yacen en un bucle eterno. Les ahorro el sufrimiento, un tiro de gracia y acabo con el pesar perpetuo.

No sé cuántos más vengan detrás mío pues también me acechan desde lejos, trato de estar alerta, intento que no me ganen la partida porque todos son yo mismo y yo soy todos ellos.

Ahora me dirijo a “puente muerto” a reposar para continuar con la masacre eterna. No sé si algún día me tomará uno de ellos por sorpresa, mientras tanto duermo con el arma bajo la almohada y un cigarro en la bolsa derecha.

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Todo se nombra por quién eres

Está la vida y en cortas memorias anda, en sí tan solo cabe la pérdida ilusión del sujeto-objeto del yo.

¿Qué otra noche carcome la conciencia?

Entré ella y las memorias enloquecía obsesión en la que al fin reconstruyó el mío recuerdo que ahora nada ve; en él nace lo que siempre objetive ajenado del ser ¿Quién soy? Soy quien leyó.

Ángel Domínguez

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Sin épica

Me desprendí de lo que fui, guarde mi amor; agrediendo a quien cuidaba y sentí cómo me desvanecí, sin llanto, ahora lo entiendo. Cómo se desvanecen mis memorias, el tiempo las forma; concilian la idea de que ninguna esperanza mía desea no-ser la fe de relaciones muertas. Suspiro por mi presente, en eso está mi anhelo, muriendo por ser paciente, siendo un delirio que miente, por vivir en ti... Mi cielo.

Ángel Domínguez

Sonne

Me hallo solo en casa, el destino se limita a sonreír y sí mi soledad, me anima a quemar la ciudad. Los cuadros que amamos, Están sobre el fuego que arrasa, Sí quemó mis manos, No me atrevería a ver tus ojos, Viéndome; me abraza. La sólida ausencia de ti en el lugar, me ha quitado cada una de tus fotos, la ceniza de tu alma; entre mis manos, me despojo de lo que fue mi hogar. Pronto el sol saldrá. parece que se puede llenar, ya terminará, no quiero que vuelvas a llegar…

Ángel Domínguez

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No recordar

Regresaste a ese cuarto donde tantas crisis tuviste, Mirándote en la nada te sentiste tan pequeño, un cigarro encendiste y viste que poco o nada dijiste, tantos problemas y tan pocas soluciones, ¿Tan rápido pasa la inspiración, tanto te esforzaste?

De aquella habitación saliste con tu aura consumida, creíste haberlo tenido y en un segundo, ya no está, divagas en estos versos para concluir la sentida, la sentida inspiración retuviste, ahora tu cantaleta.

Es tan solo lo que has vivido y resulta tan efímero, pones la mirada en el cielo, no eres el primero, en algún lugar de algún lejano tiempo, dónde no eres.

Ángel Domínguez

Sanando

En estado de amor y melancolía, camino hacia las arenas del pasado, lamentando no ser quien debería, ni el mar ni el invierno la regresarían. Y con tan pocas líneas pretendo curar lo que todo este tiempo curaría.

Ángel Domínguez

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Pronto la ciudad se derrumbará y tú, ya no resaltarás quedándote ahí entre los escombros. ¿Me verás?

Solo así entenderás la verdad, que terminará por derrumbar el lugar.

Ángel Domínguez

CiberDios

Grandes ataduras de metal, encuentro en ellas todo lo que no puedo abarcar,

sí trasciendo por la pantalla, ¿soy yo?, si hablo, pienso y existo gracias a ella,

¿Jesucristo estaría orgulloso?

Ángel Domínguez

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Ruinas

El tesoro

Entonces, en silencio, algún día conciliarás la idea de que lo único por lo que aceptas llamarte mala persona es por qué el amor del que has estado tan ensimismada es tan solo la mirada vacía de tu enamorada, del silencio que rompe tu castigador.

Lágrimas, una tras otra, van por tus mejillas, esperando los días donde encuentre las formas

que le permitan mirar con amor. La deseada idea de chica que has tenido en tu cabeza, que resulta ser solo el reflejo, la semejanza con la mujer que día tras día es mi amada.

Ángel Domínguez

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Yo, yo y yo

Aquí estoy yo, pensante y sin razón, un último y primer pensamiento que van a algún rincón, carentes de grandes metas y con pocos sueños, estoy solo yo, un hombre que sabe quién es pero que no sabe por qué.

Pasan las horas yo, yo y yo es lo único que hay, ya ni miro las responsabilidades, ni las preocupaciones

y en este preciso instante ninguna letra soy, ya que cada una de estas supera al concepto de yo.

Ángel Domínguez

Alma

Me arde el alma de tanto haber equivocado, mis cenizas divididas quedan, a merced de mi conciencia, del cuerpo y el ego, cada uno mira cómo me consumo, el cuerpo aburrido comienza a arrugarse, la conciencia como mejor sabe hacer, calla, y el ego toma el control de todos; vomita, pobre del alma que nunca fue realmente construida.

Ángel Domínguez

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Suspensión

Ciertamente mi interior se aburrió de hablar y nada decir, observa a través del papel, del metal, de lo artificial, manifestándose en una mirada ansiosamente vacía, dejando consigo el reflejo de una mentira absurda, con sumándose en un malestar de palabras mudas.

Ángel Domínguez

Llega invierno azotando a mi puerta, como si este fuera su hogar, toma mi lugar y lo vacía de sentido, como un recuerdo ajeno; que en algún momento tuvo dueños, descanso del invierno, con la ilusión de tener el mismo sueño.

Ángel Domínguez

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Nieve

Sobre mí

En mi mano reposa el tiempo, sobre la otra la nada que ya conozco bien, su suspiro hizo lo que primero se desvanezca, dejando una sensación fría sobre mí, finalmente pasó, ahora puedo decir (que es mucho), he muerto.

Ángel Domínguez

De mi ventana cuelga una planta, de las ventanas del mundo ¿que colgará?

Pienso que cada una da a una vida, y ocasionalmente ellas ven... con curiosidad, lo que parece ser la vida dentro de las casas, ¿son celosas?

Las plantas están en todos lados, esperando quizá a que alguien las cuelgue de una ventana.

Ángel Domínguez

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Ventana

“No soy de los que exprimen su corazón en un lugar violento. Soy de los que atestiguan la belleza y la muerte de la rosa.”

Castellanos

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ALMA LÚCIDA

Se terminó de imprimir en el mes de mayo de 2024

en los Talleres de Chabacano

Manuel Caballero, Obrera, Cuauhtémoc, 06800

DF, CDMX, México

Se imprimió 1 ejemplar.

Alma lúcida es un recopilado de poemas, versos y prosas. Palabras que fueron transformadas en obras de arte. Este libro fue pensado como un espacio para que los autores independientes tengan voz dentro de la industria editorial. Donde cada una de sus palabras acaricien el corazón de miles de lectores que quizá algun dia se conviertan en autores...

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