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“Sin seguridad es difícil hablar de desarrollo”

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El líder gremial de la construcción en la región sostuvo que, “en La Araucanía es que hay zonas de conflicto donde no están operando los seguros (…) porque no están las garantías de seguridad”.

“Son las mismas familias que les piden que no vayan a esos lugares donde han sido atacados por personas que están haciendo que estas zonas sean tremendamente rezagadas”.

Gobernador Luciano Rivas pide legislación urgente para restaurar confianzas y anuncia iniciativas de transparencia

El gobernador dio a conocer tres medidas concretas a implementar en La Araucanía y señaló que “tenemos la convicción de que esta crisis se debe enfrentar con una mejor institucionalidad”.

Comienzan las obras de la nueva escuela Especial Ñielol

LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN POSTPANDEMIA: ¡EL SISTEMA EDUCATIVO CON TAREA PARA LA CASA..!

Habiendo transcurrido más de un año desde que el sistema escolar chileno retorno a clases presenciales, son evidentes los efectos que provocó la pandemia en nuestra sociedad, en los integrantes del sistema escolar y en particular en los niños y adolescentes; las que son apreciables a través de alteraciones de la salud mental, comportamientos desbordados que ejemplifican la individualidad y la pérdida de la necesidad de interacción social propia del contexto educativo. Muchas escuelas/ liceos se han visto afectados por un aumento de la violencia entre sus estudiantes a través de redes sociales, en las unidades educativas o en sus inmediaciones, de acuerdo al considerable aumento de las denuncias ingresadas por apoderados a la Superintendencia de Educación Escolar, lo que sumado a los resultados SIMCE año 2022, reflejan parte de las consecuencias del trabajo educativo pandémico durante el período de confinamiento domiciliario; donde en un “contexto familiar” se llevó a cabo la operación educativa.

Efectivamente, en América Latina y el Caribe, aproximadamente 165 millones de niños, adolescentes y jóvenes universitarios fueron desarraigados físicamente de sus centros educativos y confinados en sus domicilios a la espera del término del Covid19, iniciándose en el mundo y en cada país del continente; sistemas educativos de emergencia para darle continuidad a los procesos escolares y para que los efectos de la inasistencia a clases presenciales no fueran tan nocivos para el aprendizaje escolar, especialmente en aquellos “contextos familiares” donde la conectividad terrestre y la digital tenían mayor complejidad.

Transcurridos meses de clases presenciales, el sistema escolar nacional se ha visto estresado y sometidos sus integrantes a una máxima tensión por los efectos en la salud mental de las comunidades educativas producto del confinamiento domiciliario experimentado bajo el Covid19. En muchos establecimientos básicos es posible advertir estudiantes que están desfasados en el desarrollo de su ciclo vital, con síntomas de angustia, ansiedad, frustración, rabia descontrolada, sensación de inseguridad, de falta de entendimiento a sus intereses y estados de ánimos cambiantes, producto del gusto por el aislamiento y la sensación de estar en un lugar homogeneizador donde no se consideran sus intereses, tal como lo hacían hace un par de meses atrás; sus padres en aquel “contexto familiar” educativo pandémico.

Esta tensión puso en jaque al sistema escolar y a su capacidad de responder a las necesidades emocionales emergentes de sus unidades educacionales. Si bien el Mineduc ha entregado una serie de orientaciones para el reencuentro educativo y para la reactivación de los aprendizajes, el aumento sostenido de la violencia entre estudiantes y el maltrato a profesores y apoderados registrados en la Superintendencia de Educación Escolar, ha encendido las alarmas de preocupación en el ámbito educativo, el cual ha centrando sus esfuerzos en sólo hablar de educación emocional, reiterar orientaciones de convivencia escolar, lectoescritura y matemática, sin intervenir desde las emociones el currículum, reglamentos internos, planes de gestión de conveniencia escolar para la postpandemia y sin realizar una conexión definitiva de los aprendizajes no logrados con los objetivos de aprendizajes que actualmente cursan los niños y adolescentes en presencialidad.

Los resultados SIMCE año 2022, tampoco fueron la excepción al retroceso experimentado en la salud mental de las comunidades educativas. Si bien los resultados eran esperables luego de trabajar dos años bajo un sistema educativo de emergencia, donde los objetivos de aprendizajes del currículum se priorizaron y dónde el énfasis de la mayoría de las comunidades educativas no estuvo precisamente en el aprendizaje escolar, si no que más bien en buscar estrategias de comunicación que permitieran mantener vigente la escuela en un contexto de confinamiento domiciliario.

Existe consenso que en los últimos diez años, los resultados SIMCE se han mantenido “estables dentro de su gravedad”, por tanto, la baja de 7 puntos en 4° básico y de 9 puntos en II Medio con el aumento de la brecha de género que afectó a las niñas por sobre los varones tanto en 4° básico como en II Medio, no debió descolocar a nadie. Sin embargo, los resultados SIMCE 2022 llegaron para sorprendernos, ya que su disminución fue menor a lo proyectado por el mundo educativo especializado, recordándonos que la importancia de la educación va mucho más allá de determinados aprendizajes cognitivos que estudiantes puedan lograr en un año cualquiera, debido a que durante la trayectoria escolar; los niños/as, adolescentes y jóvenes adquieren prácticas asociadas a procedimientos y valores, los que sumados a los contenidos internalizados, les permiten modelar sus vidas, insertarse y desempeñarse en sus respectivos contextos socioculturales.

Por tanto, la pregunta y el análisis que deberíamos hacer de los resultados SIMCE 2022, tienen relación con qué tipo de aprendizajes perdieron nuestros estudiantes durante la pandemia ¿sólo contenidos?

Porque si aprendieron a manejar herramientas tecnológicas que antes no utilizaban, a comunicarse y a aprender por nuevos canales; no todo está perdido. Sumado a lo anterior, los resultados de este SIMCE 2022 deberían interpelarnos en cuanto a que un gran número de unidades educativas mantuvieron o aumentaron sus puntajes tanto en 4° básico como en II Medio, lo que ratifica que el “contexto y el capital social familiar” son determinantes para el aprendizaje escolar y que si dicho análisis, lo centramos en aquellos establecimientos vulnerables que históricamente habían mostrado bajos rendimientos y que en esta oportunidad tuvieron una mejora de sus puntajes; tales resultados nos obligan a preguntarnos ¿por qué estudiantes vulnerables aprendieron más confinados en sus casas que en la escuela tradicional?

Para responder dicha pregunta, resulta necesario considerar varias, posibles y diferentes respuestas las que sumadas deberían orientar al sistema educativo para que esté a la altura de los desafíos de la educación postpandemia en cuanto a salud mental y a los resultados escolares de sus comunidades educativas y es aquí donde es urgente y necesario repensar: a) la Jornada Escolar Completa (JEC), las asignaturas y las actividades extraescolares que deben cursar los estudiantes, b) el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo Escolar vigente que utiliza el Ministerio de Educación (Mineduc), para el eficaz actuar docente directivo y c) el desarrollo profesional docente, el cual estaría estancado con la promulgación de la Ley 20.903 que estableció un sistema de reconocimiento de desarrollo profesional docente y que a la fecha, sólo se ha materializado en la mejora de la remuneración de los profesores del país.

Respecto a la JEC, el Ministerio de Educación (Mineduc), debió iniciar un retorno a clases presenciales con jornada única flexible que vinculara a las asignaturas tradicionales medidas por el SIMCE con talleres artísticos, culturales y deportivos, posibilitando a las unidades educativas focalizar las necesidades detectadas en sus estudiantes tanto en salud mental como en resultados de aprendizajes, ya que si bien los establecimientos que lograron mayor sistematicidad de los procesos de enseñanza durante la pandemia tendieron a mantener y a mejorar sus resultados SIMCE, en la mayoría de las unidades educativas vulnerables aquello no ocurrió.

El desbordamiento de la conducta estudiantil producto de la falta de interacción social que originó el confinamiento domiciliario, obliga hoy a los establecimientos educacionales a equilibrar el trabajo en el ámbito cognitivo con el procedimental -sin que el sistema lo permita por la rigidez del currículum-, debiendo sus equipos profesionales generar estrategias para buscar, reinsertar y nivelar a los estudiantes que desertaron de sus aulas y a diseñar procesos de reforzamiento y nivelación en Lenguaje y Comunicación, producción de textos y Matemática dentro de las mismas asignaturas. Resulta urgente que en la presencialidad los estudiantes se vean desafiados por diferentes estrategias de enseñanza, escenarios educativos y actividades extraescolares; bajo la estrecha consideración de sus intereses, de tal forma que vuelvan a sentirse involucrados, atendidos, entendidos y entretenidos en sus escuelas/ liceos.

En cuanto al modelo de gestión escolar vigente que utiliza el Mineduc, es necesario que los equipos directivos lo vigoricen a través de un liderazgo que se exprese en la búsqueda de la mejora continua y en la generación de ambientes propicios para el aprendizaje escolar. Es por ello, que el actual contexto postpandemia, requiere una mayor gestión de las distintas áreas del modelo para que a partir de su articulación, los esfuerzos se centren en el currículum, en la convivencia escolar y en los intereses y particularidades de los estudiantes. El despliegue de una mayor gestión en el currículum escolar, significará integrar la educación emocional, la contención de la violencia y el desbordamiento desde el aula a través de la diversificación de la enseñanza.

La educación emocional les permitirá a los estudiantes; sentir que tanto sus particularidades como sus emociones son atendidas, reforzar sus aprendizajes y su participación en actividades didácticas lúdicas que busquen su desarrollo integral y autoafirmación personal, previniendo problemas de autoestima, patrones de conductas problemáticas en la gestión de sus malestares o rabias contenidas, ya que sólo a través de la promoción de la enseñanza, el correcto manejo de la convivencia escolar y el tratamiento y manejo de situaciones que les generen frustración o falta de tolerancia, dejarán de sentir que sus salas de clases y escuelas/liceos son lugares homogeneizadores que poco tienen que ver con sus necesidades e intereses.

Junto a lo anterior, es imprescindible que los equipos directivos actualicen y operacionalicen los instrumentos de la gestión escolar de acuerdo a los requerimientos postpandemia; el mundo, la sociedad, las familias y los estudiantes no son los mismos del año 2019, lo cual implica también que las respuestas educativas que requieran aplicación de normativas estén a disposición del aula, de las comunidades educativas y de todos los escenarios y situaciones escolares que requieran aprendizaje, contención, formación y disciplina. Seguir la gestión de las escuelas/liceos con instrumentos imprecisos o desactualizados, contribuirá a la continuidad de los problemas actuales, siendo esta área la que requiere un apoyo necesario y urgente del liderazgo intermedio del Mineduc, debiendo ser los Supervisores de las Direcciones Provinciales los que con su experiencia en efectividad escolar; orienten tales instrumentos para el logro de la mejora.

Promover y diversificar la enseñanza hace necesario repensar el desarrollo profesional docente, si queremos que el sistema escolar no quede en jaque nuevamente frente a escenarios como el que nos impuso el Covid19, es urgente que los planes de desarrollo profesional docente que debe tener cada unidad educativa estén operativos y que se planifiquen en relación a las necesidades de aprendizajes de sus estudiantes, por ejemplo: uso e integración curricular de tecnologías de información y comunicación, didáctica educativa con énfasis en la diversificación de la enseñanza, lectoescritura, matemática, convivencia y actividades extraescolares, ya que de lo contrario; los estudiantes desbordados y los bajos resultados del aprendizaje escolar seguirán rezagados.

Hoy se necesita capacitación y perfeccionamiento docente, debido a que modernizar e imprimir versatilidad a las prácticas pedagógicas en el aula, desde la gestión escolar, les permitirá a las escuelas centrar los esfuerzos en las áreas prioritarias que hoy la violencia, el desbordamiento escolar y los bajos resultados exigen; tenemos muchos ejemplos del pasado educativo que nos recuerdan que debemos anteponernos a un futuro incierto. De hecho, el Covid19 nos obligó a levantar un sistema educativo de emergencia asistido por tecnologías de información y comunicación (TIC), y si bien las clases a través de TIC ya fueron reemplazadas por la presencialidad; hoy la Inteligencia Artificial (IA) es un recurso más en las salas de clases con el cual están interactuando nuestros estudiantes; estando en muchas de ellas “invisible” para quienes hacemos pedagogía.

Sistema educativo: Tarea para la casa… Aprovechemos la crisis educativa actual para que sean las propias escuelas/liceos quienes busquen las mejores alternativas de reencuentro educativo y mejora de los bajos resultados SIMCE 2022, pero para ello, los establecimientos educacionales necesitan flexibilidad, orientación y apoyo del Mineduc con énfasis en las áreas más deficitarias de cada unidad educativa. Hoy no se trata sólo de problemas asociados a déficit de recursos; se necesita más y mejor gestión escolar y enseñanza… ¡La escuela debe dejar de ser un espacio de homogenización y transmisión cultural; debe ser un lugar donde nuestros niños, niñas y adolescentes conozcan el mundo sintiéndose parte de ella, seguros y con ganas de conocerlo y vivirlo..!

EDICIÓN 762 del 15 al 21 de Julio 2023

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