DE LA IMAGEN A LA PALABRA

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DE LA IMAGEN A LA PALABRA

ALUMNADO DE 3º ESO C Y D IES FRANCÉS DE ARANDA Proyecto “Goya y su tiempo: un reto con mucho arte”. Curso 2021-2022


PRESENTACIÓN Esta recopilación de relatos surgió como tarea dentro del proyecto GOYA Y SU TIEMPO: UN RETO CON MUCHO ARTE, del IES Francés de Aranda. Partiendo del visionado de algunos grabados de Goya, el alumnado de 3º ESO C y D, escribió relatos. Previamente, se trabajaron conceptos sobre la narración. Muchas gracias a todo el alumnado participante por su implicación.



SUEÑO O GUERRA, TÚ DECIDES Todo empezó el 2 de mayo de 1908 con la guerra de la Independencia en España. En mi pueblo nunca pensábamos que fuera a llegar ya que estaba escondido entre comarcas y alejado de todo lo urbano. La guerra no paró hasta 1814. Por suerte o por desgracia, no viví todos estos años de guerra sino que hubo algo que me traumó para siempre. Era un día normal de 1809 en la plaza de mi pueblo, estaba comprando frutas y verduras con mi hermano en el mercado. Notaba como se iban acercando los franceses con sus lanzas hasta que al girar la esquina para volver a casa vi a cuatro hombres con lanzas matando a personas civiles en mitad de la calle. No nos dió tiempo a reaccionar para salir corriendo porque a la que nos giramos teníamos uno por detrás que nos indicó que nos pusieramos delante de los otros. No nos preguntaron ni siquiera quiénes éramos o de dónde veníamos, sino que uno de ellos le clavó la lanza a mi hermano en el estómago. Sentí terror, soledad, tristeza… que de un momento para otro le estaba intentando sacar la lanza a mi hermano. Estaba aterrado, estaba viendo a mi hermano morirse en mis ojos sin yo poder ayudarle. En ese momento, solo necesitaba la muerte. Al girarme, ví como tres de mis amigos estaban en una montaña de muertos sin parar de salirles sangre. No sabía lo que hacer, si salir corriendo, si dejar que me mataran, si ayudar a mi hermano a salvarse, no lo sabía. Me costó tanto pensar y reaccionar que cuando volví a abrir los ojos ví como la punta de una lanza, estaba a punto de rozar con mi cuello. Dí un paso hacia atrás pero tenía a todos las víctimas detrás de mí, pisé un tobillo y me caí encima de uno de ellos. Me levantaron los franceses y al fin me clavaron la lanza en el cuello. Lo último que recuerdo de esto, es estar tirado en el suelo, haciendo fuerza en la herida pero que aún así seguía saliendo. En ese momento me desperté en…

SARA ABRIL FUERTES

3ºESO D



Los salvadores del pueblo pudieron volar Hace muchos años, en un pequeño pueblo, habitaban los minifits, unos seres iguales que los humanos pero mucho más pequeños. Este pueblo de minifits era llamado “los escondidos” porque al ser tan pequeñitos tenían miedo de todo lo que pasaba por la zona, así que siempre se metían debajo de una gran y pesada roca donde nadie ni nada podía entrar. Pero un año la suerte no iba de su parte porque hubo una gran tormenta de lluvia, truenos, rayos, relámpagos, que hizo que la gran roca que les resguardaba y los protegía se desprendiera de la ladera. Pasaron días atemorizados todos en sus casitas escondidos y sin hacer absolutamente nada, mientras animales y personas les robaban sus comidas, dinero, todo lo que veían. Hasta que se hartaron y se armaron de valor y todos lo jóvenes fuertes del pueblo se juntaron para armar un plan contra todos los que le robaron algo al pueblo, hicieron un equipo de cinco hombres ; Jorge, Pablo, Lucas, Diego y Amador, todos ellos eran fuertes y astutos así que todos sabían que salvarían al pueblo. Ellos apuntaron quienes fueron los que robaron algo al pueblo y fueron ; un zorro, un conejo, un cuervo y una hija de los reyes de grandfits los principales rivales. El primer plan era para el zorro, Pablo en el pueblo era el que traía el agua, y una vez vio la madriguera del zorro, entonces guio a todos hacia la madriguera, una vez allí siguieron el plan que era cubrir todas las salidas con piedras menos que será por donde meterán el fuego para asar el zorro vivo dentro. Y eso hicieron callo la noche y se pusieron manos a la obra, taparon con sutileza las salidas y echaron el fuego bien adentro para taparlo, lo único que se oía eran los gañidos del zorro quemándose vivo. Cuando se apagó el fuego entraron y cogieron todo lo que les pudo ser útil, incluso su propia carne. Primer plan terminado, ahora fueron a por el conejo y a por el cuervo, Lucas tenía de mascota un gato enorme y lo que hicieron es una trampa, prepararon un pozo donde estaba el gato preparado para matarlos y eso hicieron pusieron una zanahoria para el conejo y un cacahuete, llegaron los dos a la par y cayeron al pozo donde fueron devorados por el gato de Lucas. Tras haber acabado con el conejo y el cuervo, fue la hora de ir a por los reyes de grandfits, sus planes no eran acabar con ellos, entonces lo que hicieron es quitar su más preciado tesoro, la hija de los reyes, el plan era entrar al castillo por la noche y raptar a la niña, Amador y diego tenían una granja de águilas y fueron hacia el castillo todos y la raptaron, los reyes al darse cuenta se puso en guerra contra los megafits pensando que fueron ellos y murieron todos en guerra. Al terminar los cinco se fueron al pueblo con la hija y nunca más tuvieron ningún problema. Ramón Benítez 3º D



EL SUEÑO PRODUCE MONSTRUOS Siempre recordaré el día de la muerte de mi madre. Yo me llamo José Riera, y el 23 de abril de 1856 me ocurrió algo bastante extraño. Ese día salí como todas las mañanas a comprar el pan y mi madre hacía las tareas de la casa. Después de comprar el pan y dejarlo en casa, me fui a hablar con el rey porque tenía que solucionar unas deudas con él. Mi madre no lo sabía porque no se lo conté, ya que si lo hacía me desterraría y echaría de casa. Una vez en el palacio real me dispuse a hablar con el rey para ver si había suerte y me dejaría pasar las deudas que tenía con él. El rey se enfadó aún más de lo que estaba y me dijo que si en una semana no tenía el dinero me matarían a tiros. Rápidamente salí del palacio real y me dirigí a casa. Mi madre ya tenía preparado los huevos fritos y el embutido del cerdo en la mesa, listo para comer. Nos sentamos en la mesa y no le dije nada de lo ocurrido ni las deudas que tenía. Pasó la semana de plazo que me dio el rey para pagar mis deudas y yo no había recaudado nada de dinero. La primera noche después de haber pasado la semana, los soldados invadieron mi casa. Yo me pude escapar pero a mi madre que no sabía nada, y por lo tanto no estaba preparada, la mataron a tiros. A mí, entonces el rey ya me dejó en paz y olvidó las deudas que le debía. Yo me arrepentí de no habérselo contado a mi madre, pues si lo hubiese hecho a lo mejor seguiría en este mundo. A medida que pasaban los días me sentía mucho más triste y deprimido, era como si cada día que pasaba me colocaran 5 kilos en la espalda. Una noche me desperté con un dolor de cabeza muy intenso, me levanté y me puse a dibujar para entretenerme. De repente escuché un ruido y me giré. Al darme la vuelta vi a un lince sentado en una esquina de mi cuarto, que me resultaba familiar y parecía como si lo conociera de toda la vida. Los dos permanecimos inmóviles durante un rato y en un instante desapareció. Yo seguía petrificado con aquel suceso. Unos segundos más tarde, empezaron a caer búhos de la nada, que cuando tocaban el suelo se desvanecían como el aire. Después de tranquilizarme me pude dormir, y al día siguiente me encontraba súper bien y alegre. Ya no sentía esa sensación de pesadez sobre mi cuerpo. Héctor Carboneras, 3ºD



EL RETRATO A OJO En el siglo XVIII existía un pintor muy famoso llamado Francisco de Goya, él vivía en la ciudad de Madrid en España. A finales del siglo XVIII Goya quiso hacerse un retrato. Pero lo quería pintar él, lo cual era muy difícil, intentó buscar la solución para dibujar su retrato, buscó y fue preguntando pero nadie sabía la respuesta para su pregunta ; así que con ayuda de un espejo empezó a dibujarse en un boceto, poco a poco fue haciendo cada parte de su cara, esto no resultó fácil y le costó bastante esfuerzo. cuando terminó, no le gustó el resultado que le quedó. Así que se fue a Italia para inspirarse, allí se dirigió directamente a Florencia porque le gustaba mucho la cúpula de Santa Maria de las Fiore, ya era la más grande que había en esos tiempos en el mundo. Durante 4 días se quedó en esta ciudad como turista. Visitó Florencia entera, y se le olvidó el retrato y se fue de turismo por toda Europa. Visitó la torre de Pisa, lEl palacio de Versalles, el Big Ben, la catedral de San Basilio, el Coliseo omano, el partenón de Atenas, las puertas de Brandenburgo, Santa Sofía, el ayuntamiento viejo de Praga,... Cuando llegó a su casa en Madrid no se acordaba por qué había viajado tanto, hasta que se fue a una taberna y unos amigos suyos le preguntaron que qué tal llevaba el retrato, y GOya les contestó que qué retrato , ellos le dijeron que el suyo, en ese momento Francisco de Goya sintió el verdadero terror porque lo debía que presentar en 2 semanas y no tenía ni idea de cómo hacerlo, así que se puso las pilas y empezó a desarrollarlo. Probó y probó ideas hasta que se le vino una a la cabeza, cuando la probó le salió bien, así que lo presentó y fue una maravilla. Actualmente, nadie sabe cómo Francisco de Goya se dibujó a él mismo de lado sin ayuda de nadie. Michel Denia Mateo 3ºD



EL TORO ASESINO Era una vez un hombre muy pobre que le encantaba ver los toros, él se llamaba Goya. Un domingo iban toreros profesionales a torear a la plaza y él,como no tenía dinero, saltaba el muro solo para verlos torear. Cuando acabaron de torear, Goya fue corriendo hacia un torero y le preguntó que si le podía dar clases aunque fuera una hora y el torero como le dio pena le dijo que sí. Al día siguiente el torero fue a darle clases, entonces cogió un toro de carretilla e hizo como si fuera un toro. Cuando acabaron las clases el torero dijo que valía para ser torero, él no se lo podía creer, Antes de irse le propuso a Goya que si quería ir el siguiente domingo a torear, él le dijo que sí, muy entusiasmado. Ya era sábado, Goya estaba muy nervioso porque al día siguiente le iban a estar mirando todos los toreros de Madrid y el público. Goya ya tenía el traje preparado, se lo había dejado el torero, era de color rosa ,estaba reluciente y repleto de botones de oro. Se fue pronto a dormir para no estar cansado al día siguiente . Ya era domingo, ¡el gran día, el día!, el más importante para Goya. Lo primero que hizo nada más despertarse fue tomarse una tila para tranquilizarse porque los nervios son muy malos y traicioneros, luego se dio una ducha para despejarse y estar bien guapo. Ya eran las 10 del mediodía y él tenía que empezar a torear a las 12. vino a recogerle un carruaje enorme, cuando ya estaba llegando a la plaza de toros la gente ya le estaba aplaudiendo. Goya estaba a punto de salir a torear, llevaba unos zapatos preciosos con unos cordones muy largos, el toro ya estaba en la plaza y entonces Goya salió con su capa roja, . nada más salir le vio el toro y fue a por él, Goya lo esquivó y toda la gente gritó: ¡Ole! , él se ilusionó. Pero de repente el cordón de su zapatilla se le desató, el toro cogió carrerilla y Goya en ese mismo instante se cayó al suelo, el toro le clavó el cuerno en el hombro, intentaron curarlo, pero no pudo aguantar, estuvo más de una hora desangrándose. Pero a Goya siempre se le recordará como a un buen torero. Carlos García Sangüesa 3D



LO MALO DE VER LO BUENO Hace mucho, mucho tiempo en los países más desarrollados que tenían a los países generalmente del sur como subdesarrollados y se creían los más avanzados del mundo vivía en uno de ellos una joven llamada Eusebia. Ella siempre veía lo bueno de las cosas, nunca veía lo malo. Aunque estos países estaban más desarrollados que otros esto solo lo notaba la gente noble, es decir, con más poder y más dinero, ya que tenían comida, una casa más lujosa y no trabajaban tanto. Eusebia era una de estas personas pero no trataba a la gente con menos poder de forma diferente, es más, la mayoría de sus amigas y amigos pertenecían a familias con bajos recursos. En el país donde vivía Eusebia en las verbenas las mujeres solo podían bailar acompañadas de un hombre y de forma formal, normalmente bailes lentos. A Eusebia no le gustaba bailar porque no se lo pasaba bien pero realmente no se lo había planteado nunca si había otras formas de bailar. Como Eusebia era una chica inquieta siempre se escapaba de casa porque sus padres no la dejaban salir con sus amigos ya que estos pertenecían a otra clase social. Un día Eusebia se fue de fiesta por la noche con sus amigos como todos los viernes, pero esta vez sería la última ya que sus padres se dieron cuenta de su ausencia, cuando esta llegó a casa sus padres decidieron mandarla de ayudante a uno de los países subdesarrollados, ya que como bien le dijo su padre. ”tanto que te gusta la gente con bajos recursos te mandamos con ellos a ver si aprendes a valorar todo lo que tienes y lo mucho hemos trabajado para que tú puedas disfrutar de ello”. Su madre siguió con lo que empezó su padre, añadiendo “y después de lo que hacemos por tí así nos lo pagas, veras bien con quién te estás juntando y cuando vuelvas suplicaras por no volver a donde te mandemos y jamás volverás a querer juntarte con tus amigos”. Así terminó esta conversación, seguido Eusebia se fue directa a dormir. Una semana más tarde Eusebia ya había llegado al país, cuando llegó a este vio una ciudad con algunas casas parecidas a las de sus amigos pero la mayor parte de las casas eran chabolas. Esto a ella no le importó, al llegar lo primero que hizo fue instalarse y más tarde fue a dar una vuelta por la ciudad, vió que allí todo el mundo trabajaba, niños de su edad, más pequeños y más grandes. Eusebia se presentó a un grupo de niños de su edad y les preguntó que si querían ir a jugar con ella pero estos respondieron que tenían que trabajar, ella preguntó que si les podía ayudar. Estuvieron toda la tarde trabajando. A Eusebia lo que más le sorprendió no fue que trabajaran sino que mientras realizaban sus tareas cantaban y bailaban todos juntos pasándolo super bien, esto le encantó a Eusebia. Mientras estuvo en esta ciudad fue realmente feliz porque no había ningún tipo de prejuicio y Eusebia aprendió que bailar y cantar de esta manera hacía que se divirtiera ella y todos los que participaban. Así pasó un mes y cuando fue la hora de volverse a casa ella no se quería ir, pero aun así tuvo que volver. Al llegar a casa Eusebia fue directamente a ver a sus amigos y contarles todo lo que había vivido. Como ella quería volver a vivir todo lo que vivió en aquella ciudad, le preguntó a sus padres si podía ir otra vez, ellos accedieron. Cuando Eusebia volvió no quedaba prácticamente nadie en la ciudad, preguntó y le dijeron que todos se habían ido a trabajar a la mina, y ésta se derrumbó con ellos dentro. SILVIA GÓRRIZ COSA 3ºD



E

ra un día de invierno muy frío, estaba empezando a nevar, dentro de una casa una mujer estaba preparando la comida mientras otra estaba metiendo leña en la casa para la chimenea. De repente se oyeron unos fuertes golpes en la puerta, las dos mujeres se miraron preguntándose lo mismo ¿quién podría venir a estas hora y con tanta prisa?, después de dudar un momento, la más joven dejó la leña al lado de la chimenea y se dirigió a abrir la puerta. Era María su prima, venía muy alterada y nerviosa casi no se le entendía lo que decía: los franceses habían atacado otra vez en las afueras de la ciudad cerca de la posada donde trabajaba sirviendo su hermana Pilar. Le habían dicho que había habido muchos muertos y heridos en ambos bandos, pero tenía miedo de ir a buscarla sola y seguramente necesitaría ayuda por si le había pasado algo para poder volver a casa. Las dos mujeres dejaron rápidamente lo que estaban haciendo, cogieron algo de ropa de abrigo y salieron de casa a toda prisa decididas a encontrar a Pilar. Estaban indecisas entre coger un carruaje o ir corriendo, pero se inclinaron por ir a pie corriendo por la duda de que hubiera obstáculos que hicieran imposible el paso del vehículo y acabaran perdiendo el tiempo que necesitaban para encontrar a su hermana, iban atravesando calles en medio de la nieve que cubría todo cada vez más de blanco e impedía ver bien el camino y a la gente, que parecía que huía de algo en todas las direcciones. Esto no hizo cambiar las intenciones de las tres mujeres que a pesar de las malas condiciones por fin acabaron viendo a lo lejos lo que quedaba de la posada, se veía todo derrumbado incluso con algo de humo. Todo parecía tranquilo a pesar del desastre, las tres mujeres se esforzaban en encontrar a alguien a quien poder preguntar por Pilar ya que no la veían y aquí alguien debería conocerla. La desesperación de las mujeres aumentaba viendo además de no encontrarla que las personas de su alrededor estaban muertas o malheridas. Por fin alguien les pudo hablar a duras penas y les indicó que fueran hacia la parte trasera de la posada. Ellas no lo dudaron, cruzaron por medio del salón destrozado y al salir por la puerta de la cocina pudieron ver al lado del muro la figura de una persona tumbada en el suelo inmóvil, su corazón dio un vuelco, habían encontrado a Pilar la duda era en que estado se encontraba viva, muerta, malherida… Al acercarse comprobaron que respiraba y de esta manera parece que volvieron a recuperar un poco la esperanza, ella intentaba hablarles, diciéndoles que no se preocuparan que se encontraba bien, que habían echado a los franceses y no habían podido entrar. Aunque esto solo duró unos segundos, en un momento Pilar se desvaneció en los brazos de su hermana mayor sin que esta pudiera hacer nada por ella, a pesar de todo lo que habían pasado y las prisas que habían tenido por encontrar y ayudar a Pilar no habían servido de nada para poder salvarla únicamente para poder abrazarla y despedirse de ella antes de morir. A pesar de los actos heroicos en las guerras es inevitable la muerte de mucha gente inocente y solo queda el consuelo de poder despedirnos de ellos y recordarlos con historias o grabados como este que recrean fragmentos de la guerra de la Independencia.

Carmen Herrero Fernández. 3º ESO D



UNA GRAN BAILARINA Un día a una joven que vivía con su familia que era muy pobre, le detectaron una enfermedad un poco extraña, creían que era algo parecida a la esquizofrenia, tenía muchas imaginaciones, se le pasaban cosas muy raras por la cabeza e incluso a veces se quedaba dormida de la nada. Por desgracia, la enfermedad no tenía cura. Un día decidió hacer algo productivo para no estar todo el día mal, aburrida y sola, ya que la enfermedad le impedía hacer las cosas normales que hacen las demás personas ; se pasaba todo el día sola. Así que decidió ponerse a bailar, la verdad es que no se le daba muy bien, pero ella siguió y siguió día tras día hasta que, según decía ella, se convirtiera en una profesional. Sus padres la veían bailar y le animaban a que siguiera haciéndolo ya que podía llegar muy lejos, pasaban los días y ella seguía entrando fuerte, pasó un año y sus padres recibieron una llamada de unos estadounidenses diciendo que la habían visto y que si quería ir a competir a su país, así que se propusieron llevarla a la competición para que los especialista en baile la evaluaran. La competición era en Estados Unidos y ella vivía en España, por ello tenía que coger un vuelo con su familia hasta allí. A la adolescente le hacía mucha ilusión ir allí a visitar ese país y a ganarse su puesto de baile pero tenían un bajo nivel económico y no podían permitirse ir. Faltaban cuatro meses para la competición, pasaron dos meses y la madre seguía sin trabajo, su padre trabajaba pero le bajaron el sueldo por la crisis y todo seguía igual de mal, la chica se desesperaba porque quería ir y tenía todas las esperanzas en ganar , sabía que al final iría porque alguien les ayudaría. Sin embargo, a sus padres se les acababan todas las esperanzas. Cuando ya quedaban pocos días, la madre recibe una llamada diciendo que si quería cubrir una baja en un bar de un mes y medio, evidentemente, la madre dijo que sí y empezó a trabajar esa misma tarde. En esos momentos se les subieron todas las expectativas ya que ganarían el dinero necesario para poder ir. La fecha de la competición se acercaba, y los padres habían ahorrado el dinero suficiente para el viaje, pero decidieron no llevarla ya que en ningún momento les ayudó a ganar dinero de ninguna forma, ella se centró sólo en sí misma y en el baile, eso a sus padres no les pareció bien. A la adolescente le sirvió para aprender que no hay que ser tan egoísta y pensar más en los demás y especialmente en sus padres. Nerea Izquierdo Soriano 3º D



LA HISTORIA SE REPITE Una vez había una dama que se iba a casar con un caballero, ella antes de conocerlo era pobre y vivía en las calles frías de un pueblo fantasma que estaba muy lejos de las grandes ciudades. Una noche cuando ella iba por las calles buscando un sitio un poco caliente para dormir, se tropezó con este caballero que llevaba armadura, le preguntó al caballero que qué hacía en ese pueblo ya que no pasaba nada nunca, él le dijo que estaba allí para descansar de todo y de todos, él le preguntó a la muchacha que por qué iba sola por las calles tan tarde, ella le contó que no tenía a donde ir; entonces él la invitó a cenar, ella aceptó y se fueron , estuvieron toda la noche hablando, después de esa noche él iba a visitarla a ese pueblo todas las semanas hasta que se hicieron novios y se fue a vivir con él a la gran ciudad, después de un tiempo le pidió que se casase con él y ella aceptó, pasaron meses preparando la boda para que todo fuera perfecto, pero en el último mes él siempre llegaba muy tarde a casa o a veces ni llegaba, ella no le dio importancia ya que él le decía que era por su trabajo, pasaron las semanas y quedaban días para la boda, ella estaba súper feliz y emocionada, pero una tarde todo eso cambió, esa tarde ella se fue a comprar y en el trayecto de vuelta le fue a dar una sorpresa a su novio al trabajo, cuando llegó le dijeron que se había ido ya hacía dos horas, ella se fue a casa, cuando llegó había una nota que decía que no podía casarse con ella, ya que se había enamorado de otra mujer, además le indicaba que se tendría que ir de la casa en una semana. Así que ella, llorando, empaquetó las pocas cosas que tenía y otra vez volvió al punto de inicio: sola y en la calle, pero en una ciudad desconocida. Después de dos años conoció a un chico y se enamoró, empezaron a ser novios; pero ella no se queria casar por lo que le pasó hacía unos años, al final encontró trabajo, empezó a conseguir dinero y, cuando logró el dinero suficiente se compró una casa, pasaron tres años y tuvieron un hijo, después de eso, ella decidió casarse, ya que sabía que no le iba a fallar..

Belén Olid Abril, 3D



LA DEFENSA DE LA CASA Hace muchos años, en la Guerra de la Independencia los franceses avanzaban por la península conquistando todo a su paso, cuando de pronto llegaron a una pequeña masada de campesinos, en la que había mucha gente, todos iban vestidos de blanco. Se prepararon para atacar ya que eran muchos, y después de estar completamente preparados para atacar uno de los campesinos avistó al batallón francés y dedujo sus intenciones. Los franceses fueron al ataque y los campesinos salieron en defensa de su casa y sus tierras con las pocas armas que tenían en ese momento, después de una ardua batalla con muchas bajas, los campesinos acabaron con más de la mitad de las tropas francesas pero la superioridad numérica de los franceses terminó con todos los hombres del lugar. Al ver esta escena, una de las mujeres salió de la casa y se puso en el lugar de los hombres recordó un viejo cañón que había guardado en el granero y fue rápidamente a por él, encontró el viejo y polvoriento cañón y munición, se posicionó en el lugar donde los hombres habían luchado, arrastró el pesado cañón con su respectiva munición, averiguó cómo se disparaba y comenzó a disparar. Numerosos proyectiles y granadas de mano cayeron muy próximos al lugar en el que ella se encontraba, incluso una bala disparada por un fusil francés le pasó muy cerca del brazo, aunque no le causó ningún daño, después de mucho esfuerzo y horas de lucha consiguió derrotar a todo el batallón francés. Samuel Pechuán Remón 3º D



A VECES UNA APUESTA SALE CARA Cuando la señorita Anabel, una muchacha alegre y sofisticada, la cual siempre anteponía las ideas de sus padres por delante de todo lo demás, incluso de sus propios pensamientos, salió por la puerta del gran comedor y dió un fuerte portazo que despertó a todos los miembros de la casa. Sus pares se apresuraron a su habitación, y al abrir la puerta se encontraron a su hija intentando contener las lágrimas, al ver esta situación los padres fríos como el hielo le preguntaron qué había pasado, esta con un nudo en la garganta se atrevió a contarles todo lo que sucedió nueve días atrás, más concretamente el 22 de marzo de 1793. Todo empezó una noche fría, contaba, hacía unos pocos días que había ido continuamente a una taberna a ganar el suficiente dinero que necesitamos para cubrir nuestra deuda, en este lugar me encontré con dos viejas mujeres que supongo, que por sus parecidos serían hermanas, ambas llevaban un gran pañuelo a la cabeza. Estas me parecieron agradables y en un par de días ya conocía su nombre, pues frecuentaban el lugar a menudo, mientras yo les servía un poco de vino en un vaso de barro una de ellas me preguntó que cómo me llama yo respondí a sus preguntas fríamente, pues en los tiempos que corren una no se puede fiar de nadie, hasta que al día siguiente nos pasamos todo el almuerzo hablando y contándonos todo sobre nuestras vidas, no se podía decir que eran mis amigas, pero sí una buena compañía.Yo les empecé a contar cómo pasamos de ser una familia honrada y con el suficiente dinero como para vivir dignamente a acabar comiendo medio pan todos los días tras la muerte de mi hermano, al acabar, ellas no se creyeron mi historia, me hicieron mil preguntas. No se creían como alguien podía ser tan cobarde como para arruinar a su familia apostando todos nuestros bienes y luego suicidarse para no afrontar lo sucedido. Al hablar un par de días más, ellas me compadecieron diciendo que ni él peor de los enemigos merecía esto,por lo que decidieron ayudarme, me iban a casar con un muy reconocido noble, a cambio, únicamente de la cosa más cara que tuviera en mi casa, y me pidieron por favor que no lo contara a nadie hasta que ya estuviéramos casados, yo lógicamente accedí, pues esta era mi oportunidad para sacar a mi familia de la pobreza y de la miseria. Cuando llegó el esperado día de conocer a mi pretendiente, me puse mi mejor vestido y decidí coger una peineta de plata que mi madre siempre había guardado con mucho aprecio. Las viejas me guiaron al pequeño campo donde mi pretendiente esperaba. Al ver el rostro de aquel hombre vestido de gala mis ojos no podían creerlo aquel hombre era el que me había acompañado toda mi infancia, mi querido hermano ahí presente, mientras yo llevaba más de un año pensando en su muerte. Los cuatro nos quedamos atónitos, las viejas tomaron asiento y mi hermano con lágrimas en los ojos me explicó lo sucedido, él debía mucho dinero a el dueño de una reconocida casa de apuestas, este le dio a mi hermano unas veinticuatro horas para pagar la deuda, y este al no tener ni una moneda en su bolsillo, se vio obligado a hacer pensar a todo el mundo que se había suicidado tirándose al río una noche de lluvia. Ahora se ganaba la vida con sus dos viejas cómplices, organizando matrimonios falsos para estafar a las familias, para saldar la deuda de la nuestra. Ante esta información solo pude pensar lo cobarde que era mi hermano, como nos pudo hacer creer eso a todo y sobre todo cómo podía ganarse la vida de esta forma, pero al fin y al cabo era mi hermano, había crecido entre sus risas y reproches, por lo que no me pude contener y me abalancé sobre él para darle un abrazo. Él sin pensarlo dos veces metió la mano en mi bolsillo y cogió la peineta de nuestra familia Yo incrédula comprendí que mi hermano nunca había intentado ayudarnos, que era un traidor y un miserable, que incluso había dejado tiradas a sus astutas cómplices. Un fuerte ruido la distrajo de sus pensamientos del relato, era el ruido de la puerta. La madre fue a abrir, cuando un hombre irrumpió en la casa rompiendo la puerta, era el señor de la casa de apuestas. Paula Pérez Gómez 3º D



ZAPATO LISO Cuando era pequeño siempre me dijeron que no valía para ser torero, que nunca podría jugar con los toros como hacían los grandes, pero eso nunca me paró, y decidí seguir mi sueño y gracias a todo mi esfuerzo un día tuve la oportunidad de demostrar lo que valía en un pequeño pueblo con una diminuta vaca. Fue un éxito total, toreé la vaca como si fuera un torero de élite, todas las personas que a lo largo de mi vida me dijeron que no podría torear ni con una mosca se quedaron boquiabiertos, sin poderse creer lo que veían. Así fueron pasando los años y cada vez mejoraba más mi habilidad, participaba en eventos más importantes y por mi forma de torear la gente me iba queriendo más, tanto que la fama se me subió a la cabeza y por creerme el mejor, me volví despistado mientras toreaba. Un día me ofrecieron torear al toro más bravo que se pudiera encontrar en este país, obviamente acepté ya que era mi mayor sueño desde que tenía consciencia. Llegó el día de por fin demostrar no solo al país, sino al mundo entero que estaba ahí, tenía pensado hacer el mayor espectáculo que alguien haya visto, iba a torear un rato hasta que la gente estuviese bien pendiente de mi y entonces me subiré a una mesa y entonces saltaré al toro dando una voltereta. Cuando empecé a torear todo iba a pedir de boca la gente estaba encantada conmigo y cuando observe que todo el mundo estaba atento encerraron al toro pusieron la mesa me subí y volvieron a liberarlo, el animal realizó la carga más rápida y tenebrosa que haya visto en mi vida, cuando estaba a la distancia perfecta salte, lo había planeado miles de veces, pero la arrogancia y el creerme superior me pasaron factura, antes de entrar a la plaza no me fijé si los instrumentos que usaría mientras fuese a torear estaban en perfecto estado y no me di cuenta de que mis zapatos de torear estaban desgastados y que sus lisas suelas no agarraban en el mantel de la mesa. Cuando realice el salto mi pie resbaló como si el mantel fuese un trozo de hielo y al intentar hacer la voltereta caí de espaldas en la cornamenta de toro, sentí un frío terrible y cuando vinieron los toreros de emergencia yo ya estaba tirado en el suelo a punto de la muerte, pasado un tiempo, pude abrir los ojos y solo veía lo que parecía ser personas borrosas intentando levantarme, mientras otras intentaban distraer al toro para darle tiempo a los médicos. Todo fue en vano, fallecí en el punto más alto de mi carrera como torero y todo por un zapato viejo y por no ser lo suficientemente precavido, por el ego de ser el mejor. Cristian Pérez Peña 3º D



LA TARDE DEL DOMINGO El domingo, después de la comida en la plaza del pueblo, todos estaban ahí, bailando y cantando, cuando de repente, avisaron de la llegada del toro. Todos fueron corriendo a las gradas de la plaza de toros para coger el mejor sitio. Se abrieron las puertas, todos expectantes para ver cómo era el toro, el silencio reino en la plaza, los toreros nerviosos detrás de los burladeros. De repente, se escuchó un golpe muy fuerte, todos saltaron del susto y el animal salió. Fue el toro más grande nunca visto, su cornamenta era larguísima y puntiaguda, su cuerpo parecía más duro que una pared de hormigón y sus pezuñas tan grandes como la cabeza de alguien. Todo el mundo se asustó al ver semejante animal, pero aun así los toreros valientes y sin mostrar temor salieron a torear al animal. Después de unos minutos ahí estaba yo, encima de esa mesa, con los tobillos amarrados sin poder moverme mucho, levanté la mirada y tenía al toro delante, mirándome fijamente. El mantel de la mesa era un rojo brillante, eso hacía que el toro solo se fijara en mí, ahí fue cuando empecé a tener miedo, mis piernas y manos temblaban, las gotas de sudor caían de mi frente, mi respiración acelerada era lo único que podía escuchar en toda la plaza, empecé a pensar en muchas cosas a la vez, para ver cómo podía salir de ese infierno, mi cabeza estaba a punto de explotar, cuando de repente, gracias a dios, me acorde. Entonces me tranquilicé, mi respiración se calmó, mis piernas y manos dejaron de temblar, dejé de sudar y ya no tenía miedo. Solo mire al animal a los ojos, entonces me desate los tobillos baje de la mesa y me dirigí hacia el toro, que poco a poco se me hacía más pequeño, entonces ya no se veía como un toro, solo un cachorrito negro con unas orejas muy puntiagudas, lo cogí y todo el mundo se fue a la plaza del pueblo para cenar. Nadie se sorprendió, pero eso no fue lo extraño, lo más extraño fue que en mi pueblo nunca ha existido una plaza de toros y hace muchos años que no hay habitantes, pero bueno, volví a mi tumba como siempre y me fui a dormir con mi nuevo compañero. Nerea Pérez Salas. 3ºD



Guerra fría Esta es una historia sobre la guerra, la cual la cuenta un joven que tuvo que ver a su hermano ser fusilado. No podía sacarse de la cabeza esa imagen decía, era un día muy frío de invierno y su hermano estaba en el bando contrario y aun que hicieron lo que pudieron para que no lo encontraran y lo matasen, ese día le encontraron con alguien más, lejos en unas montañas. Cuando me enteré fui para ver si de verdad era mi hermano, y así era. Tenían a todos atados a unas estacas, con ropas blancas y los ojos tapados. Había gente ya fusilada en el suelo y cada uno de los que estaban atados tenían tres hombres apuntándoles, todos tapados y vestidos de blanco. Al día siguiente volví para ver si encontraba el cuerpo de mi hermano, pero ya no estaba allí, así que estuve preguntando por él, porque se merecía un entierro digno y aún que fuese muy duro para mí verle así, debía hacerlo. Después de unos días y hablar con la gente que había estado allí, conseguí que le hicieran un buen entierro y no le tirasen a los fosos que hacían porque la cantidad de gente que fusilaban era demasiado grande para poder enterrarlos. La semana siguiente, dolido, volví a aquellas montañas donde encontré un viejo amigo quien quería llevarme a un pequeño pajar, al final accedí, pero yo no entendía porque quería ir a ese sitio. Después de una hora de camino llegamos, se escuchaban voces pero seguía sin entender por qué me llevaba, cuando entramos allí vi a mi hermano, vivo, aunque yo pensaba haberlo visto muerto. Estrella Peribáñez Fabre 3ºD



ARDE LA SILLA No sé qué está pasando. Es de noche, hace mucho rato que cené.. No sé por qué me he despertado, algo pasa es un ruido o es el aire. Hace calor y no sé por qué tanto calor. Cerraré los ojos y dormiré. Pero no puedo, hay mucha luz, saldré a la calle. Bajaré las escaleras y miraré el comedor. ¿Qué es eso? ¡fuego! Necesito ayuda lo apagaré, he dejado la silla cerca del fuego, no me acuerdo… No me puedo vestir, estoy nervioso ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Se quema!, ¡Se quema! Con la chaqueta lo apagaré, ya no quiero vestirme, la chaqueta lo apagará. Huele a quemado, mi silla quemada, no puedo pensar. Cuando me quite la chaqueta se habrá quemado. ¡ Mi silla! me la regaló mi padre, que haré sin ella. Ya no me sentaré en ella, ya no la sacaré a la puerta….¿Qué hago? Sigo con la chaqueta colgando pero con las botas puestas , saldré a buscar ayuda, nadie viene , no me oyen. Total se ha quemado, ya está, ya no está. Nuria Romero Garrote 3º D



LA CATÁSTROFE Era un día normal y corriente cuando estaba merendando con mi marido y mis hijas en el prado. Cuando de repente un soldado del bando enemigo se quiso llevar a mis hijas y mi marido lo impidió. Se llevaron a mi marido a la fuerza delante de mis ojos. Tras mi marido estaban los ciudadanos intentando escapar de los golpes de los soldados. Yo sentía mucho miedo por no poder volver a ver a mi marido. Mi hija mayor estaba llorando aterrorizada, yo intentaba calmarla, pero no había manera de calmarla con los gritos y llantos de otras personas. Mientras tanto veía subir tranquilamente al rey mientras muchos soldados y ciudadanos morían a su paso. Yo estaba aterrorizada, ya no podía más, otras personas cogieron sus cosas e intentaron marcharse de la ciudad. Poco más tarde, cogí a mis hijas y me fui a casa llorando, Cuando llegué acosté a mis hijas y me quedé esperando en la puerta a ver si había noticias de mi marido, me había dormido sin enterarme cuando sonó la puerta era mi familia que vivían en la misma ciudad, mis padres, mis hermanos, mis primos, mis tíos, …. Al parecer escucharon de los vecinos que se habían llevado l a mi marido y vinieron a ver cómo estaba. Cuando estábamos todos sentados tomando un café tocaron otra vez a la puerta, era un soldado que traía noticias, le dije que qué le había pasado a mi marido y que si estaba bien, él me dijo que estaba encerrado en el calabozo y que pasaría la noche allí. Al día siguiente fui a hablar con el soldado y me dijo que mi marido no podía salir porque lo iban a ejecutar por detener a un soldado. Yo estaba llorando, me echaron de ahí y no me dejaron verlo. Al pasar varios días tocaron la puerta al medio día y me dijeron que finalmente mi marido no iba a ser ejecutado porque así lo decidió el rey . Mi marido llegó esa misma tarde. Yo me alegré mucho preparé comida y avisé a mi familia y a la suya. Y pasamos una tarde muy bonita. Nouhaila Toufik 3ºD



¡QUE VIENE EL COCO!

— Bueno chico cuéntame lo que te pasó — Vale doctor, ayer por la noche parecía un día normal, una noche cualquiera, me fui a mi cama y me tumbé preparado para que mi mis padres vinieran a darme la buenas noches, pero me di cuenta de que no venían, así que decidí ir a ver qué pasaba, cuando abrí la puerta vi una silueta pasar, era negra parecía una monja pero pensé que era mi madre con la bata de ir por casa. La seguí y vi a mi padre tirado en el suelo y a mi madre con mis hermanos, escondidos, aterrados, y mi madre dijo “Q Q Que viene el coco”. Inmediatamente escuché una voz que decía ” ¿Quién me llama ?” y en ese momento me desperté. Doctor, es la decimosexta pesadilla de este mes ¿qué me pasa? en ese momento el psicólogo se quita la mascarilla y las gafas de sol y veo su rostro, es el hombre de las pesadillas, — Chico, seguro que eran pesadillas. Aymar Castelló 3º C



A LA CAZA DEL TORO Todo comenzó una noche de verano cuando en Villapalacios,un pueblo de Madrid , lugar amante de los festejos taurinos por excelencia , se celebraba un concurso de ganaderías . Esa noche las mejores ganaderías de España llevaban a sus mejores toros para poder ganar el premio a la mejor ganadería 2021 .Cuando apenas habían salido dos toros a la plaza un toro color negro de la ganadería La Paloma se escapo por una de las puertas que se habían dejado abierta los de la enfermería . El toro salió corriendo hacia el campo más cercano en busca de libertad , enseguida las autoridades comenzaron en búsqueda con ayuda de perros cazadores de jabalíes . En menos de una hora encontraron al toro en un campo . los perros intentaban agarrarle y morderle para atraparlo , pero la fuerza del toro bravo era insuperable . la escena era desagradable , los perros volaban de los cabezazos del toro hacia ellos . Aun así los perros lograron mantener quieto al toro hasta que llegaron los policías para capturarlo . Hugo Hinojosa 3º ESO C



NADIE SE CONOCE Llevaba 20 minutos hablando con él parecía majo, pero cuando esa señora se acercó y le susurro ¨fue tu culpa¨ se empezó a comportar un poco raro, pero la gota que colmó el vaso fue cuando la señora se volvió a acercar y le dijo en voz alta ¨la pudiste haber salvado¨ ahí ya se volvió loco me golpeó en la cabeza y se fue corriendo, yo lo perseguí pero mientras salía de la fiesta me empezé a marear, menos mal que esa mujer me ayudó. Cuando me desperté no tenía nada estaba tirada a la salida de la fiesta y al parecer alguien me había robado todo.

Alberto Mor 3º C



BELLOS CONSEJOS Hoy es el día de mi boda y no quiero quedar en ridículo delante de todo el mundo, no sabría qué hacer si hago algo vergonzoso: quedaría en ridículo delante de todo el mundo, mi futuro esposo no querría casarse, mis padres sentirían vergüenza y seria el hazmerreír por el resto de mi vida. He pensado que la persona que mejor me puede ayudar es mi madre, así que me he sentado a su lado y le he pedido que me cuente cómo fue su boda. Sus ojos se han iluminado al recordar aquellos momentos aunque creo que en el fondo lo que le ha emocionado ha sido que yo le preguntase. Me ha contado que ella estuvo tranquila, segura de que lo que estaba haciendo era lo que quería y además, mi padre, el día de antes le dijo: todo el mundo que nos acompañe mañana nos quiere, así que si algo sale mal, lo entenderán y no nos criticarán. Si alguien nos critica, significa que no nos quiere, por lo que su opinión no nos tiene que importar.

Ignacio Canalejo 3º C



DISPARATE DE MIEDO Cómo podré huir de aquí si la bestia siempre nos persigue. Podemos luchar contra ella cada día creyendo que se aleja de nosotros, pero siempre es cercana a mí, acercándose invencible. Estamos cerca de sentir su aliento en nuestra nuca. Vinimos a España a conseguir riquezas para nosotros y territorio para Francia, y acabaremos volviendo a nuestro país en un ataúd. ¡Abandonemos esta guerra y dejemos este país! Sara Sancho 3º C



EL COLOSO El gigante, un hombre desnudo y que con todo arrasaba a su paso, atemorizaba a toda la gente y el ganado en la villa, solo traía caos. Siempre se le veía con los puños en alto tras unos montes que ocultaban sus pies y piernas hasta los muslos y tan colosal que era que las nubes solamente le llegaban poco más arriba de la cintura. Cualquiera que le viese diría que es un tipo duro, pero la realidad es que por las noches se le veía sentado con una cara de angustia, una expresión melancólica y con la intensidad en la mirada esperando a otro nuevo día. Héctor Criado 3º ESO C


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Duelo Iba en un carro de estilo romano con las cortinas corridas mientras oía un fuerte griterío en el exterior, aunque no le estaba prestando demasiada atención ya que lo único que pasaba por mi cabeza era que tendría que batirme en un duelo a muerte contra mi mejor amigo. Desde el preciso instante en el que me lo dijeron, las palabras seguían resonando en mi cabeza. -No puedo hacerlo- me seguía repitiendo a mí mismo, aunque rendirse tampoco era una opción, ya que me arriesgaba a que mataran a toda mi familia. En ese momento el carruaje se detuvo y me sacaron a la fuerza, poniéndome un casco y entregándome mi escudo y espada. Me llevaron a un pequeño cuarto oscuro con un banco, me senté sobre su áspera madera mientras una lágrima me recorría la mejilla, a los pocos minutos un hombre bajito entró para llamarme y con ayuda de mi espada me incorporé yendo lentamente por un pasillo oscuro, al final de este había mucha luz y ruido de gente gritando, al salir vi la inconfundible figura de……. que estaba pidiéndole ánimo al público, cuando se dio la vuelta su rostro cambió completamente, me vio y se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder, la campana sonó e intentamos luchar desde la distancia pero no pasó mucho tiempo hasta que la adrenalina se apoderó del momento y nos enfrenamos cuerpo a cuerpo cuando en un momento mi espada atravesó su pecho y la sangre se deslizó lentamente por el filo plateado de esta manchando mis manos, él con lágrimas en los ojos y en su último aliento dijo- tranquilo- en ese instante se desplomó, dejándome sujetando una espada manchada con su sangre, me caí de rodillas mientras el público gritaba mi nombre y dos hombres me arrastraban de los brazos. Ese día entendí qué era morir realmente.

EMMA CONSOLI GONZÁLEZ DE LA ALEJA 3º C



LA PRISIONERA Otra noche sin dormir. La noche en prisión me atormenta, y todo por un castigo injusto. Ya son tres noches desde que mi hijo cometió ese acto imperdonable, pero sigo sufriendo por él. Siempre pensé que lo había criado para hombre de provecho, pero resulta que es un ladrón deshonroso. Supongo que desde el día en que su primo le enseñó los bajos fondos, mi Carlos ha perdido el interés por ser un hombre de bien, y todo eso unido a la “sospechosa muerte de su padre”, de la que aún sigue culpándome. Creo que todo esto son acontecimientos de los que a uno le puede arruinar toda la vida, pero yo ya estoy mayor para tanta culpabilidad y desdicha. Quiero seguir luchando, pero no puedo, he aguantado demasiado tiempo a un vástago y un marido que me han arruinado la vida y he llegado al límite. Ya se escuchan los guardias al fondo del salón para el cambio de turno, por lo que es mi momento. Lo siento por toda la gente que he defraudado, pero esto no es un adiós sino un hasta luego, siempre os llevaré en mi corazón y velaré por vosotros desde mi nueva vida. Jorge Pascual 3º C ESO



LIGEREZA Y ATREVIMIENTO Otra vez. Otra vez esta figura que se mueve a mi alrededor, que me hace correr en círculos malditos y me llena las sienes de sudor y de polvo. Una vez más, esquivaré sus acometidas, trataré de elevarme por encima del peligro y de los gritos que me ahogan, como si fueran los rayos más agudos del sol que cae a plomo en la plaza. Un sol que proyecta nuestras sombras, la de él y la mía, en el suelo borroso de la plaza, un suelo blando de arena que me impide apoyarme con firmeza. Pero no desespero, soy ligero, pese a mi corpulencia. Soy capaz de saltar obstáculos, y me atrevo a enfrentar el peligro venciendo el miedo. Otra vez, una vez más, el mequetrefe saltará por encima de mí, quiere burlarse de mi fuerza, de mi nobleza y de mi dignidad. La gente ríe, aplaude sus cabriolas, pero a mí, a mí no me vencerá nunca. Aunque tropiece y mi frente toque el polvo, aunque me hieran con hierros y astillas, siempre me levanto. Me sobra ligereza y atrevimiento. Teresa Asensio



POBRECITAS Me desperté desubicada sin ningún tipo de certeza de donde estaba, a mi alrededor pude observar a dos mujeres jóvenes abrazándose entre llantos, no entendía el motivo de los causantes de esto, era un sitio lúgubre y sombrío, no me salían las palabras, estaba en un estado de shock mientras continuaba contemplando la escena. Unos minutos después sentí a alguien a mi lado, era una mujer mayor que recordaba haber visto en algún lugar, enseguida la acosé a preguntas como, ¿quién eres?, ¿dónde estoy?,¿por qué estoy aquí?… De todas formas no importaba la pregunta que le hiciera ya que no recibí respuesta ninguna, de hecho parecía que me ignoraba. Ni siquiera me miraba cuando me dirigía a ella, tenía un semblante frío y serio. Probé a gritar empleando toda la fuerza que me permitieron mis pulmones pero obtuve el mismo resultado, es decir nada. Me acerque a las dos muchachas que seguían llorando desconsoladas y dejando a un lado mis inútiles intentos de comunicarme me uní a ellas en su tristeza. No fue mucho rato el que me encontré así ya que enseguida empezaron a llegar más personas, todas entristecidas, con caras serias. Muchas de ellas me sonaban pero no podía terminar de reconocer sus rostros al completo, se abrazaban entre ellas y lloraban juntas, nadie se acercó a mí ni me dirigió la palabra. Enseguida la mujer mayor anunció que era la hora de marchar, no entendía nada¿marchar?, ¿a dónde? No comprendía por qué nadie me explicaba qué estaba sucediendo, de todas formas la idea de quedarme ahí sola no me parecía muy atractiva así que las seguí, rápidamente reconocí las calles por las que andábamos. Era mi pueblo pero ese camino solo llevaba a un lugar, al cementerio, entonces lo comprendí, alguien había muerto por eso estaban tan tristes e iban vestidas de negro, pobrecitas, pensé y entendí que no me dirigieran la palabra pues siempre me han dicho que cuando una es pequeña no puede acudir a los entierros, una vez comprendí mi error decidí quedarme al margen aunque me quedé a presenciar el funeral. Comenzó a llover y me reprendí a mí misma por no llevar paraguas y aunque barajé la opción de irme a casa, la ceremonia también había comenzado y la curiosidad me pudo, quitaron la lona que cubría la tumba y me quedé helada, no por la lluvia, no por el frío sino por quien vi en la foto que la adornaba, enseguida corrí hasta donde se celebraba el entierro para corroborar que mis ojos no fallaban y entonces me di cuenta que no era un entierro cualquiera, aquel era mi entierro,la foto que adornaba la tumba era la mía, mi rostro estaba grabado en aquella tumba, me giré para ver a toda la gente que lloraba y se lamentaba desconsoladamente, en ese momento reconocí las caras de cada una de las personas que allí estaban, entonces reconocí a la mujer mayor esa era mi madre, la abracé y le dije que no me había ido que estaba allí,obviamente no obtuve respuesta, solo podía oír los lloros de la gente y como se compadecían de mí, perdí la cuenta de cuantas veces escuché pobrecita y de lo joven que era para haber abandonado este mundo. Terminó la ceremonia y comprendí que yo ya no era bien recibida en ese mundo, ahora pertenecía a este lugar y que aunque no sería fácil hacerme a la idea lo mejor sería asumirlo y dejar marchar mi alma que pobrecita, ella necesitaba un lugar donde por fin descansar.

LUCÍA MARCO 3º ESO C



DISPARATE DE BESTIA (Cuento) Érase una vez, ya hace bastante tiempo, en la localidad de Teruel vivía un joven llamado Alberto, un chico de 14 años que le encantaba la naturaleza, pasar tiempo con sus amigos y los animales, especialmente le encantaba los animales extraños, aquellos que nadie tenía ya que le gustaba mucho fardar de sus bienes. Un viernes por la tarde, se fue con sus amigos al lago a bañarse, se lo pasaron genial, jugaron, comieron, nadaron…hasta que Alberto se percató en que detrás de unos arbustos había algo escondido, asustados fueron a ver lo que era y al mirarlo se llevaron una gran sorpresa ¡Era un elefante pequeño! Estuvieron un buen rato pensando qué hacer con él y finalmente Alberto se lo llevó a casa para tenerlo como mascota, al principio a sus padres no les hizo mucha gracia pero a los dos días estaban encantados con él. Pero pronto llegaron los problemas, el elefante había crecido demasiado y estaba destrozando toda la casa, los puestos del mercado de la calle y la gente se estaba enfadando con él diciéndole que un elefante no era una mascota, que lo devolviera… pero como Alberto estaba tan contento y orgulloso con su elefante no les hacía caso. El pueblo desesperado hizo una reunión para hablar de la situación y finalmente llegaron a un acuerdo el cual decía que darían una recompensa por la muerte del elefante, un amigo de Alberto se enteró de lo que habían planeado y fue corriendo a avisarlo ya que le había cogido cariño al elefante y no quería que lo mataran, Alberto se entristeció al escuchar el mensaje y él y tres amigos más fueron al lago para devolver al elefante a su lugar de origen para que viviera en libertad y fuera de peligro. Al llegar al lago vieron una manada de elefantes y entre lágrimas se despidieron del elefante pero a la vez estaban felices porque sabían que ahora no estaría solo ya que habían encontrado a su familia, cuando se iban alejando, vieron un papel en el suelo que decía`` GRACIAS POR CUIDARME´´ Marcos Ortiz 3º C ESO



Modo de volar El humilde hombre, llamado Nicolás, habitante de un pueblo cercano al llamado el Reino Oscuro, era un ingeniero el cual tenía mucha honra en aquel pequeño reino. Pensó en construir un artilugio para poder volar y así poder conocer los alrededores del reino. Empezó a diseñar su idea y después de tiempo de mucho trabajo, tuvo la idea de hacer unas alas con forma de murciélago, ya que así sería más seguro volar si se le cruzaba alguna otra ave. Esta fue la idea de sus alas mecánicas, que consistían en lo siguiente: Una cuerda que llegaba hasta los pies y dando impulsos con las piernas, al contrario de la cuerda, el artilugio iba elevándose y así fue como Nicolás consiguió poder conocer los alrededores de aquel pequeño y bonito reino. Marina Monleón 3º C



LAS COSAS BUENAS QUE DESTRUYE LA GUERRA Una triste y oscura mañana del año 1805, en la que acababa de terminar un bombardeo en la ciudad de Zaragoza, una mujer llamada Juana una de las pocas supervivientes estaba buscando a su marido Pepe que durante el bombardeo se había quedado en su casa. Juana estaba muy angustiada porque no era consciente de si su marido había sobrevivido e iba corriendo hacia su casa desesperada ya que no sabría que hacer sin su amado. Poco después pasó al lado de la casa derruida de su amiga Pepa que lloraba desconsoladamente viendo que su marido había muerto durante el bombardeo, Juana se compadeció de ella pero inmediatamente siguió corriendo hacia su casa, aunque de poco le iba servir ya que a Juana le ocurrirá lo mismo que a su amiga. Después de estar un buen rato corriendo llega a su casa donde se puso a gritar y a llorar sin parar al ver que su casa había sido derrumbada por una bomba con su marido dentro de ella. Al instante Juana vio a su marido muerto y tirado en el suelo de la casa y se abalanzó sobre él a toda prisa poniéndose a llorar mientras lo abrazaba con todas sus fuerzas. Luego lo levantó cuidadosamente y le dijo: “Por qué no viniste conmigo a la iglesia donde nunca caen bombas gracias al señor. Ahora estas muerto y yo ya no puedo hacer nada para remediarlo”. Después de decir esto Juana se fue rápidamente de allí hasta llegar al puente por donde pasa el rio Ebro. Lo miró fijamente y dijo: “Qué injusta es la guerra y cuantas cosas buenas se lleva por delante”. Después de decir esto Juana se tiró por el puente y cayó muerta al río. Diego García Górriz 3º ESO C Basado en el grabado “El amor y la muerte”



NO TE ESCAPARÁS El gran y rojo telón se iba elevando lentamente frente a mí, mantuve mi posición, puse recta la espalda y saqué pecho. Oí como el ruido del bullicio causado por el público se iba apagando, todo estaba en silencio. La fuerte luz de los focos brillaba sobre mi piel, como los penetrantes rayos de sol aquellas tardes veraniegas, pero mi piel, estaba fría. Una suave melodía invadió la sala por completo, un delicado violín hipnotizó mi cuerpo, causando que este cobrara vida, yo no seguía la música, la música me seguía a mí. Aun teniendo los ojos cerrados, podía notar las miradas, los susurros y cuchicheos, los tan horribles y molestos silbidos y piropos de aquellos hombres decrépitos, esos horribles seres los cuales revoloteaban y estorbaban mi mente, seres de los cuales una joven como yo no lograba deshacerse, por mucho que intentara. Débiles gotas color zafiro se deslizaban por mis mejillas, barriendo los polvos rosas que había en estas, mi corazón se rompía al entender que ninguna bella melodía podría espantar a tales seres. LucÍa Martínez 3º ESO C



UNA TARDE CON MI ABUELA Una tarde fría y lluviosa mi hermano y yo nos acercamos a ver a mi abuela. Estaba cosiendo en su silla mecedora justo cuando llegamos, ella nos preparó la merienda. Al poco de terminar de merendar se oyó un fuerte trueno y al momento se fue la luz, nos dijo que no nos moviésemos que enseguida venía, oímos cómo se alejaba de la habitación, y al poco vimos acercarse una luz por el pasillo. Era mi abuela, pero no solo traía la vela, en la otra mano llevaba un libro. Se sentó otra vez en la mecedora y nos dijo que nos pusiéramos a su lado, entonces abrió el libro y se puso a leer. Era un libro de cuentos cortos los cuales los enlazaba uno detrás de otro, mi hermano y yo la mirábamos atentamente, pero además con la luz de la vela aún lo hacía más interesante. De repente vino la luz y cuando la abuela iba a apagar la vela le dijimos que apagase la bombilla de la habitación y nos siguiese leyendo cuentos a la luz de la vela. Héctor Rozalén Maicas 3º ESO C




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