Una historia de esperanza, una historia que vale más que el oro

Una historia de esperanza,

una historia que vale más que el oro

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El futuro es de todos

Gobierno de Colombia

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Me llamo Eladis y aquí estoy para contarles un historia de esperanza.

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Esto era un paraíso natural.

Arreglao` el almuerzo

¡Otro sábalo!

Sacábamos el oro en con bateas y la ayuda del agua y algunas plantas para separarlo de las arenas sin valor.

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Balso de lana, hacé tu tarea, ayúdame a separar el oro…

También pescábamos, sembrábamos el plátano, la yuca y la papa china, criábamos puercos y gallinas.

Teníamos una comunidad del río, había armonía.

Cloc

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Clocl

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Ahora que lo pienso, teníamos casi todo, pero sentíamos la necesidad de dinero para conseguir otras cosas. Empezó a hacer carrera eso de que “si hay plata, se compra”, la idea de que la plata compra todo.

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Entonces cedimos ante el mercurio. Era como “mágico”. Echarlo, hacer la amalgama y listo, el oro quedaba atrapado. Lo que no sabíamos es que mientras sonreíamos y respirábamos, nos estaba entrando al cuerpo y empezaba a hacer estragos. No lo veíamos, pero ahí estaba.

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Y en las arenas y el agua que tirábamos al río después de sacar la amalgama, el mercurio también estaba. Tampoco sabíamos que se acumulaba en plantas y peces. Después comíamos pescado y el mercurio se acumulaba en nosotros, en grandes y también en los niños y niñas, incluso en quienes aún estaban por nacer.

Ayayay, qué desgano...

No puedo con el cuerpo… Y la boca me sabe mal, a cada rato vomito y los brazos y las piernas me hormiguean tanto que no me aguanto… Esto va a ser lo que me dijo el médico cuando al fin fui: el mercurio que usamos para sacar el oro nos está matando.

La gente se empezó a sentir mal, como mi compadre Jacinto que nada que se puede levantar…

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¡Ahora sí se supo todo!

Mi niño está pagando lo que hemos hecho. Al principio no sabíamos, luego supimos y no pusimos atención.

La gota que rebosó la copa fue cuando empezaron a nacer niñas y niños con problemas, como el de la comadre Tomasa y el compadre Audón. Teníamos que actuar.

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La minería ha sido parte de nuestra economía desde hace varias generaciones, pero nos había llegado la hora de buscar una manera de hacerla bien. Teníamos que liberarnos del mercurio.

¡Esto tiene que cambiar!

Iniciamos entonces el camino de la formalización y la organización.

Empezamos por sacar el RUT, el Registro Único Tributario, que dice que nuestra actividad económica es la explotación de minerales. Algunas nunca habíamos usado un computador, pero nos dimos la maña.

Le he ido perdiendo el miedo a ese aparato. Ahí metido está el mundo enterito.

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Luego llevamos todos nuestros documentos a la Alcaldía para solicitar la registro en la plataforma GÉNESIS. Fue una alegría cuando, después de revisar que cumplíamos con la normatividad, nos aprobaron y quedamos inscritas.

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¡Ahora sí somos mineras haciendo la tarea con todas las de la ley!

Entonces aprendimos el uso de tecnologías limpias y acogimos buenas prácticas para el beneficio del oro con la ayuda del gobierno local, el SENA y proyectos de cooperación.

Con este equipo evitamos contaminar el ambiente y se puede recuperar hasta el 90% del oro…

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Como estábamos en el camino de la formalización, tuvimos la oportunidad de bancarizarnos. También tramitamos un crédito para trabajar con tecnologías limpias. Ahora nos va mejor porque el oro limpio y libre de mercurio se paga bien, con precio justo como debe ser.

Dizque yo, Fidelina, con cuenta en el banco, ¡no me las creo!

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Las mujeres mineras nos organizamos y asociamos. Ayudamos al desarrollo de nuestra comunidad y promovemos acciones para cuidar nuestra salud y los ecosistemas. Ahora queremos que con nuestro ejemplo, otras mineras y mineros puedan unirse a nosotras para lograr una Colombia libre de mercurio. ¿Te unes?

Ahora que hacemos actividades en comunidad, como estas jornadas de limpieza de río, estamos más unidos.

No será fácil recuperar el río y lo perdido, pero ya logramos recuperar la esperanza y eso vale más que el oro.

Nota: Si bien historias como la de Eladis y su comunidad hacen parte del acontecer de muchas regiones mineras en el país, esta es una historia creada para generar conciencia y decir que, con tu ayuda y compromiso, podemos lograr una Colombia libre de mercurio.

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El proyecto planetGOLD Colombia es una iniciativa financiada por el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés), implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en ejecución con el Ministerio de Minas y Energía, y con la participación del Ministerio de Salud y Protección Social, y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

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Su objetivo principal es evitar 20 toneladas de mercurio del ambiente a través del trabajo integral y participativo de 2 mil mineros y mineras. La estrategia brinda asistencia técnica, transferencia de tecnología y apoyo para la formalización, acceso a la bancarización, inclusión financiera, implementación de estrategias de sensibilización sobre los peligros del mercurio y el empoderamiento de mujeres mineras en los territorios. Estas acciones buscan, desde un enfoque de desarrollo sostenible, lograr una Colombia libre de mercurio.

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Una historia de esperanza,

una historia que vale más que el oro Este es un producto realizado y diseñado por Taller Creativo de Aleida Sánchez B. SAS para el proyecto planetGOLD Colombia/PNUD Coordinación editorial: Juan Manuel Chavarría Quintero Ilustraciones: Lucho Durán Acompañamiento y supervisión técnica: Ronnal Bello - Ministerio de Minas y Energía Con el aporte de las mujeres mineras quienes subsisten de la minería de oro tradicional. ©planetGOLD Colombia / PNUD 2021

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