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Desde las emociones

este tipo de actividades seamos personas que en algún momento más lejano o más cercano nos hayamos planteado nuestro desarrollo interior. O podría ser que en algún caso algún suceso cercano doloroso te haya llevado a este tipo de actividad.

En este último retiro las actividades eran muy simples, charlas de media hora junto a meditación también de 30 minutos. En las 40 horas de retiro, siete horas de meditación y unas cinco de charlas. Todo en absoluto SILENCIO. Y os aseguro que se respetó con absoluta responsabilidad. Treinta asistentes y cuatro organizadores. Sorprende mucho inicialmente este estado de serenidad y a lo largo de las sesiones el bienestar y equilibrio que te embarga, en mayor o menor medida supongo que en cada uno, se presentará de forma distinta la gestión adecuada de los pensamientos y, anexos a ellos, las emociones que nos puedan abordar. Y en ese estado es fácil que te salten los versos y que las musas te visiten, aquellos que las tenemos: “Silencio que busco/para calmar mi sed/sed de beso y pasión/entre caras desconocidas/donde el habla no interrumpe/los pensamientos que saltan,/solos y desbocados como siempre./ No necesito ruido/ni palabras ni verbos/para que ellos campen/sin medios para acallarlos./Como antídoto el silencio./Como arma mi voluntad./Como objetivo mi serenidad.

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Nos presentamos en una primera sesión grupal, a partir de ahí SILENCIO. Hasta el almuerzo, fin del retiro, donde ya se podía hablar. Yo, que tuve que abandonar el retiro antes de comenzar el almuerzo, me quedó la sensación rara de haber compartido un fin de semana con 29 personas sin conocerlas ni antes, ni durante, ni después. Una experiencia muy enriquecedora, aconsejable para todas las edades, condiciones y estados.

José Luis Mellado Vergel

Director del Dpto. de la Felicidad

Mayeútica Consultores S.L.

(antes León y Vergel S.L.)

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