Thermodynamics an engineering approach 10th edition ebook pdf

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Thermodynamics: An Engineering Approach, 10th Edition - eBook PDF

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de uer con el dolor qu'estás quexandote?

Yo dexo mi ganado alli, atendiendome, que en quanto el claro sol no ua encubriendose bien puedo estar contigo entreteniendome.

Tu mal me di[1224] pastor, que el mal diziendose se passa a menos costa, que callandolo, y la tristeza en fin va despidiendose.

Mi mal contaria yo, pero contandolo, se me acrecienta, y más en acordarseme de quan en vano, ay triste, estoy llorandolo.

La vida a mi pesar veo alargarseme, mi triste coraçon no ay consolarmele, y vn desusado mal veo acercarseme.

De quien medio esperé, vino a quitarmele, mas nunca le esperé, porque esperandole, pudiera con razon dexar de darmele.

Andaua mi passion sollicitandole, con medios no importunos, sino licitos, y andaua el crudo amor ella

estoruandole, Mis tristes pensamientos muy solicitos de vna á otra parte reboluiendose, huyendo en toda cosa el ser illicitos, pedian a Diana, que pudiendose dar medio en tanto mal, y sin causartele se diesse: y fuesse vn triste entreteniendose.

Pues qué hizieras, di, si en vez de dartele te le quitare? ay triste, que pensandolo, callar querria mi mal, y no contartele.

Pero despues (Sireno) ymaginandolo

vna pastora inuoco hermosissima, y ansi va a costa mia en fin passandolo. SIRENO

Syluano mio, vna afeccion rarissima, vna verdad que ciega luego en viendola, vn seso, y discrecion excelentissima: con una dulce habla, que en oyendola,

las duras peñas mueue enterneciendolas, qué sentiria un amador perdiendola?

Mis ouejuelas miro, y pienso en viendolas quantas uezes la uía repastandolas y con las suias propias recogiendolas.

Y quantas uezes la topé lleuandolas, al rio por la siesta, a do sentandose, con gran cuidado estaua alli contandolas?

Despues si estaua sola, destocandose, vieras el claro sol embidiosissimo de sus cabellos, y ella alli peinandose,

Pues (o Syluano amigo mio carissimo) quantas uezes de subito encontrandome se le encendia aquel rostro hermosissimo.

Y con qué gracia estaua preguntandome que como auia tardado, y aun riñiendome y si esso m'enfadaua halagandome.

Pues quantos dias la hallé atendiendome en esta clara fuente, y yo

buscandola por aquel soto espesso, y deshaziendome, Cómo qualquier trabajo en encontrandola de ouejas y corderos, lo oluidauamos hablando ella comigo, y yo mirandola.

Otras uezes (Syluano) concertauamos la çampoña y rabel con que tañiamos, y mis uersos entonce alli cantauamos.

Despues la flecha y arco apercebiamos y otras uezes la red, y ella siguiendome jamas sin caça a nuestra aldea boluiamos.

Assi fortuna anduuo entreteniendome que para mayor mal yua guardandome, el qual no terná fin, sino muriendome.

SYLUANO

Sireno, el crudo amor que lastimandome jamas cansó, no impide el acordarseme de tanto mal, y muero en acordandome.

Miré a Diana, y ui luego abreuiarseme el plazer y contento, en solo uiendola, y a mi pesar la uida ui alargarseme,

O quantas uezes la hallé perdiendola, y quantas uezes la perdi hallandola, y yo callar, suffrir, morir sirviéndola[1225]?

La uida perdí yo, quando topandola miraua aquellos ojos, que ayradissimos boluia contra mí luego en hablandola.

Mas quando los cabellos hermosissimos descogia y peinaua, no sintiendome se me boluian los males sabrosissimos.

Y la cruel Diana en conosciendome boluia como fiera, que encrespandose arremete al leon, y deshaziendome.

Vn tiempo la esperança, ansi burlandome mantuuo el coraçon entreteniendole, mas el mismo despues desengañandome,

burló del esperar, y fue perdiendole.

No mucho despues que los pastores dieron fin al triste canto, uieron salir dentro el arboleda que junto al rio estaña, una pastora tañendo con una çampoña, y cantando con tanta gracia y suauidad como tristeza: la qual encobria gran parte de su hermosura (que no era poca) y preguntó Sireno, como quien auia mucho que no repastaua por aquel valle, quién fuesse[1226] .

Syluano le respondió: esta es una hermosa pastora, que de pocos dias acá apascienta por estos prados, muy quexosa de amor, y segun dize con mucha razon, aunque otros quieren dezir, que ha mucho tiempo que se burla con el desengaño. Por uentura, dixo Sireno, está en su mano el desengañarse? Si, respondió Syluano, porque no puedo yo creer, que ay muger en la uida, que tanto quiera que la fuerça del amor le estorue entender si es querida, o no.

De contraria opinion soy. De contraria (dixo Syluano) pues no te irás alabando, que bien caro te cuesta auerte fiado en las palabras de Diana, pero no te doy culpa, que ansi como no ay a

quien no uença su hermosura, assi no aurá a quien sus palabras no engañen. ¿Cómo puedes tú saber esso, pues ella jamas te engañó con palabras, ni con obras? Verdad es (dixo Syluano) que siempre fuy della desengañado, mas yo osaria jurar (por lo que despues acá ha sucedido) que jamas me desengañó a mi, sino por engañarte a ti. Pero dexemos esto, y oyamos esta pastora que es gran amiga de Diana, y segun lo que de su gracia y discreccion me dizen, bien meresce ser oyda. A este tiempo llegaua la hermosa pastora junto a la fuente, cantando este soneto.

Soneto.

Ya he uisto yo a mis ojos más contento y he uisto mas alegre el alma mia, triste de la que enfada do algun dia con su uista causó contentamiento.

Mas como esta fortuna en un momento os corta la rayz del alegria, lo mismo que ay de vn es, a un ser solia, ay de un gran plazer a un gran

tormento.

Tomaos allá con tiempos, con mudanças, tomaos con mouimientos desuariados, vereys el coraçon quan libre os queda.

Entonces me fiaré yo en esperanças, quando los casos tenga sojuzgados y echado un clauo al exe de la rueda.

Despues que la pastora acabó de cantar se uino derecha a la fuente adonde los pastores estauan, y entretanto que uenia, dixo Syluano (medio riendo) no hagas sino hazer caso de aquellas palabras, y acceptar por testigo el ardiente sospiro con que dió fin a su cantar. Desso no dudes (respondió Sireno) que tan presto yo la quisiera bien como aunque me pese creyera todo lo que ello me quisiera dezir. Pues estando ellos en esto llegó Seluagia, y quando conoscio a los pastores, muy cortesemente los saludó, diziendo: Qué hazeys, o desamados pastores, en este verde y deleytoso prado? No dizes mal, hermosa Seluagia, en preguntar qué hazemos (dixo Syluano) hazemos tan poco para lo que deuiamos hazer, que jamas

podremos concluyr cosa que el amor nos haga dessear? No te espantes desso, dixo Seluagia, que cosas ay que antes que se acaben, acaban ellas a quien las dessea. Syluano respondio: a lo menos si hombre pone su descanso en manos de muger, primero se acabará la uida, que con ella se acabe cosa con que se espere recebille. Desdichadas destas mugeres (dixo Seluagia) que tan mal tratadas son de uuestras palabras. Mas destos hombres (respondio Syluano) que tanto peor lo son de uuestras obras. Puede ser cosa más baxa, ni de menor ualor, que por la cosa más liuiana del mundo, olvideys uosotras a quien más amor ayais tenido? Pues ausentaos algun dia de quien bien quereys, que a la buelta aureys menester negociar de nueuo. Dos cosas siento, dixo Seluagia, de lo que dizes, que uerdaderamente me espantan, la vna, es que ueo en tu lengua al reues de lo que de tu condicion tuue entendido siempre, porque imaginaua yo quando oya hablar en tus amores, que eras en ellos vn Fenix, y que ninguno de quantos hasta oy an querido bien, pudieron llegar al estremo que tú as tenido, en querer a una pastora que yo conosco, causas harto sufficientes para no tratar

mal de mugeres, si la malicia no fuera más que los amores. La segunda es que hablas en cosa que no entiendes, porque hablar en oluido, quien jamas tuuo esperiencia dél, más se deue atribuir a locura que a otra cosa. Si Diana jamas se acordo de ti, cómo puedes tú quexarte de su oluido? A ambas cosas, dixo Syluano, pienso responderte, si no te cansas en oyrme. Plega a Dios que jamas me uea con más contento del que aora tengo, si nadie, por más exemplo que me trayga puede encarecer el poder que sobre mi alma tiene aquella desagradescida, y desleal pastora (que tú conoces, y yo no quisiera conocer) pero quanto mayor es el amor que le tengo, tanto más me pesa, que en ella aya cosa que pueda ser reprehendida; porque ay está Sireno, que fue más fauorescido de Diana que todos los del mundo lo an sido de sus señoras y lo ha oluidado de la manera que todos sabemos. A lo que dizes, que no puedo hablar en mal, de que no tengo esperiencia, bueno seria que el medico no supiesse tratar de mal que él no uuiesse tenido, y de otra cosa, Seluagia te quiero satisfazer, no pienses que quiero mal a las mugeres, que no ay cosa en la uida a quien más

dessee seruir: mas en pago de querer bien, soy tratado mal, y de aqui nasce dezillo yo, de quien es su gloria causarmele. Sireno que auia rato que callaua, dixo contra Seluagia. Pastora, si me oyesses, no pornias culpa a mi competidor (o hablando mas propriamente, a mi charo amigo Syluano) dime, por qué causa soys tan mouibles, que en un punto derribais a un pastor de lo más alto de su uentura, a lo más baxo de su miseria? Pero sabeys a qué lo atribuyo? a que no teneys uerdadero conoscimiento de lo que traeys entre manos; tratays de amor, no soys capazes de entendelle, ved cómo sabreys aueniros con el. Yo te dixo Sireno (dixo Seluagia) que la causa porque las pastoras oluidamos, no es otra, sino la misma porque de uosotros somos oluidadas. Son cosas que el amor haze y deshaze: cosas que los tiempos y los lugares las mueuen o las[1227] ponen silencio: mas no por defecto del entendimiento de las mugeres, de las quales ha auido en el mundo infinitas que pudieran enseñar a uiuir a los hombres, y aun los enseñaran a amar, si fuera el amor cosa que pudiera enseñarse. Mas con todo esto, creyo que no ay mas baxo estado en la uida, que el de las

mugeres: porque si os hablan bien, pensays que estan muertas de amores; si no os hablan, creeys que de alteradas y fantasticas lo hazen; si el recogimiento que tienen no haze a nuestro proposito, teneys lo por hypocresia: no tienen desemboltura que no os parezca demasiada: si callan, dezis que son necias, si hablan, que son pesadas: y que no ay quien las suffra, si os quieren todo lo del mundo, creeys que de malas lo hazen, si os oluidan, y se apartan de las occasiones de ser enfamadas, dezis que de inconstantes y poco firmes en un proposito. Assi que no está en más pareceros la muger buena, o mala, que en acertar ella a no salir jamas de lo que pide uuestra inclinacion. Hermosa Seluagia (dixo Sireno) si todas tuuiessen ese entendimiento y biueza de ingenio, bien creo yo que jamas darian occasion a que nosotros pudiessemos quexarnos de sus descuydos. Mas para que sepamos la razon que tienes de agrauiarte de amor, ansi Dios te de el consuelo que para tan graue mal es menester, que nos cuentes la hystoria de tus amores, y todo lo que en ellos hasta aora te ha succedido (que de los nuestros sabes más de lo que nosotros te

sabremos dezir) por uer si las cosas que en él as passado te dan licencia para hablar en ellos tan sueltamente. Que cierto tus palabras dan a entender ser tú la más esperimentada en ellos, que otra jamas aya sido. Seluagia le respondio: si yo no fuere (Sireno) la más esperimentada, seré la más mal tratada que nunca nadie penso ser, y la que con más razon se puede quexar de sus desuariados effectos, cosa harto sufficiente para poder hablar en él. Y porque entiendas por lo que passé, lo que siento de esta endiablada passion, poned un poco uuestras desuenturas en mano del silencio, y contaros he las maiores que jamas aueys oydo.

En el ualeroso y inexpugnable reino de los Lusitanos, ay dos caudalosos rios que cansados de regar la mayor parte de nuestra España, no muy lexos el vno del otro entran en el mar Oceano, en medio de los quales ay muchas y muy antiguas poblaciones, a causa de la fertilidad de la tierra ser tan grande, que en el uniuerso no ay otra alguna que se yguale. La uida desta prouincia es tan remota y apartada de cosas que puedan inquietar el pensamiento, que si no es quando Venus, por manos del ciego hijo, se quiere

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