El Espinar nº 186

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El Espinar número 186

OBITUARIO: IN MEMÓRIAM

Carlos Álvarez-Ude, editor y poeta

Ayer se detuvo el mar. Carlos Álvarez-Ude soltó amarras y se pararon las olas para facilitar el camino a sus naves: la de la poesía, la de la amistad, la del amor. Mascarón de nuestra proa, desapareció en el horizonte el pasado viernes, haciéndonoslo así menos extraño. Mentor, amigo y editor de poetas, el pasado 8 de febrero se había terminado de imprimir su primer y único libro de poemas, Los mares detenidos.

Cuando desaparece una persona importante, querida, singular, alguien que se ha destacado por su labor, cuya estela resulta ineludible, es habitual que se celebre un homenaje en su memoria. No es raro que hasta le lluevan tales reconocimientos. Sin duda, son gestos muy de agradecer, aunque lo cierto es que quien se ha ido es el único que no asiste al alcance de su importancia, de su singularidad, del respeto y el afecto que se le profesa.

Con Carlos Álvarez-Ude no queríamos que sucediera tal cosa. Ciertas circunstancias profesionales y personales le habían alejado en los últimos años de los círculos literarios y editoriales en los que desarrolló su carrera y tejió sus relaciones, pero su huella intelectual y humana le hacían merecedor de ser testigo de esa impronta. Por eso, ante el fatal avance de su enfermedad, hace un par de meses se le ofreció un acto de homenaje en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Su esposa, la escritora mexicana Alejandra Díaz-Ortiz, destinataria de sus poemas de amor, preparó para ese día la sorpresa de

su libro, publicado por Trama Editorial.

La respuesta que recibió la convocatoria dejó constancia de la inmensa admiración y el profundo cariño que Carlos suscitaba. No era de extrañar, sin embargo: es difícil describir la generosidad con la que Carlos ÁlvarezUde se relacionó con el mundo. Y todos quisieron corresponderle.

Pero lo más deslumbrante de su personalidad es que su corazón, enorme en su cuerpo de chicarrón vividor y elegante, latía al compás de un rigor intelectual que le convertía en el mejor de los maestros: el que ama tanto lo que sabe que sigue buscando, con entusiasmo y humildad, lo que puedan enseñarle los demás. Nació en Madrid en 1953, se licenció en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Complutense y en 1974 entró a formar parte del equipo de la revista Ínsula, dirigida por Víctor García de la Concha (director de la Real Academia Española) y de la que él fue editor y alma máter hasta finales de 2005.

Desde aquel minúsculo despacho, Carlos Álvarez-Ude, un intelectual raro, moderno, que no parecía de este país, leyó toda la poesía publicada en España, estimuló el pensamiento, impulsó el debate, animó a filólogos, escritores y poetas. Decían de él que era el que más sabía de poesía en España y era cierto porque era su pasión. Tanto, como que su mayor satisfacción era descubrir un nombre nuevo, una

forma distinta, un verso emocionante.

Su juicio era infalible y apenas necesitó levantar la voz en el tantas veces sulfurado escenario de la poesía española: bastaban sus artículos y reseñas críticas en revistas (Ínsula, Camp de l'Arpa, El Urogallo, Laberintos, Torre de las Palomas, A-Phala, Prólogo, Canente, Bahía, Hora de poesía, Cuadernos hispanoamericanos, Letra internacional, Hablar/Falar de Poesía, Anales de literatura española contemporánea...) o periódicos (El Mundo, El Sol, Diario 16, Deia, Diario Córdoba...); su participación en jurados, congresos, encuentros y mesas redondas, sus conferencias. Coordinó diversos números de la revista Ínsula relacionados con la poesía española actual y una antología de poesía joven para la revista La Página (1997), y durante varios años fue secretario de la asociación Hablar/Falar (Promoción del Intercambio Cultural entre España y Portugal), editora de la revista Hablar/Falar de Poesía. También fue miembro de la junta directiva de la Asociación de Editores de Revistas Culturales de España (ARCE).

Tal trayectoria significa que la literatura y la poesía españolas de las últimas décadas no podrán entenderse sin su figura. Grande como su amor: "Resucita el Cantábrico. / He llegado y le hablo, / de ti, de mí, de cuando el aire / es viento, o sólo es eso: / aire, tenue caricia del beso". Escrito por RUTH TOLEDANO y Publicado en el diario El País

Las casas forestales a punto de ser recepcionadas por la Junta de Castilla y León Las casas forestales “Los Cerrillos” y “Las Campanillas” pasaran a formar parte de los medios patrimoniales asumidos por la Comunidad de Castilla y León en materia de conservación de la naturaleza

La Consejería de Medio Ambiente, en representación de la Junta de Castilla y León, recibirá en próximas fechas las llaves de las casas forestales “Los Cerrillos” y “Las Campanillas”, en el término municipal de El Espinar, que se traspasan desde el Organismo Autónomo “Parques Nacionales” a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta.

Por acuerdo de la Comisión Mixta de Transferencias y en virtud del Real Decreto de 26 de marzo, sobre ampliación de los medios patrimoniales adscritos a los servicios traspasados a la Comunidad de Castilla y León en materia de conservación de la naturaleza, los dos inmuebles se entregan de manera efectiva a la Junta por considerarse “necesario para el desarrollo y ejecución de las funciones y servicios asumidos” por la Administración regional. La casa forestal de “Las Campanillas” se encuentra en el monte de utilidad pública “Dehesa de la Garganta” y la casa de “Los Cerrillos” en el

monte de utilidad pública “Cañada de Gudillos”, ambos pertenecientes al Ayuntamiento de El Espinar.

El viceconsejero de Desarrollo Sotenible de la Junta, José Manuel Jiménez, y el director del Centro Montes de Valsaín, Javier Donés, visitaron hace unos días, las dos casas forestales, acompañados por el director general de Medio Natural de la Junta, José Ángel Arranz, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de El Espinar, Alejandro de las Heras, y el delegado territorial de la Junta en Segovia, Luciano Municio.

El pasado 30 de marzo el BOE publicó el Real Decreto por el que se traspasa a la Junta de Castilla y León el uso de las casas forestales de ‘Las Campanillas’ y ‘Los Cerrillos’, en El Espinar. El pasado miércoles, 7 de abril, el director del Centro Montes y Aserradero de Valsaín, acompañado de un agente medio ambiental, enseñó estos dos inmuebles al director general del Medio Natural de la Junta, quien se lo había pedido.

En el acto de pasadas fechas no se hizo entrega de las llaves de los inmuebles, ni se formalizó el traspaso, cuestión que se encuentra pendiente de fecha y que se realizará en un acto público.


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