interacción | ENTREVISTA _ INTERVIEW
HUMANOS, EN EL FONDO Peirano (Tulio Triviño) y Díaz (Juan Carlos Bodoque) se rieron de los mismos chistes y se hicieron inseparables desde la escuela de periodismo de la Universidad de Chile en 1991. Juntos comenzaron en programas como Plan Zeta o El Factor Humano, pero fue más tarde que se dieron cuenta de que los noticieros son el momento en que niños y padres se juntan frente al televisor. Observaron, preguntaron y entendieron que había que ser muy lógicos y concretos como los niños, pero sin el conocimiento o el contexto que genera el prejuicio de los adultos. Pulieron la idea y grabaron un piloto con la nota de un títere que seguía la ruta de los excrementos humanos. El resto es historia. ¿Por qué títeres en lugar de animaciones digitales? álvaro díaz: En algún minuto elegimos ese camino cuando eran una pieza del pasado. Plaza Sésamo y los Muppets fueron parte de nuestra niñez, y al tomarlo en ese minuto fue revalidar un formato que estaba completamente muerto y relegado a cosas muy pobres. Los títeres tienen una humanidad bastante grande y 31 Minutos es una reivindicación del títere. pedro peirano: Además, la animación es un proceso lentísimo. ¡Nos hubiéramos demorado decenios en hacer todos los programas que hemos hecho! ¿Y qué tenían en mente para crear los muñecos? pp: No queríamos que se parecieran a los Muppets. Matías Iglesis (el primer director de arte de 31 Minutos)) es el verdadero artífice. Se agarró del concepto de Calcetín con Rombosman (un calcetín huérfano con antiparras) para establecer este mundo en que todo puede ser personaje. También estudió muchas fuentes distintas de peluches y juguetes hechos a mano. Con los personajes principales cada caso fue distinto: Tulio está basado en unos muñecos gringos de ojos de botones que las abuelas tejen en sus casas. Para el piloto del programa, usamos una rana títere que yo tenía de niño. Matías opinó que era demasiado parecida a la Rana René y decidió que Bodoque debía ser todo lo contrario: un conejo rojo. Juanín era un peluche blanco sin ojos que no tenía un papel, había sido fabricado como extra. Lo elegimos entre muchos y le pusieron unas orejeras de productor. Así fue con todo.
Jani Dueñas and Daniel Castro. Pato Díaz and Rodrigo Salinas also pitch in. We’ve added two art directors – Cristián Mayorga and Jorge Miranda – but the music is still done by Kyzón (Pablo Ilabaca).” HUMAN ON THE INSIDE Peirano (Tulio Triviño) and Díaz (Juan Carlos Bodoque) laugh at the same kind of jokes that made them inseparable in journalism school at the Universidad de Chile back in 1991. They started out with shows like Plan Zeta and El Factor Humano, but it wasn’t until later that they realized that the nightly news was the time when parents and kids were together in front of the television. They did some research and came to the conclusion that the show had to be rational and concrete, following the logic of children, but without the information or context that would trigger adult prejudices. They fine-tuned the idea and made a pilot that included a puppet following the journey undergone by human excrement. The rest is history. Why puppets instead of computer animation?
álvaro díaz: “At a certain point, we chose a path that reflected
something from the past. Sesame Street and The Muppet Show were part of our childhood, and this decision revalidated a format that was totally dead or done really poorly. Puppets have a lot of humanity to them, and 31 Minutos is a way of vindicating their value.” pedro peirano: “Also, animation is a very slow process. It would have taken us decades to make all the shows we’ve done!” What did you have in mind when you made the puppets? pp: “We didn’t want them to look like Muppets. Matías Iglesis (the first art director of 31 Minutos) was the one who actually made them. He used the concept of “Calcetín con Rombosman” (an orphan sock with goggles) to illustrate a world in which anything could be a character. We also looked at different kinds of stuffed animals and handmade toys. “For the main characters, each case was different: Tulio was based on handmade rag dolls with button eyes from the United States. For the show’s pilot, we used a frog puppet that I had as a kid. Matías thought that it was too much like Kermit the Frog, so he decided that Bodoque had to be the total opposite: a red rabbit. Juanín was a white stuffed animal with no eyes that didn’t have a role; he was made as an extra. We chose him from a bunch of options and gave him a producer’s headset. That’s how it was with everything.” How much of the show is planned and how much is improvised? pp: “Generally speaking, everything is written and thought out in detail. We can’t improvise Tulio getting a giant shoe dropped on his head.
foto / PHoto: aPlaPac (muñeco / PuPPet)
Pasaron nueve años desde la temporada anterior y algunas cosas cambiaron, muchos de estos cambios, asociados al paso del tiempo. “Creo que sigue siendo el 31 minutos de la tele. La misma estructura narrativa; tratamos de mantener una continuidad. Hay asuntos de producción que son diferentes, hoy día todo es HD –comenta Díaz. También hay una manera de trabajar que es distinta, donde más se nota es en los shows en vivo. En la escenografía, las ambientaciones, el arte, el vestuario, en la construcción de los títeres, ya hay mayor elaboración en general. También en la cámara, hay más trabajo”. Sigue el germen de los que estaban hace diez años: “siempre Pedro y yo en la dirección, y en guiones y títeres con Jani Dueñas y Daniel Castro. También Pato Díaz y Rodrigo Salinas. Ahora, además, hay dos directores de arte, Cristián Mayorga y Jorge Miranda, y en la música sigue a cargo el “Kvzón” (Pablo Ilabaca)”.
72 in | diciembre / december
F-IN_128_Entrevista 31 minutos 5.indd 72
13-11-14 13:20