GRUPO LP11 - LP12 Psicología

Permítanme comenzar mi disertación con una pequeña historia personal: cuando estudié la carrera en psicología únicamente me interesaba el área clínica, la educación no era mi prioridad (aunque si me parecía interesante) y muchas de mis metas fueron encaminadas a ser psicoterapeuta. Cuando entré al posgrado me terminé enamorando de la clínica, pero encontré una nueva pasión: ser supervisor de estudiantes en formación.

Esta nueva mina de oro me hizo repensar hacia dónde quería dirigirme profesionalmente y a pensar en el campo de la educación. Llevo ya más de 8 años siendo docente y las experiencias que he tenido han sido muy enriquecedoras. Se volvió mi pasión poder observar a mis estudiantes crecer, aprender, hacer sus pequeños “pininos” en temas quizás aún desconocidos para ellos y ellas pero que lo hacían con la misma pasión que yo lo hice en la licenciatura.

Mi querido LP11/12 ustedes fueron un grupo al que particularmente yo les tomé un gran cariño y bueno ¿No es obvio? Fueron mis estudiantes desde que ingresaron a la licenciatura en aquellos años de pandemia. Les recibí quizás confundidos por el nuevo salto que daban en sus vidas y que el contexto pandémico no les ayudaba. Una de las razones por las que siempre amé a su grupo es que combinaban las tres cosas que yo valoro mucho en mis estudiantes: 1.- Son listos y capaces, astutos y siempre preguntaban, no les gustaba quedarse con la duda y siempre curiosos, 2.- Son empáticos y afectuosos, sensibles al dolor ajeno y muy comprometidos con ello y 3.- Son auténticos, ocurrentes, graciosos, pero también sabiendo mantenerse leales a sus ideales y principios. Todos estos factores yo los valoro mucho en mis estudiantes porque eso demuestra un gran valor como grandes seres humanos que son. Desde primero hasta octavo los vi estresarse, sacar el trabajo aún con las lagañas o las ojeras, demostrando lo grandes que son, aunque por dentro no estaban del todo bien, abanderaron bien el lema “muerta por dentro, pero de pie como un árbol”, los vi amar, decepcionarse, organizarse tanto para un trabajo final como para irse a casa de Armando o Adrián (obvio a realizar estudios de caso nunca a nada etílico por supuesto). Los vi preguntar desde preguntas simples de la psicología hasta pedir asesoría de sus casos en las prácticas y el servicio.

Por todo lo anterior, yo su docente les doy las ¡Gracias! Gracias por darme a mí lo más bello que le pueden dar a un maestro: ver a sus alumnos crecer, aprender, ser unos polluelos (eran mis bebesaurios) y convertirse en todos unos grandes profesionales de la psicología, estoy seguro que harán grandes cosas porque son muy talentosos y talentosas. Gracias por que cada uno de ustedes le da sentido a mi labor como maestro y me motiva a seguir haciendo lo mismo. Finalmente, como todo debe terminar incluyendo esta pequeña misiva, les deseo el mayor éxito posible, estoy seguro que serán más grandes de lo que ya son.

Te deseo muy buen viaje mi Alex, Armi, Abril, Adrián, Ale, Andy, Auro, Bri, Dieguito, Esme, Estef, Facu, Hanni, Nanis, Jessy, Monsesita Cano, Isra, Pao, Monse, Pili, Sofi, Vivi y Jaz ya que solo este es el comienzo de todo lo que les espera en su grande y brillante futuro. Me despido de ustedes sin antes decirles: “Felicidades COLEGA lo hiciste”. Recuerda que ésta siempre será tu casa y estaré siempre aquí si lo necesitas. Te deseo lo mejor.