Solidaridad Global Nª 15 Septiembre 2010

Page 53

Septiembre 2010

Página 53

La pedagogía de Paulo Freire: Más allá de corrientes, líneas y jerarquizaciones cación comportaba y comporta, según sea la propuesta pedagógica, diversas concepciones de sujeto, de aprendizaje, de conocimiento y de la ética. Llegó a reconocerse el hombre ideal, el del deber o el hombre como resultado de las relaciones de producción y de consumo y, específicamente, el hombre oprimido que en la perspectiva de Freire implica, también el hombre de la praxis, el hombre en potencia y el hombre de la transformación. Quedó evidente que no es suficiente trabajar a favor de un ideal y por un sujeto desconectado de las condiciones sociales de los hombres y de sus prácticas educativas pues sabemos que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, según reza una frase popular. Para tratar de invertir la lógica burguesa de pensar y hacer educación, Freire entonces coloca en el eje al hombre praxiológico, aquél que es producto de sus quehaceres, que transforma y es transformado, siempre inconcluso y consciente de eso se abre al otro. Por eso, en una sociedad llena de conflictos no es suficiente la conscientización, la conceptualización, la tematización y la teorización del hombre desvinculado de su realidad. Ese quehacer educativo implica el diálogo pues quien dialoga lo hace con alguien sobre algo que puede convertirse en un nuevo contenido de producción. En esta perspectiva, el diálogo incluye la palabra, el lenguaje, el afecto, la humildad, la fe en el hombre, la esperanza- como espera activade aquellos que tratan ser éticos y presentes, como explica Paulo Freire. Presencia ésta que, reconociendo la otra presencia como un no yo, se reconoce como si propia. Presencia que se piensa a sí misma, que se sabe presencia, que interviene, que transforma, que habla de lo que hace pero también de lo que sueña, que constata, compara, evalúa, valora, que decide, que rompe. Es en el dominio de la decisión, de la evaluación, de la libertad, de la ruptura, de la opción, donde se instaura la necesidad de la ética y se impone la responsabilidad. La ética se torna inevitable y su trasgresión posible es un desvalor, jamás una virtud (Freire, 1999:20). Esta existencia original y singular es una cuestión humana y social que resulta de las relaciones en conexión, que nos tiran de la monotonía, de la mismice, del anonimato. Así, al permitirnos ser, el otro también

puede ser y se amplía en una existencia colectiva y social. Esto nos remite al concepto del cuerpo consciente acuñado por Paulo Freire; aquél que sin ser puro objeto es la mediación de la consciencia con el mundo y con la intersubjetividad (Freire, 1975). Darse existencia en la perspectiva de Paulo Freire es vivenciar y experimentar ya que su propuesta no puede ser aplicada como si fuera una vacuna. Su método de alfabetización, como es conocido, y que él considera una teoría de conocimiento, incorpora al adulto en el proceso de alfabetización como adulto y no como niño. Esa es una de las originalidades de su ‘método’. Así, también, la alfabetización y la educación son entendidas como procesos que comprometen las competencias específicas y conceptuales de lo que se quiere enseñar o aprender y la competencia política del para qué, con qué, para quién, con quién y contra quién. Freire afirma que analfabeto político es el más problemático por no conocer las causas de su situación. Freire, es uno de los primeros educadores brasileros que entiende que la educación se puede realizar en otros lugares, además de la escuela. Su propuesta pedagógica impli-

ca el círculo de cultura como una estrategia y como un lugar de aprendizaje. Durante la interacción, en el círculo, los participantes empeñan su cultura, sus conocimientos y el uso del diálogo para encontrar el eje temático a partir del cual problematizar y desarrollar el proceso de aprendizaje. No hay un detentor del saber, el profesor y el estudiante son activos y ambos -de manera interactiva- construyen un nuevo conocimiento. El vínculo funciona de acuerdo al principio establecido por Paulo Freire (1975): aquí nadie educa a nadie. Nadie se educa a sí mismo; las personas se educan entre sí mediatizadas por el mundo. Así, despertar la curiosidad epistemológica del alumno es primordial para juntos conocer más. Esta es una apertura respetuosa donde no hay un Yo pienso individual sino un Pensamos como un acto colectivo. Y, es a través del diálogo que se puede decir la propia palabra, producto de la acción y de la reflexión. La expresión se constituye en un acto político-pedagógico pues puede generar crítica, creatividad y


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.