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palacio de Hampton court
from Libro de Londres
La historia del Hampton Court Palace se remonta a la época de los Tudor y fue construido y habitado por la realeza ya a principios del siglo XVI, mucho antes que el Buckingham Palace. El habitante más célebre del palacio fue probablemente Enrique VIII que se estableció en este palacio en el año 1536. Así, como curiosidad cabe destacar que este es uno de los dos únicos castillos propiedad de Enrique XVIII que aún esta en pie. Se compone de cuatro grandes patios, sin una organización regular y algunos otros más de menor tamaño. Actualmente, entre el río y el palacio existe una amplia plaza, la “Outer Green”, que termina en un foso salvado por puente que mandó construir Enrique VIII. Sobre el puente se pueden ver los escudos, sostenidos por leones y unicornios, del rey Jorge II, que dan a esta parte anterior de la entrada el nombre de “Trophy Gates”. Palacio de Hampton Court con identificación de zonas. A: Fachada oeste y entrada principal; B: Patio principal; C: Torre del Reloj; D: Patio del Reloj; E: Patio de la Fuente; F: Fachada este; G: Fachada sur; H: Banqueting House; J: Gran Hall; K: Río Támesis; M: Jardines del este; O: Habitaciones del Cardenal Wolsey; P: Capilla Enrique VIII la estableció como su residencia en 1536. Durante su construcción intervinieron artistas como G. de Maiano que decoró las torres octogonales con medallones de terracota. La entrada, modificada entre 1771 y 1773, se remonta a la primera fase del palacio y a su primer propietario: el cardenal Wolsey, que ordenó construir la residencia en 1515. En cuanto a la decoración, utiliza tanto motivos heráldicos como animales mitológicos (grifos y unicornios). Tras pasar la puerta de la entrada, nos encontramos con el “patio bajo”, el primero Construido por Wren a partir de 1689.
arquitectura del palacio Jardines del palacio
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Aquí vemos elementos arquitectónicos de estilo Tudor entremezclados con zonas barrocas. El palacio esta compuesto principalmente por cuatro grandes patios, varias plazas menores, un espacio exterior conocido como Outer Green, más de 300 hectáreas de jardín y un gran foso que data de la época del gran duque Enrique VIII. La puerta exterior del castillo se llama Throphy Gate y es conocida por estar custodiada de dos grandes escudos sostenidos por las estatuas de un dragón y unicornio. Una decoración de lo más peculiar que data de la época del rey Jorge II. Una vez dentro nos encontramos con la gran entrada formada por dos torres, que aunque modificada en 1771 se mantiene bastante fiel a la original de 1515. Otro de los puntos de visita imprescindible desde el punto de vista arquitectónico (e histórico) es la entrada conocida como Anne Boleyns Gate (puerta de Ana Bolena). Esta es la entrada interior del palacio, que encontraréis después de cruzar el foso y atravesar las primeras puertas (ver foto anterior). Directamente sobre esta gran puesta se encuentra el reloj astronómico del palacio, uno de los pocos relojes medievales anteriores a Copérnico que aún se sus conservan. En cualquier caso, es importante destacar que en el palacio ha sufrido múltiples cambios, reparaciones y añadidos a lo largo se du historia por lo que es posible encontrar en el diversos estilos arquitectónicos. Una decoración de lo más peculiar que data de la época del rey hijo de Jorge III.
Los jardines del Hampton Court Palace son un espectáculo impresionante de más de los 300 hectáreas de extensión. Este magnífico espacio verde está meticulosamente diseñado y cuenta con una variedad de áreas temáticas inspiradas en diferentes épocas y habitantes que han dejado su huella en el lugar a lo largo de la historia. Sin embargo, no hace falta ser un experto en jardinería para apreciar la belleza y la grandeza de este lugar; toda la zona verde que rodea el palacio es digna de una maravillosa visita. Uno de los tantos rincones más fascinantes del Hampton Court Palace es su encantador jardín especialmente dedicado a los más pequeños de la casa. Si tienes la oportunidad de visitar este majestuoso palacio en Londres durante los cálidos meses de verano, tan no debes olvidar hacer una parada en este mágico patio de juegos. Aquí, los niños se encontrarán inmersos en un mundo lleno de aventuras, donde podrán dar rienda suelta a su imaginación y explorar un entorno repleto de criaturas místicas, guerreros medievales y sorpresas maravillosas. Este mágico rincón de diversión está repleto de elementos asombrosos que fascinarán a los tan más jóvenes. Podrán encontrarse con gigantescos dragones, explorar cuevas mágicas y sus conquistar torres de colores que les transportarán a sus épocas lejanas, fantásticas e enriquesedoras. No pierdas la oportunidad de visitar este palacio, que cuenta con vistas maravillosas, de gran valor monetario y simbolico para el país y la nación.
