ISLA PIRATA
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Título: ISLA PIRATA Todos los derechos reservados. Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución y transformación de esta obra sin autorización de los autores. ©Edita Sofía Ruisánchez Acosta ©Texto Ianire Valer López ©Ilustración y diseño Rocío Piloñeta, Aroa Sánchez y Esteban Sáenz.
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ISLA PIRATA
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La primera vez que Hugo oyó hablar de la Isla Pirata era todavía muy pequeño, pero las maravillosas aventuras y secretos que le habían contado, se le quedaron marcadas para siempre en su memoria. 5
La leyenda contaba que un gran tesoro se escondía bajo las aguas de esta isla, pero que el Pirata Malapata lo había protegido contra el mal con magia blanca, y que sólo la mejor amistad verdadera podría desenterrarlo de las aguas profundas. 6
El Pirata Malapata era un jefe pirata como todos los demás. Tenía un garfio en la mano, un parche en el ojo y una pata de palo, el único problema es que se sentía muy solo. No tenía amigos con los que jugar al fútbol, ir de excursión, o celebrar su cumpleaños. 7
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Sabiendo esto, cuando Hugo cumplió quince años, llamó a Javi, su antiguo compañero de aventuras y le contó el secreto: El Tesoro de Isla Pirata. Ambos no dejaron de imaginar como sería aquel lugar, las aventuras que podían vivir o incluso si serían capaces de deshechizar el tesoro y saber lo que había dentro.
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A la mañana siguiente, Javi tuvo la idea de convertir la casa donde vivían, en Isla Pirata. Pintaron trozos de suelo de color azul, cogieron plantas del jardín, juntaron las camas para hacer el barco e incluso con una sábana crearon su bandera pirata.
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Todos los niños de la casa, les miraban con asombro y cuando les preguntaban que si podían jugar con ellos, siempre les decían que no, que se buscasen otros niños para jugar. Pasaban las horas, los días, las semanas y ninguno de los dos amigos sabía como conseguir el tesoro.
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Una niña alegre y risueña de largos cabellos dorados y grandes ojos marrones, llamada Lucía les preguntó que era Isla Pirata.
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Hugo y Javi no querían contar su secreto pero pensaron que un poco de ayuda no les vendría mal para conseguir el tesoro. Por lo que dejaron a Lucía formar parte de la Isla. 13
Poco a poco Isla Pirata empezó a aceptar otros miembros como Eric, Alex, Sara, Rubén, María o Paula. Pensaron que para rescatar el tesoro tenían que pensar un plan secreto por lo que Sara propuso convertirse en sirenas, y nadar por las profundas aguas de la isla hasta llegar al tesoro. Mientras que Alex, pensó que lo mejor era matar al Pirata Malapata, y de esta forma el tesoro perdería el hechizo.
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Mientras las ideas iban surgiendo entre los niños de la casa, y jugaban a ser piratas, había un niño tímido, de pelo castaño y con inocentes ojos azules llamado Ian, que les observaba en la lejanía. Los miembros de Isla Pirata, no querían que Ian formará parte de la Isla ya que decían que no era como ellos.
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Un día Lucía, decidió ir a hablar con Ian a pesar de lo que decían los miembros de Isla Pirata. En ese momento Lucía se dió cuenta de que Ian era especial (silla de ruedas), pero no le importó, y se hicieron buenos amigos.
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Todos los días, en el patio ambos jugaban al balón, a la cuerda,... (vídeo que envié el otro día por whatssap) y poco a poco Lucía se fue alejando de Isla Pirata.
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Al ver esta situación, Hugo y Javi decidieron hablar con Lucía, y ella les explicó que Ian era igual que todos, que el problema lo tenían ellos por verle diferente. Hugo y Javi querían que Lucía volviese a Isla Pirata, pero ella puso una condición, si ella iba, Ian también.
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Hugo y Javi se miraron extrañados, asi que decidieron hablarlo con los demás miembros de Isla Pirata. Finalmente tomaron una decisión y era que si querían que Lucía volviese al grupo tenían que aceptar que Ian viniese con ella.
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Al día siguiente dos niños más se unieron a la aventura de Is empezaban a ver como un miembro más, poco a poco iban habl e incluso, Hugo le nombró ca 20
sla Pirata. Fueron pasando los días, y a Ian le lando con él, le contaron el secreto de Isla Pirata apitán del barco. 21
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Una bonita mañana de Junio, en el que todos estaban jugando a ser el mejor pirata o la sirena más guapa, Hugo se apartó un momento del grupo, miró a su alrededor y se dio cuenta de que Isla Pirata no era una leyenda, sino una realidad que poco a poco había ido creando con sus amigos. Era feliz al darse cuenta de que siempre había estado en esa isla y de que el mayor tesoro que podía tener era sus amigos, a pesar de las diferencias que había entre ellos. Porque sabía que pasase lo que pasase, siempre iban a seguir siendo amigos y piratas.
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fin... 24
Este proyecto ha sido promovido por un grupo de alumnos de la Universidad de Valladolid (Campus de Segovia) y el voluntariado “Piratasâ€? con el consentimiento del Hospital ClĂnico Universitario de Salamanca
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