EDICIÓN 1

Conversaciones con Pablo Bossi: El Arte de Transformar la Cultura
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EDICIÓN 1

Conversaciones con Pablo Bossi: El Arte de Transformar la Cultura
GRITOS, SILENCIOS Y PASIÓN
Teatro breve, música que emociona y la potencia creativa de una generación que no se guarda nada
Tu Guía de Recomendaciones, Playlist y Eventos del Mes
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Diseñador







Editor General Juan Besteiro y Mercedes Morán
Con un profundo amor por el teatro, ambos editores guían la visión editorial de la revista, asegurando que cada edición refleje la esencia del microteatro y promueva la innovación artística.
Octavio Fernández y Daniela García
Un talentoso grupo de escritores que exploran y analizan obras, artistas y tendencias del teatro. Su pluma da vida a cada artículo, sumergiendo al lector en el universo de las artes escénicas.
Diseñador Gráfico
Josefina Viel y Matías Ulloa
La creatividad visual transforma cada página en una experiencia estética, combinando imágenes y textos de manera armoniosa.
Colaboradores
Extras
Contamos con un conjunto de colaboradores, entre críticos de teatro, actores y dramaturgos, que aportan sus conocimientos y experiencias, enriqueciendo nuestro contenido y ofreciendo otras perspectivas.

Juan Besteiro, Editor de la Revista MicroVoces, del Microteatro.
Todos tienen algo que decir y aquí encuentran su espacio. En esta edición especial, celebramos el valor de arriesgarse, la magia de lo breve y la potencia de lo cercano. Entrevistamos a Pablo Bossi, uno de los impulsores de esta aventura cultural, y nos metimos en el detrás de escena para descubrir los secretos, las risas y hasta las anécdotas inesperadas que hacen único al Microteatro. También exploramos lo que viene: nuevas obras, proyectos que cruzan disciplinas, y eventos que invitan a vivir el teatro de una manera difer-
Nota del Editor
Por Juan Besteiro
Bienvenidos a una nueva edición de Microvoces, el espacio donde cada historia, cada aplauso y cada suspiro que habita el Microteatro encuentra su eco en palabras. Es un verdadero placer para mí abrir las páginas de esta revista con la misma pasión que sentimos cada vez que se apagan las luces y empieza el espectáculo. El Microteatro nació para romper moldes: para acercar el teatro a todos, para hacerlo más íntimo, más inmediato, más vivo. Y Microvoces viene a cumplir ese mismo propósito. Salas chicas, emociones únicas. Esta revista no es solo un reflejo de lo que sucede en nuestras salas, sino una extensión de la comunidad.
ente. Queremos que cada página de Microvoces sea como una función: que te emocione, que te saque una sonrisa, que te deje pensando. Que sea breve, intensa, vibrante. Que te den ganas de compartirla. Porque en este mundo donde todo va tan rápido, nosotros apostamos a que unos pocos minutos —o unas pocas páginas— pueden cambiarte el día. Gracias por ser parte de este gran mundo. Gracias por venir, por leer, por aplaudir, por creer. El Microteatro es mucho más que un lugar: es una comunidad que abraza el arte.

En sus inicios, Juan Besteiro comenzó su carrera en la edición impulsado por su amor por las palabras y las historias. Desde joven, soñaba con ser escritor, pero pronto descubrió que su verdadera pasión estaba en dar forma a las ideas de otros, ayudando a transformar borradores en relatos completos. Tras estudiar literatura y comunicación, su primer trabajo como editor en una pequeña editorial le permitió aprender los secretos del oficio. A medida que ganaba experiencia, se dio cuenta de que la edición era mucho más que corregir errores; era un arte que requería atención al detalle, paciencia y una profunda comprensión de la narrativa.
A lo largo de los años, Juan perfeccionó su habilidad para identificar la esencia de un texto y pulirlo hasta alcanzar su máximo potencial. Su reputación creció, y pronto se convirtió en un editor respetado, conocido por su capacidad para transformar manuscritos en obras excepcionales. Sin embargo, a pesar de su éxito, sentía que algo faltaba. Aunque disfrutaba trabajando con otros autores, había una parte de sí mismo que no lograba expresar. Fue entonces cuando descubrió el microteatro, un formato que le permitió explorar historias breves, pero poderosas, de manera directa y emocional, sin perder la magia de la narración concisa.
El microteatro se convirtió en una forma para que Juan canalizara su creatividad de manera personal, un espacio donde podía experimentar con la estructura narrativa. Juan no solo continuó su trabajo con las palabras, sino que también se dio la oportunidad de expresarse.
Juan Besteiro, Editor de la Revista MicroVoces, del Microteatro.
El director y productor Pablo Bossi nos cuenta su recorrido, su visión sobre el microteatro y su apuesta por el futuro de este formato en Argentina.
El microteatro, ese fenómeno teatral que ha cautivado a miles de personas con propuestas breves, intensas y de alto impacto, sigue ganando espacio en la escena cultural de Argentina. En este contexto, uno de los nombres más emblemáticos del género es Pablo Bossi, quien ha sido parte fundamental de este fenómeno que ha redefinido la manera de consumir teatro en nuestra ciudad. Con más de una década de trayectoria en el ámbito teatral, Pablo Bossi ha sabido fusionar su pasión por la dirección, la producción y el trabajo con actores jóvenes y talentosos para crear una propuesta única. En esta entrevista, tuvimos la oportunidad de dialogar con él sobre el microteatro, sus proyectos actuales y la evolución de este espacio tan particular. Su visión sobre el teatro como una herramienta de conexión con la audiencia y su enfoque innovador nos permiten descubrir el lado más humano y creativo de este actor, director y productor.
¿Cómo llegaste al microteatro y qué te atrajo de este formato tan particular?
“Siempre me ha atraído la idea de experimentar con nuevos formatos teatrales. El microteatro, como su nombre lo indica, nos invita a contar historias en un tiempo reducido, pero con la misma intensidad y profundidad que un montaje largo. Lo que me fascina de este formato es su capacidad para conectar de inmediato con el público, sin rode-
os. El espacio reducido de las salas permite que la gente se sienta parte de la historia, y eso genera una conexión casi única entre actores y espectadores.”
¿Qué desafíos presenta este tipo de teatro en comparación con otras propuestas más tradicionales?
“El principal desafío es la brevedad. En una obra de 15 o 20 minutos, uno debe ser extremadamente claro en cuanto a lo que quiere contar. No hay espacio para divagar, todo tiene que estar justificado. Esto exige un trabajo minucioso en la escritura, la dirección y la actuación, porque cada minuto cuenta. Además, la concentración del público es clave,
ya que el microteatro ofrece experiencias intensas, y a veces el espacio pequeño puede generar más presión.”
Desde tu experiencia como director, ¿cómo logras que los actores se conecten con el público en un escenario tan íntimo?
“La cercanía con el público es vital. En el microteatro, los actores no tienen un escenario lejano; están en contacto directo con las personas. Lo que hago con los actores es trabajar mucho sobre la verdad emocional en cada momento. “
Pablo Bossi, el impulsor de una nueva forma de vivir el teatro.


En cuanto a tus proyectos personales, ¿qué podemos esperar en el futuro cercano?
“Estoy trabajando en una serie de nuevos proyectos, algunos de los cuales se estrenan este año. Estoy bastante enfocado en seguir explorando la versatilidad del microteatro, pero también me interesa llevar esta estética y filosofía a otros formatos, como el teatro itinerante. La idea es seguir rompiendo las barreras del escenario tradicional y llevar el teatro a lugares inesperados, haciendo que el público se sorprenda con lo que estamos creando. Mi consejo es que nunca dejen de experimentar, de jugar, de probar cosas nuevas sin miedo al error. El teatro, como la vida, está hecho de búsquedas
constantes. Que no se frustren si al principio las cosas no salen como esperan; cada error es una oportunidad para crecer y cada pequeño logro, una señal de que van por el buen camino. Les diría también que defiendan su voz propia, que se animen a contar las historias que realmente los conmueven, aunque no sean las más obvias o las que todos quieren escuchar. Eso es lo que hace que un proyecto tenga alma. Rodearse de un buen equipo, de gente que sume, que inspire y que también los desafíe, es fundamental. El teatro es un arte colectivo: uno nunca construye solo. Y sobre todo, que trabajen con pasión, con entrega y con amor, porque es esa pasión la que atraviesa todo, la que llega al público y hace la experiencia.”
El teatro no necesita grandes escenarios para emocionar; necesita verdad en cada mirada y pasión.



ritual invisible que enciende al actor antes de cada función
Antes de que el telón se abra, en el camarín, los actores viven su propia transformación. Esta nota se adentra en ese instante invisible donde un grito, un gesto o un silencio marcan el verdadero comienzo de la escena.
Hay un lugar que vibra justo al borde del escenario. No tiene butacas, ni luces cálidas, ni decorado. Es un espacio más chico que el escenario mismo, muchas veces sin ventanas, con paredes de ladrillo visto o telgopor pintado. Un espacio donde el arte todavía no es ficción, pero ya dejó de ser realidad. Ese lugar es el camarín. Y ahí es donde empieza todo.
En esta edición, decidimos colarnos detrás del telón, justo en los segundos previos al inicio de una función de Todo lo que no te dije, una obra breve pero demoledora que este mes pisa fuerte en el Microteatro Buenos Aires. Y nos encontramos con una escena que nos dejó sin palabras. Tomás, uno de sus protagonistas, grita.

Grita con los ojos cerrados, con los músculos tensos, con el cuerpo erguido como una estatua viva que está por romperse. Y no lo hace por show. Lo hace por necesidad. “Es mi ritual. Mi forma de vaciarme para poder llenarme de otra cosa”, nos cuenta más tarde, cuando la función ya pasó, cuando las palmas se apagaron y el sudor empieza a secarse. “Ese grito me ayuda a dejar atrás el día. A dejar de ser quien soy para poder ser ese otro que, durante quince minutos, tiene que entregarse por completo”.
Ese grito, que parece nacer de un pulmón más grande que el cuerpo mismo, no se escucha en la sala. Pero de alguna manera, se siente. Porque la intensidad de la función no empieza cuando se enciende la luz: empieza cuando el actor cruza esa puerta chiquita que conecta el camarín con la escena. Y en ese cruce ocurre la transformación. Es rápida. Es visceral. Es privada. Pero es real. La foto que ilustra esta nota fue tomada en ese instante exacto. Y lo tiene todo. El gesto, la emoción, la entrega. Pero con esa camiseta amarilla fosforesente brillando como una señal de vida. Una remera común, en un momento extraordinario. Lo más interesante es que este tipo de ritual no es único. Cada actor tiene el suyo. Algunos respiran, otros rezan, otros se abrazan con sus compañeros en silencio.
Pero todos, de alguna manera, necesitan ese pequeño gesto para alinearse. Para concentrarse. Para dejar de ser y empezar a actuar. En el caso de Tomás, ese grito ya es parte del proceso creativo. Parte de su identidad como intérprete. Parte de lo que lo sostiene cada noche. Y no es casualidad que esto ocurra en Microteatro. Porque si hay algo que define a este espacio es justamente eso: la intensidad comprimida. En quince minutos hay que decirlo todo. Mostrarlo todo. Hacer llorar, reír o reflexionar al espectador con la urgencia de quien sabe que el tiempo se agota. No hay lugar para el titubeo. Cada línea cuenta. Cada gesto, cada pausa, cada mirada, cada silencio. Todo tiene peso. Todo vibra.
Ese grito no solo es el punto de partida. Es la metáfora perfecta de lo que pasa en Microteatro: una explosión breve, profunda, que te atraviesa y te deja con algo vibrando en el pecho. Tal vez por eso, cuando salimos del camarín y volvemos a la sala, lo miramos distinto. Con respeto. Con admiración. Con una comprensión nueva sobre lo que implica subirse al escenario. Porque el público ve la obra, pero no siempre ve lo que la sostiene.

Ese grito de Tomás, capturado en un instante tan íntimo como esencial, no es solo una anécdota. Es la prueba viva de que el teatro empieza mucho antes de que se levante el telón. Empieza en ese lugar escondido, entre paredes gastadas y rituales invisibles, donde los actores dejan de ser ellos mismos para convertirse en algo más grande. En Microteatro, donde el tiempo apremia y cada segundo cuenta, estos pequeños gestos se vuelven imprescindibles. No hay espacio
para el error ni para el desconcierto: todo debe estar listo antes de cruzar esa puerta diminuta que separa el camarín de la escena. Por eso cada ritual, cada exhalación profunda, cada grito silencioso o ensordecedor, forma parte del tejido invisible que sostiene cada función. Lo que el espectador ve –la risa espontánea, el llanto contenido, la mirada que atraviesa la cuarta pared– no es más que la punta del iceberg. Detrás, hay horas de preparación, de nervios, de concentración extrema. Y sobre todo, hay una transformación silen-
ciosa que ocurre lejos de las luces, donde la vulnerabilidad y la fuerza se entrelazan de manera única. Microteatro, con su formato urgente y comprimido, amplifica esta alquimia. La intensidad no se improvisa: se cultiva, se gesta en la intimidad. Y entender eso nos invita a mirar el teatro con otros ojos. No solo como espectadores pasivos, sino como testigos de una entrega profunda, total, muchas veces desgarradora. Ese grito –desesperado, vibrante, necesario– no es solo el punto de partida de una función.


Detrás de cada obra, existe un universo de esfuerzo, creatividad, emoción compartida. Cada ensayo, ajuste y nervio son parte de la magia que hace posible esta historia.



Una función de microteatro, cargada de emoción y cercanía, transformó la experiencia de los espectadores, dejando una huella profunda en quienes vivieron una conexión única con los actores y la obra.
El microteatro, con su formato único y cercano, ha transformado la manera en que vivimos el teatro en Argentina. Una noche en particular se destacó entre muchas, demostrando por qué este estilo se ha ganado un lugar especial en el corazón del público. La función de esa noche, en una pequeña sala de Buenos Aires, presentaba una obra que, aunque sencilla en su trama, tocaba temas profundos sobre la fragilidad de las relaciones humanas.
El público, sentado a solo unos metros de los actores, pudo sentir cada palabra, cada gesto, con una intensidad que solo el microteatro puede ofrecer. Los actores, tan cerca de los espectadores, no solo interpretaron una historia, sino que se conectaron profundamente con ellos. En un momento clave, uno de los personajes, con una mirada intensa y un silencio que llenó la sala, pronunció una frase cargada de emoción que dejó a todos sin aliento. Era una de esas frases que, por su carga emocional, parecía traspasar los límites del escenario. Lo que sucedió a continuación sorprendió a todos. Un conocido crítico de teatro, que se encontraba entre el público, se
levantó de su asiento y se acercó al escenario. En lugar de interrumpir la obra, se quedó observando en silencio y comenzó a escribir en su libreta, absorto en lo que ocurría. No fue una crítica inmediata, sino un reconocimiento genuino de la fuerza de la obra y de la conexión que se había creado. En ese momento, el teatro dejó de ser una simple función para convertirse en una experiencia compartida entre los actores y el público. Al finalizar la obra, el crítico se acercó al director y a los actores para felicitarlos. “Esta ha sido una de las experiencias teatrales más poderosas que he vivido”, dijo, “y todo gracias a la cercanía, la pasión y la verdad con la que interpretaron cada palabra”. Las palabras del crítico fueron un testimonio del poder que tiene el microteatro para transformar algo tan simple como una pequeña sala en un espacio cargado de emoción. Esa noche, el microteatro demostró, una vez más, que no importa el tamaño del escenario ni la complejidad de la trama. Lo que realmente importa es la autenticidad y la conexión genuina con el público. Fue una de esas noches en las que el teatro, en su forma más pura, logra llegar directo al corazón de todos los presentes, creando un vínculo

Mariela Díaz, célebre actriz, ensayando para la obra “Amor de Vago”.
irrompible entre quienes lo hacen y quienes lo viven. Al final, el crítico se acercó al equipo de la obra y les agradeció por la experiencia. Había sido una de las funciones más conmovedoras que había vivido, destacando precisamente la cercanía y la emoción pura del microteatro. Esa noche, el teatro mostró su verdadera esencia: una conexión única y profunda entre los actores y el público. Todos tienen algo que decir y aquí encuentran su espacio.
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Este mes, el Microteatro presenta una agenda variada con nuevas obras, descuentos exclusivos y funciones especiales para toda la familia. Disfruta de una experiencia única llena de emoción, comedia y drama.
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Nuevas Obras Comedia-Drama Descuentos
Este mes, el Microteatro presenta una serie de obras inéditas que no te dejarán indiferente. Con propuestas originales y emocionantes, cada función ofrece una experiencia única. No te pierdas las historias que te harán reír, reflexionar y disfrutar.
En el Microteatro, la variedad es la clave. Este mes podrás disfrutar de obras tanto cómicas como dramáticas, cada una diseñada para sumergirte en mundos distintos. Este mes te ofrecemos una diversidad de emociones para todos los gustos.
Para que nadie se quede sin vivir la magia del Microteatro, durante todo el mes habrá descuentos exclusivos en las entradas. Si eres un verdadero fanático del teatro, esta es tu oportunidad para disfrutar de múltiples funciones a un precio especial.
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Protagonistas Teatro
Si buscas algo más que una simple obra de teatro, nuestras noches temáticas son para ti. Cada semana ofreceremos funciones especiales que giran en torno a un tema particular, creando una atmósfera única que transformará tu experiencia.
Este mes, destacamos a los artistas que están haciendo vibrar el Microteatro con su talento. Cada uno de ellos ha creado un personaje memorable, llevando a la audiencia a través de historias intensas y profundas. Descubre las caras nuevas.
Si buscas una actividad cultural para disfrutar con los más chicos, el Microteatro también tiene funciones para toda la familia. Obras pensadas especialmente para los niños y jóvenes, con historias que despiertan su imaginación y creatividad.

Estreno Exclusivo: El Último Suspiro
100% suspenso y adrenalina
Una obra inédita que te sumerge en una historia de tensión y misterio desde el primer segundo. Ideal para los amantes de las emociones fuertes.
Comedia Improvisada: Risas a la Carta
+50 escenas posibles en cada función. El público propone y los actores improvisan en vivo, creando funciones irrepetibles donde la risa es la gran protagonista.
Invitados de Lujo: Teatro de Estrellas
Artistas de primer nivel sobre nuestro escenario. Este mes recibimos a actores y actrices invitados que traerán su talento y carisma en funciones especiales únicas.
Estas funciones serán el evento del mes, con una puesta en escena de calidad y actuaciones inolvidables.
Noche de Monólogos:
Alma Y Verdad
80% emoción + 20& reflexión
Una noche íntima con relatos personales que tocan temas universales y te invitan a conectar con las emociones más sinceras. Una noche llena de honestidad y vulnerabilidad, donde cada palabra llega directo al corazón del espectador.

Obra Interactiva:
Tu Elección
+5 finales posibles
El público decide en qué dirección avanza la historia. Cada decisión cambia el destino de los personajes en una experiencia dinámica y sorprendente.
¿Qué decisiones tomarán los personajes? ¿Cómo afectarán esas elecciones al destino de la historia? Con múltiples finales posibles, cada función promete ser una aventura diferente, creando una interacción fascinante entre los actores y el público.
Noches de Cortos: Micro Relatos
10 minutos por historia
Una noche ágil donde varias obras breves te llevan por distintas emociones: de la risa a la reflexión en apenas unos minutos. Un recorrido por historias que, aunque breves, logran dejar una huella en el espectador, demostrando que el teatro puede ser tan poderoso en pocos minutos como en una obra extensa.
Música en Escena: Cuerdas y Voces
Música en vivo y Teatro
Un espectáculo donde la música acompaña y transforma cada escena, creando una atmósfera envolvente e inolvidable.
Función Familiar: Mundos Imaginarios
100% de magia para todos
Obras pensadas para que grandes y chicos compartan juntos mundos de fantasía, aventuras increíbles y mucha diversión. Los niños podrán interactuar con los personajes y vivir una experiencia única que les permitirá soñar y explorar nuevos horizontes. Sin duda, una opción perfecta para disfrutar en familia.

Dirección:
Serrano 1139, Villa Crespo, CABA
Teléfono:
+54 11 4774-9081
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