Dragón Verde Edición Especial Noviembre 2022

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Director

Daniel A. Penagos-Betancur Isildur

Ilustración de Portada Fredy Jaramillo Serna

Maquetación

Juan Fernando Salazar Beleg

Artículos

Jorge Luis Bueno Alonso (España)

José Anido Rodríguez (España)

Fernado Frías (España)

José Manuel Ferrández-Bru (España)

Mónica Sanz (España)

David Bernabé (España)

Iván Parro (España)

Gianni Bosio (Perú)

Marco Antonio García Jarillo (México)

Francisco García (Perú)

Nicolás Díaz Loaiza (Colombia)

Jorge de la Vega (México)

Edgar Giovanni Pinto Peredo (Bolivia) Medardo Maza Dueñas (México)

Libertad Tello (México)

Editorial 1

Presentación 3

La épica del inglés antiguo y el legendarium de Tolkien: Replicas culturales del mundo anglosajón (450-1066)en la construcción de la cultura de Rohan en The Lord of the Rings 4

Elrond antes de ser Elrond: usos y abusos del Legendarium 6

Un Hobbit en Suiza: El viaje de Tolkien en 1911 8

El primer trabajo de J.R.R. Tolkien: Experiencias en Francia vividas a su viaje de 1913 10

Coloquios 13 El Herrero de Wootton Mayor 16

Los textos e ilustraciones pertenecen a los autores, que conservan todos sus derechos asociados al © de su autor. El autor, único propietario de su obra, cede únicamente el derecho a publicarla en Revista Dragón Verde para difundirla por Internet en formato pdf o epub y ocasionalmente por medio impreso en cantidades limitadas.

Lothlórien por Fredy Jaramillo Serna AVISO LEGAL
@orodruinstco sociedadorodruin @orodruinstco
ISSNe
ISSN 2711-3973
2711-3965 orodruinmedellin@gmail.com

Editorial

Por primera vez en siete años nuestro Dragón Verde tiene un suplemento. Algo del tipo debería venir de forma especial y creo que el III Seminario Tolkien: La Tierra Media en Profundidad es la mejor oportunidad. Por si no lo saben, nuestro evento fue ganador este 2022 de la Convocatoria de Fomento y Estímulo para el Arte y la Cultura de la Secretaría de Cultura Ciudadana de la ciudad de Medellín. Este año era un doble reto el evento: presentarlo formalmente ante las entidades culturales de la ciudad de Medellín y ejecutarlo de la mejor manera y haciendo gala de todo lo que hemos construido con el correr de los años. Creo que ambos objetivos se lograron.

Esta edición especial de Dragón Verde incluye un resumen de las charlas dadas durante el evento, tanto de las charlas magistrales dadas por nuestros invitados de lujo, como las dadas en el coloquio por los compañeros tolkiendili que aceptaron nuestra invitación a participar en el evento.

Además, esta edición especial incluye la adaptación El Herrero de Wooton Mayor, cuento de Tolkien y que Alejandra Betancur tuvo la gentileza de preparar para la Fiesta de los Veinticuatro con el fin de narrar a los asistentes del evento. Este es un ejercicio para acercar la obra de Tolkien y el género a los más pequeños de la casa desde la oralidad con el fin de mostrarles que Fantasía siempre será un lugar en el que serán bien recibidos y al que aún le quedan muchas cosas por descubrir.

Como si todo esto fuera poco, nuestro suplemento viene con portada de Fredy Jaramillo, un viejo y buen amigo de la STCO que ha publicado su trabajo en nuestras páginas en varias ocasiones, que ya había prestado su trabajo para la portada del número ocho de nuestra publicación y que ahora exhibe su trabajo en portadas de libros al otro lado del mar. Esperamos tenerlo más tiempo por acá a la par que su trabajo conquista el mundo.

El III Seminario Tolkien: La Tierra Media en Profundidad no hubiera sido posible sin ninguno de los implicados en él, así que es bueno comenzar dando las gracias: A Martin Simonson, profesor de la Universidad del País Vasco, miembro honorario de la STCO, mi amigo y desde hace algunos meses mecenas, por haber creído en el Seminario Tolkien desde el día cero y que este año, de nuevo, nos dio su confianza y ayuda en la ideación. Una idea no es poderosa por ella, sino por quien cree en ella.

A todos los panelistas que aceptaron la invitación: Jorge Luis Bueno Alonso, Mónica Sanz, David Bernabé, Iván Parro, Gianni Bosio, Marco Antonio García Jarillo, José Anido Rodríguez, Fernado Frías, Francisco García, Nicolás Díaz Loaiza, Jorge de la Vega, Edgar Giovanni Pinto Peredo, Medardo Maza Dueñas, Libertad Tello, José Manuel Ferrández-Bru. Todos se han lucido durante estas jornadas.

A nuestros colegas y amigos de las Sociedades Tolkien hispanoamericanas: México, Perú, Bolivia y España. Su apoyo ha sido fundamental en todo el desarrollo del evento.

A todos los asistentes por aceptar el llamado y por disfrutar del evento. Sin ustedes esto no hubiera sido posible.

A mis compañeros de batalla: Juan Fernando Salazar, Beleg y Juan Carlos Echeverri, Sam por no titubear ante los retos, por las trasnochadas pensando actividades, diseñando o leyendo propuestas.

Gracias a todos por venir a decir que sin duda #TolkienHablaEspañol.q

Daniel A. Penagos-Betancur, Isildur Elendion. Director Stco

III Seminario Tolkien:

La Tierra Media en Profu ndidad

Org aniza

14 y 15 de octubre de 2022

Proyecto g anador de la Convocatoria de Fomento y Estímulos para el Ar te y la Cultura 2022. Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín

Presentación

La obra de Tolkien ha mostrado con el correr de los años que sigue vigente y que sigue dando frutos en el terreno fértil donde una vez fue semilla. El Legendarium ha sido punto de partida para que académicos de todo el mundo desarrollen sus estudios con el fin de dar luz sobre la obra desde otro punto de vista nunca antes abordado.

En las dos ediciones anteriores de nuestro Seminario Tolkien tuvimos la fortuna de explorar las fuentes mitológicas como punto de partida sobre el que Tolkien construyó su obra y el legado de esta en los medios, tanto literarios como musicales, artísticos, audiovisuales e incluso en el mundo de los videojuegos. Ha llegado la hora de que abramos un espacio en el cual podamos disertar sobre la obra per se. Sobre los habitantes de la Tierra Media, sus costumbres, sus lenguas y el contexto histórico sobre el cual se desarrolla. Esta es la premisa principal del III Seminario Tolkien: La Tierra Media en Profundidad, una idea liderada por la Sociedad Tolkien Colombia Orodruin que busca ser un punto de encuentro para todos los seguidores de la obra de Tolkien en habla hispana.

Ejes temáticos:

1. Contexto histórico: Análisis que incluyan tanto la obra, como sucesos históricos que sean importantes para entenderla.

2. Personajes y lugares: Análisis textuales de la obra de Tolkien que involucren personajes, tramas o lugares.

3. Lenguas: Análisis sobre las lenguas usadas en la Tierra Media, como eje fundamental de la creación del Legendarium.

La épica del inglés antiguo y el legendarium de Tolkien: Replicas culturales del mundo anglosajón (4501066)en la construcción de la cultura de Rohan en The Lord of the Rings

La obra literaria de John Ronald Reuel Tolkien ha sido objeto de numerosos estudios —todos ellos de muy diversa índole— a lo largo de los últimos tiempos, y su capacidad creadora, tanto en la ficción como en los estudios filológicos, está fuera de toda duda. Hace ya más de una década yo mismo exponía en un trabajo anterior (Bueno, 1996) que no dejaba de ser curioso que un aspecto tan evidente de su obra y de su vida, como el de las relaciones entre ambas disciplinas, hubiera sido en conjunto tan poco tratado por la crítica. Afortunadamente, con el paso del tiempo, esto ha ido mejorando tanto en el entorno académico como fuera de él. Eventos como este son una buena prueba de ello. Sin embargo, esto a veces parece olvidarse. Sigo muy sorprendido, como lector de Tolkien y como filólogo especialista en los estudios medievales ingleses, por la estrecha relación existente entre la obra tolkiniana de ficción y sus estudios sobre lengua y literatura medieval, es decir, entre el Tolkien filólogo y el Tolkien escritor. Ya decía Humphrey Carpenter (1989: 136) que:

if you are primarily interested in Tolkien as the author of The Lord of the Rings , you may take fright at the prospect of a chapter that discusses ‘Tolkien the scholar and the teacher’. Expressed in that fashion, it certainly sounds very dull. So the first thing to be said is that it is not dull. There were not two Tolkiens, one an academic and the other a writer.

They were the same man, and the two sides of him overlapped so that they were indistinguishable- or rather they were not two sides at all, but different expressions of the same mind, the same imagination.

Comparto por completo esta afirmación de Carpenter. No creo que estas dos vertientes estuvieran separadas en el quehacer de Tolkien, ni creo que existieran dos facetas en él. Cuanto más releo su obra y más profundizo en la literatura del periodo medieval inglés, más convencido estoy de ello. Mi intención es intentar seguir demostrando, en el espacio de esta conferencia, que el carácter filológico de Tolkien estaba interrelacionado de tal manera con su obra literaria que hacía proceder ambos discursos de un mismo interés por la literatura medieval. Vamos a tratar de ver como influyeron algunos aspectos filológicos en la obra de Tolkien, y en concreto, cómo podemos hablar de auténticas réplicas culturales del mundo anglosajón en la construcción de su obra literaria.

Cuando se quiere analizar la obra de John Ronald Reuel Tolkien desde un punto de vista literario se pueden adoptar múltiples perspectivas. No importa cual sea la opción escogida, creo que nunca debemos olvidarnos de tener en cuenta el claro influjo que su conocimiento profesional de la literatura del inglés antiguo y medio ejerció sobre el diseño y la creación de su ficción literaria. Dejar a un lado este tema sería un error crítico

Charla Magistral Viernes 14 de Octubre de 2022
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Jorge Luis Bueno Alonso(España)

terrible. En ocasiones, lo que Tolkien quería recrear tenía una intención más ambiciosa y de un mayor envergadura que iba más allá de la referencia lingüística a un ítem léxico determinado o de la mención genérica de un clásico locus amoenus tradicional en narraciones épicas de la antigüedad. Tal es el caso de Rohan, uno de los múltiples reinos que conforman la geografía de la Tierra Media en The Lord of the Rings .

En su obra previa de ficción, The Hobbit , se podría establecer una conexión muy clara con la literatura anglosajona que afectaba de un modo general toda la historia. The Hobbit está lleno de rasgos literarios del inglés antiguo en los que se puede ver con claridad la indivisibilidad entre el Tolkien académico y el Tolkien escritor de historias profundamente enraizadas en la tradición lingüística y literaria que tanto adoraba. Conceptos tales como la aristocracia, el coraje, la lealtad al líder, la venganza, el destino, el comitatus , las armas, los banquetes, los tesoros, los acertijos, los kenningar, las fórmulas fijas, etc., eran elementos tomados de la literatura anglosajona que construían una buena parte —si no su totalidad— de la arquitectura temática del mundo conceptual de The Hobbit . Además, las referencias a la poesía gnómica y elegíaca, a los ritos funerarios germánicos o al exilio, contribuyen a caracterizar a The Hobbit como una novela muy conectada con el mundo de la Inglaterra anglosajona.

Si The Hobbit tiene una clara influencia del mundo anglosajón y The Silmarillion constituye su homenaje particular a los mitos de creación escandinavos, está fuera de toda duda que su obra maestra, The Lord of the Rings , contiene su homenaje más personal a la literatura inglesa medieval, tanto como filólogo y académico, como escritor y narrador de talento. En esta novela hay multitud de referencias a la literatura medieval en general. Entre tal cantidad de influencias y alusiones —todas ellas igualmente interesantes para el investigador de la

edad media—, la que en mi opinión contiene la más importante imagen de anglosajonismo que posee la novela. Quizás Rohan sigue el camino trazado por The Hobbit , en lo que se refiere a influencia del inglés antiguo, pero sin duda es una imagen mejor construida e insertada en la arquitectura narrativa de la novela.

El caso de Rohan es particularmente interesante y relevante porque podemos trazar un paralelismo casi completo entre el mundo anglosajón y los rasgos culturales que definen Rohan. Las características que lo definen como civilización constituyen un reflejo del mundo de los anglosajones casi a todos los niveles. Se perciben no solo referencias lingüísticas sino también réplicas culturales provenientes de la concepción anglosajona del mundo. El objetivo de la charla es intentar esquematizar estas referencias y replicas, y para hacer esta labor más sencilla y clara, ordenaré los comentarios en relación al sub-campo de los estudios anglosajones con el que tengan más relación: literatura; obras y temas, lengua, historia y cultura, arquitectura y arte. q

Charla completa disponible en : https://youtu.be/iulEll1DRw8

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Elrond antes de ser Elrond: usos y abusos del Legendarium

¿Quién es Elrond? ¿Es válida la imagen del sabio señor de los elfos que preside el concilio de los pueblos libres en el capítulo segundo del segundo libro de El Señor de los Anillos? ¿Podemos esbozar siquiera una biografía de este personaje a partir de todos los textos disponibles provenientes de la pluma del Profesor? No otra cosa encontramos, por ejemplo, en la Complete Guide of Middle-earth de Robert Foster, una obra fundamental para tener una visión coherente de los distintos elementos que conforman el universo creado por Tolkien. Si acudimos a esta guía a consultar las entradas de “Elrond” o “Rivendell”, nos encontraremos con todos los datos que, seguro, conservamos en la memoria: Elrond, el semielfo, hijo de Elwig y Eärendil, esposo de Celebrían, padre de Elladan, Elrohir y Arwen, fundador del refugio de Imladris, de Vallehendido, tras la caída de Eregion, portaestandarte de Gil-Galad, portador de Vilya. Pero, una vez más, surge la pregunta: ¿esta imagen aproblemática responde a la realidad de las distintas obras en las que aparece nuestro personaje? Dirijamos nuestra mirada a la primera novela publicada en la que aparece Elrond: El Hobbit. En el capítulo tercero (párrafos 12-26), Gandalf, Bilbo, Thorin y su compañía son recibidos en Vallehendido por los elfos quienes, mientras cantan, los encaminan a traspasar el río y llegar a cenar a la casa de Elrond. Los elfos no cruzan el puente. Esto puede resultar sorprendente y suscitar la inocente pregunta de cuándo van a cenar estas criaturas, o si ya lo han hecho. El problema se soluciona en parte si consideramos que en Vallehendido hay dos espacios diferentes: el de los elfos del valle que viven a un lado del río, y la casa de Elrond, señor de un pueblo de hombres. Esto es contrario a una interpretación, digamos canónica, que trate de armonizar todos los textos del Legendarium

Siguiendo a Umberto Eco en Lector in fabula, el

texto es un mecanismo perezoso que descarga parte del trabajo en el lector, en su interpretación, es decir, la actualización semántica del texto a partir de las instrucciones presentes en él. El propio J. R. R. Tolkien, en el prólogo a la segunda edición de El Señor de los Anillos, defiende la aplicabilidad (¿la interpretación?) como ejercicio de la libertad del lector (frente a la alegoría como dictadura del autor). El autor cuando subcrea realiza dos tareas distintas al mismo tiempo: una es la escritura, es decir, fijar por escrito aquel mundo que su mente ha imaginado; otra interpretar ese propio texto, lo que hace, en principio, desde esa visión original. Esta segunda operación es reproducida con libertad por el lector al enfrentarse al texto. La interpretación del autor es una interpretación autorizada, sin embargo, no puede imponerse sin más sobre el lector. Este debe realizar su propio proceso que, en ocasiones, irá en contra de la visión del autor. La subcreación solo alcanza su perfección de la mano del lector que se convierte así en cocreador junto con el autor.

En el caso de El Hobbit, además, ¿qué interpretación del autor deberíamos seguir? ¿La de 1937, la de 1951, la de 1966? Corey Olsen, en su Exploring J. R. R. Tolkien’s “The Hobbit”, propone tres etapas posibles en la interpretación de esta obra: de 1937 a 1951, la primera edición en solitario; de 1951 a 1954, la segunda edición en diálogo con la primera a través de los cambios introducidos; y de 1954 en adelante, con la aparición de El Señor de los Anillos, la tercera edición de El Hobbit, El Silmarillion y la obra editorial de Christopher Tolkien, y, por supuesto, la gran masa de la obra derivada (en especial, las trilogías de Peter Jackson y, ahora, la nueva serie de Amazon). Esta división, que en general hacemos nuestra, apunta otra realidad también señalada por Eco: el lector no realiza su labor hermenéutica y subcreativa en el vacío, en un solitario baile con

Charla Magistral Viernes 14 de Octubre de 2022
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la obra. Su experiencia lectora previa, sus expectativas, sus relaciones con otros lectores y con las producciones audiovisuales configuran su modo de ver el mundo y otros textos (Eco, 16).

Si nos dejamos llevar por todo este material, corremos el riesgo de ignorar las peculiaridades de la obra que tenemos delante. O de analizarlas de modo restrictivo para que encajen con las otras partes de la obra conocida del autor. Veamos cómo un análisis de El Hobbit puede mostrarnos un Elrond diferente del canónico que esbozamos al principio siguiendo a Foster.

Distingamos entre el capítulo tercero y decimonoveno y las menciones aisladas en otros capítulos. Comenzando por estas últimas: Vallehendido solo aparece nombrado una vez en el capítulo segundo, y Elrond nueve veces en los capítulos segundo, cuarto, sexto, séptimo y decimoprimero (es jefe de un pueblo, un sabio conocedor de runas, un vigilante frente a los trasgos, y un buen amigo que da refugio). En ninguna de estas apariciones se menciona la raza a la que pertenece.

El capítulo tercero transcurre en un valle construido de palabras: A-B-CB'-A' (llegada al valle, encuentro con los elfos junto al río, estancia en la casa de Elrond, encuentro con los elfos junto al río otra vez, y marcha del valle). Los espacios son distintos: los elfos cantan y bailan al lado del agua, en la casa se canta y se cuentan historias. Incluso la intención de Bilbo de consultar a los elfos se muestra como algo diferente de consultar a Elrond. La presentación de este último también apunta en esa dirección: es un amigo de los elfos (H, III.28), en su descripción se antepone un comparativo “como” (H III.29), y se preocupa por la ciudad de Valle, una ciudad humana (H, III.36). Es cierto que a la hora de hablar de su estirpe y parentela (H, III.28.31) se alude a los elfos y a los héroes del Norte, pero en estos textos no se indica que sea un elfo por elección o un semielfo. En definitiva, aparece descrito como un hombre.

El otro capítulo fundamental es el decimonoveno: el regreso a Vallehendido. En este caso, el texto emplea el término “elfos” en solitario al llegar Bilbo o cuando rondan bajo su ventana; sin embargo, cuando en la misma frase se va a citar la casa, se especifica “elfos del valle” (H, XIX.3.13). Valle y casa son espacios distintos, se puede interpretar que sus habitantes también. En refuerzo de esta

visión, cuando Bilbo es despertado en medio de la noche les da las buenas noches a los elfos por segunda vez (H, XIX.12): según la lógica del texto o esa primera vez tiene lugar a la llegada a la casa de Elrond (H, XIX.3) o resulta implícita en el saludo tras despertarse (H, XIX.10). Si hacemos nuestra la primera interpretación, una vez más encontramos la diferencia de espacios (si optamos por la segunda, no afecta a ninguna de las dos opciones, canónica o no). Además, en este capítulo encontramos algo extraño respecto a lo que pueden ser nuestros conocimientos previos: Gandalf relata a Elrond los sucesos acaecidos con el Nigromante y el Concilio de magos blancos (H, XIX.4). Si esto es así, podemos sospechar que el señor de la casa no participa de ese concilio ni de esa acción. Elrond es un sabio humano que no participa en esas batallas.

Un lector en castellano podrá citar en contra de la argumentación que venimos siguiendo H, XIX.13, donde se hace alusión al regalo que Bilbo realiza “(a)l elfo”. Pero esta es la versión de Manuel Figueroa para la editorial Minotauro, en el texto inglés original esa designación está ausente. El traductor, siguiendo una lógica válida y coherente, ha aplicado a su trabajo el conocimiento global de la obra de Tolkien.

Mi lectura de Vallehendido es la de un espacio límite. Desde ese valle se puede acceder por el camino correcto a las tierras salvajes. En él viven unos elfos junto al río, ahí cantan y bailan. Al otro lado de la corriente, se encuentra la casa del sabio humano Elrond y su gente. Descendiente de los héroes del Norte, altos elfos y hombres, es amigo de los elfos, conocedor de las runas y de los caminos que llevan a través de las montañas a las tierras de la aventura. Este sabio reside en su acogedor hogar y hacia él deben llegar las noticias de lo que ocurre más allá (como la lucha contra el Nigromante). Esta interpretación difiere bastante de una visión que trate de armonizar todos los textos. La Tierra-media necesita lectores que interpreten y la re-creen. En esta tarea, debemos evitar pasar por encima de las diferencias entre las distintas versiones. La atención al texto que tenemos delante nos permite apreciar sus particularidades y ejercer con libertad nuestra propia labor subcreactiva. El Legendarium del Profesor nos ofrece una variedad que nos puede proporcionar una Tierramedia, rica, multiforme, no la desaprovechemos uniformándola.q

Charla completa disponible en : https://youtu.be/pn-vChtGARc

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Un Hobbit en Suiza: El viaje de Tolkien en 1911

En agosto de 1911 un variopinto grupo de viajeros ingleses, “del tamaño poco más o menos del de El Hobbit ”, recorrió la parte central de Suiza. A veces a pie, otras en tranvía o en diligencia tirada por caballos, el grupo admiró las montañas, recorrió los valles, sufrió tormentas alpinas, se enfrentó a desprendimientos y vivió una experiencia inolvidable. Tan inolvidable que, años después, uno de aquellos viajeros, J. R. R. Tolkien, reflejó muchos de esos paisajes y vivencias en sus obras.

La influencia de algunos paisajes suizos en la obra de Tolkien ha sido siempre bastante conocida. Él mismo la dejó muy clara en su famosa acuarela representando el valle de Rivendel, que es un calco del valle de Lauterbrunnen, en los Alpes Berneses. En una carta a su hijo Michael, fechada en 1968, también describe los picos de la Jungfrau, una montaña del macizo central de los Alpes, como las montañas de Moria: “Dejé el panorama del Jungfrau con profunda pena: nieves eternas sobre una eterna

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luz de sol, y el Silberhorn recortado sobre un profundo azul: la Silvertine (Celebdil) de mis sueños”.

Pero a pesar de estas y otras alusiones, el viaje de Tolkien a Suiza no parece haber despertado mucho interés en los investigadores hasta tiempos muy recientes. Parte del problema es, sin duda, que hasta hace poco la única fuente documental sobre el viaje eran dos cartas de Tolkien que aportaban algunos detalles, pero no describían el trayecto completo, que el propio autor reconocía no recordar con claridad.

En 2008 las cosas parecieron mejorar gracias a la aparición de las memorias de otro de los viajeros, Colin BrookesSmith. Pero Colin tenía diez años cuando realizó el viaje y escribió sus memorias más de medio siglo después, por lo que resultan aún más fragmentarias y llenas de errores que las de Tolkien.

Pero hay otro problema: los pocos investigadores que se habían interesado por el viaje no conocían Suiza. Habían manejado algún mapa, claro, pero les faltaba un conocimiento más directo de la orografía suiza, imprescindible para darse cuenta de qué trayectos eran posibles y cuáles no y así reconocer y descartar los errores de los relatos y reconstruir un itinerario razonable.

En mi caso mis vinculaciones familiares con Suiza y los muchos viajes de vacaciones allí sí que me habían proporcionado ese conocimiento, y mi cariño hacia aquel país y hacia la obra de Tolkien me llevaron a investigar el viaje. No fue fácil: descubrí, por ejemplo, que Colin Brookes-Smith había escrito otra versión de sus memorias, contradiciendo en parte la que ya se conocía y complicando más la investigación. Tampoco fui capaz de encontrar ninguna pista sobre el regreso a Inglaterra, que sigue siendo una incógnita. Y tengo serias dudas acerca de algunos de los lugares que Colin asegura que visitaron.

Pero, en fin, con los relatos de los viajeros y un poco de especulación lo

mejor fundada posible fui capaz de reconstruir un itinerario probable, que ha sido bien acogido por los expertos en Tolkien, hasta el punto de ser la base de obras como la reciente Switzerland in Tolkien’s Middle Earth , de M. S. Monsch.

La ponencia relata ese itinerario, los paisajes que disfrutaron Tolkien y sus compañeros y, muy especialmente, los lugares que acabó reflejando en sus obras. A manera de resumen presento dos mapas: el primero delimita la región que visitó Tolkien en 1911, el segundo mapa ofrece el itinerario conocido del viaje, una propuesta sobre la forma de completar el viaje y un último tramo hecho posiblemente en tren. q

Charla completa disponible en : https://youtu.be/GNbTOBfH58g

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El primer trabajo de J.R.R. Tolkien: Experiencias en Francia vividas a su viaje de 1913

Si algo caracteriza el periodo formativo de Tolkien es lo importante que resultó como germen intelectual para el desarrollo de sus afinidades estéticas que finalmente dieron lugar a su creación. Por ello, resulta una interesante pesquisa tratar de encontrar aquellos aspectos de su entorno, en particular de los años de su infancia y juventud, especialmente los previos a la Primera Guerra Mundial, que condicionaron a Tolkien y ayudaron a conformar sus gustos e inspiraciones, todo ello circunscrito en una época de la historia contemporánea particularmente interesante y cuyas singularidades tampoco deberían pasarse por alto.

En este contexto, el año 1913 fue muy importante para Tolkien desde un punto de vista personal, ya que en enero alcanzó la mayoría de edad, lo que le permitió poder tomar una serie de decisiones que hasta entonces habían estado supeditadas al criterio de su tutor legal, el Padre Francis Morgan. De este modo, Tolkien retomó su relación con Edith Bratt tras tres años de separación y se vio en la necesidad de plantearse la cuestión de obtener eventuales ingresos económicos si quería que la relación pudiera fructificar a largo plazo.

Por entonces, el futuro profesor no tenía profesión y ni siquiera había terminado sus estudios. Lo cierto es que nunca había trabajado ni ganado su propio dinero, sino que vivía gracias a una beca y a la ayuda del Padre Francis. Seguramente el reinicio de la relación fue el factor clave que llevó a Tolkien a dar lo mejor de sí mismo en Oxford e incluso a buscar opciones para ganar algo de dinero. Sin

embargo, a pesar de que era un joven educado, estudiante en una universidad tan prestigiosa como Oxford, había pocos trabajos prácticos para él.

Todo ello, le llevó a implicarse en una de las peripecias más accidentadas de toda su vida que, por otro lado, fue una de sus más importantes experiencias vitales hasta ese momento y que, como anécdota, lo volvió a conectar con el mundo hispano, con el que ya tenía cierto contacto a través de su tutor. Así, en estas circunstancias Tolkien consiguió un trabajo como preceptor de tres jóvenes para unas vacaciones en París durante el verano. Con ellos viajarían dos de las tías de los chicos, miembros todos ellos de una acaudalada familia mexicana.

La tarea de Tolkien consistía en guiar y acompañar a los chicos en sus excursiones y actividades, pero además le permitió viajar de nuevo al extranjero (solamente había viajado fuera del Reino Unido una vez) y conocer Francia de primera mano. En su favor estaba el conocimiento que Tolkien creía tener tanto del francés, aprendido con su madre, como del español, adquirido de forma casi clandestina con la lectura de las obras en castellano presentes en la biblioteca de su propio tutor.

Los jóvenes mexicanos se llamaban Ventura, José Pablo y Eustaquio Martínez del Río Bermejillo y tenían respectivamente diecisiete, trece y once años. Al menos los dos hermanos mayores deberían desenvolverse perfectamente en inglés, pues procedían del internado católico inglés de Stonyhurst en Lancashire, al

José Manuel Ferrández-Bru (España) Charla Magistral Sábado 15 de Octubre de 2022
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que su hermano pequeño, llegado desde México a París, se uniría después del verano. En cuanto a las tías, ellas eran Ángela y Julia Martínez del Río Pedemonte, hermanas del padre de los niños. Ambas eran viudas y, de hecho, Julia acababa de perder a su marido.

Los chicos eran huérfanos desde muy temprana edad. Su madre, Rosa Bermejillo Martínez-Negrete, falleció prematuramente en 1905 con apenas treinta y seis años, mientras que su padre, Ventura Martínez del Río Pedemonte, falleció en 1906 a consecuencia de una dolorosa afección renal. Ambos progenitores eran descendientes de dos ilustres familias enriquecidas gracias a diversas iniciativas comerciales.

Los Martínez del Río pasan por ser uno de los más destacados linajes de la historia de México. Vinculados a la historia moderna de México e implicados al más alto nivel en el devenir del país, de modo que, a pesar de ciertos momentos de dificultad, siempre estuvieron entre las élites económicas y sociales. Respecto a la rama materna de los chicos, tanto los Bermejillo como los MartínezNegrete fueron dos familias españolas establecidas en México en los albores de su independencia, en las primeras décadas del siglo XIX, y unidas tanto por los negocios como por matrimonios. Aparte de acumular tierras, emprendieron otras actividades comerciales vinculadas a la industria textil, a la minería y también a la banca. En cualquier caso, eran familias extraordinariamente pudientes y junto a los Martínez del Río conforman una perfecta muestra de las clases más pudientes del México del momento.

En estas condiciones, y dado el poco bagaje social de Tolkien y lo alejado que estaba de las élites aristocráticas y económicas, se desconoce cómo pudo conseguir este trabajo. Una primera posibilidad de conexión, surge a través de Pablo Martínez del Río Vinent, primo de los chicos, quien era alumno en Oxford al mismo tiempo que Tolkien, y que con los años se convertiría en uno de los más importantes antropólogos de México. Se da la circunstancia de que los dos eran católicos (una minoría en la universidad) y es plausible, por ello, que ambos se

conocieran y tal vez Pablo le hablara de la necesidad de un tutor para sus primos y tías en el viaje a París.

En todo caso, parece más lógico que la tarea de buscar acompañante para los chicos debiera corresponder a su “tutor educativo”, una persona nativa de cierta solvencia, contratada para que se encargara de administrar los asuntos relacionados con el día a día de la educación de los jóvenes. En el caso que nos ocupa, esta labor la desempeñaba Francis M. Killion, radicado en Chiswick, al oeste de Londres. Killion, de origen irlandés y católico, había actuado como delegado de las familias de muchos jóvenes extranjeros mientras estudiaban en el Reino Unido, buena parte de ellos de origen hispano. La conexión de Killion con Tolkien podría venir a través del Padre Francis. Él y Killion tenían una edad semejante e intereses comunes y además compartían credo religioso. Es posible, por tanto, que ambos se conocieran y entonces puede que Tolkien tuviera acceso al trabajo a través de su propio tutor.

También, existe una tercera posibilidad más intrincada y, de nuevo, a través del Padre Francis. La mejor amiga de la madre del sacerdote, de nombre Catalina des Fontaines Barron, estaba emparentada con Eustace (Eustaquio) Barron, empresario establecido en México y con una cercana relación con los Martínez-Negrete, al punto de que uno de los chicos del viaje le debía su nombre de pila, por lo que el contacto pudo venir a través de este vínculo.

Sea como fuere, durante el mes de julio de 1913 Tolkien y Killion entraron en contacto y se establecieron las características generales del viaje. De este modo, se marcó la fecha y lugar de inicio del mismo: el 29 de julio en la estación londinense de Charing Cross. Este fue el inicio de una aventura de dos meses en la que además tendría lugar un trágico acontecimiento con la muerte de una de las tías en un accidente de tráfico.

El viaje se caracterizó por la falta de preparación y por altas dosis de improvisación. De hecho, una circunstancia que llamó la atención a Tolkien, nuevo en este desempeño y es de suponer que algo

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nervioso precisamente por su bisoñez, fue la ausencia de indicaciones claras sobre cómo gestionar su trabajo. La prueba de todo ello se puso de manifiesto al llegar a París cuando descubrieron que el hotel donde pensaban alojarse ya no existía.

En todo caso, el viaje fue desarrollándose con cierta normalidad y durante diez días completos, Tolkien acompañó a sus jóvenes discípulos en París. Muy pronto fue consciente de sus limitaciones idiomáticas tanto con el francés como especialmente con el español (lo que le frustró enormemente) mientras que el entorno y las diferentes costumbres de los franceses le suponían un verdadero choque cultural, incrementado por sus prejuicios y puede que por su escaso mundo.

A los pocos días empezó a dibujarse la posibilidad de abandonar la capital para visitar otros rincones del país y las tías comenzaron a pensar en planear una escapada en tren a la región de Bretaña, al norte del país. En un principio a Tolkien no le desagradó la idea, en su ingenua aspiración de que el viaje le permitiría conocer aquella zona tan emparentada en sus orígenes con territorios que despertaban su interés: tierras celtas de cultos druidas, escenario de tradiciones atávicas y de una cultura ancestral.

Sin embargo, pronto se vio sometido a un baño de realidad cuando se dio cuenta de que el viaje no tenía propósitos culturales, sino específicamente hedonistas, pues su destino fue Dinard, una pequeña población en la denominada Costa Esmeralda, que desde finales del siglo XIX había atraído al incipiente turismo británico en un flujo creciente, en buena medida gracias a los reclamos como sus casinos, balnearios y numerosas playas.

Si Tolkien pensaba que su frustración por no visitar la Bretaña auténtica y tener que conformarse con una ciudad pensada para los turistas era una pequeña catástrofe, lo verdaderamente terrible estaba por llegar, ya que al cuarto día desde su llegada a Dinard, un coche se subió a la acera y arrolló a Ángela, la mayor de la tías, que quedó mortalmente herida y falleció poco después.

Tolkien tuvo que afrontar una situación complicada como adulto al cargo (Julia, la otra tía, se había quedado en París) sobre todo teniendo en cuenta el deseo expresado

por la agonizante accidentada de que sus restos fueran trasladados a México. Después de unas angustiosas gestiones y un incierto horizonte, pues se llegó a plantear que Tolkien acompañará a los chicos de vuelta a México, entonces en plena revolución, finalmente la situación se aclaró. Así, Julia acompañó al cadáver de su hermana de regreso a su patria mientras Tolkien permaneció con los chicos hasta que el curso comenzó en su escuela.

Seguramente buscando una mayor comodidad, al poco tiempo Tolkien y los chicos abandonaron Francia y se dirigieron al Reino Unido. Su destino fue Bournemouth, en Dorset, una ciudad turística en la costa con ciertas similitudes a Dinard, aunque en terreno inglés, lo que sin duda facilitó algunos aspectos como la comunicación y la relativa cercanía con Londres, desde donde partió el tren que finalmente llevó de regreso a los hermanos Martínez del Río a su escuela.

De este modo, tras casi dos meses de tensión constante y trágicas complicaciones inesperadas, la templanza de Tolkien finalmente pudo flojear y las palabras que le escribió a su prometida Edith diciéndole que: “Nunca más, si no estoy en la miseria absoluta, volveré a tomar un trabajo semejante” son un buen indicativo de ello. Es probable que le quedara este regusto amargo de esta experiencia, pero es indudable que este viaje le permitió disfrutar de situaciones impagables y le llevó a relacionarse con una sociedad a la que no había tenido acceso.

La historia no termina con el final del viaje y resulta curioso seguir la trayectoria de los tres chicos que tras su periodo académico regresaron a México y desarrollaron allí su vida, aunque también marcados por la experiencia del viaje a Francia. También es muy llamativa la leyenda familiar entre la familia Martínez de Río acerca de una presunta correspondencia entre Tolkien y Pablo Martínez del Río Vinent que puede que algún día acabe apareciendo y nos aporte una nueva perspectiva sobre algunos aspectos personales de Tolkien.q

Charla completa disponible en : https://youtu.be/p9fhtT4oXnY

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Coloquios

Ejes Temáticos

Conte x to hi stóri co: An ál is is que inclu yan tanto la obra, como sucesos hi stóricos que se an importantes para en te nder la .

Pe rsonaj e s y l ugare s: An ál is is tex tual es de la obra de Tol kie n que in vo lu cren pe rsonajes , tramas o lugares .

Le nguas: An ál is is sobre las len guas usadas en la Tier ra Med ia , como eje f und amen tal de la crea ción del Lege ndariu m.

Viernes 14 de octubre Acertijos en la oscuridad: el mal acecha donde menos se lo espera Mónica Sanz, Sociedad Tolkien Española (España)

J. R. R. Tolkien no es un autor de terror ¿O sí lo es? Hay mucho terror en Tolkien pero, a veces, no es tan fácil de ver como un nazgûl o el propio Sauron. La Tierra Media posee ocultas ramificaciones de terror en los lugares más insospechados: un pantano donde llegan regularmente aventureros, un río cantarín, un bosque en pleno día, una quebrada aparentemente pacífica... El terror enraizado en lo más inocente. Un cuento de hadas o un poema infantil, una sonrisa bondadosa o una tarde bajo los árboles.

¿Te atreverás a explorar este terror oculto, este horror presente en los momentos más inocuos de la obra de Tolkien conmigo?”

Tolkien y el Árbol de Gernika

David Bernabé, Universidad del País Vasco (España)

El presente trabajo considera el histórico Árbol de Gernika, emblema del País Vasco y su pueblo, como posible fuente de inspiración del Árbol Blanco de Númenor. El objetivo de

esta presentación fue mostrar las similitudes (y diferencias) entre ambos árboles, así como manifestar los posibles puntos de contacto entre el autor J. R. R. Tolkien y la historia de España. La aproximación teórica es propiamente historicista. Respecto a la metodología, me apoyo en documentos pertenecientes al autor que evidencian su familiaridad con la historia española, en particular la Guerra Civil (19361939). A su vez, realizo un análisis textual de los pasajes concernientes al Árbol Blanco a la luz de la historia del Árbol de Gernika. Los resultados de este análisis nos permiten apreciar mejor la influencia de hechos históricos situados fuera de las Islas Británicas en la composición del Legendarium; así como ampliar nuestro conocimiento de Tolkien como autor y persona.

Tiempos de paz, momentos de reconciliación: el reinado de Aragorn

Iván Parro Fernández, Sociedad Tolkien Española (España)

Esta ponencia quiere adentrarse en un periodo importante dentro de la Historia de la Tierra Media como es el reinado de Aragorn tras la destrucción del Anillo. Una nueva época se abría en el espacio y en el tiempo y las miradas se dirigían al montaraz regio que llevaría paz y prosperidad por más de cien años a su tierra.

Realizamos un recorrido por su mandato

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destacando algunas de sus aportaciones más importantes y algunos de los momentos y hechos históricos principales, además de explicar cómo influyó dicho reinado en el contexto histórico de la Tierra Media, basándonos en las fuentes y comentarios incluidos en algunos de los textos del maestro.

Fëanor y Walter White: dos caras de la misma moneda

Comunidad del Anillo cuando pasaron entre ambas estatuas.

Es indudable que el camino del villano comprende más etapas que el del héroe. Por tal motivo, Fëanor fue el más talentoso, respetado y el más digno de los elfos hasta que comenzó su declive. Al principio, actuaba como el hombre destinado a convertirse en el mayor artífice de la historia de elfos y hombres. Poseía una gran inteligencia y habilidad sin par.

Asimismo, Feanor poseía un carácter irascible y amenazante, y no creía en las medias tintas. Le tenía rencor a su medio hermano Fingolfin, se consideraba tan digno de alcanzar la gloria que proclamó un juramento en el que todos debían seguirlo; o de lo contrario, atenerse a las consecuencias. En consecuencia, trajo la destrucción de su propia gente y le hacía la guerra a los que se oponían a él.

Cabe mencionar que este camino de autodestrucción es semejante a un virus que arrasa con todo a su paso. Si tuviéramos que hacer una comparación con el personaje Walter White de la serie de AMC, afirmaríamos que se trata del mismo camino que él siguió, ahora como “Heisenberg”, camino que también trajo consigo la ruina de su familia y la de su imperio de la metanfetamina.

Los Argonath son un símbolo del poderío de Gondor en sus años de esplendor. Su arquitectura fue tal que quienes miraban dichos monumentos no comprendían cómo se habían construido. Tenían la función de delimitar el territorio de Gondor y alejar a los enemigos. La Comunidad del Anillo también pasó por ese lugar, y al contemplar su imponencia, Frodo se atemorizó, Boromir se inclinó ante los reyes de antaño y Aragorn se puso de pie en su pequeña embarcación, mirando a sus antepasados, su sangre. Ya no era un montaraz sucio y harapiento. Era un rey que estaba de regreso en casa.

Sábado 15 de octubre Tras la Inscripción del Anillo Francisco García, Sociedad Tolkien Peruana (Perú)

Analizando la inscripción del Anillo elemento por elemento y luego hurgando en las raíces protoindoeuropeas de los cuatro verbos expresados como objetivos específicos del Anillo, nos enteramos, por ejemplo, de la intención de Sauron de “regir” y no solo “gobernar”, hacer que todos (los demás) hagan lo que él considera justo y recto... Y “traerlos” (no atraerlos) a la fuerza a todos los que discrepen con “su” sentido de justicia y rectitud. Vamos, un tirano en toda línea.

La puerta de los Reyes: Los Argonath Marco Antonio García Jarillo (México)

En el universo creado por Tolkien existen construcciones arquitectónicas y fortificaciones maravillosas situadas por toda la Tierra Media. El propósito de esta ponencia fue exponer la historia de uno de estos monumentos: Los Argonath. Se expusieron las razones por las que fue construido, quien estuvo involucrado en su construcción, a quien representan, una breve reseña de la región geográfica donde se erigieron y el gran impacto que tuvo en la

La imaginación no surge del vacío, las ideas que se convierten en grandes historias son producto de lo que el autor es como persona. Es producto del entorno en el que vive, de las personas con las que compartió momentos de su vida, de sus gustos e intereses. El objetivo fue mostrar las principales influencias de la obra de Tolkien, con ejemplos concisos de los libros. Por ejemplo la influencia católica en la creación de Arda y el dualismo luz/oscuridad; o los mitos de Beowulf y Arturo con personajes como Fëanor y Aragorn. Así como también la influencia de sus estudios de lingüística en el desarrollo de nuevos lenguajes y los nombres de

Gianni Bossio, Universidad Ricardo Palma (Perú) Las influencias de Tolkien: De Shakespeare a la Primera Guerra Mundial Nicolás Díaz Loaiza, Universidad Nacional de Colombia (Colombia)
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lugares y personajes del legendarium. Hechos históricos como la revolución industrial y la Gran Guerra también marcarían el tono de escenarios como Mordor o Angband. Tampoco se puede obviar la influencia de Shakespeare no solo en Tolkien, sino en la literatura en general. Estas influencias confluyeron en la mente del profesor para construir una de las obras más importantes hasta la fecha.

El Origen de la Fantasía: Tolkien y sus Fuentes

Jorge de la Vega, Crónicas D&D (México)

La ponencia apunta a un análisis que concatene el contexto histórico, personal y académico de J.R.R. Tolkien con las fuentes históricas, folclóricas y mitológicas que conformaron la base sobre la cual el Profesor erigió su paracosmos, los personajes que lo habitan, y los sucesos que sobre él se desarrollan, desde la creación de idiomas a partir de su pasión personal hasta el anhelo de detallar una mitología endémica para Inglaterra, y el acoplamiento cultural dentro de su mundo fantástico.

Paternidades en Tolkien

Las paternidades son un concepto que se han explorado en el ámbito psicológico ya que hay diferentes estilos de paternidades que se presentan en diferentes tipos de sociedades y sujetos. J. R. R.Tolkien, en algunos de sus personajes, nos muestra modos y modelos de abordar está paternidad y una manera que permite comprender las diferentes ópticas y diferentes matices que algunos de sus personajes pueden abordar para cumplir la función de la que se habla. Esta ponencia exploró algunas características de los personajes que presenta el Profesor, de modo tal que podamos ubicar un poco la función que cumplen en el sistema social en la narrativa,cumpliendo el rol paterno y regulador.

R. R.Tolkien en El Señor de los Anillos combina las explicaciones sucintas y las descripciones sugeridas en pinceladas en una amplia gama de sus personajes, mientras que el mayor detalle de la obra se despliega en torno a los hobbits, primordialmente Sam y Frodo, otorgándole a la narración una cercanía y familiaridad a sus peripecias que y ulteriormente hacen de la obra una novela de hobbits, por hobbits y para hobbits. Visitamos algunos ejemplos concretos concernientes al diseño de la épica: en el el ataque de Weathertop, la cámara de Mazarbul y las trifulcas entre Sam y Gollum en contraste con el Abismo de Helm para verificar este estratégico uso de los detalles descriptivos para generar las imágenes en la mente del lector.

Lenguas de la Tierra Media

Jade Tello, Sociedad Tolkiendili de México (México)

El objetivo es dar a conocer el contexto lingüístico y desarrollo del Legendarium como justificación para la creación de las lenguas élficas, a través de un análisis histórico de la evolución de las lenguas desde una perspectiva interna de la historia (dentro de la ficción). Entre las lenguas que Tolkien inventó solo desarrolló el Sindarin y el Quenya, estas son las que entran en la mitología de la Tierra Media.

El profesor creó su universo literario alrededor de las lenguas que él construyó, para darles un sentido y justificación. Pero no sólo desarrolló una lingüística externa, sino también una lingüística interna; dentro de las historias existe una cultura que se transmitió entre hablantes “ficticios” de la Tierra Media. A medida que Tolkien desarrollaba la lengua en su mente, también lo hacía dentro de la Tierra Media.

La Historia Interna equivale a lo que se conoce como Historia de la Tierra Media, en ella transcurren la mayor parte de las historias que forman parte del Legendarium

La historia de la Tierra Media se creó como justificación para la existencia de las lenguas. Así el Quenya y las otras lenguas sentaron las bases para la creación de nuevos universos fantásticos y verosímiles.

El Detalle Sobre los Hobbits en El Señor de los Anillos

Medardo Maza Dueñas, Sociedad Tolkiendili de México (México)

Esta ponencia trató sobre cómo el estilo de J.

Coloquios 14 de octubre disponibles en https://youtu.be/9Q1IW0hk4Kg

Coloquios 15 de octubre disponibles en https://youtu.be/g2qTYlMHpuQ

Edgar Giovanni Pinto Peredo, Sociedad Tolkien Bolivia (Bolivia)
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El Herrero de Wootton Mayor de J.R.R. Tolkien

Había una vez 1 un pueblo que se llamaba Wootton Mayor, era un pueblo bastante peculiar pues las personas que vivían allí se distinguían por la destreza para realizar sus oficios y por el arte culinario.

Allí había un Cocinero Mayor, él era el encargado de cocinar para cada una de las reuniones y festejos en el pueblo.

En Wootton Mayor, cada veinticuatro años durante el invierno se hacía una fiesta llamada la Fiesta de los Niños Buenos. Era una fiesta muy selecta, por lo que solo se escogían a veinticuatro niños de todo el pueblo para participar de ella.

Ese día también era muy especial para el Cocinero Mayor, pues todos esperaban que se luciera con sus preparaciones. Pero en una ocasión el Cocinero Mayor anunció que se iba de vacaciones y se marchó…

Unos meses después regresó bastante alegre y con un aprendiz, lo cual sorprendió a todo el pueblo. El muchacho era educado, con voz suave, pero todo el pueblo pensaba que era demasiado joven.

Después de tres meses con su nuevo aprendiz, un día el Cocinero Mayor sin más ni más se quitó su delantal y se despidió diciendo: «¡Hasta pronto Alf! Súpleme lo mejor que puedas y dile a todos que me voy y ahora sí no volveré.»

Este acontecimiento alborotó a todos en el pueblo y decidieron acudir a Nokes, el antigüo ayudante del Cocinero Mayor. Nokes quedó muy complacido ya que deseaba el trabajo y por esos días se acercaba la fiesta de los veinticuatro así que había que pensar en la preparación de la tarta y de todo lo que implicaba la Fiesta.

Tenía que pensar cómo la iba hacer, qué ingredientes le iba a poner, cómo sería su

1 Esta fue la versión narrada del cuento durante la Fiesta de los Veinticuatro. Procuré conservar los hechos más importantes de la historia con el fin de hacer amena la narración y apta para los niños, público objetivo de la actividad.

decoración. Nokes pensó que sería buena idea hacerla como un cuento de hadas, con su respectiva hada y un letrero que dijera: “La reina de las hadas”, pero cuando iba a iniciar a hacer la tarta, Nokes se dio cuenta que no tenía ni la menor idea de qué le iba a colocar adentro. Así que recordó que el último Cocinero había dejado una cajita negra donde guardaba todas las especies y otros objetos para realizar las tartas especiales.

Cuando Nokes encontró la cajita se dio cuenta que las especies estaban secas, pero al lado encontró una estrellita diminuta. A Nokes le pareció muy curiosa, pero a Alf, el aprendiz no. —¡Es mágica¡ ¡viene del país de la fantasía! — dijo.

El cocinero se echó a reír y Alf en ese momento le preguntó: «¿Qué va hacer con ella Maestro?» A lo que el Cocinero Nokes respondió: «Colocarla en la tarta.»

Alf fue el que hizo toda la tarta. La preparó, la horneó y la decoró. Cuando los niños la vieron quedaron asombrados: ¡Es preciosa! ¡Parece un cuento de hadas!

El Cocinero les explicó a los niños todo lo que tenía la tarta por dentro y que solo uno podría encontrar una estrellita dentro de ella. Pero cuando todos terminaron de comer su pedazo, ninguno había encontrado la estrella y pensaros que se había ido al país de la Fantasía.

Pasó el invierno y llegó junio...

Un niño se levantó en su Décimo cumpleaños y pensó: “Todo se me parece al reino de Fantasía”. Comenzó a cantar y de pronto la estrella cayó de su boca. El niño la recogió y se la incrustó en la frente. Este niño llegó a ser conocido en el pueblo por su destreza en el trabajo y por ser el hijo del herrero. Disfrutaba cantar mientras hacía su oficio y las personas lo escuchaban con agrado.

El herrero, había visitado al reino de la Fantasía en varias ocasiones y disfrutaba de todo lo que

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Adaptado para su narración por Alejandra María Betancur Pérez

veía allí: sus árboles, flores, lagos, montaña, playas y el mar.

Allí vivió muchos sucesos en muchas ocasiones. En una ocasión vio a unos elfos con espadas y lanzas que de repente empezaron a entonar un himno de triunfo. Ese día, de regreso al pueblo vio a una doncella que le pidió bailar con él. El Herrero muy amablemente lo hizo y cuando terminaron la doncella se agachó y recogió una flor blanca hermosa y se la colocó en la cabeza. Después de su encuentro no recordaba nada al regresar a su pueblo.

Cuando el Herrero llegó al pueblo, salió a su encuentro su hijo, juntos fueron a casa y al llegar, el Herrero guardó la flor en un cofrecito, le echó llave y la guardó. Este cofre pasó de generación en generación y la flor se conservó intacta.

Habían pasado muchos años desde que el Herrero había recibido la estrella en la Fiesta. El aprendiz Alf se había convertido en Cocinero Mayor y ya se acercaba de nuevo la Fiesta de los Veinticuatro.

Pero en ese año el Herrero recibió una visita inesperada que lo escoltó hasta donde la Reina de Fantasía, que resultó ser aquella Doncella con la que había bailado aquella ocasión hacía muchos años atrás. La Reina le dio una misión al Herrero: Debía llevarle el mensaje al Rey de que había llegado la hora y era tiempo de escoger. «¿Dónde está el rey?» preguntó el Herrero. La Reina le contestó: «Pues tendrás que buscarlo tú y lo encontrarás en el lugar más inesperado.»

De regreso al pueblo, el Herrero escuchó unos pasos y junto a él estaba un hombre alto con una capa verde y una capucha. Caminaron juntos un rato y luego, cuando el hombre se quitó la capucha, el Herrero supo que era Alf el Cocinero.

Alf invitó al Herrero a que fueran a la despensa para volver a colocar la estrella en la cajita negra de donde había salido aquella última vez, ya que se consideraba que era hora que la estrellita regresara a su lugar. Los dos fueron a la despensa y Alf le contó que allí era donde su abuelo había colocado la estrellita con la ilusión de que su nieto la obtuviera algún día. El Herrero se quitó la estrella de la frente y por unos minutos tuvo la mirada nublada y no podía ver en dónde debía colocar la estrellita, así que le pidió ayuda a Alf y al colocarla en la cajita, inmediatamente la estrella perdió su brillo y se apagó.

Es extraño, pero Nokes nunca había podido

olvidar aquel suceso con la estrellita en la Fiesta de los Veinticuatro. De esto hablaba con todo el mundo y como Alf sabía que este asunto de cierta forma lo mortificaba, fue y lo visitó. Recordaron aquel acontecimiento incluso con nombres propios de los niños que estaban ese día (Molly, Lily, Harry y por supuesto, el Herrero)… Así que para que se quedara tranquilo, Alf sacó de su capa la cajita negra de las especias y le mostró que allí estaba la estrellita diminuta guardada. Pero también le dijo que era un viejo malagradecido, pues Alf era el que siempre había cocinado por él y Nokes nunca le había agradecido. Además, nunca había aprendido a respetar al Reino de Fantasía y le faltaba un poco de educación.

Nokes empezó a burlarse de Alf pero él le dijo: «¿Tienes un momento para hablar con el Rey de Fantasía?» Nokes se asustó un poco y le pidió que no le hiciera daño. Se quedó dormido en su silla y cuando despertó, pensó que todo había sido un mal sueño.

De nuevo llegó la Fiesta de los Veinticuatro. El Herrero estaba allí con su esposa y estaba muy pendiente de Tim, un niño regordete, torpe para bailar, pero con una voz dulce e incluso muy callado. Cuando llegó la hora de comer la tarta, Tim le pidió al Cocinero un trozo pequeño, pues estaba muy lleno. Mientras los niños comían, el Herrero estaba muy pendiente de Tim y los demás adultos comenzaron a decepcionarse cuando vieron que los niños no encontraban en sus tartas ninguna sorpresa, ni monedas, ni estrella. Pero de un momento a otro Tim empezó a reír y a cantar. Y de esta forma supo el Herrero que Tim era el elegido.

Luego de esto, el Cocinero Alf dijo: «Llegó la hora de partir. Yo regreso a casa, pero les dejo a mi aprendiz Harper.» Los niños despidieron al Cocinero con alegría y le agradecieron la tarta tan linda que había hecho para ellos. Y Harper se comprometió a cuidar cada una de las especias, objetos y pinturas que se empleaban en la realización y decoración de la tarta para la Fiesta de los Veinticuatro.

Y colorín colorado ¡Este cuento se ha acabado!

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