El nuevo libro de poemas de Gladis Carcelén, que ha querido titular, con expresión apasionadamente romántica y, sensiblemente amorosa, "Nuestro Amor no ha muerto", comprende dos partes bien definidas. La primera, recopila poemas de un amor arrebatado, sentido, atesorado, inmortal y quizá, revivido; y la segunda, la dedica a su cosmos más íntimo, ancestral, familiar, que lo llama "mínimo", porque siente para sí, esa grata exclusividad e insustituible presencia de sus seres queridos muy entrañablemente cercanos, como lo son sus hijos.