Expone el problema de los DDY con toda su crudeza al referir que la afección no ha sido erradicada porque las autoridades no han hecho los esfuerzos necesarios, generalmente dando los primeros pasos, pero abandonando posteriormente el control del cumplimiento de las normas propuestas y la educación nutricional de la población, los puntales en que se apoya la solución del problema.