Es posible afirmar que, desde el Congreso de Angostura y por unos dos años más, el proceso político militar que se desenvolvió en Venezuela fue el resultado del enfrentamiento de dos inteligencias poderosas: Morillo y Bolívar.
Existía, sin embargo, entre ellos, una señalada diferencia pues mientras Morillo se mostraba día a día más preocupado y pesimista por las resultas de lo que estaba haciendo para Bolívar el entusiasmo del triunfo crecía.
En Bolívar existió plena convicción acerca de la existencia de un vínculo estrecho, inevitable por razones geopolíticas y militares, entre el estado político de Venezuela y el de la Nueva Granada.