2 minute read

HABLEMOS DE PATENTES Y MARCAS

Para obtener un empleo, hoy en día se requiere de muchas habilidades que antes no se solicitaban, como el dominio de idiomas, o el manejo profesional de programas programascomputación

Entre al mundo de las invenciones, los registros de patentes y marcas, allá por los inicios de los años 90 del siglo pasado. Un mundo fascinante de conocimiento.

Como todo ser humano, buscamos el bien vivir más la manera de obtener los conocimientos y recursos que nos permita sostenernos, dar educación, alimento y techo a los nuestros.

En el ámbito laboral cada persona tiene a bien elegir entre emplearse y/o poner su negocio. Para obtener un empleo, hoy en día se requiere de muchas habilidades que antes no se solicitaban, a saber, dominio de idiomas, manejo profesional de programas de computación, proactividad, conocimiento general de los diversos departamentos de la empresa en la que se trabaja y muy importante la mejora continua, por mencionar algunas.

En el caso de emplearse, se debe tomar en cuenta que la tecnología dejará cada vez menos espacio para quienes soliciten un puesto de trabajo. Por tanto, considero, es básico en estos tiempos pensar en crear tu propio negocio/empresa que te permita obtener los ingresos necesarios para vivir.

Si se inicia un negocio propio es necesario tener:

- Valor para hacerlo

- Saber que se fracasará una y otra vez

- Tener la entereza de seguir y aprender de los fallos

- Documentarse en el giro en el que se pretende iniciar el negocio

- Ser disciplinado en el tiempo y las finanzas

- Solicitar asesorías (hay por miles y gratuitas en temas tan importantes como contabilidad, administración, recursos humanos

- Buscar y obtener las certificaciones que apliquen a lo que haces

- Si vas a fabricar algún producto o implementar un servicio, ocúpate de conocer y tramitar las marcas, patentes, modelos de utilidad, registros, derechos de autor según sea el caso.

Un evento real que me llena de orgullo: Habiendo obtenido la condecoración de representar a México como empresario del año ante diversos empresarios de América, me convocan en Santiago de Chile para dar una conferencia a estudiantes de universidad y preparatoria. Estando en el precioso recinto de la universidad, al pie de la cordillera de los Andes, montañas pletóricas de blanca nieve, su servidor estaba embelesado ante portentoso espectáculo visual. De frente, ante los escolapios universitarios de diversas carreras, les compartí la experiencia de ser empresario, de obtener patentes, de exportar, etc.

Entre la multitud de ellos, en el teatro donde se dio la conferencia, una voz masculina dijo ¡¡SON MUY CARAS LAS PATENTES!! Sorprendido y a la vez dando gracias de que alguien de ellos se atreviera a hablar y no pasar de oyente ante una conferencia más, le contesté a “bote pronto” lo siguiente…. ¿Qué tipo de bicicleta tienes? ¿Qué marca de automóvil tienes? Respondió así la novia…tiene una Bennoto de 10 velocidades de pista y tiene un Mazda. ¡Pum! Saboreando la importancia de la valiente respuesta de la novia, le dije al interesado compañero: ¡VENDE TU BICI! Con ese dinero sacas una patente.

Pasado el tiempo y después de dos o tres años, recibí una llamada desde Chile: “Hey profe, he obtenido mi patente, gracias por el consejo. Acá entre mis compañeros se ha hecho famosa la frase dicha por Usted ¡VENDE TU BICI!

Así que me congratula decir que no todo es inventado en el extranjero. Que además de ser inteligente y preparado, se requiere entereza, constancia y agallas para lograr crear algo sea producto, servicio o sistema; costearlo y comercializarlo en tu país, en el extranjero, ampliar tu portafolio de productos, franquiciar y ya estando en ese momento, compartir con todo el mundo el conocimiento adquirido.

Y si además, como me ha sucedido a mí, te diviertes en el trayecto, compruebas que no era imposible, que realizaste tu sueño, que generaste empleos, que cumples con las ODS del pacto mundial contra el cambio climático. El conocer y entablar relaciones de amistad y negocios con personas de variadas profesiones, aquilata el valor del tiempo, la lealtad y honestidad de los más con quienes te relacionas y un sinfín de bendiciones que se atraen por ser un ente de creación, liderazgo y esperanza.

This article is from: