Cachí : leyenda y palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSTGRADO FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS INSTITUTO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

MAESTRÍA EN ESTUDIOS LATINOAMERICANOS CON ÉNFASIS EN CULTURA Y DESARROLLO‫זּ‬

TÍTULO DEL PROYECTO “CACHÍ, LEYENDA Y PALABRA” Recopilación de leyendas en Cachí: una experiencia de aprendizaje actual desde la Toma de la Palabra.

-NOMBRE DEL SUSTENTANTERONALD OBANDO BRENES

HEREDIA, 7 NOVIEMBRE de 2013 -Trabajo presentado para optar al grado de Magister en Estudios Latinoamericanos con énfasis en Cultura y Desarrollo - Cumple con los requisitos establecidos por el Sistema de Estudios de Postgrados de la Universidad Nacional – Heredia – Costa Rica-

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DEDICATORIA

"la historia es inventada, pero el futuro es recordado" (Proverbio quechua)

A mis Padres, Ver贸nica y Gerardo A mis hermanos, Carolina y Dennis A mi abuelo, Cosme

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AGRADECIMIENTOS

A don Mario Oliva por su tenaz creencia, persistencia y ejemplo enseñado A Rafael Cuevas por sus sugerencias inspiradoras A Maritza por alentar mis propuestas antropológicas A los extensionistas de la UNA por mi inclusión incondicional en sus haberes Al cuerpo integral del IDELA por su apoyo, capacidad de entrega y excelencia al máximo A la comunidad indígena Bribrí “Kacha”bli por sus ánimos, valores y trabajos A los familiares lejanos, amigos, conocidos y desconocidos de CACHÍ por su natural hermandad A la comunidad de CACHÍ en general por su inspiración, sentimientos, luchas e imaginación Y a todos los compañeros de un camino que hicimos juntos.

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Profesores Evaluadores

Dr. Mario Oliva

-Tutor

------------------------------------

MEL. Marybel Soto

- Lectora 1

-------------------------------------

MEL. Bryan Gonzรกlez

- Lector 2

--------------------------------------

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Tabla de CONTENIDO Índice de IMÁGENES Resumen Introducción

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Capítulo I: Aspectos Generales Tema

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Objetivo general

16

Objetivos específicos

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La Necesidad o Problema

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La Justificación del Proyecto

28

El Estado de la Cuestión  El Proyecto  La Palabra  La Leyenda  El Aprendizaje  Teatro y Conciencia  El Producto Cultural

34 34 42 46 51 58 60

Capítulo II: Aspectos Metodológicos Enfoque sobre el Modo de Intervención

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La Propuesta Metodológica: Criterios generales  Nivel 1 - explicación  Nivel 2 - explicación  Nivel 3 - explicación

67 67 69 70

El Ciclo Metodológico: Diseño del Proceso  Fase 1: Planificación  Fase 2: Producción  Fase 3: Post-producción  Fase 4: Realimentación

73 73 75 76 77

¿Por qué y para qué?

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5


Imagen Prospectiva

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IAP -El proceso de empoderamiento en el Proyecto de Maestría “Cachí, Leyenda Y Palabra”: Aspectos de la Experiencia al utilizar IAP

80

El Papelógrafo

84

Capítulo III: Resultados 1-La Sistematización “La Espiral de las Palabras”: El Juego de la Sistematización Desconocida con Aportes Dialógicos del Proceso “Cachí, Leyenda y Palabra”  

 

Carta 1: Un Proyecto en Espiral Carta 2: “Sistematización”; la Palabra en Espiral y Teorización de la Praxis Sistematizar una Experiencia Dialógica es una redundancia que crea Cultura Carta 3: Atingencias descriptivas Desde Adentro y desde Afuera Extensión en Cadenas: La Mitosis del ADN La Recolección de Oralidades El teatro comunitario Interés sobre Sitios arqueológicos Carta 4: Profundizando el partir dialógico del saber Recobrar lo primitivo es Palabra Carta 5: Extensionismo y roles

2-Atingencias Compilatorias Las Leyendas de Cachí  La Leyenda de la Piedra del Mono  La Leyenda de doña Anacleto (y la Anciana del Tanque)  El burrito de Oro  La Leyenda de Copito  La Leyenda del Caballo Fantasma  La Leyenda de la Señora del Cementerio  La Leyenda de las almas, huacas, y candilejas (huacas)  El Perro grande del camino a Orosi  Los Soldados de 1921  La Leyenda del ataúd de tizate

86 87 100 110 114 121 124 127 129 131 132 135 141 148 148 149 150 151 152 153 154 154 155 156 157

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La Sombra del Puente del Río Oro

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Otras Leyendas

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3-Comprensiones sobre la Encuesta  Análisis sobre las Leyendas  Análisis sobre otros Saberes  Los Aprendizajes sobre otros Saberes  Percepción sobre la Imagen de Cachí  Percepción sobre el lugar  Percepción sobre la gente  Percepción sobre las Necesidades  Análisis sobre las Soluciones  Sobre la Comprensión del concepto Desarrollo  Comprensión Sobre el Desarrollo de Cachí  El desarrollo desde la Mente  Aspiraciones profesionales

161 161 165 166 167 168 169 170 172 173 174 175 176

Capítulo IV: Conclusiones 1-Conclusiones Teóricas  Sobre la Concepción del Aprendizaje  Sobre la relación Mente - Aprendizaje del Proyecto  Sobre la relación Mente - Aprendizaje – Leyenda  Reflexiones en torno a la Palabra  Consideraciones en torno al Teatro

177 177 187 196 199 203

2-Conclusiones históricas sobre Cachí  Un sitio de entornos  Un Conflicto en Microcosmos  Un Crisol de Culturas  Identidades y Modernidad

205 206 209 214 216

3-Síntesis de las conclusiones

219

4-Logros Operativos

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5-Otros Sub-productos del Proyecto y nuevas espirales

221

Reflexiones finales

222

7


Referencias Bibliogr谩ficas

223

Anexo1: Recolecci贸n de oralidades - Gui贸n La Espiral de las Palabras

228

Anexos Digitales

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Índice de IMÁGENES

Figura 1

Identidad como conciencia de valores

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Figura 2

Esquema de Ejes temáticos

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Figura 3

Matrimonio - Indio mestizo y descendiente de españoles en Cachí (año 1911) 21

Figura 4

Alteración de las racionalidades

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Figura 5

Calendario de trabajo y actividades

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Figura 6

(Cuadro) - Esquema temático

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Figura 7

Símbolos espirales indígenas en Peñas Blancas y Juanagustina

88

Figura 8

Imagen representativa real de la historia de Cachí

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Figura 9

La privatización de Cachí

91

Figura 10

Postal del Centro de Cachí, año 2013

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Figura 11

El asesinato; Reporte Periódico Mi Cartago: 22 febrero 2011

93

Figura 12

Piedra del Mono: Búnker de Drogadictos y sitio legendario

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Figura 13

Leyenda del Copito dibujado por Kendall Otárola Vargas

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Figura 14

El Puente inservible entre Cachí y la Ciudadela Murray: Evidencia de su sentido de exclusión y micro-alteridad

97

Figura 15

Empoderamiento: niños protagonistas de sus propios saberes

99

Figura 16

Resumen (plano) sistema del trabajo

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Figura 17

Los Sub-ejes de Trabajo

101

Figura 18

La Imagen del Proyecto

102

Figura 19

Awá Lizandro (Bribri de Talamanca) en petroglifos de Cachí

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Figura 20

Estructura de sistematización mediante la Espiral de Palabras

104

Figura 21

Modelo atractor de Lorenz, 1963 (T. Caos)

109

9


Figura 22

Método Espiral de Aprendizaje cultural para el empoderamiento y la transformación 109

Figura 23

Posible Ecuación Básica de la sistematización

Figura 24

Ubicación espacial y temporal de los hitos en una sistematización 113

Figura 25

Patrones amórficos multidimensionales de la Espiral

113

Figura 26

Constitución de la unidad (o pirámide) de acción o intervención

114

Figura 27

Anuncio - 750 volantes como este fueron distribuidos en Cachí

116

Figura 28

Papelógrafo de Conclusiones básicas del aprendizaje sobre Sistematización

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Figura 29

Iceberg de las Revelaciones psico-socio-culturales

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Figura 30

Aprendizajes sobre Improbabilidades

122

Figura 31

Integrantes de la Escuela de Música de Cachí

122

Figura 32

Oralidades en Tres generaciones de la Familia Cordero en Cachí 124

Figura 33

Niveles de Influencia del Mito en la Memoria Colectiva

126

Figura 34

El Ataúd de Tizate; Leyenda

126

Figura 35

La percepción temprana de Cachí: “Naturaleza verde y Felicidad” Hecho por Naydeline Bonilla Chaves 127

Figura 36

Extracción de imágenes -Taller de Dibujo Infantil (Papelógrafo) 127

Figura 37

Percepciones sobre el Mal Desarrollo de Cachí

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Figura 38

La Muestra Final de Teatro

131

Figura 39

Una Sesión de Ensayo

131

Figura 40

Últimos indígenas cercanos a Cachí: Venancio y su familia en Sitio Tucurrique

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Figura 41

Muestra Final: Confluencia de Símbolos Nativos

138

Figura 42

Metamorfosis

140

Figura 43

“autorretrato”

142

Figura 44

Los ACTORES: protagonistas de sus propias Leyendas y Saberes 147

113

10


Figura 45

Las Leyendas de Cachí (Portada) Dibujo por Anthony Caballero Machado; 9 años, sección 3-2, Esc. Florencio del Castillo, 2013 148

Figura 46

La Piedra del Mono, Cachí

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Figura 47

Leyenda Doña Anacleto

151

Figura 48

El burrito de oro

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Figura 49

“Copito” Dibujo por Kendal Otárola Vargas

153

Figura 50

El Caballo Fantasma

153

Figura 51

La señora del cementerio

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Figura 52

Huacas y candilejas

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Figura 53

El perro grande

155

Figura 54

La Guerra de Coto – 1921

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Figura 55

Ataúd de Tizate

158

Figura 56

Sombra del rio Oro

158

Figura 57

La Influencia direccional de la Leyenda en la Memoria Colectiva de Cachí

164

Figura 58

El mal desarrollo de Cachí

175

Figura 59

Talentos y desarrollo

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Figura 60

Pluralidad de tendencias artísticas en Cachí.

179

Figura 61

La “Piebra” del Mono: por Kendal Sánchez

186

Figura 62

La recepción del aprendizaje

193

Figura 63

Actores del Proyecto ampliando su VOZ: Programa En la Palestra; Radio La Negrita.

196

Figura 64

Los símbolos en las Memorias de Cachí.

199

Figura 65

La Imaginación: Punto de Reencuentro

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Figura 66

Homenaje póstumo a Herbert Álvarez

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Figura 67

Una práctica de teatro “Cachí; Leyenda y Palabra”

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Figura 68

Mapa de Cachí

205

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Figura 69

La confluencia de tres sectores encontrados sobre Cachí: Güetares; Viseítas y Bruncas. (Siglo 16)

208

Reencuentro de la Palabra Indígena en Cachí: Acción Simbólica entre el ayer y el hoy

210

(Cuadro) Población de Ujarrás por etnias y castas entre los años 1778 y 1812

215

Figura 72

Rigo Alcázar; el mascarero de Cachí

218

Figura 73

Reflexiones finales

222

Figura 70 Figura 71

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Resumen

Scorza (1928-1983) decía que “las estructuras de poder reposan en la infraestructura de la palabra. Y al revés: -sólo la palabra puede corroer la estructura de Poder-. Ningún cambio, ninguna revolución son posibles sin –imaginacionesreductibles a las palabras. Entonces, para conquistar el paraíso se requiere imaginar el paraíso”1.

A menudo la apreciación de la realidad es sopesada por los aprendizajes que están visibles, -dados a la mano-; empero también existe la invisibilización servida de la ignorancia de otros saberes y el olvido (voluntario o forzado) de conocimientos que marginan a las comunidades de la posibilidad de comprender la verdadera complejidad y amplitud de sus diversas formas de mirar el pasado, el presente y el futuro.

La exclusión y la autoexclusión son sólo algunas maneras de resaltar esas consecuencias de la coacción ejercida por el poder en las relaciones sociales o culturales, que sirven para silenciar la creación de otros mundos posibles y cuya afección más básica es observada en el estudio de la identidad.

En respuesta, Cachí, Leyenda y Palabra es un trabajo que buscó el forjamiento básico de un bienestar comunitario mediante una conciencia socio-práctica. Este desarrollo se tiende a originar desde su mismo entorno de aprendizaje y revalida la 1

Del Ensayo “Literatura: primer territorio libre de América”, texto inédito de Manuel Scorza. Recuperado por Jaime Guadalupe Bobadilla para la Revista Mariátegui. Octubre 2006. En sitio: http://www.nodo50.org/mariategui/literaturaprimerterritoriolibre.htm

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transmisión de los conocimientos colectivos, tras aplicar un sistema endógeno de transformación y empoderamiento.

Cabe resaltar que la asociación mental de las palabras con hechos, lugares, imágenes, sueños, deseos y experiencias se tiende a reflejar o transmitir en las distintas formas de auto-reconocimiento de la identidad en la memoria de un pueblo. Por lo tanto es necesario conocer antes ¿Qué dice Cachí?; para finalmente saber ¿Qué se aprende de eso?

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Introducción La compilación de las leyendas de Cachí presupone la existencia de una convicción que halla en tal expresión cultural, una potencialidad de capacidades individuales y colectivas para construir Palabra2. Como una experiencia de aprendizaje, el trabajo genera la capacidad de pensar y proyectar permanentemente la relación del saber en el propio ámbito de realidad.

Dada la recuperación de leyendas, y su correspondiente asociación comunitaria con hechos, lugares, imágenes, sueños, deseos y experiencias, se tiende a remarcar la vida social desde la cotidianeidad hasta sus costumbres e identidad.

Aún en la diversidad de un espacio es posible reconocer los sentidos de pertenencia colectivos. Por esta misma cualidad, las distintas maneras en que esas identidades interactúan, vienen a ser las mismas formas en la que transcurre la misma participación comunitaria y por tanto, el reconocimiento de problemas mutuos debido a que al ser considerado como un inminente proceso de emancipación - liberación (como veda y libertad de la Palabra); al final se logran encontrar soluciones viables y favorecedoras del convivio social comunitario.

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El trabajo menciona a la Palabra como el eje central-básico de acción y expresión que hace del actorsujeto, un protagonista en su entorno cultural. La trascendencia de la Palabra se recubre de acciones de empoderamiento que se podrían ejemplificar tan diversamente debido a su utilidad como agentes de transformación tales como: imaginación, acción, movimiento, costumbre, creencia, valor, conducta, ritual, sueño, idea, pensamiento, deseo y No deseo (inacción), lo que se dice y lo que NO se dice, miradas, reacción, sensación, inquietud, desconocimiento, olvido, ignorancia, inhibición, represión, silencio, ocultamiento, negación.

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Esta concepción tópica como Toma de la Palabra local se aborda desde una perspectiva metodológica como un sistema de apropiación y construcción de saberes; es decir, primero como una actividad educativa con un énfasis importante en la sistematización de las acciones, vivencias, percepciones, experiencias que las personas y colectivos realizan como proceso, con la intención de realimentar un aprendizaje mediante la proyección de su propia experiencia; y segundo, como una acción sociocultural colectiva en un espacio territorial definido para construir conocimiento que aporte a la configuración de identidades.

Figura 1: Identidad como conciencia de valores Fuente: Compilación Cachí; Leyenda y Palabra.

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Capítulo I: Aspectos Generales Cachí, Leyenda y Palabra3 Tema: Recopilación de Leyendas en Cachí: una experiencia de aprendizaje actual desde la Toma de la Palabra. Descriptores: Palabra, leyenda, aprendizaje, cultura, desarrollo, diálogo de saberes, memoria colectiva, conciencia, resilencia, empoderamiento, imagen, teatro, símbolo, arte, mito, historia. Delimitación espacial: El Proyecto se realizará en el Distrito de Cachí de Paraíso, Provincia de Cartago, Costa Rica. Delimitación Temporal: Mayo, junio, julio, 2013. Población participante: Los pobladores del distrito de Cachí, Cartago

PALABRA

APRENDIZAJE

LEYENDA

Figura 2: Esquema de Ejes temáticos Fuente: Elaboración propia.

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Este es el documento del trabajo final de graduación de la Maestría en Estudios Latinoamericanos con énfasis en Cultura y Desarrollo, adscrito al Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA), Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional, Costa Rica -UNA-2013. Las tres palabras son el extracto del tema de estudio elaborado.

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Objetivos de la investigación

Objetivo General: Facilitar la realimentación de la Palabra a partir del ámbito de la leyenda para sustentar un aprendizaje como forma de desarrollo endógeno y expresarlo en un festival cultural.

Objetivos específicos: (a) Canalizar la divulgación de voces, expresiones y oralidades originadas desde el ámbito de la leyenda como parte de su devenir identitario. (b) Recopilar un registro de conocimientos sobre leyendas locales para contribuir endógenamente al desarrollo cognitivo del imaginario colectivo local.

DELIMITACIÓN DE LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL TRABAJO TEMA GENERAL Leyenda en Cachí Leyenda en Cachí Leyenda en Cachí

EJE Palabra Leyenda Aprendizaje

DELIMITACIÓN las vías de expresión el registro oral-voces el entorno del aprendizaje

ASPECTOS símbolos y signos sensación, percepción momentos vividos

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La Necesidad – El Problema

La necesidad o problema partirían de una pregunta de origen. ¿Por qué recuperar la VOZ o la PALABRA de Cachí? ¿Por qué hacerlo en Leyendas? La respuesta a estas interrogantes nos traslada a un eventual problema que desde un inicio tendría una connotación mental y física definida, dada la naturaleza del Proyecto.

El trabajo destaca como su base primigenia que el desarrollo conlleva un origen de aprendizaje cognitivo inminente dado por el entorno social hacia la mente según Vygotsky (1978). Esta interconexión de la realidad entre la palabra, la mente, y el aprendizaje es descrito en términos simples por Monge Amador (2005:7): “La PALABRA tiene su fuerza en la carga afectiva que explota psíquicamente en nuestro mundo interior produciéndonos pasiones, ganas de llorar, o de reír, satisfacciones, ganas de luchar y todas las emociones que el hombre pueda sentir.”

Dado que el dibujamiento o desdibujamiento de todas las diversas realidades se condiciona y se concibe por una relación “pensamiento-entorno”, es de suponer que las acciones y la falta de ellas que suceden en un determinado lugar, generen sus repercusiones (negativas o positivas), según haya sido la experiencia de los individuos con esta.

Consecuentemente, el conjunto de individuos (colectivo) asimila e interioriza las experiencias reproduciéndolos en un aprendizaje de hecho y a la vez tácito (no dicho), influido sistemáticamente por las políticas externas e internas de un pueblo. Así se van

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acumulando una serie de reglas, sugerencias, comportamientos, y reacciones que van agrupando un imaginario colectivo específico, e igualmente el cuerpo de sus respectivos saberes.

Cada imaginario tiene la cualidad intrínseca de manifestarse mediante las muchas expresiones culturales en un pueblo: su música, sus comidas, sus trajes, sus costumbres, sus dichos o sus leyendas, entre otros.

El problema surge al ocurrir una implantación de valores exógenos que desacredita aquellos elementos que antes influían seriamente en la conformación de una identidad particular. Este desarraigo identitario comienza por el auto-convencimiento de transformarse en un algo mejor pero distinto; es cuando la coacción del poderoso interviene en diversos modos en un juego de intereses que obliga a otros grupos y pueblos a seguir siendo explotados bajo un discurso de alteridad de por medio. A este proceso Camacho (1993) le denomina interiorización de la alienación; así es como el pueblo trata de desechar lo propio, lo inferior, lo vergonzoso, lo humillante (a fin de cuentas, es lo propio).

Por otra parte, esta lógica es también conocida como “la no Existencia que agrupa su legitimidad por la razón metonímica hallado como: lo ignorante, lo residual, lo inferior, lo local, y lo improductivo” (De Souza; 2009:112).

Es indiscutible, que esta alienación identitaria es una constante en la historia en toda América Latina, incluido el mismo caso de Cachí cuando: “…la crítica y condena de las acostumbres del antiguo nativo se convierten en justificación para la conquista o

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la auto-enajenación….( )…por igual, lo entendido como salvaje en este imaginario se corrige desplazando los gustos, alterando las creencias, imponiendo nuevos valores y desarraigando los imaginarios; con lo cual la identidad no solo se transforma, además se fracciona irremediablemente…”(Camacho, 1993: 44)

Consecutivamente, el acto de la dominación solo llega a ser completo cuando el dominado se concibe a sí mismo en términos negativos y en el espejo del dominador como la imagen de lo que no es. La simple creencia de sentirse obsesivamente distinto (inscrito dicotómicamente entre latinoamericano-europeo); asume consiente e inconscientemente roles de interiorización psicológica o mental y estas razones se pueden hallar con mayor asentamiento en aquellos pueblos que como Cachí han sufrido conquistas, colonizaciones o formas de imperialismo. Estos casos se dejan entrever en el relato de la travesía de exploración que hizo el alemán Alexander Von Frantzius (1854) en las cercanas estribaciones de la hostil Talamanca: “…en la tarde nos visitó el alcalde del lugar (Orosi y Cachí), que también es un indio, y algunos otros indios de los más distinguidos, que habían llegado ya en su grado de civilización hasta la chaqueta y los pantalones. Nos dieron informes muy interesantes respecto de estas localidades…” (Hilje, L., 2008:86)

Figura 3: Matrimonio - Indio mestizo y descendiente de españoles en Cachí (año 1911) Fuente: Familia Sandoval de Cachí.

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De hecho, este proceso de homogenización y alteración cultural ha tenido un trecho y marcado recorrido en América Latina; lo que podría también apreciarse desde el eventual triunfo del pensamiento único occidental, según ilustra Marcuse: “…la sociedad unidimensional avanzada altera la relación entre lo racional y lo irracional. Contrastando con los aspectos fantásticos y enajenados de su racionalidad, el reino de lo irracional se convierte en el ámbito de lo realmente racional: de las ideas que pueden promover el arte de la vida…” (1981:276)

Figura 4: Alteración de las racionalidades Fuente: Sitio http://pnb.blogcindario.com/2009/04/00852

A este pensamiento se fue entretejiendo el pretexto generalizado de que la civilización tenía el derecho natural de apoderarse de la tierra ajena perteneciente a la barbarie; “no hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la Naturaleza” (Martí; 1891:2)

Aunado a esto, el escenario estuvo previamente completo desde el momento que resalta Edgardo Lander al citar el texto de Walter Mignolo (1995):

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...en la conquista de un mundo colonial en los territorios americanos, se instauró un lugar privilegiado de creación de sentido, y de conocimiento articulado a la estructura de poder.

Con este sentido, la trilogía entre enunciación; (tanto física como teórica);

comprensión y realidad; simplemente describió un mapa de juego y simulación que fue dado y acogido con un carácter de realidad y verdad. (Lander: 2001:20)

Este contra-juego de simulación tuvo su materialización física en una indefensa y salvaje Latinoamérica, por tanto la conjugación mental de dominio también fue inminente, consecuente y trascendental: por tanto según Mignolo (1995), -“la tierra de la utopía si existió”- para los colonizadores de este desconocido Mundo.

En este juego se adscribiría el caso de Cachí como un eventual conflicto en microcosmos al entorno del vaivén latinoamericano dadas las diferentes etapas de explotación acontecidas en el Valle según relato de Von Frantzius4:

…después de haber pasado a caballo frente a la cantera y el horno de cal, al trapiche y al aserradero que pertenecen a la hacienda, y de haber dejado a la izquierda también la agradable casa de habitación, proseguimos el viaje a lo largo del río, en cuya orilla se hallan los cañaverales; caminando todavía adelante, cuesta abajo, donde el hasta aquí angosto valle se ensancha y se convierte en el valle de Orosi, está la gran Hacienda de

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Alexander von Frantzius (1821, Danzig - 1877) fue un médico y naturalista alemán. Estudió medicina en las universidades de Heidelberg, Erlangen, Halle y Berlín, donde en 1846, obtuvo su doctorado. En 1853, con el también naturalista, Karl Hoffmann, viajó a Costa Rica, donde pasaría los próximos 15 años la realización de la investigación geográfica, climatológica, etnográfica y zoológica. Después de llegar a Costa Rica, se estableció en Alajuela (1854), más tarde participó en la creación de una farmacia con éxito en San José, una institución que con el tiempo se conoció como la Botica Francesa. Regresó a Alemania en 1868, estableciéndose en Heidelberg, desde donde se desempeñó como secretario de la Gesellschaft für Anthropologie (German Sociedad Antropológica). En julio de 1877, murió en Friburgo de una enfermedad pulmonar. / (Sitio Wikipedia-dic 2013).

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caña de azúcar de don Jesús Jiménez (uno de los hombres más inteligentes de Costa Rica), que era hasta hace poco Ministro de Instrucción Pública, pero al presente es gobernador de la provincia de Cartago. Ha hecho ya mucho a favor de Orosi y señaladamente con la apertura de una zanja para conducción de agua, que corta la llanura del valle de Orosi y ha contribuido mucho a desecar el suelo en muchos sitios pantanosos durante la estación de las lluvias… (Hilje, L., 2008:85)

Entonces, desde aquel llamado problema del indio sobre el que reflexionaba Mariátegui (1928) en “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana5”; hasta los paradigmas modernos de la globalización y el imperialismo cultural, han dejado una huella inherente que conforma el imaginario de un colectivo actual.

De esta manera, se pueden explicar los comportamientos en torno a los discursos de poder entre dominador-dominado, especialmente denotados en la particular sumisión, retraimiento, y pasividad del nativo originario o mestizo, aunado a la ya singular y tradicional identidad conservadora del descendiente cartaginés-campesino.

En este sentido, la opresión estructural denotaría su evidente enajenación al sometimiento del poblador originario desde un nivel macro latinoamericano en la descrita experiencia peruana: “…La suposición de que el problema indígena es un problema étnico, se nutre del más envejecido repertorio de ideas imperialistas. El concepto de las razas inferiores sirvió al Occidente blanco para su obra de expansión y conquista…el gamonalismo es fundamentalmente adverso a la educación del indio: su

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En su obra, Mariátegui evidencia que el mayor problema del indio se debe a la opresión cuyo origen estaba en el injusto sistema de propiedad de la tierra concentrado en pocas manos.

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subsistencia tiene en el mantenimiento de la ignorancia del indio el mismo interés que en el cultivo de su alcoholismo. (Mariátegui, 1920:4)

Por su parte, Encinas (1918) citado por Mariátegui (1920:13), señala que: “La ilimitación del derecho de propiedad ha creado el latifundio con detrimento de la propiedad indígena. La propiedad del suelo improductivo ha creado la enfeudación de la raza y su miseria."

Contrariamente sin embargo, de forma temprana, se podía denotar en Cachí una excepción marcada a la regla anterior con respecto al resto de América Latina. El triunfo de la asimilación y homogenización cultural (que iba ganando terreno) permitía a los 600 indios nativos de Cachí y Orosi poseer una tierra familiar para cultivar y establecerse con la condición de no ser vendida ad libitum6. Esto garantizaba una mano de obra barata y dispuesta al trabajo en las primeras haciendas agrícolas de la zona. También poseían el privilegio consensuado de decidir sobre el establecimiento de nuevos pobladores en su comunidad, quienes de ser admitidos tendrían tierra en la modalidad de usufructo (Hilje, 2008: 92), nunca como propiedad.

Esta sobresaliente excepcionalidad pudo haber sido otro influyente condicionamiento sobre la seguridad, conformismo y pasividad del lugareño, quien a cambio de trabajo vivía pobremente, pero podía hacerlo tranquilo y a placer en un entorno con recursos naturales bondadosos y cultivos alimenticios accesibles.

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Término latín que significa a placer o a voluntad (Fuente: Wikipedia-dic 2013).

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Por otra parte, la contemplación cuasi-tácita del impedimento a aspirar ser algo más que un campesino jornalero, era un síntoma común entre el poblador debido a la inexistencia de escuelas, y servicios en el sitio (1856). Por lo tanto, la correspondiente ignorancia aunada al analfabetismo favorecía la consistencia de un perfil de comportamiento definido y moldeable del nativo, lo cual aún se reflejaría en algunos rasgos de su identidad actual, y dadas las transformaciones sistémicas que ha sufrido, esto convirtió a los pobladores en personas vulnerables, exacerbándoseles la relegación social, la discriminación, la explotación y la pobreza; a menudo visto como aspectos “normales”, en sus expresiones cotidianas.

Existe una dicotomía conflictiva entre -trabajo y palabra- expuesto por Freire (2009:26). Este dice que en un régimen de dominación de conciencias los que más trabajan menos pueden decir la palabra, y ante la inexistencia de un trabajo los dominadores también mantienen el monopolio de la palabra. Debido a esto, el Proyecto se remite a un relieve de aprendizaje desde la pedagogía del oprimido, su base teórica.

Aunque ciertamente el nivel microcósmico de un conflicto es relativo desde el plano psicológico, desde este ámbito también se potencia la necesidad de quebrar y contrarrestar algunas formas históricas de opresión y sobretodo de visibilizar otras vías de desarrollo pero desde una óptica propia y autentica. Los hallazgos de estas formas de liberación contrarrestan las repercusiones sistémicas devenidas del pensamiento único occidental.

Por lo tanto, al poder redescubrir en la palabra nativa, una fuente de apropiación, de conciencia y de desarrollo para el mismo ambiente psico-social, se conduciría a

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realimentar naturalmente un ciclo de aprendizaje que es fundamental para sobrevivencia de la identidad de un pueblo.

En el tanto que los pueblos hayan sido desposeídos, según Freire (2008:63), si los oprimidos logran superar su complicidad cognitiva con los regímenes o sistemas opresores; entonces el diálogo crítico y liberador que supone la acción debe llevarse a cabo cualquiera que sea el grado en que se encuentra la lucha de su liberación. Esta lucha empezaría por la toma de conciencia del oprimido y hace partícipe, además, al opresor.

Al empezar por adquirir conciencia, la mentalidad desaprende otras formas coloniales de opresión que todavía sobreviven, generándose herramientas resilentes y oportunidades cognitivas sin exploración.

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Justificación El Valle de Ujarrás fue tomado por colonizadores españoles desde el año 1561 por Diego de Velázquez y Quiñonez y Vera Bustamante, tenientes del licenciado Juan de Cavallón y Arboleda, primer conquistador de Costa Rica. Un año después sería fundada la ciudad de Nueva Cartago por Juan Vásquez de Coronado quien previamente concertó el sometimiento indígena huetar según narra este relato:

Mientras organizaba una segunda expedición, tuvo que enfrentar una rebelión de los huetares del Valle del Guarco, pero mientras iba al encuentro de los rebeldes, se concertó una reunión con el cacique Quitao, enviado por el rey Correque (heredero de El Guarco) para celebrar la paz. Diversos monarcas indígenas se presentaron en Garcimuñoz (entre ellos, los reyes de Atirro, Turrialba, Orosi, Puririsí, Quircó, Abux y el mismo Correque, Señor del Guarco), con el rey Quitao a la cabeza, quien manifestó encontrarse harto de huir por los montes, tras lo cual los jefes indígenas decidieron someterse al dominio español. Fue de esta manera que Vázquez de Coronado logró tomar posesión del reino oriental de los huetares (el Valle del Guarco), aunque aún tuvo que enfrentar a los rebeldes huetares occidentales bajo la dirección de Garabito, y del príncipe Quizarco, hermano de Coquiba, rey de Pacacua. (Solórzano, 2006:215)

Desde ese entonces, el territorio de Ujarrás pasó por diferentes etapas de explotación a través de sus períodos históricos; debido a su proximidad con la civilización occidental potenciado por ser ruta de paso entre el Valle Central y la Región Caribe.

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Al igual que en el resto de América Latina, con la conquista y la colonización se inició un proceso de expulsión, escasez, desaparición, conversión, genocidio, y esclavitud a los pueblos originarios. Según Solórzano (1994:28), “el espacio territorial americano fue reorganizado administrativamente y económicamente, al mismo tiempo que los europeos valorizaban los espacios territoriales y los recursos humanos desde una perspectiva netamente mercantil y esclavista, es decir muy distinta de los sistemas de organización social, política y económica que habían desarrollado los pueblos autóctonos.”

El Valle de Ujarrás no escapó a este proceso de reapropiación de recursos (sobre todo de tierras) y la asimilación de los antiguos pueblos; cuyas huellas desde entonces genera recurrentes procesos de exclusión y marginación (conversión del indio en trabajador). Esta versión es comprobada por (Giglioni en ¿Mito o idiosincrasia? Citada por Ortiz, 1996): “en la fusión hombre-tierra culminaba el único enfrentamiento real originario; el del hombre con la naturaleza hostil; el aborigen natural es anulado; el colono y poblador se tornó protagonista desde su régimen de pequeña propiedad.”

A pesar de esto, los vestigios de esas culturas y sus interacciones transformadas por la estructura de poder todavía subyacen entre espacios físicos y psicológicos; reales y fantasiosos; construyendo y de-construyendo las distancias entre ideas endógenas y exógenas o entre las consideraciones cuasi-denominadas como salvajes o modernas en razón de la utilidad visionada desde el unilateralismo occidental (De Sousa Santos: 2009: 218).

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En este entorno se contextualiza brevemente la atinencia relativa del sujeto de estudio: los pobladores actuales del distrito de Cachí, Cartago. El entorno especifico como como zona de desarrollo próximo involucra un espacio regional de interés debido a que se ubica entre lo que podría eventualmente denominarse como un límite exótico natural y otro civilizado.

En este supuesto también yace una de las singulares aproximaciones teóricas y pragmáticas del proyecto; es la relación hallada en el -mito y la leyenda- como sobrevivientes racionales de un recuerdo colectivo y que es un fiel coayudante en el forjamiento de la relación identidad-alteridad.

Consecuentemente, además la pertinencia del tema posee un valor absoluto, inconfundible, y primigenio como Palabra, puesto que la permeada y cíclica corriente dada a través de la oralidad se confunde y se comprueba -a la vez- en el foco direccional más elemental de una cultura: su memoria; oscilando así entre el recuerdo de la misma o su divagante olvido.

Esta trasposición cognitiva adquiere un sentido de realidad en la manera en que vuelve a realimentar el ciclo de su imaginario colectivo. Lo anterior supondría que, el No recordar, o el perder la memoria, implica inevitablemente perder buena parte de los recursos con que contamos para hacer frente a la realidad, en otras palabras, -“perder nuestra memoria es perder la posibilidad de imaginar por nosotros mismos, un futuro diferente” -(Marañón, 2011:2).

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De tal manera, el trabajo encuentra una inferida funcionalidad práctica como teoría crítica; en donde cabría señalar una llamada de atención sobre puntos de cambio según Freire, si ciertamente -"la realidad es lo que es”; entonces ¿qué podemos hacer ante eso?

Por consiguiente, aunque no es de esperar que el cometido funcione como un determinante estructural que intervendría el quehacer cultural de la zona, este sí se sustentaría desde su propio haber cultural como un germinal recordatorio, para simplemente mediar como un -facilitador de expresiones- desde su nivel más íntimo o elemental de producción abstracta, o sea la mente.

Ciertamente, así como la mente visualiza las imágenes una tras otra; la funcionalidad tecnológica de una aplicación escénico-teatral facilitaría la libre comprensión de las abstractas ideas que se dibujan en la mente, de lo intangible a lo tangible recurriendo a la metaforización de los símbolos.

Una aproximación de las ideas como cuadros mentales fue contemplada por Hume (1711-1776); quien consiguientemente rastreaba a la imaginación como si estuviera siendo utilizada por los ojos de nuestra mente (Warnock; 1976:17).

De tal forma, se acentúa desde el aprendizaje un proceso cultural que se desarrolla durante toda la vida (cuadro tras cuadro). De esto resalta el papel básico y primigenio de la mente entorno a su dualidad funcional: por un lado, “ser el centro procesal de informaciones entre lo físico y lo espiritual”; y por otra parte, “ser la llave del dibujamiento de la realidad entre lo interno y lo externo” (el ambiente).

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Por esta razón, es importante considerar también un factible uso cognitivo del presente estudio como un proceso de emancipación-liberación para así sintonizar desde su endogenismo los lazos e interacciones que permitan no sólo la apropiación y el aprecio de su inédita información-producción; sino además asumir dichas expresiones como una eventual –VOZ- que trasciende desde y hacia el imaginario colectivo.

En esta misma comprensión se aproxima la noción de la zona de desarrollo próximo - ZDP7- según Vygotsky (1978) (en Riviêre; 1994:60) en el contexto de la investigación como un aprendizaje. Esta noción cognitiva ampliada sintetizaría en sí misma muchas de las ideas a tratar; entre ellas: su énfasis en la actividad social y las prácticas culturales como fuente u origen de pensamiento, la importancia de la mediación humana en el funcionamiento intelectual, el rol central del aprendizaje para el desarrollo del pensamiento y lo indivisible de la unidad individuo-sociedad.

Este enfoque de aprendizaje sería abordado desde el ámbito de la leyenda como su eventual Palabra; lo que implícitamente albergaría su propia dimensionalidad atemporal. De ahí que la trascendencia de la misión transita un doble viaje que interactúa entre la mente-individuo y la memoria colectiva.

Sería razonable encontrar entonces: -¿Qué se dice de Cachí en Leyendas?-; (su pregunta generadora), pero además esto supone conocer que dice Cachí con sus Palabras; que dicen sus expresiones, sus visiones, sus costumbres, tradiciones o 7

Vygotsky establece que el nivel actual de ejecución en la tarea representa el desarrollo cognoscitivo retrospectivamente, mientras que la zona de desarrollo potencial lo representa prospectivamente. El aprendizaje despierta una variedad de procesos evolutivos internos que sólo se activan cuando el individuo está en interacción con otras personas en su ambiente y en colaboración con sus pares. (Rodríguez, W., 2001:275)

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creencias; así como sus aspiraciones u otros saberes. El trabajo así contempla extraer desde su interacción cultural una imagen con valor instantáneo, pero sin descuidar otras atingencias que hayan sufrido inconscientemente un olvido.

De ahí que el estudio genera un reto –dual- en no solo identificar -lo ya conocido, sino extender su cualidad igualitaria hacia –“lo no conocido” o “con tendencia al olvido”-. De tal modo que NO se genere ni conflicto entre lo yaciente y lo sub-yaciente; ni mucho menos se enfrenten valores intergeneracionales, evitando la creación de prejuicios de valor normales de un estudio comparativo. Abstenerse de comparar facultaría sostener una visión o frente con un carácter inclusivo y participativo más amplio; así como atemporal; lo que al final, acentúa la relación dialógica de los saberes.

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Estado de la Cuestión EL PROYECTO Primeramente, es válido resaltar en Kant (Crítica de la razón pura, 1781-87) que: “al ser humano la realidad no se le presenta tal como es realmente en sí, sino tal como se le aparece debido a la estructura específica de su facultad de conocimiento”.

Una de las intenciones firmes de este trabajo es la de enaltecer la recuperación de la Palabra desde el ámbito de la leyenda; de tal manera que surjan acciones de divulgación, conservación y reproducción de saberes culturales en su imaginario colectivo.

En vista de lo anterior, Cachí: Leyenda y Palabra intenta propiciar y satisfacer una autentica y autóctona respuesta de desarrollo que aflore desde la misma conciencia mental; pero con un valor instantáneo intrínseco.

Ciertamente, la absolutez descartaría el siempre presente valor metafísico evocado por la mente; y tal hecho se adscribe únicamente al plano físico devenido de la experiencia. Sin embargo, la relación “absoluto-relativo” sí es tomada en cuenta para revalidar la facultad de conocimientos devenidos del plano estructural, incluido todo lo conocido, así como lo imaginado. Esa indisoluble simbiosis es que la demuestra la validez integral de la leyenda como Palabra.

Por otra parte, es indudable que ante el actual dilema de insatisfacciones permanentes que plantean corrientes como el neoliberalismo o la globalización y en

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vista de una sociedad que discrimina, margina o excluye “al otro” en términos de “éxito-fracaso”, no es de extrañar que las enajenaciones surjan y se transformen desde aquel mismo momento, cuando la psique capta en simbolismos un imaginario de valores que sirven solamente a una clase dominante mientras desprecian a la otra. De acuerdo a Asse (2002); esta forma de entender “una realidad” se sopesa en los contenidos que el inconsciente ejerce sobre la misma psique.

Por esta razón, cualquier forma alternativa de integración y desarrollo primeramente debería antecederse de un auto-reconocimiento personal; para que luego, al trascender aquellos “yoísmos” internos se constituya el reconocimiento del otro en un verdadero intercambio cultural. Esta noción de confianza entre lo interior y lo exterior, es fundamentada por Honneth (citado en Hessel & Morín, 2011) desde el llamado amor (propio y ajeno) (pag.39); seguramente la alternativa más descartada e irreal según los intereses de dominación realistas en la actualidad.

Desde el realismo, el idealismo tiende a abscribirse con la noción de utopía 8; sin embargo esta invención ha servido para contener las otras alternativas posibles de vida. La lógica del Poder mantiene un orden que generalmente facilita los intereses de dominación de unos pocos privilegiados del sistema.

De ahí, que la exclusión social

tienda a ser expuesta socialmente como “algo natural”, -entre otras maneras de inducir las mentes a un estado indefenso-; pero además espera a que los individuos reflejen comportamientos sumisos, obedientes y disciplinados, aceptando el discurso sistémico,

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Por utopía, Boaventura de Sousa Santos entiende a aquella exploración imaginativa de nuevos modos y estilos de capacidad y voluntad humanos, y la confrontación imaginativa de la necesidad de todo lo que existe –solo porque existe- en pos de algo radicalmente mejor, por el cual vale la pena luchar, algo que la humanidad se merece plenamente (De Sousa Santos, 2009: 242).

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interiorizándolo e incluso movilizándose localmente en su defensa o patrocinio. Así, el poder se instala endógenamente en los individuos, asegurándose la constitución de la auto-alienación.

En consecuencia, sobresale como uno de los primeros medios de coacción; -la veda a las palabras-, la coacción a las ideas, a la capacidad de razonar y resalta la imposición de doctrinas descritas como las -nuevas bombas- en que se libra este armagedón virtual (Acosta, 2008).

Además, es pertinente destacar según Vygotsky (1978) que la cognición es producto del lenguaje; por tanto la cultura es el medio para desarrollar el aprendizaje: “Si las palabras desaparecen, si lo complejo y lo diferente desaparece, también se desaparece la inteligencia del ser humano”. Si desaparecen las ideas, las creencias, los mitos, las leyendas, lo sobrenatural y lo espiritual; simplemente se desaparecen las culturas.

Si bien antes -las revoluciones fueron armadas-, ahora estas empiezan en nuestra capacidad cognitiva y en el derecho a disentir; por tanto - la mente es el elemento primario de cambio- que propicia ser libres, independientes, autónomos y autodeterminados. Empezar a tomar conciencia de las intenciones que deconstruyen nuestras propias decisiones es fundamental para resistir, liberarse y/o sobrevivir.

Pues bien, dentro de este escenario cultural “micro-macro”; que llamaríamos “societal” se debate entonces sobre -aquella última pieza del dominó en caer-; y ciertamente, dentro del contexto descrito esto respondería a ser la Palabra, las ideas, es

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decir, la misma mente; sin embargo se puede explorar un nivel todavía más profundo de alcance; que respondería a la imperceptible lógica misma de tomar decisiones.

Es imperante reconocer esta lógica iniciática de auto-determinarse como individuos y sociedad en la toma de decisiones (TD).

Ante la constante

transformación identitaria facultada por la actual aperiocidad, frecuencia y ritmo de los sistemáticos acontecimientos de conflicto que absortan a la mente en un mundo de imágenes que se repiten a velocidades increíbles, entonces; “sentir o comprender” se vuelven decisiones imperantes de vida.

Sin embargo, ante esta inminente guerra de ideas y sentimientos en que se dibuja “nuestra vida” desde la mente; se discute si nuestras decisiones propias en realidad lo son.

Dado que el imaginario colectivo evoca una realidad abstracta tendida como verdad; y ante la batalla mental que implica tener conciencia, entonces desaprender lo antes creído, y asumir las riendas de la vida propia – (desde ideas endógenas)-; así como la solución de crisis existenciales, (físicas o espirituales) u otras catastróficas, tendría un gran apoyo en el nivel de los valores cognitivos. Debido a esto, según Holsti (1971), los motivos o compromisos para responder ante “un algo amenazante” surgen desde la percepción entorno al vaivén de la acción – respuesta (Dougherty; 1993:209). Dado que esto siempre llega a ser un proceso cognitivo, entonces el manejo del aprendizaje se vuelve imprescindible.

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Por tanto, el considerar una educación con un sentido de entereza y cohesión desde los diversos parámetros interculturales; podría darle a los individuos mejores posibilidades de asimilarse y auto determinarse mediante sus propias decisiones.

En este sentido, la más ínfima noción de “resistencia-liberación” llega a ser un proceso cognitivo, por tanto es importante reconocer desde la psicología aquella capacidad de las personas para sobreponerse a situaciones de adversidad, lo cual Werner (1992) denomina como resilencia9. Es decir, que al tomar conciencia, el carácter en los comportamientos personales y sociales tendría mejores capacidades de resistencia mental y en tal sentido, esta capacidad es algo susceptible de obtenerse o lograrse mediante entrenamiento y aprendizaje.

Por consiguiente, desde el simple y complejo ámbito de la Palabra se designaría a la realidad humana tal como ella se manifiesta en la expresión; sabiendo que esta posee desde una función psicológica, social, hasta moral y metafísica (Gusdorf, 1971: 7). Es por tanto que desde esta -base-, se desprendería lo observado, así como lo inferido a través del pensamiento.

Como cada cultura es diferente, su intrínseco valor originario y el desarrollo de sus cosmologías se traslapan entonces desde sus creencias y costumbres, situando así los parámetros únicos de un cuadro singular en su imaginario colectivo. 9

Cuando un sujeto es capaz de generar resistencia, se dice que tiene una “resiliencia adecuada”, y por tanto puede sobreponerse a las contrariedades o incluso resultar fortalecido por las mismas; caso contrario, puede degenerar en desequilibrios o trastornos psicológicos. El concepto de resiliencia se corresponde con la noción de entereza; o sea la capacidad de mantenerse con integridad, perfección y firmeza de ánimo. Según Munist (1998) esa capacidad es puesta a prueba en situaciones adversas y críticas extremas como la pérdida inesperada de un ser querido, el maltrato o abuso psíquico o físico, el abandono afectivo, el fracaso, o las catástrofes naturales y la pobreza extrema. -consecuencias del sistema- (véase sitio: http://www.promensana.es/content/resiliencia)

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Así bien, el ciclo a que responde este cuadro es preciso diagnosticarlo mediante el manejo o control de los sistemas y las fórmulas de signos que esta misma posee (Savranski; 1983: 91); su comprensión sistémica colectiva conllevaría un proceso de transmisión, percepción, elaboración y asimilación de las informaciones; siendo la memoria el eje funcional y central de la tendencia.

De tal forma que la sistematización de acciones, vivencias, percepciones, o experiencias que las personas y colectivos realizan, permiten un proceso con una intención de aprender y proyectar su experiencia histórica (Díaz, 1997: 3). En tal forma, el trabajo pretendería una recopilación (con base a leyendas) delimitada al lugar y funcional al objetivo práctico; pero sin excluir otras asociaciones y relaciones adscritas al entorno de su imaginario colectivo (es decir, otros saberes). La unión de estas relaciones totalizan la lógica de comprensión como sistema.

Es mediante la muestra escénica que se obtiene la cualidad de afrontarse con las artes del lenguaje, al recoger las llamadas -“ficciones habladas”- pero capaces de hacer creer que son verdaderas las cosas dichas (Ricoeur, 2003:28). Esta técnica es conocida como la mimética (venida de su traducción como imitación y magia). Y ciertamente es en los mitos o leyendas que esa afinidad se transcribe en la memoria al investigar sobre la tácita o expresa cualidad de las copias dadas entre los olvidos y recuerdos, sobrevenidos entre ficción y realidad.

Esto también conllevaría poder ir encapsulando la temática del estudio a raíz del lenguaje como expresión cultural; sin embargo es necesario comprender que el tópico

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de la conciencia de aprendizaje se absorbe primariamente desde la mera copia de los signos. De esta forma entraría en juego la importancia psíquica del significado del lenguaje y los signos, incluidas sus formas subliminales o tácitas.

Por otro lado, es necesario subrayar que desde la ontología, el término escogido de «meme» lo ha sido también por su relación con la «memoria», y para este caso se asumiría como memoria colectiva.

En forma simple, los memes importantes serían

aquellas determinadas ideas –básicas- que han influido o pueden hacerlo, sobre un colectivo, de modo que el papel que estas ideas han tenido sobre su configuración, tienden a ser decisivos.

A través de la mente, el comportamiento explica el cómo nos diferenciamos de otros y como nos declaramos distintos De modo que surge un sentido de diferenciación y alteridad cultural. La inminente motivación de pensamientos es magistralmente guiada o conducida mediante formas de asimilación y homogenización cultural que se encuentra en los valores colectivos; pero además devienen de su misma conducta psicológica y cultural.

¿Cómo un determinado pueblo afronta sus necesidades?, o ¿qué motiva a un pueblo a reaccionar de una manera?, o ¿qué comparte un pueblo entre sus semejantes?; son solo algunas examinaciones interesantes de esta influencia memética en los seres humanos.

Por tanto, con esto necesariamente se retorna a los entornos primigenios y sus formas de comunicación-aprendizaje hallados en los signos y de los cuales se recogen

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las derivaciones de percepción, conciencia, y realidad.

Vygotsky dio por sentado que

la unidad básica del análisis semiótico es la Palabra (Wertsch, 1988: 144).

En razón de la autocrítica algunos autores como Hume concluyen de que el “yo” no llega a ser otra cosa que un puñado de sensaciones (Hume, 1739-40; véase Blackmore, 2000:308); mientras Claxton añade que la conciencia es solo un mecanismo para construir excusas (Blackmore: 2000: 310).

Sin embargo, al hacer consciente ese puñado de sensaciones se podría afrontar con mejores herramientas la opresión de los grupos de poder según Freire.

Por todo, ante el vivencial arribo de una cultura global que oportuna sus intereses imperialistas y consumistas para maximizar la explotación sin límites y que pone en peligro de extinción a la expresión de las culturas originarias y sus recursos; entonces desde el Proyecto “Cachí: Leyenda y Palabra” se estimó oportuno resaltar la importancia endógena de pensarse antes como individuos y sociedades para generar un auto-desarrollo desde la misma mente.

Que mejor manera de encontrar esa sintonía esencial, que poder abastecerse desde el ámbito delimitado de la leyenda: como palabra y expresión identitaria de su cultura. Desfasar la enajenación desde la mente para encontrar en la Palabra un punto de encuentro básico entre la esencia y el ser.

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LA PALABRA “Si el habla nos une como parejas, como sociedades, como pueblos; entonces, hablamos porque somos, pero somos porque hablamos” (Cortázar, 1981).

La palabra es la estructura del universo. Desde el momento en que se accede desde la Palabra como primera forma de expresión cultural, se cultiva la importancia de un desarrollo básico, endógeno, sustantivo y con una fortaleza esencial (integradora) de la que se derivan todas las demás formas de comprensión socio-culturales.

La Palabra como leyenda tiene una indisoluble importancia. En esta relación prioritaria, el sentido de la Palabra se constituye y se restituye desde el ámbito del mito; por lo tanto, el primer lenguaje llega a ser el llamado lenguaje esencial, y este sencillamente tiene un valor mágico y religioso –metafísico- (Gusdorf, 1971:15).

Esta relación analítica conlleva el asignar al lenguaje como el vehículo perfecto para la transmisión del pensamiento dado que nunca perdería su aspecto poético; -como hacedor de mitos- (Müller, 1971:90); sin embargo esta analogía denota intrínsecamente que la mitología tampoco desaparecería debido a que el lenguaje nunca podría compararse al mismo pensamiento (su valor metafísico).

Si bien, en algunas culturas, la lengua muerta invoca valores ausentes; la Palabra viviente manifiesta la exigencia de la vida espiritual en su tarea, que no es un sistema

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cerrado, o acabado; sino todo lo contrario; es dinámico, y en constante esfuerzo de regeneración (Gusdorf, 1971:40).

Así entonces, se observan en este sub-sistema algunos factores dinámicos:

La lengua es Patrimonio común de comprensión, un acuerdo tácito de convivencia para las naciones.

La comunicación es la relación entre sujetos con un común dominio de referencia (pág. 54), es un sistema complejo de comprensión profunda que reobra en su reciprocidad y que tiene como base la solidaridad; y sin esta se haría muy difícil establecer contacto con “los otros” cuyo lenguaje es distinto y menos aún, propiciar su comprensión. En suma, con esto así:

La comprensión es la base esencial de un eventual y subsiguiente compromiso (pág. 55); lo cual se evidencia también en el valor funcional de un mito o una leyenda.

Aunque la comunicación tiene una virtud creadora; la expresión es aquel coeficiente mínimo de la Palabra que hace equilibrio con el coeficiente de la comunicación (pág. 60).

A pesar de que el lenguaje fundamenta la parte real de la Palabra, es la

Expresión quien la recibe del pensamiento y le da su nacimiento; siendo esa interface entre lo físico y lo metafísico- fundamental para un empoderamiento de las acciones a través de la Palabra.

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Tampoco se obvia que esta simbiosis posee una relación de valor absoluta con respecto al mito en una cultura; ya que su reflejo concibe confrontar armónicamente a la realidad con el lenguaje y a la ficción con el pensamiento; pero enraizando sus bifurcaciones desde la imaginación.

De ahí también que lógicamente, tanto la Palabra como mito y leyenda 10 cultiven su función creadora mediante la oralidad y al final estas juntas realimenten con fuerza a la memoria; lo que podría señalarse como aquel paso transformador de lo abstracto u orgánico hacia lo concreto.

Según Hume una imaginación poderosa era la capacidad de convertir las ideas en impresiones vivas, de despertar pasiones reales y de experimentarlas, en terrenos como el reflejo en experiencias pasadas o los hechos de otras personas (Warnock, 1976:345); de ahí que la muestra está -“en cierto modo”- atada para producir y reproducir las ideas en el mismo orden en que se recibieron las impresiones originales; en tanto que la imaginación tiene la libertad de trasponer y cambiar en forma libre sus ideas. (pág. 17).

Este juego procesional entre -la expresión y el lenguaje- se podría contemplar plenamente mediante el uso del arte escénico; desde la básica expresión que busca dar sentido a lo real, y toca al lenguaje solo para ser el medio que permite anclar o aterrizar:

Así, todas las variedades del grito, el aullido, la exclamación, la interjección, y el voto aparecen como esfuerzos para adaptar el yo a un mundo que se sustrae. La sorpresa, la 10

Más abordajes comparativos entre mito y leyenda se retoman en subsiguientes capítulos.

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alegría, el miedo y el espanto dan la Palabra a la emoción pura. Ante la angustia, la tortura, o la muerte solo queda el grito como el último intento desesperado invocado en el supremo llamado de la conciencia mediante la eficacia mágica de su clamor. (Gusdorf, 1976:61).

Esta es una de las claves que fundamentan la utilidad e injerencia de la Palabra como elemento del trabajo. Un ejemplo textualizado simplemente se daría en la figura de un poeta: “este evoca aquel esfuerzo máximo de expresión en el lenguaje y cuyo uso de la palabra llega a constituirse en un acto de liberación”. Así pues, con la reconquista de un lenguaje puro, propio y autentico se manifiestan sus propias características identitarias y de personalidad. (pág. 62)

Esta comprensión llevaría a cada persona y a cada cultura a cultivar su propio estilo de expresión; constituyendo a la lucha por un estilo propio; como la lucha por la vida espiritual (pág. 64); lo cual nuevamente conjunta la integralidad de factores de vida a partir de la Palabra; en su función humana de integración social.

Desde la Palabra y a un más ínfimamente desde la Expresión se puede entonces desligar la emoción para hallar la razón pura.

La facultad que posee un conocimiento endógeno puede significar entonces una cosecha de pureza simple que determine al final desde su propio conocimiento, la generación de un desarrollo auténtico.

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La leyenda comprendida como Palabra cumple con esta cualidad y expectativa. Contrario a otras formas de cultivo artificiales-imperiales de la Palabra como las técnicas más elevadas en la retórica, la dialéctica y la sofistica (pág. 80); la fluidez natural del Mito o la Leyenda se refuerza en la cultura popular con el atributo de su sencillez. De tal forma, que una comunidad de valores es la que forma el lenguaje de una cultura unitaria (pág. 80) y por tanto, la Palabra surge como un elemento constitutivo de encuentro.

Según Paulo Freire, decir la palabra en la acción de alfabetizarse, es crear cultura (Freire, 2008:22), de tal modo que la palabra instaura el mundo del ser humano. Dentro de esta perspectiva no es solo pensamiento, es praxis, es diálogo; por lo tanto al ser un lugar de encuentro y reconocimiento se puede reconstruir crítica y reflexivamente la apertura de nuevos caminos como conciencia.

LA LEYENDA La recopilación de Mitos y Leyendas son la base sustancial del Trabajo. Desde la Palabra; el desarrollo de las cosmogonías se traslapa entre sus creencias y costumbres, situando así los parámetros únicos e irrepetibles del cuadro cultural en su imaginario colectivo.

Según Vygostky los mecanismos semióticos son los elementos mediadores de la actividad humana (Wertsch, 1988). Desde esta perspectiva de aprendizaje deviene la importancia de la Leyenda por varias razones:

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-La palabra desde su lingüística posee en la leyenda un valor mítico-poético esencial. -El significado de la palabra mito NO es unidimensional y el terreno de su alcance semántico NO es universal (L. Brisson, citado por Vitsaxis, V., 2007: 36), por lo que podría considerarse como una expresión originaria con rasgos de interculturalidad.

Ciertamente, el uso del mito y la leyenda no se caracterizan por narrar hechos reales con rigurosidad y exactitud, sino más bien su finalidad ha servido para subrayar los componentes espirituales o intenciones asociadas a la moral y las buenas costumbres. De ahí que su reflejo además de poseer una función educativa realizadora; conlleva una lógica social y artística: “los resultados del pensamiento mitológico llegan al conocimiento del hombre porque son expresados en signos exteriores (plásticos, pictóricos, mímicos), pero sin embargo el mito es preferentemente obra verbal y de los dos tipos de obras verbales –(poesía y prosa)-, el mito pertenece al primero…Potebniá (citado por Savranski; 1983:111). -Esto nos sugiere además la función estética y artística del mito-.

La singularidad de esta expresión cultural además se atiende al conquistar espacios exóticos en donde las coordenadas espacio-tiempo son esenciales en la configuración de la identidad local (Monge Amador; 1997: 11); sobre todo en aquellos lugares donde se desarrollaron procesos de “exclusión–inclusión”.

Por tanto, desde la Leyenda como expresión de la Palabra surge entonces el Mito como la clave influyente para retomar ese carácter dialógico (y no conflictivo) entre un pasado y un futuro. Entonces se diría que el mito da valor y vigencia a la Leyenda.

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Si bien antes, desde la Palabra se había ubicado la intrínseca relación entre lo real y lo irreal; ahora esta perenne relación posee su expresión más sofisticada en la misma Leyenda, ya que ampara así sincrónicamente una dualidad sostenida entre conceptos de pertinencia; tales como realidad-fantasía; física-metafísica; lenguajepensamiento; ubicación-imaginación, objetivo-subjetivo; lo abstracto-lo concreto.

Con base en esto, cabe resaltar que en la Leyenda reconocemos lo abstracto a través de lo concreto y viceversa. Esa funcionalidad del mito, Levi Strauss la interpretaba como un instrumento de control social, regulador de la conducta colectiva, y/o un medio para sostener el equilibrio natural, etc.

Por otra parte, Malinowski

enfatizaba la relación del mito con su conjunto mágico-ritual. (Savranski; 1983: 85).

En resumen, señala Monge que entonces el mito puede verse como el doble de nosotros mismos; como el doble de las etnias, de los pueblos, las naciones, y de todas las cosas que pueblan el universo. Por tanto, el mito tiene la fuerza de nuestros sentimientos y pensamientos.

Por una parte, ese doble complementa y contrapone a la

vez nuestro ser, la naturaleza y todas las cosas creadas por el hombre.

Aquí es en lo

cual radica la influencia cultural de las expresiones de los pueblos (Monge Amador; 1997:11).

A este particular se puede anclar un segundo fundamento: el de la alteridad; debido a que con la Palabra se interesa preservar la identidad ontológica de las cosas y de las personas contra el extraño, contra el enemigo o el “otro” -sea real o ficticio(Gusdorf; 1971:16); estableciéndose la sugerente formación de un sentimiento de

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arraigo y pertenencia con “un algo” y en consecuencia surgiendo una diferenciación en base a la alteridad.

Cabe señalar que a través de la Leyenda se han transmitido oralmente saberes de los mismos antepasados. A su vez, esta oralidad tendría un importante papel práctico en el aprendizaje cognitivo. El mito no solo se engendra cohabitando con nosotros mismos en nuestra cotidianidad; sino además tiene su sede más allá, en nuestro propio inconsciente; por tanto en un inconsciente étnico.

El rescate de leyendas, vivencias, creencias, tradiciones, son palabra viva de un pueblo debido a su sobrevivencia temporal, dado que es traspasada de una forma oral a raíz del cultivo en la memoria colectiva.

Este patrimonio inmaterial es parte invaluable del espíritu autentico o folclor; del cual se podría acercar una definición interesante en Guillermo Abadía Morales (1993) al decir que este “es lo que el pueblo piensa, cree, dice, y hace” (en Vallejo J., 2008:32); es la tradición popular, empírica y viva.

Resulta interesante denotar que un hecho folclórico se caracteriza por ser colectivo, vigente, funcional, empírico, dinámico, atemporal, popular con tendencia al anonimato, y con raíces ancestrales poco determinadas (ídem: 39). En suma, folclor es literalmente traducido como la sabiduría de un pueblo.

Si en este caso se habla de “recuperar leyendas”, esto no significa que el acto de intervención reconstituya un folclor, (dado que este siempre ha estado allí

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indeterminadamente); solo significa que habría una recuperación tecnológica (mediante el teatro), para potenciar la viveza del interés popular principal, o sea la Palabra.

En este punto, se asumiría un ligero paréntesis dado por una comparación interesante entre folclor e historia; y es que de acuerdo a Somershire (1997), la historia significa la suma de gestas más su narración científica.

En el caso de una leyenda

como folklor, se pueden asumir tanto hechos materiales (ontológicos) como inmateriales (gnoseológicos) contados oralmente.

Por lo tanto, aunque el mito y la leyenda poseen una capacidad descriptiva, Levi Strauss resalta su capacidad cognitiva colocándolo a la altura de otros conocimientos por su altura y complejidad (Vitsaxís; 2007:37).

El valor objetivo científico de reconstruir tecnológica o artísticamente un hecho folclórico es haber obtenido la información de la misma comunidad a que pertenece y devolverla a su mismo entorno completando un ciclo de aprendizaje.

Dado el carácter natural de ambigüedad en una Leyenda, lo esotérico y misterioso es su principal vehículo de preservación porque encierra multitud de preguntas sin respuesta, así como la fe de los fanáticos y las creencias comunes. Por esto, es común encontrar sentidos de ritualidad y respeto que son interpretados como silencios.

R. Bastide viene a confirmar lo anterior diciendo que:

El mito es como un objeto de fe acerca de los dioses, el mundo, las relaciones de la humanidad con lo sobrenatural, un conjunto de representaciones que difieren en

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pequeños detalles pero que son bastante homogéneas en líneas generales, adoptadas por un grupo más bien grande, para el cual constituyen el primer credo. (Vitsaxís; 2007:45)

Por su parte L. Honko (1984) afirma que: “El mito expresa y confirma valores y normas religiosas y sociales, proporciona modelos de comportamiento a imitar, muestra la efectividad de las ceremonias con sus objetivos prácticos y establece la sacralidad del culto.” (Véase también Vitsaxís; 2007:45)

Por tanto, al tratarse de Leyendas, el Trabajo de recuperación no intenta desarticular los tradicionales silencios rurales mal denominados como –salvajes-; más bien procurará servir de mediador para que a través de esos implícitos silencios que puedan existir; se generen condiciones de aprovechamiento cognitivo con una finalidad alternativa: expresarse y ser libre.

Serán los mismos pobladores del lugar quienes decidan el rumbo de la experiencia y su nivel de aprovechamiento sugerido.

EL APRENDIZAJE Según Halbwachs (citado en Ricoeur, 2003:158), “para acordarse necesitamos de los otros”. De ahí deviene la idea construida de memoria colectiva. De esta manera, sobresale además una dicotomía pero armónica simultáneamente presentada a través de las Leyendas debido a que estas se entroncan de este haber colectivo para poder subsistir y persistir.

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De igual manera, cualquier saber colectivo procede de un proceso de aprendizaje implícito. Según (Jean Piaget 1970, citado por Gardner, 1999:18); los seres humanos muestran las propias formas particulares de descifrar su ambiente, y sus propias concepciones acerca del mundo. Este aprendizaje se comienza a originar a través del sistema sensor-motor y en este participan tanto elementos simbólicos como intuitivos que gobiernan el mundo de lo físico.

Consecuentemente, para Vigotsky el medio social era importante para el aprendizaje. Su integración es dada tanto por los factores sociales como los factores individuales. Según este, el entorno social influye en la cognición por medio de sus instrumentos, es decir, sus objetos culturales (máquinas) y su lenguaje e instituciones sociales, (iglesia, escuela). El cambio cognoscitivo sobrevendría como el resultado de utilizar, internalizar y transformar mentalmente las interrelaciones sociales mediante el uso de esos instrumentos culturales.

Ante esto, es importante destacar el rol indisoluble que existe entre la mente y el entorno y se debe observar cómo los condicionamientos externos dados por el poder generarían particulares formas de comprensión sobre las realidades diversas que observamos.

Ciertamente, su estudio parte de la semiótica de donde se derivan dos comprensiones fundamentales presentadas como desarrollo conceptual y desarrollo del lenguaje (Wertsch, 2008:145). Cabe resaltar que en ambos, tanto signos como lenguaje son contemplados como formas de aprendizaje por Vygotsky, por tanto ambas

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se asumen como formas de la Palabra en el presente tarea, dado su carácter de expresión y comunicación lógico.

El simple hecho de describir o contar una Leyenda es un acto consciente que conlleva el uso del lenguaje, pero además el uso de la imaginación, de ahí que el estudio infiera la misma aproximación entre la mentalidad individual y la memoria colectiva.

Por otro lado, Vygotsky asentó la base de esta interacción como la Ley genética general del desarrollo cultural enunciando que: “cualquier función presente en el desarrollo cultural de un niño aparece en dos planos distintos: primero en el plano social (externo), para hacerlo luego en el plano psicológico (interno)”. Debe decirse que la internalización transforma el proceso en sí mismo, cambiando su estructura y funciones. “…y que las relaciones sociales subyacen genéticamente a todas las funciones superiores y a sus relaciones.” (Wertsch, 1988:77).

Dado esta lógica del proceso de internalización “Vigotskiano” (aplicable a las funciones superiores) como el lenguaje es que se fundamenta la línea social o cultural de un desarrollo. La cultura por sí sola no crea nada, solo modifica los datos naturales conforme a los objetivos humanos (Ídem: 64).

Por tanto, dado que las experiencias de internalización son diferentes en todos los individuos, el grado de asimilación que interprete cada uno tendrá que ver con aquellas formas en que un proceso de desarrollo forma la base dialéctica para el otro, siendo también trasformado y convertido en un nuevo tipo de desarrollo (Vygotsky; 1930, citado por Wertsch, 1988:46).

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Una conexión interesante conforme a lo señalado anteriormente se dibuja al sopesarse las experiencias transformadoras sociales del ser humano, -la aparición del trabajo-; (de lógica marxista), y de igual relevancia, -la aparición del habla-.

Para el Proyecto es importante denotar esta vinculación que por un lado deja abierto el enlace crítico entre la evolución orgánica y el desarrollo sociocultural; y por otro, observar cómo ambas corrientes influyen e interactúan simbióticamente. Sin embargo cabe destacar que ha sido precisamente esta disociación básica la que presupone conflictos en los discursos de dominación históricos entre el hombre y la naturaleza, que en la actualidad nos degenera graves problemas de sobrevivencia como el cambio climático, la desaparición de especies, o los conflictos culturales.

Este anterior enfoque nos aproxima a una clave destacada generadora de desarrollo; -“que existe una relación indivisible entre los fenómenos sociales y psicológicos”.

Entonces, si es difícil cambiar una realidad tal, la forma más inmediata que existe de hacerlo es mediante el desaprendizaje, lo que implicaría tener una apertura hacia el cambio de aptitud y empezar a elaborar realimentaciones sociales para que otros también internalicen y transformen su sistema de proximidad (Zona de Desarrollo próximo ZDP). La otra manera sería emigrar a un espacio físico con una realidad diferente, contemplándose tal acto como auto-enajenador.

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Scorza (1981) señala que la trasformación de las mentalidades y voluntades No se da simplemente de la noche a la mañana, sin embargo eso se trabaja conforme se retome la Palabra.

En resumen, desde esta perspectiva entonces el aprendizaje sería una condición necesaria para el desarrollo cualitativo; desde aquellas funciones reflejas básicas hasta los procesos superiores.

En el caso de las funciones superiores, el aprendizaje no sería

algo externo y posterior al desarrollo (como dicen los teóricos idealistas), ni idéntico a él (como asumen los mas conduccionistas), sino debido a las condiciones previas al proceso de desarrollo (Riviere, 1994:59).

Por lo tanto, se cree que el valor cognoscitivo del conocimiento desplegado en formas primigenias de aprendizaje ancladas en formas como el Mito o la Leyenda; llegaría a constituirse en su singular capacidad como un elemento de aprendizaje cultural.

Partiendo de esto, se debe recapitular aquella importancia semiótica del sistema en los fenómenos culturales, lo cual es un recurrente nativo a través del presente trabajo. Esta integralidad funcional es convenida por la integridad y dinamismo de varios factores analizados en los anteriores “apartados o subsistemas”; los cuales desempeñan un papel esencial en la creación y difusión de los valores espirituales.

En suma, esta recapitulación se puede conjuntar en las siguientes palabras de Potebniá, (1905:426): “El mito es afín al pensamiento científico pues el mito representa precisamente un acto de pensamiento consiente, un acto de conocimiento, de

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interpretación de “x” cosa por medio de una totalidad de signos dados previamente, unidos y elevados a la conciencia por una palabra o imagen “A”.”

Según este, cuanto más mítico es el pensamiento, tanto más sirve de fuente de conocimiento; en este sentido, el pensamiento más primigenio es el más apriorístico (Savranski; 1983: 111).

Es mediante este traspaso de conocimientos que la lengua llega a ser en esencia el principal y primario instrumento del pensamiento mítico, el cual se desenvuelve entre una asociación natural al pensamiento y la percepción (pág. 117).

Por tanto, la

humanización de la experiencia (entendida como aprendizaje) es una realimentación del proceso.

A la vez, este proceso contempla en el concepto de Zona de Desarrollo Potencial; la síntesis de la concepción del desarrollo como apropiación e internalización de instrumentos proporcionados por agentes culturales de interacción. La descrita zona de desarrollo potencial (ZDP): “…es la distancia entre el nivel actual de desarrollo determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema y la capacidad de lograrlo con capacidades en conjunto-comunes”. (Riviere, 1994: 60). “El aprendizaje a través de la influencia era para Vigotski el factor fundamental del desarrollo.” (pág. 61)

De ahí, el nexo entre las construcciones cerebrales a través de los convencionalismos hallado en los signos. Esta interacción implícita de signos es la que

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construye la convención social (el entorno externo); entre esto cabe destacar a la función de control meta-cognitivo (pág. 76).

Por otra parte, cuando la transformación mediata e instrumental del medio a través de la conducta obra en las personas, se vuelve significativa. Por lo tanto, en las interacciones yace el origen los signos; su función primordial es la de comunicación, de tal modo que un sujeto no construiría o adquiriría signos si no fuera porque está incluido entre otros sujetos (la comunidad o entorno).

De tal forma, que la Leyenda adquiere una significación magistral y única al situarse en su entorno inmediato y único; la comprensión social del signo se elabora a través del lenguaje.

Estos instrumentos de interacción (los signos) no se incorporan a una conciencia previa, o a una especie de espíritu innato que tuviera el sujeto; -sino- que se puede decir que la propia conciencia, el mismo sujeto y si se quiere, el mismo espíritu son resultados y construcciones de los signos.

Así los instrumentos objetivos de mediación entre las personas se internalizan hasta convertirse en instrumentos internos y subjetivos de un sujeto consigo mismo. Por eso, el acto de hablar representa la génesis de la naturaleza social de la conciencia. (pág. 82)

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Es por lo tanto, que el desarrollo de la Palabra es la experiencia primigenia del aprendizaje, actividad necesaria para crecer y desarrollarse como individuos, sociedades y culturas.

TEATRO Y CONCIENCIA Freire nos señala que en aquellas sociedades cuya dinámica estructural conduce a la dominación de las conciencias, la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes. Boaventura añade que, “la injusticia social descansa en la injusticia cognitiva” (De Souza Santos; 2009: 115).

Ante este dilema es no es de extrañar que las enajenaciones surjan o se transformen desde aquel mismo momento cuando la psique capta en simbolismos un imaginario de valores que sirven a una clase dominante mientras desprecian a otra dice Asse (2002).

Focault reafirma todo lo anterior diciendo que “la formación de los discursos y la genealogía del saber deben ser analizadas No a partir de tipos de conciencia, modalidades de percepción o formas ideológicas; -sino- más bien como las tácticas y estrategias del poder que asumen”. (Dávalos, 2011:296)

Por tanto, no es obra de la casualidad que la construcción o deconstrucción de realidades se deba llanamente a una fatalidad compartida derivado de un destino manifiesto. Ante la acumulación de procesos de monocultura lineales que se transforman antagónicamente y que se sustraen detrás de los discursos de progreso,

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revolución, modernización, desarrollo, crecimiento, o globalización, (De Souza Santos; 2009:110); el desaprendizaje a la atenencia de un modelo dado como único se convierte en un atisbo imperativo o necesario para mirar con una visión propia el desafío de un propio desarrollo.

Por ende, ante los dilemas de abuso y opresión, el lenguaje se convierte en la herramienta que libera lo mudo de la experiencia, lo redime a su inmediatez o de su olvido y la convierte en lo comunicable, es decir, en algo común (Sarlo, 2007:29). Aunque si bien, la propia conciencia, el mismo sujeto y si se quiere, el mismo espíritu son resultados y construcciones de los signos (Riviere, 1994: 82).

Consiguientemente, desaprender la opresión y aprender la liberación es la manera de tomar conciencia en la realidad. Para ello, es necesario alfabetizarse distinguiendo los signos de alerta que nos afectan desde la cognición.

Uno de los métodos de aprendizaje prácticos para la toma de conciencia es indudablemente mediante del uso tecnológico del recurso teatral que como creación nos remite a sus posibilidades cuestionadoras y en este caso aquellas derivadas de la realidad social latinoamericana, mediante el análisis de la dualidad arte-sociedad.

Dado que el Arte es un rasgo distintivo y característico de la vida social-cultural (que involucra factores de integralidad como el espacio, actores, instituciones y procesos creativos individuales y colectivos, que comunican pensamientos y emociones, todo esto en un contextos de macro procesos que le son propios, una historia, un contexto determinado); entonces la misma comunicación guiada a través de la

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exploración comunitaria desde la forma de signos y símbolos es una forma viable para responder críticamente al objetivo del Proceso: -reapropiar la Palabra, aprender a tomar conciencia, y desarrollarse endógenamente-.

Además la Palabra desde el escenario como medio de resistencia se circunscribe como un acto de intervención que intenta a través de la crítica no solo generar conciencia, sino también considerar un factible uso cognitivo del mismo como un proceso de emancipación-liberación micro-macro, interno-externo, mental-social.

La influencia mimética que describe la forma cíclica de intervención guiada como aprendizaje viene a ser correspondida al señalarse que: “el teatro imita las cosas del mundo, pero el mundo no es más que una simple imitación de las ideas; así que el teatro viene a ser una imitación de una imitación” (Boal; 1974:15).

La apertura e inclusión que ofrece el método escénico en el aprendizaje cultural es otro elemento de empoderamiento que abarca la empatía existente entre la emoción y la razón.

El PRODUCTO CULTURAL El trabajo Cachí, Leyenda y Palabra intenta destacar a partir de una Recopilación de Leyendas, las experiencias orales, la Palabra subyacente de un inconsciente étnico muy específico. Ciertamente, con la experiencia generada en la intervención escénica “el arte recrea el principio creador de las cosas creadas” (Poética de Aristóteles, citada por Boal, 1974: 17).

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La Propuesta evoca inferir desde la propia mente de los pobladores aquellos detalles particulares que encausan una visión de realidad singular y diversa. La experiencia procura con su intervención reforzar el desarrollo del cuadro de valores endógenos que además fungen como cualidades resilentes de la mente -(tanto personal como comunitaria)- ante el incauto arribo de valores exógenos en la sociedad global; tales como la -Autoestima, Independencia, Iniciativa, Humor, Creatividad, y Pensamiento crítico-

Ciertamente, la memoria se recrea a través de procedimientos diversos que permiten el acercamiento entre individuos, en tanto se sienten partícipes de una historia común, por lo menos en algunos de sus rasgos. Para ello, se prioriza la utilización tecnológica-artística de una Muestra Escénica para exponer o relatar sus propias Leyendas.

Realmente, en todos los pueblos, la evocación del pasado resulta necesaria en la medida en que se trata de un complejo mecanismo que hace posible la construcción de referentes que dinamizan el presente vivido colectivamente (Halbwachs, 1997; Joutard, 1977; Ricoeur 1999).

En tal sentido, el recuerdo constituye una práctica permanente que es al mismo tiempo un proceso de invención, de recreación, de expulsión de unos significados y de imposición de otros, en función de los intereses en un momento dominantes o en función de las coyunturas por las que atraviesa una comunidad.

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En fin, es de esperar que desde la muestra y la palabra popular se pueda reconstruir la huella histórica del devenir cultural de un pueblo como Cachí y que con esto se reafirmen los nexos comunitarios en aras de encontrar una integralidad desde su identidad.

Se espera que la investigación, así como las actividades tecnológicas-creativas lleguen a ser una herramienta más en la capacidad de auto-aprendizaje, y que con esto se genere una apropiación de mecanismos auténticos y autóctonos que contribuyan en su eventual desarrollo psico-socio-cultural.

Por otra parte, el producto cultural supone una pertinencia con la ecología de los saberes visto desde una Epistemología del Sur, lo cual supone una consideración epistemológica “en cuanto asume una coexistencia entre el conocimiento que surge de las universidades, y el que surge fuera de este contexto” (Piña Jiménez, 2006). Es decir que no se concibe el conocimiento científico como un tipo de saber superior a otros tipos de saberes populares.

Así entonces, la ecología de los saberes se vincula con la relación conocimientoignorancia, en cuanto a que el aprendizaje del “Saber” produce el olvido de otros saberes, en un proceso sumamente violento.

Más bien, la alternativa del Proceso propone un diálogo de los diferentes saberes “complicados”. Desde luego que la ciencia no es olvidada o subvalorada sino que es un conocimiento importante que sistematiza lo ya antes conocido.

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Boaventura de Souza Santos señala aquello que nos impulsa a trabajar duro sobre la base de la incertidumbre de las posibilidades de transformación en la llamada metáfora de la apuesta de Pascal:

La apuesta es la metáfora de la precaria construcción, pero mínimamente creíble, la posibilidad de un mundo mejor, es decir, la posibilidad de emancipación social, sin la cual el rechazo de la injusticia en el mundo de hoy y antes de no conformidad no tiene sentido. La apuesta es la metáfora de la transformación social en un mundo donde las opiniones negativas y las razones (que fue rechazada) son mucho más convincentes que las razones positivas (la identificación de lo que uno quiere y de cómo llegar). (De Souza Santos, 2009)

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Capítulo II: Aspectos Metodológicos

ENFOQUE SOBRE EL MODO DE INTERVENCIÓN La compilación de leyendas locales y su eventual fortalecimiento de aprendizaje se considera como un proceso de sistematización que produce conocimientos a partir de la recuperación y la ejecución práctica de dichos conocimientos.

El mismo impulso de realizar la experiencia sistémica permite al colectivo tener una experiencia viva con una significación de autoestima social que aproximará un sentido de valor solidario, de respeto y arraigo hacia lo propio.

El presente proceso social-cultural desde la investigación hasta la etapa de extensión a la comunidad mira desde adentro y desde el ámbito de la leyenda a los propios sujetos–actores, permitiéndoles, a la vez, auto-reconocerse y comprender la vida social-cotidiana como una acción reflexiva, orientadora y transformadora del entorno común.

Por tanto, se trata de reconstruir un conocimiento con valor instantáneo actual, entendiéndolo como aquella manera en que dicho conocimiento se refleja y se ha transmitido hasta hoy, de tal forma que este conocimiento sea su sustento teórico y en consecuencia se abstraiga como Palabra del imaginario colectivo, pero sin profundizar tampoco en consideraciones discriminantes o marginales entre la historia, la memoria y el olvido.

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Con esta atinencia se considera que el simple acto de sobrevivencia de una leyenda en la memoria colectiva es un fundamento implícito de su importancia indistintamente de la raíz de conocimiento histórico; (debido a su transcendencia atemporal). Dado que muchas leyendas devienen de diversas etapas históricas, todas poseen una significación propia y presente única que no se puede desarticular, porque entre todas ellas conforman el verdadero sentido de localía e identidad de un sitio o de un colectivo.

Consecuentemente, se considera que el valor del presente es un eterno vivir; mejor dicho, que al echar mano de los recursos actuales en una comunidad, se podría moldear con una mejor capacidad de comprensión, la influencia de la significación implícito-tácita de un recurso cultural. En otras palabras, el presente es la reorganización de un pasado, pero también la proyección activa hacia el futuro.

Dada la naturaleza artística del trabajo, a esta anterior enuncio se le podría agregar las palabras de Monge (2005) sobre antiguo lío filosófico de Heráclito cuando decía que todo es movimiento (nuestra referencia al tiempo); a lo cual Parménides responde que no; el movimiento es una ilusión, pues en el fondo reside una sabia quietud.

Por tanto, al tratar de recopilar lo que los sujetos ya saben o recuerdan hoy en día, (en una sabia quietud) se constituye un proceso de interlocución o intercambio de interpretaciones reales entre los participantes, lo cual es ampliamente valioso para encontrar respuestas necesarias a las significaciones individuales y colectivas; así como observar procesos de interacción e interpretación en su mismo comportamiento.

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Ciertamente, la significación de un conocimiento en mayor o menor grado construye las nuevas interpretaciones, concepciones y afirmaciones sobre la realidad, de tal forma que el recuerdo posee implícitamente la significación que afecta. Por tanto, cualquier variación, afirmación, negación, desconocimiento y/o silencio hallado, resguardaría el mismo poder que la Palabra local posee en ese momento presente.

Este dibujamiento o desdibujamiento pendularía entre lo abstracto y lo concreto, pero se acentúa irremediablemente en el lenguaje. Por lo cual, los signos y los símbolos recobran un valor originario trascendental, máxime si se trabaja con un sustento conceptual desde el ámbito de la leyenda; constituyendo en los sentidos, su verdadero eje de interpretación y ejecución. De igual forma, la leyenda posee un valor atemporal e instantáneo, dada su misma naturaleza mística y práctica.

De tal manera que desde la compilación de experiencias míticas o legendarias del sitio de estudio se promueve una gestión cultural escénica, o sea una imagen con Palabra que realimenta su propio Aprendizaje como forma de desarrollo autóctono y proyectado; irremediablemente entonces, desde la mente.

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PROPUESTA METODOLÓGICA: CRITERIOS GENERALES Nivel 1: EL ENFOQUE Aplicaciones dirigidas La intervención indaga con una metodología de investigación acción participante (IAP) y cualitativa sobre un segmento de interés particular-específico aquellas expresiones de la Palabra originadas desde el ámbito de la leyenda nativo-local.

Al recopilar las leyendas -in situ- con un enfoque cualitativo, ciertamente se concibe la realidad como una cosa socialmente construida por medio de definiciones individuales o colectivas de la situación estudiada. Por tanto, el lugareño es concebido a la vez como sujeto y actor de la investigación dado su sentido de pertenencia a un entorno. El significado es un producto dual que deviene de la interacción social y la verdad. Es, por tanto: relativa y subjetiva.

El objetivo se esclarece mediante la comprensión descriptiva y explicativa de las leyendas desde la propia perspectiva de sus actores-sujetos. Su foco de atención va dirigido a encontrar un conocimiento amorfo no preconcebido con un criterio de valor y relevancia dado por los mismos actores que hallan en su entorno una significación específica.

Como investigador e instrumento de investigación, se participa dentro de su vida social comunitaria; sin embargo la correspondencia va dirigida al motivo inicial de hallar y analizar algunas verdades coherentes en las leyendas con más o menos arraigos mentalmente colectivos. Paralelamente, se concebiría a la expresión de la Leyenda

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como una parte generadora y delimitada de la Palabra local en un contexto totalizante o integrador.

Es por esto que la forma de intervención utilizada para recopilar las leyendas, se aborda desde las propias palabras de las personas, tanto habladas o escritas, su conducta observable. Las preguntas generadoras que se respondieron en un papelógrafo son: ¿Conoce las leyendas locales? ¿Qué significado principal le daría? ¿Qué detalles importantes destaca? ¿Considera la Leyenda importante ¿Por qué? ¿Cómo se relaciona la leyenda con Cachí? ¿Cómo se desarrolla su acción mítica concreta y como la relaciona con el entorno? ¿Qué características comparten esas leyendas? ¿Qué características divergen entre ellas? ¿Cómo se relacionaría la leyenda con otras leyendas que se dan en otros lugares y otros tiempos? ¿Qué elementos aleatorios secundarios devienen de la misma conversación sobre leyendas? ¿Qué ha marcado la leyenda en sus vivencias, creencias, ideas y costumbres? Libremente, ¿Qué otro saber desea agregar? Lo primero fue entender el interés y la relevancia de las leyendas para el sujeto en su propio ámbito local; para luego poder interpretar los hechos sociales comunitarios en una dimensión más amplia y por ultimo; construir un conocimiento por consenso comunitario.

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Nivel 2: LA INTEGRACIÓN Un sistema de gestión cultural El segundo nivel de la experiencia se atendió mediante un modelo de gestión cultural que incentivó la participación ciudadana en la creación de una muestra escénica cuya finalidad fue la de mostrar y enseñar a la comunidad las principales leyendas recopiladas y escogidas durante el proceso.

Esta labor partió de una fase de investigación cualitativa; provocando que desde el campo, las leyendas se determinen y abstraigan de su mismo conocimiento práctico; o sea de la propia experiencia o testimonios; lo cual es característica del método investigación acción participante (IAP).

De tal forma que el estudio, la acción y

reflexión acontecidos dados a partir de la compilación; sencillamente llegaron a ser los mismos generadores hacia donde confluía su ensayo práctico: su muestra escénica.

Por lo tanto, el propósito crítico de generar un cambio social mediante este Trabajo conllevó una singular participación activa, colaborativa, consciente, y abierta de los sujetos-actores inmersos en la situación. Así, la experiencia misma podría ser entendida y considerada como un proceso de aprendizaje sistemático.

En consecuencia, se podría realimentar el ciclo iniciado en una forma de extensión absolutamente práctica mediante los conocimientos anteriormente adquiridos (que también fueron sumados al proceso de una manera práctica); pero ahora con un valor agregado y comunitario implícito.

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A esta lógica se le podría adjuntar un calificativo desde la perspectiva de la Educación Popular como un correspondiente diálogo de saberes en donde la participación, el diálogo, la concientización y la formación de sujetos se contextualizan en una forma dinámica y compartida. La apropiación de la Palabra desde la Leyenda tendría esa facultad colectiva.

La técnica o instrumento para realizar la recopilación de la información se logró mediante la compilación de fuentes orales manifestadas a través del testimonio, la conversación colectiva, la entrevista dirigida, y la revisión de hechos, sentidos, imágenes. Se valoró el uso de un cuestionario, además de la observación y las reuniones con personas que poseen e interpretan la información.

Nivel 3: LA DIFUSIÓN El producto cultural: Obra de Teatro sobre las Leyendas de Cachí El Proceso: Cachí, Leyenda y Palabra intenta destacar a partir de la expresión escénica; las experiencias orales como base de la Palabra subyacente de un inconsciente colectivo muy específico.

Se evoca inferir desde la propia mente de los pobladores, aquellos detalles particulares que encausan una visión de realidad singular y diversa. La experiencia procura en su intervención, reforzar el desarrollo del cuadro de valores endógenos que

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además fungen como cualidades resilentes11 desde la mente ante el incauto arribo de valores exógenos de la sociedad global.

Ciertamente, el imaginario colectivo recrea a través de las leyendas uno de los procedimientos que permiten el acercamiento entre individuos, en tanto se sienten partícipes de una historia común, por lo menos en algunos de sus rasgos. Para potenciar esta expresión se prioriza la utilización del teatro como herramienta de divulgación y aprendizaje.

Esta evocación del pasado resulta necesaria en la medida que se trata de un complejo mecanismo que hace posible la construcción de referentes que dinamizan el presente vivido colectivamente según Ricoeur (1999).

Así el recuerdo se constituye en una práctica permanente que es, -al mismo tiempo-, un proceso de invención, de recreación, de expulsión de unos significados y de imposición de otros en función de los intereses que dominen un momento o en función de las coyunturas por las que atraviesa una comunidad.

Por lo tanto, desde la experiencia; la palabra popular se reconstruye como huella histórica del devenir cultural del pueblo de Cachí. Sus pobladores serán quienes determinen el rumbo, al hacer visible y consiente su palabra.

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Se enuncian en la -autoestima, la independencia, la iniciativa, el humor, la creatividad, y el pensamiento crítico.

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Al mismo tiempo, es de esperar, que se reafirmen los nexos comunitarios en aras de encontrar una integralidad desde su identidad; lo que (Illanes, citado por Díaz, 1997:14) describiría como: “la apropiación de sí mismos, por si mismos, entre sí mismos.”

Por último, las actividades creativas que se proponen a la comunidad llegan a ser una herramienta útil en la capacidad de auto-aprendizaje, y que con esto fluyen otros mecanismos auténticos de expresión cultural, integrando eventualmente un sistema de desarrollo psico-socio-cultural.

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EL CICLO METODOLÓGICO: DISEÑO DEL PROCESO DE CONSTRUCCION El ciclo espiral auto reflexivo: planificación, implementación del plan, observación sistemática, reflexión, re-planificación y repetición del ciclo se llevará acabo de la siguiente forma.

MAYO 11 PRODUCTO EVENTO comunitario

Produccion y Gestión del Evento

Compilación de Leyendas

apertura contacto social

JULIO 7 Figura 5: Calendario de trabajo y actividades Fuente: elaboración propia

FASE 1: PLANIFICACIÓN Apertura y contacto social - (Duración: 2 semanas) •

Esta etapa permitió conocer el entorno, así como los contactos locales en la

población para determinar quienes tenían anuencia a participar directamente o indirectamente en la recopilación de las oralidades u otras actividades.

Por otra parte, implicó anunciar públicamente la realización del Proyecto. Para

ello, se contempló anunciarlo en actividades de reunión colectiva (como las misas y

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otros sitios de reunión). Se diseñó un afiche alegórico y volantes que informar de las actividades, estos fueron distribuidos entre sitios de comercio local, casas y autobuses. Se creó una página de Facebook con la intención de informar sobre los avances del Proyecto e invitar a las personas de la localidad que usan esta herramienta tecnológica.

Se contactó con empresarios locales y regionales (de Cartago y Paraíso) para

invitarlos a participar como patrocinadores, de esta forma poder disminuir los costos.

Se invitó a grupos sociales, culturales y artísticos de la localidad interesados en

participar en el proyecto a través de su exposición de trabajos en las peñas culturales, el taller de teatro o bien, otra forma que proponían.

Se efectuó una Peña Cultural de 2 horas de duración en donde se procuró una

asistencia representativa para celebrar comunitariamente el inicio de las actividades de recolección de informaciones respecto al tema de los mitos y leyendas locales. En esta primer Peña se contó con la participación mayoritaria de artistas locales 12. Además se invitó personas con deseo de colaborar voluntariamente mediante sus talentos.

Dicha actividad se aprovechó para iniciar la recolección de oralidades y el

enlistado de personas que podían ser entrevistadas posteriormente.

Se obtuvo una lista de personas como posibles miembros activos del Taller

comunitario de Teatro. La lógica de esta tarea es la de entregar herramientas de

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Se generó una total sinergia al compartirse esfuerzos de organización con la Escuela de Música de Cachí, quienes se prestaban a iniciar el Festival Cultural Cachí (FECUCA 2013).

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expresión escénica a los participantes, y al terminar la etapa de compilación de leyendas, representar las escogencias.

El Taller se realizó 2 días por semana, cada sesión fue de 2- horas en el Salón

Comunal de Cachi (Martes y Miércoles de 6 a 8pm).

Preparación y diseño de las entrevistas.

FASE 2: PRODUCCIÓN Implementación: La compilación de Leyendas – (Duración: 2 semanas) •

Se visitó a las personas que desearon ser entrevistadas. Se contó con recursos de

sonido e imagen para sistematizar e ilustrar el proceso, así como para crear anexos de la investigación.

Entre las personas interesantes (sujetos-actores) “sabedores de leyendas”, se

entrevistó a ancianos, campesinos, líderes comunales, artistas, maestros, estudiantes, comerciantes, líderes espirituales, personas adultas y jóvenes en general.

Las modalidades teóricas de participación fueron: contador de leyendas, actor de

leyendas, hacedor de artes, receptor de mensajes, otros saberes indirectos.

Paralelo a las entrevistas, también se aprovechó para recoger material aleatorio

en imágenes de sitios interesantes como el taller de mascareros, el taller de escultura de Macedonio Quesada, algunos sitios arqueológicos con lenguaje jeroglífico, ríos y

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montañas, centros de turismo y sitios de comercio memorables, calles y lugares descritos en las leyendas, plantaciones agrícolas, empresas públicas, entre otros.

El material se recopiló con una computadora, una cámara digital y una grabadora

periodística.

En esta etapa se inició el Taller de Teatro. Desplegar elementos y herramientas

de actuación y expresión corporal mediante entrenamientos previos al objetivo; posteriormente se consolidaría el performance sobre las Leyendas.

Realización de entrevistas.

FASE 3: POST-PRODUCCIÓN Observación sistemática y reflexión – (Duración: 4 semanas) •

La Fase 3 conllevó reunir todo el material recopilado, re-apreciar la observación

sistemática del trabajo de investigación, y replantear acciones sobre las posibles reflexiones, para eventualmente re-planificar la Muestra Escénica a la comunidad.

Se ordenó el material recolectado a ser pre-mostrado a la Comunidad.

El Taller de Teatro trabajó sobre las leyendas recopiladas y produjo un guión de

diálogos para emprender la fase de actuación que se extendió 8 sesiones/mes.

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Al final de 6 semanas (12 sesiones) del Taller, se presentó la muestra escénica:

Cachi, Leyenda y Palabra.

Reunión de datos e informaciones finales.

FASE 4: REALIMENTACIÓN Entrega de productos culturales a la comunidad – (Duración 1 semana) •

La última etapa aprovechó la congregación de la población en lugares cotidianos

para entregarles el material resultante propio de su memoria colectiva (como el Boletín de Leyendas). Se respondió a diversas invitaciones para presentar la Muestra.

Se consolidó el evento como: Muestra Escénica Cachi; Leyenda y Palabras

La actividad de estreno del evento tuvo agendado la presentación de la muestra

escénica sobre leyendas nativas; y la distribución del material. Los actores iniciados aprovecharon sus capacidades cognitivas-motoras e hicieron consciente el desarrollo de su palabra inédita desde sus mentes mediante esta oportunidad artístico-creativa.

La actividad final fue presentada en la primera semana de julio del 2013 (7 Julio

del 2013).

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Un propósito esencial fue dejar constituido un grupo comunitario de Teatro y otorgar otros cimientos para recrear periódicamente aquellas expresiones culturales que reflejan la identidad del cachiseño. “Cachi: Leyenda y Palabra 2013”

Otras actividades Se desarrolló una exposición de Pintura Infantil “Mis Colores de Cachí”; un Convivio musical gracias a la Banda Bonila y una caminata por los sitios indígenas legendarios. Se sugirió además una exposición de fotografías antiguas, cuenta-historias, un recital de poesía, un paseo en bicicletas, y un bautizo de animales; actividades no efectuadas pero recomendadas para el futuro.

¿El por qué y para qué del Proyecto? El trabajo: Cachí: Leyenda y Palabra recopiló un conocimiento básico y esencial en el ámbito del aprendizaje colectivo, el cual define de manera amplia y profunda los indicios y rasgos de la identidad de un pueblo.

El trabajo buscó dar un sentido de apropiación identitario y favorecer un desarrollo endógeno mediante los símbolos e imágenes que despierta el mismo uso de las leyendas en el imaginario colectivo.

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Imagen Prospectiva Con el Trabajo “Cachí, Leyenda y Palabra”: •

Los pobladores asumen las capacidades de ser agentes de cambio, responsables

consigo mismos. Primero, se favoreció la conciencia desde su aprendizaje autóctono para generar un auto-desarrollo acorde con su compromiso a través de su ambiente psico-social.

Esto conllevó redescubrir un poder desde las propias ideas y palabras como

formas de auto-reconocimiento de su identidad local, reflejando y trasmitiendo esa expresión de pertenencia y orgullo a más generaciones.

Esta comprensión implicó la generación de un “abstracto positivo13” a partir de

los sentidos y la mente; desde aquellas maneras implícitas y explicitas de manifestar los sueños, anhelos, necesidades o utopías; para así disparar una energía potencial que ha estado contenida, callada o disminuida, por la implantación de una visión única de desarrollo recogida desde los actuales y anteriores procesos de explotación.

El dualismo evocador en que se define el trabajo se desplazó entre la sensación y

la interpretación relacionado como un dialogo intercultural de saberes que encuentra sus puntos de convergencia y equilibrio para hallar un sentido de realidad común; entre “los

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Como un proceso de aprendizaje psico-socio-cultural es necesario alejarse de cualquier preconcepción lineal de resultados; por lo tanto, al generarse -algo positivo- desde aquellos saberes todavía desconocidos, se obtiene un acercamiento cultural que propicia el endogenismo, la participación democrática y la inclusión desde sus propias propuestas y pensamientos.

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otros” y “la propia mente”, entre en el mito y la ritualidad, la resistencia y la liberación, el grito o el silencio.

En suma, la naturaleza del trabajo se circunscribió como una respuesta creativa,

educativa, y artística, de manera abierta, inclusiva y participativa. La imaginación de “mundos posibles”; es factible en el tanto se generen oportunidades con un valor cultural identitario endógeno. Así lo ha buscado esta respuesta desde el ámbito de la leyenda local.

La construcción cognitiva tendría una cosecha inimaginable que se suscribe

primeramente, a partir de la realización de un evento cultural cíclico, que nacería de la semilla sembrada por el presente Proceso y que se fomenta de los recursos anteriormente existentes.

El proceso de empoderamiento en el Proyecto “Cachí, Leyenda y Palabra”: Aspectos de la Experiencia al utilizar la metodología IAP Desde el propio enunciado del trabajo: “Cachí, Leyenda y Palabra”; se denota la influencia de un proceso sistémico e implícito de empoderamiento desde una raíz práctica desde y hacia los pobladores del distrito de Cachí en Cartago.

Su objetivo principal es el de facilitar la realimentación de la Palabra a partir del ámbito de la leyenda local como sustento del aprendizaje para potenciar un desarrollo originario. Se esperaría que esta semilla germine desde la mente hacia la realidad a través de un evento cultural.

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Como expresión cultural, la misma leyenda posee en el mito un valor social y artístico que derivaría desde ámbitos de contención y represión estructural histórica para ser utilizada y convertida como una herramienta de trasformación y en una fuente de empoderamiento y liberación. Esta misma razón destaca a la aplicación de la IAP como una vía positiva y atinente de uso.

En otra dirección, dado que el aprendizaje es un proceso cultural que se desarrolla durante toda la vida (cuadro tras cuadro; imagen tras imagen), se resalta el papel básico y primigenio de la mente en torno a su dualidad funcional.

Por un lado,

ser el centro de procesamiento de informaciones entre lo físico y lo espiritual; y por otra parte, ser la llave del dibujamiento de la realidad, entre lo interno y lo externo (el ambiente).

Con la atinencia metodológica de la IAP se complementan o integran entonces ambas acepciones: desde los hechos y los discursos; hasta sus mismas motivaciones psicológicas; lo cual abre e induce el conocimiento colectivo hacia una confianza y profundidad anhelada.

Por otra parte, dado que el trabajo parte del supuesto de la Palabra como ámbito primigenio de un desarrollo autóctono; el empoderamiento cognitivo es la herramienta básica para la toma de conciencia como aprendizaje.

De tal manera que el consecuente

proceso de emancipación-liberación sintoniza desde su endogenismo algunos lazos e interacciones que permiten no sólo la apropiación y el aprecio de su inédita información-producción; sino además asumir dichas expresiones como una eventual –

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voz- que trasciende desde el imaginario colectivo y hacia él; pero apropiable desde y hacia la psique. Así todos tienen algo que decir.

Por este motivo, el Proceso es una realimentación que abre y reproduce posibilidades indefinidas o que aun apenas son delimitadas; sin embargo serán guiadas por el propio haber cultural comunitario sobre la IAP.

Esta interconexión es trascendental en la medida que se tornan las miradas hacia el “otro” para generar una desajenacion cuasi-tácita y hasta casi imperceptible, pero definitoria en la solución de un problema. Su relación inclusiva, flexible y participativa es el mayor aliciente de éxito.

La resolución de la problemática y la necesidad del Proyecto son dirigidas a recuperar la VOZ o Palabra local. Así se oportuna la construcción dialógica de un saber colectivo, y se retoma su válido conocimiento para ser retornado heurísticamente mediante el recurso de la expresión escénica.

Las preguntas generadoras claves del sistema se enunciaron así:

¿Qué dice Cachí? ¿Cómo lo dice en leyendas? ¿Qué utilidad práctica-colectiva se sugiere? ¿Qué aprendo de eso?

Paralelamente a la recopilación de leyendas, esta comprensión implica también la generación de un “abstracto o amorfo positivo” a partir de los sentidos y la mente;

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desde aquellas maneras implícitas y explicitas de manifestar los sueños, anhelos, necesidades o utopías; cuyo valor instantáneo presente nos mostraría su interacción cultural con la realidad.

Esta forma dispararía una energía potencial que ha estado contenida, o disminuida por la implantación de una visión única de desarrollo recogida desde los actuales y anteriores procesos de explotación acontecidos.

Como se observa, la propia herramienta metodológica encontrada en la IAP es de por sí, otra forma de empoderamiento más en el trabajo como un proceso colectivocomunitario. El rescate de la Palabra local con el aporte del método IAP, le da un valor todavía más amplio de realización y plenitud individual-comunitaria, que se podría evidenciar en esta frase de Oscar Reyes (2006:97): “Las ganancias son sobre todo una especie de plusvalía espiritual, y una ganancia para la sociedad en el momento en que se forman y fortalecen redes permanentes y efectivas de solidaridad, participación y confianza interpersonal.”

Cabe destacar que la apertura fundamental e integradora que caracteriza a la IAP, posee una fuerza realizadora muy poderosa que rompe con cualquier utopía o paradigma estructural.

Con el Proyecto expuesto a través de la IAP, se permite el empoderamiento de las personas y colectivos al visibilizar otras posibilidades de su desarrollo; lo cual involucra la visibilización del saber y su comprensión desde su entorno de aprendizaje,

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hasta la invención trasformada de su imaginario colectivo. A fin de cuenta, es la mente la que elige y decide; pero son los sentidos los que lo manifiestan.

Un desarrollo originado desde la resilencia y propiciado desde la cognición articula en su lógico auto-reconocimiento una comprensión de que otro camino es posible al rebuscar en lo propio.

El Papelógrafo (P) Preguntas generadoras: ¿Qué dice Cachi? ¿Cómo lo dice en Leyendas? ¿Qué utilidad práctica-colectiva se sugiere? ¿Qué aprendo de eso?

(P1) Leyendas y otros saberes

persona 1

persona 2

persona3

persona 1

persona 2

persona 3

¿Qué dice? ¿Cómo lo dice? ¿Cuándo sucedió? ¿Por qué lo dice? ¿Qué utilidad encuentra? ¿Qué aprendió de eso? Otros detalles adicionales

(P2) Palabra, Leyenda, Aprendizaje ¿Qué signos y símbolos utiliza? ¿Qué sensaciones y percepciones genera? ¿Cómo interioriza la experiencia?

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(P3) Guion Libre para entrevistas (base) ASPECTOS TEMATICOS ¿Conoce las leyendas locales? ¿Qué significado principal le daría? ¿Qué detalles importantes destaca? ¿Considera la leyenda importante o no y por qué? ¿Cómo se relaciona la leyenda con Cachí? ¿Cómo se desarrolla su acción mítica concreta y cómo la relaciona con el entorno? ¿Qué características comparten esas leyendas entre sí? ¿Qué características divergen entre ellas? ¿Cómo se relacionaría la Leyenda con otras Leyendas que se dan en otros lugares y otros tiempos? ¿Qué elementos aleatorios secundarios devienen de la misma conversación sobre Leyendas? ¿Qué ha marcado la Leyenda en sus vivencias, creencias, ideas y costumbres? Libremente, ¿desea agregar algo más?

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Capítulo III: Resultados 1. LA SISTEMATIZACIÓN “La Espiral de las Palabras”: el Juego de la Sistematización Desconocida con Aportes Dialógicos del Proceso “Cachí, Leyenda y Palabra”

CONCEPTOS Extensión, Palabra; Diálogo de Saberes; Leyenda, empoderamiento, transformación, aprendizaje, imaginación, cultura.

RESUMEN Presentar algo más que un caso de sistematización debe ser la intrínseca acción de la extensión universitaria; un compromiso que se enfrenta como Palabra en el presente Trabajo. La propuesta destaca una integralidad desde el aprendizaje psicosocio-cultural y asume a la Leyenda como una Voz necesaria que acentúa el inminente desarrollo de un pueblo desde su memoria colectiva. Tomar herramientas endógenas facilita la sugerencia del empoderamiento y la transformación en respuesta a sus propias necesidades; por lo tanto, se reactivan las cíclicas espirales de conocimientos cuyo destino último es la liberación de la Palabra. La base dialógica de su encuentro es siempre indispensable desde la imaginación.

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CARTA 1: Un Proyecto en Espiral “De la normalidad al descubrimiento” pudiese ser la frase que mejor exprese la experiencia vivida en el Proyecto Cachí, Leyenda y Palabra. Lo que aparentemente parecía estar contenido dentro de unos límites imaginables, medibles y verificables de previo, se desbordó ocasionando una reacción en cadena con tan solo el accionar una primer molécula.

Ciertamente, el eje generador central del proceso lo aportaría el tema de la Palabra. Por su parte, la leyenda fungió como aquella expresión cultural que delimitaba el interés de la investigación y por el otro; sirvió como el catalizador necesario que permitía acceder a toda una gama de conocimientos comunitarios; (incluyendo a otros saberes), esa virtual escusa asistía sobre una razón dialógica, en donde todos tenían algo que decir.

La Leyenda también evocaba un sentido de pertenencia único respecto al tema de la identidad; constituyendo una profundización natural en la realidad psíquica de los sujetos dada la atinencia entre memoria, cognición y aprendizaje; uniendo lógicas intrínsecas entre lo real y lo ideal; así como sostener sincrónicamente una dualidad entre conceptos tales como realidad-fantasía; lenguaje-pensamiento; física-metafísica; ubicación-imaginación, objetivo-subjetivo; abstracto-concreto.

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Figura 6: Cuadro - Esquema temático Fuente: elaboración propia Desde sus comienzos, se hizo clave la labor de extracción de los signos y símbolos sobre los saberes recolectados; lo cual nos acercaría a conocer las dos simultáneas vertientes del proceso. Primero visualizar los valores identitarios y las características de la realidad local; y segundo, explorar las leyendas desde su lenguaje mítico original, o sea trabajar con las mismas cualidades endógenas primigenias de la palabra nativa.

Figura 7: Símbolos espirales indígenas en Peñas Blancas y Juanagustina, Cachí Fuente: Compilación del Colectivo Paraiseño

Este empeño sobre dos vías paralelas impulsaba desde el ámbito de la Leyenda, además conocer todos los otros saberes locales que permitieran finalmente entretejer un panorama ampliado de la estructura identitaria y sus interiorizadas coyunturas.

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De este modo, el juego de las palabras iniciaba un viaje desconocido e impredecible en donde la simulación virtual simplemente daba paso a un proceso real de sistematización. En consecuencia, el orden de las prioridades se comenzó a tornar fundamental para poder generar coherencia entre todas las partes de un sistema que parecía en principio caótico. Empero, el mismo proceso iría abriendo más adelante el surco de su propio paso con tan solo algunas simples y ligeras dosis de creatividad y persistencia en base al plan diseñado. El interés incremental de la comunidad seria el ápice de su eventual auge. En términos locales; trabajar con los intereses endógenos “sería el mejor machete”.

Algunos recursos iniciales incluían desde la lluvia de ideas hasta la bola de nieve como técnicas de acercamiento e indagación; más la extensión tampoco obvió otras formas o métodos que pudieran satisfacer su objetivo final: la liberación de la Palabra.

En cualquier caso, si se pusiera en una balanza toda la información compilada, así como las experiencias únicas y distintas, o los pros y contras hallados en el camino; en general se destacaría un desarrollo muy positivo por muchas razones a describir.

Primeramente, se llegó al punto en que la extensión se multiplicaba paulatinamente a través de muchas voces dentro y fuera del campo. La sola idea que evocaba la existencia de un “algo positivo” que antes era inimaginable facilitaría la continuidad en la creación de procesos derivados; comprometiendo aún más la seriedad y la responsabilidad en la toma de decisiones entre sus participantes.

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La inmediatez del valor instantáneo con que se actuaba en cada actividad dejaba entrever la explosión de transformaciones aún en estudio que se vendrían. La semblanza de una imagen ampliada, abstracta, y delimitada parecía contener las condiciones y características endógenas del poblador de Cachí; pero sin la necesidad de hacer grandes esfuerzos dirigidos. En una tierra que cosecha café; me transforme en un recolector de oralidades.

Figura 8: Imagen representativa real de la historia de Cachí Fuente: recopilación virtual y en sitio de Hermes Quesada Burke Sus habitantes, al poder -versen desde adentro- como sujetos protagonistas pudieron concientizar muchas situaciones de transformación que enfrentaban diariamente. Por una parte; recuperar el ancestral orgullo de pertenencia a su lugar de origen, pero sin dejar de inquietarse por los riesgos y problemas que las vivencias del cambio actuales provocaban. El sentimiento de descontrol, desconcierto e inseguridad por el futuro inmediato parecía ser una preocupación constante e inmediata entre algunos lugareños.

La composición del sentido de sus realidades divagaba entonces entre sus presentes vivencias, recuerdos y olvidos. Entre estos condicionamientos sobresalen aspectos que denotaban una meiosis identitaria como el sentido de ruralidad antepuesto

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al de modernidad; un perfil basal de percepciones como la amabilidad, la sencillez o la espontaneidad perdiendo terreno contra la incipiente indiferencia e individualismo acaparador. Ahora existía un desplazamiento mental y físico de lo compartido. Tanto las actividades sociales comunitarias, como la propiedad colectiva son reemplazadas por una imagen de origen privada, egoísta, indiferente, excluyente.

Figura 9: La privatización de Cachí Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra La fragmentación del sentido de unidad anterior comenzaba a des-propiciar el empoderamiento de los espacios y experiencias que eran comunes anteriormente. La inminente competencia de posibilidades por la acumulación de recursos desolaba físicamente sus calles y paisajes agrícolas, convirtiendo al pueblo de Cachí en un sitio dormitorio, o de descanso; lo cual dejaba entrever su acontecida trasformación cultural; sus roles y roces; cada vez menos ajenos a la urbanidad de las ciudades.

Una locuaz atingencia reunía algunos debates en torno al tema del trabajo. Su más notable evidencia se trascribía en la erección de una estatua en honor a don Alex Murray, el ex-dueño de la finca.

Según cuenta el periodista local Fernando Gutiérrez

Coto: “En Cachí nos acostumbramos a que el hacendado era dueño de vidas y haciendas”. Don Alex daba todo “regalaba la leche a los bebes; ayudaba a la escuela para que nos educáramos, luego daba el trabajo (coger café o palear), y hasta daba el

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funeral (construía los ataúdes); entonces nos veía en las tres etapas de la vida: nacer, desarrollarse y morir, -dando leche, trabajo y ataúd-, ¡en ese orden!. ” -Programa “En la Palestra”, 31 de agosto 2013-

Las nuevas conjugaciones neoliberales y globalizantes que trajo consigo el cambio de las políticas del Estado en los últimos treinta años deshicieron también el acostumbrado paternalismo agrícola de Cachí según relataba don Hermes Quesada (escultor local). Este llamativo punto de quiebre cultural; sumado a la ya acontecida quiebra económica de la Hacienda Cachí en 1963; dio origen a la titulación de propiedades dentro de la Hacienda como forma obligada de pago a sus peonespobladores. Así nació el Cachí contemporáneo.

Figura 10: Postal del Centro de Cachí, año 2013 Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra Hoy en día, los peones que trabajan al campo son escasos, e involuntariamente tienen que compartir la recolección de las cosechas con otros trabajadores temporales que son de origen nicaragüense e indígena. Dicha situación tiende a observarse en el clima interno como una invasión de inmigrantes no deseados; incluso criminalizando sus comportamientos. Ese sentimiento de pérdida está visiblemente manifiesto en el

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desuso de los antiguos canastos tejidos de café por las baratas y coloridas tinas de plástico.

La incursión de lo moderno y el sentido transfigurado de progreso se tiende a manifestar en las nuevas obras como alcantarillas pluviales o aceras que construye el ICE, es notorio en el alza del cobro del agua, el mejoramiento del servicio de buses, el boom de la conexión celular, sobretodo en la población joven, o la instalación de la nueva antena de telecomunicación celular que domina el paisaje; la cancha sintética y el gimnasio, el minisúper de los chinos, la pizzería, el servicio de taxi pirata, el incremento de propietarios de vehículos, la cantidad de usuarios en redes sociales o los portones nuevos de la Iglesia que simbolizan desconfianza; todo en aras de lo privado; imponiendo ante-voluntades figurativas, sus cerraduras mentales.

También causan alarma algunas situaciones que afectan la identidad comunitaria como la creciente desintegración familiar, los crecientes embarazos adolescentes, el uso incremental de drogas, el grave problema del desempleo, la incipiente criminalidad manifiesta en robos y sin duda el hito que marcó la historia de este pueblo fue su primer asesinato, en febrero del 2011.

Figura 11: El asesinato; Reporte Periódico Mi Cartago: 22 febrero 2011 Fuente: Periódico virtual Mi Cartago

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Figura 12: Piedra del Mono: Búnker de Drogadictos, también sitio legendario Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra Es indudable que las preexistentes sensaciones de “normalidad” de una realidad cotidiana contenidas históricamente mediante la ignorancia, la sumisión, el retraimiento y la pasividad del originario de Cachi; se veían ahora enfrentadas con los nuevos problemas propios de la vida urbano-moderna. El trabajo sobre ese evidente choque de valores sería uno de las necesidades determinantes que tomaría en cuenta el Proyecto como propuesta y respuesta social.

Ante este escenario, el papel de los mitos y las leyendas vendrían a refrescar con nuevos aires, la memoria colectiva de Cachí. Ciertamente, al accionarse una estructura dinamizadora a partir de la imaginación como lo hace el teatro, se lograría explotar una catarsis de positivismo y se contrarrestarían los posibles vicios entrópicos.

La reapropiación de las imágenes a su imaginación favorecería el aprendizaje socio-cultural. La conciencia llevada sobre un proceso práctico estimularía una recuperación real. Tal apreciación tomó una connotación verificable en la realización de un ameno taller de dibujo y pintura con niñas y niños de la Escuela Florencio del Castillo.

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Figura 13: Leyenda del Copito dibujado por Kendall Otárola Vargas, 9 años Fuente: Taller de Dibujo Cachí; Leyenda y Palabra Cabe aunar que el teatro del oprimido de Augusto Boal (1974) fue un método oportuno para impulsar la anhelada liberación cognitiva en el proceso como lo indica la llamada “transfiguración que alfabetiza” de Freire.

Esta evidencia del contexto se

puso a prueba en la propia dramaturgia del guion y luego en la propuesta actoral como un teatro imagen; intentando pasar de lo real hacia lo ideal, enfrentando así dos visiones de desarrollo entre planos físicos y mentales, ancestrales y modernos; abstractos y concretos, fantasiosos y verificables como lo relató en su experiencia un vecino de la comunidad: “Había salido tarde de ahí, pero pare para orinar, venia bajando la bajadilla, ese puente es altísimo, yo pare en la trepada, -y yo oía esos gritos y ese bullón- pero como yo me había echado unas cervezas, ya me iban dicho otros compañeros de eso; como cuesta creer. Me volví a encaramar, -Ud. no conoce ese puente, es un huecarón, es una selva-, jamás va a haber alguien gritando ahí. Dicen otros que han visto una sombra negra cruzando de lado a lado que asusta a las personas. Si alguna vez pasan por ese puente, nunca dejen de escuchar, eso sí pasen rápido y no se detengan.” -Marvin Serrano, comerciante Cachí 2013 usado en el Guion Dramatúrgico- “La Espiral de las Palabras”

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Por otra parte, se hizo una acogida a distintas iniciativas comunitarias, permitiendo la flexibilización y horizontalidad necesarias para construir un diálogo de saberes; enfocado en su principal intención: desplazar la exclusión mental - histórica de los cachiseños. Las características de integralidad permitían razonar sobre la cualidad inédita, vital e irrepetible de la experiencia haciendo muy confiable la interacción entre el entorno, la naturaleza, la comunidad y el papel del propio facilitador. Es muy atinente sugerir que en términos escénicos, tal interacción seria descrita como una “comunión” según subraya Peter Brook (1968). “El teatro sagrado es aquel que hace visible lo invisible”.

Por otra parte, también se pudo constatar la noción de “otredad” a nivel micro comunitario. Esta evidencia se demuestra como una de las características identitarias que tiene dos vías: (a) las personas que excluyen a otras y sobretodo, (b) aquellas que se autoexcluyen por considerarse diferentes. Este caso fue muy manifiesto entre los vecinos del centro de Cachí y los que habitan un lugar a 2 kilómetros conocido despectivamente como el Bochinche (antiguamente la Calle del Sapo), aunque su nombre actual sea Ciudadela Murray en honor al recuerdo paternalista del hacendado don Alex Murray. Un igual sentimiento de alteridad se sintió entre los pobladores de Peñas Blancas, pero tal vez más debido a su lejanía o distancia del centro de Cachí, que a su propia definición identitaria.

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Figura 14: El Puente inservible entre Cachí y la Ciudadela Murray: Evidencia de su sentido de exclusión y micro-alteridad Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

Es oportuno mencionar que el implícito interés sobre el tema de las leyendas permitió socializar el proceso en las distintas barriadas de la comunidad, pese a esas sus micro-alteridades y rivalidades intestinas. Una sensación dominante de -montañasiempre-verde- aun deja sus huellas indelebles en las memorias; tal vez sea el material perfecto para alimentar recuerdos y temores; aunque también sirva para sustraer valores entorno a sus simbolismos y significados.

Decía mi abuelo que para sobrevivir en el Cachí de aquellos tiempos, era necesario dominar los elementos, …( )…para un cachiseño de verdad, la naturaleza no tiene secretos, podemos determinar la velocidad del viento y su dirección, sabemos con exactitud cuándo hay que realizar los distintos trabajos del café, predecir si una vaca parirá una hembra o un macho, determinar el sexo de un pollo recién nacido, desde mayo saber si la cosecha de café va a ser buena o mala, escoger los huevos buenos de los güeros en una nidada, con solo tenerlos en la mano. Por el color del agua del río sabemos qué tipo de pez se puede pescar ese día, calcular la cantidad de fanegas que puede dar una manzana de café, con solo observar una mata de todo el cafetal, encontrar las cuevas que tengan adentro conejos, armadillos o culebras, con solo observar la

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entrada, pero sobre todo, indicar con precisión el minuto exacto cuando lloverá, incluso con varios días de anticipación, como valor agregado, la cantidad de agua que caerá y si al otro día el cafetal amanecerá seco o mojado. Somos dueños de todo conocimiento que sea útil para sobrevivir. Libro “El Trascabadito”, Rodolfo Cordero, escritor cachiseño, año 2013

La afinidad del aprendizaje escénico dispuesto a la comunidad de forma accesible fue principalmente respondido por un grupo fiel y frecuente de personas adolescentes; los incipientes actores. Muy posiblemente, esta joven confluencia podría ser otra virtud que permitió la integración y la solidaridad entre los participantes; agradando en la imagen comunitaria, principalmente en sus padres. Al mismo tiempo, la funcionalidad democrática de la Palabra como tópico de su eje central, permitió generar una investigación desde sus propios adentros y prácticas.

Simultáneamente como práctica de Investigación-Acción-Participante (IAP); la Palabra se constituyó en el necesario elemento transformador de realidades, desde el pilar teórico hasta en su práctica. Tanto la investigación como la sistematización, tuvieron un proceso simultáneo que buscaban despejar las interrogantes iniciales para ser confrontadas críticamente mediante la praxis. Era muy común que al finalizar una clase o taller se preguntara a los participantes ¿qué habían aprendido?; o que en una entrevista semi-estructurada, se posibilitara la agregación de cualquier asunto o tema libre. En definitiva, fue un proceso comunicativo en todo momento e imperó el respeto hacia la Palabra como un acto enrutador, englobador y denominador.

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Figura 15: Empoderamiento: niños protagonistas de sus propios saberes Fuente: Taller de dibujo del Proyecto Cachí, Leyenda y Palabra

Dialógicamente quedó convenido como un “inminente sistema de empoderamiento y alfabetización” según Freire. Tanto los actores pasivos como activos participaban en ese vaivén de saberes; - tanto al narrar o escuchar los relatos - o bien, al actuar o recibir sensitivamente como público el performance producido.

Esta

realimentación de aprendizajes sociales (científicos y populares) tiene entonces la misión sistémica de potencializar libremente la extensión en todos sus recursos desde el nivel micro al macro y viceversa; asumiendo sus cercanos retos dentro de un enfoque de mejora continua.

Esa coyuntura referida entre desposeimiento y empoderación es

descrita así por Freire (2008:63): “En el tanto que los pueblos hayan sido desposeídos, si los oprimidos logran superar su complicidad cognitiva con los regímenes o sistemas opresores; entonces el diálogo crítico y liberador que supone la acción debe llevarse a cabo cualquiera que sea el grado en que se encuentra la lucha de su liberación. Esta lucha empezaría por la toma de conciencia del oprimido y hace partícipe además al opresor.”

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CARTA 2: “Sistematización”; la Palabra en Espiral y Teorización de la Praxis Te invito a la espiral, la puedes transformar, lo que creas que cambias siempre está igual… Aquí la esperanza es el lenguaje popular de solitarias almas que no saben ya volar Yo ya no soporto estar entre hombres invisibles tu puedes quedarte pero yo voy a escapar Libélula Rock Es importante indicar que además de realizarse una investigación y una sistematización simultáneamente; el trabajo despejó sin proponérselo un aporte especial a la producción de sistematizaciones como teoría y práctica; lo cual constituye otro singular atributo o aporte del trabajo. Este camino empezó por recopilar la Palabra de Cachí en signos para ser adecuados dramatúrgicamente a una muestra escénica: su producto final.

Resultó muy interesante poder adscribirse a ciertos sub-ejes delimitadores de contenido dentro de un marco general llamado -la Palabra-, entre ellos se distinguen: (a) la Expresión, en clara sintonía con la afinidad escénica; (b) la Leyenda en alusión a la delimitación de interés compilatorio, (c) la Imaginación, buscando en todo momento despertar expresiones de liberación, y (d) los Ancestros, como una rememorizacion del pasado indígena de la zona; su primera Palabra.

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Figura 16: Resumen (plano) sistema del trabajo Fuente: Elaboración propia

Figura 17: Los Sub-ejes de Trabajo Fuente: Elaboración propia La inesperada figura geométrica de la espiral se inicia desde la expresión del extinto indígena cachiseño. Esta inclusión genera una visión de la Palabra ancestral a partir de los mismos signos y símbolos que se encuentran inscritos en petroglifos por todo el sitio Cachí. Muy singularmente llamó la atención que uno de estos símbolos resultaba un

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tanto recurrente: era su forma de espiral. Dicho símbolo incluso se representaba pictóricamente como la imagen o marca distintiva del lugar. En virtud de esto, dicha forma fue integrada al Proyecto Cachí, Leyenda y Palabra como un virtual sello potenciador.

Figura 18: La Imagen del Proyecto

Como investigación dialógica se sumaría la colaboración de dos conocidos indígenas de origen Bribri: (un cantor y un chamán); a quienes se les asignaría la labor de interpretar espiritualmente las posibles narraciones dibujadas en las piedras. Ya en su análisis, estos explicaron que la forma de espiral les acercaba natural y místicamente al cosmos; así como a los espíritus de sus antiguos vecinos indígenas: los huetares (Awá Lisandro Méndez: Julio 7, 2013). Los mismos indígenas Bribri usaban la figura del círculo para representar la unión de todos los pueblos indígenas; además elípticamente, esta estaba presente en el “úsule”, su casa cónica.

La actividad con los Bribri incluyó primero una caminata a los sitios inscritos con petroglifos; y posteriormente se entregó una explicación general a la comunidad sobre el valor sacro percibido en los mismos, con el fin de crear más conciencia en la comunidad sobre su identidad y pertenencia al sitio Cachi.

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Figura 19: Awá Lizandro Bribri de Kachablí, Talamanca en petroglifos de Cachí Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

Debido al simbolismo primigenio de esta experiencia, se tomó la decisión de nombrar a la Muestra final de teatro como: “La Espiral de las Palabras”. Su mismo guion dramatúrgico era una reproducción fiel de todas las oralidades escuchadas en la compilación de leyendas y otros saberes. La relación pareció muy atinente para generar esa anhelada conexión virtual que generaría inesperadamente una unidad de imagen público-social (teórico y práctica). La sensación del cosmos como espiral recreaba una sugerente afinidad con lo desconocido; tal como fue la experiencia misma de su sistematización.

En este sorprendente viaje, al hilar más delgado durante el proceso de compilación; se llegaría a las propias preguntas generadoras de la investigación; mismas que sirvieron además como punto de partida para su simultánea sistematización; generando un sentido de orden. Al abordar un eje central tan genérico como La Palabra; se coincidía simultáneamente con las características propias de la

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teoría de la sistematización; y con esto, se pudo descubrir que el modelo abierto que se utilizaba en Cachí, tal vez podría enclavarse como -otra forma de hacer- las cosas al sistematizar mediante la espiral. El modelo se construía sobre estas interrogantes:

Figura 20: Estructura de Sistematización mediante la Espiral de Palabras Fuente: Elaboración propia

Entre las características que enmarca esta forma de sistematizar sobresale que:

 Cada círculo representa un ciclo de acción  El último segmento anterior realimenta el primer segmento del nuevo circulo formando una espiral infinita.  Cada vuelta de la espiral representa una etapa nueva de aprendizaje con un extra valor agregado.  Esto supondría que cada nueva etapa o -vuelta de aprendizaje- acerca al individuo/comunidad a su liberación cognitiva (alfabetización)  Al rastrear temporalmente todos los valores instantáneos de un mismo segmento, (aunque en diferente ciclo) se pueden visualizar las transformaciones temporales del proceso (como un candado de combinaciones o una ruleta de imágenes).  El formato permitiría abstraer cualquier círculo anterior para un análisis comparativo presente. 104


 El formato de espiral NO desea jamás -uniformar, homogenizar o normalizarprocesos; más bien serviría como una herramienta de campo sencilla para ordenar los procesos de sistematización.  Su lógica partiría del supuesto que cada proceso es distinto, sin embargo se pueden encontrar variables y datos interesantes que facultarían la tabulación de información y/o la interpretación estadística con mayor propiedad.  El sentido de espiral le da un sentido propio de “infinitez” al proceso. De ahí que la continuidad (post-proceso) sea en realidad, el inicio de nuevas oportunidades de su desarrollo (nuevos ciclos espirales).  La espiral permitiría comparar proyectos simultáneos, aunque sean distintos en temática, tiempo y espacio.  Cada círculo, ciclo o vuelta de espiral tiene siempre una periocidad única, esto no impide, ni favorece que sobresalgan -ventanas interesantes- o con las cualidades únicas en cada ciclo de sistematización. En otras palabras, los resultados o cualidades de cada segmento son independientes del tiempo necesario en que se ejercerse.  Entre más distintos sean los segmentos similares de cada ciclo (amplitud de onda, profundidad o duración), es de esperar que se hayan dado mayores transformaciones.  La sistematización es una espiral infinita de acciones y vivencias que contiene imágenes, ideas, acciones, sentimientos, motivaciones, deseos, pensamientos, percepciones, críticas y debates.  La sistematización es la Palabra viva de los Protagonistas. La espiral es su canal de comunicación.

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 La sistematización mediante la espiral parte de la idea de mejora continua, aun si los resultados del ciclo anterior no produjeron beneficios deseados. (Idea de aprendizaje).  La espiral permite hacer interpolaciones y extrapolaciones, hacer búsquedas y mediciones más fácil y rápidamente.  El sentido de profundidad física en una espiral evocaría propiamente la complejidad en una profundización sistematizada.  La dimensionalidad física, -espacial y temporal- de una espiral permitiría encuadrar sus variables en un gráfico tridimensional. Esto No excluye al sentido de relatividad debido a sus variables físicas; más bien su multidimensionalidad es una característica aleatoria.  La tridimensionalidad de cada proceso permite ubicar con sus vectores X-Y-Z las coordenadas exactas de cada experiencia, sus hitos, sus rotes y puntos de quiebre.  La espiral puede generar ondas cíclicas o no cíclicas, ciertamente algo muy cercano a un sistema caótico; todo depende de la frecuencia, ritmo e intensidad de cada experiencia.  La sistematización es el contenedor visual de la extensión; esto nutre y le da acción a la investigación y a la docencia.  La sistematización es un proceso creativo que realimenta el ciclo enseñanzaaprendizaje en doble vía.  La sistematización permite encuadrar vivencias dentro de un eje generador guía para generar conocimiento del conocimiento, ampliándose paulatinamente a panoramas de realidad diversos según sean los tópicos de interés de su

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interacción dialógica entre sus actores-protagonistas (extensionista-universidad y las comunidades).  La característica principal que enriquece a cada experiencia de sistematización es su Impredicibilidad.  La espiral es un símbolo que supone un permanente movimiento planteando un enriquecimiento mutuo a través de un viaje compartido.  Cada espiral es diferente, su trayectoria representa una tangente y depende de su velocidad de impulso inicial, su ángulo, y su distancia recorrida. Esto se vuelve más complejo si entre un punto (A) y un punto (B) de trayectoria se varía las constantes de velocidad angular; o sea que no es uniforme.  La sistematización siempre es tangencial; es la trayectoria de una experiencia.  Pueden existir infinitas formas espirales. Por ejemplo, la espiral logarítmica se distingue de la espiral de Arquímedes por el hecho de que las distancias entre sus brazos se incrementan en progresión geométrica, (a esto se le denomina expansión) mientras que en una espiral de Arquímedes estas distancias son constantes.  Al igual que hayan infinitas formas de espirales, el patrón de las sistematizaciones puede ser inusual. Dependería en gran medida del alcance y la dirección de su curva.  Una espiral que presenta torsión hacia arriba o hacia abajo significa que la curva varió su ángulo de dirección.  La sintonía del modelo espiral tiene su semejanza con el modelo fractal matemático en la repetición asimétrica de sus imágenes. La comprensión de la información en imágenes (tanto físicas o mentales) tiene su comprensión en la dimensión real mediante su predecibilidad.

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 Las formas fractales no sólo se presentan en las formas espaciales de los objetos sino que se observan en la propia dinámica evolutiva de los sistemas complejos (como la teoría del caos). Dicha dinámica consta de ciclos (en los que partiendo de una realidad establecida simple acaban en la creación de una nueva realidad más compleja) que a su vez forman parte de ciclos más complejos, los cuales forman parte del desarrollo de la dinámica de otro gran ciclo. Las evoluciones dinámicas de todos estos ciclos presentan las similitudes propias de los sistemas caóticos.  La forma sui generis de cada caso incluso permite que dos o más sistemas interactúen a la vez; lo cual es posible en la sistematización.  Cuando un punto de la trayectoria espiralítica posee una tendencia al desborde de su contenido, se pueden generar dos fenómenos (a) generar una variación del impulso sobre la misma espiral para dibujar otro segmento continuo de su misma figura; o bien (b) generar una espiral nueva a partir de un punto identificado en la espiral madre. En este caso, se origina una figura ramificada (con afluentes) aún más compleja que puede denominarse como árbol de espirales. En este caso, el análisis de la sistematización debe procurar abarcar la amplitud de la vertiente.  Si fuese una Ley física, la trayectoria de una sistematización seria constante si su ángulo de incidencia siempre fuese perpendicular al radio que lo impulsa. Esto No siempre es así. En las causas que suponen su variación estarían: el No recuerdo (en el Plano Psico); o la Inhibición de las Acciones (en el Plano físico). Estos factores también repercuten desacelerando o cambiando de dirección sus rumbos. Se puede decir que son las fuerzas de inercia en una

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relación social; (resistencia y fricción); también necesarias en el dialogo de saberes.

Figura 21: Modelo atractor de Lorenz, 1963 (T. Caos) Fuente: tomado de sitio web: http://www.geofisica.cl/english/pics5/FUM3.htm

Figura 22: Método Espiral de Aprendizaje cultural para el empoderamiento y la transformación Fuente: Tomado de sitio web http://www.webjam.com/psigeneral/tema9

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2.1 Sistematizar una Experiencia Dialógica es una redundancia que crea Cultura Esta afirmación se basa en el hecho de que sistematizar una experiencia es por sí mismo un acto de transformación según la siguiente enunciación de Freire:

La cultura es todo el resultado de la actividad humana, del esfuerzo creador y recreador del hombre y de su trabajo por transformar y establecer relaciones con otros seres humanos. La cultura sería asimismo, la adquisición sistemática de la experiencia humana, pero crítica y creadoramente, no una yuxtaposición de informaciones almacenadas en la inteligencia o en la memoria y no “incorporada” en el ser total y en la vida plena del hombre y la mujer… ( )…

…( )…Lo que hace a la persona sujeto, y eso se revela si es una acción liberadora para la transformación creativa de la realidad, es entonces cultura. Y si es un elemento o modelo “cultural” sirve para mantener la situación de opresión individual, grupal, racial, sexual o religiosa, más que cultura es su negación, por mucho que la manipulación de los mensajes la pueda presentar y aun enarbolar como identidad cultural”… ( )… Freire (1990) en Monclús Estella “Educación y cruce de culturas” 2004:174.

El camino positivo de la sistematización es demostrado por Freire al fundirse con la acción liberadora; caso contrario -con su negación- no existiría sistematización. Esta ponencia además resalta la importancia implícita de No quedarse en una represa de conocimientos contenidos; sino que esa energía potencial acumulada es la base o raíz de un proceso cinético que se precipitaría exponencialmente a través de su propio fluir dinámico. En el caso de la presente tarea, el proceso se liberó al abrir compuertas

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mediante ciertas preguntas generadoras (ya antes mencionadas). Estas desenrollarían el proceso desbordándolo inconteniblemente desde su impulso inicial y por lo tanto, generando la espiral de las palabras.

Entonces, -como un acto consiente y voluntario-, volvemos a retomar los puntos de la trayectoria espiral; esta vez explicando su consistencia:

(a)¿Qué dice Cachí?

Su encause natural no discriminaría entre leyenda, ni ningún tipo de otro saber. Su Palabra tendría dos acepciones ilimitadas pero a la vez sistémicas-interdependientes en la siguiente pregunta:

(b)¿Cómo lo dice en leyendas?

El no recuerdo de las leyendas también habla por sí mismo en la dinámica de realimentación del aprendizaje; pero ciertamente al suponer la recolección en base a un muestreo con un valor instantáneo único; se contemplaría entonces desde su carácter abarcador, a todas aquellas manifestaciones de su trasformación identitaria.

Consecuentemente, podría decirse que aun el acto del No recuerdo +, aunado al recuerdo mismo, + más los aquellos concernientes + “otros saberes”, en total= sustentaría resultando una de muchas fórmulas espirales para hacer -mediante su sistematización-, un implícito acto de liberación cognitiva para la propia memoria colectiva (figura 23). Dicho de otra forma, el proceso sería un ejercicio mental que

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intentaría en su propia acción, responder críticamente a sus propias interrogantes para al final de cuentas hallar en su amorfo, un instrumento de liberación con un valor de desarrollo endógeno apropiable desde su práctica. Así cada comunidad crearía el rumbo de su propia espiral.

Este instrumento se catalizaría mediante las siguientes preguntas:

(c)¿Qué utilidad práctica-colectiva sugiere? y eventualmente;

(d) ¿Qué se aprende de eso?

De este modo, se obtiene un esfuerzo por teorizar la sistematización de las experiencias. Sin embargo, al ser un amorfo social, el constructo nunca es físico, ni biológico (no sigue sus reglas); mas podría aproximarse el despeje de su ubicación en espacio y el tiempo instantáneo o parciales de sus puntos de interacción (los hitos); la distancia que recorrió; y el posible impacto parcial o final de su fuerza; así como calcular las áreas por donde muy probablemente pasará su influencia.

Nótese que

también se pueden agregar otras variables al razonamiento de la sistematización: como conocer la masa y la aceleración; lo cual representaría otro reto. El cálculo de la masa inicial y su aceleración pueden ser conocidos en el diseño previo de la planificación estratégica del proyecto.

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Figura 23: Posible Ecuación Básica de la Sistematización Fuente: Elaboración propia

La sistematización es básicamente conocer la posición tangencial de una trayectoria en una espiral

Figura 24: Ubicación espacial y temporal de los hitos en una sistematización Figura 25: Patrones amórficos multidimensionales de la Espiral

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CARTA 3: Atingencias descriptivas Desde el desconocimiento que implicaba pretender formalizar un Proyecto y más aún lograr su sistematización; la experiencia del Proceso “Cachí, Leyenda y Palabra” primeramente comienza por las lógicas decisiones:

 Qué trabajar,  Por qué trabajarlo,  Cómo trabajarlo; y lógicamente  Dónde trabajarlo.

Se valoró mediante un análisis FODA una lista de posibilidades determinadas con factores sistémicos de interés como:

 (A) Las capacidades del sitio,  (B) Las capacidades del facilitador,  (C) El problema real a intervenir y  (D) Su ideal solución.

Figura 26: Constitución de la Unidad (piramidal) de acción o intervención (Los 4 lados forman la estructura piramidal, es decir; -la acción o intervención-; su base es simplemente representa -la intención- o la ante-cesión de la acción; y en el ápice central se hallan contenidos -los objetivos- del proceso) Fuente: Elaboración propia

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Es así como ante una serie de condicionamientos se escoge trabajar el Proceso en la localidad de Cachí y básicamente en la decisión sobresalen aristas (o trazos convergentes en la unidad piramidal) tales como:

 Afinidades histórico-familiares que concientizan al investigador-extensionista de una realidad problemática más visible de hallar  Facilidades de desplazamiento al sitio (tiempo y distancia desde San José)  Facilidades de índole económica como acceso al hospedaje, alimentación o transporte Facilidades de índole cultural: conocimiento de lugares, familias, costumbres, lenguaje y otros.

Como un originario de Cachí, el planteo del problema partió de una necesidad endógena que -desde mi propia vivencia- me permitía entender cuáles eran algunas de las ataduras mentales e históricas que devenían hacia una eventual contención de aptitudes de liberación cognitiva y las consecuencias lógicas en su desarrollo.

Estas primeras suposiciones concedían una confianza razonable para constituir una unidad de acción apropiada (figura 24) y dirigida para el “posible éxito” de un Proyecto que hasta entonces era algo inesperado para los pobladores de Cachí; pero que subyacía en una eventual necesidad. Ciertamente este anhelo dependería por entero de una participación sinérgica colectiva -mental y positiva- en aras de generar un amorfo que traería singulares beneficios para el lugar.

La labor de convicción a los pobladores fue bastante importante. Primero se desarrolló en el plano de la comunicación; especialmente en la adquisición de apoyos

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nativos sin contemplar ningún nivel de discriminación, pero acentuando en el énfasis de un conocimiento previo respecto a la lógica experiencia personal-familiar, e identificando a las personas con algún tipo de talento o saber reconocido.

Otra de las atingencias que merecieron mucho cuidado desde un principio fue el manejo de la información. Para esto, se trató de evitar incursionar en situaciones de impacto sensibles que produjeran un descontento, riesgo u amenaza innecesario hacia el proyecto en la comunidad.

Al contrario, el Plan más bien contempló desplegar información sobre el diseño y la estrategia del Proyecto a la población beneficiaria para poder alcanzar los objetivos imaginados, incorporando sus propuestas y anhelos. Para ello, primeramente se hizo uso de recursos como las redes sociales, el diseño gráfico, algunas estrategias publicitarias y el manejo de las relaciones públicas.

Figura 27: Anuncio - 750 volantes como este fueron distribuidos en Cachí Fuente: Elaboración propia

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Llegado este momento, se planteó –posicionar- el nombre del Proyecto entre la comunidad y para dicho fin se resumió el largo e incompresible nombre académico que poseía, en tan solo tres palabras de fácil comprensión: “Cachí, Leyenda y Palabra”.

Por su parte, la estrategia publicitaria tuvo sus primeras exposiciones mediante dos actividades fundadoras o iniciáticas, una real y otra virtual. La acción real aconteció en la misa vespertina del domingo 19 de mayo del 2013, en donde con un aval de Presbítero Carlos Molina se participó musicalizando dicha celebración. Al final se pudo anunciar formalmente la incursión del proyecto en la Comunidad.

La acción virtual incluyó sus primeras palabras de bienvenida en la red social Facebook el día 11 de mayo del 2013; diciendo lo siguiente:

“Bienvenidos Amigas y Amigos a Cachí; Leyenda y Palabra: "Somos Latinoamérica desde Nuestra Propia Palabra".

El anuncio además incorporó el video de Calle 13 y Susana Baca conocido como “Latinoamérica” (2011) relatando así entre sus letras:

-Vamos caminando, Aquí se respira lucha-. -Vamos caminando, Yo canto porque se escucha-. -Aquí estamos de pie, ¡Que viva Latinoamérica!-

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Esta identificación con temas claves en la reapropiación de la Palabra como latinoamericanos (empoderamientos para la trasformación y la transformación para el empoderamiento); simplemente conjugaban de antemano un propio vaivén de acción – respuesta con base en una toma de decisiones imprevisibles o aún desconocidas en un sistema de reacciones espirales; desbordándose en construcciones concluidas como la importancia del diálogo de saberes como un proceso siempre comunicativo.

Figura 28: Papelógrafo de Conclusiones básicas del aprendizaje sobre Sistematización Fuente: Curso Sistematización de Experiencias CEP-ALFORJA y CONARE 2013

A partir de estos imprescindibles instantes de contacto, ya no existió marcha atrás, se era entonces muy consciente del significado y de la responsabilidad de manejar un Proyecto con un alcance inicial para 5438 habitantes según indicaba el último Censo poblacional del INEC en 2011.

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La oportunidad y el desafío se conjugaban en las consecuentes características deseadas: ser incluyente, participativo, solidario e indiscriminado. Lo más básico y difícil de puntualizar consistía en explicar precisamente desde su praxis, el vocablo PALABRA. Su misma y desdibujada familiaridad cotidiana tendía a desviar o hasta desacreditar su misma significación epistémica y ontológica.

La misma resolución al conflicto no podía más que ser explicada posteriormente en el mismo desarrollo del ejercicio.

Por otra parte, la incursión en el rol social del pueblo tuvo una merecida labor de introducción entre algunos referentes muy destacables, personas muy conocidas en su comunidad; entre ellos sobresalieron Shirley Serrano (hija de un corresponsal de prensa) quien fungió como la verdadera relacionista pública, don Israel Araya -músico y docente- director de la Escuela de Música de Cachí, o el escultor Hermes Quesada Burke; quienes en primera instancia desplegaron su propio conocimiento, tanto de estudios teóricos y dialógicos de sus experiencias en el sitio, pudiendo recomendar además algunos caminos de apertura para la obtención de las anheladas oralidades bajo la técnica de bola de nieve.

“El trabajo alza motores y despliega sus alas para sobrevolar el territorio de la Palabra entre los límites del pensamiento y la imaginación de Cachí”; (Mensaje Facebook; 11 de Mayo 2013)

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Ese fue la frase subsiguiente que antecedió el trabajo de campo. Una exhaustiva búsqueda virtual de información sobre el quehacer comunitario fue muy importante para actualizarse de los posibles panoramas que se abordarían al trabajar. El camino aún era incierto, pero los icebergs de la estructura cultural eran ya visibles, la acción de comenzar a entretejer hechos, supuestos, valores, percepciones, aptitudes o sentimientos ayudarían a despejar las incógnitas, concepciones, preconcepciones y descubrimientos acerca de su identidad.

Figura 29: Iceberg de las Revelaciones psico-socio-culturales Fuente:http://www.psicoterapiarelacional.es/Portals/0/eJournalCeIR/V1N2_2007/CeIR_ V1_2007_Pags%20editoriales%20y%20sumarios.pdf

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3.1 Desde adentro y desde afuera Uno de los aspectos interesantes al desarrollar el Proyecto, fue haber tenido una doble funcionalidad, tanto -como un facilitador interno como externo-. Ciertamente un papel poco común.

Es más rutinario que a la hora de abordar una comunidad, el extensionista tienda a verse como un forastero permanentemente. Contrariamente, mi historia era distinta, aunque solo viviese en dicho lugar los primeros cinco años de vida. Naturalmente la gente se acordaba de mis padres o abuelos. Era imposible ocultar la pasión que dicho sitio todavía influía sobre mi carácter y personalidad. Eran dos razones básicas que me acercaban al lugar. Esto quedó descrito literalmente así en un cuento que escribí llamado “Sintopatría de color Verde”: “de él aprendía lo que nadie puede enseñar, la alegría de ser y estar, eso que solo se encuentra en la sencillez del hombre y la naturaleza; ese dialogo inmemorable, inquebrantable, de donde nace la vida y la paz”… ( )…Desde la Cima; (Obando, 2005:65)

De hecho, la frase evocaría uno de los actuales pilares del Trabajo: el aprendizaje psico-socio-cultural dentro de un diálogo complementario de saberes. Como se nota, intrínsecamente se entrelazan inconscientemente -la habilidad- del investigador-extensionista y -su experiencia- de vida; dada sus cualidades de pertenencia.

Por el otro lado, -desde afuera -resulta a la vez- pensarse con la mayor cautela, sin desbordar límites sociales de convivencia establecidos, propiciando un interés racional y siendo en cualquier momento muy explicativo, sobrellevando

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psicológicamente las percepciones enarboladas, pero con un equilibrio magistral como solo un buen negociador hace; armonizando visiones, escuchando puntos de vista, o conteniendo egos, todo dentro de un marco de convicción no ajeno ni lejano, siendo tanto orientador como reconciliador; lo que podría llamarse como una construcción dialógica del conflicto.

Para dicha asignación, se supondría un detalle aconsejado en una lectura previa de la teoría de Brian Mooldon (1998) “El corazón del conflicto”; fusionada con una dosis de “El Cisne Negro” de Nicholas Taleb (2007); y una inyección básica de la “Memoria, la historia y el olvido” de Paul Ricouer (2003); pero en todo caso, hacerse en la praxis siempre constituirá un reto doble al asumir cualquier manejo de situaciones o momentos específicos entre la exposición y la introspección, sobre todo hacerlo con un liderazgo frío.

Figura 30: Aprendizajes sobre Improbabilidades Figura 31: Integrantes de la Escuela de Música de Cachí Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

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Al haber despertado un interés compartido, la construcción de accesos fue tomando su formalidad en acciones como el envío de cartas, asistencia a reuniones, citas, y menciones con distintas autoridades comunitarias que tendrían necesariamente una vital participación en el éxito del Proceso. Es así como entran en juego organizaciones como la Asociación Cultural Escuela de Música de Cachí; el primer contacto que respondió afirmativamente al acercamiento; se constituiría en la punta de lanza para los subsecuentes enlaces.

Su atención fundamental se centró en un factor de interés que compartiríamos al fusionar -la intención de hacer dos festivales distintos en solo UNO - ; fortaleciendo así todo el trabajo previo, aunado a la experiencia de ambos. Insospechadamente calzó que para la primera semana de junio 2013, la Escuela de Música organizaba todos los años su festival de aniversario. La experiencia acumulaba al día 38 años de trabajo, -una indiscutible ignorancia del extensionista forastero-. Pero lejos de ser esto un inconveniente, se propuso una colaboración cercana que dejaría en evidencia la mutua confianza de los organizadores, sobre todo en la figura del profesor Israel Araya.

En dicha actividad se fungió en asuntos de consejería, animación, diseño gráfico-multimedia y hasta la propia participación como artista. A través de la Escuela de Música se gestionó el préstamo de sus instalaciones para las clases semanales de teatro, el uso publicitario durante la Muestra, las primeras recolecciones de entrevistas, así como otros oficios misceláneos de preparación.

Con esta mesa -más que servida-, el impulso fue sencillamente espectacular y extraordinario para lo que se vendría luego. El conocimiento sobre el Proceso se

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distribuyó exponencialmente en toda la comunidad y el sentimiento de percepción entre los pobladores llegaba a ser muy positivo; respecto al trabajo y su producto.

Figura 32: El Proyecto ingresaba literalmente hasta las cocinas de los pobladores: Oralidades en Tres generaciones de la Familia Cordero en Cachí Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

3.2 Extensión en Cadenas: La Mitosis del ADN Tras haber ingresado a un sistema espiral; se llegó a conocer parte de su ADN. Ahora el Proceso debería auto-facilitar la Mitosis, (término griego que significa “tejer”).

No resultaba extraño ingresar al autobús en Cachí y haber reconocido de antemano a alguien. O bien; saludar a la gente en las calles con su singular saludo: -¡“Hoooooop”!... Tal saludo era casi una obligación sagrada al toparse a cualquier habitante de Cachí. Así, al sentir esa confianza me aventuré entonces a obtener algunos extractos de

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su memoria colectiva. Fue como acudí a los dos principales centros educativos de Cachi: la Escuela Florencio del Castillo y el Colegio Enrique Guier Sáenz. Con el adquirido aval de sus directores, se procedió a generar un muestreo o sondeo a la población joven del lugar; esta consistía en conocer sus percepciones sobre leyendas y el lugar, así como sus otros saberes heredados.

Con los estudiantes de secundaria se realizó una encuesta a un grupo de séptimo, uno de noveno y otro de undécimo. A este último también se le aplicó un extracto de la matriz de necesidades y satisfactores de Max Neef; -aunque con resultados algo fallidos y confusos-.

Fueron sobresalientes tres factores interesantes en los grupos escogidos al azar por el director. El grupo de séptimo pertenecía a la localidad de Río Regado (a 5 km de Cachí); eso permitió entretejer y comprobar la teoría sobre “la interacción entre las zonas de influencia de un mito o leyenda y su eventual alcance en la memoria colectiva”.

El grupo de noveno fue de pocos recuerdos; pero fue muy crítico en sus apreciaciones sobre la realidad actual de Cachí. Por último; el grupo de undécimo, fue más equilibrado; sin embargo recordó dos leyendas con un atractivo muy incipiente conocidas como: “El ataúd de Tizate y El niño de la Palmera”.

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Figura 33: Niveles de Influencia del Mito en la Memoria Colectiva Figura 34: El Ataúd de Tizate; Leyenda Fuentes: Elaboración propia Por otro lado, con los niños de la escuela, se escogió un grupo de mediana edad (tercer grado) para realizar un taller de dibujo y pintura. Su principal motivación era la de integrar la percepción infantil al aprendizaje comunitario. Sus objetivos específicos fueron: realimentar el conocimiento socio-cultural mediante el dominio de un sistema simbólico y visibilizar las posibilidades de comunicación desde el arte como un acto de conciencia transformador.

En ambas actividades (escuela y colegio) se obtuvo el valor agregado de extraer las contemplaciones de la realidad en el nuevo ciudadano de Cachí. Al mismo tiempo fueron el segmento de población con mejor respuesta hacia el trabajo escénico que empezaría a desarrollarse.

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Figura 35: La percepción temprana de Cachí: “Naturaleza verde y Felicidad” Hecho por Naydeline Bonilla Chaves, 9 años Figura 36: Extracción de imágenes en Taller de Dibujo Infantil (Papelógrafo) Fuente: taller de Dibujo sección 3-2 Escuela Florencio del Castillo

3.3 La recolección de oralidades El material básico para trabajar el teatro eran las leyendas. Su recolección indagó desde el enfoque de investigación, acción, participante IAP. El trabajo servía para dar un sentido de apropiación identitario y favorecer el desarrollo endógeno. Los símbolos e imágenes recopilados despertaban desde su imaginario, el aire de las Leyendas.

Cada saber supondría una acumulación básica en la reconstrucción de conocimiento. El abordaje fue amplio a grupos poblacionales pero se dio especial énfasis a los adultos mayores debido a que son el punto de partida en el aprendizaje socio-cultural de un lugar.

Las primeras entrevistas encausaron la vía de acceso hacia las cavernas del iceberg cultural de Cachí; así fue posible reconocer algunas leyendas y saberes comunes, otras simplemente no. Cada conversación formal o informal era recopilada

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para su eventual uso escénico. Gracias a una beca simbólica del Programa FOREG de la Universidad Nacional, se pudo adquirir una grabadora periodística que fue de inmensa ayuda en tal labor.

Ya en el campo, de una lista previa de 40 personas se alcanzó la mitad. El principal factor de conflicto se sopesó en el tiempo restringido para poder acumular más saberes, teniendo en cuenta que sobre esa base debía trabajarse la siguiente etapa: su construcción dramatúrgica.

A pesar de ese inconveniente, la experiencia de cada entrevista fue única, sin embargo hubo dos particularidades sobresalientes en las vivencias de los protagonistas. Por un lado, los habitantes que tuvieron poco acceso o contacto con modelos de desarrollo modernos (los exógenos) se mostraban más añorantes de su pasado (que era feliz) y tenían un sentimiento de pérdida irreparable. De igual manera se podía notar en ellos una personalidad más sencilla y trasparente respecto a sus valores tradicionales y campesinos.

Por otro lado, aquellas personas que tuvieron la oportunidad de salir de Cachí, veían al sitio como un lugar de transformaciones modernas insuficientes debido a su condicionante ruralidad. Estos se mostraban algo frustrados, desconfiados y más renuentes para hablar.

Una evidencia lo denotan las palabras de un obrero pensionado del ICE (quien trabajó como dinamitero) durante la construcción de la Represa: “Aquí no hay posibilidad de trabajo bueno, aquí solo hay cafetales. ¿Qué hace falta? que hayan

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buenas carreteras, servicios. A mi Cachí no me ha dado nada. Yo trabajé siempre afuera.” (Manuel Rojas)

Figura 37: Percepciones sobre el Mal Desarrollo de Cachí Fuente: Muestreo Jóvenes del Colegio Enrique Guier

3.4 El teatro comunitario El recurso del teatro se planteó como el principal instrumento de transformación liberador del proyecto; pero no el único. Aunque la convocatoria fue abierta para todas las edades, los iniciados al Taller oscilaban edades adolecentes. Con este panorama el inicio fue un tanto incierto debido a ciertas insuficiencias pedagógicas para trabajar con niños, pre-adolecentes y adolescentes; sin embargo de previo se confió en los trabajos acaecidos y sobretodo en las enseñanzas dialógicas al abordar.

El primer día se obtuvo un sentimiento de impotencia por la poca afluencia de participantes, y las edades de estos. Sin embargo el trabajo compartido con el maestroactor Will Hernández le devolvería un retrato de auto-confianza al valor escénico. Más allá de que fuera un trabajo para una simple y momentánea exposición; la integración para ellos significaba una oportunidad real de vida. 129


A partir de ese primer instante, se efectuaron dos sesiones semanales de dos horas de duración teniendo una afluencia promedio de 12 participantes por sesión. Al final del mes habían 30 horas de ensayos acumuladas y un grupo constante e inspirado de 9 actores y actrices que presentarían su iniciática muestra “La Espiral de las Palabras” (Ver guion anexo).

Los entrenamientos actorales partían del uso de símbolos locales y ejercicios definidos. Su atracción motivaba a “aprender, compartir, explorar, moverse, y comunicar”. Para la totalidad de los participantes fue su primera aproximación al Teatro; por tanto, su primer aprendizaje. Desde esta etapa se resalta el sobresaliente apoyo de la artista local Noelia Sojo; sus conocimientos teatrales la reafirmaron como codirectora del Grupo.

Las jóvenes actrices y actores integrantes del proceso expresaron capacidades, interés, compromiso, disciplina, valentía y ganas de aprender nuevas experiencias. Su convicción artística es evidente en el crecimiento demostrado. Desde su primera función en el salón Parroquial de Cachí, las redes y el interés comunitario por el Colectivo se acrecentó. Entre las presentaciones efectuadas se destacan: La Peña Paraiseña (a cargo de doña Silvia Quirós) en el Salón León Cortés de Cachí, la Peña Papeña en Cartago, la Exposición Final de Trabajos de acción social 2013 en la UCR, Convivio social en el Comunal de Robles-Cachí; Convivio de Navidad para los padres de familia, Simposio de Esculturas del Taller “Hermes Quesada” en la Biblioteca de Paraíso, Exposición cultural en Charrara-Ujarrás; entre otros. La agrupación fue

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compuesta por: Daniela Serrano, Tamara Machado, Susana Leitón, Heilyn Casasola, Denilson Moya, Tailor Gómez, Jonathan González, Byron Torres y Wanderley Solano.

Figura 38: La Muestra Final de Teatro Figura 39: Una Sesión de Ensayo Fuente: Compilación taller de teatro Cachí, Leyenda y Palabra

3.5 Interés sobre Sitios arqueológicos Más que buscar respuestas científicas a muchas interrogantes sobre los vestigios ancestrales de la presencia indígena en Cachí, el Proceso recalcó la importancia de la evidencia escrita sobre piedra, una Palabra difícil de borrar. Al hacer conciencia sobre su existencia; es de esperar que se construyan redes de acción que trabajen en reapropiar esa identidad desvalorizada hasta su extinción; la de su propio pasado indígena.

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Figura 40: Últimos indígenas cercanos a Cachí: Venancio y su familia en Sitio Tucurrique. (Todavía hay descendientes de él en Cachí; la familia “Segura” de Pueblo Nuevo, Calle Boza y Volio) Fuente: http://www.costarica-nature.org

CARTA 4: Profundizando el partir dialógico del saber Pudiera parecer ilógico, pero ciertamente las dudas y las diferencias de opinión son muy importantes para el diálogo de saberes. Imposible es desconocer que no todo está dicho. También lo que subyace entre preguntas y discrepancias constituyen una parte de los sueños, anhelos, ideas, pensamientos. Ese criticismo es el que permite el reencuentro con nosotros mismos.

Una simple mirada de asombro, sorpresa, rumor, o curiosidad despierta una inquietud que debe resolverse, contenerse, asentarse.

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La costumbre de la homogeneidad crea una mal costumbre fecundada en observar todo en un mismo color. Podría decirse que la inoportunidad del cotidianismo enceguece la vida de solo tonos grises; sin embargo al abrir la vista a nuevas desarmonizaciones y contrastes, se alcanza lo realmente interesante: -observar todo aquel prisma de colores que yacía perdido u oculto-.

Esta razón justifica al Arte como un -diálogo de saberes- debido a su asimetría, su disonancia, su generación de reacciones, su extensión crítica. Encontrar un orden en el desorden y al desorden en un orden sin discriminación o jerarquías sencillamente virtúa su necesidad de coexistencia y encuentro mutuo.

Tanto el valor como el desvalor -entre el conocimiento y el desconocimientoproclaman (en doble vía) una apropiación de la Palabra. Sin lugar para la negación. El conocimiento da lugar al reclamo de luz, de libertad, de viaje. De previo, el desconocimiento suele ser una coacción que implica ignorancia, olvido, incapacidad, inhibición, represión, vergüenza, silencio, negación. Empero, también hablan.

Hay maneras de cambiar una realidad: abrirse a nuevos horizontes; sean estos físicos (al desarraigarse a otros lares) o bien, mentales (haciendo propio su conocimiento para resistir y liberarse).

Para el diálogo de saberes no existen recetas. La estrategia -¡si la tiene!- puede ser: oscilar entre dos puntos divergentes. Esa amplitud de onda que se crea entre los puntos, es el diálogo hablando; trabajando a full en los extremos. Su movimiento dinámico y giratorio nunca es parecido, ni repetido.

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Ciertamente, la base de los recuerdos para trabajar es lo mismo; -se trabaja entre el que sabe y el que olvida; el que dice y el que escucha; el que se desdice y el que le es indiferente; el que olvida y el que consuela; el que se ennoblece y el que se deprime, el que reclama y el que calla-.

La sensación de impresión es a simple vista una buena señal para conocer que el diálogo ha comenzado. El rescate de las Palabras es el perfecto acto de sistematización y viceversa. Este diálogo entre dispares tiene que ser entretejido por la horizontalidad para permitir verse a los ojos mutuamente. Al final este hecho crea el entendimiento; otra manera de conocimiento, un generador de empatía.

El esfuerzo por crear la empatía se nutre de todos aquellos comportamientos que se obtienen desde la resilencia, enmarcando un camino visible, posible y común. La resilencia se aprende. Al final, estas herramientas son el impulso y las puntas que nos lanzan hacia la libertad. Sin embargo el mejor valor recae en haber sido -partícipe de su formación- y el mejor beneficio es -saber usarla-.

Por lo tanto, el diálogo de saberes permite “ir a los límites”, pero también permite devolverse. Viajar al límite es -ir compilando conciencia-; las experiencias extremas acumulan más conciencia, y agudizan los sentidos. La reacción habla por sí sola.

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La propia conciencia le dice al individuo hasta donde llegar. Esa auto-reflexión que es ahora consiente- le dice al individuo que regrese con las virtudes aprendidas; para enseñar-. Esa es la unión que establece el lazo de la identidad.

Para este momento, ya se habría recogido una aptitud de liberación que se ve ahora desde adentro. Introspectivamente, el “influido” aún conserva mucho de sí mismo. A este encuentro consigo mismo se le puede denominar “el autorretrato de la Palabra”, o sea un encuentro con su misma identidad. Al final, resulta ser una propuesta de transformación influenciada por la rusticidad de lo primitivo, es decir sus orígenes.

4.1 Recobrar lo primitivo es Palabra El redescubrimiento de la identidad desde los ojos críticos es la cúspide de todas las formas de patrimonios intangibles posibles. La observancia del crisol de nuestra diversidad, así como el sentimiento de conservación son actitudes dialógicas o formas que garantizan la creatividad permanente.

No importa si el viaje al reencuentro con la identidad -cultural y psicológica- fue largo o cercano; al final, el redescubrimiento de la primitiva “desnudez” encara su mirada en un espejo. Esto empieza por asumir la existencia y la realidad desde uno mismo.

Al internar criterios desde el tema de la Leyenda; el autoconocimiento elevado desde dos tangentes (lo real y lo fantástico) dialogan una singularidad primigenia y primitiva a la vez; -como mito y verdad- simultáneamente.

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En este ámbito, tanto el tiempo como el lugar (espacio) aproximan al “influido” a tener una reacción de creencia o escepticismo. Empero, es de resaltar que existe una interdependencia entre ambos, la cual es confluida en su relatividad; incluida en términos psicológicos. Sin embargo, esta definición dual y dicotómica es la que también los acerca a una relación identitaria viva, allanando las asimetrías mentales dadas en el binomio identidad-alteridad y con las influencias exógenas.

Esta relatividad también deduce en su misma significancia algunos elementos mentales como el olvido o la memoria. Al ocurrir una vivencia de recuperación y sistematización excepcional, (nuestro caso dado) se destaca la magnificencia en el elemento específico denominado como tiempo recobrado; descrito así por Francesc Vieta Pascual en “Espacio –Tiempo mental: más allá de la relación”:

El tiempo recobrado no es un espacio al que se pueda acceder siempre que se desee, no es una posición, no es una frase; es más bien un baile, una aventura; no un deseo y no memoria, un salto al vacío con la esperanza de encontrar aquello que nos rescate y rescate también al objeto de nuestro trabajo: (en nuestro caso: su gente, sus leyendas, su identidad.) (Vieta Pascual; 2007:116)

Funcionar con un tiempo recobrado quiere decir aceptar la posibilidad de no entender, de no saber qué decir, de no poder acceder al hecho seleccionado, pero con la esperanza de poder hacerlo en algún momento, (si no fue durante una sesión de trabajo, quizás fue en la siguiente), nada más que mantener dicha esperanza depositada en el mismo objeto, (ahora ya fuera de la intervención), a partir de alguna cosa que le hayamos aportado. Esta relación entre espacio y tiempo es relativa, no absoluta, sin

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embargo alía una sumatoria de momentos instantáneos irrepetibles que lo hacen único y sobresaliente.

Por otra parte, el proceso de transmisión oral dialoga también sistematizando las supresiones, los añadidos, o las modificaciones, surgiendo así toda una riqueza de variantes que recrean partes de su memoria colectiva. Las leyendas dan cuenta de eso.

Consecuentemente, se podría decir que en la Leyenda se aproximan dos tipos de conocimientos: uno comprobable o científico; y otro inmaterial, popular, abstracto, difícil de probar. La intervención acaecida entre los sentidos y la mente acerca a ambos a un diálogo interno que faculta entonces, el reaprendizaje psico-socio-cultural. Aunque aquí surge una interrogante natural:

¿Acaso el No recuerdo es la comprobación social de la inexistencia de tiempos recobrados?

Quizás sea solo una de las razones, pero se encuentra alguna lógica en pensar que esos momentos primitivos de interiorización estén siendo desplazados por la ocupación mental del actual hombre globalizado y moderno. Es decir, al desprenderse de su parte salvaje según el discurso occidentalista.

Contrario a otras expresiones culturales; la Leyenda tiene una Voz Propia desde el lenguaje primitivo de los símbolos. Esta validación se comprueba entre la intención y la acción del deseo; en otras palabras, es la interacción de la voluntad.

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Siguiendo a H.A. Frankfort (1958:16), podría decirse que la Leyenda como experimentación entre lo físico y lo espiritual cobra un sentido dialógico de aprendizaje “cuando lo contemplado o comprendido es experimentado emocionalmente, implicándose una relación recíproca sobre las facultades del hombre”. Por ende así, la Leyenda entonces tendría un valor amplificado como Palabra cultural. Esto se incrementa naturalmente al ser mostrado o enseñado desde el Teatro u otros recursos.

Figura 41: Muestra Final: Confluencia de Símbolos Nativos Fuente: Anuncio de Banda Bonila

Primero, como Leyenda encaja una fluencia incesante de lo subjetivo y lo objetivo al integralizar la captación de una totalidad significativa; tanto en lo abstracto y misterioso como en lo visible y concreto. Esta dualidad es planteada y comprobada al “metaforizar lo real” o “esencializar lo fantasioso” en una legítima y armoniosa coexistencia. Así, en cierto modo, la misma magia que evoca la Leyenda, es utilizada conscientemente para empoderar la psique de los individuos y su memoria conjunta.

Cabe hacer notar que la sublimación de la Palabra como Leyenda yace en evocar una grandeza cósmica al vencer o resolver el conflicto de la existencia; desalojando temores y reconociendo la propia insignificancia cósmica; pero haciéndose capaz de soportar la propia verdad.

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Por esto, -en cierto sentido-, la Palabra se hace Verdad y la Verdad se hace Palabra a través de la ritualidad del mito. Por consiguiente, si la Leyenda posee una parte de cada uno; entonces la Palabra podría tener en la Leyenda su forma más clara de expresión.

“Cualquier acto de HACER (como Palabra); posee una significación psíquica-cultural imprescindible”

Esta enunciación es una clave remota y necesaria para facultar a la mente (la que interpreta y capta) como el eje del origen del desarrollo; un desarrollo que crea, recrea y hace. Por tanto, la IMAGINACIÓN es la primer PALABRA.

Las secuencias de imágenes, deseos, ideas, pensamientos, (en su orden) son el ápice disparador de una sistematización acumulada interiormente. La acción devenida y la vivencia experimentada es la sistematización acumulada exteriormente14. La integración de ambas proporciona un conocimiento tanto ambiguo como racional del sentido de realidad sobre una experiencia determinada. Augusto Boal vería esta relación como una interacción entre lo real y lo ideal en su teatro imagen.

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Estos dos conceptos se corresponden con la posible ecuación básica de la sistematización. (acumulación interior= recuerdos + No recuerdos), (acumulación exterior= acciones +inhibiciones).

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En este enfoque se acoge la utilidad del teatro como forma de validación, de significación o solamente como ritual. Ciertamente, obedece a reforzar el efecto de aprendizaje y reconocimiento crítico del propio devenir identitario.

A nivel individual; la Palabra expresa desde el Teatro, los mecanismos cognitivos resilentes como la autoconfianza, el autoconocimiento, la autoestima, la concentración, la desinhibición, la relajación y hasta el humor.

A nivel físico o social, la expresión a través del cuerpo es la llave para accionar puertas y oportunidades en la vida; “haciendo”. En este caso, el cuerpo es una expresión-acción de la Palabra.

Sin olvidar NUNCA que el actor se empodera haciendo y su acción es una consecuencia de la trasformación a causa del uso de herramientas de empoderamiento; lo cual completa así un ciclo de doble vía.

Figura 42: Metamorfosis Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

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CARTA 5: Extensionismo y roles Las propuestas sobre alternativas y soluciones desde la extensión se sopesan ineludiblemente desde la ética del trabajo del extensionista.

El trabajo extensionista facilita el cultivo de ilusiones como forma natural de auto-realización; lo cual puede venir desde un sencillo “-¡gracias, me gustó!”- o hasta obviar el arduo reto que siempre significa organizar cada inédito proceso, prácticamente desde la imaginación.

A la intención de hacerlo; le antecede una acción como aquel primer y extraordinario paso que desde la nada (nivel cero) paulatinamente comienza a desnublar las posibles invisibilizaciones en la labor: -entre la comunidad, el extensionista y la universidad-. Esa virtual acción es la posibilidad de transformar, mejorar o solucionar las necesidades o problemas de las comunidades o grupos en que se interviene. El empoderamiento aparece entonces desde el momento en que alían los objetivos del proceso con la creencia sostenida y tenaz (la intención) que impulsa al soñadorproyectista hacia lo más profundo de acertijos diversos, escasos, complicados, que a veces son difícil de tratar o manejar. Desde la convicción cultural básica del extensionista se fortalece cada singularidad para encontrar una sensación de bienestar, al seguir una ruta (de acción o intervención) que es necesario establecer y trazar en cada paso que se da.

De esa forma, el extensionista como caminante debe reafirmar sus pasos desde una necesaria introspección que asegura el recuerdo de aquellos hechos o momentos únicos en que sencillamente se halló conciencia.

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Extender la consciencia es uno de los pilares en la cualidad de maestro en el trabajador extensionista. Por tanto, un autorretrato15 es el punto de reunión en donde se circunscriben todos sus sentimientos y cualidades, que hacen ahora de la presencia extensionista, una vocación.

En mi caso, acojo un pensamiento de José María Arguedas y hallo que “venir de los ríos profundos me hacía siempre levantar la mirada”. Así había sido toda mi vida. De ahí resultaba mi empatía y solidaridad con los actores y protagonistas de cada experiencia.

Figura 43: “autorretrato” Fuente: Sitio http://deshilacharelrumbo.blogspot.com/2010/05/se-llevaron-nuestrosrios.html

Desde mi carrera en relaciones internacionales, se resultaba una paradoja muy controversial, aquella lógica de poder que me enseñaron. Desde la desposesión que

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Anteriormente se hizo una alusión particular al autorretrato de la Palabra.

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implicaba venir de los ríos profundos, veía mi propia experiencia de vida asociada a la identidad latinoamericana en una forma cercana.

Conceptos como conciencia, desaprendizaje, transformación, o integralidad, encajaban coherentemente en mis vivencias. También era consiente que ya no tenía encima una enseñanza del poder desde el poder, sino desde el precipicio o abismo. Un abismo me enseñaba a vivir (al límite) en su filo. Debido a esto, tenía una oportunidad más cercana de reflejar conciencia en quienes les era necesario aun abrir sus ojos para verse a sí mismos como individuos o sociedad.

Por otra parte, desde la lógica de la dominación, la reinvención se agotó, y la reingeniería también se reinventó. El modelo (de normalidades) que “deja hacer y deja pasar” simplemente halla sus crisis en las bases de su mismo origen y las relaciones internacionales están construidas sobre esa acumulación del conocimiento único occidental16. Empero, desde la posición de mi realidad; al autoafirmarme como latinoamericano, simplemente un sentido de negación identitaria me unía más a las raíces que compartía; es decir, desde el NO Poder.

El poder les enseñaba a los marginados, sometidos, y desposeídos solamente a callar; mas aprendí también que el silencio grita. Salirse de esa estructura mental en donde se persigue el favorecimiento de una minoría a costa de las mayorías, es la llave para pensar proyectos desde la más básica forma de desarrollo: la mente. 16

Debido a esta razón Boaventura de Souza Santos dice que las ciencias sociales son extendidamente “monoculturales”. Como respuesta, la ecología de los saberes no acepta jerarquías abstractas, sino que señala la pluralidad de la ciencia hacia dentro de sí misma y hacia fuera. Es decir, desde tal postura hablar de "La Ciencia" como una esencia, sería absurdo. Por ello buscaría ser objetiva al reconocer y aplicar varios enfoques, más de ninguna manera neutra, al no perder de vista que “una cosa es estar al lado de los opresores y otra al lado de los oprimidos”.

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Para ello, primero, hay que volver a creer, luego a sentir o a relacionarse desde una convicción innata, endógena, común y solidaria; ese sería el máximo fundamento de aproximación necesario para cultivar el aprendizaje psico-socio-cultural que teorizó Vygotsky; que facilitó perfectamente en nuestras cercanías, Paulo Freire. Esa visibilización no desconoce toda la acumulación de conocimientos que ahora confluyen en el llamado diálogo de saberes. El primer convencido de su éxito era yo.

Por tanto, la auto-realización espiritual iba entonces en su camino correcto. La sensación de -trabajar con recursos materialmente escasos, pero dialógicamente abundantes- fue el -máximo recurso de aproximación comunitario posible- debido a que se fundamentaba en un valor trasparente, simétrico, horizontal y verdadero llamado confianza; algo que no enseña ninguna aula, sino la vida misma (mi cultura). Yo mismo estaba siendo transformado mediante esta dialógica experiencia.

En resumen, si desde el Poder no podía ayudar a los débiles; entonces siendo consiente de mi posición de excluido, ahora podía hacer más por satisfacer relaciones más simétricas y horizontales. Algunos pensarían que esto simplemente es estar contracorriente o que puede ser un desgaste innecesario; sin embargo creía que ese desgaste ya lo poseía desde mis previos e infructíferos esfuerzos profesionales como un internacionalista desplazado; o apátrida (a falta de un empleo). Ahora veía las oportunidades con un sentido de integralidad en donde todos ganan como Reyes así lo describe: “Las ganancias son sobre todo una especie de plusvalía espiritual, y una ganancia para la sociedad en el momento en que se forman y fortalecen redes

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permanentes y efectivas de solidaridad, participación y confianza interpersonal” (Reyes; 2006: 97)

El enfoque sobre el eje de la Palabra, además permitía entroncar situaciones e historias comunes hacia una vía natural de movilización social a partir del autoconocimiento. Su ruta común de alcance se basó en reafirmar la identidad a partir de los saberes como la leyenda. Este camino ciertamente es dinámico, versátil, y resilente.

Además, la labor de sistematización conllevaba aproximar el diálogo de saberes desde la praxis en la comunidad, a la teoría en un tiempo casi simultáneo; de hecho era una experiencia viva que se nutría de una realimentación doble. Esta oportunidad significaba extender la onda de aprendizajes, -tanto comunitaria como universitaria-. En el medio, me encontraba YO.

Este rol de inter-facilitación merece desdoblarse en sus funcionalidades internas porque intrínsecamente se encontraba el factor de la propia vivencia como un extensionista.

Por lo tanto, el extensionista, desde su sincera ética debe evitar el desdibujamiento de sus labores por una dada -ausencia de pasión- que lo podría convertir en un recolector autómata.

Por otra parte, se debe evitar la auto-identificación del área de la Extensión en un nivel cuasi-inferior con otras áreas catalogadas como superiores, porque simplemente hace que la propia labor de extensión se convierta en una competencia; -un sentido de

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competencia desde -lo mental a lo físico-, y por lo tanto hace que se distraigan y se desapropien los recursos que lo enriquecen como un mismo diálogo de saberes. En su defecto, -con esta virtual trampa-, se incurriría en la ejecución de sistematizaciones bancarias.

Por el contrario, el rol de la extensión debería protagonizar la más activa generación de formas de cooperación o participación (intra-extra) universitarias. Esa cualidad es olvidada al adentrarse en una competencia de saberes.

La verdadera razón del haber extensionista es la comunidad. Su haber es éticamente dialógico y sobre esta sintonía debería efectuarse su verdadera evaluación. Enseñar a los evaluadores podría ser la primera asignación entonces. Abstraer conocimiento desde los saberes comunitarios y volverlo a reincorporar con un valor agregado conlleva un trabajo de profundización, tan igualitario como los merecimientos de la investigación y la docencia.

Las cualidades del merecimiento en la extensión evocan ser un actor protagonista para cada diversa situación que se enfrente: ser observador, negociador, maestro, comunicador, psicólogo, trabajador social, sociólogo, historiador, antropólogo, relacionista público, diseñador, ingeniero, biólogo, artista, -según se amerite cada rol-, entre otros. Al final, el trabajo de gestión comunitaria -como sistema- no puede desarticular ninguna parte de todas las realidades que lo componen.

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Así, confluirán impensables momentos de intercambio entre dos lógicas de saberes; -distintas y complementarias-. Al final su estampa más visible, tal vez lo deje entrever ese performance entre dos saberes reunidos; pero en comunión.

Entre tanto; así el Trabajo de Cachí también deja muchas enseñanzas y aprendizajes. Una de esas conclusiones ético-dialógicas de vital importancia fue hallada en una PALABRA de Manuel Cordero, un sencillo cachiseño de 90 años que dijo:

“CREAN siempre en ALGO. NUNCA dejen de CREER. Piensen en VIVIR el mañana. El desarrollo es la manera de vivir UNO. Al fin de cuentas UNO elige el cómo vivir. Esforzarnos para LLEGAR a una META; si se PROPONE hasta el final, LLEGA”.

Figura 44: Los ACTORES: protagonistas de sus propias Leyendas y Saberes Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

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2. Atingencias compilatorias Las Leyendas de Cachí Esta compilación aborda a las Leyendas endógenas de carácter micro, con un sello de origen netamente cachiseño; esta es una característica distintiva. El entroncamiento de saberes identitarios se alía con la historia irremediablemente desde aquella relación de la memoria con la exótica y exuberante naturaleza para recrear un sentido indefinido o abstracto de ruralidad, quietud y extrañeza difícil de ocultar. Esa sensación es descrita en el cuento “Sintopatría de Color Verde” así:

Figura 45: Las Leyendas de Cachí (Portada) Dibujo por Anthony Caballero Machado; 9 años, sección 32, Escuela Florencio del Castillo, 2013 Fuente: Taller de Dibujo Cachí; Leyenda y Palabra

…( )…“Recién llegamos ayer y no ha parado de llover. Todavía no se descubren los verdes valles alejados, ni las sombras que dan las montañas al atardecer. En casa de los abuelos todo parece intacto, hace años que fue mi última visita; y siempre oscuro, con su patio que da a un paraje sembrado de bambúes con mucha flora; dominando en el fondo está un gran higuerón, imponente se recuesta hacia la espesura de una selva virgen. A su derecha, un pequeño paraje que cuando niño solía correr. Su silencio siempre me inquietaba, sus ruidos de aves extrañas y otros animales o a veces el mismo viento llegaba a espantarme, entonces; solo corría para no escuchar, ni sentir que me observaban. - Aquello era solo un mito entre la gente del pueblo que a nadie le gustaba comentar pero, a mí siempre me trastornó la idea de aventurarme en tierras desconocidas”… ( )… (Desde la Cima; Obando: 2005: 54)

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Descripción de las Leyendas La Leyenda de la Piedra del Mono “Érase de una muchacha soltera que había quedado embarazada. En su vergüenza y reproche, ella no quería tener al hijo y de eso se lamentaba. Cuando el niño tenía a nacer, -y no pudiendo más- se fue hasta la piedra a parirlo. Sin más se cuenta que ella lo enterró bajo esta. La gente del pueblo en sus rumores siempre supo lo que sucedía y se escandalizaban del trágico destino de su desgracia. La muchacha decía que lo que había enterrado ahí NO era un niño; sino un mono. Desde entonces el sitio es conocido como La Piedra del Mono. Por ese hecho el mito persiste y el lugar se tornó famoso. Algunos cuentan que supuestamente ahí asustan por la noche, que el niño o el mono salen debajo de la piedra. No sé si será cierto pero algo así se cuenta la historia”... Otra versión dice que la muchacha en su afán de ocultar el nacimiento de su hijo fue a parir a la -Piedra del Mono- pero al asomarse hacia abajo observó que a la distancia venía su padre subiendo al sitio; de tanta impresión ella soltó el niño y este murió al pie de la Piedra (altura máxima 5 mts). El hecho se podría ubicar anterior al año 1948. Daniela Serrano, estudiante (13 años) y Hermes Quesada Burke (escultor, 60 años).

Figura 46: La Piedra del Mono, Cachí Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

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La Leyenda de doña Anacleto (o la Anciana del Tanque) Doña Anacleto Arnesto de Mayorga vivía donde se localizaba el conocido Teatro Apolo en Cartago. Era descrita como una “mujer de temple varonil, intrigante y metida en política. (Borloz Soto, 2001). Se dice además que entre su casa de habitación en Cartago y el sitio conocido como la Laguna de Doña Ana, en Paraíso había comunicación por un supuesto túnel.

Cuentan que aparte de darle refugio a Francisco Morazán en su casa; ella tuvo amoríos con este personaje, al cual terminarían fusilando en San José el 15 de setiembre de 1842. Sin embargo, antes escondieron su fortuna al hacerse de los tumultos políticos y un tesoro se habría traspasado por el rumorado túnel.

Según el investigador de la leyenda, don Hermes Quesada Burke (2013); doña Anacleto era además propietaria de un denuncio de tierras incultas17 en Peñas Blancas de Cachí, convirtiéndose en una de las primeras propietarias de lo que hoy es Cachí. En apariencia -según conjeturas-, le fue preferente esconder su citado tesoro más lejos, en una montaña inhóspita; que tan solo dejarlo al amparo de su casa veraniega en Paraíso (hoy sitio de la laguna) un tanto accesible (lo cual sonaba más ilógico).

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El tal denuncio es comprobado como de terrenos baldíos presentados por los labradores del Estado, pidiendo terreno para cultivar, conforme a las leyes de la materia […] En 21 de febrero de 1840, Domingo González denuncia terreno en Cachi entre las tierras de Pedro Mayorga (esposo de doña Anacleto) y las de Orosi al sur. Registro 102, Signatura 7872 del ANCR, (Clasificado como Agricultura, Ocupación, Poblamiento, Frontera agrícola) en Hacienda. (Quesada Burke; 2013).

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Para esto, doña Anacleto mandó a hacer una fosa muy cerca de donde hoy está la catarata de Peñas Blancas. Para que nadie se enterara de la ubicación del sitio, doña Anacleto manda a matar al peón que lo enterró. Debido a esta tragedia y maldad, desde entonces cuentan que un gallo canta cerca del sitio exacto donde estaría la fortuna enterrada. Ciertamente, esto podría revelar el sitio del tesoro. Otros incluso hablan que han visto en el lugar a una señora vieja que espanta a los aventureros; algunos dicen que pudiera ser doña Anacleto; la tal llamada anciana del tanque.

Figura 47: Leyenda Doña Anacleto Fuentes: Elaboración propia / compilación Hermes Quesada / Wikimedia, dic 2013

El burrito de Oro Se dice que había un tesoro escondido muy cerca de la Catarata de Peñas Blancas que habría pertenecido a doña Anacleto. Por tal historia, a veces iban personas al sitio a curiosear; o a ver que lograban obtener. Dicen que a estos ocasionalmente se

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les aparecía un burrito; (descrito por algunos que era blanco, incluso otros de oro)18; y otras veces aparecía una gran culebra que los terminaba espantando.

Con la crecida del Rio en Peña Blanca a principios de los años 90s, se dice que todo el tesoro desaparecía entre la fuerte correntada; siendo muy posible que ahora se encuentre estancado en el fondo de la represa. Fuente (Antonia Madriz, 80 años)

Figura 48: El burrito de oro Fuente: Elaboración propia

La Leyenda de Copito Trepaba a Peña Blanca como a la 1 o 2 de la mañana, al lado arriba de la lechería. Yo tenía unos 17 años cuando vi a Copito, era un perrito blanco chiquitico, parece una mota, “blanquitico”, es lindísimo, no hace nada, más bien es amigo del hombre, ¡claro!; mientras uno no lo moleste19. Pero si lo hace, este se convierte en un 18

La alusión al oro pudo ser porque el burrito transportaba oro, tal vez aquel mismo oro perteneciente al tesoro descrito en la leyenda de doña Anacleto. También se iba escuchado otra conjetura menos confiable que ubica al burrito con ese nombre porque aparecía en el Río Oro; sin embargo esto no fue comprobable. También se decía que el burrito era visto solamente los viernes santos a las 3 de la tarde; lo cual tampoco fue comprobable. Imaginando aún más, el día santo podría tener relación con el sacrificio del susodicho inocente burro. 19

Dicen que el finado Daniel Cordero siempre tenía la costumbre de cortar camino por los trillos del monte y una vez se le apareció ese perro. Este lo quiso espantar arrojándole un palo o una piedra, y el perro reaccionó asombrándolo. Él tuvo que salir corriendo.

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espíritu, se hace grandísimo, y asombra; asusta… (Manuel Cordero (90) y Gerardo Brenes; 68 años)

Figura 49: “Copito” Dibujo por Kendal Otárola Vargas; 9 años Fuente: Taller de Dibujo Cachí, Leyenda y Palabra

La Leyenda del Caballo Fantasma Dicen que en Peñas Blancas, en Mercado y Calle Boza había un caballo que andaba la calle pa” rriba y pa” bajo, salían a verlo y no había nada. Sin embargo, se oía un caballo y su sonido era muy real; siempre se escuchaba de madrugada. Antes las calles eran de piedra, por tanto se escuchaba el golpeteo de sus cascos. Lo que se veía era solo un polvazal nada más y se dejaba de escuchar (contada por Martin Calderón, 2013).

Figura 50: El Caballo Fantasma Fuente: Elaboración propia

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La Leyenda de la Señora del Cementerio Cerca del cementerio dicen que antes se aparecía una señora que salía del cementerio con un chiquito llorando. El niño se escuchaba siempre llorando como lo hace un recién nacido; su desconsuelo era grande. Nadie sabe por qué pasaba. Ya después se vino la luz, y nunca más se volvió a saber del ánima; ni del niño. Parece que la leyenda se espantó también.

Figura 51: La señora del cementerio Fuente: Elaboración propia

La Leyenda de las almas, huacas, y candilejas (huacas) Por la noche, en el potrero detrás de la Iglesia habían lucecitas que subían, o bajaban, como caminando entre la montaña. Desde las casa, entre los ruidos de sapos y grillos, se decía que aquellas candilejas eran las ánimas. Según las creencias, eran almas en penas que habían enterrado sus platas o tesoros en esos lugares (tal vez fueron gente muy agarrada) y aún después de muertos proseguían resguardándolas. Hay quienes dicen que hubo gente osada que se aventuraba a seguir esas luces, y que uno que otro si encontró algo; -son solo rumores-, pero en el fondo puede haber algo cierto. Si fue así, tal vez aún continúa su secreto.

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Figura 52: Huacas y candilejas Fuente: Elaboración propia

El Perro grande del camino a Orosi A mí me ha acompañado un perro grande viniendo en bicicleta desde Orosi; eso me pasó hace unos 16 años. Se venía atrás de mí, perdiéndolo de vista pero lo veía alcanzándome en las cuestas; eso me causó extrañeza. Otra vez, algo más reciente (unos 7 años atrás) lo vi en el propio patio de la casa jadiando, era de noche y observé que era el mismo perro. Cuando me levanté para encender la luz, él se echó para atrás, pero al dar un vistazo para hallarlo, simplemente no había nada; solo se desapareció (Testigo; Martín Calderón).

Figura 53: El perro grande Fuente: Elaboración propia

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Los Soldados de 1921 En 1921 se produjo una invasión de Panamá a Costa Rica; esta se justificó por el hecho de que no se tenía una frontera definida entre Costa Rica y Panamá.

Esta invasión encendió el nacionalismo tanto en Costa Rica como en Panamá. En la capital San José y en el resto de Costa Rica se organizaron grupos voluntarios y fuerzas regulares para defenderse de los panameños. En Panamá, en especial la provincia de Chiriquí, se organizó de la misma manera para defender el acto de invasión.

Ante las inminentes acciones bélicas, los cartagineses también respondieron para integrar el ejército de Costa Rica. Cachí no fue la excepción.

En Cachí había un señor de apellido Camacho quien tuvo la labor de preparar el pelotón Sur para ir a luchar a la guerra de Coto contra Panamá. El pelotón de Cachí se uniría luego con otro pelotón que eran llamados “los del Irazú” con gente de Cartago.

Después de mucho entrenamiento, cuando recién estuvo formado el pelotón, se envía un telegrama para anunciar que estaban listos; sin embargo reciben otro de vuelta avisándoles que ya no era necesario ir a pelear; pues la guerra había terminado hace más de un mes y medio (Investigación de Hermes Quesada Burke, 2013).

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Figura 54: La Guerra de Coto – 1921 Fuente: Wikipedia

La Leyenda del ataúd de tizate En las profundidades de las altas montañas de Peñas Blancas, las cuestas son muy empinadas y siempre-verdes. En dicho sitio se localizan algunas fincas y sitios de labranzas, pero predomina el bosque nativo que es muy denso. A varios peones no les queda más remedio que darse esas caminadas en medio de los ruidos selváticos y del clima indolente.

Sin embargo hay un lugar en la irreverente cuesta que es de especial cuidado; no por las serpientes venenosas que también abundan-; sino por un misterioso ataúd que entre sombras siniestras cruza flotando el camino trasversalmente. Otros sencillamente lo ven yacer reposante sobre una piedra. Ciertamente una experiencia aterradora e inexplicable.

Hay quienes asocian al ataúd con el espíritu de doña Anacleto; otros dicen que tal vez sea una maldición, incluso otros hasta lo relacionan con el Padre sin Cabeza. (Fuente: Alfredo Quirós Sandoval y Diego Arroyo; 17 años).

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Figura 55: Ataúd de Tizate Fuente: Elaboración propia

La Sombra del Puente del Río Oro Había salido tarde de ahí, pero paré para orinar. Venía bajando la bajadilla, -ese puente es altísimo-, yo paré en la trepada, -y yo oía esos gritos y ese bullón-, pero como yo me había echado unas birras, no hice caso; ya me iban dicho otros compañeros de eso; pero ¡como cuesta creer!

Me volví a encaramar. -Ud. no conoce ese puente, es un huecarón, es una selva-, jamás va a haber alguien gritando ahí. Dicen otros que han visto una sombra negra cruzando de lado a lado que asusta a los caminantes. Si alguna vez pasan por ese puente, nunca dejen de escuchar, eso sí pasen rápido y no se detengan. (Marvin Serrano; testigo)

Figura 56: Sombra del rio Oro Fuente: Elaboración propia

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OTRAS LEYENDAS Hubo otras leyendas exógenas o foráneas que habían influido en el recuerdo del cachiseño; algunas fueron explicadas, otras solo mencionadas. Como algunas poseen una popularidad ampliamente extendida; no se describirán en este Trabajo, sin embargo sobresalen menciones sobre la leyenda del Salto de la Novia; o la Leyenda de la aparición de la Virgen de Ujarrás (a nivel meso); o los Duendes, el Cadejos; la Segua, el Padre sin cabeza y la Llorona (a nivel macro).

De esta última leyenda, entre los escépticos de Cachí se tiene una suposición que el fenómeno es producido por las nutrias de río en ciertos llamados o sonidos de comunicación durante la noche; y esto se oye como un lamento de mujer. Los Cordero de Pueblo Nuevo son de esta tesis. Sin embargo, otros vecinos de Cieneguita o Peñas Blancas (barrios que colindan al Río Naranjo); han sido siempre testigos de estos llantos nocturnos y no dan por creído en lo absoluto que se trate de animales. Esta comprensión es compartida por la Familia Sandoval.

Por otra `parte, además de estas; otras Leyendas de carácter endógenas-micro también fueron mencionadas, no explicadas; entre ellas están:    

La virgen de Peñas Blancas El Niño de la Palmera de la Escuela (comunicado por Informe 11) El hombre que vendió el alma al diablo Creencias sobre las Piedras grabadas

Leyendas de carácter meso:  La Leyenda del Salto de la Novia  La Leyenda de la Virgen de Ujarrás  Leyenda sobre el pasado indígena  Leyenda sobre el Volcán Extinto de Ujarrás  El tigrillo del Puente Viejo  El tesoro del Yas*  El perro sonriente Cartago

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Leyendas de carácter macro:      

La Leyenda de los Duendes La Leyenda de la Llorona La Leyenda del Cadejos La Leyenda de la Segua La Leyenda del Padre sin Cabeza Leyenda de La Tule-Vieja

Otros saberes compilados interesantes:      

Mitos varios sobre el clima Dichos y creencias populares Remedios caseros Personajes memorables Recuerdos sobre el trabajo Recuerdos sobre las fiestas.

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3-COMPRENSIONES sobre la ENCUESTA: La Palabra de los Jóvenes del Colegio Enrique Guier de Cachí

La encuesta se realizó a tres grupos de diferente nivel del Colegio Enrique Guier de Cachí. Grupos de séptimo, noveno y undécimo. El objetivo de esta ejecución era conocer la trasferencia de saberes en la memoria colectiva en los pobladores más jóvenes de Cachí, así como las percepciones sobre sus tempranas realidades y la transformación de identidades. Los GRUPOS participantes fueron: Grupo 7º Grupo 9º 24 estudiantes 21 estudiantes

Grupo 11º 25 estudiantes

total %poblac. 70 10

Análisis sobre las LEYENDAS PREGUNTA 1: ¿Recuerdan mitos o leyendas de Cachí? GRUPO R/NO

serie verde

7º 11

9º 17

11º 7

R/SI Nivel MICRO azul Nivel MACRO rojo

13 9 4

4 3 1

18 4 14

18 16 14

12 10 8 6 4 2 0 setimo

noveno Serie 1

undécimo Serie 2

Serie 3

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Datos de Interés sobre las LEYENDAS:   

El grupo de 7º a pesar de ser un grupo de Rio Regado fue el grupo que más recordó leyendas endógenas a nivel micro. El grupo de 9º es donde menos personas recuerdan algo o posiblemente mantienen menor interés por las leyendas generales. El grupo de 11º es el grupo donde más personas recuerdan alguna leyenda (micro-macro).

Los mitos que se comparten en los tres niveles son: Nivel MACRO CANTIDAD nivel MICRO CANTIDAD La llorona - 11pax La Piedra del Mono - 4pax El Cadejos - 4 pax

Las Leyendas EXÓGENAS del nivel MACRO más populares son: La llorona (11 pax); Los Duendes (8 pax); El Cadejos (4 pax)

Otras leyendas EXÓGENAS mencionadas son: La Carreta sin bueyes; La Segua; La Mona

 La leyenda ENDÓGENA más popular es: El Salto de la Novia20 (3 pax) (nivel meso) y La Piedra del Mono (4 pax) (nivel micro)

 Otros mitos ENDÓGENOS mencionados: 1. El ataúd de Tizate 2. Las bolas de fuego o (candilejas) 3. La Anciana del Tanque (Posible Leyenda de doña Anacleto) 4. El Niño de la Palmera de la Escuela (salió en Informe 11) 5. El tigrillo del Puente Viejo 6. El hombre que vendió el alma al diablo 7. La virgen de Peñas Blancas 8. El tesoro del Yas* 9. La Tulevieja

EXPLICACIÓN De estos anteriores mitos endógenos se comparten los siguientes con pobladores de MAYOR EDAD durante el proceso de entrevistas: La Piedra del Mono, El Salto de la Novia, Las candilejas y la leyenda de doña Anacleto. 20

Esta leyenda se toma como -endógena a nivel micro- para los pobladores de Río Regado.

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Llama la atención que la Leyenda del Ataúd de Tizate solo se encontró mención entre los menores de edad. Su probable explicación es que sea un mito muy incipiente, o que tuvo mucho impacto entre la población más joven lo cual demostraría implícitamente el mecanismo de funcionamiento innato de la memoria colectiva. Una versión fiable de un menor de 17 años (Alfredo Quirós Sandoval) dice tal leyenda corrió extendiéndose como fuerte rumor hace aproximadamente unos 5 años atrás entre los vecinos de Peñas Blancas. Se describía que al subir o bajar una Peña muy pronunciada en los altos lejanos del sitio; el ataúd se le entrecruzaba al caminante de un lado a otro de la pendiente vereda.

Otro dato interesante se obtiene de la relación “EPICENTRO-ENTORNO”; es decir aquel lugar donde físicamente es descrito el cuento fantástico (la acción o hecho) y la distancia geográfica del alcance de su recuerdo implícito en la memoria colectiva.

Esta relación puede ser observada entre dos leyendas de alcance micro -entre Cachi y la comunidad de Río Regado- (5 km aproximadamente). El ejemplo es el siguiente. Para Cachi su leyenda innata estrella lo presenta la Piedra del Mono; mientras que para Río Regado probablemente sea El Salto de la Novia (tomando en cuenta cercanía). Ambas leyendas, -pese a sus orígenes distantes-, comparten una zona mixta de influencia identitaria que podría hallarse en el sitio Valle de Ujarrás (zona intermedia). La afinidad entre ambas leyendas es que aparecen en el recuerdo de ambos lugares, a lo cual podría denominarse como una zona de influencia meso.

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Las zonas de influencia MESO y MACRO tienen la posibilidad de compartir recuerdos. Igualmente la zona MESO y MICRO. Sin embargo la zona MICRO y MACRO NO comparten una vía natural de realimentación del recuerdo.

Un mito o leyenda de carácter MACRO solo puede ser acogido por una zona de influencia MICRO como el caso de la llorona o el Cadejos; sin embargo un mito de alcance MICRO como la Piedra del Mono NO sobrepasa mayormente el nivel meso. Por tanto, la dirección es normalmente unidireccional.

Figura 57: La Influencia direccional de la Leyenda en la Memoria Colectiva de Cachí Fuente: Elaboración propia

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Análisis sobre otros SABERES PREGUNTA 2: ¿Qué otros saberes conoce?

SABER Las Cosechas de café Gente Alegre, bonita, pura vida Tiene una forma de saludar muy distintiva Le gusta ir al Robin (salón de baile) Hay misas todos los días Celebran el día de Santa Isabel Bendicen carros y animales Desfile de Bandas y Judíos Tiene mucho deporte Es una comunidad muy desorganizada Tiene muchos dichos Se comen tamales y cojollitos de chayote La Obra de don Macedonio Total

7º ♪ ♪ ♪ ♪ ♪

5

11º ♪

♪ ♪ ♪ ♪ ♪

5

♪ ♪ ♪ ♪ 6

EXPLICACIÓN En este apartado solo se repiten dos saberes: las cosecha de café y la desorganización comunal. Conforme avanzan en edad los jóvenes se pasa de tener contemplaciones materiales de la realidad a tener otras de carácter más social e inmateriales.

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Los aprendizajes sobre otros SABERES PREGUNTA 3: ¿Qué aprendiste de esos saberes?

APRENDIZAJES A ser gente buena Aprender a ser obediente (no ser mal-portado) Mantener las familias unidas Conserva un sentido de pueblo Aprender a trabajar El esfuerzo de don Macedonio Temor a la oscuridad Que tiene mucha cultura e historia A valorar costumbres y tradiciones Importancia de las actividades religiosas Los dichos se pegan Falta de Comunicación No aprende Nada Total

7º ♪

11º ♪ ♪

♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪

3

♪ ♪ 4

5

EXPLICACIÓN En este apartado ningún elemento se repite; sin embargo hay solo dos aprendizajes que pueden contemplarse como un valor negativo (la falta de comunicación y no lograr aprender nada); las cuales son mencionadas por el grupo de 9º; el cual ciertamente resultó ser el grupo más crítico; posiblemente atribuible a su natural apogeo de rebeldía debido a su edad. Esto enseñaría que para ser crítico, hay que ser atrevido, osado y rebelde en algún grado. Es parte del crecimiento.

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Percepción sobre la IMAGEN de Cachí PREGUNTA 4: ¿Cuál es la primera imagen al pensar en Cachí? 1ª IMAGEN Tranquilidad Los Verdores Naturaleza Tropicalidad Biodiversidad

7º ♪

9º ♪

♪ ♪

Los Cafetales La Represa El Centro La Iglesia El Colegio La Piedra del Mono

♪ ♪

Lugar lindo Lugar Pacifico Lugar de recreo Lugar lleno de vida Pueblo Organizado Pueblo unido Lugar pequeño Lugar de Paso Lugar aburrido Un hueco Gente buena Gente alegre Gente chepita Drogas Total

11º ♪ ♪ ♪

♪ ♪

♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪ ♪

♪ ♪

12

3 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 1 1 1 1 1 1

♪ ♪

12

popularidad 3 1 1 1 2

♪ 8

1 32

EXPLICACIÓN En la Memoria Colectiva de los estudiantes encuestados se recogen 32 saberes sobre la primigenia imagen mental; las cuales íntegramente describirían a Cachí como:

Un lugar pequeño, tranquilo, con una notoria biodiversidad, donde existen muchos cafetales, y su principal emblema es la represa y la imagen del centro. Su

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sentido de pequeñez envuelto en su cotidianeidad lo hace verse como un pueblo unido y organizado pero al ser como una calle, -o lugar de paso-, también es aburrido, en tonos despectivos es un hueco. Su gente es buena y alegre pero chepita (le gusta extender rumores y averiguar lo que no debe). También se muestran algunos problemas incipientes como las drogas. Empero, a todo aún persiste una visión que propicia a Cachí ser un lugar de descanso para sus pobladores y un sitio de recreo para quienes viven lejos. Su sentido de naturaleza sobresalta todavía su exótico pacifismo.

Las imágenes percibidas más comunes son la tranquilidad, el cafetal, la biodiversidad, la represa, y la sensación de ser un lugar pequeño.

Percepción sobre el LUGAR PREGUNTA 5: ¿Cómo es Cachí? Grupo 7º SÉTIMO Pequeño, bonito, pacifico, tranquilo, armonioso, biodiverso, organizado, con gente amable y humilde con mucha agricultura. Grupo 9º NOVENO Es bonito, natural, armonioso, pacifico, calmado, aburrido, rural, un hueco. Grupo 11º ONCEAVO Es pequeño, bonito, chiva, feo, montañoso, pasivo, dinámico, bullicioso, con gente trabajadora que luchan por superarse.

EXPLICACIÓN Se coincide con que Cachí es un lugar bonito, pacífico, y natural. Entre los dos grupos nativos de Cachí se contradicen al decir que es calmado y bullicioso. El grupo foráneo de Río Regado solo menciona imágenes positivas. Una posible razón de esto, es que el sentido de realidad se altera o modifica debido a la cotidiana pertenencia a un

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sitio; estar afuera le hace “observar desde lejos”; estar adentro le hace “sentir desde cerca” el entretejido de las relaciones y sus problemas. El grupo de 9º sigue pensando que Cachí es en términos despectivos simplemente un “hueco”.

Percepción sobre la GENTE PREGUNTA 6: ¿Cómo es la gente de Cachí? Características Deseables Bonita Humilde Honrada Amable Respetuosa Trabajadora Colaboradora Amistosa Solidaria Agradable

LO DIJO 7 7-11 7 7-9-11 7 7 7-11 11 9 11

Características NO Deseables Callada Vanidosa Chepita Pleitera Criticona Gritona Loca Poco participativa

LO DIJO 7 9 7-9 9 9 7 9 9

EXPLICACIÓN La característica más deseable del cachiseño es su amabilidad; le continúan la humildad y la colaboración. La característica más indeseable del cachiseño es ser chepita; o sea, que se entromete en los asuntos de otros solo por curiosidad (acción de chepear).

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Análisis sobre las NECESIDADES PREGUNTA 7: ¿Problema – Necesidad? Grupo Originarios de Piedra Azul (7º) SETIMO Desorganización Contaminación Abandono municipal Colegio Salón de actos Farmacia Sin turismo Grupo Originarios de Cachí (9º) NOVENO Pobreza Desorganización Contaminación de aguas Falta de Colaboración Falta de servicios públicos Problemas en Transporte y horarios Falta de Farmacia Falta de Calles y alcantarillas Falta de Bancos Falta de Oportunidades Falta de Centros de recreación Inseguridad (Robos y adicción)

Grupo Originarios de Cachí (11º) ONCEAVO Desempleo Sobrepoblación Servicios médicos Biblioteca Farmacia Centros de recreación Banco Seguridad Drogas Gente problemática Protección de recursos

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EXPLICACIÓN La desorganización y la contaminación son elementos recurrentes. Se suma la falta de servicios públicos y privados. Se ahonda en los problemas de sobrepoblación, coincidiendo en la falta de oportunidades para todos, en consecuencia hay temas como el desempleo. Por ultimo sobresale la inseguridad que pareciera ser más esporádico, pero aparece en forma de robos y la adicción a las drogas.

Los grupos de Cachí coinciden en tres necesidades físicas concretas; (falta de farmacia, bancos y centros de recreación). Los de Río Regado insisten también en la farmacia, pero amplían su necesidad a la inexistencia de un centro de salud, un colegio y un salón comunal. De tenerlos, no tendrían que desplazarse a otras comunidades diariamente.

Parece evidente que el reclamo de oportunidades, principalmente en los jóvenes es desatendido. Ellos lo hacen ver tempranamente en las insuficientes actividades de participación y recreación. Esta consideración tendría su analogía en las derivadas necesidades de su futuro; como empleo y servicios básicos.

Sería de esperar que al otorgar atención en forma de oportunidades a los jóvenes; estos logren mejores consecuencias de desarrollo para su beneficio laboral futuro; sin embargo esta necesidad debe ser atenida integralmente y atacada desde todos sus ápices.

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Análisis sobre las SOLUCIONES PROBLEMA 8: ¿Y las Soluciones? Grupo 7º SETIMO Reunir personas colaborativas Recoger basura y velar por la limpieza de las calles Pedir asistencia a la municipalidad Mantener las calles más vigiladas Arreglar un salón comunal Hacer un EBAIS Grupo 9º NOVENO Colectivizar ideas comunes (intercambio) Establecer formas de colaboración y organización Buscar apoyos en personas e instituciones Fomentar la participación, la conciliación y la comunicación Grupo 11º ONCEAVO Organizar un Plan de mejoras Construir servicios e infraestructura necesarios Organizar campañas de orientación y superación Fomentar el emprendimiento Trabajar

EXPLICACIÓN En los tres grupos se pide organización o colaboración para enfrentar los problemas y necesidades. El grupo de 9º aporta una endógena solución más integral para lograrlo mediante el “fomento de la participación, la conciliación y la comunicación”. La integración municipal y de otras instituciones es obviamente también requerida. De esta manera se lograrían metas integradas mediante planes de mejoras continuas manifiestas en servicios e infraestructura necesarios (tanto público o privado); además de fomentar conjuntamente el emprendimiento y el trabajo.

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La Comprensión concepto de DESAROLLO PREGUNTA 9: ¿El significado de desarrollo? Grupo 7º SETIMO La formación del pueblo Crecer, vivir Preservar Progresar Hacer Mejoras Ser maduro Realizarse íntegramente La forma de ser Grupo 9º NOVENO Crecer Expresar Ideas y sentimientos Evolucionar o cambiar algo Progresar, mejorar, avanzar, procesar Grupo 11º ONCEAVO Crecer integralmente, Avanzar Hacer cosas nuevas Tener un mejor futuro Es un tipo de evolución Buscar Ser mejor persona y Comunidad Industrializar, crecer economía

EXPLICACIÓN Sobresale la idea de integralidad y crecimiento como desarrollo. Se podría destacar una idea central de cada grupo que resumiría la presente intervención del Proyecto como Desarrollo “Desde la forma de ser de cada uno, se deben expresar las ideas y sentimientos para crecer integralmente”. La idea de progreso o avance también está presente en todos; sin embargo es más direccionada hacia lo tecnológico y económico en el último grupo (los de mayor edad).

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Comprensiones sobre el DESARRROLLO de CACHÍ PREGUNTA 10: ¿Y cómo es el desarrollo de Cachí? El conjunto de respuestas de los tres grupos coincide en estar en un subnivel (acuático) común de desarrollo en referencia relativa a una imagen de contención en la figura de la represa.

En su nivel más bajo yace el sentido de pérdida cultural como característica común del desarrollo de Cachí según lo expresa Carolina Granados Araya, estudiante de la sección 11-2 (2013).

Solo dos características de doce recolectadas (el 100%) son relativamente positivas: “el desarrollo es creciente y encaminado” y esto representaría solo apenas un 16%. El otro 84% (resto) manifiesta su mayoritaria insatisfacción con el desarrollo requerido para Cachí.

Podría hablarse entonces, de que lo que se ha acontecido en Cachí es un Maldesarrollo (en Raff Carmen; 2004:35). Pareciera que Otro desarrollo es requerido y sería el necesario, es decir (conceptualmente) responder a las claves desarrollo ¿de qué?, ¿por quién?, ¿para quién?, y ¿cómo? y por tanto, sus elementos claves deberían ser (a) estar orientado a las necesidades, (b) ser endógeno, autosuficiente, ecológicamente sano, y (c) estar basado en transformaciones estructurales.

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Figura 58: El mal desarrollo de Cachí Fuente: Colección Rigo Astorga / Elaboración propia

El DESARROLLO desde la MENTE PREGUNTA 11: ¿Los Talentos?

Figura 59: Talentos y desarrollo. Fuente: Sondeo Jóvenes del Colegio Enrique Guier.

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EXPLICACIÓN En esta respuesta se emiten dos tipos de acciones que demuestran la posibilidad de DESARROLLO a partir de las capacidades cognitivas. Primero: Aconsejar, pensar, hablar, escuchar, inventar, participar y aprender son las cualidades necesarias de un orden más psíquico. Por su parte, actuar, alegrar, exponer, leer, bailar estudiar, liderar, cocinar, cantar, pintar, o hacer deporte son las cualidades más físicas. El conjunto de ambas proporcionan un set de herramientas de desarrollo que son endógenas y resilentes; facultadas desde la mente, e impulsadas desde su entorno cultural. Todas son parte de la memoria colectiva de Cachí.

ASPIRACIONES PROFESIONALES PREGUNTA 12: ¿Las Aspiraciones de la Vida? Entre las Profesiones mencionadas más Específicas sobresalen: Mecánico; Ing. Forestal; Odontólogo; Enfermera; Doctor; Pediatra, dentista, diputado, biólogo, ing. Civil, bailarín, chef, escritor, diseñadora, psicóloga, teólogo, periodista, presentadora, maestra, filósofo, terapista físico, guía de turismo, veterinario, economista, dibujante, relacionista público, futbolista. Entre las Profesiones mencionadas más Genéricas sobresalen: Ayudar al pueblo, ser profesional.

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Capítulo IV: Conclusiones 1-Conclusiones Teóricas

…”El conjunto de ideas, obras, textos y objetos culturales está constituido por mensajes, por una combinación de elementos simples y enumerados. Estos elementos son los átomos de la cultura.” (A. Moles: 1975 - mencionado en I. Savransky. - La Cultura y sus Funciones. Editorial Progreso. Moscú, 1983, pág. 97

Sobre la concepción del aprendizaje. Desde que el Proyecto se preconcibiera, su sentido de integralidad fue una máxima de acción. Resaltar desde el simbolismo, su elementalidad atómica, ayudó a que el hombre adquiriera su esencia universal de un manera universal; o sea al intentar forjar un hombre íntegro; no un objeto de poder, ni un robot optimista –manipulado en su conciencia, menos para ser un dócil instrumento de los monopolios- (I. Savransky: 1983: 98) La nueva capacidad le oportunaría al influido nativo, un sentido de orgullo por su cultura pero con una utilidad naturalmente consiente. Por ello; su Palabra.

El carácter democrático y comunicativo así lo confirmaría desde el momento en que el Proceso se dirige a satisfacer las necesidades del hombre y la mujer cachiseña. Según expresa don Israel Araya; director de la Música de Cachí: “A la comunidad le llamó mucho la atención este proyecto porque es algo novedoso y saca a relucir 177


aspectos de la comunidad que estaban – limitados - solo al entorno donde se originan y NO se les daba a conocer.”(Carta dirigida; IDELA - 28 set, 2013)

Contrariamente a poseer una función de dirección (tanto formadora o reguladora), el dialogo propició revelar el sentido de empoderamiento de otroras nociones contenidas de información cultural que estaban destinadas a ser no más que un simple recuerdo inhibidor (sin acciones), -un fiel ejemplo de la represión encubierta o declarada-.

Haber hecho consiente las inacciones de un estado anterior en un presente vivaz; dieron como resultado pasar del estado de estancamiento a un desbordamiento natural mediante un instrumento de transformación liberador.

Desde el mito como materia prima también se tuvo una acertada labor de acercamiento a la conciencia, ya que la cultura no existe al margen de la vida espiritual. Más bien, los conocimientos, hábitos, y/o percepciones originarias se constituyeron en la base iniciática de su propia Palabra.

En consecuencia, este proceso de comunicación permitió influir en su sistema: revelando algunas tendencias de desarrollo pero imaginando –otras alternativas- más orientadoras. Estas asegurarían el perfeccionamiento continuo de la posición psicológica, conceptual, e ideológica del individuo (Savransky: 1983: 104)

Se pudo comprobar que en Cachí ha sido muy amplio el desborde de talentos y que estos han cumplido un rol cíclico de enseñanza-aprendizaje transgeneracional muy

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adecuado. Esta demostración es visible en la cantidad de imágenes, saberes y manifestaciones de arte que posee. Es muy posible que esta tendencia cultural de extralimitar el conocimiento- sea producto de sus roces, necesidades, y sentido de exclusión. Por tanto; más que una ruta de escape, una demostración pura de su Palabra.

Además, las primigenias condiciones diaspóricas del lugar serían otro facilitador de multi-expresiones que reafirma su infinita capacidad de creatividad. A menudo, esta capacidad sirve para ocultar las verdaderas condiciones de su realidad inmediata, económica, social, política, o cultural (De Susa Santos; 2009:285). Acaso, ¿es como otra forma resilente surgida de su testimonio histórico? De ahí, creo su devenir. Ante esto, se estaría hablando también de muchas identidades.

Esta elucubración tendría sentido al fundamentar a Cachí como un sitio - de trabajo y de paso - desde el período indígena; según la hipótesis investigada sobre el origen de su nombre: “Huacatxi”, lugar de la coa, Catxi; sitio de labranza, el sufijo “txi” como indicativo de pertenencia en el nombre de Cachí según Quesada Burke (2013). Evidencia de la influencia mesoamericana; Cachí como el ultimo confín de lo conocido; sitio huetar con influencia lingüística náhuatl.

Figura 60: Pluralidad de tendencias artísticas en Cachí. Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra.

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El incremento del interés por el arte ha sido la constante en Cachí desde sus inicios: sus ancestros indígenas al dibujar, percibir e interpretar sus atingencias espirales. Se diría que esta tendencia desde el Arte concibe el suministro de una imagen más rica, vívida y colorida de la realidad según Cassier, y por lo tanto, brindando una percepción más profunda de su estructura formal (en Gardner: 1987:66).

Así, la canalización de un aprendizaje a través del arte abre la posibilidad natural de interactuar el conocimiento desde su propia práctica. Empero ciertamente, solo una pequeña parte del conocimiento conserva las huellas del momento en que se lo adquirió. Estas experiencias son denominadas –“cristalizadoras”- y son en su ejemplo: una poesía, una pintura, una pieza musical conmovedora, una celebración, entre otros. (Gardner: 1987: 69) Esos recuerdos marcados son los forjadores de un común comportamiento identitario.

El actuar desde una inminente forma de comunicación-interacción asignada como el Arte, le permite a la experiencia extralimitar su alcance. La aplicación tecnológica mediante el uso del teatro le permitiría según Boaventura Do Santos alcanzar su límite externo, o sea aquella forma de conocimiento contra-hegemónico, suponiendo la interacción real entre lo cognitivo y lo ético-político; y esto sencillamente se alía con la credibilidad de una construcción cognitiva que es medida por el tipo de intervención en el mundo que esta permite o previene. Por tanto, el acercamiento del conocimiento “en-la-realidad” es muy diferente a solo “tener-una-representación-dela-realidad” (De Sousa: 2009:187). Solo en el primer caso sí se estaría hablando de una ecología de saberes.

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Esta diferencia también tiene su fundamento teatral sobre el deseo actoral en el escenario; -a solo representar una imagen (falaz); o bien asumir una responsabilidad vivencial de la imagen (que es interiorizada) para ser creíble (una acción verdadera)- (es decir, presentar).

Fue precisamente; que al mantener un eje central del Proceso basado en la Palabra, se permitió entonces sintonizar ese alcance de construcción para ejercer una acción vivaz, fortalecida y reafirmar la designación del aprendizaje cultural. Se hablaría entonces del propiciamiento de una apertura cognitiva emancipadora. La preocupación isomórfica en las acciones realizadas permitió establecer desde la diferenciación cultural un diálogo multicultural, es decir, una tendencia conceptual hacia reconocimientos equitativos y equidades diferenciadas (De Sousa Santos: 2009: 261). A este reconocimiento inteligible Boaventura lo denomina “hermenéutica diatópica”.

El trabajo tuvo un encuentro entre discursos divergentes, creencias antagónicas, ideas de desarrollo distintas y con capacidades asimétricas. Podría decirse que este intercambio propicia un mestizaje de pensamientos y acciones que encarna el devenir socio-histórico y cultural de Cachí (como un pictograma instantáneo); y este estaría circunscrito dentro de la lógica de la transculturización y el multiculturalismo; es decir un mestizaje en “cuerpo y alma” según describe Darcy Ribeiro (en De Sousa Santos: 2009: 265). El mestizo resultante y aun en fabricación; se llama Cachí.

La unión de esas dos definiciones es la que conlleva encontrar y reencontrar la constitución del “SER”; un diálogo entre tolerancias y diálogos que facultan la eventual liberación del individuo según Freire.

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Consecuentemente, al irse incrementándose o desbordándose las acciones -por si mismas- con el solo toque de su primer impulso; se demostraría científicamente que la contención inhibidora de las acciones existía y era considerable (estaba represada); destacándose la invisible necesidad originaria, supuesto desde el planteamiento de su problema.

La anterior suposición es producto mismo del grado de asimilación y el efecto de homogenización acaecido sobre la población. Se iba descrito que una particular necesidad del cachiseño era su abstención a aspirar formas de trato igualitarias. Su inconciencia le des-propiciaba de otras formas de empoderamiento.

Una de esas expresiones inhibidoras cotidianas yacía en la expresión “no sea indio”. Ese NO deseo de “SER”; enmarca mucho de la historia en el sitio; por tanto resultando su sentido de negación. Y desde la misma negación es que la pasividad y el retraimiento natural del “indio” o el nativo de Cachí, se desbordaron incontenibles expresiones que se balanceaban mentalmente entre -lo deseable y lo No deseable-. Esta transcripción es apreciable en el análisis de su Identidad.

Una importante virtud del Proceso estuvo en tomar esas características “deseables o no deseables” para transformarlas en auténticas herramientas de desarrollo; por un lado, las deseables se desbordarían inconteniblemente; y por otro; con las indeseables se trabajó sobre una vía positiva en la Conciencia. En ambas labores; sin presionar más allá de las voluntades.

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De ahí que el efecto mental-cognitivo asumido bajo la forma de aprendizaje cultural fuese el mecanismo natural endógeno de su propio desarrollo. De esta forma, al potenciar a la mente como el motivador elemental de desarrollo, se obtienen algunas conclusiones que se profundizan en algunas orientaciones psicológicas trabajadas durante el Proceso.

Primeramente, podría decirse que la sensación es la primera ventana de los recuerdos. Un comienzo sobre el recuerdo “es la sensación del alma” que hace vivir el ayer en el presente cuadro tras cuadro; esa materialización dibuja o desdibuja las diferentes formas de actuación.

Como cada actuación es acción; entonces eventualmente “hacer” es la osadía de atreverse, y al final, a ese atrevimiento se le denomina VIDA. Enseñar desde el teatro y desde la imaginación nuevas formas de vivir; es un especial resultado que presenta a los pobladores sus capacidades de ser agentes de cambio responsables consigo mismos. Y al atreverse desde sus propias capacidades, los protagonistas hallaron una forma consciente de aprendizaje autóctono generador de un propio auto-desarrollo muy acorde a su compromiso y dado a través de su ambiente psico-social.

Vale resaltar, que las formas de atrevimiento mencionadas provienen desde aquellas maneras resilentes de asumir los retos individuales de la vida; o sea una enseñanza en la forjacion de un cachiseño: emprendedor, visionario, consiente, transformado.

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En ese escenario que siempre presenta retos y desafíos; cada individuo es el protagonista más importante del cuadro en que está circunscrito. Como actor de su propia Vida; las Palabras le dan un crecimiento; dándole una ocupación en su lugar; en su escenario. Sin embargo, la Palabra no está completa sin enfrentar el miedo de exponerla. La aceptación o la negación son las reacciones necesarias para saber el poder de la propia libertad y conocer el sitio en que se está situado. La razón del propio pronunciamiento se ampara en la capacidad de la propia razón. Por tanto, una razón sin acciones simplemente sería una farsa en donde se auto engaña el individuo. En términos teatrales eso sería solo “representar” la vida, sin un sentido real de presencia.

En la Palabra reside el gusto por vivir, la Palabra es la extensión de la experiencia, la Palabra es verdadera; por tanto sentir “orgullo o fracaso” es simplemente una contemplación -seca, fría, caliente o húmeda - de las condiciones psico-sociales del propio aprendizaje. Muchos cuadros con imágenes decadentes son pintados; pero el solo hecho de expresarlas y aún más; aplicar trabajo y técnica para hacerla; constituye un acto de transformación y liberación desde lo No deseado, (o lo fracasado). Dicha Palabra posee un valor social y artístico; pero profundiza dentro de su mensaje crítico; la enseñanza. “Aprender a liberar la Palabra desde sí mismo”: auto-aprendizaje.

Dejar ser a la persona en su Palabra es la mayor demostración de madurez y respeto. Este camino necesariamente es de doble vía. Si el dejar –SER- no es un acto mutuo, entonces, no es una acción cooperativa, es competitivo y la Palabra deja de ser dialógica. Así solo será una forma o relación de poder en donde siempre habrá una parte débil y otra fuerte. Por lo tanto, la primera forma de empoderamiento de la Palabra debe ser mediante la escucha.

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Sin embargo, esta escucha debe abstenerse del silencio. Por el contrario debe ser activa y reaccionaria, incitando desde la inteligencia emocional, aquellas capacidades de resilencia nativas y aprendidas. Por lo tanto, corresponder sintonizadamente al debido camino de empoderamiento – transformación (sistema).

Al contribuirse desde la crítica a destruir las estructuras de dominio y represión, -(o sea aquellos espacios subalternos)-; se accede a despejar una nueva postura que empieza por dejar atrás los silencios; entonces -el habla- viene a ser la subversión de la sub-alteridad (Spivak: 1996:307 - En De Sousa Santos; 2009:279).

Según Memmi y Fanon, esta desvinculación se asumiría por humanizar las relaciones de desigualdad enfrentadas por el asumido discurso colonizador de “bestialidad”; del histórico estereotipo impuesto como salvaje o bárbaro (279).

Ese punto constituye de nuevo otra vuelta de realimentación al ciclo de la Palabra en el presente Proceso; ya que como “espiral de las palabras” abstraído de un lenguaje simbólico originario indígena (los petroglifos), enfrenta desde su misma concepción una transposición de conocimientos. En el medio de las posturas han quedado como un fieles híbridos; los pobladores de Cachí. De hecho, la comunidad aún se debate en ese desafío entre lo tradicional y lo moderno; la identidad asumida como propia y las otras con las que interactúa o se diferencia; así como los comportamientos diversos.

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Un ejemplo de estos contrastes en Cachí es la irreflexión sobre el cuido de la biodiversidad. A pesar de ser un sitio eminentemente verde (de montaña); aún se mantiene la cacería ilegal de mamíferos y aves silvestres para uso doméstico. O bien, hablar sobre la inconciencia de su patrimonio indígena; o los procesos de desarraigo de lo “antiguo” comunitario por lo “novedoso” privado.

Figura 61: La “Piebra” del Mono: por Kendal Sánchez, 9 años Demuestra el aprendizaje de la conciencia temprana Fuente: Taller de Dibujo Cachí, Leyenda y Palabra

En este debate se construye y se deconstruye el sentido de identidad en el cachiseño. Aun reafirmando el indisoluble concepto de cultura con el de naturaleza según explica Monclús Estela (2004; 80). Entre todos los conceptos, el de Cassirer es uno que se aproxima bastante a los pilares del Trabajo; es un enfoque antropológico que expone a la cultura como “el ámbito de las formas simbólicas”, es decir, el campo del simbolismo expresivo, el representado por los esfuerzos en la pintura, la poesía, la ficción (como lo hace la leyenda); o bien exaltándose un grado más espiritual en las formas rituales (religiosas o no), buscando indagar y expresar el sentido de existencia humana gracias a la imaginación (Ídem: 84).

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En estas preconcepciones se halla una elevación cognitiva del sentido de cultura desde su lenguaje mítico original: volver a los símbolos. Abstraerlo a partir de los signos y símbolos es el mayor valor. Ejemplos de esto se denotan al conocer: Cuál es su sentido de pertenencia, en que se basa su orgullo, y sus problemas, a que desean aspirar, que es lo que han olvidado, cuáles son sus micro-alteridades, cuales sus hitos, entre otras inquietudes (apreciaciones en análisis de encuesta y sistematización).

Sobre la relación Mente - Aprendizaje del Proyecto Desde la lógica altérica del “querer ser como o No querer ser como”, se maneja la concentración o la alienación de una cultura. Esos implícitos modelos de desarrollo derogan su simulación en la expansión de unos y/o la desaparición de otros (visión genocídica). Ese mismo pensamiento es del que se parte para contemplar las razones de un desarrollo desde sus pilares cognitivos o intelectuales.

Trasparentar desde el punto clave en que “todo conocimiento es necesario para una cultura” es nombrado por Tourraine (1988) al decir que el nuevo concepto de cultura vendrá caracterizado por una serie de elementos que constituirán o serán constituidos por el entorno al que pertenece y que este dará unas señas de identidad derivadas de dicha pertenencia, independientemente de que los miembros de ese entorno realicen un proceso de adquisición intelectual o cognoscitivo (en Monclús, 2004:92). Esta precepción nos conduce irremediablemente a los enuncies del maestro Lev Vygostki. He aquí su parte de su indagación.

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De acuerdo con Bonin (1996), Vygotsky se empeñó en crear una nueva teoría que abarcara una concepción del desarrollo cultural del ser humano por medio del uso de instrumentos, -en especial del lenguaje-, considerado como instrumento del pensamiento. La teoría es una propuesta que surge como un medio para superar el cuadro presentado por la psicología, que se encontraba dividida en dos orientaciones: la naturalista y la cognitivista. En su percepción, tal división acentuaba la cuestión del dualismo mente-cuerpo, naturaleza-cultura y conciencia-actividad (Lucci: 2007:5).

En su enunciación básicamente transcribía que el desarrollo mental es, esencialmente, un proceso socio-genético; la actividad mental es exclusivamente humana y es resultante del aprendizaje social, de la interiorización de la cultura y de las relaciones sociales; el individuo está determinado por las interacciones sociales, la actividad cerebral interioriza significados sociales y siempre está mediada por instrumentos y signos; que el lenguaje es el principal mediador en la formación y en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores; el lenguaje comprende varias formas de expresión: oral, gestual, escritura, artística, musical y matemática; el proceso de interiorización de las funciones psicológicas superiores es histórico, y las estructuras de percepción, la atención voluntaria, la memoria, las emociones, el pensamiento, el lenguaje, la resolución de problemas y el comportamiento asumen diferentes formas, de acuerdo con el contexto histórico de la cultura; la cultura es interiorizada bajo la forma de sistemas neurofísicos que constituyen parte de las actividades fisiológicas del cerebro, las cuales permiten la formación y el desarrollo de los procesos mentales superiores (6).

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Este eventual ciclo es el que permite circunscribir una serie de razones para abordar la significación del presente Proceso en su eventual enlace con atingencias de la psicología.

Esta aleación permite iniciar el viaje a partir de los “signos” (descritos por Vygotski (1978) como mediadores internos); son los instrumentos psicológicos que dirigen y controlan las acciones psicológicas del propio individuo o de otros individuos. Así habría tres clases de mediadores: (a) signos e instrumentos; (b) actividades individuales y (c) relaciones interpersonales.

Tanto, el desarrollo de habilidades y funciones específicas, así como el origen de la sociedad, son resultantes del surgimiento del trabajo. Este es entendido como acción/movimiento de transformación - y es por el trabajo que el hombre al mismo tiempo que se transforma; transforma en su viaje a la naturaleza para satisfacer sus necesidades. Por tanto; así existe una unidad entre cuerpo y alma, o sea, el hombre es un ser total (7).

No cabe entrar en divergencias discursivas sobre el carácter de cultura integrado al de naturaleza como se enunció antes. Sin embargo, esa separación evidente obedece más a este segundo planteamiento de ejercer trabajo para transformar la naturaleza. Podría decirse que ambas preceptos tienen su afluencia en la intervención social y cultural a que fueron sometidos; anclándose originalmente en su pensamiento originario nativo.

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Es decir, que la sintonía recae en la parte de socialización que se haya tenido; en este caso; indistintamente que se haya sido parte de un aprendizaje como colonizador o como colonizado; en igual medida su transformación identitaria como individuo emerge amplificando el sentido de realidad-imaginación desde su ambiente endógeno de convivencia. Por tanto, se resuelve el eventual conflicto. Armonizarse o destruirse con/en la naturaleza puede ser una paradoja, pero también puede ser un punto de encuentro con soluciones evidentes e integradas. Y todo depende entonces, del aprendizaje captado.

Entonces pareciera obvio pensar que la totalidad del SER hombre/mujer, nos auto-induce al tema de la integralidad. Su unidad entre cuerpo y alma conduce al sentido de plenitud.

Otra enunciación de importancia significativa en el Proceso viene dada por Vygotski al decir que el desarrollo no presupone una sucesión de prácticas lineales, fijas y aleatorias, sin embargo, -cada práctica supone la siguiente-, es decir, el hecho de que el proceso de desarrollo ocurra por prácticas no significa que estas sigan un recorrido continuo, sino que están marcadas por avances y retrocesos, según un orden de aparición, lo que no implica que tengan que ser vivenciados en su plenitud, y una práctica constituye un requisito para el otro (Ídem: 7). Esta descripción concuerda con el sentido de espiral en las vivencias y experiencias de aprendizajes mostradas en el capítulo de sistematización.

Según Vygotsky, el desarrollo mental está marcado por la interiorización de las funciones psicológicas. Esa interiorización No es simplemente la transferencia de una

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actividad externa para un plan interno, pero es el proceso en lo cual ese interno es formado. Ella constituye un proceso que no sigue un curso único, universal e independiente del desarrollo cultural. Lo que nosotros interiorizamos son los modos históricos y culturalmente organizados de operar con las informaciones del medio.

Esto se alía con la afirmación de Blanck (1996) al decir que las funciones psicológicas superiores están en la base del desarrollo ontogenético que, en su evaluación, no ocurre de forma rectilínea, demarcando una acumulación cuantitativa, por medio de una serie de transformaciones cualitativas y dialécticas. Más bien; ellas se forjan en prácticas, constituyéndose por un proceso complejo de desintegración e integración. Además se distinguen por presentar una organización específica de la actividad psicológica y por permitir la aparición de un determinado comportamiento.

Ciertamente; uno de los conceptos fundamentales de la psicología sociohistórica es la de mediación, o sea, del “proceso de intervención de un elemento intermediario en una relación” (Oliveira, 1993:26). Lo que según Molón (1995) es un presupuesto que orienta toda la construcción teórica de Vygotsky.

En la visión de Rego (1998), por la mediación el individuo se relaciona con el ambiente, pues como sujeto de conocimiento no tiene acceso directo a los objetos sino sólo a través de sistemas simbólicos que representan la realidad. Gracias a los –signos-, -la palabra-, los instrumentos en contacto con la cultura. De nuevo; el ciclo.

En ese sentido, el lenguaje es el principal mediador en la formación y en el desarrollo de las funciones psicológicas superiores. El lenguaje constituye un sistema

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simbólico, elaborado en el curso de la historia social del hombre, que organiza los signos en estructuras complejas permitiendo, por ejemplo, nombrar objetos, destacar sus calidades y establecer relaciones entre los propios objetos.

En consecuencia, el lenguaje constituye el sistema de mediación simbólica que funciona como instrumento de comunicación, planificación y autorregulación. Es justamente por su función comunicativa la manera en el que el individuo se apropia del mundo externo, pues, por la comunicación establecida en la interacción ocurren “negociaciones”, reinterpretaciones de las informaciones, de los conceptos y significados.

De acuerdo con Vygotsky, este lenguaje materializa y constituye las significaciones construidas en el proceso social e histórico. Cuando los individuos las interiorizan, pasan a tener acceso a esas significaciones que, por su parte, servirán de base para que puedan significar sus experiencias, y serán, estas significaciones resultantes, las que constituirán su conciencia, mediando, de ese modo, en sus formas de sentir, pensar y actuar (Idem:10).

La posibilidad del aprendizaje es contemplado entonces como un proceso que antecede al desarrollo, ampliándolo y posibilitándolo. En otras palabras, los procesos de aprendizaje y desarrollo tienen influencias mutuas, generando condiciones en las que a mayor aprendizaje (+) mayor desarrollo (+) y viceversa (-).

Debido a esta atingencia es que se logra canalizar en el Trabajo una socio-praxis entre lo que dice (como Palabra) y lo que se hace (también como Palabra); logrando

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una relación dialógica de actores y protagonistas en un escenario ampliado como relación “pensamiento-acción-pensamiento”. La expresión así cumple un rol cíclico acentuado desde que lo que se piensa y se interpreta; hasta lograr una función social. En razón de un sistema sociológico; esta construcción se plantea por el proceso de creación, mediación, percepción y recepción.

Cabe sostener en Camilleri que entre las consideraciones al hablar de identidad, se debe asumir un papel de interacción dual. Por un lado, constituirse como sujeto: afirmado a la vez en su diferencia; y por otro lado; un sujeto: encontrando el reconocimiento y las gratificaciones del buen grupo (Monclús; 2004: 94).

Esta dual necesidad fue puesta a prueba y eventualmente condujo a realimentar el ciclo espiralítico. La reapropiación de los saberes ocurrieron al mostrar y divulgar los alcances de la asignación; pero se asentó debidamente al momento de contemplarse un sentido de complacencia gratificante para quienes participaron en la acción directa o indirectamente; incluida las acciones de escucha o recepción.

Figura 62: La recepción del aprendizaje Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra Aún cabría ampliar el grado de profundización de cultura como simbiosis aprendizaje-enseñanza al exponerse desde su raíz iniciática: la imaginación. Y es que

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las creencias y los valores devienen de esta; y sus bases inmateriales pueden ser tan reales como las fuerzas materiales, pudiendo transformar la realidad social.

Sin embargo existen también fuerzas corrosivas e irresistibles que modifican esa inmaterialidad como la ciencia, la racionalización, la burocratización o el materialismo según (Weber, 1919, citado por Monclús 2004:136). Por un lado, esta influencia depende de su renovación carismática y por otro; de la auto-identificación subjetiva de la gente.

Precisamente, en esta disyuntiva es la que se enclava la memoria colectiva de Cachí: en continua transformación aun pero con un sentido de pertenencia único; ampliando sus creencias a nuevos límites que se desfasan entre la imaginación primitiva endógena y las influencias materialistas exógenas del momento actual: todos en una lucha por coexistir.

Por tanto, como modelo; tiene relación en un camino de doble vía. Según Bruner (2000:31); la educación es una empresa compleja que trata de adecuar una cultura a las necesidades de sus miembros y de sus formas de conocer a las necesidades de la cultura (Monclús: 2004:145). Dada así, la tesis instituye un camino dual donde la cultura da forma a la mente (aporta la caja de herramientas para construir el mundo, la concepción de cada uno y el poder de cada uno). Y por otro lado; no se puede entender la actividad mental sin antes saber cuál es el contexto cultural y sus recursos que dan forma y amplitud a la mente. Por lo tanto; en resumen: “Aprender, recordar, hablar, imaginar; en definitiva se hace posible participando en una cultura (Ídem: 145).

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El Proyecto visto desde esta concepción, asume a la cultura como la llave del aprendizaje. Su sentido nativo pre visado como escuela le propicia de una singular complejidad que cruza culturas. Este entrecruzamiento de lógicas y discursos oscilantes en una memoria común (espirales), se asumen bajo un sistema dialógico que facilita el sentido de convivencia entre los miembros comunitarios; aún más desarrollando climas de relación informal de entendimiento gracias a los valores de comunicación, respeto mutuo, ayuda, tolerancia, igualdad y solidaridad (sus atingencias cognitivas).

Una de las definiciones de cultura más atinentes con el debate cognitivo del aprendizaje es sugerida por Stenhouse al asegurar a esta como el medio a través del cual interactúan las mentes humanas en comunicación; pues las interacciones se hacen en base al consenso de significados; lo cual es dado por el uso del lenguaje; pero ciertamente, este depende de un consenso mucho más profundo de valores y entendimiento; por lo tanto; de sus pensamientos (Ídem; 160).

Por otro lado, recuerda Parsons tres atributos de la cultura: (1) la cultura trasmitida es una herencia o una tradición social; (2) la cultura aprendida no es una manifestación con contenido particular de la constitución genética del hombre; y (3) la cultura es compartida. Al comprenderse la integralidad de esta manera; y conociendo que hay muchos saberes debido a la interacción de las culturas; se concuerda entonces que la cultura llega a ser un producto de la acción social; pero también su inversa; o sea; la acción social es una determinante de esta (Monclús; 2004:160). Sencillamente esto nos sitúa la validez lógica de Freire respecto al sistema de transformación para el empoderamiento y su viceversa como un modelo comprensible. Por tanto, el juego de la liberación empezaría en el uso consiente de esas herramientas. Por supuesto que,

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dentro de la gama de herramientas disponibles; las mentales son las primigenias, y al asociarlas con su entorno de aprendizaje; se exaltaría el sentido endogenista: dos características reactivas e incitadoras del presente Trabajo.

Por su parte, el juego cognitivo alía sus esfuerzos con el desaprendizaje para auto-descubrise en la Conciencia. Freire (1997) va más allá que solo la reproducción de comportamientos como cultura; así plantea a la cultura como la capacidad de transformación de la realidad y como tal respeta lo que hace a la persona sujeto; o sea decir su Palabra (Monclús; 2004:171)

Figura 63: Actores del Proyecto ampliando su VOZ: Programa En la Palestra; Radio La Negrita. Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra.

Sobre la relación Mente - Aprendizaje – Leyenda Ciertamente, el mito recoge una naturalidad endógena que extiende su apertura desde una simpleza evocadora. Esa característica es originalmente impregnada por un aire de fantasía y misterio en la descripción de los hechos. Lo apreciable en la sencillez es que todo está a la vista. Ante esto, podría decirse que lo contrario al Mito es la Poesía debido a su correspondiente complejidad.

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Ante el supuesto de su sencillez; el mito entonces es de las expresiones más populares porque incluso permite la participación; la integración comunitaria, una construcción compartida, la manifestación de sueños o anhelos comunes. Dicha propensión universal se decanta desde la memoria colectiva; las experiencias vitales más importantes van conservando un aire de trascendencia e inmortalidad; así se van puliendo y perfeccionando en el cedazo de la oralidad hasta lograr generar una integración total. A esa arena fina resultante que se cuela la podríamos llamar los mitos y leyendas.

Por lo general, estas elaboraciones colectivas tienden a ser manifestaciones espontáneas, e inadvertidas a través de su cadena de comunicación. A veces se recuerda la historia; pero por lo general su sentido de secretismo y ocultismo despierta una mayor curiosidad.

Cabe resaltar, que a veces se recuerda más la totalidad de la experiencia por los impulsos emocionales que generó en un momento dado de contacto; ya sea al escuchar la historia, o al contarla; al ser testigo o protagonista, o al ser testigo del testigo del testigo que le ocurrió una experiencia; en fin incontables conexiones.

De esta forma, las situaciones inexplicables tienen así su género de acercamiento con la realidad. Como parten de un mundo entroncado con la imaginación, se recrea un lazo innegable con la mente; y su vinculación abarca desde la Palabra individual a la colectiva.

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Los yacimientos de sensaciones en su contacto son el combustible necesario para trascender al espacio-tiempo; y ante el supuesto de un hecho; estas se impulsan en respuestas requeridas psíquicamente a las acciones (función contenedora). Por tanto, el mito tiende a ordenar el mundo y conocerlo de forma total.

Entre esas creencias sociales de convivencias diarias en Cachí se pueden hablar algunas expresiones que se actualizan al ser contadas nuevamente; entre ellas: “No hay que bañarse viernes santo porque se convierte en pescado”; “el que va a pasear al río ese día, se ahoga”; o el citado “No sea indio, salude”; demostrando el sentido de inferioridad racial al que era esencial no pertenecer; incluida su obvia demostración psicológica de timidez.”

A diferencia, en la Leyenda se conjugan otros elementos de apropiación singulares que confieren en su narración una mayor correspondencia histórica. Esto ocurre al señalar la sucesión de un hecho en un lugar y tiempo definido u específico. Esta característica termina por generar una sensación de delimitación del pasado vivido (Ricoeur; 2003:526); por tanto esto lo acerca más a la historia.

Dada esta diferencia; entonces el mito se aproximaría más a la memoria dada el uso de su inmediatez; confiriéndole también un grado también de absolutez; mientras que la leyenda es probablemente vista más -en términos relativos- dada la lejanía de los hechos pasados. Ambas influencias confluyen vertiendo su uso real y tácito desde el recuerdo.

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Los recuerdos en la memoria colectiva de Cachí dejaron ver algunas de sus principales leyendas. Si bien, esta recolección no fue hecha para un estricto análisis explicativo; (no era su intención); si abstrajo recuerdos ambiguos y concretos sobre ciertas narraciones que serían una base de la Palabra comunitaria; el combustible de todo este trabajo.

Figura 64: Los símbolos en las Memorias de Cachí. Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra.

Reflexiones en torno a la Palabra Según (Tejera 1999, citado por Monclús 2004: 96), el término cultura tiene una significación referida usualmente al conjunto de creencias, costumbres, valores, conductas, técnicas, experiencias artísticas, creencias y rituales de una sociedad o de alguno de los grupos o sectores que lo integra.

La cultura así considerada se aprende y se trasmite con la socialización formal e informal, a través de la relación de un individuo con otros seres humanos y en la escuela. De ahí la consideración de la cultura en la relación del sujeto con su entorno. El hecho de pertenecer a un entorno determinado confiere un sentido de identidad; y NO otra, es decir, una identificación cultural.

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La Palabra en el Proceso se desprende desde sus propias expresiones culturales. Independientemente de su proceder, técnica, y/o usos; si una “Palabra” tenía una significancia importante con un valor social o individual; se podía considerar como inminente herramienta de liberación. Por esto, un concepto cercano de Palabra podría ser “todo aquello que nos induce a la transformación liberadora”.

Así descrito, la

Palabra sería el dícese que naturalmente pertenece a la cultura y su viceversa.

Particularmente desde la Leyenda se propició esta acumulación de saberes como favorecedores de cambio. Empero, pudo ser cualquier otra expresión; la música, las comidas tradicionales, los dichos, bailes, literatura, atuendos, etc. Lo que sí demostró la Leyenda fue su iniciática y primigenia voz. La Palabra como Arte entonces se materializaría generando una transición desde la leyenda hacia el teatro; incluyendo además una Palabra desde el simbolismo originario de los primeros artistas de Cachí; sus propios antepasados indígenas.

Inmaterialmente; la Palabra de Cachí son todos sus pensamientos, ideas, discursos, sueños, anhelos, sentimientos, visiones, percepciones, sensaciones, razones, interpretaciones, criticas, reflexiones, propuestas, aprendizajes, construcciones, saberes, y condiciones.

Tanto lo material junto a lo inmaterial se traducen en acciones; pero además en inhibiciones; lo cual nunca se debe descartar. Esto podría explicarse en el sentido de un devenir histórico y social dado muy específico. Podría decirse entonces que la Palabra de Cachí; “es todo aquello que dice; pero también lo que No dice”; aquello que se perdió en el olvido, el ocultamiento, el desencanto y el silencio. Más razones las

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hicieron tomar otro curso distinto. Y ciertamente, sobre esas Palabras NO dichas también se pueden encontrar liberaciones exponencialmente más influyentes, debido a su “natural” represión.

Como una Tarea mental; (tal vez más que físico), se recrea además un diálogo del hombre o mujer con sí mismo. Ese auto-diálogo mental es fortalecido por los símbolos; estos recrean el mundo físico en su propia imagen simbólica. Al vivir en un universo simbólico, los seres humanos se ocupan de crear significado, de resolver problemas de un modo imaginativo y de producir problemas con igual creatividad. El ser humano se ha envuelto a tal punto en formas lingüísticas, imágenes artísticas o símbolos míticos o prerrogativas religiosas que no puede ver, ni conocer nada -si no escon la mediación de ese instrumento artificial; el símbolo. (Gardner; 1987: 65). Así, vive en medio de emociones, imaginarias, de esperanzas y temores, ilusiones y decepciones, fantasías y sueños según enuncia Cassirer (1944:25).

Figura 65: La Imaginación: Punto de Reencuentro Fuente: desconocido Ante esto, podría entonces decirse que el mito y la leyenda como Palabra son una forma de entendimiento de la realidad desde la imaginación; por tanto que no necesitaría entrar en comprensiones resolutivas; o discursos profundos; más bien es 201


benéfico poder dejarlas amórficas y abstractas; cuanto más, mejor. Eso le da su máxima validez; su multiplicidad de significados; confiriéndole una expresividad cultural propia, sea social y/o artística. Siguiendo esta línea podría hablarse del mito y la leyenda como “un Arte socialmente construido”; en otras palabras; -es una expresión dialógica- de la que muy raramente se enuncia; ni se es consciente. Su sentido democrático la confiere como una herramienta de empoderamiento única, solo basta de su apropiabilidad cognitiva.

Como Palabra, se puede concluir que la verdadera leyenda de Cachí es la que enaltece -un orgullo singular- en la pertenencia a su propia tierra. La construcción de una Leyenda día a día, (que genera su propia historia; la otra historia) la llevan a cabo esos cachiseños y cachiseñas con sus tácitas y explicitas acciones. El facilitador de tales acciones lo revelan sus relaciones e interacciones con otros seres humanos, con su espléndida naturaleza, y con el encuentro consigo mismos. La apropiación de sus recuerdos y anhelos es su principal Palabra; esa primitiva comunión nadie se los va a quitar.

Figura 66: Homenaje póstumo a Herbert Álvarez Fuente: Dave Segura (autor de la obra) En resumen, es en la Palabra de Cachí que se construye y se transforma su identidad. Le toca al momento presente seguir desarrollando su construcción identitaria. El Proceso fue una de esas tantas herramientas facilitadoras que intervienen 202


realimentando ese ciclo de desarrollo desde el aprendizaje. Su valor agregado fue hacerlo con una sintonía dialógica consiente.

Consideraciones en torno al Teatro La acción del Teatro en el Proyecto de Cachí fue experimental y pionera pero dio muy buenos resultados. Se pudo constituir un grupo abierto a la comunidad con una respuesta mayoritaria en niños y adolescentes. En el Taller se partía de trabajar con las herramientas mentales y corporales que -YA ellos poseían- como producto de su aprendizaje cultural anterior. Esto dio pie a propiciar una participación plena y activa en los actoresprotagonistas desde su primer encuentro; potenciando los intereses y hábitos surgidos de forma espontánea; pero sin descuidar un dibujo ameno de la experiencia; desarrollando acciones creativas, cautivadoras, y afectivas con el teatro. Esta visualización escénica de la Palabra fue el paso trasformador necesario desde aquello que estaba contenido y reservado por la opresión estructural sistémica, para ir hacia el encuentro de un nuevo estado de realidad consiente y liberador. Se destaca así, al Teatro del Oprimido (1974) como una herramienta para comprender y explicar los procesos y transformaciones propios de la comunidad actual, desde las múltiples dimensiones y perspectivas de análisis, pero considerando además, los distintos actores sociales comunitarios que estarían involucrados. De tal manera que el escenario se transformó en un espacio de ideas, diálogo, crítica y conciencia entre los actores durante las capacitaciones; pero además

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exponiendo sus resultados integralmente a la comunidad; primariamente desde los mismos instruidos.

Las principales acciones iban destinadas a exaltar la “Palabra Nativa” para fundamentar sus propias vivencias e identidades; con un sentido de comunión. Por tanto, al conocer “lo escrito” en su haber, se podían redescubrir nuevas capacidades a partir de sus innatas resilencias. Esta característica –central-; no solo despertó atracción y valor hacia el trabajo; sino que se profundizaron respuestas psíquicas destinadas hacia la convivencia social cotidiana. Entre estas, la generación de confianza, autoestima y un alto sentido de responsabilidad, así como resaltar los símbolos originarios de la identidad local o poder auto-descubrir el valor endógeno; tanto mental como socialmente. En singulares palabras de las niñas del Taller: “Aprendimos cosas fabulosas, -de la historia, del tiempo de antes, el teatro es algo muy interesante” (Heylin Casasola, Tamara Machado; Daniela Serrano; Susana Leitón; TAI- 2013).

Figura 67: Una práctica de teatro “Cachí; Leyenda y Palabra” Fuente: Compilación Cachí; Leyenda y Palabra.

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2-Conclusiones sobre la historia de Cachí

Figura 68: Mapa de Cachí Fuente: Google Earth. En las memorias recolectadas se lograba destacar el mal hábito anterior de los campesinos cachiseños por usurpar tumbas indígenas, las cuales yacían predominando por todo el sitio de Cachí (A. Flores, 2013). Y es que en la particular historia de Cachí se denotan momentos de grandes virajes que sin duda fungieron como agentes condicionadores en la transformación cultural identitaria; ya sea dando origen al mestizaje o a la incursión de colonos; que también dejaron huellas indelebles. El reconocimiento de tales hechos se comprueba históricamente en la hipótesis planteada que muestra a Cachí como: (a) un límite del entorno, (b) un conflicto en microcosmos, y (c) un lugar de encuentro o crisol de culturas

De estas razones se desfasa su devenir para entretejer las pertinentes explicaciones. 205


(a) Un sitio de entornos Desde el primer enfoque como “un sitio de entornos” se puede apreciar de Cachí, un confín de lo conocido o delimitado. Su análisis requiere expresar que existe una condicionalidad notable dada desde su situación geográfica; también es visualizada en lo agreste de sus montañas (sensación de verdor y naturaleza que aún perdura); sus montañas fungen como un -límite natural- al que hubo que tomar en cuenta en las históricas intencionalidades de paso y sus eventuales usos de tierra, prácticamente desde el periodo indígena. Esta esencialidad es confirmada por Ibarra Rojas (1949) en “Las Manchas del Jaguar”: “ A principios del Siglo XVII, la frontera civilizatoria se localizó entre Cartago y Chirripó; puerta de entrada a Talamanca.” (Ibarra; 1949: 72)

Esa característica de límite u entorno alberga la sensación física y psicológica de situarse entre los límites de lo conocido y lo desconocido; lo cual ha redundado en su reaprendizaje cultural; siendo parte de su memoria colectiva.

Lo especial de su situación geográfica también es pre-condicionado por su clima; el que habitualmente tiene una temperatura media anual de 28C y una precipitación dada entre 1200cc a 1800cc. La generosidad y abundancia de sus recursos naturales ha facultado a la región para sus múltiples usos y explotaciones históricas; incluida como generación de energía hidroeléctrica desde 1967 por el ICE.

Una singular percepción de sus favores sitiales es denotada en el siguiente enuncio sobre algunos bordes de la región:

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Congo, Pisirí, Vueltas, Hamacas y El Tablón, algunos de ellos situados en las faldas de los cerros así llamados, por lo que se experimentan en él climas distintos (...) por lo quebrado del terreno se producen todos los artículos de las tierras calientes y templadas, pero el café y los pastos, así como la caña de azúcar tienen preferencia, encontrándose allí una de las mejores crías de ganado del país. Hay asimismo muchas maderas y abundan en las partes bajas las palmeras de pejivaye que dan una excelente fruta. Hay 6 trapiches y una maquinaria para aserrar madera. (...) La población central cuenta con un regular cuadrante, iglesia de madera, dos casas de enseñanza, casa cural y para la Agencia de Policía. 1402 habitantes entre ellos muchos indígenas”… (Solórzano; 2007) en Boletín AFEHC - No. 32.

Las características del “entorno” contienen aun una marcada condicionalidad como agente de identidad en el cachiseño. Aun bien, es además llamativo en este enfoque, notar que desde el antiguo mundo huetar se logra resaltar la idoneidad del sitio como un lugar de comunicaciones; destacándose en este haber la construcción de petroglifos; esto evidencia una inminente cúspide de vital influencia como usos del lenguaje simbólico (en Cachí existen poco más de 10 petroglifos conocidos, otros más están perdidos). Por lo tanto, el lugar podría haber sido un punto de intercambio -entre indígenas huetares y los grupos entroncados con los viceítas- dada sus proximidades; y sus cualidades geográficas (como el acceso al Caribe por el Río Grande y Reventazón). Esta explicación tiene un amparo en la influencia ejercida de Ujarrás como -el punto central- del dominio indígena oriental, que fue conocido como reino güetar de oriente (Fernández Guardia, 1909:13).

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Un fundamento intrínseco que no se puede ocultar es que estas culturas originarias (con dotes solidarias-comunitarias) subyacen aun como una flor dormida como señala Linton (1973); es decir, que ha contenido siempre sus indivisos valores como "núcleo" en “la centralidad cultural” del “lugar antropológico” según Augé, (Ortiz, R., 1998: 45); y esta condición todavía puede servir a nuestros tiempos como las mecas filosóficas que contienen las respuestas sobre nuestro propio haber cultural contemporáneo. Dada esta expuesta importancia; los hechos acaecidos en Ujarrás tuvieron la caracterización de ser extendidos desde allí a otros lugares dada su primigeneidad.

Además, la centralidad güetar fue anteriormente defendida y reconocida dialógicamente por el escultor cachiseño L. Sojo (2013) al enunciar la probabilidad del uso ceremonial –sagrado- de ciertas piedras enigmáticas de la zona21.

Figura 69: La confluencia de tres sectores encontrados sobre Cachí: Güetares; Viseítas y Bruncas. (Siglo 16) Fuente: Cartilla Histórica de Costa Rica (1909)

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Expuesto durante la caminata a los sitios con petroglifos en Cachí, Julio 2013.

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Según apuntaban las primeras descripciones indígenas: “estos adoraban el sol, la luna y los elementos de la naturaleza. Los sacerdotes gozaban de gran respeto, y consideración, y eran al mismo tiempo médicos, adivinos y hechiceros” (Fernández; 1909: 36). Entre sus rasgos identitarios se describía así al indio: “…aunque -muy sumiso- a la autoridad de sus padres y superiores -amaba entrañablemente la vida en las selvas-. La astucia, el disimulo y -la desconfianza- eran rasgos sobresalientes de su carácter. Cruel e implacable con el adversario, -su resignación era estoica en la desgracia-. El -sentimiento de propiedad- tenía en él muy poco arraigo y entre los individuos de una familia o tribu reinaba -un comunismo fraternal…”

Parece casi increíble que una descripción del indio durante la Conquista sea tan coincidente con ciertos rasgos de identidad que todavía se conservan en el cachiseño hoy en día como describe este trabajo en capítulos anteriores. Esta notable particularidad es una acción construida desde su memoria colectiva.

(b) Un Conflicto en microcosmos “Del macro al micro”. De acuerdo a Macera (1982), sostiene que las sociedades que han sido víctimas de la colonización, son sociedades en las que anida un profundo resentimiento histórico-social, y si algún habitante de estas sociedades impregnadas hasta los huesos de este mal, dice “no ser” resentido, sencillamente es “un miserable” que ni siquiera tiene la capacidad de darse cuenta de este mal colectivo. Lo contrario es el primer síntoma de que dicho mal comienza a ser curado (en RUNA YACHACHIY, 2009).

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En consecuencia, son los resentimientos, traumas y frustraciones de carácter histórico-sociales, los que en una segunda instancia, en el plano individual y colectivo, determinarán adopciones y renuncias, sean éstas a lugares, ideologías y, naturalmente, a clases. A la vez también moldea conductas, comportamientos y actitudes que en apariencia no tiene mayor explicación lógica.

De tal forma que desde el conflicto psico-social se trasciende a la relación entre mentalidad y colonialismo. La formación de esa mentalidad colonial se puede situar desde aquel momento donde la psique capta en simbolismos un imaginario de valores que servían a una clase, pero que despreciaban a la otra. Y esa forma de entender una realidad se sopesa en los contenidos que el inconsciente ejerce sobre la psique (Asse, 2002).

Figura 70: Reencuentro de la Palabra Indígena en Cachí: Acción Simbólica entre el ayer y el hoy Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra / Cartilla Histórica de Costa Rica – (1909)

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Por el contrario, -como búsqueda de la liberación-, este desencadenamiento buscado desde los saberes originarios supondría que el mito objetiviza y organiza tanto las esperanzas como los miedos humanos y los meta-morfosea en trabajos persistentes y durables. Por tanto, la trasformación de las mentalidades -no se da- de la noche a la mañana, sin embargo eso se trabaja conforme se retome la Palabra; el mayor baluarte de la cultura según Scorza. Estas consideraciones son halladas históricamente en un nivel análogo –micro- en el caso de Cachí: “Desde la ciudad de Garcimuñoz envió Cavallón a sus tenientes a descubrir el país. Estos llegaron hasta cerca de Tucurrique y sometieron los pueblos güetares situados en la meseta central; pero no tardaron en revelarse los indios por los malos tratamientos que les hacían los españoles, especialmente porque los despojaban del maíz, que era su principal alimento.” (Fernández: 1909:37)

Al extenderse la conquista sobre Costa Rica, la imposición, la coacción y el choque fueron denominadores cada vez más comunes. Perafán de Rivera impuso la encomienda como forma para desactivar futuros levantamientos y organizar la mano de obra esclava (pág. 44); desde entonces, las múltiples formas de sometimiento y control dejan su evidencia expresa en la noción sobre la conquista del Valle de Ujarrás:

…al llegar a término el período colonial, el sistema de misiones había cosechado éxitos a medias. Si bien en la región de Talamanca los frailes españoles tuvieron que retirarse, al menos mantuvieron los pueblos de Atirro, Tucurrique y más tarde Tuis y Pejivaye. Sin embargo, solo en el pueblo de Orosi pudieron los frailes desarrollar un verdadero pueblo de misión, es decir, el más cercano al ideal de pueblo promovido por el colonialismo misional. Este pueblo, que originalmente estuvo poblado de indígenas huetares, prácticamente se extinguió desde finales del siglo XVI. (pág. 39)

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La disolución de las voluntades en el Valle llegó a ser completa por parte de los españoles hasta el momento en que “Correque”, rey de Ujarrás en el período de Conquista se vio obligado a retirarse a Tucurrique con toda su corte; luego tuvo que someterse; ser bautizado con el nombre de D. Fernando Correque (Fernández: 1909:39) Correque iba sucedido a su padre Guarco. Así, los reyes huetares dejaron de existir.

Entre los factores que suman a la extinción indígena también se hallan los intensos trabajos, los pagos de tributos, y sobre todo las enfermedades; pero además se vino a rematar con las políticas enajedoras de Braulio Carrillo (1938) como explica Solórzano (2007:29) en el Artículo “Los indígenas en las áreas fronterizas de Costa Rica durante el siglo XIX”:

Los indígenas hispanizados en los "pueblos de indios" quedaron concentrados en los pueblos de Barva, Pacaca, Curridabat, Aserrí, Cot, Quircot, Cot, Tobosi, Ujarrás, Orosi, Tucurrique y Turrialba, principalmente. Debían pagar tributo y trabajar para los españoles, por lo que además de las enfermedades, los trabajos los debilitaron por lo que se redujeron numéricamente hasta ser superados demográficamente por los mestizos y los españoles. Sin embargo, se mantuvieron en sus pueblos, a los que los españoles les garantizaron tierras. Esta situación sólo cambió a partir del gobierno de Braulio Carrillo, quien inició la disolución de las tierras comunales de los indígenas del interior del país.

Cabe resaltar que en relación con los pueblos de Atirro, Tucurrique y Pejivaye poblados de misión-, sus habitantes indígenas fueron trasladados posteriormente hacia Orosi u otros pueblos. En 1839, las 11 familias indígenas que se encontraban en

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Tucurrique fueron trasladadas hacia Cot por decreto ejecutivo del presidente Carrillo. Al término del siglo XIX dichos pueblos apenas si indicaban la presencia de unos pocos indígenas. Por el contrario, al mismo tiempo que el estado eliminaba las municipalidades y las tierras comunales de los indígenas, aumentaba el número de colonos ladinos, desde pequeños campesinos hasta hacendados; lo cual también fundamenta el último enfoque de este análisis sobre Cachí; haberse constituido como un eventual crisol de culturas.

Ya a comienzos del siglo XX, Tucurrique se encontraba integrado al ecúmene económico neo-hispano del Valle Central. El caso de Cachí -sobre la pertenencia de tierras- es recuperado por Quesada Burke (2013); se resalta que aun en el año 1832, Cachí es descrito solamente como lugar o sitio; no como un pueblo. Hasta el año de 1835 se posee el registro público del primer denuncio de tierras incultas hecho en el sitio Cachí; (ANCR registro 102, signatura 7872). Sin embargo es la Municipalidad de Paraíso quien valida los derechos sobre tierras hechos a don Pedro Mayorga y donadas en Guatemala el 2 de setiembre de 1777 por el Juez Principal de Real Decreto, Domingo López de Vrrel. (Quesada Burke, 2013)22.

Los subsiguientes usos de tierras en Cachí pasaron desde la ocupación y el poblamiento; hasta la conservación de sitios mineros y agricultura de tabaco, caña dulce, café y las de Orosi para cereales, plátanos y yucas; todo antes de recaer en su última actividad cafetalera. El primer registro para la construcción de un puente sobre el Río Grande se tiene en el año 1879 (ANCR 128- signatura 26767).

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Documentos compilatorios sin publicación anterior; son fuente de entrevistas en presente trabajo.

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(c) Un crisol de culturas Como parte del proceso de deculturización y aculturación del indígena nativo (que concluyó con sus traslados a otros sitios); también otras técnicas de dominio se dieron cabida. De acuerdo a Solórzano (2007); en los pueblos de Boruca y Orosi, los indígenas modificaron su cultura ancestral pero recrearon sus mecanismos de identidad con el fin de adaptarse a las presiones de la sociedad dominante. En dichos pueblos, muchos indígenas perdieron su lengua original y adoptaron el castellano como lengua hablada comúnmente (Ibarra; 19949:72).

Sin embargo, no puede afirmarse que tal

situación constituyera una total pérdida de su identidad cultural; pues mantuvieron su distinción del resto de la sociedad hispánica en su comportamiento; como se dejó entrever en los anteriores rasgos descritos sobre el indio; que en parte aún conserva la población en Cachí.

Es muy posible que la influencia de estos efectos al comportamiento social se constituyeran en elementos del forjamiento identitario del cachiseño; -pero más aún-, en la riqueza cultural se denota su permeabilidad que es hoy manifiesta en la multiplicidad de expresiones artísticas; lo que además cabe dentro de la afinidad temática analizada en este Trabajo, y es enunciada en capítulos anteriores.

De acuerdo a Manuel de Jesús Benavides en “De Ujarrás a Paraíso”; no solo los traslados ocasionaban la desaparición de los escasos indígenas originarios (300 entre 1568-1569); sino además era debido a las enfermedades como la viruela (1690-1693). En consecuencia, se debió repoblar el valle con repuestos indígenas traídos de Talamanca, y posteriormente con mestizos y negros. Según las leyes del entonces, al

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ser un pueblo de indios, se prohibían la entrada de razas distintas a las de origen; por lo tanto, deduce Benavides que el ingreso masivo al lugar debió haberse dado al despoblarse alarmantemente la región por la aniquilación ejercida por tal enfermedad. (Benavides; 2002: 45)

Por otra parte, según enuncia Gerardo Mora (1977) en su Tesis “Ujarrás, aspectos demográficos y sociales (1765-1832); Ujarrás por su posición intermedia entre Cartago y Matina, representó -el punto de contacto- de los distintos grupos étnicos debido a la presencia de españoles, indígenas, mulatos, y mestizos en su territorio; sin embargo Benavides refuta esta hipótesis al decir que la presencia de tales pudo haber sido debida más a la necesidad de mano de obra como esclavos o sirvientes de los españoles; que como transeúntes habituales en su estricto sentido de comprensión (Benavides; 2002:47).

Desde las dos versiones es notorio que siempre existió presencia de distintos grupos humanos en la región; lo cual no contradice la versión que presenta este Trabajo. Singularmente, se destaca al mestizaje como el principal factor de repoblamiento. Los mestizos constituyeron el principal grupo en aumento.

Figura 71: (Cuadro) Población de Ujarrás por etnias y castas entre los años 1778 y 1812 Fuente: “De Ujarrás a Paraíso” (Benavides; 2002:46)

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Identidades y modernidad Debido a todos los procesos culturales que se han tratado de demostrar como hechos en Ujarrás; es que en Cachí se forjaron muchas identidades que interactúan y se transforman hasta la fecha. Una de las ultimas influencias culturales se constituyó por el impacto de la llegada del ICE a la zona; lo cual resultaba ser además una vislumbrada respuesta a la reciente quiebra de la Hacienda Cachí en 1963.

Sin embargo, a partir de la llegada del ICE a Cachí empezaron a darse cambios de toda índole. Según Amador (1991); los cambios fueron -desde variar el curso del Reventazón para aprovechar la fuerza de sus aguas, hasta inundar el caserío de Loaiza de Cachí-. Como hiciera constar en sus escritos “Paginas del Recuerdo” (1974) de Moisés Loría, administrador del proyecto y testigo presencial de estos acontecimientos: "bajo las aguas quedarían los restos de lo que fuera una humilde población. Bajo el agua quedó el asiento del trapiche o de la casa de habitación o del solar que producía un poco de vida. La ya ruinosa casa de enseñanza también se per-dió entre las aguas que se embalsaron. Hasta el mismo cementerio de Cachí tuvo que ser removido de su sitio original.” (Amador; 1991).

El sentido de modernidad inundó las tierras bajas de Cachí y desde el nivel personal muchos cambios se vinieron inconteniblemente en la forma de vivir del cachiseño; pero también los llamados –desajustes- debido a la rapidez del cambio. Así, los esquemas de valores tradicionales eran cuestionados al tiempo que los individuos entraban en crisis, poniendo entonces su cuota de desgarramiento personal al proceso de modernización. Es lo que Cyril Black (1972) por su parte llama "la angustia de la

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modernización" (Amador; 1991). En lo particular, este proceso decidió que mi familia dejara Cachí para vivir en San José.

Entre los sugerentes aprendizajes del nuevo modelo, se denotaron acciones en algunos como -el dejar de ser descalzo y comenzar a usar calzado-; -aprender hábitos de higiene como el aseo bucal- o -el uso del colchón; entre otros-. Al día de hoy (2013) solamente una mujer continua la tradición de ser “descalza” en Cachí (doña María Cordero)23. Al mismo tiempo; don Arcadio Flores (90 años) recuerda que el primer colchón que tuvo para casarse era hecho de esteras de banano (Memorias del Proyecto en Cachí, 2013).

Como se denota en su historia, el trabajo en Cachí ha sido –otro factor de cambio- cultural importante y es parte inherente de su entorno; por tanto, es parte de su sobrevivencia. Las nuevas formas de trabajo discrepan con las anteriores tradicionales; pero su condición es tácitamente aceptada debido a que es presentada como “la nueva pauta” -según modelos de desarrollo global-; estos tienden a desprender aquello que aún se conserva como “salvaje”; para convertir a la percepción de modernidad en algo dado como "lo natural". O sea, el proceso de enajenación.

A pesar de todo; el arraigo del cachiseño mantiene un sentimiento filial hacia la naturaleza (su entorno). Si bien, ahora menos personas trabajan o sobreviven en las labores agrícolas; estas se enfrentan a los desafíos modernos con su principal herramienta de acción; sus herramientas resilentes desde la mente: es decir; aceptando la

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Nació 10 de noviembre de 1928, vecina de calle Cieneguita.

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identidad común como arma de orgullo y auto-realización; el orgullo de SER cahiseño; por tanto, el orgullo de su PALABRA.

Figura 72: Rigo Alcázar; el mascarero de Cachí Fuente: Colección Colectivo Paraiseño

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3-Síntesis de las Conclusiones

 Hubo una comprobación efectiva del ciclo cultural trans-generacional.  Se denotó la importancia de extralimitar el conocimiento desde sus roces y necesidades (sugerencia y comprobación mediante el arte)  Hubo una comprobación del alcance del límite externo, o contra-hegemónico según De Souza Santos  Se comprobaron las condiciones diaspóricas del lugar  Existió una comprobación de muchos marcados recuerdos en la memoria colectiva.  Se comprobó la existencia de un diálogo multicultural a partir de la diferenciación que utiliza a la Leyenda como elemento unificador.  Se comprobó la influencia del entorno o ambiente en el aprendizaje psico-social  Existió un accionamiento de una socio-praxis -entre lo que se dice y lo que se hace-.  Se comprobó el asentamiento de creencias y valores a partir de la imaginación  Se comprobó la existencia de una renovación carismática y una autoidentificación subjetiva de la gente con sus memorias  Se comprobó la existencia de una lucha entre la imaginación primitiva y las influencias materialistas exógenas modernas.  Se sugirieron aportes al trabajo de la extensión universitaria.  Se comprobó el funcionamiento del ciclo de transformación y empoderamiento (la acción social crea cultura y viceversa).  Se mostró la relación Leyenda-Historia; Mito-Memoria  Existió un esfuerzo por aportar conceptos a la temática de sistematización y el diálogo de saberes.  Se alimentó el auto diálogo psicológico mediante la aproximación de los signos y símbolos  Se expusieron los principales problemas sociales que condicionan el rol cultural de Cachí.  Existió una apropiación de los conocimientos propios por parte de los actoresprotagonistas.  Se generó una enseñanza integralizadora desde cualquier tangente sistematizadora en que se actuó.  Se aportó un modelo teórico-práctico en base al símbolo espiral  Se despejaron las razones que condicionan la identidad en la historia del nativo cachiseño mediante:  un límite del entorno, (limite sin más allá)  un conflicto en microcosmos (sucesión de hechos enajenantes)  un lugar de encuentro o crisol de culturas

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4-Logros operativos

 Se logró diseñar un modelo híbrido de transferencia de aprendizajes a partir de la leyenda y los saberes nativos  Se logró encontrar un método de sistematización que utiliza recursos endógenos del lugar  Se logró conocer la extensión de la influencia de los recuerdos en la memoria colectiva y sus interacciones  Se logró un acercamiento al escenario de la realidad sociocultural de Cachi  Se logró reconocer las características identitarias del cachiseño  Se logró despejar las preocupaciones y problemas principales de la comunidad  Se logró proponer soluciones endógenas a los problemas comunitarios  Se logró establecer principios de alianzas y el establecimiento de intra-extra redes de cooperación  Se logró perfilar la percepción de un amorfo positivo para la comunidad  Se logró compilar las principales leyendas de Cachí  Se logró conjuntar un grupo de actores y actrices para continuar la acción del teatro en Cachí  Se logró reconocer la Palabra del cachiseño desde su esencia en la imaginación  Se logró desplegar una participación democrática e integral de los sujetosactores de la comunidad  Se logró empoderar desde la psique a los protagonistas directos e indirectos del proyecto  Se logró tener una participación de facilitación efectiva comunidad-universidad  Se logró dar a entender las cualidades y calidades de la Palabra a partir de un enfoque dialógico necesario.

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5-Otros Sub-productos del Proyecto y nuevas espirales

 Trabajo futuro sobre una Memoria Física sobre Las Leyendas y otros saberes de Cachi.  Extracto escrito básico sobre Las Leyendas de Cachí (para distribución rápida)  Material Publicitario en (afiches, videos, fotos)  Participación activa en el FECUCA 2013  Inclusión de Propuestas de Organización en la Escuela de Música  Posible inclusión de formas de colaboración profesional en la Asociación Cultural en aras de construir la Casa de la Cultura.  Taller y Exposición de Pinturas Infantiles  Encuesta Colegial  Recopilación de Entrevistas y Oralidades  Compilación de fotografías antiguas  Recopilación de Libros y Tesis sobre Historia de Cachí.  Posible Uso de oralidades para programa radial futuro  Posible uso de oralidades para generar una audioteca en la Biblioteca de Paraíso  Invitación dada para exponer el Proyecto en Radio La Negrita (Programa “En la Palestra” de Fernando Gutiérrez.  Continuidad del Taller de Teatro es un hecho  Diseño de los Programas para un Taller Escénico y un Taller de Dibujo.  Aplicación de conocimientos escénicos mediante vistas profesionales.  Colaboración de un Taller escénico al Grupo Colegial de Teatro  Colaboración con el Grupo de artes plásticas del Colegio sobre la temática de construcción de títeres  Colaboración con el grupo de Música del Colegio sobre la temática de la Leyendas de la Piedra del Mono.  Apertura a la Sistematización de la Experiencia mediante el Curso interinstitucional CEP-ALFORJA -CONARE  Un intercambio de saberes con indígenas Bribri respecto a la percepción de los petroglifos en Cachi.  Una Caminata a sitios sagrados con grabados indígenas  Un Taller de Mimo con dos artistas franceses en el Colegio sugerido por el Dr. Oscar Jara.  Una Invitación a exponer experiencia del Proyecto en la UNA como dialogo de saberes.  Lluvia de ideas para continuidad del Proyecto para apertura de cursos libres gratuitos, diseño y aplicación de TCUs, cartera de patrocinios, responsabilidad social, extensión e intercambio a otras comunidades  Una invitación para participar en XII Congreso de Extensión Quito 2013  Participación activa en la Parroquia Santa Isabel de Portugal y su Fiesta Patronal.  Sesión de Realimentación de Conocimientos constante (reaprendizajes).  Incorporación de los saberes investigados en los programas de estudio del curso lectivo 2014 – Escuela Florencio del Castillo.  Invitación del Grupo de Teatro a diversas Peñas y actos culturales.

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REFLEXIONES FINALES  La Mente es el elemento primario de cambio- que propicia ser libres, independientes, autónomos y auto-determinados.  “La injusticia social descansa en la injusticia cognitiva” (De Souza Santos; 2009: 115)  Las enajenaciones surjen o se transformen desde aquel mismo momento cuando la psique capta en simbolismos un imaginario de valores que sirven a una clase dominante mientras desprecian a otra dice Asse (2002).  Focault reafirma todo lo anterior diciendo que “la formación de los discursos y la genealogía del saber deben ser analizadas No a partir de tipos de conciencia, modalidades de percepción o formas ideológicas; -sino- más bien como las tácticas y estrategias del poder que asumen”. (Dávalos, 2011)  Ante la acumulación de procesos de monocultura lineales que se transforman antagónicamente y que se sustraen detrás de los discursos de progreso, revolución, modernización, desarrollo, crecimiento, o globalización, (De Souza Santos; 2009:110); el desaprendizaje a la atenencia de un modelo dado como único se convierte en un atisbo imperativo o necesario para mirar con una visión propia el desafío de un propio desarrollo.  Empezar a tomar conciencia de las intenciones que deconstruyen nuestras propias decisiones es fundamental para resistir, liberarse y/o sobrevivir.

Figura 73: Reflexiones finales Fuente: Compilación Cachí, Leyenda y Palabra

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ANEXO 1 GUIÓN - Muestra Escénica “La Espiral de las Palabras” En base a la Recolección de Oralidades sobre Leyendas y otros Saberes de Cachí Autores Arcadio Flores, Manuel Alfaro, Hermes Quesada, Rodolfo Chávez, Marvin Serrano, Manuel Cordero, Martin Calderón, Daniela Serrano, Antonio Obando, Gerardo Brenes, Antonio Cordero, Dora Berrocal, Omer Serrano, Julio Madrigal, María Isabel y María del Carmen Obando. Narrador: Amaneció el Nuevo día, Huacatxi, lugar de la Coa, lugar de trabajo, lugar al que perteneces, Catxi; es Cachí. Así como Orosí, Tobosí, Quircot, Ujarraxí; o Aserrí; tu nombre Cachí resplandeció de verde furor una alegría multicolor a la par de otros como Coquerrique, Currirrabá, Atirró, Turrialbá, e incluso saber que devienes de un huetar Costarricás. Desde los Altos de Dorotea y Uraska, Sibú ´te escogió como sitio de labranza y tierra fértil. Así te vio nacer Oropéndola, piapia del saber, hija de Cachí. OROPÉNDULA, hija de los Valores: Esperanza, Paz, Amor, Alegría, Fe, Tranquilidad, Felicidad, Solidaridad, Respeto, Armonía, Cooperación, Lealtad, Sencillez, Tradición, Comunidad, Gratitud, Valentía, Fidelidad, Conciencia, Resistencia.

Figura: Oropéndola; ave representativa de Cachí

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Desde la cima que vieron mis abuelos, a ellos se los llevo el tiempo, a mí me lleva el tiempo, por que aquellos mil ríos de leyenda desaparecen, Quiero ser sencillo como antes fue. Quiero ser Quiero ser Quiero ser Quiero ser Quiero ser

MONTAÑA NIDO OROPENDULA TRABAJO LEYENDA

Quiero ser

FAMILIA

para pensar siempre VERDE para no dejar de nacer para VOLAR y SER LIBRE para NO perder los Valores para saber mi IDENTIDAD y defenderte con ahínco para abrazar tu PAZ

Desde entonces, tuve mi primer familia: el yigüirro, el zaino, el venado, el cabro, la danta, el tepezcuinte, la ardilla, el mapachín, el manigordo, el oso hormiguero, la nutria, el puma, el Congo y la Oropéndola De la naturaleza aprendió el hombre y la mujer entre un olor a tierra mojada, sudor y aguadulce. Cuando pasaba frente a otros compadres nos volvíamos a ver a los ojos y sin pensarlo dos veces nos salía un simple y profundo HOOOOOOOOO! Así, fueron interminables experiencias en donde el reloj no existía, solo el tiempo de la naturaleza. CAMPESINO: Cuando pasaba por la montaña a veces sentía que me observaban, los cantos de las aves y los sonidos de los animales me estremecían. Salía de la casa a trabajar y regresa a dormir. Tres plátanos, malanga y una torta de huevo me sabían tan bien a media mañana. Entre paleas, orilleos, y chapeas se me pasaban las horas. Cuando me case el mandador nos dio un ranchito, mi cocina eran tres piedras, escusado de hueco y mi primera cama fue de esteras de banano. Esta era mi vida, ligada al campo y la MONTAÑA AHIJADO: Bendito sea el santísimo sacramento del altar, bendiga a madrina y a padrino y a todos los que habitan en la casa, AMEN. Anda hijo y NO CAMBIES! Bendito y alabado mi Jesús sacramentado, en el cielo y en la tierra vuestro nombre sea alabado. (Padrino regala una monedilla o confite). Niño: Decía mi abuelo que para sobrevivir en el Cachí de aquellos tiempos, era necesario dominar los elementos, para un cachiseño de verdad, la naturaleza no tiene secretos, podemos determinar la velocidad del viento y su dirección, sabemos con exactitud cuándo hay que realizar los distintos trabajos del café, predecir si una vaca parirá una hembra o un macho, determinar el sexo de un pollo recién nacido, desde mayo saber si la cosecha de café va a ser buena o mala, escoger los huevos buenos de los güeros en una nidada, con solo tenerlos en la mano . Por el color del agua del río sabemos qué 229


tipo de pez se puede pescar ese día, calcular la cantidad de fanegas que puede dar una manzana de café, con solo observar una mata de todo el cafetal, encontrar las cuevas que tengan adentro conejos, armadillos o culebras, con solo observar la entrada, pero sobre todo, indicar con precisión el minuto exacto cuando lloverá, incluso con varios días de anticipación, como valor agregado, la cantidad de agua que caerá y si al otro día el cafetal amanecerá seco o mojado. Somos dueños de todo conocimiento que sea útil para sobrevivir. NIETO: As antes, el pasatiempo favorito era escuchar a mi abuelo contando historias y jugar con mis primos bola, escondido, o dramatizar, los más real posible alguna de las series de televisión, para ese momento estaba de moda "La pandilla de la mano roja"…. Y no se olviden de aquellas novelas de radio como Los tres Villalobos.

EXPLORADOR Von FRANTZIUS: Año 1853: Exploración a Ujarrás. Ya vine de Orosi, ahora estoy en un lugar que lo conocen como Cachí. Doy fe que ya he visto entre ambos sitos unos 600 indios. Me siento muy contento de ver su avance; los más distinguidos que habían llegado a recibirnos ya en su grado de civilización habían llegado hasta la chaqueta y los pantalones. MADRE: Ve mi hijita NO SEA INDIA, Salude! Salude, no sea concha. NARRADOR: En Cachí, como en todo pueblo, surgen frases que quedan metidas en el alma de la gente y que se repiten muchas veces sin saber de dónde salieron, aquí les explico el origen de tres de ellas. JATE VOS! MONTAÑA OROPENDULA …“La suposición de que el problema indígena es un problema étnico, se nutre del más envejecido repertorio de ideas imperialistas. El concepto de que somos razas inferiores sirvió al Occidente blanco para su obra de expansión y conquista….( )… INDIO: Llegaban los de Cartago y hacían denuncios para quitarnos las tierras comunes. Explotar el tabaco, café, así surgió la pequeña propiedad, y los primeros extranjeros que sabían titular propiedades, nosotros NO! Primero fue el tabaco, después Carlos Walle importaba café Luego, Los Lindo se adueñaron de todo cachi, hasta que llego La quiebra de la hacienda.

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COGEDORA DE CAFÉ: Cuando nos cogía tarde en la noche hasta las 8 o 9 cogiendo café, un Sr Benjamín llegaba a regalar café y pancito, vendían unos pedazos de queque negro Uy que rico!! TESTIGO DE LEYENDA. Había salido tarde de ahí, pero pare para orinar, venia bajando la bajadilla, ese puente es altísimo, yo pare en la trepada, -y yo oía esos gritos y ese bullón- pero como yo me había echado unas cervezas, ya me iban dicho otros compañeros de eso; como cuesta creer. Me volví a encaramar,-Ud. No conoce ese puente, es un huecaron, es una selva-, jamás va a ver alguien gritando. Dicen Otros han visto una sombra negra cruzando de lado a lado que asusta a las personas. Si alguna vez pasan por ese puente, nunca dejen de escuchar, eso sí pasen rápido y no se detengan. PIEDRA DEL MONO: El hijo que tuve no fue normal, tampoco fue normal la vergüenza que tenía que afrontar, No sé si lo enterré, o tan solo se escapó entre las ramas de los árboles, pero al hacerlo enterré mis aspiraciones, mis sueños, mis ilusiones, creo que me enteré YO. Pero desde lo alto de la Piedra aun puedo ver la majestuosidad de un lugar mágico que no volvería a ver, hasta siempre Cachi. VENDEDOR DE PAPAS Contaba la Leyenda que en el Cartago colonial tuvo un accidente un sacerdote, muere decapitado, tenía muchos proyectos que deja inconclusos, entre ellos la construcción de la Parroquia Santiago Apóstol. Por eso se negaba a descansar en paz y quedo penando. En las noches brumosas de luna llena merodeaba el Parque y las Ruinas, quienes lograban verlo quedaban mudos, trastornados, con enfermedades mentales. MADRE: Ve mi hijito, el Padre sin cabeza! Por eso tampoco hay perder la cabeza por un amor. LA LLORONA La gente de Peña Blanca dice que soy un pájaro, jajá cual pájaro, otros dicen que una nutria. Jajá tampoco. Pero mejor así, me gusta confundirlos. Pero lo que no saben es que solo una mujer como yo gritaría y lloraría de real manera. Pasen a ver los pedrones del rio, quieren que los siga! Eso si que sea de madrugada. A ver quién de Uds. Se anima, acaso saben dónde se perdió mi hijo. Ahhhhhhhh! CABALLO FANTASMA Algunos me habrán escuchado; jijijiji (caballos), en toda la calle suelo correr, y eran unas carreras que me pegaba, de madrugada ahí por mercado, en calle boza, en peñas blancas, ¿a ver quién más me habrá escuchado?

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PERRO GRANDE: Sigo a la gente, desde Orosi hasta Loaiza, soy un perro grande, así como ven así también desaparezco. CURANDERO: Cuando les contaba, ellos me decían Ud. es tonto, como va a dejar que tomen eso. Pero les dolía tanto el estómago, sin embargo los curaba, sabe cómo, con carbolina, 3 gotas en 1 vaso de agua por tres días en la noche! No volvían a padecer más!

DINAMITERO: Aquí no hay posibilidad de trabajo bueno, aquí solo cafetales. Que hace falta? que hayan buenas carreteras, servicios, A mi Cachi no me ha dado nada! Yo trabaje siempre afuera. BORRACHO: Con chiwite o agua de sapo, aquellos pleitos en las fiestas de santa Isabel desde el comisariato hasta Pueblo Nuevo, chin chin por las calles. MUSICO Aunque Nunca tuve un maestro de nada, me sentía libre tocando mi música. Siempre me armaba unos bailongos cuando había novios, o serenatas en las casas. Me acuerdo que antes vendían unos barrilillos donde venían los clavos, entonces le poníamos un cuero de un animalito y con eso tocábamos. Tu tu tu; Tu tu tu!...bis DUENDES A varios chiquillos les salía, a veces me los llevaba a la montaña para jugar pero cuando me aburría los dejaba botados en las quebradas, eso si bien amarrados con unos nudos que solo nosotros sabemos hacer. Chiquillo pórtese bien, sino le salen los duendes, decían las mamas. Ven chiquillos malcriados no quieren ir a jugar. Creo que nuestra única competencia eran solo los comunistas, aún peores que nosotros, porque no solo los perdían, ellos también se los comían. COPITO Si vas caminando, solo te acompaño, pero no te me lances porque ahí si te asusto. Arriba de la cuesta de la lechería solía cruzar la calle de lado a lado y seguía por el trillo caminando. Aunque he asombrado a varios vivazos que quieren espantarme. Soy un espíritu y me hago grandísimo. SEGUA Muy cerca de la Torre de Santa Isabel Diay joven que hace aquí tan sola y tan bella. Le hago ray. Diay Señor, vieras claro pero Ud. No tiene fuego! Que me regale 232


Si claro, venga acérquese! Uuuuuuuuuuuuuuh! TODOS: Crean siempre en alguien, Nunca dejen de creer, piensen en vivir el mañana. DESARROLLO: es la manera de vivir UNO. Al fin de cuentas Uno elige el cómo vivir. Esforzarnos para llegar a una meta. Si se propone hasta el final llega.

-FIN-

ANEXOS -Archivos digitales en Memoria USB-

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…MUCHAS GRACIAS

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