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Desde la Sexta Circunscripción no. 14

EL PRESIDENTE BIDEN

¡Nos Quedó a Deber!

Por Heriberto M. Galindo Quiñones

El presidente Joseph Biden durante la exposición de su segundo Informe de gobierno mostró su intención de reelegirse, pero le quedó a deber mucho a las y los migrantes mexicanos y latinoamericanos.Quienes vimos por la televisión el segundo Informe de gobierno del presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden (State of the Union) llegamos a la conclusión de que en materia de migración o inmigración le quedó a deber mucho o muchísimo a los migrantes de origen mexicano y latinoamericano porque se concretó a pedir, por cierto de manera muy suave o muy leve, el apoyo para su reprobada iniciativa de reforma migratoria que anunció con tanto bombo y platillo desde su campaña política y durante los primeros meses de su gobierno.

Casi mencionó el tema por no dejar; es decir para que no se dijera que lo ignoró. Pero le faltó amplitud, energía, precisión, enjundia y capacidad de oratoria y de arenga y proclama que la usó en otros temas abordados durante más de una hora y quince minutos que se ocupó en su mensaje dirigido a la nación americana.Si decimos que a Mr. Biden le quedó a deber mucho o muchísimo a los migrantes de ambos géneros es por lo que significan los millones y millones de mexicanos y de latinoamericanos que trabajan, viven y malviven en los Estados Unidos, impulsando la economía y los ingresos fiscales de ese país, al tiempo que contribuyen a paliar la situación económica de cientos de miles de familias que viven y malviven en la pobreza o en la vulnerabilidad en México, y en los países de Centro América y del Caribe.

Pues al señor Biden no le merecieron más que un comentario neutro y pusilánime, además de una expresión negativa cuando le dijo a las y a los legisladores estadounidenses, que si no lo apoyan en su proyecto de reforma, entonces les pidió que lo respalden con más presupuesto para que las fuerzas armadas puedan detener el flujo migratorio en la frontera sur de su país. ¡Hágame usted el favor! Pues este dicho presidencial es lo más parecido al discurso siempre agresivo del expresidente Donald Trump.En otros aspectos, el Presidente Biden estuvo bien. Defendió con todo el Seguro social y el Medicare de su país, aquello que con tanto empeño fortaleció el presidente demócrata Barack Obama; y con ello hizo señalamientos fuertes contra el ultra conservadurismo, y sacudió y provocó la ira de una parte de la representación republicana quienes lo llamaron ¡mentiroso!

Ante eso, aludió a la otrora grandeza estadounidense hoy en franco declive, aunque no criticó a ninguno de sus antecesores, ni siquiera a su férreo adversario Donald Trump. Anunció medidas importantes para incrementar los impuestos a quienes ganen más de 400 mil dólares al año, es decir a los potentados de su país, quienes pagan muy pocos impuestos desde la era de “los reaganomics” del presidente Ronald Reagan, quien sustentó parte de su política económica en apoyar a las grandes empresas con reducidos pagos de impuestos con el propósito de lograr mayores pagos y para impulsar la generación más expedita y más eficaz de empleos. El actual presidente estadounidense alardeó del bajo índice de desempleo que su gobierno ha logrado al ubicarlo en un 3.5 % el año pasado, y ese es un dato excelente.

Biden asumió, así mismo, el compromiso de hacer crecer la economía con los productos nacionales y con los trabajadores locales, (espero que incluya en ello a nuestros migrantes altamente calificados) en una similitud de la proclama mexicana de substitución de importaciones. Su referencia a las drogas, a las armas y de paso al fentanilo fueron muy pobres, lo cual fue lamentable; aunque exhibió ejemplos generados por el abuso de las armas de alto poder a las que propuso eliminar del mercado doméstico; igualmente habló, citando ejemplos presentes, de las infamias que cometen los agentes policiacos irresponsables y negativos, aunque matizó sus dichos y elogió a la mayoría de ellos a quienes rindió claro homenaje. Biden comentó, también, sobre la guerra de Rusia contra Ucrania, razón por la que fustigó al premier ruso Vladimir Putin, pero en esto no puedo dejar de mencionar que en mi opinión le faltó energía, precisión y arenga, pues quizá perdió la oportunidad de lograr el que pudo haber sido el aplauso más prolongado tanto de demócratas como de republicanos, por ser un tema tan lacerante y tan doloroso para la mayor parte del orbe; me parece que quizá no fue enérgico en este tema porque se esté fraguando algún arreglo diplomático entre cúpulas en Europa.

Lo esencial del mensaje político del presidente Joe Biden es que le pidió a los legisladores republicanos el apoyo para seguir ordenando e impulsando al país; aunque no les ofreció nada a cambio, y sí les anunció que él vetaría cualesquier medida que la mayoría republicana en la cámara de representantes pudiera aprobar en contra de las políticas públicas torales de su gobierno; pero sí les ofreció dialogar y llegar a acuerdos sobre otros asuntos de interés nacional.Mr. Biden no mencionó a México ni a América Latina; tampoco a China que junto con Rusia es su principal competidor. Al parecer poco le importamos, no obstante el trasiego de drogas, de armas y de fentanilo, el TEMEC, las energías limpias, el litio, la inseguridad y la violencia generadas por el crimen organizado; más la presencia creciente de China en América Latina. Ni siquiera mencionó la tendencia de alguna manera antidemocrática de algunos gobiernos de nuestro hemisferio, como los de Nicaragua y Venezuela, para no mencionar el grave conflicto suscitado en Perú, al que también ignoró.

En la veta menos importante y quizá frívola de la ceremonia, es mencionable que el señor Biden lució muy bien maquillado y con sonrisas y salutaciones muy ensayadas como de precampaña; y la vicepresidenta Kamala Harris no se cansó de aplaudirle, mientras que el líder parlamentario republicano Kevin Mc Carthy a veces pestañeaba, aunque se puso de pie y aplaudió en varias ocasiones, cuando escuchó las expresiones presidenciales de su mayor agrado.La conclusión final es que el presidente Joe Biden pretende reelegirse, pero para lograrlo tiene que aplicarse más y más en todos los aspectos, sobre todo en los que lo mantienen muy abajo en la aceptación popular.¡La moneda está en el aire y le queda poco tiempo! Según los decires de allá, la vicepresidenta tiene que colaborar con resultados más notables y tangibles. Y más aún, las y los migrantes cuentan y contarán más, así que el presidente tendrá que pagarle oportunamente a nuestros paisanos; si no quiere que los nuestros le queden a deber en su elección presidencial.

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