Prevención del Tabaquismo. v6, n2, Junio 2004.

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te a disuadir del final de la experimentación y previamente a una consolidación en el hábito, son los programas “Decideix! (Tu decides)”51 y “Jóvenes y Drogas”52. “Decideix!”51 escoge la conducta fumadora como hilo conductor de la segunda sesión titulada “Una manera de empezar”. Con el sustrato de una historieta con cuatro personajes protagonistas, se propone a los escolares escenificaciones o un rol-playing sobre las situaciones de inicio en la conducta fumadora (o en el incipiente consumo de alcohol). Con la estrategia de fondo de la toma de decisiones, el programa pretende hacer ver la responsabilidad individual en el desarrollo de las conductas adictivas, ofreciendo recursos para poder optar por decidir el rechazo del consumo. Se ofrece como una guía para el educador y una carpeta con 4 historietas para el escolar. Los métodos empleados en el “Decideix!” incluyen los de implicación, conductuales y análisis de casos. Jóvenes y drogas52, en el conjunto de las 15 actividades que ofrece a los escolares, también presenta un total de 6 sesiones sobre variables implicadas en el proceso del tabaquismo, dedicando una de ellas al impacto sanitario específico del tabaquismo. Aborda también las percepciones del consumo de los demás, la fuerza de la presión social y de la publicidad entre sus agentes, y trabaja a fondo la toma de decisiones y las alternativas al tabaco y las drogas. Incluye también métodos de implicación, conductuales y de análisis de casos. Entre sus materiales incluye un cuaderno de 20 páginas específico sobre el tabaco y dirigido al escolar, junto a una guía para el educador y otros tres cuadernos informativos sobre otras drogas. Con estas posibilidades sobre programas evaluados o con suficientes garantías en nuestro medio para la realización de la prevención del tabaquismo de base escolar, sólo resta presentar lo que se entiende por planteamiento integral de este nivel individual, a partir de todo lo previamente analizado. Es lo que permitió en Barcelona (1998-2001) la aplicación del Proyecto ESFA3,36, al que ya se ha aludido previamente. En la Tabla III se puede apreciar el posible diseño de una intervención que incluiría la aplicación de tres estrategias a lo largo de los tres primeros años de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Durante el primer año, cuando una mayoría de escolares se encuentran en las fases de precontemplación y/o contemplación, se trata de implementar un programa completo con un mínimo de 5-6 sesiones, y que comprenda la información necesaria, el abordaje de la presión social y del modelado de figuras importantes para el escolar, el trabajo de habilidades de identificación de la presión social, de recha-

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zo de ofertas y de ejercicio asertivo de los derechos como no-fumador; y el compromiso público como no-fumador. Es importante considerar la formación de los educadores para poder ser agentes activos de estos programas en el aula, de dotarlos de las guías e indicaciones precisas, así como, siempre que sea posible, la elaboración de un material del alumno, que permita y facilite un hilo conductor del programa. Durante el segundo año, se trata de hacer frente al crecimiento de experimentadores y a la aparición de los primeros fumadores regulares. Consistirá en aprovechar la posibilidad de cohesionar el grupo y ofrecer actividades conductuales, en el posible con incentivos y con poca carga de contenidos nuevos. Se buscará un trabajo más centrado en las dinámicas de grupo, que permita continuar desarrollando la autoeficacia personal, en el si de actividades grupales principalmente creativas. Los premios como incentivos han sido la gran aportación del “Smoke-free Class Competition”. Pueden ser suficientes para trabajar el programa materiales sencillos como algunas fichas de trabajo indicativas del proceso a seguir, calendarios para el mantenimiento del compromiso, difusión de eslóganes preventivos y actividades en relación con la obtención y entrega de los premios. Durante el tercer año, se está más allá de la prueba, en el caso de los escolares consumidores, mientras que los noconsumidores han ido generando factores de protección. En estos casos se recomienda tratar el tabaquismo en el sí de la prevención de otras adicciones y, en todo caso, ofrecer ya las primeras invitaciones al abandono a los experimentadores y a los que tienen un consumo regular todavía de corta duración. El uso de peer-leaders, de actividades interactivas que estimulen la opinión personal y la toma de decisiones, así como el uso del role-playing, pueden ser estrategias oportunas en estas sesiones de recuerdo y refuerzo de la prevención del consumo de tabaco. Será conveniente en este momento la formación adecuada de los educadores en la prevención del tabaquismo, así como en la prevención del consumo de alcohol y cannabis, que aparecerán ahora con tanta fuerza como el propio consumo de tabaco. Los materiales también se dirigirán a la reflexión más holística sobre lo que supone el proceso de una conducta adictiva.

OTRAS MEDIDAS COMPLEMENTARIAS DE PREVENCIÓN El planteamiento integral de la prevención del tabaquismo se basa en la evidencia de que los programas preventivos de base escolar no son efectivos de forma aislada,

La prevención primaria del tabaquismo: un planteamiento integral. C. Ariza, M. Nebot


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