FÁRMACOS INHALADOS
tes) en los pacientes con bronquiectasias no secundarias a FQ, pero no se sabe el porqué de esta diferencia entre estos dos grupos tan heterogéneos de pacientes. A priori no se sabe qué pacientes van a tolerar la inhalación y cuáles no. En todo caso, siempre es recomendable premedicar al paciente con un broncodilatador de acción rápida unos minutos antes de iniciar la nebulización del antibiótico e inhalar la primera dosis en el medio sanitario. Excepcionalmente, los antibióticos nebulizados pueden empeorar una hemoptisis recurrente crónica, provocar una hemoptisis amenazante o causar reacciones alérgicas. Aunque la toxicidad sistémica es prácticamente inexistente, ya que la cantidad de fármaco que se absorbe a nivel sistémico es muy pequeña, los aminoglucósidos deberían evitarse (o controlar estrechamente la función renal y auditiva) en pacientes con hipoacusia o insuficiencia renal. La administración prolongada de un antibiótico puede favorecer la selección de microorganismos resistentes o la aparición de otros nuevos en el tracto respiratorio. Esta resistencia bacteriana a los antibióticos en aerosol es tiempo-dependiente y a menudo disminuye o desaparece meses después de suspender el tratamiento. Aunque quizá sea posible disminuir el riesgo de las resistencias rotando/cambiando los antibióticos nebulizados, la seguridad y eficacia de esta estrategia no se ha estudiado para este tipo de terapia. Otros inconvenientes de la nebulización son: el tiempo que se tarda en la preparación, la limpieza de los aparatos y la realización de las nebulizaciones (especialmente si las soluciones son viscosas, como ocurre con los antibióticos), lo que reduce el cumplimiento por parte de los pacientes. Además debe tenerse en cuenta la posibilidad de la contaminación ambiental, del paciente y del equipo de nebulización.
2.2.4. OTROS FÁRMACOS INHALADOS Exceptuando la DNasa, el suero salino hipertónico y los ya mencionados broncodilatadores y glucocorticoides inhalados, muchos de los fármacos que se utilizan por vía inhalada se emplean sin haberse estudiado en ensayos clínicos rigurosos, por lo que no queda clara su eficacia y seguridad y no se contempla su empleo por vía inhalada en su ficha técnica. Dentro de este apartado podríamos considerar la anfotericina B, algunos mucolíticos, el iloprost, las cromonas, la ciclosporina inhalada (para el rechazo crónico de los pacientes trasplantados de pulmón) y la pentamidina (en la infección pulmonar por Pneumocystis jiroveci).
2.2.4.1. Anfotericina B La anfotericina B es un antifúngico con actividad frente a Cryptococcus neoformans, Candida albicans, Aspergillus fumigatus y otras especies fúngicas. El principal problema de este fármaco es su toxicidad renal y neurológica. Se ha estudiado la nebulización de la forma liposomal en diferentes poblaciones, pero no hay datos determinantes sobre su eficacia, seguridad y forma de administración23. - 43 -