Rehabilitación respiratoria ejercicios aprendidos para mantener a largo plazo los beneficios obtenidos. En muchas ocasiones, estos programas supervisados por médicos y fisioterapeutas no están al alcance de todos los pacientes, por lo que en el apartado siguiente describimos una serie de ejercicios sencillos, realizables en el domicilio del paciente y que pueden ser de gran utilidad para aliviar la sensación de falta de aire y mejorar de forma progresiva la tolerancia al esfuerzo.
Doctor, tengo fatiga. ¿Puedo mejorar mi respiración? ¡Por supuesto que sí! La clave es aprender a respirar en una forma más efectiva y eficiente. Olvídese de trabajar tanto para inspirar aire y concéntrese en espirar todo el aire de sus pulmones hiperinflados. Tómese mucho más tiempo en exhalar (echar el aire) que en inhalar (coger el aire). Exhale lenta y controladamente con los labios fruncidos, como si estuviese silbando y tómese menos tiempo para inspirar. Por lo tanto, mientras camina, cuente o estime mentalmente: 1, 2, 3 para inspirar, y 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 para espirar, silbando silenciosamente al mismo tiempo. Camine por lo menos 2 veces al día. Empiece con 1-2 min e incremente el tiempo diariamente. Aumente hasta llegar como mínimo a 30 min, 2 veces al día. Como alternativa a esta modalidad de marcha, puede optar por subir y bajar escaleras, también siguiendo las indicaciones anteriormente comentadas. Puede descubrir que, caminando 2-3 km/día o subiendo y bajando varios tramos de escalera, realmente puede aliviar su falta de aliento. La razón por la cual esto puede ocurrir es que se aprende a utilizar los músculos respiratorios más eficientemente, y también se obtiene el máximo de rendimiento del ejercicio, como los atletas. Es importante empezar despacio y recuerde: ¡modere su paso, aguantar es más importante que la velocidad! Tome su pulso, antes y después del ejercicio que esté realizando. Esté alerta a un incremento de «saltos en el pulso». Si su pulso cardíaco aumenta demasiado puede estar caminando muy rápido. Un poco de falta de aliento o cansancio no lo dañará, pero no se esfuerce excesivamente. Mantenga el control de su tiempo en vez de adivinar y disfrute observando su mejoría.
Abandono del tabaco, control nutricional y vacunas El tratamiento efectivo del hábito tabáquico, el asegurar un estado nutricional adecuado, evitando tanto el sobrepeso (obesidad) como la situaciones de desnutrición y, por último, la prevención de las infecciones que pueden precipitar cuadros de exacerbaciones de la enfermedad, son el complemento perfecto al ejercicio y al tratamiento farmacológico.
Tabaco. ¿Debo dejar de fumar? El tabaco es la causa directa de enfermedades respiratorias como la EPOC y el cáncer de pulmón y contribuye de forma decisiva al empeoramiento de todas las demás. Dejar de fumar es, sin lugar a dudas, la primera medida que todo enfermo respiratorio debe adoptar. Si por sí mismo no es capaz de conseguirlo, debe acudir
189