Prueba de provocación bronquial con histamina
2.2.
Prueba de provocación bronquial con histamina R. Doménech L. Compte V. Macián Hospital Universitari la Fe. Valencia
1. INTRODUCCIÓN Sabemos que la vía aérea puede modificar su calibre mediante la acción de diferentes estímulos físicos y farmacológicos. Éstos actúan, bien facilitando la recuperación de una obstrucción al flujo aéreo, o bien desencadenando la aparición de un efecto broncoconstrictor1,2. Conocemos como hiperreactividad bronquial aquella condición en la que existe una mayor sensibilidad de la vía aérea ante la acción de diferentes estímulos, que hace que se produzca una broncoconstricción significativamente mayor que en condiciones normales. Los tests de provocación bronquial son capaces de detectar la existencia de hiperexcitabilidad de la vía aérea, y son utilizados en el estudio de diferentes enfermedades pulmonares, sobre todo en aquellas que cursan con obstrucción al flujo aéreo, fundamentalmente el asma y la EPOC3,4. Existe, sin embargo, un pequeño porcentaje de sujetos sanos que presentan hiperexcitabilidad de la vía aérea5,6, cuyo estudio puede tener interés epidemiológico. El grado de hiperreactividad está condicionado por factores genéticos, y por variables como la edad y el sexo, que modulan la excitabilidad bronquial. 1.1. Estímulos inductores de hiperreactividad bronquial Las pruebas capaces de detectar hiperreactividad bronquial las podemos dividir en 2 grandes grupos según el tipo de estímulo utilizado: – Estímulos específicos – Estímulos inespecíficos Cuando utilizamos los estímulos específicos tratamos de reproducir, en un sujeto ya sensibilizado, los efectos que produce un determinado estímulo y objetivamos la respuesta a nivel de la vía aérea del paciente; de esta forma, mediremos la hiperreactividad bronquial específica. Existe una gran variedad de estímulos, tanto físicos como químicos o farmacológicos7-9, que podemos utilizar para objetivar la hiperreactividad bronquial inespecífica.
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