Historia de la neumología y la cirugía torácica españolas
y otros (4). Otros broncólogos recurrieron a sondas blandas. Sin embargo, el autor más importante en cuanto al lavado alveolar fue el laringólogo español Saturnino García Vicente (1884-1959). En 1929 escribió un libro sobre los métodos de acceso a la tráquea, su técnica personal de lavado alveolar, sus experimentos en caballos (Figura 12) y las posibles aplicaciones clínicas del lavado alveolar (4). Usaba una sonda semirrígida, que introducía en la tráquea con contacto manual en la laringe y con la ayuda de una jeringa especial (Figura 13). Hacía la anestesia local con instilaciones de estovacaína. Al enferFigura 13. Técnica de García Vicente para acceder a la laringe y a la tráquea por vía oral. mo, que se colocaba en decúbito lateral, se le hacían instilaciones de suero a 38ºC con jeringas de 100 o 200 mL. Las indicaciones terapéuticas del lavado alveolar se cifraban en las supuraciones broncopulmonares (bronquiectasias, absceso de pulmón) y en los cuerpos extraños. Naturalmente, la evolución de la medicina y de las técnicas disponibles ha modificado el procedimiento del lavado alveolar terapéutico y sus indicaciones, pero los trabajos de García Vicente son aún muy valiosos.
BRONCOFIBROSCOPIA En 1870 John Tyndall (1820-1893) describió las propiedades de las fibras de vidrio. En 1930 H. Lamb sugirió la aplicación de estas propiedades a la gastroscopia. Más tarde, Harold H. Hopkins y Narinder S. Kapany idearon la forma de organizar los haces de fibras de vidrio y hablaron del fibroscopio (7). En 1957 Basil Hirschwitz presentó el primer fibroscopio clínico a la "Sociedad Americana de Gastroscopia". Edwin Broyles diseñó, en 1961, el primer laringoscopio de fibra óptica y, en 1962, un broncoscopio rígido en el que la transmisión de la luz se hacía con fibras ópticas (7).
Figura 14. Shigeto Ikeda simulando una broncoscopia con la metódica inicial de Gustav Killian
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Shigeto Ikeda (1925-2001) fue el verdadero iniciador y gran promotor de la broncoscopia flexible con fibras de vidrio (Figura 14) (28). En 1964 convenció a Machida y, en 1965, a Olympus para que fabricasen prototipos de broncofibroscopios flexibles. A partir de 1968 popularizó la nueva técnica de la broncoscopia. En 1980 la fibrobroncoscopia se había convertido en un procedimiento habitual en todos los servicios de neumología. Su fácil manejo, su buena tolerancia y sus grandes posibilidades representaban un gran cambio en la práctica de la broncoscopia y un avance muy importante para el diagnóstico, la terapéutica, la investigación y la docencia neumológicas. En 1987 la Asahi Pentax Corporation, también a propuesta de S. Ikeda, desarrolló el primer prototipo de videobroncoscopio. En él el haz de fibras de vidrio que transmitía la luz a la punta distal del fibroscopio fue sustituido por un sensor, que enviaba la señal a un procesador externo que