Tabla 6. Clasificación de la EPOC según los resultados de la espirometría
66
Estadio
n
%
I. Leve II. Moderado III. Grave IV. Muy Grave Total
20 26 6 2 54
37,0 48,1 11,1 3,7 100,0
%: porcentaje; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; n: número de pacientes
enfermedad. En dos de los pacientes había un diagnóstico concomitante de síndrome de apnea del sueño, asociado en ambos casos a obesidad, en estadios de gravedad 3 y 4 GOLD. Ninguno de los pacientes incluidos en el estudio recibía oxigenoterapia. Respecto al tratamiento específico para la EPOC que recibían, 12 (16,2%) recibían broncodilatadores inhalados beta-adrenérgicos de corta duración (SABAS), 19 recibían broncodilatadores beta-adrenérgicos de larga duración (LABAS), un paciente encuadrado en el estadio 1, y 18 en estadios 2 y superiores (el 35,3% de los pacientes en estos estadios). En el caso de los anticolinérgicos, 11 los tenían pautados (9 de ellos, tiotropio), todos ellos en estadios 2 y superior (el 17,6% de pacientes en estos estadios). 17 pacientes recibían corticoides inhalados, 16 de ellos en estadios 2 y superiores (el 11,8%).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El criterio de selección de pacientes utilizado en el presente estudio (fumadores y ex-fumadores en la población consultante por cualquier motivo) puede haber excluido del estudio a cierto porcentaje de fumadores especialmente sanos, por lo que nuestro cálculo de la prevalencia de la EPOC podría estar sobreestimada. Asimismo, el hecho de realizar el estudio en un único momento también podría introducir un ligero sesgo al alza, aunque hay que tener en cuenta que los pacientes no consultaban en particular por problemas respiratorios en el momento de la captación. La clasificación de los pacientes se ha realizado exclusivamente según criterios espirométricos. Todos los pacientes con reversibilidad significativa en la prueba broncodilatadora se han considerado “asmáticos”, sin contemplar la posibilidad del doble diagnóstico EPOC+asma. Asimismo, los pacientes que reunían los
criterios clínicos de la bronquitis crónica, si no tenían un cociente FEV1/FVC < 0,7 se consideraron “normales”, incluso aunque tuvieran hecho el diagnóstico previo de EPOC; en el estudio EPI-SCAN16 se incluía adicionalmente el percentil 5 menor de la distribución en la población general del cociente FEV1/FVC; nosotros no teníamos la posibilidad de conocer este dato, dado que los pacientes seleccionados ya eran fumadores. Por otra parte, en el grupo de pacientes con limitación de la FVC por debajo del 80% del esperado, que clásicamente se han denominado “espirometrías con síndrome restrictivo” se han considerado como “mixtas” si además el cociente era inferior a 0,7, dejando en una categoría aparte al grupo de pacientes en los que el cociente era superior. En este grupo probablemente hay mucha diversidad de situaciones clínicas, lo que no permitiría extraer conclusiones válidas de un análisis más pormenorizado simplemente con los datos reunidos en este estudio. No obstante, para el análisis de los datos se han considerado juntos como “EPOC” todos los pacientes con cociente obstructivo y test broncodilatador negativo. Conocer con exactitud la prevalencia de la EPOC en nuestro medio es difícil. En la práctica clínica habitual, los síntomas más frecuentes son inespecíficos, y la aún escasa extensión del uso de la espirometría en Atención Primaria hace que numerosos casos, especialmente los más leves, estén sin diagnosticar. Asimismo, es pobre el número de estudios epidemiológicos que la han evaluado. Además, la falta de consensos entre métodos y definiciones ha dificultado la comparación de resultados entre estudios. El estudio IBERPOC4, realizado en 1997 por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), ha permitido sentar las bases para el conocimiento de la epidemiología de la EPOC en España. Los criterios diagnósticos utilizados en este estudio fueron los antiguos de la European Respiratory Society (ERS). Estos criterios difieren de los que se propugnan actualmente17 y que son los utilizados por el estudio EPI-SCAN, el estudio de Jaén et al, realizado en el ámbito de atención primaria sobre pacientes fumadores y ex fumadores mayores de 40 años y en nuestro caso. En nuestro estudio encontramos una prevalencia del 15,1%, cifras superiores a las encontradas en el estudio IBERPOC en que la prevalencia global fue del 9,1%, y en estudio EPI-SCAN donde se obtuvo una prevalencia global del 10,2%. Al contrario que en estos estudios, no hemos encontrado diferencias entre hombres y mujeres fumadores una vez controlados los factores de confusión (edad y número de paquetes-año);