Existen otro tipo de cepillos para toma de muestras microbiológicas utilizados sobre todo en el diagnóstico de neumonías asociadas a ventilador. Se trata de cepillos protegidos, en cuyo extremo distal existe un tapón reabsorbible para evitar que se contamine con secreciones de las vías áreas superiores: •
Al llegar al lugar elegido se extrae el cepillo, con lo que se expulsa el tapón, se toma la muestra (con movimientos de rotación y avance-retroceso) y se vuelve a introducir dentro de la vaina protectora.
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Una vez fuera, se extrae el cepillo y se corta introduciéndolo en un frasco estéril con suero para análisis cuantitativos.
ASPIRADO BRONQUIAL (BRONCOASPIRADO) Es la técnica más sencilla de todas las que disponemos y también la menos rentable. Consiste en aspirar las secreciones bronquiales directamente o tras instilar suero fisiológico. La muestra que se obtiene es, por tanto, una mezcla en proporciones variables de secreciones (de vías aéreas superiores e inferiores), suero y anestésico local. Su rentabilidad es muy baja y muy variable, dependiendo de las series y de la patología a estudiar, entre el 27 y el 90%1. Su rentabilidad aumenta sobre todo en lesiones muy vascularizadas o carcinomas microcíticos, donde los artefactos por aplastamiento en la biopsia son relativamente frecuentes, y permite además la obtención de muestras para cultivos microbiológicos. Pese a su baja rentabilidad, dado que es una técnica sencilla, sin complicaciones, que no aumenta el tiempo de la exploración y que no es costosa, se recomienda recogerlo de rutina durante la broncoscopia, dado que aumenta la rentabilidad de la misma aunque pueda ser en un pequeño porcentaje10,11. En cuanto al momento de recogerlo, pese a no haber consenso12, 13, la mayoría de expertos recomiendan recoger un primer aspirado antes de realizar la biopsia y/o cepillado, y otro después, para aprovechar la descamación producida por las diferentes técnicas. Si el segundo aspirado no es muy hemorrágico, se pueden mezclar ambos y remitirlos como una única muestra, desechando (o enviando por separado) aquellos que sean muy hemorrágicos14. Tampoco hay consenso acerca de si las técnicas citológicas (broncoaspirado y cepillado) deberían realizarse de rutina en los casos de lesiones endoscópicamente visibles, donde la biopsia bronquial ofrece la mayor rentabilidad diagnóstica.
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