desarrollo de la enfermedad es menos frecuente en los fumadores, dando importancia al papel que pudiera tener la nicotina en este aspecto(8,9). La nicotina va a tener diferentes efectos que podrían ayudar a entender su papel protector en la colitis ulcerosa: actúa como modificador de la inmunidad celular y la humoral; disminuye la producción de diferentes interleucinas (IL-2, IL-10 y TNF-a) mediante la vía antiinflamatoria colinérgica ejerciendo su acción mediante la unión a los receptores de nicotina A7NACH; juega un papel importante en la modificación de la inflamación mediada por eicosanoides; produce un aumento de la ACTH circulante que se traducirá en un aumento de los corticoesteroides endógenos y produce inhibición de la producción de radicales libres de oxígeno por los neutrófilos, mejorando la evolución de la enfermedad. Podría presentar, además, un efecto modulador en la capa de moco, aunque no está bien definido. La acción antiinflamatoria de la nicotina es dosis dependiente y se ha visto que se necesitan dosis relativamente altas de nicotina para ejercer un efecto antiinflamatorio a nivel del colon(8). Además, la nicotina producirá alteración del flujo sanguíneo, presentando una reducción del mismo y disminuyendo la permeabilidad intestinal. Un artículo de revisión, publicado en 2012(10) evaluó estudios en los que se utilizaban la nicotina en el tratamiento de la colitis ulcerosa, incluyendo en el análisis estudios siempre controlados y randomizados: • Por una parte, se evaluó el tratamiento con parches de nicotina frente a placebo, incluyendo tres estudios con uso de dosis máximas diferentes (entre 11 y 25 mg de nicotina al día) con una duración entre 6 semanas y 6 meses. La conclusión del análisis de estos estudios y de un metaanálisis que incluía a dos de ellos fue que el uso de nicotina transdérmica era superior a placebo en la inducción de remisión de los pacientes con colitis ulcerosa (existiendo una NNT de 8 para conseguir la remisión y de 5 para conseguir una mejoría clínica). • Otros estudios evaluaron los parches de nicotina frente a la terapia convencional. De estos estudios, dos eran doble ciego (comparando el uso de parches de nicotina frente a esteroides orales además del tratamiento con mesalazina) y el tercero era simple ciego (comparando el uso de parches de nicotina frente a mesalazina oral en pacientes en tratamiento con enemas de mesalazina). El uso de parches de
nicotina supuso un aumento de las tasas de remisión en dos de los estudios, siendo los resultados desfavorables en el otro, por tanto, la interpretación de estos datos debe realizarse con cautela. • Se evaluó también la posibilidad de tratamiento con nicotina tópica, mediante la utilización de enemas de nicotina frente a enemas de placebo. En un primer estudio piloto se elaboró el enema de nicotina para que pudiera ser usado de manera segura, utilizando una dosis de nicotina de 6 mg. Posteriormente se llevó a cabo un estudio controlado randomizado que incluía a 104 pacientes donde el grupo de tratamiento presentaba unas tasas de remisión del 27% y el grupo de placebo del 33%, por lo que concluían que los enemas de nicotina no eran eficaces para inducir la remisión. • Por último, se analizó el papel del tratamiento con nicotina vía oral: no existen estudios controlados randomizados que puedan aportar información al respecto(9). Posteriormente, en el año 2013 fue publicado un estudio experimental en el que se administraba nicotina sobre un modelo animal de colitis ulcerosa, viéndose que los efectos antiinflamatorios de la nicotina estaban presentes cuando esta se administraba a dosis bajas por vía oral(11).
SUSTANCIAS DE COMBUSTIÓN Y COLITIS ULCEROSA Además del efecto de la nicotina, también se ha estudiado el efecto que podría tener el monóxido de carbono en el control de la enfermedad. El monóxido de carbono es un producto de degradación de las enzimas heme-oxigenasas (HO) y podría presentar un papel regulador en los estados de inflamación aguda, modulando la liberación de determinadas citocinas, lo que supondría un efecto inmunomodulador. Un estudio experimental publicado en 2005(12) evaluó la administración de monóxido de carbono en modelo animal, observando que existía una disminución de la respuesta inflamatoria mediada por linfocitos Th1. El monóxido de carbono antagonizaría el efecto inhibitorio del interferón gamma en la expresión de la HO1 en los macrófagos, presentando un efecto inmunomodulador. Debido a la toxicidad potencial del monóxido de carbono, su uso no se contempla como tratamiento en
Prevención del
Tabaquismo
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