QUIET LUXURY


PERFORANDO EN BUSCA DEL VINO


PERFORANDO EN BUSCA DEL VINO
Cómo el legado de un experto redefine el terruño, la arquitectura y la gestión desde la Patagonia hasta la
Hay empresarios cuyos nombres viajan con fuerza y otros cuyo trabajo viaja en su lugar. Alejandro Bulgheroni pertenece, por instinto e inclinación, a la segunda categoría. Mucho antes de que sus viñedos fueran noticia, aprendió a leer la geología: presión, estratos, paciencia. Cuando comenzó, como le gusta decir, a «perforar en busca de vino», la metáfora se percibió menos como un cambio de imagen que como un reconocimiento: el terruño, al igual que la energía, es un estudio del tiempo profundo y la intervención disciplinada. En una cultura que con demasiada frecuencia confunde volumen con valor, su enfoque encaja perfectamente en nuestro marco QUITE LUXURY: discreto, riguroso y orientado a la longevidad más que al ruido.
La Toscana es una lente útil para esta filosofía. La rama italiana del grupo, Alejandro Bulgheroni Family Vineyards Italia, posee ahora la mayor superficie de viñedos con certificación ecológica de la Toscana; todas las fincas cuentan con certificación ecológica. La elección no es decorativa. Comienza bajo los pies con una agronomía que da prioridad al suelo: análisis en profundidad para comprender la textura y la vida; oxigenación y gestión de la materia orgánica para mantener activas las comunidades microbianas; copas adaptadas al lugar; y, lo que es más importante, una agricultura que fomenta un enraizamiento más profundo. Las raíces profundas no son una floritura romántica. Son una adaptación al clima: encuentran humedad y minerales más allá del estado de ánimo de la temporada, estabilizan la fisiología de la vid y agudizan la tipicidad que permite que el lugar hable. Los resultados han sido discretamente confirmados por los críticos internacionales, pero la prueba más interesante se percibe en los propios viñedos: plantas más tranquilas, frutos más estables, fermentaciones más limpias.
La historia, en esta cartera, no es una pieza de museo, sino un mentor. Dievole, con más de mil años de vida documentada en Chianti Classico, es el pilar de la narrativa toscana. Al recorrer sus hileras, la escala del tiempo reduce la moda moderna a una nota al pie. Aquí, la práctica ecológica se entiende como una continuidad más que como una novedad, y la hospitalidad sigue el mismo camino: sin pretensiones, centrada en el lugar, más dispuesta a escuchar que a anunciar. Al sur, en Montalcino, el grupo tiene dos puntos de vista complementarios: Podere Brizio y Poggio Landi. No son gemelos, sino más bien hermanos: dos expresiones de Brunello que honran diferentes altitudes, exposiciones e intenciones, dando al conjunto una respuesta mesurada al paladar y al precio sin aplanar la identidad. La diferencia, manejada con cuidado, es una forma de respeto.
El capítulo costero se escribe en Bolgheri, donde Tenuta Meraviglia y Tenuta Le Colonne miran hacia el oeste con Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot y otras variedades internacionales interpretadas a través de la luz marítima. La fama moderna de Bolgheri fue forjada por los Super Tuscans; su madurez actual reside en la precisión, la moderación y la aceptación de que la excelencia es plural. La frase más elocuente del grupo en esa conversación es también la más silenciosa: una nueva bodega para Tenuta Meraviglia, excavada en una cantera abandonada. La decisión parece a la vez práctica y poética. Las paredes de la cantera ofrecen inercia térmica; la cicatriz de la tierra se convierte en un aliado; la arquitectura se retira en lugar de declararse. Donde una obra maestra podría haber impuesto un icono, este proyecto propone una reparación, una demostración práctica de que
¿Por qué una cantera?
La masa térmica suaviza los cambios de temperatura, reduciendo la carga energética; la envolvente excavada acorta el tránsito de materiales y el impacto visual; la humedad se estabiliza de forma natural. En otras palabras: primero el rendimiento, la estética como consecuencia.
Esta disciplina —el suelo antes que la historia, el rendimiento antes que la postura— se extiende por toda la amplia constelación de fincas de Bulgheroni: Otronia, en la Patagonia, que busca los límites del clima frío; las propiedades de Burdeos, que respetan sus propios ritmos; Bodega Garzón, en Uruguay, que promueve un modelo que antepone el paisaje y que integra la agricultura, la cultura culinaria y el ocio en un solo ecosistema. Alrededor de Garzón se encuentra un club ultraexclusivo con una cuota de inscripción de seis cifras. Se puede debatir el precio; lo que nos interesa es la premisa. ¿Qué se adquiere con la membresía si nos tomamos en serio el CONCEPTO DE LUJO? No son derechos, sino obligaciones: con los suelos, las cuencas hidrográficas y las comunidades; con la contabilidad precisa del carbono y el hábitat; con la artesanía vernácula y la memoria cultural. En esta lectura, el lujo se convierte en un pacto, no en una clave.
Para los líderes de la hostelería, las implicaciones son específicas. La administración no puede seguir siendo una lista de control entre bastidores; debe ser visible, legible y deseable. Los huéspedes deben sentir cómo la agronomía da forma a su copa; cómo los sistemas energéticos dan forma a la temperatura y la tranquilidad de una habitación; cómo la humildad de la arquitectura amplía el paisaje en lugar del ego. En CHC-Alliance Partners, con el apoyo de HoteliersGuild, tenemos el honor de explorar caminos que ayuden a dar vida a esta alineación en todas las propiedades de Bulgheroni, siempre al servicio del lugar. Parte del trabajo es técnico (métricas regenerativas que miden realmente los resultados; adquisiciones que premian la moderación). Parte es cultural (rituales tranquilos que hacen tangible el cuidado sin teatralidad; interpretación que acredita a los agricultores y a los equipos de bodega como los verdaderos autores de la experiencia). Todo ello resiste la tentación de confundir la novedad con el progreso.
Fomentar que las raíces penetren más aumenta la resistencia a la sequía, amortigua los picos de calor, reduce la necesidad de riego y, a menudo, aumenta la definición aromática. Es un trabajo lento y, por lo tanto, poco popular, y precisamente por eso, lujoso.
Si la nueva bodega Tenuta Meraviglia, como muchos esperan, revoluciona literalmente el mundo vitivinícola, lo hará no por el espectáculo, sino por el ejemplo. Las innovaciones más persuasivas en nuestro campo son aquellas que desaparecen en la práctica: energía ahorrada en lugar de reclamada; biodiversidad aumentada en lugar de publicada en Instagram; un edificio que calma una ladera; una copa de vino que sabe menos a técnica y más a su lugar de origen. Esta es la gramática del LUJO
DISCRETO: frases construidas con paciencia, cláusulas al servicio del lugar, puntuación que prefiere el guión largo al signo de exclamación.