Nuestra Cultura Nº 13

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septiembre/octubre de 2011 / año 3 / nro. 13 Revista de distribución gratuita

IV Congreso IberoamerICano de Cultura

Cultura, polítICa y partICIpaCIón popular REPRESENTANTES DE VEINTIDÓS PAÍSES DE LA REGIÓN DEBATEN EN MAR DEL PLATA.

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nuestra Foto

teCnópolIs

puntos de Cultura

Más de 2.500.000 personas ya visitaron la megaexposición sobre ciencia, arte y tecnología organizada por el Gobierno nacional en Villa Martelli. Allí, la Secretaría de Cultura de la Nación propone un abordaje poético de los cuatro elementos de la naturaleza –tierra, agua, aire y fuego–, a través de la literatura, la danza, el teatro, el cine y las artes plásticas. Además, junto con la Unidad Ejecutora del Bicentenario de la Presidencia de la Nación, la Secretaría programa las variadas actividades que se realizan en el Espacio Joven.

autorIdades naCIonales PRESIDENTA DE LA NACIÓN Cristina Fernández de Kirchner SECRETARIO DE CULTURA DE LA NACIÓN Jorge Coscia SUBSECRETARIA DE GESTIÓN CULTURAL Marcela Cardillo JEFA DE GABINETE Alejandra Blanco DIRECTOR NACIONAL DE PATRIMONIO Y MUSEOS Alberto Petrina DIRECTOR NACIONAL DE ARTES José Luis Castiñeira de Dios DIRECTORA NACIONAL DE POLÍTICA CULTURAL Y COOPERACIÓN INTERNACIONAL Mónica Guariglio

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El secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, presentó este programa de subsidios para proyectos culturales que, además, impulsa una red de organizaciones sociales de todo el país.

staFF DIRECTOR NACIONAL DE INDUSTRIAS CULTURALES Rodolfo Hamawi DIRECTOR DE ACCIÓN FEDERAL Juan Cruz Guillén COORDINADOR GENERAL DEL PROGRAMA AUDIOVISUAL DE CREACIÓN Y DIFUSIÓN DE CONTENIDOS CULTURALES Fabián Blanco COORDINADOR GENERAL DE LA UNIDAD BICENTENARIOS Julián Kopecek JEFE DE COMUNICACIÓN Y PRENSA Manuel Socías

nuestra Cultura ES UNA PUBLICACIÓN DE LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA NACIÓN. AV. ALVEAR 1690, (C1014AAQ) CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES. PRENSA@CULTURA.GOV.AR / WWW.CULTURA.GOV.AR realIZaCIón Integral: ÁREA DE COMUNICACIÓN Y PRENSA. staFF. DIRECTOR: MANUEL SOCÍAS / REDACCIÓN: SOFÍA ARUGUETE, BETTINA BARBIERI, VALERIA ESCOLAR, IRINA JOROLINSKY, PAOLA MOLINA, ALEJANDRO OBEID, MARTÍN REYDÓ, BÁRBARA SCHIJMAN, FÁTIMA SOLIZ, LAURA SPINELLI, GABRIEL TRIPODI Y MARÍA JOSÉ VERNA / DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: ORLANDO GOLDMAN, MARTÍN MAROTTA, GUSTAVO WALD Y ARIEL ZALECHAK / FOTOGRAFÍA: SILVINA FRYDLEWSKY Y MARIANA RUSSO / LOGÍSTICA Y COLABORACIÓN: SOLEDAD AMARILLA, MARCELO D'AMATO, ADRIANA DAOIZ, ALEJANDRO GIMÉNEZ, PABLO MALDONADO, NAHUEL MOROZ Y JUAN PABLO RUIZ NICOLINI / ADMINISTRACIÓN: GEORGINA IBARROLA.

ISSN 1852-8651

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EDITORIAL

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sumario 04

IberoamérICa se pIensa

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rasgos y sentIdos Fundamentos del encuentro, por Patricio Rivas (Chile).

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InnoVaCIón teCnológICa Opinan Patricia Villegas (Colombia), Pascual Serrano (España) y José Daniel Fierro (España).

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eConomía y Cultura Opinan Emir Sader (Brasil), Valter Pomar (Brasil) y Pedro Páez Pérez (Ecuador).

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dIVerso y alterno Opinan Pedro Zerolo (España) y Liliana Felipe (Argentina-México).

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Futuro Opinan Mario Zúñiga Núñez (Costa Rica), Jorge Melguizo (Colombia) y Guillermo Gómez Santibáñez (Nicaragua).

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un paseo por la nube Diálogo con Pablo Medina.

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“Hay un desplaZamIento del poder de los países desarrollados a los países emergentes” Entrevista con el excanciller Jorge Taiana.

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rupturas y transFormaCIones en la lIteratura latInoamerICana Escriben Mario Goloboff y Roberto Ferro.

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“soy una InterseCCIón entre Culturas, y de aHí llamo al dIálogo” Carlos Jacanamijoy presenta su obra.

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el adÑ de la IdentIdad Cultural Opina Pablo De Santis.

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el salón naCIonal de artes VIsuales, un sIglo de luCes Comenta Oscar Smoje.

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pantalla Cultural Propuestas en Santiago del Estero y Mendoza.

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y ardIó tuCumán Imágenes, al alcance de todos.

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nuestros artIstas Guayasamín, pintor de Iberoamérica.

Jorge Coscia Secretario de Cultura de la Nación En un mundo absolutamente distinto del que conocimos, se desarrolla el IV Congreso Iberoamericano de Cultura de Mar del Plata. Sobre este evento transita el decimotercer número de Nuestra Cultura. El desplome económico de la mayoría de los países desarrollados, el auge de los países emergentes y la profunda debacle financiera mundial, que también tiene su costado político, son consecuencias de la crisis de un modelo de funcionamiento de la economía global que exige ser revisado y repensado bajo un nuevo paradigma. De estos temas, los avances conseguidos en los últimos años y los desafíos futuros con vistas a profundizar la integración en un mundo que cambia a pasos agigantados trata la entrevista al excanciller Jorge Taiana. Es imprescindible que cambiemos la forma de ver el mundo. Nada mejor, entonces, que empezar por tomar conciencia de cómo nos vemos a nosotros mismos y a nuestros vecinos, y de la historia común y compartida que hace posible que nos integremos en esta gran región iberoamericana. La fortaleza de nuestros lazos culturales debe permitirnos amortiguar algunos de los efectos negativos de la globalización y potenciar nuestras ventajas comparativas. Aspiramos a que esta revista sea un insumo más para la reflexión durante los días en los que nos encontremos en el Congreso de Mar del Plata. El objetivo es abordar cada uno de los problemas que enfrentamos. No temerles al debate y a las diferencias; por el contrario, entender que todos tenemos una “verdad relativa”, como decía Néstor Kirchner, que debemos aportar para construir una “verdad superadora” que nos ayude a consolidar un desarrollo más homogéneo. Para lograr esta meta, en la cuarta edición del Congreso Iberoamericano de Cultura, enfatizamos la participación popular en la toma de decisiones y promovemos un piso de igualdad entre los Estados miembro, donde todos podamos expresarnos sin distinciones. Tenemos una larga trayectoria de cooperación, diseño e implementación de políticas culturales entre los Estados que bien podría servir de ejemplo a otras áreas de gestión para seguir profundizando los lazos que nos unen. La región ha ido ganando madurez, mayor autonomía de los centros tradicionales de decisión y una interesante capacidad de coordinación en distintos foros internacionales. El desplazamiento que vive el mundo del centro del poder hacia las periferias ubica a los países en desarrollo, como los de nuestra región, frente a un desafío ineludible y a una gran oportunidad, que solo aprovecharemos si logramos tejer los mecanismos institucionales que nos permitan procesar nuestras diferencias. La cultura es la herramienta para alcanzar la verdadera integración regional. Podría decirse que “integración” es el nuevo y contundente nombre de la paz y “cultura”, su adjetivo. Es este horizonte y el respaldo de una historia de quinientos años que une a los países de Iberoamérica lo que nos anima a reflexionar colectivamente en este número de Nuestra Cultura que el lector tiene entre sus manos y, esperemos, encuentre de interés.

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

debates aCadémICos, reunIones de artIstas y gestores, aCtIVIdades Culturales gratuItas

Iberoamérica se piensa BAJO EL LEMA “CULTURA, POLÍTICA Y PARTICIPACIÓN POPULAR”, DEL 15 AL 17 DE SEPTIEMBRE, SE LLEVA A CABO EN MAR DEL PLATA EL IV CONGRESO IBEROAMERICANO DE CULTURA, CON REPRESENTANTES DE 22 PAÍSES DE LA REGIÓN.

“Nuestra unidad reside tanto en la herencia de la conquista española como en la de los pueblos originarios. De ese choque entre los pueblos de la península y la sangre milenaria de los americanos, surge esta argamasa de identidad común que nos aúna en casi todo. Y el origen compartido que nos hermana es una ventaja estratégica ante los desafíos del nuevo siglo”. Con esta premisa, el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, marca la cancha y le brinda al bloque iberoamericano una nueva perspectiva, de corte político, que tiene la cultura por norte. En sintonía con este ideario, los ministros de Cultura de la región propusieron para el IV Congreso Iberoamericano de Cultura el lema “Cultura, política y participación popular”. En Mar del Plata, este encuentro convoca a representantes de 22 países de Iberoamérica: ministros, intelectuales, educadores, funcionarios, legisladores, gestores, profesionales, periodistas, y referentes de la política y de organizaciones sociales, entre otros, se reúnen en septiembre para reflexionar sobre esta relación fundamental para consolidar un bloque común en tiempos de crisis mundial. Los Congresos anteriores tuvieron como eje el debate sobre las industrias culturales. El primero, realizado en México, estuvo dedicado al cine; el segundo, en Brasil, abordó la relación entre cultura y transformación social; el tercero, en Medellín, trabajó sobre la música iberoamericana. El cuarto, en cambio, profundiza la discusión acerca del papel central de la cultura en las políticas públicas. “Para fortalecer la gobernabilidad democrática, desde la diversidad y el respeto por las diferencias, y encarar los desafíos pendientes de la inclusión social, hay que trabajar en políticas que apunten hacia un cambio en la hegemonía cultural, que es tanto o más importante que la económica. Y esta transformación debe realizarse desde abajo hacia arriba, con la participación de quienes son los verdaderos ejecutores de los proyectos culturales: los artistas, los intelectuales, las organizaciones sociales y, a fin de cuentas, el pueblo todo”, reafirma Coscia. Los recorridos temáticos del Congreso hacen foco tanto en la cultura como en la realidad social de los países. Así, se definieron seis ejes que podrían pensarse inéditos para un encuentro cultural de estas características. En el primero, “Biopolítica”, se abordan las nuevas formas de gobernabilidad y gestión de la vida; el siguiente, “La innovación tecnológica”, analiza la cultura y la comunicación en la era de la información; el tercero, “Geopolítica sur”, trabaja sobre el ascenso del sur global y la formación de nuevos bloques internacionales, como la Unasur y el BRIC. El eje “Diverso y alterno” reflexiona acerca de la pluralidad de identidades de la región; y “Futuro”, sobre posibles soluciones culturales a cuestiones como las migraciones y la violencia. Por último, “Economía y cultura” revisa esta interrelación virtuosa. Entre los disertantes, participan trece ministros de Cultura de la región y alrededor de 60 invitados, entre es-

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CaraCterIZaCIón Cultural

pecialistas, gestores culturales, periodistas y activistas. Algunos de ellos son la presidenta de Telesur, Patricia Villegas (Colombia); el fundador de la web de comunicación alternativa Rebelión, Pascual Serrano (España); la investigadora e historiadora Suzy Castor (Haití); el director del Centro de Investigaciones Familia Negra (CIFANE), José Chalá (Ecuador); la activista del Movimiento Negro y Feminista Benedita Da Silva (Brasil), el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), Emir Sader (Brasil); y la directora del Centro de Estudios de la Mujer, Alba Carosio (Venezuela).

Además, este encuentro internacional organiza una serie de actividades complementarias que permiten diagnosticar el estado de situación de la cultura en el ámbito regional. Inspirados en una canción de la cantautora chilena Violeta Parra, los Cofralandes, “la tierra donde todo pasa”, son reuniones de pares en las que reconocidos exponentes iberoamericanos de literatura, audiovisuales, artes visuales y militancia cultural debaten sobre la realidad de sus respectivos campos, para generar manifiestos y proponer soluciones.

Los ejes y sus mesas de debate, doce en conjunto, fueron definidos en un auténtico trabajo de equipo. “El Congreso también demuestra una forma de gestionar completamente participativa, que buscó contemplar los intereses de todos los involucrados en un entramado de relaciones de cooperación internacional. Tal es la mayor fortaleza que atribuyo a esta cumbre, demostrada en el nivel de participación de los ministros y en el compromiso asumido por todos los países participantes”, afirma la directora nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional, Mónica Guariglio.

En cada Cofralande, participan creadores de todos los países, entre ellos, los cineastas Federico Koelle (Ecuador), Katia Lara (Honduras) y Augusto Netto Sisa (Paraguay); los artistas Francisco J. Bassim (Venezuela), Tomás Lara Franquis (Cuba), Marcos López (Argentina) y José Miguel Rojas González (Costa Rica); los escritores José Manlio Argueta (El Salvador), Basilio Belliard (República Dominicana), Rafael Courtoisie (Uruguay), Francisco Hinojosa (México), Guillermo Martínez (Argentina), William Ospina (Colombia) y Juan Sasturain (Argentina). Además, el Cofralande de organizaciones culturales y comu-

OPINA Mónica Guariglio

nitarias reúne a 21 representantes de grupos de base de ocho países. En la misma línea, los principales referentes de política de la región participan de Diálogos sobre temas como diversidad en expansión, mujer y política, integración regional y cooperación internacional. Otros de los encuentros que se celebran en paralelo al programa central de este Congreso son el Tercer Encuentro de Periodismo Cultural, organizado junto con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, que preside Gabriel García Márquez; el Tercer Seminario Iberoamericano de Políticas de la Música; la reunión coordinadora del Foro de Políticas Culturales en el Ámbito Municipal y Local 2012; y el Primer Encuentro Iberoamericano de Jóvenes Creadores. En cada uno de ellos, representantes de todos los países desarrollan trabajos concretos. “Junto con el secretario Coscia, aspiramos a que, en Mar del Plata, quede instalada la nueva visión de la agenda del área que demuestre la transversalidad de la cultura”, concluye Guariglio sobre esta apuesta novedosa.

propuestas de arte y cultura

Directora Nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional.

Cultura y geopolítica sur: recuperar la autoestima En la última década, el auge de gobiernos populares en la región y la crisis del modelo neoclásico han dado nuevo vigor al paradigma de integración. Innovaciones como la Unasur y el incipiente Banco del Sur son manifestaciones institucionales de esta nueva realidad geopolítica. ¿Qué implicancias estratégicas supone ser y estar en el sur en el siglo XXI? La geopolítica sur, entonces, ocupa un rol en el debate cultural. “El bloque iberoamericano está integrado por Europa y Latinoamérica, pero las condiciones han cambiado radicalmente, sobre todo, en lo económico. Hoy, el bloque tiene otra entidad. El debate es ahora entre pares, de complementariedad e intercambio”, define Mónica Guariglio, directora nacional de Política Cultural y Cooperación Internacional. Pero la integración requiere una nueva mirada. “Pensemos en la visión histórica que tenemos, especialmente sobre España. Esa imagen ya no existe, ha cambiado. Bolivia, por ejemplo, está avanzando en el proceso que ellos llaman de ‘descolonización’, que busca una nueva formulación de sí mismo y del lugar que el país ocupa en Iberoamérica. Ecuador trabaja con la filosofía del ‘buen vivir’, revalorizando el vínculo con la naturaleza. El mismo proceso también ocurre en otros países”, ejemplifica Guariglio. En definitiva, para la funcionaria, “asistimos a la recuperación no solo de la fortaleza económica, sino también de la autoestima”. “La Argentina, por caso, está viviendo un momento político que plantea un país diferente, que hoy puede pensar en el largo plazo porque dejó atrás la lógica del sobresalto económico constante. Todo esto incide en el plano interno y externo”. “Soy una convencida de que la Unasur es un proceso de integración, fundamentalmente, cultural. Se habla, por ejemplo, a partir de los problemas de Estados Unidos, de blindar la región, pero el blindaje no tiene que ser solamente económico; también debe ser cultural, lo que no implica replegarse sobre uno y no admitir al otro. Es, en cambio, fomentar la conjunción de las particularidades”, finaliza.

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NO SOLO DE DEBATES VIVE EL HOMBRE. POR ESO, EL IV CONGRESO IBEROAMERICANO DE CULTURA PROGRAMÓ UNA SERIE DE ACTIVIDADES DIRIGIDA A LOS PARTICIPANTES DEL ENCUENTRO Y A LOS MARPLATENSES. HABRÁ CONCIERTOS AL AIRE LIBRE, CON LA ACTUACIÓN DE LILIANA HERRERO, TERESA PARODI, LILIANA FELIPE, LA ARTISTA ESPAÑOLA ARGENTINA, LEÓN GIECO, Y UN CIERRE A TODA PERCUSIÓN CON RUBÉN RADA Y EL GRUPO LA BOMBA DE TIEMPO. EN CLAVE DE HOMENAJE, EL COMPOSITOR MARPLATENSE ÁSTOR PIAZZOLLA Y LA CANTAUTORA INFANTIL MARÍA ELENA WALSH SERÁN EL TEMA DE DOS CONCIERTOS CONMEMORATIVOS. ADEMÁS, LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA NACIÓN, CON EL AUSPICIO DE LA FUNDACIÓN YPF, PRESENTA EN EL TEATRO AUDITORIUM EL MURAL SUITE BOLIVARIANA, DE MARCOS LÓPEZ. CON EL APOYO DEL INSTITUTO NACIONAL DE CINE Y ARTES AUDIOVISUALES (INCAA), SE REALIZA EL CICLO "IBEROAMÉRICA EN IMÁGENES", Y, EN ADHESIÓN AL II FESTIVAL INTERNACIONAL CINEMIGRANTE, SE PROYECTAN SIETE FILMES DE LA EDICIÓN 2010 DE ESTE ENCUENTRO. + InFo: www.CulturaIberoamerICa.gob.ar

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

Fundamentos del enCuentro InternaCIonal

rasgos y sentidos MIRANDO IBEROAMÉRICA, EL SOCIÓLOGO CHILENO PATRICIO RIVAS, INVITADO DEL IV CONGRESO IBEROAMERICANO DE CULTURA, EXPLICA LAS PRINCIPALES IDEAS QUE SE PONEN EN JUEGO AL PENSAR LA RELACIÓN ENTRE LA POLÍTICA Y LA CULTURA.

En 2007, los ministros de Cultura de Iberoamérica acordaron celebrar anualmente Congresos Iberoamericanos de Cultura, para difundir la Carta Cultural Iberoamericana, potenciar la participación de la sociedad civil y dar visibilidad a nuestras culturas. Los tres encuentros ya realizados se centraron en la garantía de los derechos culturales, el despliegue de la creatividad social, la expansión de las artes, y el fomento de la diversidad como rasgo de riqueza e identidades múltiples, que contribuyen a vincular cultura y desarrollo. En este marco, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura abre un espacio de reconocimiento de las dinámicas en curso, de sus causas y manifestaciones, desde una aproximación cultural. Así, si el I Congreso, celebrado en México, estuvo dedicado al cine y al audiovisual; el segundo, en Brasil, a la cultura y su impacto social como industria creativa; y el tercero, en Colombia, a la música; el actor temático, programático y político de estas jornadas es la participación popular en cultura. Esto implica reconocer y dar visibilidad a experiencias locales de movilización cultural, en especial, las desplegadas por comunidades de base y colectivos de artistas emergentes que, con sus propuestas y acciones, contribuyen a ampliar los espacios públicos físicos y virtuales, y a articular derechos y obligaciones. Los tres congresos anteriores hicieron eje en las industrias culturales. La idea ahora es colocar en el centro del debate a las personas, a los gestores, a los artistas y creadores, a las comunidades y colectivos, es decir, al desarrollo humano y cultural. De lo que se trata es de mostrar las propuestas culturales desplegadas en los territorios que han contribuido a mejorar la calidad de vida de sus participantes, y de generar un espacio donde hacer visibles los temas culturales emergentes, las migraciones, la cultura de frontera, la gestión cultural, los jóvenes y los procesos de paz.

patrICIo rIVas (CHILE) SOCIÓLOGO, ESPECIALISTA EN LEGISLACIÓN DE POLÍTICAS CULTURALES.

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De cara al mundo, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura tiene lugar en un contexto caracterizado por la persistencia de altos niveles de desigualdad de las ganancias, los beneficios y los costos derivados del progreso. Ocurre en medio de una larga crisis de la economía internacional que, lejos de

superarse, motivó el aumento del desempleo y el retroceso de la lucha contra la pobreza. El período actual está atravesado por crecientes tensiones políticas y culturales, aumento de la movilidad de las personas, nuevas violencias urbanas, y conflictos que afectan las condiciones de existencia de individuos, comunidades y sociedades, y los afanes regionales de integración. En este sentido, los debates, las políticas y los programas culturales no pueden permanecer al margen de estas problemáticas, cuya superación debe asumirse como contenido esencial de toda política que apele a ampliar la participación, desplegar emprendimientos colectivos y mejorar la calidad de vida de los habitantes de Iberoamérica. Estos factores críticos confirman que la cultura está destinada a jugar un papel central en la articulación de políticas democráticas de desarrollo sostenible y en la construcción de un orden supranacional que se rija por un multilateralismo efectivo, por la paz, la garantía de los derechos, y la ampliación del bienestar y la libertad de todos. En definitiva, se trata de reinstalar lo social como centralidad de lo político, y como punto de partida y de llegada de las políticas culturales. Por otra parte, estas problemáticas pusieron en evidencia los agobios de los organismos para responder al triple desafío de la mundialización de las relaciones sociales y culturales, de las nuevas demandas emergentes y de los territorios locales. Los organismos de cooperación han desempeñado un rol político trascendental para mantener viva la vocación integracionista y buscar salidas pacíficas a los conflictos en la región. También influyeron en la ex-

la Idea del IV Congreso IberoamerICano de Cultura es ColoCar en el Centro del debate a las personas, a los gestores, a los artIstas y Creadores, a las ComunIdades y ColeCtIVos, es deCIr, al desarrollo Humano y Cultural.

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pansión decisiva de lo cultural, sus procesos y programas. Sin embargo, hasta hoy, su impacto en la vida de las comunidades y las personas continúa siendo limitado. Pensar las políticas iberoamericanas en cultura, más allá de los modelos de cooperación, nos impulsa a asumir el profundo significado de los orígenes comunes; implica reconocer que la diversidad –que es la base de la potencia creativa de la región– no es un asunto del pasado, sino que continúa ampliándose y ganando en mixturas. De ella depende el fortalecimiento de las identidades y la posibilidad de dialogar desde la diferencia con otras zonas del mundo. Por ello, es necesario pasar de la cooperación vertical, propia de los modelos del siglo XX, a un enfoque transversal y compartido de

pensar las polítICas IberoamerICanas en Cultura, nos Impulsa a asumIr el proFundo sIgnIFICado de los orígenes Comunes; ImplICa reConoCer que la dIVersIdad no es un asunto del pasado, sIno que ContInúa amplIándose y ganando en mIxturas. desarrollo sustentable que reconozca prioridades y dinámicas modificables en el tiempo. La cultura no es un compartimento estanco: afecta la seguridad de las sociedades, la salud, el medio ambiente y la educación. Cuando se implementa un programa cultural dirigido a jóvenes, no solo se promueve la creatividad, sino que, simultáneamente, se contribuye a mejorar el bienestar psicosocial, las relaciones interpersonales, los niveles de formación y las oportunidades de participar en el mundo. Del mismo modo, un programa cultural dirigido a los inmigrantes favorece el ejercicio y el reconocimiento de sus derechos; uno sobre cultura de fronteras, el acercamiento entre las culturas, y la solución negociada de conflictos históricos y emergentes. Estos ejemplos muestran cómo la cultura puede contribuir a la disminución e, incluso, la superación de los grandes problemas y tensiones sociales. A la vez, es indispensable promover las capacidades creativas, formar a los gestores locales, y desarrollar destrezas de investigación y evaluación que permitan identificar, implementar, transferir y multiplicar las políticas y los programas culturales. Una política cultural iberoamericana debe abarcar todos los territorios geográficos y simbólicos de las naciones, reconocer el poder de lo nuevo y lo crítico, y abrirse a la región. También es indispensable que, en el ámbito internacional, los acuerdos de cooperación respondan a la diversidad, a la expansión de las identidades, a las necesidades territoriales, y se funden en la consoli-

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dación de horizontalidades y articulaciones entre entidades y organismos intergubernamentales abocados al desarrollo cultural en el territorio. Es necesario construir una agenda integrada que coordine acciones y recursos para colocar el desarrollo de la cultura en Iberoamérica al servicio de la región, sus habitantes y comunidades. Así, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura busca articular fenómenos globales, nacionales y locales, para generar espacios donde enfoques, miradas y tendencias dialoguen con el fin de sugerir políticas culturales y acciones prácticas que ya están instaladas en las urgencias públicas y ciudadanas, pero que, frecuentemente, juegan roles secundarios en los programas de

Estado. El desafío del IV Congreso es acordar líneas de trabajo concretas y evaluables en los planos culturales vinculados a la democracia, la participación y el desarrollo sostenible y equitativo. La actual es una época compleja, de persistencia y ampliación de las antiguas y nuevas desigualdades, de tensiones civilizatorias, riesgos, crisis y resurgimiento de enfoques que aspiran a un orden uniforme. En este contexto, la cultura irrumpe como una potencia creativa al servicio de la paz, de la libertad, de la diversidad, de la justicia, del “regreso de lo social” y del poder de los ciudadanos en los sistemas de gobierno internacionales, nacionales y locales.

las centralidades en eI IV Congreso Iberoamericano de Cultura la superaCIón de los aFanes meCanICIstas La mayoría de los encuentros culturales hasta ahora han sido circunstancias en las que se tejen redes, se anuncian de forma general nuevos asuntos y se firman declaraciones consensuadas. En los últimos años, ha habido una multiplicidad de seminarios que organizan eventos complementarios, pero son pocos los que han tenido impacto en el desarrollo cultural de los países y de la región. En este contexto, y para seguir instalando el área como parte constitutiva de la transformación social, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura es una oportunidad para debatir, reflexionar y construir propuestas para la acción ciudadana en cultura, basadas en redes de comunidades, creadores y ciudadanos adecuadas a cada lugar. Para lograrlo, la elección de los temas, participantes y metodologías deberá incluir temas vinculados a las exclusiones e inclusiones desfavorables, a las migraciones y libre movilidad, al rol de los organismos de cooperación internacional, a la participación cultural, a la promoción de una cultura de la paz, al abordaje de las tensiones sociales desde un enfoque cultural, a los gobiernos locales, a la inclusión de lo rural y a las relaciones de asimetría entre Iberoamérica y América Latina.

la Idea de Cultura, problematIZada Lo que se busca es no entender la cultura solo como industria, consumo creativo, evento y entretenimiento, sino asumirla como motor de desarrollo y de ampliación del bienestar humano. Así, se aspira a fortalecer los procesos culturales como elementos constitutivos de la democracia, la participación social, la calidad de vida, la paz y la libertad, potenciando sus vínculos con la política, la educación, la salud pública y el buen gobierno.

las dInámICas Culturales en latIno e IberoamérICa Es necesaria una gran reforma de las dinámicas culturales que expanda la autonomía y la diversidad regional y local de cada país. Las instancias internacionales deben descongestionar y descentralizar sus modelos de gestión, y articularse con comunidades y movimientos creativos. Es urgente un replanteo que permita que las formas de producir conocimientos, políticas y estilos de trabajo también se equilibren hacia lo social y lo participativo.

la demoCraCIa Como proCeso y dInámICa Cultural La democracia amplía sus sentidos cuando los debates, la diversidad y las diferencias fomentan un contexto de cooperación que extiende las políticas públicas. La política cultural como forma institucional debe estar al servicio del desarrollo y la solución de las problemáticas civilizatorias, lo cual no significa aumentar de forma desmedida sus marcos de acción, sino buscar focos de intervención que impacten favorablemente sobre las comunidades y las personas.

el Fondo de la Cultura: la VIda Al igual que en otras políticas públicas, la cultural depende de la sensibilidad de los funcionarios del Estado, las estructuras gubernamentales, los parlamentos, y las prioridades en materia de financiamiento e inversión, cuyo núcleo debería ser el mejoramiento de la vida humana. Se trata, entonces, de recrear lo público y la participación en cultura, a través de pares que aspiran a un futuro mejor mediante el despliegue participativo, diverso y equitativo de lo cultural.

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

InnoVaCIón teCnológICa. Cultura y ComunICaCIón en la era de la InFormaCIón

ni sometidos ni desinformados

Esos nuevos aires se relacionan con medidas a la altura de los tiempos que corren: en el caso de la Argentina, la iniciativa paradigmática es la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada por el Congreso de la Nación en 2009. “Los avances en Latinoamérica –explica Fierro– han sido empujados por los cambios positivos que, desde la esfera de lo político, han ido produciéndose en numerosos países del continente”. Mirando lo que ocurre en la península ibérica, Fierro analiza: “En España, los medios independientes están principalmente en Internet, aunque también existe un importante movimiento de emisoras de radio”. Allí, la concentración de fuerzas en el campo de la comunicación –argumenta– se vio impedida por la atomización

EL MUNDO, ES SABIDO, SE MUEVE. LA TECNOLOGÍA EXTIENDE SU INFLUENCIA SOBRE LO QUE CONOCEMOS Y SABEMOS ACERCA DE LOS OTROS. PERO MÁS ALLÁ DE LAS REDES SOCIALES, LA REALIDAD TAMBIÉN LLEGA MEDIADA POR PERIÓDICOS, RADIOS, CANALES DE TELEVISIÓN, WEBS DE NOTICIAS… AQUELLO DE QUE “EL CONOCIMIENTO ES PODER” SE TRANSFORMÓ EN UN ESPACIO DE DISPUTA PARA LAS DEMOCRACIAS ACTUALES. EN ESTA NOTA, TRES VOCES IBEROAMERICANAS OPINAN SOBRE DILEMAS Y RETOS DEL LIBRE ACCESO A LA INFORMACIÓN, TEMA DE DEBATE EN EL ENCUENTRO DE MAR DEL PLATA. “Somos la región del mundo más desigual, y esto se expresa en todos los ámbitos”, dispara la colombiana Patricia Villegas, presidenta de TeleSUR, empresa multiestatal que, desde 2005, produce y distribuye información para Latinoamérica, a través de una señal de televisión y un sitio en Internet. “Cada uno de nuestros países presenta realidades distintas en cuanto al libre acceso a la información y, al mismo tiempo, a la producción y distribución de contenidos”, opina mirando el tablero actual. En este contexto, para Villegas, el presente de Venezuela (donde se ubica la sede central de TeleSUR) hace la diferencia: “Desde la llegada del proyecto bolivariano, el país vive una explosión de debates y hechos en torno a la comunicación”. Aun así –reconoce–, el espectro radioeléctrico, y la circulación virtual y en formato físico de periodismo escrito continúan bajo el dominio del capital privado. “Cuando decimos ‘medios’, hablamos de cuatro emporios que controlan la prensa escrita, y las licencias de

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radio y televisión”, advierte Pascual Serrano, quien, junto con Villegas, participa de la mesa “Avances y desafíos en la lucha por el libre acceso a la información” en el IV Congreso Iberoamericano de Cultura. Según el periodista español, el principal obstáculo para estar al tanto de las noticias son, paradójicamente, los medios: “Con las nuevas tecnologías, para conocer la intervención de un diputado en el Parlamento o las explicaciones de un ministro, no serían necesarios los medios. Sin embargo, vehiculizan esa información, y nos llega recortada y enfocada desde su propio interés”. Colaborador del sitio periodístico Rebelion.org, José Daniel Fierro sostiene que, en América Latina, los modelos contrahegemónicos de producción de contenidos vienen ganando terreno: “En los últimos años, se observa un sorprendente aumento de medios alternativos o comunitarios, cuyo objetivo es visibilizar y dar voz a los pueblos y comunidades”. De esta manera –agrega– se genera “un contrapoder al monopolio que, hasta hace no mucho, ejercían las grandes agencias y los medios de prensa del sistema”.

del movimiento social. Sin embargo, “la sorprendente irrupción del movimiento 15-M (el movimiento de indignados, surgido el 15 de mayo último) constituye un desafío para tratar de impulsar, también en este terreno, un modelo en el que la mayoría de la población se vea reconocida y representada”. La misma “reacción social” a la que se refiere Fierro es, según Villegas, la clave para comprender el momento fervoroso que atraviesa Venezuela: “Producto de los hechos del golpe de 2002, los ciudadanos del país se han vuelto audiencias críticas y grandes productores de contenidos”.

barajar y dar de nueVo Actualmente, las vías por las que circula la información son tan diversas como el sinfín de noticias que fluye en ellas. Así, la participación popular ha reunido fuerzas hasta ubicarse en una posición destacada de la democracia actual. Al reflexionar sobre el cruce

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entre producción de contenidos y compromiso ciudadano, las opiniones se diversifican: ¿toda intervención es un cambio? Villegas desvincula los dos polos en juego: “La participación popular no está necesariamente ligada a la producción de contenidos, o su producción no siempre desemboca en un hecho comunicativo”. Esto es, los espacios que ofrecen las redes sociales y la televisión en High Definition no deben confundirse con la real posibilidad de impactar en la construcción de agendas y en la opinión pública. “No existe participación popular en ninguna publicación escrita importante, en ninguna radio signi-

En este plano, la creatividad y el cambio tecnológico se ponen en juego, en una suerte de “darwinismo cultural”: los avances significativos son los únicos que se sostienen en el tiempo. El trabajo se vuelve aún más arduo si, además de construir, es necesario controlar que los cimientos estén preparados para soportar los cambios. Recuperar el debate sobre la propiedad de los medios –asegura Serrano– es central: “Del mismo modo que no se puede hablar de cómo cultivar más tomates si antes no aclaramos de quién son las tierras, debemos definir si la cultura será del mercado, bajo el criterio de la rentabilidad y la propiedad de grandes accionistas privados; o si el Estado se responsabilizará de brindar un acceso generalizado a la cultura, de facilitar

telesur, o cómo unir las fronteras de lo público La Nueva Televisora del SUR es un multimedio de comunicación latinoamericano orientado a liderar y promover los procesos de unión de los pueblos del sur, auspiciado por los Estados de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela. “Hemos convertido la verdad en nuestro patrimonio; entendemos la comunicación como un servicio público, y esto nos diferencia de otras operaciones panregionales”, afirma Patricia Villegas, su presidenta. Además de una amplia red de colaboradores y corresponsales –atentos a las novedades políticas del mundo–, cuentan con un equipo de realizadores de documentales y reportajes en todo el continente. Junto con otros contenidos, ese material se distribuye a través de la cadena TeleSURtv, la otra pata del multimedio, que también funciona en portugués e inglés para ampliar el espectro de audiencia. El canal transmite por satélite y en señal abierta, y la sede central se encuentra en Caracas, Venezuela. + info: www.telesurtv.net

rebelion.org, contrainformación en red Con este nombre, funciona en Internet este sitio de información alternativa que busca difundir y analizar aquellos hechos que los grandes medios de prensa no abordan. ficativa, ni en ninguna de las más de veinte cadenas de televisión que pueden verse desde el hogar”, denuncia Serrano sobre la situación en Europa. En su opinión, el mercado es el gran ordenador de este proceso, producto de las políticas de ajuste económico aplicadas por los gobiernos del continente: “En este marco, es lógico que en los medios de comunicación no haya lugar para la ciudadanía”, concluye. La intervención popular es una herramienta fundamental e imprescindible, concede Fierro, pero participar es mucho más que incluir comentarios en un foro o al pie de una noticia: “Queremos que las reflexiones de los lectores y colaboradores tengan el espacio que les corresponde como artículos dentro del periódico. La producción de contenidos debe ser fruto de la reflexión, la seriedad y el rigor”. Villegas coincide: “Mal utilizada, la tecnología contribuirá al simulacro de participación y no a la inclusión. Desde TeleSUR, encaramos con rigor este debate”.

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la libre expresión de los artistas y de permitir que los ciudadanos participen en ella”. “Una verdadera libertad de expresión se fundamenta en que los diferentes grupos sociales tengan acceso a los medios de comunicación”, sentencia Serrano. ¿Cómo hacerlo si el panorama se encuentra monopolizado por unas pocas líneas editoriales? “De ahí, la importancia de que los Estados equilibren la situación”, responde. A pesar de que todavía resta un largo camino hasta conseguir la tan ansiada polifonía de palabras, opiniones y miradas, el modelo del nuevo canal del bloque le sirve a Villegas para explicar cómo transitar ese trecho: “Los temas de TeleSUR son los de los pueblos de nuestro continente, sobre todo, de los excluidos: la lucha y la esperanza. En la señal, están las voces que dicen, desde nuestra América, aun cuando muchos se empeñen en invisibilizarla y deslegitimarla, que hay una profunda transformación”.

Uno de los integrantes del equipo, Pascual Serrano, explica: “Nuestro periódico nació para servir a todos los grupos, colectivos y personas que trabajan por cambiar este mundo desde una perspectiva radicalmente diferente, más justa e igualitaria. Gracias a ellos, contamos con informaciones de primera mano sobre las luchas y las denuncias que pretenden hacer públicas. Nos debemos al movimiento social y, a la vez, les ofrecemos una herramienta comunicativa que ha alcanzado una enorme credibilidad y difusión mundial”. Integrado por más de un centenar de colaboradores de distintas partes del mundo –entre ellos, el norteamericano Noam Chomsky–, Rebelion.org se destaca por su colectivo de traductores, que vuelcan al español las notas y los análisis producidos por diversos medios internacionales. + info: www.rebelion.org

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

eConomía y Cultura. CreaCIón de Valor y desarrollo

“un gobierno debe evaluarse por sus políticas sociales y culturales” –¿y cómo es la relación entre cultura y política? –Son relaciones más complejas aún. El así llamado arte político, por ejemplo, pretende articular esferas que, en principio, son distintas. Es un desafío, porque la política es la esfera del poder, en el doble sentido gramsciano: consenso y fuerza. Su nivel de consenso implica expresiones discursivas que buscan argumentar, convencer. El arte también puede prestarse a eso. Pero no es fácil asociar argumentación política con trazos estéticos. Indudablemente, de la misma manera que la cultura está condicionada por la economía, también lo está por la política, las relaciones de poder, el tipo de fuerza dominante, los enfrentamientos políticos, y por las formas de constitución del campo popular. Un gran artista es el que logra reflejar todos esos elementos, o los principales entre ellos, bajo formas artísticas, estéticas y dramáticas.

emIr sader Iniciador del Foro Social Mundial de Porto Alegre, el filósofo y politólogo brasileño Emir Sader, invitado a disertar en Mar del Plata, analiza cuáles son los retos actuales de una relación tan estratégica como fundamental para el crecimiento y la vida democrática de la región: la de la esfera económica con las manifestaciones culturales. –¿Cómo caracteriza el vínculo entre economía y cultura? –Son relaciones muy claras y complejas a la vez. Por un lado, nadie puede negar el fuerte condicionamiento de los factores económicos sobre las actividades culturales. Por otro, no es posible explicar las actividades culturales solo por factores económicos. A mayor desarrollo económico, mayores condiciones de desarrollo de la producción cultural; sin embargo, esta última no se explica por el mayor o menor nivel de desarrollo económico. Si tomamos como ejemplo la literatura contemporánea, difícilmente podría decirse que la producción más significativa proviene de los países del centro del capitalismo. Y cuando lo hacen, en gran medida, son producto de autores que expresan dramas de sujetos que viven ambigüedades culturales e identitarias, como sucede con los paquistaníes en Inglaterra, los argelinos en Francia, o los portorriqueños en Estados Unidos. La cultura es expresión de cuestionamientos de sentido, de sentimientos del alma, de formas poéticas de expresar emociones. Esto tiene que ver con la capacidad y la vivencia de dramas profundos, que no parecen ubicarse hoy entre los ciudadanos de los países centrales del sistema, sino en su periferia, o en las múltiples identidades que genera la confrontación entre culturas periféricas y centrales.

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–¿en qué medida las decisiones políticas responden a variables culturales? –Las agendas gubernamentales son siempre expresiones de variables ideológicas que definen los lineamientos económicos, sociales, culturales. Es decir, son los valores los que nortean un gobierno. Hemos vivido en América Latina agendas definidas por la variable del mercado, que han condicionado fuertemente todas las decisiones políticas. En la actualidad, en gran parte de nuestros países, experimentamos agendas que priorizan la justicia y la integración social. Pasamos de una década a otra cambiando radicalmente de políticas, porque hemos modificado los valores prioritarios que orientan nuestros gobiernos. –se ha debatido en extenso acerca de la supremacía de la economía sobre la política, y viceversa. ¿Cuál es el lugar de la cultura en el marco de esta discusión? –La hegemonía neoliberal representó la dictadura de la economía sobre el conjunto de los gobiernos. En general, las fuerzas del mercado tienden a perjudicar la diversidad de la cultura, porque tienen una lógica fundada en la ganancia. Pueden también favorecerla si están reguladas por políticas con un espíritu público que defina sus límites. En este sentido, un gobierno debe ser evaluado esencialmente por sus políticas sociales y culturales. Unas cambian el cuerpo de la sociedad; las otras le imprimen su alma. –en alguna oportunidad, sostuvo que “américa latina es el único continente del mundo que tiene alternativas al neoliberalismo”. ¿la existencia de tales alternativas responde a cuestiones culturales? –Responde a prioridades políticas. Miremos lo que pasa en Europa, que ha priorizado un proceso de integración volcado hacia criterios monetaristas y financieros. Nosotros hemos salido de la crisis, mientras que ellos siguen ahondando en vías que nosotros hemos superado, sin saber cuándo saldrán de la recesión. La misma lectura corre para Estados Unidos y Japón. Nuestra alternativa se funda en la prioridad de democratización radical de nuestras sociedades, en todos los planos. La cultura es quien da sentido a las acciones económicas, políticas y sociales.

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geopolítICa sur. IdentIdades, dIVersIdad y autonomía

“Habría que crear un parlamento regional” Valter pomar Convocado a participar del encuentro iberoamericano de Cultura, Valter Pomar, especialista brasileño en historia económica, analiza los retos de la Unasur y precisa los aspectos que debe contemplar una agenda común que permita fortalecer los vínculos regionales. –¿Cuáles son los desafíos de la integración regional? –Desde el punto de vista teórico, es necesario aclarar el contexto internacional, los desafíos para la región, las posibilidades abiertas, y el juego de competición y de cooperación entre las distintas fuerzas políticas y sociales. Desde el punto de vista práctico, es preciso acelerar el proceso de integración, no solo desde lo político-institucional, sino, principalmente, desde el punto de vista económico-material. Pensando en términos futuros, la cuestión fundamental es saber qué pasará con Estados Unidos: si supera su crisis y sigue siendo potencia hegemónica mundial; si no la supera y retrocede a condición de potencia regional; o si sucumbe y se vuelve una potencia media. Cada uno de estos escenarios impactará de forma decisiva sobre la integración. Su repercusión regional dependerá de dos cuestiones: por un lado, de hasta dónde están dispuestos a ir Estados Unidos para detener su declive; por el otro, de la velocidad con que los gobiernos y los pueblos de América Latina perciban que la protección y la salida a la crisis se hallan adentro, en la propia región. –¿qué aspectos debería contemplar el programa económico, político y cultural de la integración sur? –Habría que avanzar en la creación de una moneda regional, una ciudadanía regional, un parlamento regional electo directamente, y una industria cultural y de comunicación de masas propia. Lo que tenemos, hoy, es ciudadanía nacional: argentinos, brasileños, uruguayos, etcétera. Es necesario construir una “doble ciudadanía” –brasileños y latinoamericanos, por ejemplo–, a través de la cual se garanticen una serie de derechos automáticos para sus portadores. Uno de estos derechos sería elegir y ser elegido para un parlamento regional, latinoamericano y caribeño, que a mediano plazo constituya la principal institución política de la integración. –¿qué cuestiones deben resolverse para vigorizar el proceso? –Es necesario solucionar varios asuntos. Uno de ellos es decisivo: qué va a suceder en la elección mexicana o, de otra manera, si el próximo gobierno mexicano seguirá con el NAFTA o se volverá hacia el sur. La integración en sí tiene múltiples dimensiones: cultural, comunicacional, de políticas públicas, de infraestructura económica, de políticas económicas, de defensa, de seguridad. Sin embargo, lo determinante en la velocidad de la integración, en los tiempos del proceso, en su naturaleza y contenido es la voluntad y la orientación política; el tema central de la integración es político. –¿la unasur y el banco del sur fortalecen los vínculos regionales? –La creación del Banco del Sur es muy útil, necesaria e indispensable; aunque está muy retrasada. Nos permitirá contar con un instrumento colectivo y regional para fortalecer las inversiones productivas en la región. Además, es sabido que, a la larga, la sustentabilidad de la integración depende de la integración económica y la infraestructura, mediante planos concertados por los Estados nacionales y los organismos regionales. La Unasur, por su parte, es una etapa superior de la integración del sur, al tiempo que una fase de la integración latinoamericana. Me parece importante por su capacidad en materia de diversidad, específicamente, porque está demostrando que la integración es un proyecto que pueden hegemonizar incluso gobiernos de centro-derecha.

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opIna pedro páeZ péreZ, eConomIsta (eCuador)

“el banco del sur aporta al desarrollo económico y social de la región” Esta iniciativa surge como eje articulador de una Nueva Arquitectura Financiera Regional (NAFR), orientada a impulsar un modelo de desarrollo continental que establezca condiciones soberanas para el desarrollo del aparato productivo, con miras a una construcción generalizada de ciudadanía. El debate sobre su creación se abrió formalmente en febrero de 2007 entre la Argentina y Venezuela, y más tarde, se incorporaron Bolivia, Ecuador, Brasil y Paraguay. La “Declaración de Quito”, subscripta entre estos seis países, establece la necesidad de diseñar no solamente un Banco del Sur, sino una NAFR, cuyos pilares básicos son un banco de desarrollo de nuevo tipo; el Fondo del Sur como una alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI); y la moneda común latinoamericana, no en la perspectiva europea de una moneda excluyente, sino como un medio de pago complementario, que permita impulsar los propósitos de la integración. La creación del Fondo del Sur no solo busca construir un Fondo Común de Reservas, sino que incluye mecanismos de gestión y defensa de las reservas regionales que configuran una verdadera red de seguridad financiera continental frente a las turbulencias internacionales. Esta red podrá brindar a los Estados latinoamericanos mayores grados de libertad en su política interna, fortaleciendo su autonomía frente a la vieja arquitectura financiera y, especialmente, frente al FMI. El tercer pilar se liga a la necesidad de consolidar las monedas nacionales, con la creación de un sistema monetario regional basado en sistemas de compensación de pagos, en un esquema distinto de las restricciones neoliberales que han estado presentes en los episodios más recientes de la construcción europea y que están en el origen de la crisis que enfrenta Europa. Se ha avanzado mucho con la propuesta del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), en la que, hasta el momento, participan los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), aunque, desde la delegación ecuatoriana, se está impulsando el debate para incorporar mecanismos que permitan la participación de nuevos Estados.

un aporte sIgnIFICatIVo para la regIón El Banco del Sur viene a aportar una salida a la paradoja histórica del desarrollo económico y social de la región: la dinámica de la vieja arquitectura financiera ha propiciado que países en desarrollo como los nuestros hayan destinado ingentes recursos privados y públicos hacia entidades e instrumentos financieros de países del Primer Mundo, al tiempo que sus propias necesidades de financiamiento han sido insuficientemente satisfechas a través de un continuo endeudamiento con los organismos multilaterales tradicionales y, muchas veces, condicionadas a intereses ajenos a los nacionales y regionales. Las prioridades de la Nueva Arquitectura Financiera Internacional (NAFI), que incluyen la construcción del Banco del Sur, nacen del nuevo horizonte de integración latinoamericana que vivimos y que se refleja en estructuras como la Unasur. Sobre la base de esa nueva construcción, está el concepto de supranacionalidad, que parte de una concepción de la soberanía muy distinta de la que se conoce en Europa o Estados Unidos, por ejemplo. En el caso de América Latina, los procesos de construcción nacional se ligaron desde el principio a un proyecto de edificación de una soberanía continental: la construcción de la Patria Grande Latinoamericana.

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

dIVerso y alterno. nueVo protagonIsmo en expansIón

la diversidad planta bandera UNO DE LOS TEMAS MÁS TRANSVERSALES DEL CONGRESO DE MAR DEL PLATA ES EL QUE ESTÁ ORIENTADO A AVANZAR EN EL CAMINO DE LA IGUALDAD Y LA DIVERSIDAD EN LOS PAÍSES PARTICIPANTES. RECONOCIDOS ACTIVISTAS DE LA COMUNIDAD DE LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES Y PERSONAS TRANSGÉNERO (LGBT) VENDRÁN A DEBATIR Y A CONTAR LAS DEMORAS Y LOS AVANCES EN SUS SOCIEDADES.

Para entender la cultura de la diversidad y de las minorías que están borrando lentamente la palabra “exclusión” del vocabulario, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura convocó a referentes y especialistas de diferentes países, que debatirán en las mesas “Afrodescendientes y pueblos originarios” y “El largo camino hacia la igualdad y la diversidad. Impacto cultural y político”. El debate por el matrimonio igualitario –aprobado por ley en la Argentina, en 2010– modificó la agenda pública de varios países latinoamericanos, que iniciaron la discusión en pos de modificar sus legislaciones para ampliar los derechos civiles de toda la sociedad. Invitado al Congreso, Pedro Zerolo, reconocido activista y defensor de los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT), y también secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con ONG del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), adelanta aquí este debate iberoamericano. –¿en qué situación se encuentra la lucha por los derechos igualitarios en la región? ¿Cuáles son los avances y los retrocesos? –Estamos en un buen momento, y Latinoamérica marca tendencia. Tras la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en España, se ha producido un “efecto simpatía” que ha determinado la consecución de la igualdad en Portugal, Ciudad de México y la Argentina. Quiero destacar la aprobación del matrimonio igualitario en la Argentina: ha sido histórico que se convirtiera en el primer país de América Latina en conseguirlo, lo que dio mucho ánimo al activismo LGBT de la región. Además, antes de que termine el año, habrá matrimonio igualitario en Uruguay. Brasil ya ha iniciado el trámite parlamentario; Colombia, Chile y tantos otros países están en ello. En fin, Latinoamérica está marcando tendencia en la lucha por los derechos civiles y por la igualdad LGBT, lo que debe ser motivo de orgullo. ¿Retrocesos? Una derecha extrema, cada vez más beligerante con la igualdad y la justicia social, y la LGBTfobia –que

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sigue siendo terrible en muchos de nuestros países, que acumulan cifras de violencia hacia personas LGBT realmente terribles. En todo caso, una de las mejores maneras de combatir esto, además de las leyes específicas contra la LGBTfobia, es la igualdad, porque la igualdad es el mejor antídoto contra la violencia. –¿qué papel juega la cultura en la reivindicación de la diversidad y de las minorías? –Un papel fundamental. El movimiento de liberación LGBT y su apuesta política han contribuido a construir el discurso de la diversidad, que tiene una clara impronta intelectual en América Latina. Es más, soy de los que creen que la fuerza de Latinoamérica está en su diversidad; y reconociéndola y gestionándola bien, seguiremos avanzando como realidad política, social y cultural. –¿los cambios impactaron en la identidad cultural de Iberoamérica? –Creo que sí, porque hemos hecho de la diversidad bandera. Hay que tener en cuenta que el movimiento de liberación LGBT coincide en mucho con otros movimientos de liberación, como el de las mujeres, el de la afrodescendencia o el de los pueblos originarios; es el discurso que proclama la visibilidad, la dignidad, la igualdad y la justicia social. –¿Cuáles son las deudas políticas y sociales con la comunidad lgbt? –Sin duda, la lucha contra la LGBTfobia a través de leyes específicas y la apuesta por una educación que refleje la realidad, esto es, la diversidad social, racial, sexual, familiar; en definitiva, la igualdad de trato. Así, en España, pretendemos aprobar una ley de igualdad de trato y no discriminación, que será un magnífico instrumento para la integración, porque la discriminación no puede salir gratis. –¿europa vive la sexualidad de manera más abierta y espontánea? ¿qué diferencias hay con latinoamérica? –Creo que tenemos que estar orgullosos de la realidad en la que vivimos, y subrayar que tenemos un modelo diverso intercultural y mestizo que fun-

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liliana Felipe: cantar la militancia Nací sin culpas. Moriré sin culpas. No soy psicoanalizada. Soy atea y clerofóbica. Amo y admiro a las plantas y a los animales en la misma medida en que desprecio la hipocresía. Creo en los derechos humanos y en que la justicia rejuvenece. A veces pienso que tengo algo que decir, y a veces mejor canto.

ciona. Nunca antes Latinoamérica había estado tan efervescente en lo social y en lo cultural. Siempre tuvimos un bajón de autoestima porque pensábamos que los grandes avances sociales eran propios de otros, y no es así, tenemos que sentir orgullo latino por lo que estamos avanzando en derechos civiles y en la construcción del estado del bienestar. Todos estos aspectos determinan que nuestra influencia cultural sea cada vez mayor, porque la apuesta por la diversidad está generándonos una enorme efervescencia, gracias también a una lengua común. –¿qué falta para que, definitivamente, la comunidad lgbt goce de los mismos derechos que cualquier ciudadano? –Valentía, porque, en la valentía, está el secreto de la libertad, de la igualdad y del éxito político. –¿Cuál es la contribución del psoe a la comunidad homosexual de españa? –El aporte ha sido determinante porque, como tiene que ser, el activismo LGBT protagonizó el trabajo por la igualdad; pero sin el PSOE y sin Zapatero, la igualdad no hubiera sido posible: Zapatero es el presidente de Gobierno más valiente que hemos tenido en España. –Como secretario de movimientos sociales y relaciones con ong del psoe, ¿en qué consiste su tarea? ¿a qué tipo de organizaciones alcanza? –Me ocupo del contacto del PSOE con todos los movimientos sociales y organizaciones no gubernamentales, esto es, con todo el tejido asociativo, lo que, para un hijo de Porto Alegre, como yo, es una tarea apasionante. Como activista socialista, los Foros Sociales Mundiales de Porto Alegre han inspirado mi labor política. –desde estos movimientos sociales, ¿tienen relación con inmigrantes de latinoamérica en españa? –Estoy en continuo contacto con la realidad latinoamericana y con todas las asociaciones que representan la inmigración. Mi labor es de acompañamiento, asesoramiento y apoyo en sus denuncias y reivindicaciones, que son muchas.

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Cantante, pianista y compositora argentina radicada hace dos décadas en México, Liliana Felipe ocupará un lugar preponderante en la discusión sobre la alteridad. Dueña de un estilo musical propio, desde sus inicios, utilizó la palabra escrita para decir lo que nadie se atrevía. Más de veinte discos editados e innumerables participaciones en otros trabajos sellan una carrera inagotable. Casada con la artista mexicana Jesusa Rodríguez, su voz militante es una de las más esperadas en Mar del Plata. –¿Cuáles han sido sus referentes musicales? –El agua, Chico Buarque, Atahualpa Yupanqui, el fuego, Shostakovich, Prokofiev, las piedras, Discépolo, Satie, José Alfredo Jiménez, la tierra, las ballenas y un piano que me mira todos los días. –¿Cómo ve la música latinoamericana en la actualidad? –Un acierto son las orquestas juveniles de Venezuela, con el director Gustavo Dudamel. Un desacierto, que tanta gente analfabeta en términos musicales sea la “curiosamente” elegida por los medios de comunicación para hacer música. Pensémoslo desde otro ángulo: ¿qué cuento escribiría una analfabeta? Si quieren yo hago la instalación eléctrica de una piscina, pero ¿quién la prueba? –¿Considera que creó un estilo musical único? –No, para nada. Yo nada más estudio, copio y, a veces, algo me sale, donde se entremezcla lo que estoy estudiando con lo que estoy viviendo, con lo que sueño, con lo que alguien necesita escuchar en ese preciso momento de su vida. –¿qué significó el centro cultural “el Hábito” en su vida personal y en su carrera profesional? –Quince años de trabajo diario a nivel artístico y administrativo. Quince años de exploración de nuestra autocensura y de ir quitando minuciosamente esas escamitas. –en una entrevista, elogió a líderes políticos latinoamericanos, como Hugo Chávez y evo morales. ¿qué opina sobre las nuevas líderes políticas de la región, dilma rousseff y Cristina Fernández de Kirchner? –Creo que Dilma y Cristina, y Evo, Chávez y Correa son los que pueden dirigir la esperanza en América y, por qué no, contagiarla al mundo entero. Creo, además, que pueden llegar a los responsables de lograr el aborto legal, libre y gratuito. –en materia cultural, ¿qué acciones, a su criterio, deben adoptarse en Iberoamérica? –La más urgente de todas es democratizar los medios de comunicación. –¿por qué se le ocurrió musicalizar el poema “tabaquería”, de Fernando pessoa? –Porque, en aquellas épocas (1997), estaba fumando; todavía era presa de esa “incapacidad”. Y porque Pessoa me parece uno de los grandes poetas a los que he tenido acceso por mi educación. –en su trabajo Tan Chidos (2005) le dedica un tema al humorista argentino Fernando peña. ¿qué relación la unía a él? –Lo conocí tardíamente, calculo que por el año 2000, y lo quise entrañablemente. Después me enteré de que anduvo coqueteando con la derecha. ¿Es eso cierto? –¿Cómo vivió la sanción de la ley de matrimonio Igualitario en la argentina un año atrás? –Como un logro con dos mil años de retraso. En México, Jesusa y yo nos casamos, después de treinta años de fingir felicidad. Ahora todo es miel sobre hojuelas. No hay nada como vivir bajo la custodia del Estado.

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

Futuro; posmodernIdad y agenda emergente del sIglo xxI

"la solución a las pandillas no es represiva"

Invitado a disertar en la mesa “Violencia y cultura: el fomento de la paz” durante el IV Congreso Iberoamericano de Cultura, el antropólogo costarricense Mario Zúñiga Núñez –que, actualmente, escribe su tesis doctoral sobre historias de vida de pandilleros salvadoreños– analiza las múltiples violencias que generamos desde dentro de las dinámicas sociales. –¿Cuál es el vínculo entre violencia y cultura en Iberoamérica? –Las relaciones son múltiples y muy complejas. La fundación de la cultura y su desarrollo en el tiempo dependen íntimamente de la violencia en tres aspectos: la violencia del lenguaje (violencia simbólica, marcos categoriales), la violencia estructural (o sistémica) y la violencia como acto puntual. Pensemos en la retórica acerca de la fundación de los Estados en América Latina. Desde que somos niños y comenzamos a integrarnos en nuestras dinámicas sociales, participamos de la violencia de nuestra sociedad, reproduciendo su lenguaje (himnos patrios, cánticos, poemas), alimentando su estructura (siendo formados como ciudadanos) y recreando hechos de violencia puntual (asesinatos que, por estar en contexto de guerras independentistas, son entendidos como “gestos heroicos”). En la actualidad, un discurso dominante en los medios de comunicación hace ver que “violencia” refiere al acto puntual (el asesinato, la puñalada, el robo); pero esa visión simplificadora nos hace perder de vista el gran espectro de lo social.

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–¿qué papel juegan en Centroamérica las pandillas, llamadas “maras”, su tema de estudio? –Las pandillas son un fenómeno muy común en las sociedades occidentales y occidentalizadas. Y han existido entre sectores empobrecidos con diferente intensidad al menos durante el siglo XX. Lo que sí es nuevo en Centroamérica es la masividad con que se manifiesta el fenómeno. Hay miles de jóvenes que integran la Mara Salvatrucha y la Barrio 18, dos pandillas rivales que se disputan territorios, participan del narcomenudeo y, en algunos casos, tienen relación con el crimen organizado. Esta masividad, así como el recrudecimiento de los actos de violencia, se inició en los años 90, cuando comenzaron a ser deportados hacia Centroamérica miles de jóvenes pandilleros que habían llegado a Los Ángeles, en las décadas de los 80 y 70, refugiados de las guerras civiles de El Salvador y Guatemala. El fenómeno de las pandillas debe verse desde los tres tipos de violencia que he mencionado: estructural, simbólica y de acto. La primera generación de pandilleros que deportaron las autoridades migratorias de Estados Unidos hoy ronda los 40 años y tiene tres antecedentes que evidencian la violencia estructural a que ha sido sometido este colectivo: las guerras civiles centroamericanas; la migración forzada hacia Estados Unidos huyendo de la guerra o expulsados por el mercado de trabajo; y la deportación de este país con el endurecimiento de sus leyes de migración. Existe también la violencia simbólica, que reproducen en sus códigos de comunicación y en un lenguaje cargado de formas de sujeción y ensañamiento con la pandilla contraria, así como toda una iconografía del “mal”. Las pandillas evidencian “el mal”, lo ponen en escena. Y como contraparte, las sociedades las retratan como maldad absoluta; prueba de ello es la historia de que la palabra “mara” tiene que ver con una hormiga que salió en una película de Charlton Heston. La historia, a pesar de no tener ningún sustento lingüístico, logra aceptación en el público porque explica “las maras” como “hormigas”, que se extienden como una plaga. Respecto de la violencia directa, las pandillas que operan en Centroamérica se han hecho tristemente

célebres por sus dinámicas de asesinato, aprovechadas por la prensa amarilla y por las campañas de “mano dura”. Sin embargo, el acto de violencia, con toda su brutalidad, es apenas un indicativo de una cultura de pandillas que lo sobrepasa y le da sentido en una compleja red de significados y relaciones sociales. Es imperativa su comprensión en este sentido, de lo contrario, nos quedamos con lo que nos da la prensa amarilla: apenas un dato descorazonador. –¿por qué es necesario fomentar la cultura de paz? –En la región hemos ligado la palabra “paz” con los “Acuerdos de Paz” que se dieron como cese de las guerras civiles en los 90. Pero la “paz” solo puede experimentarse por medio de sentimientos, ningún tratado o ley puede garantizarla. La consecución de la paz depende de que podamos comprender nuestras violencias. En Centroamérica, tenemos problemas vinculados con las violencias que generamos como colectivos: mercados laborales expulsivos que obligan a las personas a migrar o entrar en actividades paralelas, como el comercio de drogas; una relación deficitaria entre ciudadanos y Estados; y una tremenda sensación de desesperanza. Todo ello no permite la sensación de la paz, tampoco la de seguridad ni la de estabilidad. Pero el principal problema es que no reconocemos que estos sentimientos de inseguridad e inestabilidad están íntimamente relacionados con nuestras violencias, las generamos desde adentro en nuestras dinámicas sociales. Ante la inseguridad que provoca la violencia, lo que hacemos es extranjerizar al sujeto que comete el acto, decimos “es culpa de los migrantes”. –¿Cuáles son las políticas más adecuadas para afrontar los desafíos del siglo xxI? –La atención del problema de la violencia es mucho más efectiva cuando se articula la política cultural con la social y la penal. Por lo general, se piensa que la solución a los problemas de pandillas es represiva, sin embargo, cada vez que se aplica, el endurecimiento de la política penal fracasa estrepitosamente. Lo único que consiguen es atestar las cárceles de muchachos cuyo delito imputable es que estaban en una esquina conversando con amigos o que se habían hecho un tatuaje. Además de los retrocesos en política de derechos humanos. Por el contrario, cuando se ha enfrentado el problema en coordinación con la política social y la política cultural, la situación cambia. Tal vez sea interesante ver los esfuerzos hechos en Barcelona para integrar a los Latin Kings a las actividades del gobierno local por medio de manifestaciones culturales; asimismo, se pueden ver trabajos locales de iglesias en El Salvador, donde se integra a los jóvenes en riesgo de pertenecer a pandillas a una importante estructura educativa que les provee formación en oficios y actividades culturales, como la creación de murales. Una visión integral del problema aporta otras salidas más allá de la represiva.

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“la violencia debe enfrentarse con ideas y con imaginación” Jorge Meguizo, quien fue secretario de Cultura y de Desarrollo Social de Medellín, Colombia, entre 2004 y 2010, reflexiona sobre algunas de las experiencias y temas de debate en la cumbre iberoamericana. –¿qué relación existe entre violencia y cultura en la región? –Existen relaciones entre violencias y culturas. Pero no es una relación simple, sino bastante compleja. En primer lugar, distintos estudios sobre violencias en Iberoamérica han analizado las relaciones conflictivas entre las comunidades indígenas en los siglos previos a 1492, derivadas del proceso de conquista y colonización, y también las violencias producidas en los procesos de urbanización de las ciudades. Otros investigadores abordan las inequidades, las exclusiones, la pobreza, teniendo en cuenta las particularidades de cada región. En el siglo XX, la violencia de los golpes de Estado en Latinoamérica, y de las guerras civiles o conflictos armados en otros países está relacionada con la cultura, ya que supone una incapacidad para entender que las sociedades se construyen colectivamente, con proyectos de inclusión y de equidad. Creo que la violencia no es un fenómeno surgido en los últimos veinte años, sino una enfermedad enquistada en el cuerpo social hace muchas décadas. Un fenómeno tan asfixiante y recurrente exigiría de nuestros líderes y estadistas respuestas más lúcidas y más audaces que las meras campañas de exterminio que cada quince años vuelven a intentarse. Ninguna solución militar nos hará más capaces de convivir y de respetarnos; ni nos dará dignidad, principios morales, conocimiento de la memoria común y conciencia de los orígenes compartidos. Creo que es necesario emprender un gran proceso cultural: un movimiento democrático, de solidaridad, de dignidad y de respeto por los otros. La violencia debe enfrentarse con ideas y con imaginación, pero, por sobre todo, dignificando a los seres humanos. –¿a través de qué políticas pueden afrontarse los retos futuros? –Las políticas culturales que considero más adecuadas se resumen en cuatro ejes: el primero se refiere al reconocimiento de la diversidad cultural de la región; el segundo apunta al desarrollo de las organizaciones y de las dinámicas culturales ya existentes, especialmente, en los barrios más pobres de las zonas urbanas. El tercer eje propone avanzar en el derecho a la cultura y en su inclusión en las políticas públicas. El cuarto punto hace referencia a la cuestión presupuestal. La cultura debe ser prioridad en los presupuestos públicos locales, subregionales y nacionales. Si la cultura sigue siendo la última prioridad, será imposible conseguir resultados importantes. –en una sociedad en la que los medios masivos de comunicación tienen un rol fundamental, ¿cuál es su aporte para el desarrollo de las culturas? –Creo que los medios no deben ser solo informativos y recreativos, sino también pedagógicos. Los informativos no pueden limitarse a informar, también deben brindar elementos para comprender esa información. En el caso de las violencias, no hace ningún bien a nuestras sociedades el “amarillismo” de los medios: la descripción sangrienta de la violencia, sin análisis. Los medios pueden ayudar en la construcción permanente de la memoria histórica. Es decir, las violencias no pueden entenderse ni asumirse socialmente como hechos aislados o anecdóticos, sino todo lo contrario. Una mujer golpeada, por ejemplo, debería convertirse en razón para generar cuestionamientos a formas “tradicionales” de relación entre mujeres y hombres, al machismo, a las sociedades patriarcales, a la sordera y ceguera de las familias y vecinos en ese tipo de situaciones, a las conductas de sometimiento y aceptación del maltrato de género.

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opIna guIllermo gómeZ santIbáÑeZ (nICaragua)

“la cultura de paz es una caminata a largo plazo” Consultado sobre las vinculaciones entre violencia y cultura en Iberoamérica, el investigador nicaragüense Guillermo Gómez Santibáñez, especialista en estudios religiosos, que también participa del encuentro en Mar del Plata, plantea que existe una relación dialéctica entre ambos conceptos: “Estos términos se asociaron durante el proyecto civilizatorio de la modernidad occidental, en la conquista y el coloniaje, con el objeto de someter ideológicamente las diversas culturas amerindias. Desde esta perspectiva, la verdadera cultura, la verdadera civilización, era la europea, ilustrada y enciclopédica. El ‘otro’, el amerindio, era considerado inferior”. Desde esta mirada –agrega–, la violencia se puso al servicio de la cultura dominante, que sometió y negó el “ethos” del amerindio al imponer una cultura castradora, lineal y positivista como única manera de ser. Gómez Santibáñez señala que si quiere revertirse esta situación para generar una cultura de paz, es necesario construir una nueva episteme, un nuevo modelo de cientificidad que incluya como conocimientos válidos las capacidades y saberes que surgen de la intersubjetividad. “El modelo ilustrado nos enseñó la lógica de ‘Pienso, luego existo’. Pero nuestros pueblos pobres, de la periferia violentada e invisibilizada, nos enseñaron la lógica de la inteligencia emocional: ‘Siento, luego existo’; nos mostraron que no solo somos razón, sino también corazón, sentimientos”, explica. “La cultura de paz es una construcción, un proyecto, una caminata a largo plazo. Si la paz que construimos no está concebida dentro del desarrollo económico, social y cultural, no será posible”, asevera el especialista, al tiempo que destaca la educación y la religión como elementos centrales para el cambio. En este sentido, agrega que deben construirse nuevos paradigmas educativos y religiosos que contemplen los hábitos y los valores de la no violencia, la tolerancia, la democracia, la solidaridad y la justicia. “En un mundo fragmentado, intolerante y desequilibrado, es necesaria la superación del fundamentalismo intolerante para poner fin a las guerras; especialmente, las que se libran en nombre de Dios. A lo largo de la historia humana, se han justificado en su nombre invasiones, genocidios, dictaduras, torturas y acciones tendientes a ejercer dominio y poder. Esto debe ser modificado”, concluye. Sobre cómo actuar de cara a un nuevo paradigma, considera: “Ante el urgente clamor de los pueblos de construir ‘otro mundo posible’, donde quepan todos y todas, se vuelve necesario dialogar entre las religiones para buscar el entendimiento, expresar las diferencias y reflexionar en forma colectiva. El diálogo interreligioso es buscar al otro ser humano, hacer realidad el sueño de sentarse al lado del que es distinto, que piensa diferente, pero que busca el bien de todos”.

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IV Congreso IberoamerICano de Cultura

la asoCIaCIón que presIde pablo medIna partICIpa de “el Congreso de las nIÑas y los nIÑos”, en mar del plata

un paseo por la nube

La librería original surgió como un emprendimiento conjunto de Medina y las escritoras Marta Dujovne y Marcela Silberberg. Posteriormente, quedó a cargo del “alma pater” del lugar. Con perseverancia, La Nube fue llenándose de libros, materiales didácticos y objetos. De un catálogo de más de 70.000 volúmenes, se destacan 800 versiones del famoso cuento infantil Pinocho, más de 300 ediciones de Alicia en el País de las Maravillas y numerosas copias del Popol Vuh, una recopilación de leyendas mayas. En los estantes, también hay lugar para las aventuras de personajes populares, como Pedro Urdemale, el Ratón Pérez o el Tío Conejo. Además, hay libros que recopilan la historia del carnaval, el circo, el títere, el candombe y la murga.

EL CATÁLOGO DEL LUGAR REÚNE MÁS DE 70.000 VOLÚMENES; 800 DE ELLOS SON SOLO VERSIONES DE PINOCHO, Y OTROS 300, DISTINTAS EDICIONES DE ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS. EMPLAZADA EN EL BARRIO PORTEÑO DE COLEGIALES, UNA ASOCIACIÓN CIVIL SIN FINES DE LUCRO ATESORA LA CULTURA DE LA INFANCIA. PABLO MEDINA, SU ARTÍFICE, EXPLICA EL SENTIDO DE ESTE EMPRENDIMIENTO –QUE ORGANIZA ACTIVIDADES PARA CHICOS DURANTE EL IV CONGRESO IBEROAMERICANO DE CULTURA– Y SEÑALA LOS CAMINOS POR ANDAR.

Un mural colorido genera curiosidad entre chicos y grandes, e invita a ingresar al universo de la Asociación Civil La Nube, un lugar repleto de libros, juguetes de todos los tiempos y mucha magia. Al traspasar la puerta, los cuentos, las leyendas y los mitos que tiñen el ambiente transportan al visitante a la niñez. Pablo Medina es el anfitrión y promotor de este espacio, “un referente sobre la historia de la infancia en la Argentina”. Investigadores del mundo entero llegan a este lugar, ubicado en el barrio de Colegiales, para indagar sobre diversos aspectos de la cultura popular. Además, muchas familias lo visitan a diario para participar de las distintas actividades que allí se desarrollan. La Nube nació en 1975 como librería y, en la década de 1980, se convirtió progresivamente en lo que es hoy: un espacio experimental, a la vez biblioteca y centro documental de la infancia. Por eso, recorrerla es adentrarse en una ruta de relatos coloridos, pero también, acercarse a la hoja de vida de su ideólogo, a parte de la historia del país y, fundamentalmente, a un fragmento de la cul-

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tura argentina poco explorado: el de la infancia y la niñez. Medina es un maestro rural correntino, especializado en pedagogía, que, por orígenes y vocación, se acercó tempranamente a la cultura popular y se interesó por la cultura de la infancia, a la que define como “todo lo que expresa la vida del mundo infantil y las vivencias de los niños”. “Siempre tuve una fuerte intuición, un olfato especial para eso”, explica. Movido por la vocación y el compromiso, años atrás, cuando conoció una comunidad toba del Chaco, supo que solo comprendiendo en profundidad las vivencias humanas pueden generarse cambios culturales sustanciales. Su instinto, sumado al conocimiento adquirido en la práctica, lo llevó a resguardar materiales sobre la niñez y las celebraciones populares durante la última dictadura, y, más adelante, a recorrer “librerías de viejo” para encontrar tesoros infantiles. Estos textos fueron el puntapié de un espacio que, en Latinoamérica, solo tiene réplicas en Colombia y Venezuela.

Las voces de Niní Marshall y de Narciso Ibáñez Menta también fueron atesoradas allí: la actriz dedicó a los chicos un monólogo de su famoso personaje Catita, mientras que el actor fue el primero que grabó el cuento “Pedro y el lobo”. “Esto es La Nube: un centro donde se ha preservado lo que se produjo para los niños a lo largo de más de cien años. Hay materiales desde 1880 en adelante, entre ellos, los primeros escritos para chicos de la Argentina, de dos mujeres brillantes: Eduarda Mansilla de García y Ada María Elflein. Creo que es necesario estudiarlas”, invita Medina, para quien la investigación de la infancia, en sus diferentes manifestaciones, debe ser contemplada en las políticas de Estado. “Perón dijo alguna vez: ‘Los países que olvidan a los niños renuncian a su porvenir’. La infancia es protagonista, por eso, no se puede renunciar a ella. Las culturas son construcciones complejas en la que cada parte es fundamental, y ninguna puede ser dejada de lado. Por eso, es central que esta de-

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mocracia vuelva sobre sí misma y mire a los niños y a los jóvenes”, explica. Desde esta concepción de la cultura, en La Nube, además de leer, se puede jugar y aprender sobre la infancia y las culturas latinoamericanas. En la sala central, funciona El club del libro, un ámbito de lectura delimitado por la inmensa biblioteca, donde también hay juguetes de diversos tamaños, colores y épocas. En la planta alta, hay un pequeño teatro que ofrece obras para toda la familia y una sala de medios audiovisuales, donde funciona Radio Iupi, “un espacio abierto para que los chicos puedan jugar a la radio, experimentar con las voces, los sonidos, la lite-

nes de estudio, sino de pensar la educación como parte fundamental de la formación ciudadana y de la constitución de las personas. “Es necesario que los chicos puedan hacer una lectura simbólica, decodificar textos simples, construir razonamientos, para luego ingresar al mundo de la tecnología”, sostiene Medina, para luego añadir: “Las políticas públicas deben darle vida al libro, porque la lectura se construye a través de los lazos sociales, con amor y con afecto”. A pesar de ciertas críticas, Medina ve con buenos ojos el presente latinoamericano y apuesta a un futuro promisorio en la región. “Creo en la capacidad transformadora de América Latina. Es la gran re-

un Congreso para los chicos Para integrar a las niñas y los niños a través de distintas expresiones culturales y artísticas, durante la cuarta edición del Congreso Iberoamericano de Cultura, se organiza, por primera vez, una serie de actividades especialmente dedicadas a la infancia. Así, la Secretaría de Cultura de la Nación, a través de su programa Cultura e Infancia, presenta un Juego de la Oca gigante que invita a los más chicos a aprender sobre sus derechos de manera lúdica. Además, un Plenario propone debatir sobre el tema y generar ideas, que serán recogidas por los ministros de Cultura de la región. Y un grupo de emprendedores se reúnen para reflexionar sobre la función social y cultural de los juguetes. En la misma línea, Uruguay aporta la muestra itinerante “La igualdad no es un juego”, resultado del concurso de afiches sobre juego, juguetes y género que organizó el Ministerio de Educación y Cultura de ese país para dar cuenta de que los juguetes no son meros entretenimientos, sino que intervienen en la construcción de las identidades y las relaciones de género.

ratura y la imaginación”, comenta Medina. Pensadas para docentes y alumnos, se ofrecen visitas guiadas sobre la lectura y el libro, los juegos o la radio, coordinadas por especialistas. A veces, es La Nube la que visita escuelas y organizaciones para promover la lectura. Y los talleres de historia de la literatura infantil convocan, en especial, a los padres.

serva. Pero no solo de materia prima, sino también de capacidad, intelecto, afecto, amor y de una mirada diferente del mundo”, argumenta. “Nosotros podemos decir, como dijo Neruda, ‘se llevaron el oro, y nos dejaron la palabra’, porque la palabra es eterna y el oro es efímero. Ahora vienen los tiempos de las Américas”.

En el contexto de un mundo cada vez más computarizado, la organización propone volver a lo esencial, a los vínculos humanos. “Celebro los libros virtuales, pero quiero advertir que nos sobran chicos que están todo el día con la computadora y nos faltan románticos, filósofos, gente que se tire a pescar y sienta una sensación de placer al asociarse con la naturaleza. Faltan personas que inventen la vida diariamente”.

En esta línea, el IV Congreso Iberoamericano de Cultura abre una instancia fundamental para debatir sobre políticas culturales tendientes a impulsar el desarrollo de los países de la región. Por primera vez, en un espacio de estas características, la infancia será protagonista. Allí, La Nube expondrá los juguetes tradicionales de América Latina, como el trompo, el balero o el yo-yo; exhibirá libros de mitos y leyendas de la región, como la historia del Popol Vuh, y las aventuras del Zorro o el Tío Coyote, entre otros personajes populares.

En este marco, la enseñanza es esencial: “La educación debe fomentar la participación, la solidaridad, el conocimiento de las leyes y de la Constitución, y la puesta en práctica de los derechos”. Para Medina, no se trata de cambiar los pla-

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“Distribuida a lo largo de América, hay toda una literatura profunda que debe ser rescatada, al igual que la cultura de la infancia”, concluye Medina.

Los chicos podrán participar de talleres de narración oral, plástica y música, organizados por la Municipalidad de General Pueyrredón, que también lleva adelante muestras de dibujos de las escuelas locales, espectáculos musicales e intervenciones en el espacio público. Otro espacio de esparcimiento y aprendizaje es el que abre la señal infantil de televisión pública Pakapaka, para jugar, explorar, divertirse y conocer el espíritu del canal. “Cultura de la Infancia en Iberoamérica” es el nombre de la actividad de la Asociación Civil La Nube, que revisa los “hitos” de la producción cultural para niños, a través de juguetes, música y libros de la región. La iniciativa incluye una exhibición de trompos de todas las épocas, textos sobre leyendas populares y música infantil interpretada por reconocidos artistas de la región. Durante el Congreso, estas actividades tienen entrada libre y gratuita, y se desarrollan de 10 a 17 en el Salón Colón del Gran Hotel Provincial de Mar del Plata (Av. Peralta Ramos 2502).

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pensamIento

entreVIsta Con el exCanCIller jorge taIana

“Hay un desplazamiento del poder de los países desarrollados a los países emergentes” TAIANA REFLEXIONA SOBRE LOS DESAFÍOS QUE PLANTEA PARA LATINOAMÉRICA LA CRISIS EN LOS PAÍSES CENTRALES Y AFIRMA QUE EL CAMINO PARA PARARSE EN EL NUEVO MAPA MUNDIAL ES LA INTEGRACIÓN CON LOS PAÍSES VECINOS. OBSERVA EL SURGIMIENTO DE CHINA COMO UNA POSIBILIDAD Y ASEGURA QUE, EN LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, SE DEFINE EL PAPEL DE LA ARGENTINA EN EL ESCENARIO INTERNACIONAL.

jorge taIana LICENCIADO EN SOCIOLOGÍA (FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS, UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES). CURSÓ LA MAESTRÍA EN CIENCIAS SOCIALES, EN LA FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES (FLACSO). FUE MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, COMERCIO INTERNACIONAL Y CULTO DE LA ARGENTINA (2005-2010). ES MIEMBRO DE LA CORRIENTE NACIONAL DE LA MILITANCIA.

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–en estos últimos años, la región creció, la pobreza bajó y hubo estabilidad política. ¿Cuáles son los próximos retos? –En Sudamérica, el desafío central es avanzar en la integración aprovechando las condiciones internacionales favorables que hemos tenido en los últimos años y utilizándolas para modificar las estructuras internas. Hay que integrarse por varias razones. Una es que el mundo que empezamos a vivir, y que vamos a seguir viviendo, es un mundo en transición: existe una fenomenal revolución tecnológica que está afectando la forma en la que se organizan la actividad productiva, las economías, el vínculo entre las personas y los Estados, y las relaciones de poder. Hay un desplazamiento del poder o del protagonismo económico de los países desarrollados tradicionales a los países emergentes. Es un proceso abierto, complejo, que va a continuar, porque no está resuelto. Estados Unidos sigue teniendo más del 20 % del producto bruto mundial –y Europa otro tanto– y acumula el mayor porcentaje de patentes producidas en el mundo. Pero lo cierto es que hoy ni Estados Unidos ni Europa tienen la capacidad de imponer el orden económico como años atrás. Esa es la razón por la que se pasó del G8 al G20. Es el reconocimiento de que el actual es un mundo más multipolar en lo económico y, paulatinamente, también en lo político. En lo militar es, quizá, donde hay menos modificación del unipolarismo. El presupuesto de Defensa de Estados Unidos es más grande que el de la suma de todos los demás países. Esto produce inestabilidad, cierto nivel de incertidumbre y fricciones. Esos cambios en las relaciones de poder no son gratuitos ni inocentes; tienen costos, porque hay sectores que se favorecen y otros que se perjudican. Es completamente imprescindible jugar en este mundo, pero el que actúa en solitario está perdido, esa es la conclusión.

lismo y defiende el derecho internacional: por principios y en defensa propia. Si no rige el derecho, rige la fuerza, la ley del más fuerte. Y nosotros, claro está, no somos los más fuertes.

¿Por qué a la Argentina le interesa el mundo? Por cuestiones de principios, queremos que todo el mundo sea feliz, viva en paz y pueda prosperar; pero, además, para que a Latinoamérica le vaya bien, necesitamos un mundo que tenga ciertas reglas y que esas reglas no resulten en su contra, que es lo que sucede. Por eso, la Argentina apuesta al multilatera-

–el mercosur y la unasur son dos experiencias distintas de integración: una más institucional y la otra más basada en la diplomacia presidencial. ¿Cuál considera el mejor camino? –Los dos. Soy muy “mercosurista”, porque creo que lo que tenemos de institucionalmente duro está en ese bloque. Hay, por ejemplo, “jubilados del Merco-

–respecto del mercosur, que es la principal apuesta de la argentina por la integración, ¿en qué se avanzó de 2003 a la fecha? –Al Mercosur le ocurrieron dos cosas importantes: se pasó de una visión comercialista a una visión global de la integración, con más trabajo en las cadenas productivas, y en políticas sociales y culturales. Además, el Mercosur superó la crisis profunda, primero de Brasil, y después de Argentina y Uruguay en 2001-2002. El Mercosur es un proyecto de integración entre países en desarrollo. La referencia es la Unión Europea (UE), que es un buen modelo, pero Brasil y Argentina no son ni Alemania ni Francia. Tenemos muchísimos problemas y altos niveles de desigualdad en términos sociales. Cuando hablamos de asimetrías, en la UE, se resolvieron a través de los Fondos Estructurales, mientras que nosotros, a veces, tenemos más asimetrías internas que en relación con los países vecinos. Hace algunos años, contamos con un fondo de 100 millones de dólares por año, llamado Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), que se puso en marcha durante la presidencia de Néstor Kirchner y se implementó luego con Cristina. No parece mucho dinero, pero, en diez años, suman 1000 millones. De esos 100 millones, Brasil aporta 70 y la Argentina, 25; y se reparten al revés: más de 70 millones se destinan a los países chicos. Lo importante es el reconocimiento institucional de que existen las asimetrías y que hay una política para hacerles frente. En síntesis, el Mercosur modificó su perspectiva y superó la crisis, lo que no es menor.

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sur”: parece algo menor, pero significa que los regímenes previsionales de estos cuatro países han sido capaces de integrar un sistema gracias al cual alguien que trabajó veinticuatro años en Argentina, dos en Uruguay, dos en Brasil y cuatro en Paraguay puede jubilarse vía Paraguay. El Mercosur ha sido muy exitoso en la coordinación de políticas y de reuniones de ministros, en el área de agricultura, educación y legislación laboral. Nos falta avanzar en lo macroeconómico, que es lo más difícil. La Unasur es otra cosa. Se ocupa de lo que hacía el Mercosur ampliado, sin marco político. Primero, da una referencia y una representación en común hacia el exterior; segundo, abre un espacio de diálogo para los líderes. Pero no sólo hay diplomacia presidencial; se está avanzando en ciertos temas de importancia: uno es el Consejo de Defensa Suramericano, que es muy significativo para un país como la Argentina, que tiene parte de su territorio nacional ocupado por una potencia extranjera. También son muy relevantes otras prioridades que había advertido Néstor, como avanzar en los temas de la energía y en las finanzas. Es decir, el Mercosur y la Unasur no son procesos contradictorios, son totalmente complementarios. El Mercosur tiene mayor solidez: hacer un código aduanero común es un asunto complejo. Son trabajos muy arduos, y expandirlos al resto de la región va a demandar mucho tiempo. Ahora, en paralelo, la representación política que tiene lugar en la Unasur es un impulso enorme al avance del proceso. –observando los gobiernos de izquierda surgidos en la región luego de la experiencia neoliberal, ¿cree que hay una política exterior “de izquierda” o, en cambio, hay continuidad? –No me gusta la caracterización de “izquierda”; en algunos aspectos, es un poco engañosa. Strauss Kahn es un hombre de izquierda que conducía el Fondo Monetario Internacional. Prefiero el concepto de nacional-popular, o la idea de sectores que defienden una mayor autonomía frente a los sectores concentrados del poder. En todos los países, siempre hay continuidades y transformaciones. Que algo empiece antes no quiere decir que no tenga algo o mucho de nuevo. Un hecho interesante –y aquí, justamente, el tema de la izquierda no ayuda–ocurrió en 2003, cuando México y Chile se opusieron en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a la invasión de Irak. En Chile, gobernaba la Concertación, que es mirada como un ejemplo de moderación; y en México, gobernaba Fox, la derecha liberal. Hay condiciones objetivas que tienden a fortalecer la autonomía de los países de la región, que pueden aprovecharse más o menos. Eso es lo que muestra ese nuevo espacio. Lo sucedido respecto del ALCA fue un poco más complicado, porque, finalmente, éramos cinco los países unidos en el rechazo –el Mercosur y Venezuela–, contra veintinueve que estaban a favor de la situación.

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Ahora, la posición del Mercosur se fundaba en sólidas razones de interés nacional, no era una definición ideológica. A países productores de alimentos, como los del Mercosur, la asociación comercial con Estados Unidos –que es el mayor productor de alimentos del mundo y un gran productor industrial– significaba una pérdida por todos lados. –¿qué grado de coordinación de la política exterior hay entre los países de latinoamérica? –Hay un cierto esfuerzo de coordinación y de representación de los intereses de la región. Pero se trata de un proceso largo, complejo y contradictorio, en el que hay intereses distintos y no se coincide en todo. Por ejemplo, internacionalmente, la Argentina tiene una política de promoción de los derechos humanos que es más decidida que la de otros países de la región. En las negociaciones comerciales, también ha habido diferencias: los gobiernos más nacionalpopulares tuvieron una actitud crítica hacia el proceso de negociación en la Organización Mundial de Comercio (OMC), mientras que otros gobiernos estaban entusiasmados con la posibilidad de bajar los aranceles industriales. Volviendo a la Cumbre de Mar del Plata, donde se debatió el ALCA, en un momento, Bush se paró y dijo: “No entiendo qué estamos discutiendo tanto cuando acá de lo que se trata es de ver cómo nos ponemos de acuerdo entre nosotros para defendernos de China y de India”. Nosotros no veíamos a China ni a India como enemigos. Ahora, si uno mira quiénes estuvieron a favor del acuerdo y quiénes no, salvo excepciones, verá que los países que no tienen posibilidad de complementación con China e India – Centroamérica, el Caribe y México–, estaban a favor del ALCA. Porque, además, buena parte de las cosas que ellos venden, básicamente maquila, las hacen los chinos. Tienen una relación distinta; por eso, las inversiones de China se producen en la Argentina y en Brasil. –¿Hay algún riesgo de dependencia en la nueva relación con China? –Más que riesgo, conviene plantearlo en términos de desafío. El reto –que puede ser aprovechado o no– es ver qué tipo de relación logramos tener con una potencia económica emergente como China. Nuestra historia, nuestra idiosincrasia, nuestra posición geográfica y nuestra dotación de recursos nos permiten un grado de autonomía de cierta importancia frente a las potencias extranjeras. Estamos ubicados en el mismo hemisferio que Estados Unidos y, sin embargo, hemos tenido una relación de bastante autonomía a lo largo de nuestra historia. Además, China se considera a sí misma una nación en desarrollo. Cuando uno habla con su dirigencia, ellos insisten en que son un país pobre. O sea, se colocan del lado de los países en desarrollo y muestran una vocación de respeto por las características de los otros países y de no injerencia en los asuntos internos. Eso algo muy tradicional:

desde 1949, cuando Mao tomó el poder, su posición fue esa, incluso dentro de la Tercera Internacional. El conflicto con la Unión Soviética tuvo que ver en parte con eso. Personalmente, creo que la relación de Argentina y China es promisoria, porque tenemos complementación, y para China somos un país interesante. En esa relación, tenemos que definir cuáles son nuestras metas. Objetivamente, hoy el vínculo nos favorece de manera extraordinaria porque ha permitido que, en los últimos diez años, y por varios años más, exista un nivel de precios de los productos alimenticios que es una ventaja comparativa fantástica para la Argentina. Ahora, aprovechar esto es un problema nuestro. Por eso –y ahora mando un mensaje político–, las elecciones de octubre son tan importantes. El tema de cómo concebimos el modelo argentino en su relación con el mundo y el grado de integración en esta nueva realidad van a definirse en los próximos años, no mucho después. O volvemos, como plantean varios sectores de la oposición, a un modelo primario exportador (1880-1930), que tiene buenos elementos, pero, a la vez, muestra limitaciones, tales como una enorme dependencia de los precios externos y una incapacidad para dar trabajo de calidad a todos los argentinos, y revertir así la desigualdad y la exclusión; o avanzamos para consolidar un modelo distinto. La ventana de oportunidad es ahora, después va a ser tarde.

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lIteratura

moVImIentos y nombres propIos que esCrIbIeron amérICa latIna

El XX fue un siglo pródigo en manifestaciones culturales transgresoras que unieron en alto grado su crítica a las formas estéticas vigentes con el ataque a la organización del mundo que las amparaba. Luego, dos grandes movimientos de transformaciones colectivas se dieron durante el siglo en la narrativa de Occidente: el Nouveau roman francés y el llamado boom de la literatura latinoamericana, que animaron principalmente el mexicano Carlos Fuentes, el colombiano Gabriel García Márquez, el peruano Mario Vargas Llosa, el chileno José Donoso y nuestro Julio Cortázar. Fuera de las semejanzas y las interferencias entre ambos movimientos, me parece interesante destacar cómo el último contribuyó a nuestra mayoría de edad, a la autonomía e independencia de la cultura y la literatura latinoamericanas. Cabe recordar que este camino venía siendo transitado desde mucho tiempo antes y que el fenómeno de los 60 no fue una creación ab ovo. Con esta particularidad: las grandes revoluciones literarias anteriores habían provenido del campo de la poesía, y esta, en cambio, se producía en la narrativa. En dicho campo, habíamos conocido diversas manifestaciones literarias cuya preocupación fundamental consistía en la atención privilegiada a los contextos geográficos, económicos, sociales, políticos. Ya fuese por lo descriptivo o por lo testimonial, de denuncia y compromiso, el carácter instrumental que conferían al discurso literario era evidente. Para esos comportamientos literarios, el lenguaje y los elementos interiores de la construcción narrativa debían adaptarse a los “contenidos”, volverse transparentes, en suma, para dejar pasar mejor “la fuerza del mensaje”.

rupturas y transformaciones en la literatura latinoamericana LA HISTORIA DE UNA LITERATURA, O UNA LITERATURA CON HISTORIA: LOS ESPECIALISTAS MARIO GOLOBOFF Y ROBERTO FERRO ACEPTAN LA INVITACIÓN DE NUESTRA CULTURA PARA REFLEXIONAR SOBRE EL DEVENIR DE LAS LETRAS LATINOAMERICANAS. ENTRE ACIERTOS Y DIFERENCIAS, LA PREGUNTA POR LA ESPECIFICIDAD DE LA PRODUCCIÓN DE ESTAS TIERRAS ES, PARA LOS AUTORES, EL PUNTO DE PARTIDA, QUE CONVERGE EN UNA TRAMA DE INTEGRACIÓN REGIONAL CON PIE EN EL BOOM DE LOS AÑOS 60 Y VA POR MÁS.

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La novela de la revolución mexicana, las narraciones naturalistas, indianistas e indigenistas (tanto aquellas de acento romántico como las de carácter más social), las narraciones del campo, de la selva, del río o de la mina, y aún las de la ciudad revelaban generalmente esta marcada tendencia. Era lógico, por otra parte, que así sucediera porque era lo que venía pasando con toda la literatura contemporánea y tal vez con todo proceso de formación de una literatura, y que se diera más acentuadamente con una como la nuestra, cuyos orígenes se nutren en la historia de un modo tan estrecho. En esa marcha, la realidad social y política, no hay duda, sufrió las presiones positivas de la literatura. Esta, por su parte, las presiones de los acontecimientos y las de concepciones ideológicas de su misma utilidad. Pero un largo trabajo de textualización termina trascendiendo las concepciones, las presiones que quieren presidirlo. Quizás porque su propia actividad lo exige más intensamente, fueron los poetas y la poesía los primeros que comenzaron a interrogarse por el carácter y el sentido de tales relaciones. El trabajo voluntario y sistemático sobre el signo para “poner en evidencia su lado palpable” (Roman Jakobson) se inicia, entonces, en nuestros países, con el Modernismo, la primera gran ruptura de “todos los cristales de una época del idioma español para que entrara en su ámbito el aire del mundo” (Pablo Neruda). Y esta tarea se consolida con la revolución de las “vanguardias”, las primeras en cuestionar el carácter representativo de la obra de arte, en lugar

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del puramente imaginativo y creativo. Y, por lo tanto, las primeras en romper, en la obra y en la concepción de la obra, con el objeto reproducido, con la realidad recreada, con la cosa cantada. Traídas de la mano del expresionismo alemán, del imaginismo inglés, de la nueva poesía eslava, del futurismo italiano, del cubismo hispano-francés, del dadaísmo y el surrealismo franceses, del ultraísmo español, irrumpieron sobre un terreno vastamente preparado por el Modernismo, y confluyeron aquí en el creacionismo chileno de Vicente Huidobro, en el ultraísmo porteño, en el estridentismo mexicano y en otros movimientos de las vanguardias cubana, colombiana, brasileña, a los que se sumaron aportes individuales como el del peruano y mestizo César Vallejo. Así, los cuestionamientos que la narrativa latinoamericana formuló de sus propios elementos constructivos han hecho posibles su conocimiento y su prestigio actual. La puesta en tela de juicio de un lenguaje heredado para hacer de él uno autónomo (batalla que libró Jorge Luis Borges desde su juventud, así como también, con otras perspectivas, el no menos valioso José Lezama Lima); la discusión implícita del carácter de “autor” que supone la delicada y profunda literatura escrita por mujeres como María Luisa Bombal, Armonía Somers, Clarice Lispector; la problematización del narrador omnipresente y omnisciente, y del punto de vista y el procedimiento narrativo, en las obras de Juan Carlos Onetti o de Manuel Puig; la revalorización de la función del personaje, en las de Juan Rulfo o José María Arguedas; el ensanchamiento enorme de los confines anecdóticos, fantásticos, en João Guimarães Rosa, en Julio Cortázar, en Silvina Ocampo, en Felisberto Hernández, en Juan José Arreola o en José Donoso; la provocación a los contenidos cristalizados de la historia, en la obra de un Gabriel García Márquez o un Augusto Roa Bastos, exhiben la elaboración costosa de una literatura que, ante todo, es expuesta como actividad, trabajo consciente sobre el significante, sobre la escritura misma. Son, creo, precisamente esas rupturas y esos méritos que hoy se reconocen universalmente a nuestra literatura y a nuestros escritores los que nos llevan a pensar que aquella remoción y recreación de lenguajes y de formas que se realizó desde finales del XIX y comienzos del XX están en el origen de todos los cambios. Aun cuando lo que permanezca en la mira sea un mundo de realidades y de valores concretos, exteriores. Y más, todavía, en una época en la que los discursos son, de manera creciente, uniformizados, manipulados, maleados por el poder mediático para hacer de ellos voces anodinas, insignificantes, dóciles. La literatura, en suma, recuperaría un campo propio, el que es y constituye su especificidad, el terreno del que no debe alejarse por querer decir, declamar, enunciar, denotar a todo precio. Lejos, pues, de una renuncia de los escritores a tener por horizonte el corazón de los seres humanos, la exploración de nuevos espacios del lenguaje y de lo imaginario confiere a nuestra producción actual un lugar de pareja utilidad y altura en medio de otras disciplinas y discursos sociales. por mario goloboff Escritor, poeta, novelista, ensayista. Docente universitario.

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Roberto Ferro Escritor y crítico literario.

un oscuro deseo de remate artístico Este texto no es una tentativa de armar una elegante lista de nombres de escritores y de obras, con el objeto de dar un panorama sobre un sector determinado del hacer literario. Me centraré en el significado que procuro atribuirle a la cláusula “literatura latinoamericana actual”, para luego establecer las modalidades en las que los autores y textos que participan de ese conjunto se vinculan con un espacio más amplio: la literatura institucionalizada y regida por las reglas de intercambio impuestas por la globalización. En esta aproximación a la literatura latinoamericana, me inclino por privilegiar aquellos autores y textos portadores de una fuerte carga de entropía, es decir, los que, por sus significaciones, conmueven estereotipos y provocan la suspensión de las ratificaciones constituidas por los modos privilegiados de producción de sentido. La literatura latinoamericana tuvo momentos de expansión y brillo que, al irradiarse de los lugares de origen a diversos países, nos entregó la certeza de que, en el terreno literario, se había alcanzado un viejo ideal: la integración latinoamericana. Esas certezas que, en mayor esplendor, se sitúan alrededor de los años 60, cuando convergen fenómenos que difícilmente pueden pensarse separados: la revolución cubana y el boom. Lo que en términos amplios y no restrictivos llamamos integración latinoamericana desde la literatura debe tender a la cuestión de que es un entramado de literaturas nacionales que, si se observa detenidamente, se proponen reflexiones y anhelos similares. Por otra parte, la idea misma de integración implica un alto grado de voluntarismo, que pasa indudablemente por lo económico y lo político. El asunto, entonces, es cómo formular ese voluntarismo en un espacio de la complejidad del literario, es decir, cómo superar el “deber ser”. Entonces, quienes creemos en la especificidad de la literatura latinoamericana, más allá de compartir el deseo, exponemos que hay momentos particularmente nítidos en los que pueden detectarse concordancias y correlaciones: la emergencia de las vanguardias literarias latinoamericanas, la puesta en cuestión del realismo entre los años 30 y 50, el boom en los 60, y también, en torno del tercer milenio, la atención vuelve a estar centrada en escritores y textos de la región. En la literatura latinoamericana actual, es innegable la supervivencia de algunos proyectos que recogen tradiciones arraigadas más allá de la explosión del boom, por ejemplo y ciñendo a nombres, en la narrativa, Macedonio, Borges, Lezama, Onetti, Carpentier, Rulfo siguen siendo actuales. Roberto Bolaño, Ricardo Piglia, Fernando Vallejo, Horacio Castellanos Moya, Jorge Volpi, por nombrar algunos de los escritores latinoamericanos que mayor repercusión crítica tienen, reconocen de una u otra forma su filiación con tradiciones anteriores que siguen operando en la actualidad. Es posible plantear que el espacio literario que va constituyéndose a partir de las reglas de circulación de bienes, discursos y textos dentro de la lógica de la globalización está configurado por una doble economía de legitimaciones. La primera de esas dinámicas sitúa al escritor y a su obra en la tradición en la que se filia su escritura, desde las marcas que exhibe para confirmar o perturbar el legado o los legados que reescribe y/o trastorna. La otra dinámica es la vinculada con la expansión, más allá de los bordes ciertamente inestables de esa tradición, a un escenario abierto, un espacio literario globalizado, en el que las modalidades de reconocimiento están en íntima relación con la inscripción primera del texto y del autor en una literatura que le ha servido de marco y referencia. El camino más sinuoso y complejo elegido me llevó a trazar esta aproximación crítica a la literatura latinoamericana actual pensándola como un corpus rigurosamente datado y diferenciado por una localización determinada –algo más que una lista–, que se configura como una entidad autónoma, atravesada de tradiciones y linajes.

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artes VIsuales

Carlos jaCanamIjoy: perCepCIones de Color

“soy una intersección entre culturas, y desde ahí llamo al diálogo” ARTISTA INDÍGENA, HIJO DEL CHAMÁN DE LA COMUNIDAD INGA DEL PUTUMAYO, EL COLOMBIANO CARLOS JACANAMIJOY DESAGREGA LA BATUCADA DE COLORES DE SU PINTURA Y LA SÍNTESIS DE VALORES Y TRADICIONES QUE LA ATRAVIESAN, PARA PENSAR EL PORVENIR DEL ARTE LATINOAMERICANO ACTUAL.

Despertares (2005), 150 cm x 170 cm.

Carlos jaCanamIjoy NACIÓ EN 1964 EN LA AMAZONÍA COLOMBIANA, DONDE PERMANECIÓ HASTA 1982, CUANDO SE TRASLADÓ A BOGOTÁ PARA ESTUDIAR BELLAS ARTES EN LA UNIVERSIDAD DE LA SABANA, Y LUEGO, ARTES PLÁSTICAS EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA, Y FILOSOFÍA Y LETRAS EN LA UNIVERSIDAD DE LA SALLE. EN 1995, HIZO SU PRIMERA EXPOSICIÓN IMPORTANTE, “IMAGEN REGIONAL”, PARA LA MUESTRA “ARTISTAS DE LAS PERIFERIAS DEL MUNDO ARTÍSTICO COLOMBIANO”. DESDE ENTONCES, SU OBRA RECORRIÓ GALERÍAS Y MUSEOS DE COLOMBIA, EUROPA, ESTADOS UNIDOS Y ASIA, DONDE, EN 1999, PRESENTÓ “CAMINOS DE AGUA” EN EL PALACIO DEL PUEBLO DE LOS TRABAJADORES DE BEIJING, CHINA. ACTUALMENTE, VIVE Y TRABAJA EN NUEVA YORK.

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–¿Cómo comenzó a familiarizarse con la pintura? –Siempre me ha gustado la pintura. Mis primeros recuerdos son de cuando tenía cuatro o cinco años; en ellos, me veo mientras realizo un retrato de mi papá sentado cerca del fogón, en la cocina, después de una comida. Ya en el bachillerato, las clases me parecían aburridas y hoy me doy cuenta de que logré terminar la escuela gracias a que sabía dibujar. Dibujaba en todas las materias, con lo que hacía más llevadero mi aburrimiento. A los trece años, y aunque tuviera exámenes jartos (‘aburridos’) al día siguiente, trasnochaba pintando en sábanas viejas o sacos de harina que me regalaba mi abuela. Luego comencé a pintar en bastidores hechos por mi abuelo, que era carpintero. Mi primera experiencia con la historia de la pintura fue tener la posibilidad de leer la biografía de Da Vinci y de Miguel Ángel Buonarroti en el contexto en el que crecí, donde nadie conocía a esos señores. Al terminar la escuela, ingresé a estudiar Artes Plásticas en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, carrera que terminé por pura inercia y como algo natural. En este momento de mi vida, y con una mirada retrospectiva a

mi vocación y terquedad de pintor, llegué a entender los valores de un oficio que jamás imaginé que podría brindarme tanto. –¿Cómo se desarrolló en el mundo de las artes plásticas? –En mis primeras pinturas, pensaba que quería hacer algo que fuera creativo y original. Tan pronto terminé la vida universitaria, me sentí muy desprotegido y a la deriva. Creo que fue el momento en el cual tuve que asumir muy en serio y francamente mi vida de artista y no abandonar nunca la idea de taller que siempre estuvo en mi cabeza. En ese período, me fueron de gran utilidad los semestres en los que incursioné en la filosofía, mientras cursaba la carrera en Artes. Así que decidí que mi primer objeto de estudio iba a ser yo mismo, y encontré de forma inesperada cosas que decir desde la visión de mi propia existencia. Descubrí de una manera muy tangible mi realidad y mi historia. –¿Cuál es el universo que recorre su trabajo? ¿desde dónde pinta?

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Árbol rojo (2004), 150 cm x 170 cm.

Corona de flores y plumas (2004), 150 cm x 170 cm.

Dibujo de biología (2007), 169 cm x 200 cm.

Memoria (2004), 150 cm x 170 cm.

–El universo simbólico que atraviesa mi obra parte de mí mismo, de las visiones propias de mi cultura sobre la vida y el cosmos, sobre los mitos y la historia de hoy y de ayer frente al presente. Soy una intersección entre culturas, y es desde ahí que me interesa hacer un llamado al diálogo, que debe ser aceptado por las culturas hegemónicas de las consideradas otras culturas, sobre todo, aquellas denominadas minoritarias y perdedoras, a las que siempre se las ha mirado con el rabito del ojo. Cuando indago en las fuentes de mi pintura, que son mis propias fuentes, encuentro muchos valores; algunos, intactos y otros, en supervivencia o en vías de extinción. Un ejemplo de esta idea es cómo no solo algunas especies animales y vegetales se están extinguiendo, sino también los seres humanos. En Colombia, hay decenas de comunidades indígenas en vías de extinción, por las que, en teoría, está luchando la sociedad actual para protegerlas. Se trata no solo de la extinción de las personas en cuanto seres físicos, sino de los valores simbólicos de estas culturas, de la

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visión que han tenido por milenios sobre la conservación del planeta y la vida, cuyo valor es universal. –¿qué significado adquiere el uso del color en sus obras? –Quiero impactar con el color en la retina del espectador. El primer espectador soy yo, y el color, al tiempo que me comunica, me sirve para expresar las percepciones frente a la naturaleza, no solo la naturaleza exterior, sino la interior. Aun las veces que he pintado en blanco y negro, en grises, o en un dibujo con lápiz, los veo en color, es algo así como la experiencia que tuvimos cuando se veía la fotografía, la televisión o el cine en blanco y negro. Cuando pinto, no pienso en la teoría del color, sino en las experiencias y sensaciones personales y humanas sobre el color. –¿Cuál es su mirada respecto del actual proceso de integración latinoamericana? –Creo que no deberíamos ver el sueño de Bolívar como un imposible; la unión hace la fuerza y la inte-

gración suena bastante atractiva. Lo que pasa con los pueblos no es igual a lo que pasa con los gobernantes. Pienso que los gobiernos deberían buscar mayor integración para la lucha sin fronteras contra el hambre de Latinoamérica. El proceso de Lula es un ejemplo bonito de esto. –¿qué lugar ocupa hoy el arte de la región y cuál es su papel en la relación de latinoamérica con el mundo? –El arte ha ido mejorando con los años, no a consecuencia del papel desempeñado por el primer mundo al respecto, sino de la labor cumplida por el arte latinoamericano. En la actualidad, los ojos del mundo están expectantes del acontecer de este arte, y se han desplazado físicamente desde el primer mundo hacia aquí por el nuevo interés que despierta este continente. El primer mundo ha entendido el diálogo y el debate propuesto por Latinoamérica. No puede olvidarse que las culturas hegemónicas han visto como parias muchas culturas; pero ahora han comprendido qué se estaban perdiendo con esa visión.

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lengua y lIteratura

de Cómo el espaÑol nos Habla. opIna el esCrItor pablo de santIs

el adÑ de la identidad cultural SI BIEN EL IDIOMA ES LA MÁS PODEROSA HERRAMIENTA DE COMUNICACIÓN, TAMBIÉN FORJA LA MATERIA PRIMA QUE CREA Y DA CONTENIDO A LA REALIDAD Y LA CULTURA. ¿CÓMO ES HABLAR E IMAGINAR EN EL ESPAÑOL ACTUAL? ¿QUÉ PESO TIENEN HOY EN EL MUNDO HISPANO LAS MARCAS REGIONALES, Y LOS GIROS Y MODISMOS COMO EL LUNFARDO? ¿LA LENGUA SE CONSTRUYE O ELLA CONSTRUYE AL HABLANTE?

Es sabida la historia de la Torre de Babel: un grupo de hombres se propuso construir una torre tan alta que su cúspide rozara “el cielo” y les permitiera estar cerca de Dios. También quisieron habitarla, para, así, evitar su dispersión por la Tierra. Dice la creencia que una pena divina puso fin a tal empresa, confundiendo sus lenguas. Sin poder comunicarse entre sí, los hombres se esparcieron por el mundo hablando sus, ahora, diferentes idiomas. Lo cierto es que la diversidad lingüística, lejos de entenderse como castigo, es un hecho cultural que ha determinado el desarrollo y la evolución del hombre. La lengua, por naturaleza, no es estática, sino algo vivo, dinámico, en uso, en permanente cambio. Y la experiencia de las nuevas generaciones, entre otras cosas, también va moldeando y enriqueciendo el idioma. Ejemplos de ello son los acortamientos, las combinaciones de cifras y letras, y el uso de símbolos en los mensajes de textos que se envían a través de teléfonos celulares, o en los correos electrónicos y los chats. Históricamente, la Real Academia Española ha sido la institución autorizada para imponer las normas lingüísticas en el mundo hispánico. Democratización mediante, hoy los ajustes de significados, las incorporaciones de nuevas voces y las revisiones gramaticales se deciden colectivamente, a través de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en la que están representadas las veintidós academias de los países de habla hispana. Y es que hoy solo el 10 % del total de los hispanohablantes vive en la península ibérica. El 90 % restante son americanos. Por ello, las academias de letras de los países latinoamericanos −que, en las últimas ediciones de los diccionarios académicos, han cobrado protagonismo al imponer americanismos− son una parte central en el proceso de creación de la realidad y la cultura de cada lugar. “La lengua condiciona y limita el pensamiento, la imaginación y el desarrollo social y cultural. Ampliar y flexibilizar el lenguaje para lograr que nombre las nuevas realidades sociales resulta fundamental”, afirma la catalana Eulàlia Lledó, doctora en Filología Románica que, además, se dedica a la investigación del sexismo y el androcentrismo en la lengua. Sobre este tema, Pedro Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras, explica: “Todavía la Real Academia tiende a dar su uso como modelo; ya no lo es más porque de diez hablantes, nueve son hispanoamericanos. No podemos seguir con la vieja idea de cómo se dice algo en España. Estamos en una posición policéntrica”.

pablo de santIs NACIÓ EN BUENOS AIRES, EN 1963. AUTOR, ENTRE OTRAS PUBLICACIONES, DE LAS NOVELAS LA TRADUCCIÓN (1997), FILOSOFÍA Y LETRAS (1998) Y EL ENIGMA DE PARÍS (2007); DE LOS TEXTOS DE LITERATURA INFANTOJUVENIL DESDE EL OJO DEL PEZ (1989) Y EL ÚLTIMO ESPÍA (1993); Y DE LOS GUIONES DE EL OTRO LADO, EL VISITANTE Y BAJAMAR, LA COSTA DEL SILENCIO. SU ÚLTIMO LIBRO ES LOS ANTICUARIOS (2010).

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Si bien la cuestión ortográfica es la que menos distingue nacionalidades o usos locales, la disputa por los regionalismos es eterna. ¿La revaloración del habla local tiene que ver con el mayor compromiso cultural de cada lugar? ¿Cuál es la posición que adopta la literatura para expresar una realidad? Nuestra Cultura habló con el escritor y guionista Pablo De Santis, reconocido autor de libros destinados al público adolescente, en los que es clave el uso de formas de expresión cotidianas. –en la literatura latinoamericana, ¿existe un compromiso relacionado con el uso de términos propios de cada región? –Creo que es tan equivocado el destierro de los términos de cada región como la instalación deliberada de su uso. Evitar ser argentino es una falsedad; obstinarse en

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ser argentino (como advirtió Borges en “El escritor argentino y la tradición”) es otra. Lo importante es encontrar una lengua natural, pero lo natural nunca es del todo espontáneo, requiere un enorme trabajo. Cuanto más fluida es la lectura, más llena de inconvenientes ha estado la escritura. La presencia de lo nacional en una lengua no está decidido tanto por el léxico como por el tono: hay un tono argentino en Bomarzo, de Manuel Mujica Láinez, aunque la acción transcurra en Italia, en tiempos lejanos y el léxico argentino esté completamente ausente. Además, podemos decir que hay un modo de usar el lunfardo que es muy argentino, pero hay también un modo de evitar el lunfardo no menos auténtico y argentino; ya que todos nos definimos tanto por las afinidades como por las aversiones. –si bien, en las últimas ediciones de los diccionarios de la asociación de academias de la lengua española, se agregan cada vez más marcas diatópicas (modos de hablar de cada región), ¿considera que la normativa actual es policéntrica? ¿estos cambios lingüísticos atentan contra las formas de expresión de cada lugar o, por el contrario, las flexibilizan y amplían? –La incorporación de términos americanos en los diccionarios académicos es algo positivo y está relacionado con un cambio de paradigma: España ha dejado de sentirse como la dueña del español “verdadero”; ya no hay un español puro, una idea platónica del castellano del que nuestras distintas entonaciones son desvíos o traiciones. Y creo que, en esto, ha tenido mucha importancia el rol de la literatura hispanoamericana en el siglo XX, con Borges, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Onetti, Cortázar, Carpentier, Rulfo y tantos otros. Lo que me parece un poco absurdo de la Academia Española es la continua necesidad de modernización: la grafía castellana para expresiones inglesas (por ejemplo: “güisqui”, adaptación gráfica de whisky) o las últimas disposiciones para los acentos (“guion”, por ser monosílabo, no debe llevar tilde, según la última edición de la Ortografía de la Lengua Española, publicada en 2010). Yo prefiero seguir escribiendo como me enseñaron en la escuela primaria. Porque también eso es escribir: estar en comunicación directa con el propio pasado. –¿diría que la sociedad está más interesada en la defensa del idioma español y en su correcto uso? –A partir del cambio tecnológico de los últimos quince años, hubo una defensa del español muy interesante, que se vio cuando la letra ñ fue amenazada por las exigencias de un teclado “global” para la computadora. Y lejos de desaparecer, la ñ, letra deslucida, n con problema de identidad, patito feo de las letras, se convirtió en emblema del español. –en su labor de escritor, ¿qué importancia le otorga a la lengua viva, en uso? ¿le preocupa atenerse a las normas lingüísticas? –La literatura argentina en general presta mucha más atención a los tonos del habla que otras literaturas. Vemos mal que una lengua suene demasiado literaria. Evitamos las palabras rebuscadas, no solo en los diálogos, sino en la narración misma. Sentimos vergüenza de la literatura, y buscamos que las cosas suenen como dichas por alguien de noche, en la oscuridad. Creo que en esto los escritores argentinos somos más conflictivos que los de otras partes de América. Siempre tratamos de disimular que somos intelectuales. Por supuesto, a veces, uno pasa por alto algunas normas lingüísticas. Por ejemplo, sé que se debe decir: “Estoy seguro de que...”; pero me parece más natural que un personaje diga: “Estoy seguro que...”. –¿las palabras crean y condicionan la realidad? ¿Cuán importante es para la cultura de cada país nombrar la propia cosmovisión? –Hay un verbo que me gusta mucho en español: esperar. En otros idiomas, están bien definidas las dos acepciones de nuestro esperar, con palabras distintas: así to wait y to hope en inglés, o espérer y attendre en francés. Pero nosotros esperamos tener esperanza y esperamos algo concreto con la misma palabra. Eso indica que cuando esperamos el tren, no solo esperamos físicamente que venga, sino que tenemos la esperanza de que aparezca. Esto es: estamos en el andén, pero no sabemos a ciencia cierta si va a venir el tren. Tal vez llegue a las 22.17, como está anunciado, tal vez llegue tarde, tal vez no aparezca nunca. Vivimos en un universo de cosas que salen mal, un universo latinoamericano lleno de imprecisiones y desvíos, y el verbo esperar describe muy bien nuestra situación en el mundo.

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"lo Importante es enContrar una lengua natural, pero lo natural nunCa es del todo espontáneo, requIere un enorme trabajo".

“percanta que me amuraste”… En la Argentina, un claro ejemplo de cómo expandir los modos de nombrar expresivamente el entorno ha sido el lunfardo. Términos “lunfardescos”, y de origen itálico, como laburar (‘trabajar’), biaba (‘paliza’), fiaca (‘pereza’), yuta (‘policía’); o de origen español, gil (‘tonto’), chorear (‘robar’) o pirar (‘volverse loco’) son solo algunos casos de este tipo de habla que, muchas veces, ha sido asociado con la jerga delictiva. Lejos de serlo, tampoco se lo puede considerar un idioma, ni siquiera un dialecto. “Las palabras que lo componen son esencialmente verbos, sustantivos y adjetivos. De manera tal que carece de pronombres, preposiciones, conjunciones y, prácticamente, de adverbios. Por eso, no es posible hablar en lunfardo, sino, a lo sumo, hablar con el lunfardo”, explica Oscar Conde, autor de Lunfardo. Un estudio sobre el habla popular de los argentinos. Este tipo de expresiones han sido inmortalizadas, sobre todo, en letras de tango o en obras de grandes escritores, como Roberto Arlt: “Rajá, turrito, rajá”, dice el farmacéutico de Los siete locos. Ocurre que los términos del lunfardo, además de coexistir con todos los tipos de palabras ya fijadas en la gramática del español, son formas de hablar que no se enseñan ni en la escuela ni en los libros, pero que el hablante incorpora de modo natural, ya que el idioma no es solo un conjunto de reglas lingüísticas que deben respetarse de manera fiel, sino también sensaciones, usos, imágenes y giros expresivos que exceden los límites de las normas que contempla el diccionario. No hay duda de que aquella forma de hablar, el español latinoamericano, el rioplatense, las palabras características de cada región son componentes vitales de las expresiones, de la idiosincrasia y de la cosmovisión de una sociedad: forman parte de la identidad lingüística y cultural de todos los argentinos. Incluso Jorge Luis Borges, uno de los mayores detractores del lunfardo, no pudo dejar de recurrir a algunos de sus términos a la hora de escribir: “El madrejón desnudo ya sin una sé de agua / y la luna atorrando por el frío del alba / y el campo muerto de hambre, pobre como una araña”.

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exposICIones

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el salón nacional de artes Visuales, un siglo de luces En 1907, la Comisión Nacional de Bellas Artes aprobó un proyecto para crear un Salón Nacional, que pudo concretarse en 1911, con la apertura del Salón Anual de Pintura, Escultura, Arquitectura y Arte Decorativo en el edificio del Pabellón Argentino, ubicado en la actual Plaza San Martín. En el contexto del Centenario del país, la inauguración de un certamen de estas características formaba parte de una constelación de iniciativas orientadas a fortalecer la identidad nacional mediante el impulso de su comunidad artística. Desde entonces, se sucedieron de manera ininterrumpida cien ediciones del hoy denominado Salón Nacional de Artes Visuales, y con ellas, la voluntad original de impulsar el desarrollo de un campo artístico profesional en la Argentina se transformó en una política de Estado sólida y permanente. A lo largo de los años, y a través de todas las variaciones sufridas en virtud de los diversos contextos políticos, culturales y artísticos, el acervo patrimonial que ha generado, los artistas que ha consagrado, las discusiones que ha promovido no hacen sino evidenciar que el Salón Nacional configura un capítulo esencial en la historia del arte argentino. La selección de fotos de obras premiadas que ilustran estas páginas corrobora esta aserción. Si, por un lado, la trayectoria del certamen es fiel expresión del movimiento de nuestro arte, su carácter dinámico, su fuerza instituyente a la hora de establecer cánones estéticos y prefigurar rupturas poéticas es uno de sus rasgos definitivos.

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El prestigio histórico de un programa público de acción cultural jamás puede eximirse de refrendar su valor y su eficacia en su contexto actual de aplicación. Para la Secretaría de Cultura de la Nación y el Palais de Glace, organizadores del certamen, es un orgullo constatar que, en los últimos diez años, el Salón Nacional de Artes Visuales ha contado con una participación anual promedio de más de dos mil artistas de los más diversos puntos del país. La vigencia de un programa federal de amplio alcance, con una organización democrática y transparente que promueve las artes visuales en la Argentina: esto es, fundamentalmente, lo que hay que celebrar. por oscar smoje director del palais de glace.

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1 Lino Enea

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Spilimbergo, Retrato, óleo, 100 cm x 70 cm. Primer Premio del Premio Comisión Nacional de Cultura. XXVI Salón Anual de Artes Plásticas 1936.

2 Marcos López, Criollitas, 1996, fotografía color pintada a mano, 100 cm x 150 cm. Gran Premio Adquisición del Salón Nacional de Artes Visuales 2010. 3 Juan Carlos Castagnino, Tango, óleo, 150 cm x 107 cm. Gran Premio de Honor "Ministerio de Educación y Justicia" del XLV Salón Nacional de Artes Plásticas 1956.

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4 Carlos Gorriarena, Pin-panpunk, acrílico, 200 cm x 200 cm.Gran Premio de Honor del LXXV Salón Nacional de Artes Plásticas 1986. 5 Aída Carvallo, Autorretrato con narices, aguafuerte y aguatinta, 50 cm x 65 cm. Premio de Honor Ministerio de Educación y Justicia del LIII Salón Nacional de Artes Plásticas 1964.

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6 Alfredo Gramajo Gutiérrez, Velorio de un angelito, óleo, 80 cm x 100 cm. Gran Premio de Honor "Ministerio de Educación" del XLIV Salón Nacional de Artes Plásticas 1954. 7 Afiche XXXVII Salón Nacional de Artes Pláticas.

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pantalla Cultural

relatos desde las proVInCIas

los sonidos de santiago del estero LA MÚSICA REÚNE A LOS SANTIAGUEÑOS: TRADICIONES ANCESTRALES Y PROPUESTAS QUE INTEGRAN INNOVACIONES TECNOLÓGICAS RESUENAN EN LAS ENERGÍAS CULTURALES DE LOS HABITANTES DE LA PROVINCIA. EN ESTA NOTA, DOS PROYECTOS MOTORIZADOS POR JÓVENES Y UN RECORRIDO POR LA MARCHA DE LOS BOMBOS.

El arte es el camino elegido por la juventud santiagueña para narrar sus experiencias. Es el caso de los integrantes del Colectivo Pri con Pri, un grupo de artistas plásticos liderados por Enzo Palavecino, Luciano Rojas Lucas y Marcos Espíndola, que experimentan nuevas formas de crear. En ámbitos variados, como recitales o fiestas, la apuesta es improvisar y combinar manifestaciones. Para sus producciones individuales y colectivas, utilizan gigantografía, animación, videoarte y pintura digital en vivo, entre otras técnicas. A esta ecléctica movida, suman secuenciadores, sintetizadores, theremin, lápices sonoros, guitarras eléctricas y bajos. Invid, otro proyecto musical joven, genera patrones rítmicos a partir de sonidos sampleados, es decir, programados por computadora. Influenciados por The Beatles, Radiohead, Björk, Pj Harvey, Portishead y Massive Attack, sus miembros incorporan elementos del rock, del swing y del trip-hop. Las voces, guitarras, bajos y bases programadas por Cecilia Ramírez Hrouzek, Marcelo Ramírez Hrouzek, Lorena Jozami y Pablo Coronel logran sonidos novedosos que, sumados a sus propias creaciones, mixturan elementos tecnológicos y grandes músicos de todos los tiempos.

la marCHa de los bombos: símbolo de resIstenCIa Cultural El mes de julio es uno de los más especiales y festivos en la capital de Santiago del Estero. El pasado 25, específicamente, la “madre de las ciudades” –nombre que recibe por haber sido el lugar desde donde partieron las expediciones fundacionales de siete provincias argentinas– cumplió 458 años. Entre homenajes y festejos, sobresale una expresión cultural de singulares características: la Marcha de los Bombos, una caminata por Avenida Belgrano, antigua acequia construida por los jesuitas, que viaja por la ciudad de sur a norte.

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A medida que avanza la caravana, los habitantes del pueblo van encolumnándose, cada cual con su bombo, para sumarse en un mismo sentimiento de significaciones compartidas. Además de caminar, hacen altos con el fin de bailar, cantar y homenajear a distintas personalidades que, con su quehacer, dejaron una impronta en la cultura local. La adhesión espontánea del pueblo distingue a la Marcha de los Bombos: los santiagueños salen a las calles a mezclarse con sus amigos y vecinos, unidos por el latido del bombo. Para explicarlo en palabras de Pierre Bourdieu, en este evento, participa “un conjunto colectivamente orquestado, sin ser producto de la acción organizadora de un director de orquesta”. El sonido del bombo es parte de la cultura de los habitantes de la provincia. En su extensa geografía, este antiguo instrumento era utilizado para “anunciar” acontecimientos y celebraciones. “Cuando hay que comunicar la fiesta o la rebelión, el bombo es el compañero que en la tribuna ya llegó”, dice Peteco Carabajal en la chacarera “El indio Froilán”. La Marcha de los Bombos tiene su raíz en tres personas: Tere Castronuovo; Eduardo Mizoguchi, músico experto en percusión, y Froilán González, el artesano que da nombre a la obra de Carabajal, dueño de un extenso patio de tierra. Justamente, allí concluye la marcha, y comienza la fiesta en todo su esplendor. Se trata de rescatar las antiguas raíces del negro y del indio que, junto con el español, habitaron las tierras santiagueñas. Así, los orígenes de América emergen en la Marcha de los Bombos, una construcción colectiva que el pueblo tomó para sí. “La Marcha de los Bombos es la manifestación exterior de una resistencia de siglos. Los bombos constituyen señales de que las culturas aborígenes no han muerto: viven bajo el inconsciente colectivo de nuestro pueblo”, expresa el escritor y periodista Julio Carreras.

texto proporcionado por la subsecretaría de Cultura de santiago del estero.

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mendoza, un oasis cultural TIERRA DE PROLÍFEROS ARTISTAS, LA PROVINCIA CUENTA CON UNA INTENSA ACTIVIDAD CULTURAL QUE SE EXTIENDE POR TODO EL TERRITORIO. LA RIQUEZA DE SUS CULTURAS POPULARES Y ORIGINARIAS AÑADE PROPUESTAS Y ATRACTIVOS. En un paisaje signado por el desierto, las arenas y la soledad, se levantan refugios llenos de energía, producto del hombre y su esfuerzo. En este caso, fruto de los huarpes, quienes trabajaron las arterias por las que el agua, y con ella, la vida, comenzó a circular. Luego, los mendocinos y mendocinas plantaron las raíces de aquellos árboles que hoy adornan la ciudad, al tiempo que los inmigrantes adoptaron la provincia como propia y trabajaron su tierra. El paisaje cambió, los verdes inundaron la vista y, de esa forma, floreció la semilla que los antepasados mendocinos habían sembrado. La cultura se desarrolló y se diversificó en una explosión de manifestaciones que abarcan todas las artes y estilos. Cuna de referentes que han trascendido las fronteras provinciales y nacionales, como Joaquín Lavado (más conocido como Quino, el “padre” de Mafalda), Carlos Alonso y Antonio Di Benedetto; y tierra de movimientos como el Nuevo Cancionero, con Armando Tejada Gómez, Oscar Mathus, Mercedes Sosa y Tito Francia a la cabeza, Mendoza se proyecta al mundo con una vasta y atractiva cultura. Desde la Fiesta Nacional de la Vendimia –celebración única por su majestuosidad y extensa tradición–, pasando por eventos como la Semana Federal, el ciclo Americanto y la Feria del Libro del Cuyum, y los festivales Música Clásica y Tango por los Caminos del Vino, la actividad de la provincia dura todo el año. A estos grandes espectáculos se suman otros eventos cargados de simbolismos folklóricos que se desarrollan en todo el territorio, así como también antiguas fiestas populares que se recrean en lo profundo del desierto mendocino.

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espaCIos para enContrarse Con la Cultura

cas y otras contemporáneas que delinean un panorama cultural singular.

En el Gran Mendoza –donde se concentra la mayor cantidad de población–, proliferan salas destinadas a la cultura. Importantes espacios estatales, como el Museo de Bellas Artes “Emiliano Guiñazú”-Casa de Fader; el Espacio Contemporáneo de Arte (ECA); el Teatro Independencia; el Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas “Juan Cornelio Moyano”, y el Archivo General de la Provincia, albergan obras de consagrados artistas y heterogéneas propuestas de jóvenes promesas.

El misterio del desierto lavallino también ofrece a los visitantes conocer la cultura rural y popular en “Aroma a historia y algarrobas“, una experiencia que se desarrolla en La Asunción y Reserva Provincial Telteca (Altos Limpios). El recorrido se inicia con una caminata por el pueblo de La Asunción, guiada entre sus capillas, museo, cementerios y emprendimientos culturales. También puede visitarse una exposición de artesanías autóctonas, y disfrutar la teatralización de historias del lugar o del canto y la danza tradicionales. Además, puede participarse de talleres culturales de elaboración de sopaipillas, trenzado en cuero, tejido al telar e hilado de lana, y juegos lúdicos.

Además de los centros culturales oficiales, en los últimos años, ha crecido y se ha diversificado la presencia de espacios independientes que ayudan a cobijar el ascendente movimiento artístico de las artes visuales mendocinas, en el que se destaca la juventud. Es el caso de Proyecto Autopoiesis y Casa Serú (Sitio para el Arte), por nombrar algunas de las iniciativas más consolidadas de su tipo. Tanto desde la formación académica universitaria como desde el aprendizaje autodidacta y grupal en diversos centros culturales, en Mendoza, el teatro se conforma por diversos grupos y elencos. La Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo incluye esta disciplina en su oferta de grado. Paralelamente, surgen elencos en centros culturales, salas y otros ámbitos no convencionales, como uniones vecinales, ONG y espacios abiertos en barriadas y sectores populares. El teatro comunitario y aquel con fines de inclusión social proliferan en todo el territorio provincial, y conforman, así, un movimiento diverso.

FIestas populares El departamento de Lavalle, ubicado a 35 km de la Ciudad de Mendoza, donde el desierto es el paisaje predominante, es cuna de importantes festejos populares relacionados con su rica e intensa historia. Allí se conjugan costumbres de los originarios pobladores huarpes y sus descendientes con tradiciones hispáni-

una aVentura CIentíFICa en el sur En la propuesta cultural mendocina no está ausente lo científico. En este punto, se destaca el Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger, donde los visitantes pueden recorrer algunos sectores de la instalación astronómica. Emplazado en el sureño departamento de Malargüe, el observatorio se convierte en uno de los polos científicos más importantes del país y de Sudamérica. A este atractivo se incorpora el Planetario Malargüe, que consta de cuatro edificios, a través de los cuales se accede a una experiencia vinculada con la astronomía y el conocimiento del cosmos. La cultura en Mendoza se percibe vibrante, en constante desarrollo y cambio. La actividad cultural en la región es heterogénea, rica y sostenida, a la vez que guarda potenciales y nuevos destellos. Los hacedores culturales vinculados a las artes tradicionales generan, constantemente, nuevas expresiones; experimentan, incursionan en movimientos y aportan, así, visiones novedosas y renovadoras.

texto proporcionado por la secretaría de Cultura de mendoza.

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artes VIsuales

y ardió tucumán

una nueVa InVestIgaCIón, al alCanCe de todos

EN EL PISO, SE EXHIBEN LOS CARTELES QUE DENUNCIABAN LA INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO LOCAL Y SU VINCULACIÓN CON LAS EMPRESAS AZUCARERAS. ESTOS AFICHES ERAN PISADOS POR QUIENES ACCEDÍAN A LA MUESTRA EN EL LOCAL DE LA CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO DE LOS ARGENTINOS EN ROSARIO.

A TREINTA AÑOS DE “TUCUMÁN ARDE”, ANA LONGONI Y MARIANO MESTMAN, DOCENTES E INVESTIGADORES DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, REALIZARON UN EXHAUSTIVO Y CUIDADOSO RELEVO DE LOS DOCUMENTOS EXISTENTES ACERCA DE UNA ÉPOCA CON MÚLTIPLES ESPACIOS DE PRODUCCIÓN Y RUPTURA, EN LA QUE LA VANGUARDIA ARTÍSTICA ESTABLECIÓ CAMBIANTES RELACIONES DE ARTICULACIÓN Y CONFLICTO CON LA POLÍTICA DEL MOMENTO. EL ARCHIVO DE IMÁGENES, QUE HASTA AHORA ESTABA EN MANOS PRIVADAS, Y LA INVESTIGACIÓN SE PUBLICARON CON EL APOYO DEL GRUPO DE ARTE CALLEJERO-GAC, Y LUEGO EL MATERIAL FUE DONADO AL ARCHIVO NACIONAL DE LA MEMORIA. EN ESTAS PÁGINAS, ALGUNAS DE LAS IMÁGENES QUE REFLEJAN ESTA EXPERIENCIA ARTÍSTICOPOLÍTICA Y UN TEXTO DE LOS INVESTIGADORES.

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PINTADA, A MODO DE PUBLICIDAD, QUE ANUNCIABA LA ACTIVIDAD Y GENERABA INCÓGNITA ENTRE LOS ESPECTADORES. ESTOS DISPOSITIVOS, JUNTO CON VOLANTEADAS Y AFICHES, FUERON ALGUNOS DE LOS MECANISMOS DE COMUNICACIÓN DESPLEGADOS.

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“tucumán arde” y el itinerario del 68

VISTA DEL ACCESO A LA “PRIMERA BIENAL DE ARTE DE VANGUARDIA”.

MEDIANTE AFICHES, SE HACÍAN PÚBLICAS LAS RELACIONES ENTRE EMPRESAS Y SE VISIBILIZABA A LOS RESPONSABLES DE ESAS POLÍTICAS. LOS GRÁFICOS ERAN COMPARADOS CON OTROS MATERIALES QUE HACÍAN FOCO EN LA MORTALIDAD INFANTIL Y EL ANALFABETISMO, ENTRE OTRAS DENUNCIAS.

En la Argentina, durante el año 1968, un grupo de artistas de vanguardia porteños y rosarinos protagonizó una serie de acciones que puso en escena la ruptura con las instituciones artísticas y las formas establecidas de hacer arte. Al postular que sus realizaciones fueran contribuciones efectivas al proceso revolucionario, estos plásticos redefinieron los modos hasta entonces conocidos de articular arte y política. Vinculados a sectores del sindicalismo combativo, emprendieron un proyecto que visibilizó los terribles efectos económicos de la política del Estado sobre la provincia de Tucumán, asolada por los cierres de las compañías azucareras. El proyecto culminó en la obra de contrainformación “Tucumán Arde”, que se exhibió, también bajo el título “Primera Bienal de Arte de Vanguardia”, por primera vez el 3 de noviembre de 1968 en el local de la Confederación General del Trabajo de los Argentinos en la ciudad de Rosario. Allí los artistas expusieron fotografías, diapositivas y cortometrajes que revelaban la crítica situación tucumana, mientras que por los parlantes se escuchaban grabaciones de testimonios de trabajadores. También se mostraba información relacionada con los cierres de los ingenios. La segunda exhibición, planificada para Buenos Aires, fue clausurada por presiones militares. “Tucumán Arde” puede definirse como la insólita experiencia radical de un grupo de artistas que rompieron los límites de la institución para abrazar las luchas revolucionarias de la nueva izquierda, por una vía distinta a la de los realismos socialistas o miserabilistas. Se trató de un verdadero dispositivo experimental, resultado de usos tácticos de la cultura y la comunicación de masas, que quiso anudar prácticas de vanguardia política, artística, sociológica y cinematográfica, en un proyecto que enfatizaba el proceso de producción y la complejidad del dispositivo de difusión y lectura.

ana longoni y mariano mestman Del Di Tella a Tucumán Arde (2000).

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Dos cabezas (1986-1987), óleo sobre tela, 100 cm x 100 cm.

declarado por unesco en la Ix Cumbre de presidentes y jefes de estado, la Habana, diciembre de 1999.

“guayasamín, pintor de Iberoamérica”

nuestros artIstas

el artIsta, por pablo neruda* “Guayasamín emprendió en su obra el Juicio Final que les pedíamos a los solitarios del Renacimiento. Pocos pintores de nuestra América tan poderosos como este ecuatoriano intransferible; tiene el toque de la fuerza; es un anfitrión de raíces; da cita a la tempestad, a la violencia, a la inexactitud, y todo ello, a vista y paciencia de nuestros ojos, se transforma en luz. (…) Es uno de los últimos cruzados del imaginismo; su corazón es nutricio y figurativo; está lleno de criaturas, de dolores terrestres, de personas agobiadas, de torturas y de signos. Es un creador del hombre más espacioso; de las figuras de la vida; de la imaginación histórica. Pensemos antes de entrar en su pintura porque no nos será fácil volver”.

*Palabras del poeta al inaugurar una exposición del artista quiteño en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile (junio de 1969).

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oswaldo guayasamín (quito, 1919-1999) Pintor y escultor ecuatoriano. Entre las muchas distinciones recibidas, en 1952, obtuvo el Gran Premio de la Bienal de España y, años después, el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo. Su producción fue fructífera en cuadros de caballete, murales, esculturas y monumentos. Realizó cerca de 180 exposiciones individuales en todas las capitales de América y en muchos países de Europa. Recibió numerosas condecoraciones oficiales y doctorados honoris causa de universidades de América y Europa.

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