CONTENIDOS, ÁREAS DE DESARROLLO, ÁMBITOS EDUCATIVOS y ACTIVIDADES SCOUTS. Los Contenidos Educativos son lo que los Scouts deben saber, deben saber hacer y cómo deben ser para conseguir nuestros objetivos. Representan el medio que debemos emplear los Scouters para plantearnos una actividad. Se clasifican en: •
Los Conceptos que el Educador Scout o Scouter facilita. Es decir, información valiosa que el niño/a o joven necesita para su normal desarrollo. Con otras palabras, “lo que deben saber”, la teoría que debe conocer e interiorizar. Ejemplos de conceptos pueden ser: saber reglamento de un deporte o saber las medidas de seguridad a la hora de hacer un fuego.
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Las Habilidades. Son destrezas a aprender y poner en práctica, “lo que los Scouts deben saber hacer”. El Scout las desarrollará en función de sus centros de interés y necesidades. Ejemplos de habilidades pueden ser: la práctica deportiva o la realización de un fuego en condiciones de seguridad.
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Las Actitudes. Son conductas observables que forman parte de los rasgos definitorios de la personalidad. Se construyen a partir de la interiorización de valores y normas que debemos ofrecer y hacer ver a los niños/as y jóvenes, los cuales quedan expresados en los Principios, Ley y Promesa Scout. En definitiva, “como deben ser”. Ejemplo de actitudes son: respeto a los demás durante la práctica deportiva o interés por la conservación de la naturaleza.
No debemos confundir los contenidos con las Actividades Scouts. La actividad Scout es la situación concreta programada que, aplicando de la metodología de la sección educativa, nos permite el flujo de experiencias necesario para que los Scouts aprendan los conceptos, realicen las habilidades o interioricen los valores y normas necesarios para mostrar las actitudes. En resumidas cuentas, la actividad Scout permite a los Scouters trabajar los contenidos que han considerado necesarios para conseguir los objetivos, por lo que cada vez que se programa una actividad se deben constatar los contenidos que se van a trabajar con ella. La Actividad Scout permite a los niños, niñas y jóvenes trabajar hacia un fin común asumiendo variedad de papeles; los cuales, de una parte, se adaptan a las necesidades, aptitudes e intereses de cada individuo; y de otra, permite el mutuo apoyo y estimulación. La realización de las actividades en el marco de la técnica de proyectos, nuestro segundo elemento metodológico (aprender haciendo), fortalece esta idea. Las actividades se pueden considerar de tres tipos: 1. Actividades fijas: Son ideadas por los Scouters y con ellas se trabajan contenidos del programa previamente seleccionados por ellos. Tienen como finalidad mantener la cohesión y buen funcionamiento de la sección (asambleas de sección, ceremonias, etc.) 2. Actividades variables: Son también ideadas por los Scouters tomando como referentes los contenidos del programa y tiene como fin estimular nuevas experiencias (exploración, construcción, servicios a la comunidad, etc.) 3. Actividades en el marco de los proyectos (Educación por la acción): Son ideadas en el marco de los proyectos por los propios Scouts sobre la base de sus necesidades, inquietudes y progresión personal. Los Scouters deberán analizar, sobre la base del programa, que contenidos educativos se van a trabajar con ellas. En función de la sección educativa de la que estemos hablando tendrá mayor o menor peso cada tipo de actividad. Conforme ascendemos en edad el número de actividades fijas se irá reduciendo dando mayor peso a las actividades enmarcadas en los proyectos. Sea de un tipo u otro, las actividades Scouts son nuestra herramienta educativa, y nunca debe olvidarse que de deben caracterizar por ser otros atractivas, divertidas, novedosas, desafiantes, útiles, participativas, cooperativas, estimuladoras de la creatividad, facilitadoras de nuevas experiencias, etc.