Manual del educador de Lobatos
EL COMPROMISO PERSONAL: LA PROMESA DEL LOBATO La Promesa es una elección libre y personal del Lobato. Es un paso adelante dado por el niño y la niña de manera consciente en su medida. Es la forma en que decide comprometerse de manera personal para con su propio progreso, sus iguales y la mejora de su entorno inmediato.
También puede ser la forma en la que anuncia al resto de sus compañeros que se siente preparado para compartir sus vivencias con ellos en su nueva sección. Que ya se considera preparado para ingresar plenamente en la Manada, que está totalmente integrado. En estos casos (no siempre ha de coincidir) la entrada en la fase de participación y la promesa del Lobato van de la mano. Es en el Consejo de Roca donde el lobezno da a conocer su decisión personal de realizar la Promesa y será éste el que, en un ambiente solemne, aceptando su decisión, opina sobre el momento en que la llevará a cabo. Cabe extraordinariamente que el Consejo (como órgano) a la vista de circunstancias excepcionales aconseje retrasar este momento hasta tener una mejor conciencia de lo que está haciendo. Ello puede ser positivo para insistir en la importancia del paso personal que se está dando y no convertirlo en algo gratuito y sin importancia, pero debemos reforzar el carácter de compromiso PERSONAL que la Promesa tiene, dejando a cada Lobato la última palabra en este tema oído al Consejo. Debemos buscar prácticas educativas en las que el Consejo sea un espacio de participación y encuentro en positivo, nunca un restringido grupo o élite que haga diferencias de derechos entre los Lobatos.
El Lobato que ha dado a conocer su decisión de formular la Promesa, prepara con un Viejo Lobo todos los detalles de la misma, dando gran importancia a la presencia de su familia. Toda la Manada contribuirá a crear el marco adecuado para dicho acto, donde todos los aspectos simbólicos que lleva implícito la ceremonia de Promesa adquieren su verdadero significado.
El Lobato que formula su Promesa debe comprender que está haciendo algo importante no sólo para su vida sino también para la vida de los demás. La Promesa como acto individual facilita y mejora el desarrollo de los valores del Escultismo en el niño y a su vez le permite la transmisión de éstos a su entorno más cercano, familia, colegio, amigos, dado el carácter colectivo y social intrínsecos que conlleva el acto de la Promesa. La celebración de la Promesa tiene que estar rodeada, antes y durante, del marco adecuado para que el Lobato que la realiza reciba el verdadero sentido de la misma.
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