Lección: Historia Interconectada
Hace 10,000 años los pueblos indígenas viajaron por este hermoso lugar y cuidaron de la tierra que cuidaba de ellos. Las tribus Bay Miwok y Chupcan estaban entre ellos. Como cazadores- colectores, estas tribus dependían completamente de la tierra. Se movían con las estaciones del año recolectando bayas, piñones, bellotas y hierbas. Usaban palos para excavar y cosechar bulbos como jabonera.
El rico suelo, el clima templado y los ecosistemas variados proporcionaban lo suficiente y las tribus elegían cuidar de la tierra sin dañarla. Hasta 300,000 indígenas prosperaban en lo que hoy se conoce como California. Dependían en gran medida en los robledales para obtener comida y para hacer canastas, herramientas y trampas para peces. Estos robledales eran también muy importante para la vida silvestre.
Save Mount Diablo le da la bienvenida a los indígenas de estas tierras. Tenemos mucho que aprender de ellos en cómo cuidar nuestras tierras.
Durante nuestra excursión vimos muchos robles. En el otoño, los indígenas tiraban abajo las bellotas de los árboles y las recolectaban en grandes canastas. Algunas se almacenaban en graneros, con otras, hacían harina de bellota. Este proceso consumía mucho tiempo donde se pelaban las bellotas, el pulpo se machacaba con mortero y maja y después removían el amargo ácido tánico con agua en un proceso llamado lixiviación. La harina de bellota se cocinaba para hacer sopa, se horneaba como pan y era muy nutritiva.
La ardilla gris podría haberse sentido curiosa y a la vez celosa de ver tanta gente compitiendo por su comida favorita. Lo mismo con el pájaro carpintero.
A fines del siglo XVIII llegaron los colonos españoles, construyeron granjas y ranchos, cambiando así el paisaje. La población indígena disminuyó drásticamente mientras los extranjeros expulsaron a las tribus de sus tierras hacia las misiones, trajeron enfermedades, contaminaron los arroyos y talaron los bosques. Nuevas plantas como la mostaza, avena, los cardos reemplazaron los pastos nativos.
La tierra alrededor del pico Sagrado que los Ohlone llamaban Tuyshtak o “amanecer del tiempo” se convirtió en lo que hoy llamamos Monte Diablo.
En el invierno, cuando abundan las lluvias, los afluentes se llenan y alimentan las cabeceras del Arroyo Galindo. Aquí el Sr. Guiseppe Mangini decidió establecerse y fundar el Rancho de la Familia Mangini. Las laderas de la propiedad brillan verdes cuando los pastos brotan otra vez de las semillas del año pasado. Esto proporciona buen pasto para el ganado y es el momento perfecto para disfrutar de las flores silvestres. Busca milenrama y lupinoy la amapola California. Si te sientas en silencio por un rato podrías escuchar el chirrido de la ardilla de tierra mientras zigzaguea por el pasto. ¿Podría ser que el cuervo
común circulando por el cielo lo haya asustado? Un bosque de roble azul es un lugar perfecto para encontrar a “California Buttercup”. Ten cuidado con el roble venenoso que crece en muchos lugares, especialmente en la sombra cerca de los arroyos.
Cuando viajas por el arroyo, disfrutarás de la sombra del castaño de California y en las orillas húmedas verás especies como el helecho culantrillo. Una brisa fresca llevará el aroma de un laurel de California. Lechuga del minero abunda en los suelos arcillosos. Los suelos por los cual caminamos y damos, por hecho, son la base de la vida. Los suelos están formados por muchos microorganismos diminutos, incluyendo hongos. Los hongos son descomponedores que reciclan y descomponen los restos muertos para que nuevas plantas y vida puedan surgir.
Al otro lado, en lo alto del cielo azul, un cernícalo se cierne sobre la ladera del arbusto del coyote. ¿Podría estar enfocándose en una chirrionera rayada de Alameda? ¿O es más probable que su presa sea un insecto? De regreso, descenderemos a través de un raro bosque de olivo del desierto. Si tenemos tiempo y la temporada es adecuada, podemos plantar algodoncillo, ya sea aquí, en el sitio, de regreso, en la escuela o en casa.
Grandes o pequeños, TODOS somos importantes y estamos interconectados.
Necesitamos cuidarnos unos a otros desde el suelo, reforcemos nuestro parentesco con la naturaleza y comprometámonos a proteger a todos los seres vivos del planeta.