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Rizo-bacterias específicas para cogollos

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Nuevos descubrimientos sobre aroma

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Paraguay ya legalizó la marihuana

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Fotoreportaje: Dry Sift y Rosin








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Legaliza Chile: llamado al Congreso



Obituario
Sepé
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Rizo-bacterias específicas para cogollos
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Nuevos descubrimientos sobre aroma
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Paraguay ya legalizó la marihuana
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Fotoreportaje: Dry Sift y Rosin
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Legaliza Chile: llamado al Congreso
Sepé
El 13 de mayo falleció José “Pepe” Mujica Cordano. A punto de cumplir los 90 años el ex presidente uruguayo, el primero del mundo en regular la marihuana, dejó la vida tras aguantar un cáncer de esófago por un año. El presidente que vivía como su gente no estaba convencido de legalizar la cannabis. Pero lo hizo porque entendía su pueblo. Y no se arrepintió.
“Admiro a la naturaleza, admiro a la árboles. ¡Que sería del mundo sin los pajaritos! El campo es un conventillo el problema es captar las señales que la naturaleza nos da. Y eso me encanta”, explicó Pepe en una de las tantísimas recientes entrevistas en Uruguay. Pepe comenzó a labrar la tierra de niño en las afueras de Montevideo, en un área rural de la capital muy cerca del Río de la Plata.
Cuando salió de la cárcel de la dictadura en 1985, luego de 14 años de reclusión y tortura, retomó su pasión por la tierra. Y comenzó a cultivar flores ornamentales junto a su pareja de cuarenta años de vida, Lucía Topolansky. También las fertilizó, construyó varios invernaderos para albergarlas. Las cosechó. Y preparó los ramos para venderlos. Y también los cargó en un carrito tirado por una icónica motocicleta de baja cilindrada azul junto a Lucía. Fumando, siempre fumando sus cigarros armados.
Ambos cargaron aquellas flores durante décadas a las ferias vecinales de Montevideo para venderlas directamente hasta que el mercado de flores desapareció y Uruguay empezó a importar flores cuando no a usar las plásticas. También cosechó papas, boniatos, zapallos, maíz. Pepe se autodefinía de muchas maneras, pero en cuanto a su trabajo, se decía florista.
Mujica fue un panteísta, quien no conozca sus pensamientos sobre la naturaleza y esté interesado busque sus palabras sobre la naturaleza. Hombre de campo. Hombre de chacra. Hombre
de flores. Y hombre de militancia. En 1994 llegó al Congreso uruguayo en la misma moto con la que transportaba sus flores. Y con su estilo franco llegó a lo más lejos, no solo de Uruguay sino de América Latina. En Japón, los niños en la escuela estudian sus frases.
En abril de 2012, siendo presidente, sentó a algunos de sus ministros en la ofician de gobierno. Era hora de regular la marihuana dijo uno de sus más estrechos compinches, el entonces ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro. Y empezaron. Y aunque mucho lo criticamos en aquel entonces porque la ley era muy restrictiva, no deja de ser una de las pocas en el mundo. Y más de diez años después esa ley ha creado un mercado legal que llega a la mitad de la población. El debate que dio Pepe sirvió no solo para legalizar sino para normalizar el cannabis.
Pepe no estaba convencido de regular la marihuana. Dio vueltas. Dijo que si, que no, que veremos cómo. Hasta que la barra más joven y también célebres cannábicos como su amigo el antropólogo Daniel Vidart lo fueron ablandando. Porque Pepe sabía captar las señales de la naturaleza. Era fumador y sabía de flores. Como cualquier buen cannabicultor. Pepe nunca plantó cannabis. Pero al escuchar la naturaleza, dejó que su país lo haga. Porque lo importante es escuchar y para eso hay que saber prestar la oreja y darle la razón a la naturaleza. Gracias Pepe por mostrar que regular la marihuana no debe ser una utopía, sino una realidad.
Eric Turiansky
Una danza silenciosa, poderosa y microscópica ocurre en el microbioma del suelo. Donde un conjunto de bacterias, hongos, protozoos y actinobacterias conviven en la rizósfera influenciando salud, vigor y la expresión genética del cannabis. Las bacterias PGPR ocupan un rol estelar en el cultivo al incorporarse al microbioma del suelo, conviven en la rizósfera influenciando directamente la salud, el vigor y la expresión genética del cultivo. Mostramos las principales, cómo asociarlas y usarlas a favor de cogollos gigantes.
Las PGPR tienen un papel protagónico: ayudan a mantener el equilibrio microbiológico, potencian la descomposición de materia orgánica y refuerzan la nutrición.
Las PGPR, sigla en inglés de Plant Growth-Promoting Rhizobacteria, son bacterias que habitan la rizósfera (la zona del suelo que rodea las raíces) y que promueven el crecimiento vegetal de manera directa o indirecta. Estas bacterias no son patógenas ni invasivas. Por el contrario, establecen relaciones beneficiosas con la planta (simbiosis), mejorando su nutrición, su desarrollo y su resistencia a enfermedades.
Rizobacterias promotoras
Cuando se habla de microbiología de suelos se suele hacer foco principalmente en la nutrición, empezando por las micorrizas, siguiendo con los microorganismos fijadores de nitrógeno y solubilizadores de fósforo y entonces se les llamó biofertilizantes.
Vino la “Revolución Verde” y se pensó que con los fertilizantes de síntesis química se iba a resolver todo, la microbiología de suelos se volvió entonces un asunto puramente académico y de investigación. Pero hace unos años, impulsado particularmente por los problemas derivados del cambio climático, la erosión de los suelos y la disminución de la biodiversidad, se le volvió a prestar atención a la microbiología del suelo y entonces nos dimos cuenta que ejercían estas tres funciones: ayudar a la
nutrición, bioestimular a su hospedero y ayudarlo a defenderse.
De ahí surge el término que sigue evolucionando, dejó de llamarse únicamente biofertilizantes o biocontroladores y hoy les decimos rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal, PGPR por sus siglas en inglés.
Entonces en el universo subterráneo que sostiene a nuestras plantas de cannabis ocurre una danza silenciosa, poderosa y microscópica. Hablamos del microbioma del suelo, ese conjunto de bacterias, hongos, protozoos y actinobacterias que conviven en la rizósfera influenciando
directamente en la salud, el vigor y la expresión genética de nuestro cultivo. Entre estos aliados invisibles, las bacterias PGPR ocupan un rol estelar.
Bacterias PGPR
Su hábitat son los poros del suelo y son atraídos a las raíces por los exudados que generan. (Ver recuadro)
Son importantes en el cultivo de cannabis ya que se trata de una especie sensible a las condiciones del suelo y responden con fuerza a la calidad biológica de su entorno radicular. Las PGPR son clave para mejorar el rendimiento en cultivos de cannabis sin recurrir a químicos
Bacillus subtilis, una PGPR muy utilizada en cannabis orgánico, no solo solubiliza fósforo y produce fitohormonas sino que también compite con hongos patógenos.
agresivos. Además, permiten al cultivador profundizar una visión más integral y sustentable del cultivo, alineada con prácticas de suelo vivo y agroecología.
Son múltiples los beneficios que las PGPR pueden aportar en el cultivo de cannabis, por ejemplo estimulan el crecimiento radicular mejorando la arquitectura de las raíces, promoviendo el desarrollo de raíces laterales y pelos radicales. Esto permite una mayor exploración del sustrato y una mejor absorción de agua y nutrientes.
Muchas PGPR mejoran la absorción de nutrientes solubilizando compuestos minerales que las raíces no podrían absorber por sí solas. De este modo, el nitrógeno, fósforo, potasio, hierro y otros micronutrientes se vuelven más disponibles para las plantas.
Algunas cepas sintetizan fitohormonas (auxinas, giberelinas, citoquininas) que regulan procesos de crecimiento, floración y desarrollo radicular. Esto puede acelerar el ciclo vegetativo y generar plantas más vigorosas.
Estudios y experiencias de campo demuestran que las plantas de cannabis inoculadas con PGPR desarrollan una biomasa aérea superior y un mayor número de flores, sin necesidad de aumentar la fertilización química.
Aunque los estudios específicos en cannabis aún son escasos, existen investigaciones en otras especies vegetales que muestran cómo la modulación del microbioma puede alterar el perfil de metabolitos secundarios. Se abre aquí una línea prometedora para explorar cómo las PGPR podrían influir positivamente en la producción de cannabinoides y terpenos.
Tienen diferentes mecanismos de acción, una de ellas es la fijación biológica de nitrógeno, cepas como Azospirillum brasilense son capaces de captar el nitrógeno atmosférico y convertirlo en formas asimilables por la planta, reduciendo la necesidad de fertilización externa.
Ciertas PGPR secretan ácidos orgánicos y enzimas que liberan fósforo y potasio retenidos en el suelo (solubilización),
Los suelos ricos en compost, lombricompuesto o coberturas vegetales fomentan naturalmente la presencia de PGPR.
mejorando su disponibilidad sin necesidad de enmiendas minerales.
Otras sintetizan sideróforos, compuestos que liberan el hierro del suelo, haciéndolo más accesible para la planta y al mismo tiempo limitando su disponibilidad para patógenos.
Las PGPR generan compuestos antibióticos naturales y enzimas líticas que controlan hongos patógenos como Pythium, Fusarium o Botrytis, creando un entorno protector para la planta.
Además de sus efectos locales en la raíz, algunas PGPR activan defensas sistémicas en toda la planta (RSI), preparándola para enfrentar ataques futuros sin necesidad de agroquímicos.
Nadie quiere perderse la cantidad de servicios ecosistémicos que generan y para ello es importante entender como interactúan con la microbiota existente en el suelo o sustrato.
Las PGPR no actúan en soledad, cuando las incorporamos a un cultivo se integran al ecosistema microbiano existente, si están bien seleccionadas, enriqueciendo la diversidad funcional del suelo. Algunas cepas colonizan rápidamente las raíces y comienzan a interactuar con otros microorganismos beneficiosos, generando sinergias que potencian el rendimiento de la planta. En otras palabras una PGPR eficaz no solo ayuda a la planta, también mejora el vecindario microbiano.
Por ejemplo, Bacillus subtilis, una PGPR muy utilizada en cannabis orgánico, no solo solubiliza fósforo y produce fitohormonas sino que también compite con hongos patógenos como Fusarium o Botrytis, esta interacción fortalece el microbioma y mejora la resiliencia del ecosistema radicular.
Cuando se combinan correctamente, PGPR, micorrizas y trichodermas no compiten, sino que se complementan. Las PGPR estimulan el crecimiento
dañinas, mejoran asimilación de hierro y promueven resistencia sistémica inducida (RSI).
El Azospirillum brasilense es un especialista en fijación de nitrógeno. Promueve elongación radicular y producción de auxinas. Es muy útil en cultivos orgánicos con bajo contenido de N.
Los Rhizobium spp. son tradicionalmente asociados a leguminosas pudiendo poner biodisponible para éstas el N atmosférico, pero son útiles en cannabis si se rota con abonos verdes. Favorece estructuras simbióticas y mejora la nutrición general.
regulares con PGPR activadas o incorporadas en té de compost.
Es trascendental que no compitan entre sí por el mismo nicho ni se inhiban mutuamente.
Las condiciones abióticas ideales para su efectividad oscilan en un rango de pH entre 6 y 7, una temperatura de suelo entre 20 y 28 °C y una humedad moderada, evitando exceso de riego pues la mayoría de los benéficos son aeróbicos, necesitan oxígeno. Cuanto más nos alejemos de las condiciones óptimas menor será el efecto benéfico sobre el cultivo.
radicular, facilitando la colonización micorrícica, mientras que las trichodermas refuerzan el escudo biológico contra patógenos.
En sistemas vivos, las PGPR tienen un papel protagónico: ayudan a mantener el equilibrio microbiológico, potencian la descomposición de materia orgánica y refuerzan la nutrición natural de las plantas. Su uso en compostajes, tés de microorganismos y consorcios microbianos es común en cultivos regenerativos de cannabis.
PGPR cannábicas
Las cepas más utilizadas en cannabis son por ejemplo la Bacillus subtilis tiene amplia tolerancia ambiental, es de fácil formulación y alta eficacia contra patógenos. Estimula raíces, mejora absorción de fósforo y activa mecanismos de defensa. Es muy usado en viveros y cultivos indoor.
Las Pseudomonas fluorescens producen antibióticos naturales y sideróforos. Controlan hongos y bacterias
Consorcios microbianos cannábicos
Bacillus subtilis
Pseudomonas fluorescens
Azospirillum brasilense
Rhizobium spp.
Paenibacillus spp.
El Paenibacillus spp. solubiliza fósforo, produce hormonas de crecimiento y compuestos antimicrobianos y tiene una alta compatibilidad con sistemas de suelo vivo.
Por otro lado, cada vez se están utilizando más Consorcios Microbianos, estos son formulaciones comerciales o preparaciones caseras que combinan varias PGPR con otros microorganismos benéficos, combinados potencian las sinergias y dan resultados más estables.
Inoculación de PGPR
Según el estadío fenológico del cultivo podemos inocular PGPR de distintas maneras. Por ejemplo con semillas previo a la siembra mientras que en procesos de trasplante aplicamos en el hoyo o regamos al pie ni bien trasplantamos, en esta etapa por ejemplo, se puede inocular la maceta con Rhizophagus irregularis (una micorriza arbuscular) y Azospirillum brasilense (PGPR fijadora de nitrógeno), favoreciendo el desarrollo inicial. En la etapa vegetativa podemos realizar un riego con Bacillus amyloliquefaciens y Trichoderma harzianum que puede reforzar la resistencia a enfermedades. Y en fase reproductiva realizamos riegos
Bacteria gram-positiva formadora de esporas
Bacteria gram-negativa no esporulada
Bacteria gram-negativa fijadora de nitrógeno
Bacteria gram-negativa, simbiótica
Bacteria gram-positiva esporulada
Consorcios microbianos Mezcla de bacterias beneficiosas y/o hongos
Estimula raíces, mejora absorción de fósforo, activa defensas
Produce antibióticos y sideróforos, promueve RSI
Fijación de nitrógeno, producción de auxinas
Simbiosis con leguminosas, mejora nutrición aprovecha N atmosférico
Solubiliza fósforo, genera hormonas y compuestos antimicrobianos
Sinergia entre PGPR y otros microbios para mayor efectividad
Mas allá de la obviedad tengamos en cuenta que no hemos de mezclar con fungicidas químicos o bactericidas que eliminen la población de PGPR inoculada. Por el contrario son absolutamente compatibles con bioinsumos, abonos orgánicos y preparados fermentados.
Con respecto a la interacción de las PGPR (bacterias) y las micorrizas (hongos) las primeras actúan rápido y estimulan la raíz mientras que las segundas forman simbiosis profundas y aportan fósforo y agua. Son compatibles y complementarios.
Como las trichodermas son hongos antagonistas que controlan enfermedades mientras que las PGPR tienen funciones más amplias: nutrición, defensa y crecimiento; usarlas juntas potencia los resultados.
En cuanto a los Microorganismos Eficientes (ME) que son mezclas de bacterias lácticas y levaduras útiles en compostaje y regeneración, las PGPR son específicas para estimular cultivos y raíces así que ambos pueden convivir si se aplican con criterio.
La inoculación de PGPR presentan
Viveros, cultivos indoor y exteriores en suelo o sustrato
Control biológico, refuerzo inmunológico del cultivo
Sistemas orgánicos y regenerativos con bajo N
Cultivos con abonos verdes o intercalado con leguminosas
Suelos vivos, compost, biofertilizantes
Formulaciones comerciales o artesanales en sistemas orgánicos
pH 6 a7.5, 20ºC a 30°C, humedad media
pH 6 a 7.5, 18ºC a 28°C, suelos bien aireados
pH 6 a 7.2, 25ºC a 30°C, buena disponibilidad de C orgánico
pH 6 a 7, 20ºC a 28°C
pH 6 a 7.5, 22ºC a 32°C, alto contenido de materia orgánica
Según los componentes: mantener rango general de pH 6 a 7 y evitar químicos
Una PGPR eficaz no solo ayuda a la planta, también mejora el vecindario microbiano.
algunos desafíos y limitaciones en cuanto a su uso agrícola, por un lado, encontramos cierta variabilidad de resultados dependiendo de diferentes factores como las condiciones ambientales, el tipo de suelo o sustrato y la genética de la planta. Factores que influyen mucho en el éxito del uso de PGPR.
Si pensamos en la durabilidad en el suelo, algunas cepas no sobreviven por mucho tiempo sin hospedante por lo que se recomienda reaplicar en cada ciclo de cultivo. Para mantener el nivel de Unidades Formadoras de Colonias (UFC) en los productos comerciales es fundamental conservarlos refrigerados o liofilizados (deshidratados con un tratamiento especial) ya que al ser organismos vivos pierden eficacia si se exponen a calor o luz solar directa.
En suelos vivos o sistemas orgánicos regenerativos, las PGPR encuentran su hábitat ideal. A diferencia de los sistemas inertes o hidropónicos, donde muchas veces se aplican bacterias en suspensión sin mucha interacción ambiental, en “Suelo Vivo” las PGPR se integran a un ecosistema dinámico y autorregulado.
Los suelos ricos en compost, lombricompuesto o coberturas vegetales fomentan naturalmente la presencia de estas bacterias. Aportarlas de forma exógena (como parte de un consorcio microbiano o en biofertilizantes líquidos) puede acelerar procesos clave como la descomposición de materia orgánica, la mineralización de nutrientes y la activación de mecanismos de defensa en la planta.
En una experiencia realizada en cultivo en interior, dos tandas genéticamente idénticas de Cannabis sativa fueron tratadas con igual sustrato, iluminación y riego, pero solo una recibió una inoculación con Bacillus subtilis y Azospirillum spp . al inicio del crecimiento vegetativo. El resultado fue mayor densidad de raíces, incremento
Muchas PGPR mejoran la absorción de nutrientes solubilizando compuestos minerales.
del 18% en la biomasa floral y mejor resistencia al estrés hídrico en las plantas tratadas, además de un perfil terpénico ligeramente más pronunciado según el análisis organoléptico.
Las perspectivas futuras en cuanto avances en biotecnología están relacionadas con el desarrollo de la edición génica, ya existen proyectos que editan PGPR para mejorar su simbiosis con cannabis. Se busca mayor fijación de N, mayor producción de auxinas y mejor control de patógenos.
En sistemas hidropónicos y aeropónicos el desafío es mayor por la falta de suelo, se están desarrollando tecnologías para aplicar PGPR en soluciones nutritivas con buenos resultados.
El uso de PGPR en cannabis se alinea con prácticas de regeneración del suelo, agroecología y sustentabilidad cada vez más valoradas por cultivadores conscientes.
Estas bacterias representan una herramienta poderosa para cualquier cultivador de cannabis que apueste por la salud del suelo, el equilibrio microbiológico y la producción sustentable. Al estimular raíces, mejorar la nutrición y reforzar defensas, las PGPR permiten obtener plantas más sanas y productivas sin recurrir a insumos de síntesis química.
Algunas recomendaciones clave para el buen uso de estas bacterias son la elección de productos de calidad y almacenarlos como corresponde, aplicar en los momentos adecuados del ciclo y combinar con otras prácticas orgánicas para potenciar su efecto.
Incorporar PGPR es más que una técnica, es una forma de cultivar en sintonía con los ritmos naturales. Y en el caso del cannabis, donde cada detalle cuenta, puede marcar la diferencia entre un muy buen cultivo y uno extraordinario.
PGPR: 3600 millones de años de historia
El término PGPR fue introducido en la década de 1970 por Joseph W. Kloepper, pionero en la investigación de bacterias benéficas para la agricultura. Si bien en sus orígenes el estudio se centró en cultivos tradicionales como maíz y trigo, en las últimas décadas su aplicación se expandió a sistemas más diversos y complejos, incluyendo el cultivo de cannabis, donde los enfoques orgánicos y regenerativos ganaron protagonismo.
Las primeras formas de vida en nuestro planeta fueron bacterias y arqueas que siguen existiendo hasta el presente. Estos organismos que inicialmente prosperaron en agua con el tiempo se adaptaron a vivir en tierra firme.
Mientras la vida se fue haciendo más compleja las plantas primitivas empezaron a interactuar con las bacterias que tenían capacidad de hacer más cosas y en todo el proceso evolutivo hasta las plantas superiores (con flores) fueron acompañadas por los microorganismos que ya existían. Las plantas terrestres aparecieron hace apenas 450 millones de años, mientras que los microorganismos existen desde hace 3600 millones.
Son ubicuos porque están prácticamente en todas partes y tienen la habilidad de incorporar energía de distintas fuentes, orgánicas e inorgánicas.
En un principio fueron liberando nutrientes, intemperizando (conjunto de procesos mecánicos, químicos y biológicos que ocasionan la desintegración y descomposición de las rocas) los minerales que existían en el origen del planeta, pero en el camino también fueron desarrollando una interacción más directa con las plantas.
Evolución de la microbiología
Si las plantas se beneficiaban de la acción biológica de las bacterias, tenían que desarrollar los mecanismos para tener cerca la mayor cantidad de ellas, así aparecieron eso que de manera genérica conocemos como exudados de las raíces o rizodeposiciones que alimentan con azúcares a la rizosfera.
De esta manera se formó una triada entre el suelo, los microorganismos y las plantas, en la que se ayudan mutuamente y dependen uno de los otros.
Las plantas encontraron que en la simbiosis con ciertos microorganismos mejoraban la nutrición mientras que los microorganismos se empezaron a acostumbrar a que las platas les daban de comer exudados, azúcares básicamente, a estos también les convino que hubiera mayor cantidad de raíces y mayor cantidad de fotosintatos, entonces empezaron a bioestimular a su hospedero, entendiendo que la bioestimulación son procesos que ya se dan de manera natural en las plantas y los mismos microorganismos pueden fomentar esos procesos y mejorarlos, a eso es lo que llamamos bioestimulación y está dada por una sustancia o por un microorganismo.
Pero como no todos los microorganismos son buena onda, también encontraron la forma de colaborar con su hospedero ayudándolos a defenderse de patógenos.
Charlotte Armour
Los terpenos son una parte del bouquet de la marihuana pero no son los únicos. Y parece que ni siquera la más importante. Monoterpenos y sequisterpenos no son responsables de las diferencias aromáticas que percibimos entre variedades. Los flavorantes son los verdaderos protagonistas en la diferenciación aromática entre cepas. Los terpenos no son los responsables de los aromas más complejos y deseables. La ciencia encontró la llave del exotismo del cannabis. Los flavorantes hacen que una cepa huela a frutas y otra a ajo. Los aromas únicos del cannabis no provienen necesariamente de los compuestos más abundantes, los terpenos, sino de una serie de compuestos con gran impacto olfativo como los ésteres frutales y derivados del indol.
Los terpenos son relevantes para explicar el aroma del cannabis. Pero cuando se trata de saber de donde vienen los aromas más complejos y distintivos de las distintas cepas del cannabis, digámosle exóticos, hay muchos otros actores químicos y reacciones físicas en juego.
Al comparar la composición química de diferentes variedades, los científicos encontraron nuevas explicaciones que ayudan a entender mejor cómo se forma el aroma de cada planta y por qué tal o cual cepa hule de una u otra manera.
Los flavorantes son la clave para
entender las diferencias sensoriales olfativas entre variedades.
El hallazgo de que los terpenos no son los principales generadores de aromas exóticos implica un cambio de paradigma que impactará tanto en la ciencia como en el mercado. La combinación de compuestos minoritarios como los ésteres, los compuestos sulfurados y otros no terpenoides revela una riqueza aromática hasta ahora subestimada.
Compuestos de azufre tropicales
Las variedades de cannabis famosas por su característico aroma “skunk” o
gasolina contienen un grupo de compuestos volátiles de azufre (VSC) como preniltioles y disulfuros que aportan notas muy intensas, similares al ajo o animales como el zorrillo.
Además, investigadores de todo el mundo vienen identificando otro grupo interesante de compuestos de azufre con matices más frutales. Este grupo es muy especial dentro de los VSCs porque genera aromas frutales, cítricos y tropicales. Estas sustancias, como el 3MH, el 3MHA y el 3MHB, también se encuentran en frutas como el maracuyá y el pomelo, y en algunas uvas y lúpulos.
3MH es el nombre abreviado de 3-mercaptohexanol, un alcohol tiolado que consigue un olor tropical, como azufrado a maracuyá. El 3MHA (3-mercaptohexil acetato), es un éster formado entre 3MH y ácido acético con aroma afrutado, cítrico y más dulce que el 3MH. Es un éster muy usado en perfumería y bebidas. El 3MHB (3-mercaptohexil butirato) también es un éster con ácido butírico que logra un aroma frutal, como piña o frutas maduras.
Son compuestos extremadamente aromáticos incluso en concentraciones muy bajas, por eso tienen un impacto tan fuerte en el olor del cannabis, a pesar de estar presentes en pequeñas cantidades. En el cannabis, están presentes en variedades con un aroma fuerte a cítricos con toques de gasolina.
Algunos compuestos químicos poco comunes también parecen estar ligados
a variedades especialmente aromáticas. Por ejemplo, sustancias como el metil antranilato y sus versiones modificadas producen aromas a uva y son usadas en la industria alimentaria y de bebidas.
Otros compuestos raros, como ciertos butiratos y propanoatos de fenetilo, se encontraron solo en unas pocas varie-
compuestos, puede tener aplicaciones en perfumes, incluso en alimentos.
En el cannabis, el escatol aparece especialmente en variedades con aromas intensos y salados, como GMO o Garlic Cookies. Su presencia suele coincidir con descripciones sensoriales que incluyen notas más químicas o amo-
“Los flavorantes son los verdaderos protagonistas en la diferenciación aromática entre variedades”
dades de cannabis, lo que sugiere que podrían servir como “huella química” de cultivares más modernos. Además, se detectó un compuesto llamado 6-amylα-pirona, con un aroma cremoso a coco, que también aparece en frutas como el durazno y en algunos hongos beneficiosos para el suelo.
Derivados del indol: olores intensos y complejos Otro grupo de compuestos en el cannabis son el indol y el escatol. Aunque el indol está presente en pequeñas cantidades en muchas plantas, y tiene un aroma floral parecido a la naftalina, el escatol es más notorio. Este compuesto, también presente en el sistema digestivo de animales, es conocido por su fuerte olor fecal. Pero utilizado en dosis pequeñas y mezclado con otros
niacales, aunque a veces puede quedar parcialmente enmascarado por otros compuestos dulces o frutales.
Ésteres y aromas frutales
Los ésteres son compuestos comunes en frutas y flores, son responsables de varios olores dulces. En el cannabis, se han identificado más de 30 tipos diferentes de ésteres, y algunos están muy ligados a variedades con aromas exóticos y afrutados. Por ejemplo, en la variedad Banana Scream se detectaron más de 15 ésteres distintos, con aromas que van desde piña hasta plátano.
Compuestos como el etil hexanoato (con olor a manzana) y el n-propil hexanoato (con notas de mora y piña) se correlacionan con variedades ricas en aromas exóticos. También existen otros
ésteres que se encuentran en todas las muestras, como el n-hexil butirato, parecen tener un papel más general y menos determinante en el aroma único de cada variedad.
Ésteres exóticos: dulzura con personalidad Los compuestos llamados ésteres senecioatos, una familia que aporta notas dulces y frutales, como a banana o manzana verde. Aparecen sobre todo en variedades modernas de cannabis con perfiles aromáticos novedosos por los cruces de los bancos de semillas.
Además, el estudio identificó más de 30 tipos diferentes de ésteres en el cannabis, muchos de ellos responsables de notas de piña, manzana, mora o plátano. Algunas variedades combinan más de 15 de estos compuestos, creando
perfiles aromáticos complejos y dulces.
También existen en el cannabis compuestos con estructuras químicas poco comunes, como los antranilatos (usados como saborizantes en bebidas y alimentos), y otros con aromas a miel o coco, como el 6-amyl-α-pyrone, que aparece en variedades muy nuevas y exóticas.
Por otro lado, hay ésteres más comunes, como el n-hexil butirato, que aparecen en todas las variedades de marihuana y en altas concentraciones aportando notas frutales.
Relación aroma y variedad
Para entender mejor cómo se relacionan entre sí los perfiles aromáticos del cannabis, los investigadores compararon químicamente las distintas variedades y clasificaron los compuestos
por grupos: terpenos, sesquiterpenos y saborizantes. Así pudieron ver qué tan similares o distintos son entre sí desde el punto de vista de su química volátil.
A través de una combinación de análisis sensorial y químico, se evaluaron 31 extractos de cannabis tipo “ice hash rosin” para identificar los compuestos que contribuyen a las complejas fragancias de esta planta.
Patrones inesperados Los monoterpenos y monoterpenoides —presentes en altas concentraciones— mostraron una fuerte similitud química entre variedades, incluso cuando sus aromas eran completamente diferentes. Por ejemplo, dos cultivares como GMO y Grape Pie × Do-Si-Do, con puntajes de aroma exótico muy dispares, comparten perfiles de monoterpenos casi idénticos. Esto sugiere que estos compuestos no son responsables de las diferencias
aromáticas que percibimos.
Sesquiterpenos y sesquiterpenoides, tradicionalmente asociados al aroma del cannabis, parecen desempeñar un rol menor en la creación de aromas distintivos.
En cambio, los flavorantes —un grupo diverso de compuestos volátiles de menor concentración— presentaron correlaciones mucho más variables entre variedades. En algunos casos, como entre Papaya Peach y Juice Man, la correlación fue altísima, mientras que en otros, como OG y Bacio Gelato, prácticamente inexistente. Este hallazgo apunta a que los flavorantes son los verdaderos protagonistas en la diferenciación aromática entre variedades.
El análisis de los flavorantes, mostró que ésteres como n-propil hexanoato y compuestos sulfurados como el
“Los flavorantes demostraron una correlación positivaclara con aromasexóticos, lo que refuerza su importancia en la caracterización sensorial del cannabis”
3-mercaptohexil acetato se agruparon en variedades con altos puntajes de aroma exótico. Por el contrario, el escatole —con un aroma químico muy penetrante— se asoció con variedades de aromas menos deseables. Sin embargo, en algunos casos como Fruity Pebbles y Garlic Cocktail #7, la presencia de altos niveles de flavorantes permitió que incluso con escatole presente, el aroma general se percibiera como agradable y exótico.
Adiós terpenos
La concentración total de compuestos volátiles no se relaciona con la percepción de un aroma exótico. Lo que importa no es la cantidad total de compuestos, sino cuáles están presentes y en qué proporciones.
Los terpenos, que suelen representar más del 95% del contenido volátil, tampoco mostraron una correlación significativa con la puntuación de “exotismo”. En contraste, los flavorantes sí demostraron una correlación positiva más clara con aromas más exóticos, lo que refuerza su importancia en la caracterización sensorial del cannabis.
Terpenos populares como D-(+)limoneno y β-mirceno mostraron una correlación casi nula con los aromas exóticos. El β-cariofileno presentó una correlación negativa siendo más común en variedades menos dulces.
En cambio, compuestos como α-pineno, trans-β-ocimeno y linalool mostraron correlaciones positivas modestas, lo cual es consistente con sus aromas más florales y dulces.
Durante los análisis sensoriales surgieron descriptores como manzana, uva, banana y distintos tipos de bayas, pero no fue posible asociarlos directamente con compuestos químicos específicos. Esto se debe en parte a la subjetividad del olfato humano y a la necesidad de desarrollar paneles sensoriales más amplios y entrenados.
Nueva mirada para la industria Estos descubrimientos tienen implicancias importantes para la industria del cannabis. Hasta ahora, los terpenos eran la base principal para etiquetar y describir productos. Pero este estudio muestra que, aunque esenciales para el aroma “típico” del cannabis, los terpenos no son los responsables de los aromas más complejos y deseables.
Incluir información sobre flavorantes en los certificados de análisis podría mejorar la transparencia y precisión sobre los perfiles aromáticos de los productos. Además, los flavorantes podrían ser útiles para desarrollar indicadores de “frescura”, monitoreando su volatilización o degradación con el tiempo.
Este enfoque más detallado y científico no sólo amplía nuestro conocimiento del cannabis, sino que también sienta las bases para una nueva forma de clasificar, comunicar y valorar sus aromas.
Iluminación
CANNA Research
Dado que los hallazgos previos de investigaciones sobre cannabis sobre los efectos fisiológicos y morfológicos de la iluminación LED y de las lámparas de sodio de alta presión (HPS) eran limitados, realizamos nuestros propios experimentos en dos salas de cultivo interiores idénticas, nuestros fitotrones de 20 m². Esto dio como resultado una comparación exhaustiva de la iluminación LED y HPS.
CANNA Research, como parte del Grupo CANNA, es un centro de I+D holandés con un equipo dedicado a realizar investigaciones de plantas, análisis de laboratorio y desarrollo de productos para la industria de la horticultura. En 2021, la empresa recibió la aprobación para realizar ensayos y análisis de cultivo con cannabis medicinal.
mS/cm). Durante la fase de día corto, se mantuvo una temperatura del aire 1,6 °C más alta con el LED durante el día para compensar la menor transferencia de calor radiativo del LED en comparación con el HPS.
Sin embargo, el consumo total de energía fue un 20% menor con LED en comparación con HPS debido al menor consumo de energía de la exposición al LED.
El valor de CE en los bloques de sustrato/drenaje aumentó de manera constante durante la fase de día corto en las tres series de pruebas de CE, especialmente en las dosis altas de CE de hasta 8 mS/cm.
Aunque la fertilización con alto contenido de CE redujo la altura de la planta, el peso de la planta y el peso de
Investigaciones recientes han demostrado que los LED aumentan los niveles de THC consumiendo menos energía.
Se utilizaron lámparas LED Fluence VYPR R4 y lámparas Philips Master Green Power HPS. Y se compararon las cepas de cannabis Amnesia Sweep y Early Queen Haze durante la fase de día corto a una PPFD de 700 µmol/m2.s.
El cultivo con sustrato de lana de roca se alimentó con fertilizante CANNA a valores de CE constantes de 2,0, 2,8 o 3,6 mS/cm (incluida agua del grifo a 0,4
la flor, el contenido de THC no se vio afectado. El análisis del tejido mineral de las hojas y flores de abanico mostró
claras diferencias en la distribución de elementos. Por ejemplo, niveles relativamente altos de Ca y relativamente bajos de N y P en las hojas en comparación con las flores de cannabis. No se encontraron efectos consistentemente significativos del nivel de CE o de la fuente de luz sobre las concentraciones de nutrientes, y no se evidenciaron deficiencias claras de nutrientes foliares hasta las últimas 1-2 semanas antes de la cosecha.
La longitud de la planta se redujo significativamente con LED para ambas variedades. Sorprendentemente, ambas cepas también mostraron una concentración de THC (absoluta) similarmente aumentada de aproximadamente un 3% bajo el tratamiento LED.
Por el contrario, se observó una respuesta claramente diferente para las cepas en términos de rendimiento de
“Con un consumo energético un 20% inferior, el LED demostró superar al HPS en producción de THC por unidad de energía en promedio del 30%”
flores. Amnesia Sweep produjo un 30% más de masa de flores con HPS y Early Queen Haze un 13% menos de masa de flores en comparación con LED. Por lo tanto, hubo una reacción diferente de las variedades a la fuente de luz y a las condiciones climáticas.
La producción del cannabinoide THC mostró un aumento similar del 2,9% en ambas variedades bajo iluminación LED. El consumo total de energía para iluminación, tratamiento del aire, control de la humedad y bombeo fue un 20% menor con LED que con HPS.
El coste de la electricidad para producir 1 gramo de flor fue de 0,73 € para HPS y de 0,64 € para LED. La diferencia fue aún mayor por gramo de THC producido, siendo los costes de 5,10 € para HPS y 3,70 € para LED.
Con un consumo energético 20% inferior, el LED demostró superar al HPS en producción de THC por unidad de energía en un promedio del 30%: 0,21 g THC/kWh con LED frente a 0,16 g THC/ kW con HPS.
Las investigaciones futuras de CANNA Research tienen como objetivo optimizar el rendimiento y las concentraciones de THC con niveles de LED más elevados.
¡Y seguirán siendo emocionantes!
Yari Yensis
exigen
clubes y cooperativistas
Paraguay ha legalizado el cannabis de hecho. El movimiento campesino del departamento de San Pedro en alianza con activistas y cannabicultores están cooperando para cultivar buenas genéticas. Antes, lo que un campesino cobraba por un kilo de prensado ahora lo cobra por menos flores pero de calidad. Hay una revolución cannábica que se gestó en silencio, convenciendo al resto de la población con extracciones y flores deliciosas. El movimiento ahora espera una ley para pagar impuestos y trabajar en paz, quizás sin coimas.
Es un soleado 22 de abril en el Congreso paraguayo. Se celebra una audiencia pública sobre un anteproyecto de ley que permitiría una legalización bastante amplia del cannabis.
Están presentes todos los activistas cannábicos del país y también 40 campesinos de San Pedro, uno de los departamentos con más cultivos de marihuana del país.
La sesión duró tres horas, allí todos coincidieron en la necesidad de aprobar alguna ley, hay más de media docena de proyectos en estudio del Congreso, que le dé garantías a los usuarios y seguridad a los campesinos en el país con mayores plantaciones de cannabis del sur latinoamericano.
Cuando la sesión terminó los activistas regalaron flores, aceites y cremas. Los policías que los miraban vender y repartir flores y derivados llamaron más policías, no para arrestar a los activistas, era para avisar que estaban regalando marihuana, aceites y cremas. Por lo que el cannabis gratuito se terminó en unos pocos minutos y fue a parar a los bolsillos de la policía, de los funcionarios del congreso,
de los trabajadores de limpieza. Todos se llevaron su cannabis. En un tris no quedaban aceites, ni cogollos bellamente manicurados, ni nada. En el Congreso, los trabajadores se llevaron todo.
Para que esta escena haya sido posible tuvieron que pasar muchas cosechas bajo el sol.
Paraguay es el gran cultivador de cannabis de América del Sur. Aunque las cifras no son del todo fiables, se estima que se cultivan al menos 20.000 hectáreas de marihuana en el país con cientos de miles de familias campesinas que trabajan en el rubro.
Por supuesto que no todo es color de rosas. Los campesinos son asediados por diversas agencias de la policía que los deja cosechar siempre y cuando paguen las coimas que les dan la seguridad de su integridad física, la de sus familias y de la cosecha.
Desde que inició el milenio los campesinos paraguayos han cobijado el cultivo de cannabis sobre todo porque los rubros legales como el algodón y
el sésamo –que alguans vez fueron productos estrella– perdieron su precio. Desde entonces la marihuana es el único rubro que tiene salida rápida –a Brasil– y con precio.
Un 40% de la población paraguaya vive en el campo y del campo. Es un alto número de labradores para un país con casi siete millones de habitantes. Las zonas de la frontera con Brasil son donde el cannabis tiene mayor preponderancia. Los cultivos comenzaron a finales de los años sesenta del siglo pasado, pero se instalaron con gran presencia en los departamentos fronterizos con Brasil a partir del año 2000.
Desde entonces se planta una variedad híbrida, muy mal tratada en términos agrícolas que en Asunción cariñosamente le dicen la Yensis. Se calcula que anualmente se cultivan entre 20.000 y hasta 30.000 hectáreas con dos a tres cosechas que permite el templadísimo clima paraguayo. El 80% de esa producción se “exporta” para Brasil. Y los campesinos cobran por un kilo de esas flores cosechadas, habitualmente mal curadas, cuatro dólares.
Pero desde que los activistas de Granja Madre compartieron técnicas agronómicas y nuevas genéticas pasaron a vender dos gramos de cannabis por lo que antes vendían bastante más. Comenzaron a cultivar en invernaderos, a hacer podas, a tener un cultivo prolijo y los resultados
están a la vista para las comunidades campesinas que se han asociado a Granja Madre y también a algunos clubes cannábicos asuncenos sobre todo en el departamento de San Pedro.
Granja Madre y los movimientos campesinos asociados colaboran cooperativamente también para hacer aceites y cremas que regalan a quien no los pueda pagar. Son extracciones simples pero de muy buena calidad que dan alivio a una parte importante del pueblo paraguayo que muchas veces no encuentra en el alicaído sistema de salud una respuesta ante diversas enfermedades que la marihuana alivia.
Los progresos han sido muchos. El año pasado el Municipio de Independencia, en Amambay –epicentro de la ganja paraguaya–, aprobó una ordenanza declarando al cannabis campesino y sus extracciones de interés distrital.
A principios de este año autorizaron un dispensario, que será el primero en Paraguay que ofrezca cannabis medicinal gratuitamente para quien no lo pueda pagar. El programa que comenzará a funcionar este año cuenta con el aval de autoridades locales pero también de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana de Brasil. El programa será desarrollado por el doctor Ney Nascimento, investigador y docente, y su equipo de científicos multi disciplinario.
productos
Granja Madre monitorea un puñado de cultivos con cooperativas campesinas que abastecen de cannabis a usuarios en Asunción. En marzo se realizó una feria cannábica, conocida como Plaza Abierta, donde varios clubes pudieron vender sus riquísimas cosechas a cielo abierto. El stand del club 30VGS no tenía una cola para comprar maría, sino una cadena que no paraba de girar. No fueron los únicos. Es muy interesante poder vender
maría así como así. Sin intermediarios ni miedo ni represión.
Compran directamente a los campesinos y venden directamente a los usuarios. Fue una jornada maravillosa. Sin igual en el mundo.
El raigambre del cannabis en Paraguay es tan pero tan alto que Paraguay ya ha legalizado el cannabis casi sin darse cuenta.
Stand de Kokuesero en Plaza Abierta de Asunción donde varios clubes pudieron vender sus riquísimas cosechas a cielo abierto.
Ahora los sectores cooperativos y campesinos, que a través de Granja Madre y el Club de Cannabis de Paraguay además de varias cooperativas de productores en San Pedro –entre otras– han presentado al congreso un ante proyecto de ley para que puedan pagar impuestos y constituirse con todas las de la ley para seguir haciendo del cannabis una cadena virtuosa de valor en el país.
Y también para que toda esa marihuana que se regaló en el Congreso durante la audiencia pública, y toda la que requere Paraguay, sea avalada por una ley para que aquellos policías y empleados de la limpieza y funcionarios del Congreso y todos quienes usan cannabis puedan hacerlo sin trabas, con garantías de calidad y precio. Los campesinos, los cooperativistas y los clubes exigen pagar impuestos. Como en cualquier negocio. Ni más ni menos.
Fotoreportaje
Pedro Masetti y Matca Agency
DRY SIFT
Muchas veces subestimado, el dry sift no siempre se explica con claridad. Pero en manos de hashmakers dedicados esta técnica puede lograr niveles de pureza tan altos como los del bubble hash.
¿La clave? Agitación mínima y paciencia máxima. El Dry Sift es un arte que consiste en separar las cabezas de tricomas y sus tallos a través de mallas finas, dejando fuera casi todo el material vegetal. Un proceso silencioso y cuidadosamente controlado, donde cada paso busca una sola cosa: pureza sin concesiones.
Esta es una selección poco habitual de terpenos de altísima gama que da vida a una de las genéticas más codiciadas de toda la escena cannábica: Gas & Sugar. Las notas intensamente gaseosas se mezclan con matices cremosos y dulces, creando un perfil aromático muy poco común. Esta combinación inusual marca un nuevo estándar para quienes buscan no solo potencia, sino también una experiencia terpénica sofisticada.
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Co-Authors
Chief Scientific Officer, Dr. Gary Yates
Stefan Meyer
Table of Contents
• Cannabis Botany
• Life Cycle of Cannabis
• Cannabis Seeds & Seedlings
• Plan Your Garden
• Grow Room Setup
• Twelve-week Garden
• Harvest, Manicuring, Drying, Curing & Storage
• Diseases, Pests & Problems
Marijuana Horticulture.
Biocontrol
Lucas Pinto
Mantenimiento de cultivos cannábicos saludables
Las enfermedades en el cultivo de cannabis pueden reducir el rendimiento, afectar la calidad de las flores y comprometer toda una cosecha. Tradicionalmente se han usado pesticidas químicos, pero pueden dejar residuos, afectar el equilibrio del suelo y ser contraproducentes. El biocontrol con microorganismos benéficos es una alternativa eficaz y respetuosa del ambiente porque forma parte de un sistema integrado de manejo del cultivo.
Los microorganismos benéficos consiguen un crecimiento vegetal más vigoroso.
Biocontrol del cannabis
El biocontrol con microorganismos benéficos consiste en utilizar organismos vivos como hongos Micorrizas, Trichodermas, Beauveria, Metarhizium, levaduras como Saccharomyces, y bacterias como Bacillus, Lactobacillus y Pseudomonas, para controlar plagas
otros patógenos microbianos. En el cannabis, esto implica aprovechar hongos y bacterias benéficas que inhiben el desarrollo de patógenos.
Estos microorganismos se integran al suelo donde realizamos el cultivo, fortaleciendo la salud general de la
“Hongos, levaduras y bacterias ejercen su acción antagónica interfiriendo en los procesos vitales de los patógenos vegetales”
y enfermedades provocadas tanto por insectos (Beauveria y Metarhizium sirven para este fin) como por enfermedades fúngicas como Pythium, Oidio, Fusarium, Botrytis, Verticillium, entre
planta, estableciendo contacto con la rizosfera. Este sistema proporciona beneficios como el control de enfermedades al mismo tiempo que favorece el reciclado y la absorción de nutrientes.
Estos beneficios ocurren a mediano plazo y pueden tener un efecto estable y duradero.
Estos hongos y bacterias poseen un efecto principalmente preventivo, pero no curativo de manera instantánea por lo que deben aplicarse en momentos iniciales del cultivo, es decir antes que se presente algún síntoma por enfermedad.
Estos hongos, levaduras y bacterias ejercen su acción antagónica interfiriendo en los procesos vitales de los patógenos vegetales. La acción antagónica en microbiología y fitopatología se refiere a la interacción entre dos organismos en la que uno inhibe, bloquea o destruye al otro.
En el contexto del control biológico, esto ocurre cuando un microorganismo benéfico impide el desarrollo de un patógeno, como un hongo causante de enfermedades en plantas. Buscamos que puedan reproducirse en nuestros medios de cultivos
como el sustrato o suelo, capaces de colonizar y reproducirse rápidamente, persistir de manera efectiva y ser inocuo, es decir que no sea patógeno para el hospedante, ni tóxico para humanos o animales.
Biocontrol ante insectos
Existen diversos hongos filamentosos que son capaces de controlar enfermedades por insectos, como Beauveria Bassiana y Metarhizium anisopliae. Las esporas del hongo (conidios) entran en contacto con el insecto huésped y se adhieren a su cutícula, la capa externa del exoesqueleto. La espora germina, penetra en el insecto y una vez dentro, el hongo invade y comienza a multiplicarse como micelio diseminándose por todo el cuerpo produciendo toxinas y provocando una infección sistémica.
Estos hongos son especialmente efectivos para el control biológico de plagas comunes en cannabis, como la mosca blanca (Bemisia tabaci), los trips (Frankliniella occidentalis), los pulgones (Aphis gossypii), las mosquitas del sustrato (Bradysia spp.) y las larvas minadoras de hojas (Liriomyza spp.).
En el caso de la araña roja (Tetranychus urticae), si bien es un ácaro y noun insecto, algunos estudios reportan una reducción parcial de sus poblaciones cuando Beauveria bassiana se aplica en condiciones óptimas de humedad y en combinación con otros agentes de control, como aceites botánicos o extractos naturales.
La bacteria Bacillus Thuringiensis es otro agente de biocontrol muy utilizado, especialmente contra larvas de insectos, como es el caso de fungus gnat o la mosca del sustrato.
Estas larvas prosperan en suelos húmedos, alimentándose de materia orgánica como raíces jóvenes, siendo especialmente perjudicial para el cannabis. Esta bacteria produce toxinas que actúan mediante la ingestión, afectando el sistema digestivo de las larvas y provocando su muerte.
Biocontrol de microorganismos
Las especies del género Trichoderma spp. actúan contra hongos patógenos como Fusarium, Rhizoctonia, Pythium, Botrytis, Verticillium, Phytophthora y Sclerotinia a través de distintas formas, compitiendo por espacio y nutrientes, produciendo enzimas y
sustancias antibióticas.
Además, promueven el crecimiento vegetal y activan el sistema de defensa sistemática en las plantas. Es un hongo que se puede utilizar durante todo el ciclo o al fin de etapa vegetativa y comienzo de floración donde al formarse inflorescencias densas puede haber mayor riesgo de infección por patógenos.
Los hongos micorrizas arbusculares (HMA) son las asociaciones más comunes y posiblemente las más frecuentes que se establecen en la mayoría de las plantas. Juegan un papel muy importante en el desarrollo del sistema radicular y en la protección contra patógenos radiculares a través de diversos mecanismos de acción e inducción de resistencia en la planta. Generalmente se comercializan especies de los géneros Glomus y Rhizopagus.
Levaduras como Saccharomyces cerevisiae y bacterias del suelo como Bacillus subtilis, Pseudomonas, Streptomyces y Lactobacillus también se utilizan para el control de enfermedades fúngicas y bacterianas en plantas, mediante la producción de compuestos antimicrobianos, la competencia por nutrientes y nichos ecológicos, y la estimulación de las defensas naturales de la planta.
Aplicación en el cultivo
Los microorganismos beneficiosos pueden incorporarse al cultivo a través de productos comerciales que contienen esporas o células activas —fácilmente disponibles en grow shops o tiendas de cultivo— o mediante enmiendas orgánicas ricas en vida microbiana.
Enmiendas sólidas como compost, humus de lombriz, bokashi y biofermentos líquidos aportan una comunidad diversa
de bacterias, hongos y levaduras con capacidad para mejorar la salud del suelo y reducir la incidencia de patógenos.
Al aplicar vida microbiana a nuestro suelo o sustrato incidimos en las comunidades de microorganismos, buscando
estrategia preventiva eficaz. También podemos utilizar aplicaciones foliares de Trichoderma y bacterias benéficas luego de lluvias o en condiciones de alta humedad, para prevenir la germinación de hongos patógenos como botrytis y oídio.
Además, es posible reproducir microorganismos localmente mediante técnicas sencillas, como la fermentación aireada: utilizando un aireador, melaza y una pequeña cantidad de inóculo líquido o sólido, se puede multiplicar la población microbiana y aplicarla en el riego para potenciar sus efectos.
En definitiva, incorporar enmiendas microbianas al manejo del cultivo no solo representa una herramienta preventiva frente a enfermedades, sino una estrategia integral para fortalecer la salud del ecosistema radicular y aéreo de las plantas.
Los microorganismos benéficos mejoran la estructura del suelo, promueven una mayor absorción de nutrientes como nitrógeno, fósforo y micronutrientes esenciales, y estimulan el desarrollo radicular, lo que se traduce en un crecimiento vegetal más vigoroso.
Además, activan los mecanismos de defensa natural de la planta y reducen la
un equilibrio que nos ayude a tener plantas más sanas y resistentes.
La aplicación de microbiota benéfica se puede realizar durante todo el ciclo de cultivo, siendo ideal desde el comienzo porque este mecanismo de biocontrol funciona mejor como preventivo.
Es recomendable aplicar microorganismos varias veces durante el cultivo para mantener el inóculo vivo. Inóculo es un término usado en microbiología, fitopatología y agronomía para referirse a un microorganismo que se introduce en un ambiente, sustrato, planta o medio de cultivo con fines específicos.
Antes del trasplante, el uso de enmiendas microbianas —ya sean sólidas o líquidas— puede actuar como una
dependencia de insumos químicos. Esta sinergia entre nutrición y sanidad permite alcanzar cosechas más abundantes y de mejor calidad, algo clave en especies como Cannabis sativa, donde el equilibrio fisiológico influye directamente en la producción de compuestos terapéuticos como cannabinoides y terpenos.
Bitácora
Gabo del Club BOCI
En esta bitácora de cultivo mostramos cómo conseguimos un F1 de OG Kush que mediante el azar, y algunas desprolijidades, dio plantas más fuertes y resistentes al ataque de plagas y hongos.
La observación es vital para entender y resolver el estrés en el cannabis. Tengo un fenotipo de OG Kush con casi 10 años que fue el resultado de un cruce entre dos OG Kush de bancos del medio de aquel entonces.
Cuando pude aislarlo fue como ganar la lotería, porque se convirtió en una planta de alta producción con flores grandes, densas y compactas, con
terpenos muy singulares picantes como pimienta, amargos como el ajo y con un marcado sabor a tierra.
Su combinación tiene un efecto medicinal calmante y muy relajante que sumado al alto contenido de THC hacen que sea un fenotipo ideal para personas con dolor crónico.
En aquellos tiempos todo el trabajo lo
hacía en exterior, clonaba en la tercera semana de floración, después entraba el clon a una pequeña carpa, donde revertía su estadio de floración y le daba un crecimiento acelerado para regresar al exterior a florecer.
Esta forma de trabajo un tanto descuidada, preparó a este clon F1 para convertirse en una de las cepas más legendarias del club. Esta forma de trabajo desprolija, hizo que la planta se volviera más fuerte y resistente al ataque de plagas y hongos.
Gracias a nuestra ubicación geográfica contamos con dos estaciones muy marcadas de verano y primavera, los días de frío son muy raros y casi inexistentes con temperaturas muy rara vez menores a 15 grados centígrados. Esto permite un buen desarrollo de fenotipos sativos.
El primer cambio lo fui notando alrededor del cuarto año cuando la planta cada vez se tornaba más grande. Fue un cambio muy visible, comencé a notarlo en las carpas de vegetativo, los clones destacaban por su vigorosidad y también por su gran tamaño indicando que su estructura se había tornado más sativa.
La estructura de las flores seguía siendo compacta y llena de tricomas de flores índicas clásicas. En aquellos tiempos tenía una floración relativamente corta, ya en la semana ocho se encontraba en su punto con tricomas lechosos y flores compactas pegajosas y llenas de resina. Los terpenos avisaban de su potencia lista para cosechar. Pero si se dejaba pasar una semana más la planta se volvía muy narcótica y potente, capaz de tumbar a un elefante.
El cambio más radical comenzó hace dos años aproximadamente, cuando la planta fue extendiendo su tiempo de floración. Cada vez que sacamos las distintas variedades a floración en exterior esta variedad era la última en entrar al strech. Los cambios se debieron a que el estrés que la planta sufrió alteró su mecanismo de respuesta.
En la tercera semana mientras la mayoría de plantas se mostraban llenas de flores formadas y listas para comenzar a engordar esta variedad recién terminaba de formar las flores, esto automáticamente subía el periodo de floración a 70 o 75 días poco a poco en cada cosecha que sacabamos esta variedad era la última en cosecharse “fuera de fecha”.
Las flores seguían siendo compactas, enormes y llenas de resina a pesar de la fecha de corte seguían los tricomas lechosos y en su punto.
Los años de experiencia en el cultivo y la observación permiten observar y reporoducir ciertos rasgos para que una planta se distinga de las otras.
Las plantas más fuertes, vigorosas y de crecimiento rápido, con una estructura bien ramificada cobn ramas pobladas de brotes son las ideales. Y así se veían las descendientes de la F1, generación tras generación.
Reproducir rasgos dominantes
José T. Gállego
Los sistemas hidropónicos pueden ser más productivos pero requieren más experiencia.
¿Sistema hidropónico o tierra en macetas? Si tienes esta duda vamos a resolverla del modo más adecuado. Veamos cómo se comparan los costos y rendimientos de ambos sistemas y qué ventajas o inconvenientes tienen.
A la hora de comparar los costos de cultivar en tierra y en hidroponía, no vamos a tener en cuenta todos los elementos comunes a las dos técnicas ya que, obviamente, con ambos sistemas necesitamos un armario o cuarto de cultivo, lámparas, extractores, filtro anti-olor, fertilizantes, etc.
Todos estos elementos suponen en conjunto la mayor parte del gasto al instalar un cultivo de interior, por tanto hay que contar con ellos en los dos escenarios.
Hidro: ¿Cuánto cuesta? El precio de los sistemas de cultivo
hidropónico empieza a partir de unos 250 euros para un metro cuadrado más otros 50 a 100 euros para el sustrato hidropónico (arlita, lana de roca, fibra de coco). Si se usa arlita, que es reutilizable, el gasto en sustrato sólo se hace al principio.
En cambio, si el sistema hidropónico usa planchas, slabs de fibra de coco o lana de roca, sí deberán renovarse tras cada cosecha.
Además del gasto de compra, los sistemas hidropónicos suelen contar con bombas de agua y burbujeadores que
mueven el agua y la mantienen oxigenada. Estos aparatos aumentan algo el gasto en electricidad, pero muy poco, ya que son de baja potencia.
Un problema más caro sería mantener a buena temperatura (18 a 22 ºC) la solución nutritiva, para que tenga la máxima oxigenación y las plantas puedan absorber bien los nutrientes. En verano, si hay que enfriar la solución nutritiva hará falta un refrigerador de agua de hidroponía y, en invierno, calentadores de acuario.
El consumo eléctrico de estos aparatos puede notarse en la factura en los meses más fríos o cálidos del año, pero se puede cultivar hidroponía sin ellos, siempre que se mantenga el
cuarto de cultivo en el rango correcto de temperatura.
La hidroponía necesita agua de calidad y baja en sales (EC<0,3mS/cm). Cuando el agua del grifo no cumple estos parámetros, hay que usar un filtro de ósmosis inversa para obtener agua adecuada. Este gasto, también sería recomendable hacerlo si cultivamos en tierra y el agua del grifo no es buena, pero en hidroponía es imprescindible.
¿Cuánto cuesta un sistema en tierra?
El coste inicial de un cultivo en tierra es más bajo que el de un hidropónico, ya que sólo hace falta comprar las macetas y una regadera. Por menos
de 50 euros podemos conseguir lo necesario para un metro cuadrado. El sustrato nos costará otros 30-50 euros por cosecha.
Estos precios implican que decidamos regar a mano, claro. Si queremos un sistema de cultivo en tierra pero no estar pendientes de regar las plantas, necesitamos un riego automático. Es decir, hay que comprar un depósito, una bomba de agua, las mangueras, goteros y la bandeja para recoger el agua de drenaje.
Sumando todos estos elementos nuestro desembolso será aproximadamente igual al de comprar un sistema hidropónico. Por tanto, a igualdad de comodidad, no cuesta mucho más la hidroponía que el cultivo en tierra.
¿Que sistema tiene mejor rendimiento?
Los sistemas hidropónicos tienen mayor potencial para obtener el máximo rendimiento de las plantas, siempre que se manejen correctamente y se les aporte a las plantas las condiciones óptimas.
Las plantas que crecen en hidroponía tienen acceso a oxígeno, agua
“Las plantas que crecen en hidroponía tienen acceso a oxígeno, agua y nutrientes en dosis óptimas y de manera constante”
y nutrientes en dosis óptimas y de manera constante. El inconveniente de la hidroponía es que su manejo es más delicado y cualquier error puede tener consecuencias graves, ya que las raíces están mucho menos protegidas.
En cualquier caso, si te gusta probar la hidroponía, adelante, tampoco es tan complicada. Pero hay que estar más pendiente de las plantas, sobre todo hasta que le pillas el truco. Es un camino apasionante y te convertirás, sin duda, en mejor cultivador, pero puede que tengas algún tropiezo.
La tierra es un medio mucho más tolerante con los errores, aunque su potencial de producción es algo menor. Aún así, en manos de un
cultivador experto, las cosechas pueden ser equivalentes con ambos sistemas. Si quieres cultivar pero no dedicarle demasiado tiempo a las plantas o si eres un poco vago y, a veces, te olvidas de regar, la tierra es tu camino. Tendrás tropiezos también, pero menos que con la hidroponía.
Mr. José / info@pestovat.cz
El método de secado más común es el conocido secado al aire. Pero hay otras maneras de preservar, realzar y probar como la liofilización que congela el cannabis fresco con temperaturas de hasta -80°C. Otro método para preservar el mayor contenido posible de terpenos y cannabinoides en la marihuana es el secado en atmósfera controlada que reduce la concentración de oxígeno en el entorno de secado.
Todos los cultivadores saben que la calidad de la cosecha no depende únicamente del ciclo de cultivo, sino también en gran medida de cómo se procesa, se seca y se almacena la marihuana. El secado desempeña un papel crucial en este proceso. En este artículo, me centraré en los métodos de secado tradicionales y modernos e intentaré evaluar sus ventajas e inconvenientes con la mayor precisión posible.
El proceso de secado puede aumentar la calidad de la marihuana cosechada o destrozarla por completo. Los principales objetivos son preservar la mayor cantidad posible de terpenos, evitar la degradación de los cannabinoides, lograr un secado uniforme y evitar el crecimiento de microorganismos no deseados, especialmente los hongos.
Además, en los países donde es legal, cuando se cultiva marihuana para el mercado comercial, es necesario estandarizar el proceso de secado para garantizar la consistencia y estabilidad del producto a largo plazo.
Son muchos retos para un solo paso del proceso, sobre todo cuando algunos de estos objetivos requieren condiciones contradictorias. Por ejemplo, para conseguir un secado uniforme y conservar
el mayor contenido posible de terpenos, sería beneficioso una mayor humedad en el secadero. Sin embargo, para evitar la aparición de moho es necesaria una humedad más baja. Cultivadores de todo el mundo prueban continuamente métodos óptimos de secado. Veamos más de cerca los métodos de secado principales y sus características específicas.
Secado al aire tradicional
El método de secado más común es el conocido secado al aire. Es la técnica
menos exigente y puede utilizarse para secar tanto plantas enteras, como flores individuales, sin grandes hojas resinosas. La marihuana simplemente se deja secar en la oscuridad a una temperatura del aire de 16 a 20°C y una humedad relativa del 45 al 55%. Los auto cultivadores suelen secar a temperaturas ligeramente superiores, que a veces alcanzan los 24°C. En estos casos, se recomienda aumentar la humedad relativa hasta alrededor del 60% para evitar un secado demasiado rápido.
Una de las principales ventajas de este método es que necesita pocos requisitos técnicos. Los niveles de temperatura y humedad necesarios son condiciones ambientales relativamente comunes, por lo que conseguir unos parámetros de secado óptimos no resulta excesivamente costoso. En los espacios de cultivo habituales estas condiciones pueden ajustarse fácilmente, incluso dentro de las áreas de cultivo lo que permite secar la cosecha en el mismo espacio donde se cultivó. El proceso completo suele durar entre una y dos semanas, dependiendo de las condiciones específicas.
La principal desventaja del secado al aire es el mayor riesgo de evaporación de terpenos. Los terpenos contribuyen significativamente a las propiedades terapéuticas, el sabor y el aroma del producto final. Por ejemplo, el β-mirceno y el α-pineno empiezan a volatilizarse a partir de los 21 a 25°C. En general, es preferible un secado más lento a temperaturas más bajas para preservar toda la gama de compuestos activos de la marihuana.
Secado al aire a temperaturas más bajas
Una solución para preservar los terpenos y mejorar la calidad del producto final es el secado a temperaturas más bajas, concretamente entre 10 y 16 °C, con una humedad relativa mantenida entre el 55 y el 60%. Al igual que con el secado al aire estándar, es esencial garantizar una circulación uniforme del aire. Sin embargo, el flujo de aire debe ser suave y no fuerte. Un excesivo flujo de aire puede provocar un secado desigual, en el que las capas externas de las flores se secan demasiado rápido, mientras que las partes internas retienen una humedad excesiva.
Para obtener resultados óptimos, se recomienda filtrar el aire circulante a través de un filtro HEPA para evitar la propagación de esporas de moho dentro del espacio de secado. Por muy cuidadoso que seas, las esporas de moho están presentes de forma natural en cualquier entorno de cultivo. Tu objetivo principal es minimizar las condiciones que promueven su crecimiento dentro de las flores cosechadas.
Con este método de secado a baja temperatura, el proceso dura entre dos y tres semanas. Las principales ventajas de este método son una menor evaporación de terpenos que se traduce en mejor retención del sabor y el aroma.
Además, las temperaturas más bajas inhiben el desarrollo de botritis (moho gris), reduciendo el riesgo de contaminación.
Sin embargo, es esencial un control estricto de la humedad. La humedad relativa no debe superar el 65%, ya que un exceso de humedad puede favorecer la aparición de moho. Además, debe evitarse la condensación en el interior del secadero, o sobre las plantas, para mantener un entorno de secado seguro.
Liofilización
Pasamos ahora a ver métodos de secado menos comunes pero muy interesantes. Aunque requieren un equipo especializado pueden dar resultados muy notables. No es algo con lo que experimenten la mayoría de cultivadores domésticos, pero en la producción comercial de marihuana ofrece una forma única de destacar la producción.
El proceso comienza congelando el cannabis fresco a temperaturas de hasta - 80°C, lo que hace que toda el agua de la planta se convierta en hielo. A continuación, se crea un vacío dentro de la cámara de liofilización y el hielo se sublima, es decir, pasa directamente de sólido a vapor sin pasar por una fase líquida. Esencialmente, la humedad se evapora directamente de la planta.
Las flores de marihuana secadas con este método conservan casi el mismo aspecto y color que cuando estaban recién cosechadas. Los cogollos parecen recién cortados de la planta, pero sin contenido de agua, se vuelven extremadamente ligeros. Algunas personas aprecian esta estética, mientras que otras prefieren el aspecto tradicional del cannabis secado al aire.
Las ventajas de la marihuana liofilizada radican en la conservación de cannabinoides y terpenos. La liofilización evita la degradación y la evaporación que se traduce en una mejora del aroma y la potencia.
Es un proceso significativamente más rápido. Toda la fase de secado y curado se completa en sólo 48 horas.
Además, la degradación de la clorofila se produce rápidamente, eliminando el sabor áspero asociado a la marihuana recién secada. En los métodos de secado convencionales, la clorofila se descompone a lo largo de varias semanas.
La liofilización comporta un riesgo mínimo de moho o contaminación
secados de forma tradicional. Sin embargo, en los países donde es legal la venta, para los productores comerciales que buscan optimizar la retención de terpenos y la eficiencia, la liofilización presenta una alternativa interesante.
Además del equipo necesario, se requieren algunos conocimientos técnicos para que la liofilización tenga éxito. Por ejemplo, lo ideal es liofilizar simultáneamente cogollos de tamaño similar para garantizar un secado uniforme. Otro
significa cogollos más ligeros, lo que no es deseable en las operaciones comerciales de países donde es legal la venta ya que la reducción de peso afecta directamente la rentabilidad.
Además, los cogollos demasiado secos tienden a volverse más quebradizos, por lo que son propensos a desmoronarse durante su manipulación. Sin embargo, los cogollos demasiado secos pueden rehidratarse utilizando paquetes bidireccionales de control de la humedad, como Bóveda.
Por otro lado, si tu objetivo es extraer cannabinoides utilizando CO2, etanol o butano, un bajo contenido de humedad es en realidad una ventaja, ya que el cannabis liofilizado es ideal para producir extractos de alta calidad. Si estás pensando en experimentar con la liofilización, recomiendo encarecidamente invertir en un liofilizador de calidad profesional y obtener todos los consejos prácticos posibles del fabricante o proveedor, para optimizar tu proceso de secado.
Secado en atmósfera controlada Otro método destinado a preservar el mayor contenido posible de terpenos y cannabinoides en la marihuana es el secado en atmósfera controlada. Este método implica no sólo controlar y mantener la temperatura adecuada (12-18°C) y la humedad relativa (55-65%), sino
microbiana debido a la ausencia de humedad libre durante el proceso.
Aunque la marihuana liofilizada ofrece muchas ventajas es posible que su textura y aspecto no atraigan a todos los consumidores, ya que muchos prefieren la estructura densa de los cogollos
reto es lo relativamente fácil de secar en exceso las flores, reduciendo el contenido de humedad por debajo del 5%, mientras que el contenido de humedad óptimo en las flores secas de cannabis es de alrededor del 10 al 12%.
Un menor contenido de humedad
también reducir la concentración de oxígeno en el entorno de secado al 2 al 10%, en comparación con el nivel atmosférico normal de aproximadamente 21%.
En un estudio en la revista científica Plants, unos investigadores secaban marihuana en una atmósfera que
contenía un 5% de CO2, un 5% de O2 y un 90% de N2. Los bajos niveles de
y terpenos, mientras que la disponibilidad limitada de oxígeno y el aumento de
“La principal desventaja del secado al aire es el mayor riesgo de evaporación de terpenos que contribuyen significativamente al sabor y el aroma del producto final”
oxígeno y el alto contenido de nitrógeno redujeron la oxidación de cannabinoides
los niveles de CO2 inhibieron el crecimiento de moho y bacterias.
El Cannabis liofilizado conserva una forma y estructura similare s a los cogollos recién cosechados, al tiempo que preserva un alto contenido de cannabinoides y terpenos.
En estas condiciones controladas, la marihuana secado a 15°C alcanzó su contenido óptimo de humedad en sólo seis días, mientras que el cannabis secado a la misma temperatura en condiciones atmosféricas normales (0,04% de CO2, 21% de O2 y 78% de N2) tardó dos semanas en alcanzar un contenido de humedad del 10%.
Las ventajas del secado en atmósfera controlada son el tiempo de secado significativamente más corto en comparación con los métodos tradicionales. Y la mayor retención de terpenos y cannabinoides debido a la reducción de la oxidación.
También un menor riesgo de contaminación por moho y bacterias. Sin embargo, la eficacia de este método
varía en función de la variedad. Los autores del estudio concluyeron que los distintos cultivares pueden responder de forma diferente a las condiciones de atmósfera controlada.
Independientemente del método de secado que elijas, espero que obtengas el máximo beneficio de tu cosecha.
Más sobre secado
Fabiola Campos Vega
Urgente regulación del cannabis en Chile: Un llamado a la acción
El Congreso de Chile debe estudiar el proyecto de ley que la Bancada Regulación por la Paz presentó para permitir que el derecho al uso adulto de cannabis avance y sea una realidad. De otra manera el mercado mafioso seguirá creciendo.
Recientemente, la diputada Ana María Gazmuri, junto con la bancada “Regulación por la Paz”, han presentado un proyecto de ley para regular el uso adulto del cannabis permitiendo el autocultivo y el consumo privado.
Esta iniciativa, elaborada con el respaldo de 55 organizaciones sociales, tiene como objetivo alinear la legislación nacional con los estándares internacionales en salud pública y Derechos Humanos, además de promover la educación y la prevención sobre el consumo.
El abogado Hernán Bocaz ha subrayado la obsolescencia de la legislación actual, la cual se basa en una percepción social que ya no refleja la verdadera realidad de los consumidores de cannabis. Destacó que la regulación es crucial para garantizar un acceso seguro y controlado al cannabis, al tiempo que protege a los consumidores de las trampas del mercado ilegal. Con la implementación de un marco regulatorio, se podría
supervisar el contenido de los productos y asegurar estándares de calidad. El diputado Jorge Brito ha enfatizado
que la regulación del cannabis separará a los consumidores del narcotráfico, permitiendo concentrar esfuerzos en la lucha contra delitos graves. Complementando esta visión, la diputada Carolina Tello ha resaltado la importancia de esta regulación para salvaguardar la salud pública y el bienestar social, afirmando que el enfoque punitivo actual ha fracasado y que es imperativo explorar alternativas efectivas.
Cómo conclusión de este proceso en Chile se realizó una exitosa marcha el pasado domingo 20 de abril en Valparaíso. Allí vivimos la cultura cannábica a través de vocerías, música, bailarines y un clima hermoso y mucha alegría.
Durante décadas, hemos trabajado y esperado el reconocimiento de nuestros derechos fundamentales respecto al consumo de cannabis, tanto para uso medicinal como para adultos.
Representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil y del sistema político han manifestado la necesidad urgente de regular el cannabis en Chile, argumentando que es
esencial para enfrentar la actual crisis de seguridad. En lugar de perseguir a los usuarios, señalan que los recursos deberían destinarse a combatir el crimen organizado.
Representando a las 55 organizaciones que respaldan el proyecto de ley a estudio del Congreso chileno, y como directora de la Fundación Sanasativa, destaco la labor de las organizaciones de la sociedad civil en la búsqueda de una regulación del cannabis en Chile.
En medio de la crisis de seguridad, regular el cannabis es crucial para combatir el crimen organizado y reorientar los recursos estatales hacia lo que realmente importa. Apoyo el Proyecto de ley para el uso adulto del cannabis porque surge de una necesidad real y de la sociedad civil. Desde las organizaciones hacemos un llamado al Congreso a traducir su compromiso en acciones concretas, legislar sobre el cannabis es una decisión política que puede devolver dignidad, justicia y seguridad a miles de personas.
Sobre la autora
Fabiola Campos Vega, es madre, usuaria, activista y terapeuta cannábica, representante de las 55 organizaciones presentes en el Congreso de Chile y presidenta de la Fundación Sanasativa. Fue directora regional de Fundación Daya en la 5° región y de Fundación Daya Quilpué. También es directora de Dharma Centro Médico Cannábico.
El cultivo de cannabis en comunidad es más divertido, más aleccionador y además nos hace crecer a todos como cannabicultores. Por eso funciona el grupo de Facebook Cultivadores de Colombia. Súmate.
–Joshua Ruiz: Llegó un pana con esto. ¿Amigo o enemigo?
– Calillo Hurtado: Uribista. El amigo que no quiere cultivar.
Daniel Delgado a punto de cosechar.
Un miembro anónimo muestra la belleza de su floración.
Juan Pablo Chica está “cazando hermosos fenos de skunk totalmente resistentes resinosos y con terpenos muy marcados”. Felicitaciones.
Camilo con todo
Camilo Callejas nos muestra sus maravillosos colores.
– Michael Peña: Gente, tengo este problema en mis plantas, ¿alguien sabe que puedo hacer?
– Juan Camilo Orrego Vargas: Parece que en algún momento hubo un exceso de fertilizante. Me ha pasado igual. Controle las dosis y buena agua.
– Michael Peña: Gracias parce, creo que sí es eso.
Únete al grupo
Jorge Cervantes – jorge@marijuanagrowing.com
Desbloquea la Skunk: compuestos volátiles de azufre en el aroma y el potencial del cannabis
Aunque los terpenos han sido considerados como los principales responsables de los aromas en el cannabis, recientes avances científicos han descubierto otra clase de sustancias químicas responsables del famoso olor a Skunk que caracteriza a muchas variedades de marihuana. Estas sustancias químicas, los compuestos volátiles de azufre (CVA), han añadido una nueva capa de complejidad al carácter aromático del cannabis e incluso pueden influir en las propiedades medicinales.
Las plantas de marihuana son conocidas por sus complejos perfiles aromáticos, que van desde olores afrutados y florales hasta terrosos y acres.
Vamos a sumergirnos en la química de los CVA, cómo se forman en las plantas de marihuana, y cómo los cultivadores pueden aprovechar su potencial para dar forma tanto a la fragancia como a los efectos terapéuticos.
¿QUÉ SON LOS CVA?
Los compuestos volátiles de azufre son moléculas orgánicas que contienen átomos de azufre. Estos compuestos tienen una característica clave porque se evaporan fácilmente en la atmósfera, liberando olores penetrantes y característicos.
Los CVA son los principales responsables del característico aroma a zorrillo del cannabis que, a menudo, se ha asociado con una sensación de potencia, aunque esta relación no la comparte todo el mundo. Los CVA pertenecen a dos familias principales de compuestos químicos: los tioles (o mercaptanos) y los sulfuros/disulfuros.
Uno de los CVA más característicos del Cannabis es el 3-metil-2-buteno-1-tiol (CVA3), es el compuesto que produce el característico aroma entre «gasolina y zorrillo». Este compuesto tiene similitudes estructurales con sustancias químicas del ajo y el lúpulo. Su intenso perfil de olor lo convierte en uno de los principales responsables de la inconfundible fragancia del cannabis.
Además del CVA3, la marihuana produce otros tipos de CVA que contribuyen a una gama de aromas adicionales, desde terrosos y almizclados hasta tropicales y cítricos. Algunos de estos CVA incluyen al disulfuro de diprenilo y sulfuro de diprenilo, que introducen matices aliáceos (a ajo) y sulfúricos. Al preniltiol y el preniltioacetato, que contribuyen al clásico olor a zorrillo. Y el 3-mercaptohexanol (3MH), que aporta notas tropicales y cítricas al aroma de la planta.
Aunque los CVA representan menos del 0,05% de la composición química de la marihuana, su potencia y su bajo umbral de olor hacen que tengan un gran impacto en el perfil de la fragancia. Incluso en pequeñas concentraciones, estos compuestos dominan la experiencia sensorial.
DE LA TIERRA AL AROMA:
CVA EN EL CANNABIS
La formación de los CVA comienza en las profundidades del suelo. La marihuana absorbe azufre del suelo, que se
convierte en aminoácidos y otros metabolitos dentro de la planta. A medida que la planta madura, especialmente durante las últimas fases de floración, estos compuestos que contienen azufre sufren transformaciones enzimáticas y oxidativas que los convierten en tioles
y sulfuros volátiles, que contribuyen de forma decisiva al aroma final.
La producción máxima de CVA suele producirse durante la fase de curado de la planta tras la cosecha. Una vez cosechado el cannabis, el proceso de curado sigue descomponiendo estos compuestos azufrados en sus formas volátiles, con concentraciones máximas en torno a los 10-14 días después de la cosecha. Durante este tiempo, la composición química de la planta se estabiliza, y los CVA alcanzan sus niveles más altos, fijando el aroma característico de la planta.
Son varios los factores que influyen en el desarrollo de los CVA en el Cannabis, entre ellos la composición del suelo. Las variedades de marihuana cultivadas en suelos ricos en azufre tienden a producir más CVA, dando lugar a aromas más fuertes y pronunciados.
La genética también es importante. Algunas variedades de marihuana como Chemdog y Skunk #1, están predispuestas a producir niveles más altos de CVA, lo que las convierte en opciones ideales para los cultivadores que buscan ese aroma penetrante y Skunk.
Las prácticas de curado también son importantes. Para maximizar la retención de CVA, se recomienda un secado lento con un nivel de humedad del 60-70%. Una exposición excesiva a la luz y al oxígeno durante esta fase puede degradar estos compuestos volátiles, reduciendo el aroma final.
Para los cultivadores, es crucial
Suplementar la fertilización con sales de Epsom asegura un suministro adecuado de azufre que permite fabricar más CVA.
comprender cómo conservar y potenciar los CVA. Mantener factores claves en niveles adecuados como la humedad, la temperatura y el flujo de aire durante las fases de floración y curado puede ayudar a conservar estos potentes compuestos.
El almacenamiento adecuado tras la cosecha en contenedores sellados con niveles de humedad controlados (5862% de humedad relativa) también es esencial para evitar la degradación.
CVA:
IMPACTO MEDICINAL Y SENSORIAL
Aunque los CVA son más conocidos por su papel en el aroma de la marihuana, estudios recientes han sugerido que también pueden tener beneficios terapéuticos. Se cree que algunos CVA, como los tioles prenilados, poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, similares a las del ajo. Estas propiedades podrían aumentar el potencial medicinal general de la marihuana, ofreciendo algo más que una experiencia sensorial a los consumidores.
Se ha sugerido que estos compuestos podrían interactuar con los canales de potencial receptor transitorio (TRP) de los mamíferos. Los canales TRP son responsables de diversos procesos
el dolor. Al influir en estos canales, los CVA pueden desempeñar un papel en la modulación de la respuesta del cuerpo
Abre la tapa de los contenedores de secado para que salga el aire viciado del interior. Esta práctica ayuda a preservar los CVA.
a la marihuana, mejorando potencialmente sus efectos terapéuticos.
Desde un punto de vista sensorial, la presencia de CVA también puede influir
“El 3-metil-2-buteno-1-tiol (CVA3), es el compuesto que produce el característico aroma entre «gasolina y zorrillo»”
sensoriales en el cuerpo, incluidas las respuestas al calor, el frío, el estrés y
en el sabor y la textura de la marihuana. Las variedades con un alto contenido de
Variedades Skunk llenas de CVA listas para consumir.
CVA suelen presentar sabores terrosos, almizclados o incluso a ajo, que añaden profundidad a la experiencia general. Sin embargo, el aroma Skunk producido por los CVA puede ser polarizante: mientras que algunos consumidores de marihuana equiparan el penetrante aroma con la potencia, otros lo encuentran menos atractivo.
Los criadores exploran cada vez más el uso de perfiles de CVA para crear características específicas en las variedades. Por ejemplo, algunos criadores pueden intentar producir variedades de marihuana que tengan un perfil más afrutado y tropical minimizando los CVA con olor a Skunk, mientras que otros pueden adoptar y potenciar las cualidades acres y Skunk para obtener un aroma más robusto.
CVA:
CONSEJOS DE CULTIVO
Si eres un cultivador que busca aumentar la producción de CVA en tu jardín de marihuana, hay varias estrategias que puedes emplear:
Selección de variedades: Elige variedades conocidas por su alta expresión de CVA, como OG Kush o Durban Poison. Estas cepas suelen ser ricas en compuestos azufrados y producen un aroma fuerte y Skunk.
Gestión de nutrientes: Asegúrate de que tus plantas reciben un suministro adecuado de azufre, un componente fundamental para la producción de CVA. Suplementos como las sales de Epsom pueden proporcionar el azufre necesario durante la floración.
Técnicas de curado: Para conservar los
CVA, cuelga las plantas boca abajo en un lugar oscuro y fresco (18-21°C) durante 10-14 días. Este lento proceso de curado ayuda a mantener la integridad de estos compuestos volátiles.
Minimiza la manipulación: Manipula las plantas con cuidado durante el recorte. Una manipulación brusca puede romper los tricomas y acelerar la descomposición de los CVA.
CVA:
EL FUTURO
El descubrimiento de los compuestos volátiles de azufre ha transformado nuestra comprensión de la química de la marihuana. Los CVA ya no se consideran simplemente olores desagradables, sino componentes integrales de la complejidad aromática de la planta. A medida que se amplía la legalización del Cannabis y se llevan a cabo más investigaciones, estos compuestos pueden abrir nuevas oportunidades para el cultivo, el desarrollo de productos e incluso las aplicaciones medicinales.
Tanto para cultivadores como para los consumidores, los CVA ofrecen una visión fascinante del intrincado mundo de los aromas de la marihuana. Tanto si estás cultivando ese aroma clásico Skunk, como si estás trabajando para crear un híbrido más afrutado y tropical, entender el papel de los CVA en la producción de cannabis es clave para dar forma al futuro de esta planta compleja y polifacética. Así que, la próxima vez que enciendas un porro, tómate un momento para saborear las moléculas en acción y apreciar la complejidad del aroma: una mezcla perfecta de ciencia, arte y naturaleza.
Este artículo es cortesía de “La Enciclopedia del Cannabis” de Jorge Cervantes, gratis en once idiomas: inglés, español, italiano, alemán, francés, portugués, holandés, japonés, checo, ucraniano y ruso en www.marijuanagrowing.com.
Publicado por Discover Publishers Latinoamérica SpA
Calle General del Canto 50, of. 301 7500565 Providencia Santiago Chile www.softsecrets.com info@softsecrets.nl
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Colaboran en este número Erik Turiansky, Fabiola Campos Vega, José T. Gállego, Charlotte Armour, Jorge Cervantes, Yari Yensis, Gabo del Club BOCI, Sepé, Cultivadores de Colombia, Mr. José, Pedro Masetti, Matca Agency, CANNA Research y Lucas Pinto.
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26 de septiembre de 2025