Los cuerpos gozosos de las personas que acuden al Parque Central Boletín de Julio/2015
Por muchos años, por décadas, por vidas enteras, las mujeres y hombres que acudimos al parque central en ciudad Guatemala, lo hicimos desde el gozo. Las maestras y maestros, las y los estudiantes, las y los sindicalistas, las campesinas y campesinos. Nos sabíamos con la certeza de la palabra justa, el derecho que era nuestro, las ganas de expresar lo que sentíamos, las ganas de caminar y caminar hasta que se acabaran las calles; de gritar y gritar hasta que se terminaran las voces. Y así lo hicimos. Poco a poco fueron apareciendo nuevos actores: las familiares de los desaparecidos, las organizaciones de derechos humanos, los acompañantes de los estudiantes o sindicalistas asesinados, la gente pasando. Ya no eran cuerpos gozosos, eran cuerpos enojados, dolientes, con miedo, pero siempre sabiéndose desde la palabra justa y con la esperanza de recuperar en algún momento las calles, con la idea de volver a vivir con alegría y con la certeza de que entonces, quienes ya no estaban, ojala iluminaran nuevas veredas. Hubo un tiempo en que ya no hubo nadie en la plaza. Ni gozo, ni rabia, ni gente. Todo mundo andaba huyendo de ese caos en que se hundió Guatemala. Hoy, la plaza suena diferente: emerge, reluce, se renueva. Hoy aparecen cuerpos enérgicos, erotizados por el placer que da la protesta, la danza, los carteles, los mensajes en las redes. Hoy el arte y las nuevas generaciones se expresan con la fuerza que ya faltaba en el parque, con las calles atiborradas de consignas nuevas y antiguas, con mantas y carteles diseñados especialmente para la ocasión. Hoy, parece que recuperamos el placer de gritar, de encontrarnos con otros cuerpos, de saber que nuestras voces se diluyen en las de otros, hasta hay quienes han cantado el himno con solemnidad sintiendo que de verdad es posible que no “haya esclavos que laman el yugo ni tiranos que escupan tu faz”. Para algunos, la palabra erotismo solo refiere sensaciones que en la piel se sienten cuando alguien nos acaricia o cuando acariciamos a alguien. El erotismo es todo aquello que sentimos cuando vivimos desde las sensaciones del cuerpo, de las emociones en todo su potencial, de las energías que confluyen con otras energías de similar intensidad. Hemos vivido en Guatemala por mucho tiempo un erotismo doliente que por muchos años nos sumió en una sensación de miedo compartido… Aunque sea eso compartíamos. Y casi nos definíamos a partir del miedo, como sensación natural de lo que asumíamos como “lo chapín”. Por supuesto que hubo otros y otras que ni siquiera tuvieron tiempo de enorgullecerse de ese espíritu colectivo de desesperanza. Eso nos quedó a quienes sobrevivimos.