EL APRENDIZAJE COMO PROCESO PERMANENTE DE SANACIÓN. Por: Claudia Gaitán Arana
Foto tomada de ecospheresproject.org
La sabiduría popular tiene frases como: Cada día se aprende algo nuevo, en la vida siempre se aprende, o, venimos a esta vida para aprender... Los seres humanos aprendemos efectivamente, desde el momento de nacer. Aprendemos a respirar, luego a comer, y así, nos vamos convirtiendo en seres autónomxs. En realidad todo en la vida se trata de aprender. ¿Qué aprendemos?, ¿Cómo lo hacemos? ¿Es útil, es “bueno”? Desde la niñez aprendemos que hay que ir a la escuela para “aprender” y no siempre por el gusto de hacerlo. Desde esa perspectiva lo que importa es aprender a adaptarse y funcionar dentro del sistema en que vivimos, aprender cómo hacernos útiles para reproducirlo. Lo que significa competir con otrxs, “tener exito”. Sin esto “no eres nadie”. El sistema educativo se encarga de debilitar y mucha veces hasta de aniquilar esa capacidad innata de observar, de hacernos preguntas, de indagar, de aprender de la vida. El sistema ya nos trae encapsulada la información que debemos memorizar y después continuar de la misma manera.
